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Jorge Martín Furt

Fue uno de los últimos grandes humanistas latinoamericanos, miembro de una serie a la que pertenecieron figuras disímiles pero vinculadas por la misma voracidad de saber y la pasión por atesorarlo y comunicarlo.

Ha sido uno de los más importantes precursores del estudio científico del folklore en nuestro país, pero a la par que realizaba tareas de relevamiento y análisis de testimonios culturales de transmisión oral, profundizaba estudios de lenguas clásicas, recorría bibliotecas conventuales -donde se familiarizaba con infolios antiguos-, dirigía las publicaciones del Instituto de Investigaciones Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, viajaba a Italia y alternaba con literatos, polígrafos, historiadores, filósofos. Simultáneamente, la biblioteca de libros franceses heredada de su familia materna se acrecentaba tomando orientaciones plurales, y modestos folletos con poemas gauchescos, ediciones princeps de obras literarias coloniales y postindependentistas, y colecciones completas de periódicos hispanoamericanos, convivían con joyas bibliográficas europeas (antiguas ediciones de obras de Aristóteles, Euclides, Santo Tomás de Aquino, Galileo, Bacon, Newton, Erasmo, Castiglione, etc.).

Pero, muy particularmente, Furt fue filólogo, entendiendo la Filología como " reconstrucción de la materialidad del texto, de todos sus niveles de significación y del contexto con el que interactúa" (es decir, en el sentido que le asignan -"recuperándola"- los semiólogos, los filósofos del lenguaje y los sociolingüistas que hoy examinan críticamente las limitaciones de la semiótica). Investigador del Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires en la época en que lo dirigía Amado Alonso, su vasta cultura y su formación lingüística lo impulsaron a preparar cuidadas ediciones críticas y, desde esa orientación, incursionó en la historia de la literatura y la historia cultural, el género biográfico y la crítica literaria. Sus objetos de estudio se desplegaron en un abanico de tiempos, espacios y culturas: Luis de Tejeda, Esteban Echeverría y Ángel de Estrada, junto a los miniaturistas dominicos de Italia, Gracián, D'Annunzio, Leopardi.

Discípulo de Eleuterio Tiscornia, autor de una magnífica edición crítica del Martín Fierro , recibió de los herederos la donación del archivo de su maestro (archivo que había seguido creciendo después de la última reedición de esa obra). Son campo para investigaciones futuras tanto las papeletas de Tiscornia como las anotaciones de Furt, y también la correspondencia entre ambos y el material que Furt había empezado a organizar para una publicación que pensaba titular Primitivos Gauchescos , para la que había reunido curiosas ediciones de poesía impresa.

Pero, entre las muchas joyas bibliográficas y documentales que custodia la Fundación Archivo y Biblioteca "Jorge M. Furt" de la estancia Los Talas (Luján, Provincia de Buenos Aires), se destaca el Archivo de Juan Bautista Alberdi, que Furt adquirió en 1946.

Fuente: http://www.unsam.edu.ar/escuelas/humanidades/centros/c_furt/_presentacion.asp

 

Biografía de Jorge Martín Furt por Etelvina Furt

Ventura Lynch fue el primero que recolectó cantares populares argentinos, incluidos en su obrita de 1883 el doctor Estalisnao S. Zeballos comienza a publicar luego, en la Revista de Derecho, Historia y Letras, 1898  una colección que tituló Cancionero Popular. A este cancionero le siguió el Romancerillo del Plata del autor español Ciro Bayo (Madrid, 1913); a diez años de este trabajo da a la imprenta Jorge M. Furt su Cancionero Popular Rioplatense, Tomo I.

Tenía el autor al publicarse solamente veintiún años.

Así dio comienzo a su labor científica de estudio sistemático de nuestro folklore, labor que se extendió durante una década y sería completada con otros trabajos de la especialidad. Su esforzada tarea continuada por Juan Alfonso Carrizo, Orestes Di Lullio, Juan Draghi Lucero, Ismael Moya, Guillermo Alfredo Terrera, Julio Viggiano Essain y otros investigadores, contribuyó a salvar el tesoro poético del pueblo en diversas regiones del país. Minucioso trabajo el suyo, recogiendo las expresiones del saber anónimo popular en los lugares que visitó personalmente en las provincias del Norte y la de Buenos Aires.

