Bajo
los brazos del gran Redentor
Es
uno de los pueblos salteños que mejor conserva su arquitectura
de la primera mitad del sigo XIX, con sus casas de amplias galerías
y barandas al frente, con prolijos jardines que se cobijan bajo
la sombra de frondosos y añosos árboles nativos.
Nació
de mercedes de tierras otorgadas un año después
de la fundación de la ciudad de Salta, cuando el predio
fue cedido en nombre de la corona a don Fernando de Toledo y
Pimentel, en 1583, quien nueve años después, en
1592 fue teniente de Gobernador de Salta.
En
1591, el 30 de setiembre, la "Hacienda de La Caldera"
pasa al Superior de la Compañía de Jesús,
P. Juan Forte. Luego la orden jesuítica crea allí
la Misión dedicada a "Nuestra Señora de Copacabana",
construyendo templo, escuela y talleres. Con posterioridad,
luego de la expulsión de América de los Jesuitas,
en 1780 se conoció el inventario que estos misioneros
hicieron del lugar antes de abandonarlo. En el documento, cuando
hacen referencia a la Estancia de La Caldera, detallan entre
otras cosas, a la "Capilla de tres tirantes", y varios
bienes de la misma. Producida la expulsión de los jesuitas,
la Estancia de La Caldera, menos la Capilla, es adquirida por
un señor de apellido De los Santos, comenzándose
a construir las primeras viviendas en los alrededores del oratorio.
En
1830 el pueblo continúa creciendo a punto
tal que en ese año se resuelve crear la primera escuela.
En 1864, La Caldera cobra importancia política ya que
el gobierno de la provincia se asienta en esta localidad como
consecuencia de luchas intestinas entre José de Uriburu
que derroca a su tío Juan Nepumuceno de Uriburu de la
gobernación de Salta, el 13 de mayo. En 1935 la Capilla
es refaccionada y ampliada como consecuencia de las gestiones
del presbítero Demetrio Cairo, lográndose el dictado
de una ley para tal fin.
Pero
La Caldera, más allá de sus orígenes jesuíticos,
guarda el encanto y el atractivo de aquellos pueblos que pareciera
que viven al margen del tiempo y la distancia, y donde lo cotidiano
tiene un valor inapreciable. Dotado de un clima privilegiado,
al igual que otros lugares del Valle de Lerma, tiene la suerte
de estar enclavado en las orillas mismas de la hermosa selva
tucumano-oranense, donde la frondosidad de la vegetación
asombra por la espesura del monte y el verdor de los árboles.
De
Salta se sale por ruta 9 (calle 25 de Mayo) rumbo norte hasta
empalmar con Avda. Bolivia, que sigue a Jujuy. Se encuentra
a 24 kilómetros.
Localidades: La Caldera, La Calderilla y El Emplame.
Imperdibles:
Campo
Alegre: Embalse ubicado a 4 km de La Caldera, sobre ruta 9,
camino a Jujuy. Está en un hermoso lugar de la serranía
Norte del valle de Lerma. Ver más Información...
Haga clic en la imagen para ver o descargar el plano del pueblo de La Caldera
Cristo
Redentor: Cristo ubicado en las cercanía del pueblo,
de 26 metros de altura, realizado por el escultor tucumano Iramain.Se
encuentra en la meseta de la serranía Oeste del pueblo,
que es un magnífico lugar para observar el Valle de Lerma
desde su límite Norte.
La
Iglesia: Sus orígenes se remontan a las Misiones Jesuíticas
del lugar en honor a Nuestra Señora de Copacabana, del
siglo XVII.