ambién Ucumari y Ucumare. Es el hombre-oso, al que se representa en distintos grados de hibridación: desde un oso muy peludo y terriblemente feo, con ligeros rasgos humanoides, hasta un hombre bestial, enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta. Al parecer, sería el mismo Jukumari de las zonas boscosas del Departamento de Chuquisaca (Bolivia), vinculado a su vez con mitos peruanos de antigua data. Vive en cuevas, en el fondo de las quebradas, pero merodea los ríos y vertientes, bañándose en ellos: es fácil por eso encontrar allí sus pisadas, similares a las de un oso. Según algunas versiones, además de fuerte es ágil, y puede treparse a los árboles más altos.
Su leyenda tiene fuertes tintes sexuales, pues se lo acusa de raptar mujeres y llevarlas a vivir con él, para tener hijos. Un relato recogido en Las Lomitas, Formosa, por Berta E. Vidal de Battini, dice que el Ucumar puede ser tambien hembra, y que en este caso rapta a los mozos para hacerse fecundar por ellos. También roba niños.
Suele aparecerse de improvisto, aterrorizando al que lo ve. Si se le grita, responde de lejos con voces de gente. Si los perros lo atacan, se defiende a garrotazos.
Entre nosotros esta leyenda se extiende por todo el Noroeste (Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán, parte de Formosa, Chaco y Santiago del Estero)
Fuente: http://www.manolofernan.es.tl/Duendes-Salte%F1os.htm