s la personificación del remolino convertido en deidad por los Kollas y los Diaguitas Calchaquíes. Se lo considera un ser benéfico que anuncia las lluvias y los acontecimientos venturosos como los embarazos y los nacimientos.
Los antiguos lo describían como un viejo flaco y muy alto, de aspecto fantasmal vestido con ropajes andrajosos de color gris, blanco o terracota.
En horas de la tarde cuando aprieta el calor se lo ve aparecer a la distancia montado en cólera levantando polvo a su paso.