Por: José de Guardia de Ponté
Introducción:
La estevia (Stevia rebaudiana bertoni) se obtiene de un arbusto originario de Paraguay que se utiliza desde hace miles años ya por los Guaraníes como endulzante.
Las hojas de la planta son 30 veces más dulces que el azúcar y 200 veces más que los edulcorantes químicos.
Se utiliza mucho en Japón, Malasia y en Extremo Oriente como edulcorante, tanto en refrescos, como en chicles, hasta para saltear las salsas. Los japoneses han realizado muchísimos estudios clínicos sobre la estevia y su extracto
Las hojas secas de la estevia contienen un 42% aproximadamente de sustancias hidrosolubles, además contiene proteínas, fibra, hierro, fósforo, calcio, potasio, zinc, rutina, vitamina A y C.
Diversos estudios aseguran que es apto para diabéticos, ya que regula los niveles de glucosa en sangre, también muestran que es una planta antibacteriana bucal, digestiva, diurética, vasolidatadora, con efectos beneficiosos en la absorción de la grasa y la presión arterial, entre otros beneficios.
La estevia también tiene aplicaciones cutáneas para solventar problemas como el acné, la dermatitis, el eczema e incluso como mascarilla.
Historia:
Descubierta por los Guaraníes y otras tribus originarias de Paraguay y Bazil y clasificada por el sabio Moisés Bertoni en 1899, la estevia es una hierba natural originaria de América del Sur.
Los españoles no le prestaron mucha atención en su uso debido a que utilizaban la miel como edulzante.
En el siglo XVI, notaron que los aborígenes del Paraguay usaban con mucha frecuencia el ka'a he'ê, para diferentes preparaciones, una de ellas para endulzar sus alimentos.
A fines del Siglo XIX el cónsul inglés en Asunción escribió y comunicó a su país sobre las propiedades de la Stevia y comentó “nada más que unas pocas hojas son suficientes para endulzar una taza de té”. Después de 1908, el agrónomo Juan B. Aranda Jiménez y su esposa Vera Bertoni comenzaron a establecer técnicas de producción y multiplicación.
El Dr. Ovidio Rebaudi comenzó los primeros trabajos del conocimiento químico de la planta; esto le valió su nombre en los principios, también comenzaron los primeros trabajos de industrialización. En 1921 el Comisionado de comercio de los Estados Unidos en Paraguay, George Brady, presentó un trabajo al departamento de Agricultura de su país en el cual escribe “nueva planta dulce con grandes posibilidades comerciales”; y en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra comisiona a investigadores para que vean la posibilidad de que la Stevia sea utilizada como un posible sustituto del azúcar.
En 1954, los japoneses comenzaron su cultivo y en 1970 se inició su industrialización como edulcorante. Simultáneamente, los agricultores ven que otras propiedades adornan a esta planta, y cómo los nativos paraguayos comienzan a darle otras aplicaciones, especialmente en el campo medicinal y agropecuario.
Cultivo
La Estevia es una planta que cuenta con un ciclo de cultivo y producción que abarca aproximadamente ocho meses. Se adapta bien a diferentes tipos de suelos como, por ejemplo, los arenosos de las localidades de Gral. Güemes o Campo Santo, como también los arcillosos como la zona del Rey del Departamento de Anta. Sin embargo, los suelos más propicios en la Provincia de Salta estarían en la zona de Colonia Santa Rosa del Departamento de Orán.
Febrero- Marzo: época de construir viveros; siembra de semillas de 20 a 50 gramos por metro cuadrado. El periodo de tiempo entre cosecha de semillas y siembra no debería pasar de una semana. A medida que pasan los días, la semilla va perdiendo valor germinativo, a menos que se conserve refrigerada a más o menos 4 grados.
Los meses de abril, mayo y junio son los recomendados para el trasplante de mudas de ka'a he'ê a su lugar definitivo, en los departamentos citados anteriormente. Pero en la zona del Valle de Lerma puede ir hasta setiembre, debido a que es más fría.
De todas formas el clima no siempre responde en Salta a estas exigencias lo que hace la necesidad de comprar los plantines a productores litoraleños o del paraguay.
Esta planta es muy exigente en materia orgánica y fertilidad, considerando que es un cultivo semiperenne y que durará en el mismo lugar entre 5 y 6 años.
La preparación del terreno se realizará por lo menos 60 días antes del trasplante, y si el suelo es muy ácido de acuerdo al análisis que se le haga, deberá agregarse cal agrícola.
Debe hacerse una arada profunda y 2 ó 3 rastreadas hasta que el suelo quede bien mullido y, después de una lluvia, proceder a realizar la plantación.
Para tener en cuenta:
El año agrícola empieza en setiembre-octubre de un año hasta abril-mayo del año siguiente, es decir, abarca dos años calendarios.
