Por CLAUDIO OMAR ARNAUDO
“Los Franceses “pieds noirs (1) ” de Argelia”
La guerra de independencia de Argelia tuvo lugar entre 1954 y 1962, fue un período de lucha en que Frente Nacional de Liberación de Argelia (FLN), apoyado gran parte de la población nativa se alzó en contra de la colonización francesa establecida allí desde 1830. Los "pieds noirs" fueron los colonizadores europeos, tanto franceses como españoles, italianos, portugueses y otros, que emigraron a Argelia entre 1830 y 1962. La mayoría de ellos había obtenido la nacionalidad francesa. Cuando Argelia se liberó, los europeos y árabes que habían trabajado para el gobierno francés tuvieron que abandonar el país, ya que fueron perseguidos por el gobierno argelino
Para ellos el horror de la guerra va llegando a su fin, las familias se encuentran en el muelle de Messageries Maritimes, todo es llanto, niños llevando jaulas con pájaros, maletas adquiridas apresuradamente fueron llenadas con mínimas pertenencias. Desde la cubierta del barco observan cómo se pierde en el horizonte el cerro Santa Cruz y la Bahía de Argel, para internarse en la inmensidad del Atlántico. Otros han partido en avión.
Se sienten franceses, aunque solo saben de Francia que hace más frio que en Argelia. También están al tanto que no serán bienvenidos en tierras galas. Están huyendo de su lugar en el mundo, donde se establecieron en el Siglo XIX sus antepasados, “bessif” como los llaman en Argelia; con “una mano atrás y otra adelante”, sin nada. Atrás quedan miles de asesinatos, otros tantos desaparecidos y aquellos cientos de masacrados el 5 de julio en Oran, aun pendiente de justicia.
Dice un inmigrante “…la primera imagen que tengo de Francia, cuando llegue a Marsella es una pancarta de sindicalistas del puerto de la ciudad, desplegada ante nuestros ojos estupefactos “Vuelve de dónde Vienes”.
Unas pocas personas nucleadas en asociaciones católicas, protestantes y funcionarios de estado de menor rango esperaban a los “pieds noirs” en Marsella. Nadie se apiadaba de ellos, por el contrario, fueron tildados de fascistas, extremistas peligrosos, colonos enriquecidos a instancias de Francia y Argelia, responsables de la muerte de jóvenes reclutas del continente.
Charles De Gaulle aboga por una “dilución” de las familias para evitar la concentración. Gastón Defferre, por entonces Senador Alcalde de Marsella, declaro “… que los pieds noirs se readapten en otra parte…” (2)
Francois Billoux, entonces diputado comunista, expreso: “… no permitamos que los retirados de Argelia se conviertan en una reserva del fascismo…”. También en las altas esferas del estado francés están de acuerdo con estas ideas. El consejero Louis Joxe, el 18 de julio de 1962, manifiesta: “… el blackfoot inoculara el fascismo en Francia. No es recomendable que regresen a Argelia o que se establezcan en Francia, sería mejor si van a Argentina o Brasil…”. De Gaulle y sus ministros lo aprueban.
Varios de estos expulsados llegaron a la Argentina, y entre los destinos que escogieron estuvo Valle Azul. "Esta inmigración se consideró como un "modelo" y concluyó en un fracaso, aunque la mayoría de las familias que emigraron permanece aún en el país. Llegaron unas 150 familias con unos 3 hijos cada una de "pieds noirs" a la Argentina; las primeras, hacia 1960. El primer grupo fue a Entre Ríos y Salta, el segundo, a Valle Azul, en Río Negro; El Colorado, en Formosa, y finalmente -en 1967- otro grupo se radicó en San Juan.
La emigración de franceses de Argelia a la Argentina, aunque terminó siendo numéricamente reducida, fue organizada oficialmente por los dos estados, el francés y el argentino, lo que le confiere un sentido político y económico.
