Nacido en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en 1928, Bravo Herrera se recibe de abogado y se instala en Salta donde ejerce su profesión llegando a altos cargos en el ámbito de la Justicia. Paralelamente, desarrolla su propuesta artística, pintando y esculpiendo en forma permanente.
En el transcurso de su vida artística realizó gran cantidad de muestras individuales y colectivas en Córdoba, Salta, Jujuy, Santa Fe, Buenos Aires y Corrientes y participó de diversos salones.
"La obra pictórica de Bravo Herrera es testigo fiel de la conmovedora convicción vital del artista de que la construcción de mundos ilusorios es, a fin de cuentas, crear otra realidad, establecida en lo permanente y que deviene en energía y en sustantividad. Es por esto que, cada momento de su existencia, tiene su correlato en una propuesta estilística o temática que se engarza con lo cotidiano elevándolo a un decir claro y poderoso.
En función de una composición clara y de un manejo de las formas que se funda en la síntesis, las distintas obras del pintor proponen una partitura anclada en variadas propuestas estilísticas relacionadas con las distintas poéticas de las vanguardias del Siglo XX. Así presente, en ocasiones, obras conformadas en función de una riquísima paleta, trabajadas con matices puros y contrastantes, a partir de los cuales el espacio se aplana y se torna una estructura geométrica que sostiene personajes y objetos, resueltos con somera maestría. El color funciona como elemento de expresión pura, trabajado en grandes planos que sostienen las formas. También se establece su decir en propuestas menos sintéticas en las que las apariencias del entramado formal de la naturaleza predomina sobre la síntesis. En otras ocasiones el pintor se inspira en la propuesta abstracta y constituye universos ambiguos entramados con color y textura, dentro de la línea del expresionismo abstracto de Pollok.
Por otra parte, la temática también es diversa, confecciona series inspiradas en personajes ficticios, llenos de vida y emoción o se sumerge en la riqueza siempre actual del paisaje, la naturaleza muerta y de tanto en tanto, un toque sutil de costumbrismo. Todas estas variaciones tanto estructurales como de género, tienen como soporte la riqueza que se funda en una siempre presente propuesta ingenuista, que aporta a toda la obra pictórica de Bravo Herrera un toque de extraña armonía que le da una especial originalidad" (Lotufo, 2003).