Nos agrega Raul Chuliver, que bailóse esta danza en la campaña bonaerense, desde mediados y hacia fines del Siglo XIX. La Ñusta dice que hacia 1880 se bailaba en la localidad de Dolores (Bs As) y en sus alrededores.
Actualmente es poco difundida en las peñas y menos aún en programas radiales. En los últimos años se la incluyó en la lista de las danzas en los denominados Torneos Bonaerenses , lanzados por el Gobierno de la provincia de Bs. As.
Según los tratadistas que recopilaron esta danza, indican que su nombre fue extraído de las coplas donde canta “ Vámonos al prado…”
Como la mayor parte de nuestras danzas, El Prado pertenece al grupo de las danzas americanas derivadas de los bailes que España nos trajo de Europa. Se supone que su lugar de origen fue la región bonaerense cuyas verdes campiñas parecen reflejare en el hermoso texto poético y en su alegre música. (Pedro Berruti, Manuel de danzas).
La primera versión musical es la de Ventura Lynch de 1883, luego Andres Chazarreta en 1923, posteriormente Andres Beltrame publicó la suya en su Cuaderno Nº 14 en 1934.
Manuel , Jose y Miguel Abrodos, publicaron y grabaron esta danza con su conjunto para el sello Odeón. También Los Hermanos Abalos, Huellas Sureñas, Alberto Ocampo, Alberto Castelar, y hacia 1990, Ruben Gattari (un cantante de raíz folklórica, oriundo de Bahía Blanca) graba El Prado del pianista Waldo Belloso y Santiguineti.