El presentar a GUILLERMO ROMERO ISMAEL, como el exponente máximo del canto lírico salteño a nivel internacional, estamos seguros de no incurrir en ninguna inexactitud. Su bella y personal voz, sinónimo de “Bell Canto”, ha trascendido las fronteras de la Patria, siendo el único argentino que ganó el primer Premio del concurso Internacional de canto “ CARUSO - DI LUCIA”, en Nápoles, Italia y el concurso Internacional de Canto “JAUME ARAGAL”, en Barcelona (España).
Recibió la aprobación y el elogio de grandes de la ópera, como lo son ALFREDO KRAUS, CARLOS BERGONZI, LUIS LIMA, GINO VECCHI, entre otros.
Luciano Miotto, Eleonora Sancho, Gabriela Fernandez Argüello,
Guillermo Romero Isamel, Cecilia Layceca (Teatro Colón)
Posee el talento y el carisma que sólo tienen los llamados a ocupar un lugar de privilegio en esta difícil disciplina artística y es un digno embajador cultural de su Provincia natal, como fuera nombrado en el transcurso del año 1997 por el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta – Argentina.
Desde los cinco años transitó por los caminos de la música y siempre lo hizo con pasión, deleitando a cuantos tenían oportunidad de escucharlo. Ya desde entonces se vislumbraba un promisorio futuro.
Guillermo Romero Isamel con Jaime Aragal
Muchos obstáculos tuvo que sortear a lo largo de todos estos años pero no claudicó. Con la entereza que lo caracteriza, logró sobreponerse a las adversidades y ocupar un lugar de privilegio en la Lírica Mundial.
A lo largo de su exitosa carrera fueron muchas las distinciones recibidas por Guillermo Romero, tanto en el extranjero como en nuestra Provincia, por lo que, es un honor para nosotros, sus comprovincianos, que nos represente tan dignamente, haciéndonos sentir orgullosos que este hijo dilecto de Salta lleve con hidalguía nuestro nombre por las distintas geografías del mundo.
Pero existe otra hermosa faceta en el artista, su poesía, que no es tan conocida como su voz pero no por ello es menos bella. El poeta se muestra en varios libros con una variedad temática y compositiva que nos lleva siempre a la autoreflexión.
Teatro San Martín - Tucumán (1997)
Su formación como bailarín y cantante folklórica lo condujeron a la música clásica, a la que se dedica fundamentalmente; pero su temperamento y su vocación le permiten desarrollarse -tambien- como creador en otros ámbitos. No es extraño que un cantante aborde la poesía que es su compañera inseparable.
El diálogo que el artista establece con el mundo desde los distintos destinos a los que llega nos transporta a un mundo que solamente sus ojos pueden ver.