Al firmarse el tratado de Evian, en marzo de 1962, se inicia la partida de los franceses de Argelia, los “pieds noirs”. Sin embargo, muchos no habían esperado hasta el final de la guerra para abandonar la colonia francesa y buscar otro país, fuera de Francia, para protegerlos. Algunos se dirigieron a América Latina, principalmente a Argentina.
Esta preferencia quedará justificada por el beneplácito con que las autoridades argentinas contemplaron las gestiones emprendidas en los consulados argentinos que facilitaron viajes exploratorios de representantes de la “Association pour l’émigration d’outre mer”. Bajo el título “Una inmigración que puede ser provechosa”, el diario La Nación del 3 de marzo de 1963 publicaba:
“… En términos generales, es una inmigración interesante para nuestro país, que, a su vez, ofrece generosa hospitalidad, excelente clima, grandes posibilidades de progreso y más allá de todo, una “atmósfera” europea que es raro encontrar en otras partes. (…) Desde luego, tiene importancia canalizar hacia la Argentina estas nuevas corrientes de agricultores especializados”.
A partir de 1960, surgen varios planes, muchos de los cuáles no prosperaron. En aquella época varios diarios argentinos informan acerca de los viajes exploratorios realizados por franceses argelinos, mencionando familias argelinas o familias francesas indiferentemente, aunque se tratara de los mismos inmigrantes potenciales, con el fin de investigar posibilidades de asentamiento en Argentina.
Romain Gaignard elaboró un inventario de esos viajes infructuosos: a Neuquén en 1960, Entre Ríos en 1961, Mendoza y Rió Negro donde veinticinco familias debían formar un proyecto piloto en 1963; otras sesenta familias de pescadores de Oran y Alger estaban previstas para formar un asentamiento en Bahía Blanca, diez familias en Tucumán, cincuenta en la provincia de Jujuy donde se consideraba que el clima era equivalente al de Argelia… En 1960, el gobierno de Santiago del Estero incluso anuncia oficialmente la instalación de 250 familias en La provincia.
En Argentina, la inmigración europea disminuyó a partir de fines de los años 50; la perspectiva de un nuevo flujo de inmigración europea es aceptada favorablemente ya que se trataba de alentar el poblamiento de regiones desérticas asegurando su desarrollo. Las autoridades francesas, a su vez, frente a los problemas de reinserción planteados por los “pieds noirs” en la sociedad francesa, reciben positivamente a los emisarios argentinos que les presentan diversas posibilidades, gestión que apoyan las asociaciones de “pieds noirs” que ya habían enviado misiones a Argentina.
Todos los contactos son objeto de artículos de prensa en ambos lados del Atlántico, algunos fracasan, otros se formalizan.
Para institucionalizar este proceso migratorio se firma un acuerdo bilateral de tres años entre Francia y Argentina, el 19 de octubre de 1964; para esa fecha ya se habían instalado varios colonos. Dicho acuerdo se prorrogará hasta 1970.
El “Acuerdo entre el gobierno de la República Argentina y el gobierno de la Republica Francesa sobre inmigración a la República Argentina de colonos franceses repatriados antiguos residentes en África del Norte”, estipula lo siguiente en sus primeros artículos:
- Art. 1: El gobierno argentino autorizará, conforme a las estipulaciones del presente acuerdo, el establecimiento definitivo en su territorio de agricultores franceses, antiguos residentes en África del Norte, organizados en grupos cooperativos de carácter agrícola o agro-industrial de acuerdo a planes concretos acordados previamente entre los dos gobierno
- Art. 2: El gobierno Francés otorgará a estos grupos cooperativos una ayuda financiera que les permita adquirir los útiles, herramientas, equipos de producción, ganado, semillas, maquinarias y vehículos, comprendidos los de tracción mecánica, para asegurar las condiciones adecuadas al éxito de su radicación. (…)
- Art. 9 : El gobierno de la República Argentina procurará proveer, en el mayor grado posible, las necesidades de infraestructura en cada radicación cooperativa, de manera de asegurar, dentro de los límites de su competencia, las mejores condiciones sanitarias y de instrucción pública para los habitantes así como la circulación y comercialización de los productos.
