EDI - Salta 2016 
                Portal Informativo de Salta Rep.Argentina  
                  
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               Reflexiones  en torno al Bicentenario de la Declaración de la Independencia Argentina 
                                  El gobierno nacional de entonces puso énfasis en el 25 de Mayo de 2010  como fecha central de la celebración del Bicentenario patrio, en consonancia  con la tónica seguida en 1910- Centenario-  cuando con mucha pompa y presencia de la  realeza española, los festejos se concentraron en la capital del país, tal como  ocurrió seis años atrás.  En realidad, el  Bicentenario abarca un período mucho mayor: toda una década independentista que  si bien comienza en 1810, es el  9 de  Julio de 1816 cuando se proclama la constitución de una Nación libre y  soberana. Y lo hace no en Buenos Aires sino en el interior, en Tucumán. Esta  realidad pone nuevamente en debate un viejo tema doscientos años después de  ocurridos los hechos: la eterna dicotomía Bs. As – resto del país y con ello,  la preponderancia de una sobre la mayoría. El centralismo es parte de nuestra  historia. 
                 Esto nos lleva a varias  reflexiones:  
                
                  
                    - La  Declaración de la Independencia se realizó en Tucumán, provincia muy cercana al  escenario de la guerra en que devino la Revolución, ante el continuo avance de  los ejércitos realistas que ingresando por el Alto Perú buscaban  llegar a la capital del Ex Virreinato,  ejércitos que no avanzaron  gracias al  esfuerzo realizado por salteños, jujeños, oranenses y tarijeños. Si bien en  Buenos Aires se  inició el proceso de  independencia, la guerra “nacionalizó” el proceso. Tucumán estaba protegida por  el Ejército del Norte y lejos de la influencia de Artigas, que tanto temor  traía al gobierno porteño. 
 
                    - La  celebración del Primer Centenario de la Independencia, en 1916,  coincidió con la emergencia de las tensiones  creadas por  nuevos actores sociales que  habían comenzado a socavar el orden conservador imperante desde 1880  provenientes del aluvión inmigratorio. Se vislumbraba una creciente  amenaza  al ser nacional por parte de una  sociedad que  en esos años  era ya heterogénea y multicultural. Los  tucumanos hicieron enormes esfuerzos  para dar brillo a su merecida conmemoración  argumentando la importancia de la región en la épica libertadora. Hubo una  Generación del Centenario que diseñó un proyecto de revalorización del norte argentino  tomado como región geográfica y cultural. Esa Generación estuvo integrada por  Ernesto Padilla, Alberto Rougés, Ricardo Jaimes Freyre, Miguel Lillo, Juan  Bautista Terán, Manuel Lizondo Borda. Reivindicaron la existencia de una  tradición histórica común, erigiendo archivos y colecciones. Pero aún hoy se  recuerda que el presidente de la Nación no llegó a Tucumán. Este Primer  Centenario de la Independencia se festejó como una cuestión local.  
 
                    - La  conmemoración del Bicentenario de 1816 está en marcha. Sería fructífero volver  a las fuentes poniendo en valor los conceptos que utilizaron quienes tuvieron  la gran responsabilidad de decidir la declaración de la independencia en ese  aciago año: lo que estuvo en juego, en los discursos políticos de los contemporáneos,  fue la posibilidad de erigir nuevas unidades políticas en el territorio del ex  virreinato. Si, como lo expresan Nora Souto y Fabio Wasserman, los sucesos de 1808 dieron pie a la asunción  de la soberanía por los pueblos, en virtud de la teoría de la retroversión, la  nación a formarse no aparecía como el único sujeto de imputación soberana:  también los pueblos y provincias eran concebidos como sujetos de derechos con  capacidad para actuar legítimamente (Souto, Nora y Wasserman, Fabio:  “Nación”. En Goldman, Noemí: Lenguaje y  revolución.  Conceptos políticos clave en el Río de la Plata. 1780-1850.  Prometeo. 2008. Pág. 85).
 
                   
                 
                Releer esas fuentes permitirá que nuestra  nación sea concebida y realmente reconocida como una entidad producto de  agregados de pueblos y ciudades legítimamente soberanos. Sólo así lograremos la  tan ansiada equidad en el poder de decisión y en el uso de nuestros recursos. 
                Prof. Inés Zadro Wierna 
                  Directora Biblioteca Dr. Atilio Cornejo 
                Salta, 4 de Abril de 2016 
                  
                 
              
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