Por Andrés Mendieta
Resulta fácil encontrar recorriendo el sector de laboratorios de la Universidad Nacional de Salta, acompañado por sus discípulos, al doctor Miguel Ángel Basombrío hablando en un bajo tono y ayudado por sus manos. El grupo denota alegría porque dieron un paso más en los trabajos de investigación que tanto tiempo les lleva.
Basombrío, nacido en la Capital Federal y con 25 años de establecido definitivamente en Salta, obtuvo su título de médico en la Universidad Nacional de Buenos Aires y más tarde como Doctor en Medicina.
En la UNSa vuelca todo sus sapiencias sobre Oncología y Parasitología obtenidas desde que se entregó a su estudio en razón de una beca obtenida en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en el Instituto Roffo de Buenos Aires.
La publicación mensual “Mensaje Empresario & Profesional” se hace eco de este “salteño destacado” contando que a partir de 1967 y por espacio de seis años trabajó como Investigador Asociado en el “Institute for Cancer Research” de Filadelfia, Estados Unidos. Concluida estas tareas científicas y hasta 1980 fue Investigador Asociado de CONICET en el Laboratorio de Leucemia Experimental de la Academia Nacional de Medicina y, por sus cualidades, pasó a actuar como Investigador Principal del CONICET.
El doctor Basombrío, desde 1981, fue designado director del Instituto de Patología Experimental de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Salta y, posteriormente, ocupa la cátedra como Profesor Invitado en Fisiología Animal en la misma casa de estudios superiores.
Por su parte la Academia Nacional de de Medicina lo nombra Académico Correspondiente y en acto seguida se lo nomina como “International Research Scholar” por el Howard Hunghes Medical Institute de Estados Unidos. Durante su trayectoria como científico recibió doce premios nacionales, correspondiendo seis en reconocimiento de su tarea de investigación y los restantes por sus trabajos en Oncología e Infectología.
Tiene publicado más se sesenta trabajos científicos y recibió subsidios del CONICET, del “National Institute of Health de Estados Unidos, de la Organización Mundial de la Salud – Fundación Rockefeller, del Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Salta, de SECYT y del FONCYT.
Últimamente es International Research Scholar del Howard Hughes Medical Intitute. (Fuente: Mensaje Empresario & Profesional).
Como para despejar se mente tiene por atractivo el conocimiento de la ciencia que estudia la civilización del antiguo Egipto, vale decir la Egiptología. Para ello se ha unido de una importante documentación y visitó ruinas de monumentos y tumbas, efigies y pirámides como así se interesó en conocer sobre la lectura de los jeroglíficos. De esto a Miguel Ángel le gusta poco porque “solo es un entretenimiento”.