Si parece que fue ayer… Para el bicentenario del 2010 había escrito unas breves palabras, en las cuales destacaba, más allá de aspectos históricos que son superiores a mi conocimiento, el carácter de festividad gaucha de nuestro 25 de Mayo. Si he de proceder en paralelo, me gustaría en este 2016 reflexionar un momento sobre el carácter de “país completo” que tiene para mí el 9 de Julio.
Debo volver a aclarar que disto muchísimo de ser historiador, pero desde mi humilde sentir creo que la declaración de nuestra Independencia tiene una dimensión total, que trasciende los alcances de una asonada, por más significativa que esta haya sido.
Cuando viajo por Salta, por Tucumán, por Jujuy y por otras provincias de esa parte de nuestro país, su gente y su folklore me dan una dimensión más completa que la que puedo percibir desde Buenos Aires. Creo que no es casual que esos valientes patriotas se hayan reunido en uno de esos lugares decisivos de nuestra patria. Allí se libraron batallas, con diversas fortunas, y se hizo ondear nuestro pabellón, con la esperanza de su futura gloria y de una paz para nuestro pueblo.
Estando aquí en Salta, para poner solo un ejemplo, me encuentro más cerca del Perú y de Bolivia, lugares donde nuestros hombres de mayo se formaron y trajeron ideas de libertad. Pienso entonces que fue justo que la Independencia se haya declarado aquí, en estas tierras de la cultura de base de nuestra patria. Y estoy muy cerca del Paraguay, donde los jesuitas quisieron hacer una república platónica cristiana.
La bandera es símbolo de nuestra Independencia… No me parece mal entonces citar a un tucumano, Nicolás Avellaneda, quien fue también literato: “¡Vamos ahora a cobijarnos todos bajo sus pliegues y pidámosle que calme las pasiones rencorosas, que haga brotar bajo su sombra la virtud del patriotismo, como en otro tiempo el laurel del guerrero, y que conduzca a su pueblo por la paz, por el honor, por la libertad laboriosa, hasta ponerlo en posesión de sus destinos.” Creo que mucho del espíritu de los hombres de julio se halla en estas palabras.
Raúl Lavalle