omienza a publicar cuando todavía es una adolescente. En 1898, Búcaro salteño, un periódico quincenal destinado al quehacer literario y social de la provincia le concede un lugar importante entre sus páginas. En la publicación Nª 10 del 15 de noviembre de 1898, el retrato de María Torres Frías abre la revista, seguido de un elogioso artículo con la firma de Hell Duggan. Por este comentario, nos enteramos que la joven ya había publicado la novela: La Caridad, y que poseía dos más, inéditas: María, una mujer del siglo y La pastora de la granja.
Su producción mereció el reconocimiento de críticos del país y del exterior, especialmente con la publicación de sus libros Aurora Boreal y Fosforescencias que fueran recomendados como textos de lectura para las escuelas dependientes del Consejo de Educación de la provincia de Salta
Obras publicadas: Camino del ensueño (1923), Fosforescencias (1930), Aurora Boreal (1934), Ritmo sonoro (1941), Hontanar (1941).
¡Modérate mujer! Ahoga en tu pecho
La indómita pasión que te devora,
No curso dés al bárbaro torrente,
Que en colosales ritmos se desborda.
Rubor me causan tus ardientes frases,
¡Ah, no te espreses con pasión tan loca!
La perfecta mujer debe ser tierna,
Suave como un arrullo de paloma.
Detén el curso de la ardiente lava
Que tu impetuoso corazón arroja,
Muéstrate virginal como los lirios,
Que en el silencio de los valles brotan.
Do quiera te amarán por la pureza
Que al mundo brinda delicado aroma;
Por la ternura angélica del alma,
Que al corazón cautiva y enamora.
Compréndelo por Dios, blanca azucena
Que los jardines de la patria adornas;
La canción de tu labio ha de ser pura
Como un destello de la riente aurora.
Quiero mirarte al fin transfigurada,
Más que un querube, celestial, hermosa,
Mostrándote de nuevo ante los hombres,
Libre la frente, las cadenas rotas!
(De Búcaro salteño, dic/1898)