Nació en Salta en 1949. Es ingeniero. Estudió cerámica, dibujo y pintura con Carlos García Bes, su padre, con el que trabajó en su taller de telares desde el año 1972 hasta 1978. A partir de entonces dirigió el taller "El Caburé" creado por su padre, dando continuidad por muchos años a la incansable tarea de diseñar y crear tapices, que luego las teleras trasladaban al telar criollo.
Ejerció la docencia en la Escuela Provincial de Bellas Artes "Tomás Cabrera", como profesor en la especialidad Tapices. Fue el primer docente en la materia desde que se creara la carrera en el establecimiento a nivel terciario en 1982.
Participó en el Segundo y Tercer Salón Nacional de Tapiz y, por sugerencia del Jurado, la Secretaría de Cultura de la Nación seleccionó una de sus obras, la que fue incorporada a su patrimonio.
Participó desde 1979 en numerosas exposiciones colectivas, en Buenos Aires, Salta, Tucumán, Necochea, San Juan y Córdoba y realizó su primera exposición individual en el Hotel Metropol de San Miguel de Tucumán, en el año 1980. Desde entonces, lo hace en la ciudad de Salta y en distintas localidades del interior de la Provincia y del País.
La obra de Rodrigo García Bes, sensiblemente expresada en sus tapices de auténtica raigambre americana, ha merecido importantes premios en diversas oportunidades.
Su obra figura en el libro Arte textil argentino de hoy, de colección Tramando editado en Buenos Aires en el año 1986.
En oportunidad de la realización de su primera exposición individual, la escultora salteña Elsa Salfity expresó en el acto de apertura: "Rodrigo lleva desde muy adentro en su ser la escuela de su padre. Desde ayer, cuando niño, en su primera etapa del garabato, en sus primeras formas e intentos del retrato, mostró su admiración a la obra y personalidad de su maestro. Después la escuela secundaria y la universidad lo alejaron físicamente del taller. ¿Fue tal vez el anuncio de su regreso, su presencia en el departamento de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán? Yo lo ví volver a Salta y adentrarse en el mundo mágico del tejido. Allí está ahora: entre lanas, urdiendo, armonizando con distintas gamas, tonalidades y texturas, dando continuidad a su intenso quehacer plástico en el taller de Pajita.
En ésta su primera muestra individual de tapices, Rodrigo sigue respetando el mismo concepto estético de la labor del tapiz, con las características y el sabor de nuestra tierra, siguiendo la técnica del telar criollo, la planimetría y la esencia del sentir americano.
La elección de su temática lo distingue en este aspecto: la presencia del quirquincho, animal consustanciado con la tierra, la tortuga solitaria, el suri olvidado habitante del norte argentino, los lagartos.
Este es su comienzo. Vaticino que saldrá despacio y sin apremio de la tutela paterna y pronto se internará en su propio mundo donde las cosas cotidianas se transforman en seres sensibles que animarán sus futuras obras".
Pasaron ya más de veinte años desde ese lejano 1980 y Rodrigo García Bes ha encontrado un rumbo en su trabajo con el tapiz, tarea ésta en la que muestra su presencia creadora a través de formas que, sin alejarse de la esencia americana, se entroncan en algunas de sus obras con nuevos planteos textiles, cercanos a la tridimensión. Por otra parte mantiene, en otra propuestas, una bidimensión total en donde la abstracción es la imagen permanente, modulada solamente por contrastes cromáticos y formales que, unidos a la trama textil, confieren a la obra la especial característica de su individual expresión.