Nacido en la ciudad de Metán (Provincia de Salta) en el año 1885. Fue el tercer hijo de un matrimonio de inmigrantes suecos. Su padre, Emilio Gauffin fue un hombre culto con título de químico. Su madre, Hermelinda Heredia Tamayo, nacida en Salta, pertenecía a una vieja y tradicional familia metanense. Su infancia fue modesta y humilde ya que su padre nunca pudo conseguir buenos trabajos. Con apenas 15 años tuvo que dejar sus estudios y empezar a trabajar en un comercio de la zona a raíz de la muerte prematura de su padre. Al poco tiempo fue despedido por haber entablado una relación amorosa con la hija del dueño de su trabajo. Fue en ese entonces que se fue al Chaco donde desarrolló diferentes oficios para ganarse la vida. Allí escribió su gran obra autobiográfica “En tierras de Magú Pelá" donde logra rescatar la presencia histórica del Chaco Salteño y plasmarlo en el campo de la literatura nacional. Algunos personajes típicos de su obra son: indígenas matacos y chorotes, gauchos, inmigrantes, milicia de la campaña del desierto, entre otros.
En el año 1926 se radica en Salta donde empezará a desarrollar su profesión de escritor y periodista. Conoce y entabla amistad con el gran escritor Juan Carlos Dávalos quien dirá de él: “en su corazón y en su cabeza vive un tesoro espiritual inexplorado, original y profundamente interesante, sobre todo montaraz y genuinamente argentino”. Así mismo el poeta Walter Adet dirá: “es el primer antecedente válido del enfoque regionalista en la novela salteña de este siglo”.
En 1932 publica su principal novela y los será “Los dos nidos” una continuación de Magú Pelá (1933) y “Alma Perdida” (1936), cuatro cuentos que se publicaron en diarios y revistas de Salta y Buenos Aires entre 1934 y 1935 y, finalmente, su obra poética de “Al que le caiga el sayo” (1934) y otros poemas que se difundieron en el diario El Norte.
Federico Gauffín luego de padecer por años una terrible enfermedad dejó de existir un 5 de marzo de 1937 y pasarán muchos años hasta que en 1966 el Dr. Augusto Raúl Cortazar los rescataría del olvido y publicaría parte de sus obras en la “Revista Folklórica” destacando su importancia en la literatura regional del norte argentino.