GÜEMES: la certeza de la creencia

¿Qué decir?  …. Aunque todos los días se aleje un poco más de la mano del tiempo, la gesta emancipadora que terminó con la presencia española, está allí, en el recuerdo perenne de los salteños.

Y la salmodia está en mí, aunque no sale ningún sonido. Pero dentro de mi mente digo: gracias…gracias…gracias…

Te pregunto general: ¿por qué  nos diste este presente, sino es para bien? Así lo veo cuando miro tu gesto certero, gesto significativo que me dice que los argentinos lo vamos a lograr, porque tu lucha tenía un objetivo: ser libres y forjar una nación generosa con los suyos y los que vinieran desde lejanas tierras.

Podríamos vislumbrarla hoy, pero tenemos la visión repentinamente - ¿o desde hace varias décadas?- nublada. Ahora está más nublada que nunca.
Es como si las estaciones pasaran sin sentirlas, estamos a la espera del cambio que tú comenzaste. Esos cambios transformadores que tanto necesitamos. Estoy segura que llegarán, no deben estar lejos. Algún día seremos una gran Nación.

En esta cálida acogida a tu recuerdo, escribir una semblanza se me hizo difícil.

A diferencia de la historia de los hombrecitos, tu figura es emblemática para todos los que somos espectadores de tu obra.

Sabemos que nos queda aún, mucho por decir del gaucho Martín, pero eso lo hará la historia. A nosotros nos toca reconstruir el presente y pensar un futuro sólido y confiable como el que fuiste capaz de imaginar y comenzar a forjar.

Hoy ya no estás en tierras de combate, salvo para cruzar más allá de los límites de la eternidad, alzándote como estandarte de nuestras conciencias. Por eso todos los salteños nos sentimos tus fieles guerreros y por eso también, permanecerás en nuestros corazones, aquí , aquí cerca, para siempre.