Canto de soledad
Cuando sepas que al mundo derredor
te une un débil cordón umbilical;
cuando solo tu presencia te separe
de la noche sucia de los bodegones;
cuando el tiempo no pasa, no pasa,
y es una derrota dormir sin fatiga;
cuando conoces la medida
de ese absurdo que por ser como eres
cargas de fardo;
cuando te reconozcas en tantos
otros seres, huidos de la nada,
separados de todos, menos de sí mismos;
cuando camines sin rumbo fijo
buscando una cara amiga
y en un vaso de vino pretendas
conocer el mecanismo de tu esencia;
cuando te sientas objeto inútil,
hecho a gratuidad por un dios sin nombre;
cuando llames a tu amigo, sin nombrarlo
y el eco responda en tus pasos;
cuando te sepas encarcelado,
fuera de la prisión comunitaria,
envidiando a los prisioneros
y pidiendo un carcelero
que acune tu sueño;
cuando comas la hiel de tu propio encuentro
reflejado en la mirada de los otros;
cuando veas que el filo de una uña
te separa del camino de la gente,
pero es una distancia infinita....
entonces, amigo mío, recién
sabrás que mujer celosa,
torpemente acurrucada en tu destino
es la SOLEDAD.
(Inédito en libro)
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