i bien en este romance el poeta insiste en la presunta hemofilia del héroe, esto no desmerece la exquisita síntesis poética de la ciclópea tarea de este ser casi mítico que fue el gran guerrero de la independencia.
Baste la cita de uno de los primeros historiadores de la patria, no salteño (evitando así cualquier suspicacia localista), para robustecer lo recién afirmado.
"Carga de Güemes y sus Infernales" Oleo sobre tela de Juan A. Boero. Se encuentra en la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Guemes.
“La campaña defensiva de Güemes (…) es, en mi concepto, un modelo en su género como plan estratégico y como ejecución consumada. No faltó en ella una sola previsión; no hubo que lamentar un solo descuido; y todas aquellas milicias movidas y electrizadas por el jefe de la provincia invadida, obedecieron directamente a su sola voz con la regularidad del ejército veterano más prolijamente preparado para las operaciones estratégicas de una guerra estrictamente campal. Si exceptuamos la famosa campaña de San Martín sobre Chile, las mayores luces de la escena, y la imponente solemnidad de las batallas que le dan tantos prestigios, no hay entre las guerras de nuestra Revolución ninguna otra que, como la de Güemes en Salta, ofrezca un modelo más acabado de regularidad en el plan y en los resultados. (…)Y de ahí que la célebre campaña de Salta forme el cuadro más vivo y más romanesco que sea posible encontrar en las luchas sangrientas que las masas humanas hayan sostenido alguna vez, las unas contra las otras, cualquiera que sea el país donde se tomen ejemplos. Y la llamamos célebre porque como tal la han clasificado y estudiado todos los historiadores militares españoles que actuaron en ella” (Vicente Fidel López: Historia de la República Argentina)