Todo el material, representando un valor de 250.000 FF (50.000 $US), por unidad familiar, sería exonerado de derechos arancelarios, quedando el transporte a cargo del gobierno francés. Cabe señalar que se precisa en el acuerdo que “una vez ingresados, dichos bienes serán objeto de una prenda a favor del Estado Argentino durante un plazo de cinco años, período durante el cual no podrán ser vendidos, transferidos, hipotecados ni alquilados sin su autorización previa”.
De alguna manera esta cláusula, al no cumplir el gobierno argentino con lo previsto en el art. 9 en cuanto a “proveer las necesidades de infraestructura” mínimas, tuvo que ser desacatada por muchos inmigrantes que, para vivir, empezaron a alquilar el modernísimo material entregado por Francia.
Cabe notar que esta forma de colonización por establecimiento de cooperativas agrícolas, se asemeja a los proyectos de colonización agrícola con europeos que llegaron a la Argentina a fines del siglo XIX. Este aspecto le confiere un carácter original a este caso de inmigración que se lleva a cabo principalmente entre 1963 / 1965, lapso de tiempo breve comparado con otras migraciones llegadas en esa misma época.
Además del grupo de los “pieds noirs” que llegan patrocinados por el acuerdo bilateral, se presentan otros migrantes provenientes de Argelia para colonizar tierras: son miembros de la OAS (Organización del ejército secreto) buscados por la policía francesa, quienes terminarán encontrando en la Argentina, las mismas vicisitudes que los demás colonos con explotaciones agrícolas en cooperativas.
Aún siendo menos numerosos que los otros colonos de Argelia, algunos se radicaron con la familia y terminaron gozando, dentro de la colectividad francesa de la misma celebridad negativa que habían tenido, quince años antes, los “colaboradores” de la segunda guerra mundial.
Se considera, en general, puesto que no hay datos exactos, que llegaron ciento cincuenta familias de “pieds noirs” a Argentina, con un promedio de dos o tres niños por unidad familiar, lo cual representa un total aproximado de entre setecientas cincuenta u ochocientas personas. Los primeros llegan hacia 1960 y siguen llegando, cada vez menos hasta aproximadamente 1970.
Concretamente llegan sucesivamente tres grupos:
- En diciembre de 1963, las primeras familias desembarcan en Buenos Aires y se dirigen a Entre Ríos, otro grupo de sesenta familias llega en enero de 1964.
- El segundo grupo de cuarenta familias llega a Formosa en marzo de 1964 y se instala cerca del Chaco.
- El tercer grupo, compuesto por veintiuna familias originarias de Blida se asienta en la región de Salta (Rosario de Lerma), en 1965 (3).
Posteriormente, otras radicaciones secundarias se van formando, paulatinamente, como la de Valle Azul en Río Negro, El Colorado en Formosa y finalmente, en 1967, se radica otro grupo en
San Juan. Paralelamente, el reducido grupo de oficiales sediciosos (OAS), se había radicado en Tacaagle, antigua misión jesuítica en Formosa, en 1963.
Resulta importante destacar la actuación individual de los jefes de grupo, quienes fueron los verdaderos promotores de esta emigración hacia Argentina. Ellos actuaron, a partir del regreso forzado a Francia, para obtener las primeras subvenciones y efectuar la selección de países más ventajosos para emigrar, con notable eficacia presentó proyectos ante el Ministerio de los Repatriados, en Paris y ante el Consulado Argentino.
Gestiones sin las cuáles no se hubiera firmado el acuerdo bilateral ni se hubieran reunido, en el seno de la “Société Franco Argentine d’Exploitation Agricole”, los colonos suficientes para formar cooperativas agrícolas.
