Nació en Ovando - Rosario de la Frontera – Salta, el 21 Setiembre de 1913, en el lugar donde sus padres habían arrendado porciones de la Finca de Ovando. Fue la menor de nueve hermanos, fruto de la unión matrimonial de Claudio Vaca y Margarita Godoy.
A la muerte de su padre, Don Claudio Vaca y de su hermano mayor José Vaca, la actividad familiar de compra y arreo de ganado al Perú, quedó en manos de otro hermano: Arnaldo Francisco Vaca al que, sus contemporáneos llamaron: “El Poncho Colorao”. Fue por esos tiempos que María Lilia siendo aún niña, aprendió el oficio de las tareas rurales, en aquellas corridas de hacienda, para ayudar al sustento familiar.-
Cursó sus estudios primarios en Rosario de la Frontera y se graduó de maestra en el Colegio Nuestra Señora del Huerto en Salta Capital, (donde estuvo como alumna interna, hasta su egreso).-
Sus hermanas mayores: Eudocia Rufina y Matilde Vaca fueron también docentes, y al ser trasladadas a Tartagal, con ellas, se mudó todo el grupo familiar.-
Contrajo enlace en 1941, con Carlos Reyes Gajardo, prestigioso investigador, escritor e historiador, especializado en las costumbres de Salta, con quien tuvo tres hijos: Margarita Fidelisa, Juan Carlos y Ramón Claudio Reyes Vaca (único vivo de los tres).-
En 1949, ejerció como docente en “Piquete Cavado” (Dpto. de Anta), escuela bajo la dirección de su hermana Matilde Vaca, que también dirigía la escuela de Amblayo, donde ejerció posteriormente, al igual que en otros establecimientos educativos de la Provincia de Salta,
Pero por 1959, se dedicó de lleno a la producción ganadera, en la finca de una tía suya, Doña Faustina Vaca, viuda de Mendoza, propietaria de la Finca “Las Juntas” – Metán.-
En 1964, se radicó en Cerrillos, falleciendo el 4 de Julio de 1966, a los 52 años de edad, en Salta Capital.-
Por su labor como docente, se ganó el cariño de sus alumnos y de las personas con las que trató. A su muerte, le cantaron poetas de la talla de Don Francisco Leonardo Sánchez (oriundo como ella, de Rosario de la Frontera y autor de muchas composiciones famosas: “La miel de kella”, “La Quebracheña”, “La Chicharra Cantora”), Jorge Diez Barrantes, César Fermín Perdiguero y Manolo Fernán, el recordado bandoneonista de Villa Cristina, quien le interpretó, en su instrumento y a su memoria, la Zamba “De la Quesera” de: Cayetano Saluzzi y Manuel J. Castilla, que fuera compuesta como un recuerdo póstumo.-
Don Guillermo “Pajarito” Velarde Mors, amigo de la familia Vaca, la describió en vida y en rueda de poetas y cantores, como:
“Nuestra Tigra, Salteña de a caballo,
de sombrero gaucho y pañuelo negro”
ya que, por aquellos tiempos, de montes espesos y achaparrados, María Lilia aprendió a recorrerlos de coleto y guardamonte, a enlazar o echar un pial y a cabalgar con destreza para ayudar a su familia, forjando un carácter férreo y una fuerza de voluntad inquebrantable.-
Era costumbre, en las mujeres gauchas de esos tiempos, el uso de la fusta para azuzar al ganado y Doña María Lilia Vaca, aprendió a la perfección el uso de la fusta y hasta supo usarla, para ubicar a alguien desubicado y ser respetada como persona y como mujer, a azote limpio, lo que le valió, a su edad adulta el apelativo de: “La Fusta Brava”.-
Jamás olvidó su lugar de nacimiento y caja en mano, solía cantar esta copla:
“Para cantar a mi Salta,
planto fuerte la bandera.
Yo soy de la tierra gaucha
Rosario de la Frontera”.
Sin duda alguna, su bandera todavía está plantada y flamea en cada recuerdo. Era una mujer con todas las de la ley, que supo sembrar a lo largo de su vida, la admiración y el reconocimiento de toda una comunidad que hoy la recuerda.-
Marcelo Martín “El Tigre” Amaya ( intérprete de bandoneón), en su homenaje, escribió:
“Allá en el sur de tu Salta,
todos los montes te llaman
y hasta el pecho colorado,
en dulce trino te alaba.
Tu recuerdo está grabado
para siempre “Fusta Brava”
En comienzos de la década del 70, la legendaria comparsa de los Tonkas (de los cuales, muchos de sus integrantes fueron sus alumnos en la escuela primaria) le compusieron y le cantan en el carnaval esta copla en su recuerdo:
“María Lilia es la causante,
de toditos mis desvelos.
Por ser tan linda y tan gaucha
Salte ña flor de este suelo”.
En los comienzos de los 60, la Comisión Directiva del Club Atlético Central Norte de Salta, encabezada por su Presidente Prof. Jiménez Carrizo, su Vicepresidente Don Cesario Carrizo y los Dirigentes: los señores Marchín y Lefort crearon un modesto comedor comunitario en el que, se dictaban clases de apoyo para la escuela primaria de los niños de la zona, donde fue designada a la cabeza Matilde Vaca contando con la colaboración de su hermana María Lilia y Doña Celestina Barrionuevo de Michel (prestigiosas docentes de la época) y Doña Berta Vélez (encargada de la preparación de la merienda).
De las tres, la más querida y recordada hasta la fecha, fue María Lilia Vaca por su generosidad y afecto para aquellos niños carenciados.
Por eso, con el tiempo y hasta hoy, en las tribunas del Club Central Norte comenzó a cantarse esta canción:
Cuando yo me muera,
quiero mi cajón,
de blanco y de negro
como mi corazón.
Hoy toda la hinchada,
le quiere cantar
a la “Fusta Brava”
que tiene Central.
Cuando hablan de historia,
ni para empezar
La madre más gaucha
la tiene Central.