un mes de que se inicie la histórica “Semana de  Mayo”, siento una profunda necesidad de reflexionar como ciudadana argentina,  respecto a qué es lo que iremos a conmemorar de la Patria, en el Bicentenario  de tan cruciales días.
                                  Al hacerlo me doy cuenta de que no encuentro  respuesta pero sí infinidad de preguntas:
                                  1 ¿Por qué llamamos “Revolución de Mayo” con fecha 25, a un momento que sólo fue  una asonada del Cabildo de la ciudad de la Santísima Trinidad  y Puerto de los Buenos Ayres, por entonces capital del Virreynato del Río de la Plata?
                                  Debemos asumir la responsabilidad de utilizar  adecuadamente los términos del lenguaje que heredamos de nuestra Madre Patria,  como así también los numerosos valores – fundamentalmente el cristiano – y no  emplear el vocablo REVOLUCION cuando las mismas páginas de la historia nos  relatan que esa lluviosa y destemplada mañana, el pueblo demandaba frente al  Cabildo reunido “Saber de qué se trata”.
                                  Entendiendo que Revolución significa un cambio  estructural promovido desde el pueblo ascendiendo hacia los dirigentes;  evidentemente, el 25 de mayo de 1810 no  cumplió esa premisa.
                                  2 ¿Por qué llamamos “Primer Gobierno Patrio” a la  junta constituida ese día, si la misma asumió en nombre del rey S. M. Fernando  VII, prisionero entonces del emperador Napoleón I, para defender y conservar  sus principios?
                                  En realidad, fue una Junta Provisional en lo  específico del derecho (RECTUS), por lo que, al tomar prerrogativas  incompetentes a sus funciones y sólo inherentes al rey, se transformó en una  Junta de FACTUM ( o de hecho).
                                  3 ¿Por qué se oculta que el levantamiento de Buenos  Ayres no obtuvo respaldo unánime del Virreynato, al ver que las resoluciones  tomadas por los hombres del Cabildo Abierto eran – en gran medida - apenas  determinaciones para los problemas limitados al enfrentamiento económico que  sostenían españoles y criollos, y que frente al puerto se encontraban las naves  inglesas esperando la respuesta de la   Junta, para comenzar el desembarco interminable del “invasionismo” al que fuimos y somos sometidos?
                … Innúmeras son las preguntas, pero entendiendo que  de igual manera no tienen aún respuesta y no han de tenerla en tanto nosotros,  los hombres y mujeres que amamos nuestro País, nuestra Nación y nuestro Estado,  debamos sostener el grito frente a la   Plaza de la   Victoria (hoy Plaza de Mayo): ¿DE QUE SE TRATA?
                                  Estamos frente al Bicentenario de 1810 como  entonces: un pueblo desprotegido ante el avasallamiento de algunos pocos  intereses privados impregnados de jacobinismo.
                                  Hoy no carecemos de badajo, sin embargo nos vemos en  la imposibilidad de llamar a una asamblea que nos represente, pues el retumbe  ininterrumpido de los piquetes en pos de los derechos humanos no nos permite alcanzar el objetivo de los  verdaderos caudillos y próceres, tal los ejemplos de Artigas, Güemes, Quiroga o  Liniers, (último Virrey del Río de la   Plata, nombrado por un Rey).
                                  Por ello, desde la provincia de Buenos Aires, YO  ACUSO a Buenos Aires.
                                                                                          Lic. Silvana Gina Pignatelli
                                                                             Presidente InHSdeL