Para ejemplificar el papel determinante de estos actores, en el caso de este proceso de inmigración, consideraremos el grupo de Georges Thurín quien llega, encabezando a cincuenta familias, a la provincia de Formosa en febrero de 1963. Este grupo es representativo del itinerario de los primeros meses de los franceses de Argelia en Argentina.
Efectivamente, G. Turín forma su cooperativa en Toulouse (Francia), con participación de repatriados quienes, como él, provienen de la región de Oran, en la que numerosos “pieds noirs” eran de origen español. El emisario del gobernador de Formosa proponía atribuir 20.000 Ha de tierras para cuatrocientas familias migrantes, a precio módico, con muchas facilidades de crédito, sin impuestos durante cinco años y suministro de alojamiento.
Como contrapartida, los migrantes deberán traer su material agrícola y llegar en grupos constituidos: con sus propios mecánicos, sus especialistas, sus sacerdotes, y sus medios de acción propios para poder hacerse cargo de todo tipo de necesidades. Los artículos de prensa que se refieren a este grupo subrayan las ventajas ofrecidas por ambos gobiernos, un ingeniero francés que viaja a Formosa, entrevistado por Le Monde, declara que la zona de Formosa se parece a Argelia “pero una Argelia sin árabes”.
Indudablemente, la dimensión política y económica era ventajosa para los dos gobiernos: los gobiernos radicales argentinos (Frondizi e Illia), esperaban que esta inmigración transformara rápidamente la economía de la provincia “modernizando la agricultura”.
�La ideología “desarrollista” de los años sesenta, preveía el desarrollo del país asimilado al crecimiento industrial; en el ámbito agrícola se trataba de “tecnificar el campo”. En ese sentido, la inmigración francesa fue un ejemplo excepcional de migración organizada y enmarcada por una entidad oficial, concebida como un acto político.
El gobierno francés, a su vez, iniciaba una política de apertura hacia América Latina, y consideraba conveniente alentar la emigración de los “pieds noirs” equipándolos con material francés moderno, cuando tenía que resolver el caso de miles de agricultores repatriados que había que re asentar e indemnizar en territorio francés.
Las cuarenta familias del grupo de Thurín llegan a Formosa donde no se había previsto nada para recibirlas, con excepción de un edificio administrativo abandonado, en pésimas condiciones. Las tierras atribuidas se encontraban a una distancia de 250 Km. de la ciudad, en Cattaneo-Cué.
Los hombres partieron para el desmonte, dejando en la ciudad a sus familias. Aunque los colonos reconocieron haber sido bien recibidos por los habitantes locales, no lograron adaptarse. Por más que, casi todos nativos de Oran, entendían español, tenían problemas con la lengua y con el guaraní.
De hecho, nada se parecía a Argelia, ni el clima subtropical, ni las lluvias torrenciales, la falta de rutas, el material que no llegaba... La suma de estos factores provocó desilusión y las primeras partidas.
El material terminó por llegar un año después y la empresa comenzó a funcionar, a pesar de lo cual se disolvió la cooperativa por tensiones con los locales, sobre todo con los “intrusos” paraguayos, suscitando tensiones internas en la cooperativa. Los inmigrantes terminaron desolidarizándose de la cooperativa.
La experiencia comunitaria fracasaba porque los “pieds noirs” de Argentina no lograban constituir una comunidad homogénea. Lo que los había unido al principio, era el rechazo a permanecer en Francia, lo que no constituía un objetivo común suficiente.
Una vez que se suprimió la cooperativa, sus antiguos miembros se convirtieron en inmigrantes individuales, con o sin familia, y se fueron dispersando en busca de nuevas regiones de radicación.
En 1966, G. Thurín, quien había liderado el grupo de Formosa, junto con una docena de familias viaja a la Patagonia, a Valle Azul. Este sub grupo, compra una propiedad de 20.000 Ha, formando una sociedad.