Alumno del Colegio Lacordaire de los Padres Dominicos, pasaba sus vacaciones en "La Estancita", el hermoso paraje de las Sierras Chicas de Córdoba donde estos frailes tenían su lugar de descanso, parte de la merced que en tiempos de los gobiernos españoles le fue otorgada a esta Orden y que se denominaba con el nombre indígena de Ministahalo. Desde allí, en esos veranos, realizó frecuentes viajes a las provincias de más al norte, recorriendo pueblos y campos y conociendo sus costumbres y tradiciones.

En 1925 completó este trabajo publicando un segundo tomo. Las 2.400 coplas incluidas, recogidas en su mayoría de boca del pueblo e ilustradas con una cantidad de antecedentes literarios y musicales españoles y americanos, fueron separadas en: Desdenes, Tristezas, Ausencias, Requiebros, Amorosas, Satíricas, Festivas y Locales, admirable conjunto en variedad y contenido; en ellas se refleja una sabiduría aprendida por el hombre de la tierra a través de los días vividos. Andan mezclados, entre risas, gracia y espíritu picaresco, los hombres, las mujeres, los pájaros, el zorro, las comadres, la guitarra y hasta Dios y los Santos. El Dr. Augusto Raúl Cortazar, uno de los más importantes investigadores de la ciencia del folklore en nuestro país, dijo de este libro:

El cultísimo folklorista Jorge M. Furt compiló el Cancionero Popular Rioplatense  en dos volúmenes (1923 y 1925). Lo valoran un bien escrito estudio preliminar; notas que llaman la atención tanto por su agudeza como por la habitual severidad del juicio; bibliografía crítica no superada en ningún cancionero hasta hoy, con lo que el autor se revela investigador extraordinario, pues une a su información copiosa y profunda, destacada probidad científica y técnica de bibliógrafo.

Jorge Luis Borges mencionó elogiosamente esta obra en unos de sus libros: "... y por las mil copias gauchas que ha enfilado, tras de un noble prefacio, Jorge M. Furt".

Entre los dos tomos del Cancionero,fue publicado en 1924, Arte Gauchesco.

El autor mismo nos explica su intención al publicar este libro, leamos lo que dice en el Prólogo, página 9: 

Entrañan estas evocaciones, recogidas a lo largo de una senda de estudio sobre el tema, un esbozo del arte gauchesco reflejado en su poesía. Con la pauta más amplia que pudiera concebirse -abstracción de localismos y ausencia de determinados personajes- se reunieron estas notas, en las cuales sólo por la teoría espiritual de los cantares fue tentada nuestra pluma.


En esta obra está analizada el alma gaucha con todo su atavismo indiano. Estos trabajos sobre la ciencia del arte popular merecieron a su hora importantes reseñas en publicaciones de países iberoamericanos yde los Estados Unidos y han seguido siendo citados en trabajos sobre literatura gauchesca o poesía popular rioplatense. Citamos del Dr. Rodolfo Grossmann, en su trabajoAspectos de la literatura popular rioplatense: 

Respecto a las formas superiores de la lírica amorosa, el investigador argentino Jorge M. Furt ha comprobado en un estudio detenido sobre el Arte Gauchesco, una serie de motivos que siempre se repiten, a saber: el requiebro, es decir la solicitud del amor; luego: la firmeza del amor, el desafío, la ausencia del querido, el olvido, la tristeza y el desdén. Sencillo y delicado, tanto cormo sea posible a un individuo primitivo, es, en general, el cuadro que el payador traza de su amada.


