Por: Armando Cruz Arce
A pesar de las ventajas comparativas, la actividad apícola en Salta
es aún incipiente. Una provincia que tiene gran diversidad de
ecosistemas y microclimas, una floración sumamente intensa, ausencia
de contaminantes y la posibilidad de hacer todo tipo de apicultura,
incluso orgánica. Todo es cuestión de conocer el terreno
y tener las posibilidades de aprovecharlo. La geografía montañosa
hace que no sea tan sencillo como en la llanura; pero los apicultores
han crecido allí y conocen como hacerlo. Además brinda
la posibilidad de acceder a mieles que no se dan en otros lados, con
características diferenciales en color, sabor, aroma, textura,
de excelente calidad con la probabilidad de tener mercado específicos
a nivel internacional.
Son mínimos los antecedentes en esta
materia, salvo la ley apícola y algunas experiencias relacionas
con la floración , productividad, zonas apícolas, que
sería interesante recuperar. Por lo que gran importancia el Plan
Apícola Provincial, lanzado por el gobierno hace dos atrás,
el cual surgió por el interés puesto de manifiesto de
los pocos apicultores pero de firmes convicciones y el apoyo del Ministerio
de la Producción , el INTA y SENASA, destinado a multiplicar
las colmenas en producción, además de desarrollar un plan
sanitario y productos derivados con identificación de origen,
elaborar estrategias de mercado a nivel regional con precios razonables
y proyectar una sala modelo de extracción de miel, la incorporación
de cuatro escuelas a un plan de capacitación integral, la elaboración
de una zonificación agrícola y floral de Salta y un sistema
de control de ingresos de colmenas que organice los movimientos internos
en la provincia.
La actividad demostró que tiene excelentes
posibilidades basadas en la gran cantidad de productos finales que se
pueden lograr, lo que en algún momento se limitaba a la extracción
de miel hoy avanza hacia la jalea real, el propóleos, el polen
y otros.
La actividad apícola acá en
el NOA está siendo fuertemente impulsada por un incentivo económico
por parte del Gobierno de 10.000 pesos por apicultor que tenga más
de cinco colmenas.
También hay que ser concientes de que
no vamos a ser grandes productores como los de la región sur,
pero también sabemos de la importancia y calidad de nuestras
mieles. Hablar de 2000 o 3000 colmenas para la gente del sur es más
o menos como hablar de 10 colmenas para nuestros apicultores pero las
pequeñas cantidades que producimos son reconocida a nivel internacional
fundamentalmente por su pureza, color y demás propiedades.
Se estima que hay 150 apicultores en Salta
y hay más de 3000 colmenas inscriptas en el registro provincial,
con salas de extracción manual, pequeñas donde realizan
extracción artesanal; a los cuales se les está brindando
asesoramiento y posibilidades de crecimiento a través del Plan
Apícola.
fortalecer la actividad apícola en
el NOA implica lograr una concientización de unidad general,
a sabiendas que un apicultor tenga 5 o 10 colmenas pero que en un trabajo
asociativo puede representar 1500 o 2000 colmenas. No olvidar que hoy
se habla de 3000 o 4000 colmenas manejadas por una o dos personas, tanto
en Jujuy como en Salta.
Otro dato importante es que entre los días
2, 3 y 4 de abril se realizó en Salta el Primer Encuentro de
Apicultores del NOA, organizado por la Cooperativa de Productores Apícolas
de Salta (COPROAPIS), con el apoyo del Gobierno de la Provincia, el
INTA Salta y la Escuela Agrícola General Güemes, donde productores
de medio país y de toda Salta analizaron, con técnicos
de reconocida trayectoria internacional, las posibilidades de desarrollar
el sector apícola en el norte de Argentina.
Ver: www.coproapis.org.ar