Cada familia compra un lote en función de sus posibilidades financieras. Ya no se trata de formar una cooperativa. La experiencia de Valle Azul es un éxito, en la medida en que el asentamiento fue voluntario: G. Thurin de religión protestante, nació en Argelia, representando la tercera generación de colonos; con sus compañeros organizó, en la antigua estancia de Valle Azul, una suerte de pueblo comunitario, con su plaza y su templo protestante.
En febrero de 2002, permanece en Valle Azul, el mismo número de familias que en 1966, a las que se suman las familias franco-argentinas fundadas por los hijos de los inmigrantes.
En general, después de la disolución de las cooperativas, de los “pieds noirs” de Argentina, si bien muchos regresaron a Europa, otros tantos se quedaron esforzándose por romper definitivamente con su estatuto de colono para tratar de integrarse individualmente a la sociedad argentina.
La mayoría inició una reconversión para ejercer actividades comerciales en centros urbanos, otros permanecieron en zonas rurales, pero casi todos intentaron, afanosamente, adaptarse a las condiciones de vida locales, aunque tuvieran que cambiar de oficio.
Entre 1966 y 1987, sesenta familias abandonan Argentina, según datos del consulado de Francia.
Los “pieds noirs” de Argentina no formaron una comunidad propiamente dicha, puesto que su “identidad pied noir” común sólo se basaba en una memoria colectiva, sustentada en los grupos de cooperativas. En calidad de inmigrantes individuales, supieron ubicarse en la sociedad que los rodeaba ya que en Argentina, y en esa época sobre todo, la pertenencia social y el éxito dependían a menudo de fenómenos específicos, tales como, por ejemplo, el hecho de ser francés.
Ahora bien, los “pieds noirs” que se negaron a quedarse en Francia, donde se sentían excluidos como “repatriados”, reivindicaron y reivindican su identidad francesa en Argentina, ya que les parece rentable socialmente, evocando una Francia mítica, puesto que la mayoría de ellos, nacidos en Argelia, poco habían viajado a Francia.
Se esmeran en diferenciarse de los argentinos, identificándose a aquellos que los excluyeron para mejor adaptarse a la sociedad argentina.
En el transcurso de entrevistas realizadas en febrero de 2002, en Valle Azul, entre las familias de inmigrantes del grupo Thurin, los entrevistados reconocían estar arraigados en esa tierra que los acogió, pero no hablaban ni de integración ni de asimilación, ya que se siguen considerando como pioneros, como la continuación de sus antepasados que colonizaron Argelia: “simplemente aprendimos español sin olvidar el árabe”.
Muy pocos son los que tramitaron la nacionalidad argentina. No sienten mucho interés por los problemas de los argentinos, salvo si tienen que ver con el buen o mal funcionamiento de sus empresas.
El país y la sociedad argentina, más que integrarlos o asimilarlos, los absorbió. Cabe señalar que, después de haber sido, en su momento, centro de atención mediática por considerarse como una inmigración ejemplar, no queda en la actualidad ninguna huella de estos inmigrantes en los archivos disponibles de la Dirección Nacional de Migraciones ni en el Ministerio del Interior.
Los responsables y funcionarios consultados al respecto, pensaban que se habían ido todos, solo mencionan “esa inmigración de lujo que fracasó…”. Tal vez sea porque las autoridades argentinas habían esperado por lo menos mil familias de colonos, agrupadas en cooperativas agrícolas especializadas y ejemplares, en la tierra de promisión.
Entrevista a D. Sergio Rodríguez:
Don Sergio no es un habitante más de Rosario de Lerma, es tal vez uno de los más importantes hombres comprometido con la cultura y la historia rosarina de los últimos sesenta años, de la extensa charla mantenida, se extrae para la ocasión sus vivencias con los colonos argelinos franceses arribados a en la década de los sesenta:
Cuál es la historia que vivió aquí... desde su experiencia como era la sociedad de Rosario de Lerma, esas cosas que muchas veces no se comentan, no se registran en los libros?
