Hoja Nº 6............................... junio de 2003
Physica de niños o para una provechosa utilidad de la edad tiernaVe cruzar el tapete, la máquina roja de acertar hombres.
Pronto, un muerto se asoma a su muerte con agua en el ombligo.
Los cuervos cavan sus círculos alrededor de los juguetes.
Los animales ciegos del arena: un alacrán y un láser: habitan el ojo de fuego del ángel.
Pronto, en íntima alianza con el sabor del agua en la noche.
Ahora, abre con movimiento inocente la puerta. ALEJANDRO MORANDINI |
La sangre derramadaa Tarcalla Al padre del Gallo lo mataron en la noche.
Terminaremos de lavar su sangreen esta madrugada
cantando. JOSÉ GARCÍA BES |
EllaElla no llega, no viene a buscarme. Su musgo me corroe la ingle. Sabe. Demasiado sabe. Ahogo mis vísceras en un río de flemas. Me teme. Sé que me teme. En mi vientre rompen los espasmos. Sabe. Sabe demasiado. Trasvaso mis sudores a sus poros. Me niega. Sé que me niega. En mi pecho un tizón de pezones. No me desea. Me olvida. La boca multiplica los ecos del gemido. Sabe. Sabe demasiado. Mi empeine basamenta el arco violento de su planta. Ella... ¡Ábrete, mi bien, que deseo encontrarme! Hay un algo de carne derretida. ¡Ábrete, mi bien, que tras la cópula me espera un fin de jornada! En mis dedos sus vértebras trepidan. Sabe. Demasiado sabe. ¡Que mi paz vive en la encrucijada de su sexo...! Ella no llega, no viene a buscarme. Mas, no volveré. Mi orgullo... No la quiero tanto. FRANCISCO MATEO |
Otra Las noches son demasiado cortaspara mis huesos y los habitantes de los sueñosEntre sombras y luces artificiales dejo la huella dormida y sonámbula me deslizo entre las cosas
Una mujer camina sobre tacones destrozando el silencio se maquilla, se peina se admira ante el espejo mientras una mujer atrapada encadenada a las rocas golpeada por el mar se destiñe se deshace como la sal y por sus huesos menguados huyen los sueños que se enraizan al viento para nunca más.
EMILIA V. ACOSTA (de La mujer y las casas, Salta, 1991) |
Ya va siendo hora... Ya va siendo hora de pactar: horaque abarca más de lo que se ve: de hacer el pacto con tantas horas cumplidas y tanto cabildeo contra lo natural de estar vivo.
No hay error de cálculo: no somos un error que persevera hasta el error final: aquí estoy con el placer de estar aquí y también con el de alguna vez no estar.
Todo se vuelve pacto en cuanto se mira el contenido: todo escontenido: yo mismo soy contenido de los años que me faltan por vivir: de ahí el pactocon lo que no sé si existe pero gobierna poderosamente: lo que está viniendo; que es como decir: pacto con lo que no se sabe si está en alguna parte: eso que uno empieza sostenidamente a ser. SANTIAGO SYLVESTER |
A mi pueblo Caminito angosto que yo caminopara llenar mis ojos de mil colores puerta abierta por donde siempre miro caer la tarde entre las flores. Rosado amanecer de los lapachosque busco callada y pensativa, bajo el cielo azul de los tarcos en los días cansados de la vida. Verde tapiz de tabacales infinitos bandera de pájaros, pliegues del alba, ocaso donde duerme la tarde envuelta de silencio y calma. Largo callejón que transito errante sobre huellas que me quita el viento, permíteme que te siga andando no dejes que me devore el tiempo. LUCRECIA CASTILLO (El Bordo, Salta) |
Extravío de vocesHe soñado campanasMe he quitado las escarchas esas confusas arrugas del invierno Me he disuelto en lumbres de ingrávidos olvidos Reniego de silenciosy con manos de aurora recojo tanta dispersa música Extravío de voces estallando en los jardines del primer asombro ELENA LEONARDI CATTÓLICA (de Conspiración del sueño, Jujuy, 2000) |
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