En 1926 emprende su primer viaje italiano, becado por el gobierno argentino; al fin de la beca logra quedarse un año más en aquel país trabajando en el fichado de los libros de la Biblioteca Vaticana que dirigía el sabio Cardenal Albareda y en la clasificación de los materiales encontrados en las excavaciones de Pompeya y Herculanum. Por esos años asistió a las clases que en la Universidad de Nápoles daba, el después considerado como uno de los maestros de la ciencia folklórica en Italia, el Profesor Raffaele Corso; también se dio tiempo para estudiar en la Universidad de Turín literaturas comparadas con Don Arturo Farinelli. El 18 de mayo de ese año de 1926 fue presentado en la Real Universidad de Roma donde dio una conferencia sobre Angel de Estrada. Tenía sólo 23 años. Por la importancia y el conocimiento que habían tomado sus trabajos sobre el folklore, en Europa fue incorporado a importantísimas instituciones dedicadas a los estudios americanistas: el 30 de mayo de 1927 a la Hermann Barth Gesellschaft de Berlín y Viena, por deseo del Profesor Friedrich Krauss, y el 20 de junio del mismo año a la Société des Américanistes de París por iniciativa del Profesor Paul Rivet. De regreso de ese viaje europeo, que lo llevó también a Suiza, Austria y Francia, publicó su Coreografía Gauchesca. Apuntes para su estudio, libro que estudia los bailes populares argentinos, los describe y clasifica, investiga su origen, transcribe melodías y letras. Como su subtítulo lo indica, este trabajo no es un estudio definitivo sino un programa de orientación para futuros estudios de bailes antiguos del país. El Profesor Federico de Onís hizo una elogiosa reseña en una revista de la Universidad de Columbia (EE. UU.) de la que extractamos estos párrafos:

Como tal es excelente: claro, conciso, objetivo e inspirado, todo en un riguroso espíritu científico. Es consolador ver que antes que desaparezcan totalmente los restos vivos del gauchismo rioplatense, han surgido en la Argentina hombres como el autor de esta monografía, capaces de recogerlos y estudiarlos en forma que sa­tisfará la necesidad de los estudiosos -cuyo número aumenta cada día en todas partes -interesados en la literatura y la historia rioplatense del siglo pasado.

En 1929 hizo imprimir su obra crítica titulada: Lo gauchesco en “La Literatura Argentina" de Ricardo Rojas ,que es una seria labor de análisis de las ideas de Rojas y de su contribución al folklore literario. Era, en aquellos años, Rojas un maestro casi indiscutido en las aulas universitarias y en el ambiente literario argentino, lo que le ocasionó al autor una serie de inconvenientes. Muchos quisieron ver en esta crítica un ataque personal al creador deEurindia. En pocas palabras Furt dijo lo que quiso ser: "Claro y objetivo esfuerzo de crítica fontanal"

Para destruir la creencia de algunos en el ataque perso­nal, referiré que siendo Furt presidente y director de publi­caciones de la Asociación Cultural Ameghino de Luján no tuvo ningún inconveniente en publicar en el Boletín, a pedido del escultor Perlotti, un trabajo de R. Rojas titulado: Luis Perlotti escultor de Eurindia. En Libro de Prosa, di­rigiéndose a un interlocutor que llama: "Caro Amigo", dice: 

En esta libertad me viste desde ordenar y anotar años seguidos las coplas gauchescas de mi Cancionero hasta componer este libro sobre Rojas que no te parecía violento como a muchos, al saberlo tan cierto... Pero tenías razón al decirme que no sería mi último estudio severo, conociéndome esa reacción que ante trabajos deshonestos me hace figurar a los libros clamando, desde las cuatro paredes de mi librería por su ciencia despreciada. Plegaria ante la verdad definieron al estudio, y eso era en fin, mi labor y aun la tuya.

Ya en intento de fijar una parte del inmenso material recogido con sentido estético, publicó en 1930 su Antología Gauchesca, donde reúne quince vidalas y otras tantas coplas gauchescas. Edición de solamente 170 ejemplares, hecha en finísimo papel y diseñada por el autor con sus grandes conocimientos del arte de imprimir, lo que hizo escribir a un poeta admirador suyo, y que también sabía mucho de esto, en la dedicatoria de uno de sus libros: "A Jorge M. Furt, admirable maestro "es" arte gráfica. Con la profunda admiración de Marcos Fingerit 

Este libro es muy difícil de encontrar actualmente en librerías. Tiene como Carta Prólogo una de las después denominadas Cartas de Los Talas, cuatro, que fueron recogidos en Libro de Prosapublicado en 1932.