“…Cuando yo vine a Rosario de Lerma, allá por 1950, me gusto de rosario que no vi, no padecía de diferencia de clases, eso me llamo la atención, se reunía la juventud en una casa que era de la Acción Católica y no había diferencias de clases podían ser hijos de grandes propietarios o agricultores, profesionales, de médicos, etc... Se juntaban con otros muchachos de menor nivel económico, no había diferencias... entonces eso me gusto, me llamo la atención.... además me gustaba una chica de aquí de Rosario.... Bueno eso fue lo que determino en definitiva que Rosario de Lerma me terminara de gustar del todo…”
“…Toda mi juventud, hasta la 20 años había pasado en Salta, capital…tenía mis amigos... los muchachos que se habían criado cerca mío… salíamos juntos a hacer las barbaridades bohemias de esos tiempos... así como vine a parar a Rosario de Lerma y me quede, ahora si volviera a Salta seria un forastero... Rosario de Lerma me adopto y yo lo adopte a Rosario….”
“…Por eso estoy aquí, He vivido diferentes épocas de Rosario, diferentes momentos, vi lo todo lo que pasaba, vi cosas muy lindas ... vi cosas un tanto más triste, vi cosas un tanto irrazonables también, pero estas cosas ocurren en todas partes... así que le debo adjudicar a la suerte esta forma de vida que me ha dado Rosario y las cosas que debería achacarle, más bien las olvido, como que son hechos que fueron inevitables.... como decía José Hernández o mas bien Martin Fierro “…la memoria es un gran don, calidad muy meritoria y aquellos que esta historia sospechen que les doy palo, sepan que olvidar lo malo, también es tener memoria…”.
“…Entonces estas cosas pasan y uno va viviendo, vi cosas en Rosario de Lerma, algo que me impacto.... Porque siempre he tenido espíritu colaborador.... entonces cuando… siempre que me pidieron, porque de joven participe mucho, en cooperadoras escolares, en comisiones directivas de clubes, de agrupaciones de gauchos… en donde no habré estado metido, en una cosa u otra... organización de festivales.... que uno siendo joven puede desarrollar sin cansancio...”
“…De ahí vi, una de las cosas que recuerdo la llegada de los colonos franceses de Argelia que vinieron a tomar la posesión de lo que había comprado el gobierno francés que era la Finca Carabajal… así que bueno en esas circunstancias, el Intendente era D. Ernesto Nicolás Mandaza y, el me pido que organizáramos la recepción de esta gente y se hizo en lo que era la antigua hostería, donde después fue el centro entomológico, donde es ahora el CONICET y, bueno se los recibió con un agasajo... teníamos que considerar que no eran inmigrantes tradicionales, no eran los que venían con la bolsita en la punta del palo…”
Claro venían huyendo de la política y de toda la decidía que fueron pasando por Argelia....
“…Habían perdido todas sus cosas en el territorio argelino, tuvieron que salir tan bruscamente de allí, que yo creo que casi todos tuvieron que salir con lo puesto, naturalmente salieron familias completas, creo que eran veintidós familias, todos con hijos, algunos con hijos grandes otros más chicos, ahora no recuerdo que hubiera algún bebe en estas familias... los bebes fueron luego argentinos…”
“…Así fue, como le digo, la recepción… incluso yo prepare un tipo de poema para darles las bienvenida, incluso algunos de ellos se intereso, creo que era un tal señor Dalmas, y se publico el diario Le Monde de Paris esta poesía dedicada a la recepción de los colonos franceses por lo menos es lo que me comentaron después...”.
