"Kike" Morata era energía pura, talentoso, cordial en el trato y un ser humano de gran corazón. Desde muy joven se formó en lo que siempre consideró más que una profesión, una pasión: el teatro. Y fue en este ámbito donde obtuvo sus mayores satisfacciones y donde volcó todo su empeño y dedicación.

Comenzó en el año 53 en la Escuela Nacional de Comercio, cuando formó junto a otros amigos un elenco de redioteatro que luego junto a Oscar Nella Castro y Lalo Zubirana Farré adaptaron la obra "Güemes, el señor gaucho" y la transmitieron por la entonces Radio Güemes.

Uno de sus primeros trabajos como actor fue "Prohibido suicidarse en primavera", en 1957, dirigida por Arturo Wayar Tedín junto a Vides Bautista, Zubirana Farré y Roberto Cobos como apuntador. Formó también parte del grupo que dio origen al recordado teatro Phersu. Allí integró el elenco en el año 58 de la obra "Los títeres de cachiporra", de García Lorca, con la pieza "Don Cristóbal y la señá Rosita", junto a Delia Vargas.

Tras varios años en Tucumán, Kike volvió a Salta en 1983 para trabajar en el área cultural. En el año '85 ingresó a la entonces Dirección General de Cultura de la Provincia y allí también volcó toda esa energía de trabajo, que se tradujo en la formación de los elencos teatrales, infantil, juvenil, de adultos y de la tercera edad, y que hoy quedan como fieles testimonios de su capacidad para formar actores.

Exigente pero muy claro en su forma de enseñar, Morata fue un ferviente defensor de la actividad de las tablas, la que le dio alegrías y también tristezas. Sin embargo, su amor por el teatro era tal que nunca buscó ganar premios ni galardones. "Mira pibe, yo tengo en esta actividad varios años y te puedo asegurar que no hay satisfacción más grande que el aplauso del público. Los premios son importantes pero el placer de saber que provocás algo en la gente es incomparable". Así describía Morata al teatro.

También fue uno de los impulsores del llamado "Teatrazo" y de la Fiesta Provincial del Teatro. Su último trabajo como director fue "Superman tiene una uña encarnada", de Oscar Montenegro, que fue representado también en pueblos del interior salteño.

Siendo director de teatro de la Provincia, falleció en la madrugada del 16 de marzo del 2000 tras sufrir una larga enfermedad.