Este libro contiene: La Leyenda de Fray Luis Bolaños, con un epílogo y Los Talas. Carta en cuatro jornadas, en cuyo prólogo nos anuncia:

A los diez años de vida mental integro aquí por primera vez un libro de exclusiva creación estética. Después de severas publicaciones estudiosas -apenas interrumpido su dinamismo por alguna breve página contemplativa- y después de la espera paciente de años aleccionadores como el mejor maestro.

Las Cartas contienen vivísimas descripciones de figuras de nuestra historia como el Coronel Vicente González, el Carancho del Monte. Las descripciones de lugares históricos como la estancia del Pino, propiedad que fue de Rosas en el partido de La Matanza, está llena de bellísimas sugestiones: su dueño sentado debajo del ombú "en sus raros descansos", la Niña en la terraza, "sola con la ausencia de su Máximo". El recuerdo de Jorge Bermúdez y su pintura nacionalista. Su hermoso cuadro "El muchacho de Belén" cuya copia guardaba Victoria Aguirre. Los detalles de los trabajos de campo son de una claridad perfecta en la descripción, como las mejores páginas que se han escrito sobre estas faenas en nuestro país. En una de estas cartas está incluido el cuento: "El espinillo" que fue publicado anteriormente en La Nación de Buenos Aires

En otras páginas se establecen diferencias entre libros sobre temas gauchescos y hay una valiosa comparación entre el Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes y El Romance de un gaucho de Benito Lynch. No falta una evocación de Esteban Echeverría, habitante algunas veces de esta estancia "Los Talas", por invitación de su amigo don Mariano Biaus, bisabuelo de Jorge M. Furt. Echeverría y su hermano tenían estancia a unas leguas de San Andrés de Giles, cerca de Carmen de Areco, pero don Esteban prefería aceptar la invitación de su amigo para pasar más inadvertido. Es tradición que aquí escribió: La insurrección del Sur, como él mismo lo data, y algunos poemas menores.

Furt interrumpió su tarea de recolector de expresiones populares por estos años por haberse dedicado a su obra lírica, histórica y de investigación literaria, pero siempre mantuvo su cariño por las cosas gauchescas. Después de la muerte de Don Eleuterio Tiscornia en 1945, publicó su Archivo de guitarra., gracias a la gestión del hijo de su amigo, Ricardo, quien puso en sus manos todos los papeles "sin limitación de confianza". Este trabajo, hecho, como todas las cosas de Furt con gran dignidad tipográfica, contiene obras importantes para estudiar la historia de la guitarra en la Argentina; es una colección formada a través de cincuenta años de paciente búsqueda. En la advertencia Tiscornia señala que empezó a formarla cuando era estudiante en Paraná en 1893, "con las primeras cosas de Sor que me dio Martín Ruiz Moreno y lo que hallaba en almacenes de música provinciana". El interés permanente por acrecentar este archivo hizo que Tiscornia reuniera una interesante correspondencia con altos investigadores europeos americanos e interesantísimas notas sobre personalidades de cada país que visitó.

Su afición a los estudios lingüísticos llevó a Tiscornia al estudio delMartín Fierro de José Hernández; fruto de su importante trabajo fueron los dos tomos que publicó: el primero en 1925 tituladoMartín Fierro comentado y anotado, tomo I. (Texto, notas y vocabulario), impreso en la Imprenta "Coni". Y el segundo en 1930: La Lengua de Martín Fierro, tomo II de Martín Fierro comentado y anotado. Este tomo fue impreso en la Imprenta de la Universidad de Buenos Aires para el Instituto de Dialectología Hispanoamericana que dirigía el Profesor Amado Alonso en el Instituto de Filología de dicha Universidad. En 1952 los dos tomos fueron publicados en uno por Furt, en una hermosa edición impresa en "Coni" con una Advertencia de su editor de la que transcribimos:

Haber tenido conmigo para aportarle nuevas referencias los copiosos ficheros, inédito material casi todo; las papeletas para Hidalgo, Ascasubi, Mansilla (el vocabulario gauchesco de autoridades de que aún carecemos), sus proyectos sobre un libro de prositas argentinos y uno del gauchesco culto; sus investigaciones demográficas y lingüísticas.

