Lo
inabordable
No sé decir quién soy. Tal vez el borde
de algo que se aleja.
NÉLIDA CAÑAS
(de Una palmera en el fondo del cielo, 2004)
Ruta
de colisión
¿De quién es esta piel
que recubre mi mano
como un guante?
¿Qué viento es este
que sopla sin soplar
encrespando la sensible superficie?
Por fuera la corteza ajena
adentro la pulpa
y entre las dos la distancia
que me atropella.
Pensé que entraría en la vejez
por entero
como un barco
o un caballo.
Pero me sorprendo
joven vieja y madura
al mismo tiempo.
Y todavía aprendo a vivir
mientras avanzo
por una ruta en cuyo final
la vida
colinda con la muerte.
MARINA COLASANTI
(de Ruta de colisión, Ed. del Copista, Córdoba,
2004.
Traducción de María Teresa Andruetto)
Aeropuerto El Cadillal
la globalización en jujuy comenzó el 19 de
abril de 1977
cuando se inauguró el aeropuerto internacional “el
cadillal”
yo era un adolescente
y estaba haciendo nada
cuando mi viejo me hizo subir a un viejo auto de un vecino
y partimos a ver los actos de la fiesta inaugural
estábamos en medio de la más feroz dictadura
y no teníamos conciencia
los aviones hacían piruetas en el cielo
hubo paracaidistas
y gente que levantaba la cabeza
pero
casi nadie
miraba el centro de torturas
que estaba en la hostería ubicada en guerrero
desde ese día se podía viajar a miami
desde aquí
sin escalas
sin solicitar visa
sin mirar a los familiares que buscan a sus desaparecidos
yo tenía catorce años
nunca me voy a perdonar
no haberme dado cuenta
que
en el primer avión que partía
nélida y andrés fidalgo
empezaban su destierro
REYNALDO CASTRO
(de Memoria del olvido, Ed. Perro Pila, Jujuy, 2005)
La abuela
La abuela va y viene
por la casa
sube y baja las escaleras
como si estuviera urdiendo
la última revolución
cuelga preguntas hasta en el perchero
y nos apunta con el paraguas
no sea que no le contestemos
va y viene
ahora insiste
quiere hablar por teléfono
¿por qué me dicen que no se puede?
la línea
abuela
se ha cortado por la lluvia
en realidad
se ha cortado hace tiempo
ni vos
ni yo
podemos comunicarnos
no entiendo cómo
todavía
no llamamos a reparaciones
MAGDALENA COLL
Destino común
VI
La muerte no mata
nos cambia en irisado venir y volver
y volver a venir
Las venas se extienden hasta ojos lejanos
riegan el aire
van y vuelven
podan y nacen
Acorde perfecto de la sinfonía
sin fin ni comienzo
Decimos
mi casa ha cambiado de nombre
se alza en calle nueva
soy nadie
en mí cabe lo que cambia
Silencio tras silencio
en ligera disolución
quemamos los vástagos de otoño
LEONARDO MARTÍNEZ
( de Estricta ceniza, Bs.As., 2005)
¿Adónde
volarán, deshojados los pájaros?
Y cuando ya segundas soledades muerdan
¿adónde volarán, deshojados los pájaros?
¿Y Quintín, el gorrión de Manuela,
seguirá peleando contra la voracidad del tordo?
¿Qué harán los muebles
sin la niña que rompe su armonía
pero salva la vida?
¿Qué harán las plantas del balcón
agachándose en las heladas del invierno?
¿Revivirán de setiembre a setiembre?
¿Qué harán los cuartos deshojados con
rastros de los clavos
que hirieron las paredes?
¿Y los juguetes serán como los muñecos
del viejo Don Regalo en la ciudad de Nuremberg?
¿Dónde, ahora, los adornos,
los cuadros descolgados
y el blancor de la cuna o del armario?
¿Adónde irán los sueños esperanzados
de regresos
de alguna navidad extraviada?
¿Qué será de la fe y la esperanza
en los curtidos y maduros rostros?
¿En qué trasnochados trenes
cargarán sus fardos
los de adentro y afuera
huyendo
en busca de bonanzas
como un errante Rimbaud adolescente?
NELLY CORTÉS DE UBIERGO
(de Entiendo por qué sangro, Salta, 1993)