Fotografías de Sebastián Vazquez
"La Pomeña"
Zamba
Música: Cuchi Leguizamón
Letra: Manuel J. Castilla
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Un edén en los Valles Calchaquíes
Quebradas sinuosas, cumbres aterciopeladas, serranías erizadas de cardones y un cielo cada vez más azul conducen el recorrido de 190 kilómetros hasta la Poma. El Puente del Diablo, dos volcanes y graneros incaicos son algunos de los tesoros naturales del pueblo situado a 3.015 metros.
Imponentes cerros y lejanos picos nevados contienen a La Poma. Los Volcanes Gemelos, son sus guardianes que tienen unos cien mil años y pertenecen al período cuaternario. Se trata de lavas basálticas con escorias que produjeron un taponamiento del río y han formado lagos temporarios.
Aunque existen algunos vestigios precolombinos, el primer dato registrado es el colonizador español Manuel Félix de Soltevila, quien llegó a este lugar dos siglos después del descubrimiento de América.
La Poma fue semidestruida por un terremoto ocurrido el 24 de diciembre de 1930. Un sector del caserío de adobe fue reconstruido y otro fue edificado a una distancia de un kilómetro junto al río Peña, en su desembocadura sobre el Calchaquí.
Un callejón enmarcado por dos pircas de adobe de unos 500 metros de largo resguarda al pueblo viejo y le otorga un encanto particular. En sus costados, los senderos salpicados con rebaños de ovejas y llamas ofrecen otra postal del lugar.
Dos kilómetros más adelante se encuentra el Puente del Diablo, una estructura construida por la naturaleza. Aquí, el agua del río Calchaquí se encajona en las montañas. El rumor del agua deja atrás todos los ruidos de la civilización. Para llegar a este paraje se debe descender por una cuesta que conduce al cruce natural por donde pasa el río Calchaquí.
Otra perla de las cercanías de La Poma, son Los Graneros. Dentro de una enorme cueva hay silos circulares y rectangulares. Servían, fundamentalmente, para almacenar maíz. En el lugar se encontraron marlos, y por el tipo de arquitectura se los considera incaicos.
La instalación en barro es compleja. Contiene los principios modernos de ventilación y protección de roedores que hasta hoy están vigentes.
Cómo llegar
Para llegar a la Poma se parte desde Salta capital por la ruta provincial 68. Se pasa por Cerrillos, La Merced, El Carril, hasta Chicoana. Luego se accede a la Quebrada de Escoipe hasta Payogasta, por la ruta provincial 33.
Entre Escoipe y Payogasta se encuentra la sinuosa Cuesta del Obispo, después el camino comienza a erizarse de cactus cuando se cruza el parque nacional Los Cardones. En Payogasta el camino se abre en dos, se debe tomar el de la mano derecha y transitar unos 43 kilómetros por la ruta nacional 40 ante de llegar a La Poma. Desde la ciudad de Salta se recorre 190 kilómetros. En una camioneta el viaje dura alrededor de cinco horas. Podría ser menos, pero el paisaje impone detenerse algunos minutos.
La ruta nacional 51 es otro camino que también conduce a La Poma. Pasa por Campo Quijano, Santa Rosa de Tastil y antes de llegar a San Antonio de los Cobres se desvía hacia el Sur por la ruta 40, y se atraviesa el Abra del Acay antes de llegar al poblado. Pero, hay que tener cuidado porque durante el invierno las vías de comunicación quedan interrumpidas por la nieve o el hielo.
Localidades: La Poma, El Rodeo, El Potrero, Campo Negro, El Bordo, Las Pircas, El Saladillo y Las Juntas.
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