Esta edición del trabajo de Tiscornia tiene numerosos agregados del saber de Furt, que él por una humildad que lo caracterizó y por su desprecio a la publicidad de su obra, no comentó. El volumen está realizado con una impresión, que creo hace honor a la industria editorial argentina; en su tapa se reproduce una rastra de plata que fue del bisabuelo de Furt, don Mariano Biaus (1787-1869) que representa un gaucho montado en su caballo de cola larga, como era la usanza de aquellos años. Este texto con notas tan eruditadamente comentadas, es sin duda una obra básica para estudios lingüísticos argentinos; a los dos tomos anteriores se le han agregado una vida de Hernández y un discurso sobre su personalidad y su poesía. En el año 1971 los herederos de D. Eleuterio Tiscornia autorizaron a la editorial Aguilar para imprimir otra edición del tomo de 1952; fue publicada para celebrar el vigésimo quinto aniversario de la incorporación de esta casa española a las actividades editoriales en la Argentina.. En la Nota Editorial se apunta:

Agotada la edición príncipe que hizo Coni en 1925, y también la que con el mismo sello se publicó en 1952, ésta que hoy presentamos sale enriquecida con otras notas y adiciones que dejó inéditas Tiscornia y que debemos a la generosa amistad de Jorge M. Furt.


La correspondencia Tiscornia-Furt es importantísima por los temas que se tratan referidos no sólo a estudios del idioma sino también al folklore a los primitivos gauchescos. En esta carta del 6 de julio de 1930, fechada en Buenos Aires,Tiscornia se refiere a los proyectos que tienen con Amado Alonso en el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires y al deseo de que Furt se incorpore a él como Adscrito Honorario, lo que sucedió a los pocos meses. Estos son los párrafos:

A menudo por la mañana trabajamos juntos con Alonso. De esa convivencia filológica surgen planes de elaboración científica con nuestra materia literaria gauchesca. Ud. sabe que todo, o casi todo, está por hacer en ese terreno. Como Alonso, al par mío, tiene el patriótico interés de asociar a Ud. a nuestros trabajos... Literatura argentina de verdad es lo que queremos hacer en el de Filología, sin estorbar a nadie, sin agraviar a los que saben o no, sin competir con nadie, sólo para interesar en las cosas de nuestra cultura a los que entiendan en Europa de trabajos culturales.


En el año 1958 León Benarós, su amigo, le pidió a Furt un prólogo para una de sus obras.  En esa "Carta al autor" impresa en la hermosa edición para bibliógrafos que hizo Benarós, hay una clara relación de sus estudios nativistas y de sus innumerables viajes por el norte argentino, con una referencia especial a sus andanzas por la querida sierra de Córdoba. Benarós fue un afectuoso amigo de mi padre que siempre lo recordó con emocionada admiración después de su muerte. Don Francisco Gil, que pasó tantos años desparramando su saber en la Librería El Ateneo, cuando nos encontrábamos en las visitas que hacíamos al entrañable Ricardo Molinari en su internación, nos contaba de las veces que lo escuchó hablar de la obra y de la persona de Furt en rueda de amigos siempre con un hondo fervor.

Desde varios años antes de su muerte, en 1971, Furt se dedicó a reunir material para una publicación que pensaba titularPrimitivos Gauchescos y que incluiría como tomo III en su Colección de Textos y Estudios Literarios iniciada en 1947 con la publicación del libro de Luis de Tejeda que es el más antiguo cuerpo de poesía colonial en la Argentina. Este trabajo reproduce fotográficamente el manuscrito original y paleográficamente su texto íntegro. El tomo II es el Martín Fierro de Tiscornia más arriba señalado. Estos Primitivos contenían curiosas ediciones de poesía impresa, comentarios breves sobre las obras más importantes y finalmente un Diccionario definitivo basado en todas las fuentes conocidas. Gran cantidad de fichas y anotaciones han quedado guardadas en esta biblioteca, lástima que el tiempo no le permitió el desarrollo del texto, lo que hoy posibilitaría su publicación. 

En el archivo Alberdi que se. conserva en esta casa de la Estancia Los Talas adquirido por Furt en 1946, hay referencias a costumbres, cantos y bailes de la primera mitad del siglo pasado, sobre todo en el epistolario.