El número o cantidad de días entre una cosecha y otra depende de numerosos factores, como ser: número de días lluviosos, temperatura, insolación, fertilidad del suelo, sanidad del cultivo, ausencia de malezas, entre otras cosas.
Densidades Recomendadas
La plantación se hace colocando los platines entre 15 y 20 centímetros entre plantas, y de 60 a 70 centímetros entre hileras. Los hoyos pueden ser separados con palas o con un surcador.
Con esto se podrá lograr una densidad de 95.000 a 100.000 plantas por hectárea. Los brotes deben salir apenas de la superficie y, a medida que se va plantando, se debe regar abundantemente, mojando bien el suelo. También se puede usar un sistema de doble hilera, que sería 70x30x20.
Fertilización
El ka'a he'ê en su estado silvestre tiene muy pocas necesidades, pero al domesticarse y cultivarse en forma intensiva, puede llegar a cosecharse 3 veces al año, como mínimo durante 5 años.
Si el suelo es pobre en materia orgánica, puede utilizarse estiércol vacuno, gallinaza, en la proporción de 20.000 kilogramos por hectárea. Además, se pueden usar restos de hojas de la industria de petit grain, cachaza de la industria azucarera o abonos verdes, como el lupino, en invierno.
Fertilizantes químicos se pueden usar de 150 a 200 kilogramos por hectárea de la fórmula 12-12-17 ó 15-15-15, aplicando después de cada corte en bandas laterales.
Control de Malezas
El cultivo soporta muy poco la competencia con malezas; hay que hacer limpiezas mensuales, como mínimo cada 3 semanas, dependiendo del enmalezamiento del terreno. Después de la última cosecha, dejar descansar el suelo por lo menos 45 días para empezar a carpir a fines de julio y primeros días de agosto.
El uso de herbicidas gramicidas preemergentes y los posemergentes da buen resultado.
Se recomienda usar cobertura de suelo, como ser el pasto pacholí, cáscara de arroz, virutas u otro material orgánico para reducir el enmalezamiento del cultivo.
Plagas y Enfermedades
Aún no cuenta con insectos que causen daño económico, sin embargo en plantines trasplantados en franca brotación o en socas rebrotadas (rebrotes después del corte), pueden producirse fuertes ataques de langostas, ante lo cual deberá ser empleado un insecticida de contacto e ingestión, a una dosis de 1 kilogramo por hectárea.
Con relación a las enfermedades, la más problemática es la mancha marrón causada por los hongos sectarios o alternaría. Para el control de estas enfermedades los fungicidas a base de oxicloruro de cobre aplicado a los 15 a 20 días después de la brotación, complementado con propiconazole a los 45 días después de la brotación ofrecen muy buen control de la enfermedad, sin que se corra el riesgo de observarse residuos de estos agroquímicos en las hojas.
Cosecha
Se pueden realizar 3 a 4 cosechas dentro del año agrícola, dependiendo de las lluvias, fertilización y ausencia de malezas. Los días largos y con alta radiación solar favorecen a una buena cosecha.
Para esto, debe realizarse la poda de uniformización en la primera quincena de agosto. Dependiendo de las condiciones climáticas, se puede hacer la primera cosecha en la primera quincena de octubre, aproximadamente a 65 días de la poda.
La cosecha debe realizarse con tijeras de podar grandes, porque la cosecha con machete causa un gran impacto en la planta y, muchas veces, esta se seca.
El rendimiento puede variar de 1500 a 3000 kilogramos por hectárea/año, según los factores citados anteriormente. El momento oportuno de la cosecha es cuando las primeras flores del cultivo se están abriendo, y el corte debe realizarse como mínimo a 5 centímetros del suelo.
Secado
La cosecha empieza a la mañana bien temprano, en un día bien soleado, después de una lluvia o cuando el suelo esté bien húmedo; las ramas se van colocando sobre bolsas o algún otro material para que no estén en contacto con el suelo.
Se dejan todo el día al sol y, a las 16 horas, aproximadamente, se meten las hojas cosechadas bajo techo. A la mañana siguiente, se sacan nuevamente al sol y después de 2 a 3 horas se empieza la separación de las hojas y tallos.
La hoja debe estar crujiente y con un contenido de humedad de aproximadamente 10%.
Este secado puede realizarse en forma artificial en secaderos especiales, los que se adaptan perfectamente para esta actividad son las estufas de tabacaleros del Valle de Lerma y Siancas, que adecuadas a la temperatura deseada acelerarían el tiempo de secado y un estandar recomendado.
Embolsado
Las hojas secas son colocadas en bolsas plastilleras, donde caben de 8 a 10 kilogramos, y deben colocarse sobre un pequeño sobrado o sobre pallets, nunca en contacto directo con el suelo, porque absorben la humedad de este.
Fuentes Consultadas:
Ing. Agr. Diego M. González
[email protected]
Ing. Guido González
Ing. Agr. M. Sc. Edgar Alvarez