“…Sabían que la producción de aquí era el tabaco así que se dedicaron al tabaco algunos sabían algo de la tierra otros no tenían ni idea lo que era cultivar algo… así que para algunos fue un cambio porque allá cultivaban vid, legumbres y cosas así pero del tabaco no tenían ni idea… de todas formas aquí toda la gente del campo es la que manejan esos temas, bueno avanzaron...”
“…Después poco a poco fueron dejando la actividad esta , algunos se fueron no sabemos a dónde, vendieron, a parte vinieron con mucha cantidad de herramientas para el trabajo agrícola traían tractores, creo que cada familia traía dos tractores, maquina cosechadora una maquina por cada dos familia... herramientas en conteiners… para cada familia era un conteiner de herramientas, era impresionante la cantidad de herramientas, que algunas ni conocíamos... así que era importante todo lo que trajeron…”
Ellos se establecieron en todo Carabajal solamente?
“…En realidad Finca Carabajal era prácticamente todo Carabajal.... algunos de la familia, de los hijos del propietario, del padre de esta familia Isasmendi, que era don Severo Isasmendi, algunos no vendieron su parte, creo que fueron uno o dos que no vendieron, o vendieron una parte y se quedaron con otra, pero la mayoría vendieron todo lo que correspondía a la finca Carabajal…”
“…Así fue que como le digo trabajaron, todos… casi todos vivían acá en el pueblo, en Rosario de Lerma, es decir no vivían en la Finca…”
Acá tenían una vida social activa, participativa con la población o solamente se cerraban en su comunidad
“…No digamos que ellos eran en este caso… eran una suerte de patrones de su lugar pero con la gente de Rosario de Lerma, la gente digamos más conocida.... porque ellos las reuniones permanentes las hacían en la hostería entonces con la gente que se relacionaban eran con las más conocidas más cercanas del pueblo, pero si hacían sus tertulias, como hoy diríamos una picada… el anisete que venía hacer el anís turco con agua y las aceitunas negras eso lo aprendimos bastante bien en esos tiempos…”
Ellos se adaptaron en forma dispar a con respecto a nuestras costumbres o no
“…No... no porque después le empezaron a tomar afecto al asado a todas esas cosas que se hacían y a veces invitaban a sus casas, yo he recibo invitaciones y he concurrido a sus casas .... Eran muchos colonos franceses pero de origen español, algunos, entonces no había problemas de idioma, entonces íbamos chalábamos, por supuesto sabían los dos idiomas, así que el francés que no sabía español siempre había alguien que se lo traducía incluso algunas palabras sueltas ya nos entendíamos…”
“…Yo tuve suerte de tener algún amigo entre los jóvenes que habían venido, porque yo también era joven, porque vinieron en el año 65, entonces nos relacionamos bien, nos encontrábamos para diversas actividades juntos, ya sea de salir a cazar perdices o cosas así que a ellos le gustaban y a nosotros también…”
Claro había puntos en común porque ellos eran colonos allá en Argelia, entonces la campiña y todas esas cuestiones las asociaban a sus recuerdos no?
“...si claro…”
Es cierto, según escuche por ahí que izaban su bandera como un sentido de pertenencia o no es así?
“…Si alguien lo vio corre por su cuenta, yo a eso no lo vi…”
Si porque a veces se cuentan cosas que en realidad no son o por ahí algún acto lo transforman en algo místico...... cuanto tiempo duro la estadía masiva de estos argelinos franceses?
“…Yo diría que varios años estuvieron aquí, pero ya le digo se fueron diseminando.... ahora con el asunto este de la bandera, calcule que se veía mucho antes que por ejemplo los españoles, cuando era una fiesta patria argentina, ponían las dos banderas, así que no habría de extrañarse que un 9 de julio o un 25 de mayo pusieran una bandera argentina y una francesa no se me parece que no hubiera llamado la atención…”
Claro porque aparte ellos participaban de las fiestas patrias?