Para conocer cómo llegó ese archivo a poder de Furt, transcribo por su claridad lo que dijo nuestro amigo don Carlos Luque Colombres en el trabajo que nos envió con toda generosidad y que honró a nuestra Ediciones Biblioteca Estancia Los Talas donde fue publicado con la estimable colaboración de Carlos Antonio Moncaut. 

Lo había adquirido en 1946, a la viuda de don Francisco Cruz, quien a su vez lo obtuvo de la Señora Josefa Escobar Sársfield de Pérez, a cuyo cuidado viviera sus últimos años Manuel Alberdi, muerto en 1900 sin sucesión, poseedor de los papeles de su ilustre padre en virtud de un arreglo celebrado con los únicos herederos legítimos de don Juan Bautista, hijos de su hermana doña Tránsito Alberdi de García. 


Quiero transcribir como broche las páginas que escribió mi padre en su Libro de Compañía (Buenos Aires, Colombo, 1947. p. 318), sobre su proyecto de reunir en un solo Instituto todo lo popular argentino:

Qué lástima no haber conseguido en aquellos años la ayuda del gobierno para haber creado, estructurado y publicado mi sueño: un cuerpo orgánico de todo lo popular argentino. Un archivo de nuestro pueblo que hoy ya estaría no sólo integrado sino en plena función como base creadora, como elemento artístico; las maña y mañanas que Antonio Sagarna, en su optimista despacho soleado del Ministerio frente a la Plaza de Mayo, me oyó pedirle su ayuda para esta gran empresa, que privadamente no era posible hacer... Su gran afecto por mí, desgraciadamente no fue bastante para que él pudiera remover tanto obstáculo de inercia por incomprensión y desinterés... Cuando una vez en Venecia, Friedrich Krauss me contaba la organización de su Instituto en Viena, me veía morderme por no haber podido realizar eso mismo en mi país.

Etelvina Furt, Los Talas, febrero 24 de 1994

 

Publicaciones

1923: Cancionero Popular Rioplatense (primer tomo)

1924: Arte Gauchesco. Motivos de Poesía

1925: Cancionero Popular Rioplatense (segundo tomo)

1927: Coreografía Gauchesca. Apuntes para su estudio

1929: Lo Gauchesco en la Literatura Argentina

1930: Antología Gauchesca

1935: Miniaturistas Dominicos en Italia?

1940: Gabriele d'Annunzio. La Estrofa Grande

1952: Echeverría (reimpresión). Se edita en París

1955: La Vida de Luis de Tejeda

1959: El discreto de Baltasar Gracián (publicado por la Academia Argentina de Letras)

1974: Concernencias a Fray Guillermo Butler

La serie de publicaciones de obras líricas está compuesta por ocho títulos
1938: Flor de Milagros

1934: Níobe y Tema con Cuatro Variaciones

1947: Las Elegías y De Arte Histórico

1952: Coral. Ese Museo Lejano. Ilustra este libro maderas de Alberto Nicasio

1963: Cantata Tiburtina

Furt no se limitó a editar sus trabajos. él soñaba con difundir la cultura. Por ello hizo reimprimir ediciones agotadas y editó de su peculio obras que juzgó valiosas y merecedoras de ser conocidas. Esta serie de Ediciones está integrada por nueve títulos.
1926: Solané. Drama de Francisco Fernández. Y Lucía de Miranda, drama de Miguel de Ortega.

1927: Fray Domingo de Neyra. Jorge M. Furt

1933: Constante Orlado Paladino. Veinte estampas de Luján sobre un relato de Jorge M Furt

1934 - 1939: Boletín de la Asociación Cultural Ameghino?

1939: Los Talas, 12 Aguafuertes de Eduardo Tartaglione. Contiene una Carta de Furt a Arturo Marasso

1947: Catálogo de su Archivo de Guitarra. Eleuterio P. Tiscornia

1958: El Oráculo Manual de Baltasar Gracián

Numerosos trabajos integran la serie de Textos y Estudios Literarios, siendo algunos de éstos:
Luis de Tejeda. Libro de Varios Tratados y Noticias

José Hernández. Martín Fierro. Anotado y comentado por Eleuterio Tiscornia

Jorge M. Furt . Primitivos Gauchescos (inédito). Toda la Obra

 

 

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