Bicentenario  - detenernos un momento para pensar
                
acer un  alto en el ajetreado y preocupante mundo que vivimos los salteños es un lujo y  provilegio que todavía nos podemos dar y que sería muy lamentable  desaprovechar. 
                El  ciudadano libre e independiente debería reflexionar y descubrir una verdad  indiscutible: lo único que puede quebrantar los males que nos aquejan en  cualquiera de sus múltiples versiones, es el fortalecimiento de la democracia,  pero no minimizada como  "las elecciones" que es solamente un aspecto de su universo, más bien entendida como "la  independencia" que soñaron hombres como Belgrano, Güemes y San Martín en un  proyecto político – económico que integraba y encausaba la enorme fuerza creativa  de un país como el nuestro. 
                                  Hoy, en contraposición está la  política del miedo. El miedo es uno de los engranajes principales del  coloniaje. Los estadistas le meten miedo al pueblo con las crisis. Los  políticos le meten miedo al pueblo con el miedo a la inflación y de no poder  superar las crisis. El miedo es la política de la colonia. Hacer política de  miedo es dominar y no gobernar. 
                                  La democracia es el privilegio  de poder vivir en paz pero además de poder ser parte de nuestro destino. Para eso  hay que participar.
                                  Democracia participativa.
                                  Poseemos talento individual,  pero lamentablemente ese factor no lo hemos aprovechado para el bien del  conjunto, nos cuesta el funcionamiento  colectivo, nos cuesta asociarnos, nos cuesta trabajar en  equipo, nos cuesta confiar y dar confianza. Y la participación de la que  hablamos se construye desde el “nosotros” y no desde el “yo”.
                                  El individualismo desmesurado es un factor perjudicial en una  argentina que busca librarse de sus pesares.
                                  Si bien contamos con pocos habitantes en un territorio inmenso con  riquezas razonables para cada uno, hacemos primar la desigualdad social, el  enriquecimiento de pocos y la pobreza de muchos. 
                                  La convocatoria es para todos – pero especialmente para los que  poseen el conocimiento, la educación y la cultura.
                                  Hoy la Patria necesita más que un “Feliz Cumpleaños” el compromiso  de su pueblo para llevarla al lugar que se merece.
                
                  Los salteños pondremos nuestro esfuerzo!