“…Desde ya, colaboraban... cuando se hacían carrozas y esas cosas, colaboraban siempre, ya sea con tractores y otras cosas... estaban relacionados con la gente del pueblo yo jamás he visto que hicieran algo que desmejoraran la imagen de la Argentina como país que los acogía... yo creo que tuvieron siempre respeto por esas cosas dentro de su cultura…”
“…Incluso le doy un dato, converse con un señor que vino aquí a mi casa, conversamos en este lugar, ya era un señor grande, tenía un hijo que se había salvado de milagro lo habían tratado de degollar allá en Argelia tenia la marca en el cuello y todas esas cosas y , me dijo "mire yo de esta producción, de este tabaco yo no sé nada, yo allá producía en la vid, tenia viñedos ... yo vendo esto que me dieron y me voy ... ya hice los arreglos... ya tengo comprado en Rio Colorado, en Rio negro... voy a poner manzana porque eso se...".
Claro está asociado con viñedos y demás...
Claro, entonces hubo gente así.... después hubo gente que eran escritores... por ejemplo había uno que era piloto de avión de manera que no tenían mucho conocimiento de la tierra sobre todo de la relación con la gente de campo nuestra,,, porque la gente de campo nuestra no era como el árabe del desierto, en eso algunos que se lo podría señalar como único o algo así, pudo haberse equivocado en el trato con la gente nuestra ,,,, pero inmediatamente se dieron cuenta como era aquí ,,,, porque allá aparentemente todo era de señaladas diferencias ... entonces alguno pensó que iban a venir con las mismas formas con que trataban a un árabe de Argelia…”
Fundamentalmente a la mujer y a las otras castas....
“…Esas cosas.... pero, tenían su limitaciones pero de fondo eran gente de trabajo…”
Se pudieron unir las familias... hubo algún casamiento con argentinos o con argentinas....
“…Si... yo estuve en un casamiento, no con una argentina precisamente, sino con un muchacho que era muy amigo mío y había dejado una novia en Francia, en Marbella, y la hizo venir, yo no sé si se casaron por poder o algo así.... de manera que cuando ella vino aquí vino directamente a la ceremonia que se hizo aquí... mi señora y otras la ayudaron la vestimenta para el acto.... y después los que se fueron casando con argentinas fueron los hijos, digamos los jóvenes que vinieron solteros y solteras, si se fueron casando con los muchachos de aquí de Rosario… tenemos el caso, de lo que yo me acuerdo en este momento, de la chicas Lesevanto que se caso una con un muchacho Aldeon, otra con un muchacho Quinteros ... varios se fueron casando con muchachos de aquí .... El mismo Pedro Liberatto que fue uno de los que vino, se caso con una salteña y después entro en la política y hasta hace poco fue Senador…”
Si fue redundante en el ámbito político local
“…Si Pedro Liveratto también vino con el grupo de esta gente, como hijo de la familia Liveratto se integraron digamos…”
Hablando de este señor Liveratto creo recordar que cuando fui a carabajal tiene ahí todavía una pequeña finca....
“…Yo no se... no toque eso porque no se bien, porque la madre de ellos, porque Pedro tiene un hermano, Humberto.... era la que le organizaba las cosas... no sé cómo han quedado no tengo idea desconozco…”
Bibliografía:
GAIGNARD, Romain, 1968. La faillite de l’expérience de colonisation des “pieds noirs”, Paris, Les cahiers d’outre mer.
STORA, Benjamín, 1997. Histoire de la guerre d’Algérie, Paris, La Découverte.
VERDEAU, Geneviève, 1994. L’émigration desFrançais d’Algérie, Maîtrise, Univ. Paris 1.
VERGES-LEROUX, Janine, 2001. LesFfrançais d’Algérie, Paris, Fayard.
Archives du Consulat de France à Buenos Aires.
Archivos de Dirección Nacional de Migraciones y Ministerio del Interior.
Diarios La Nación, El Clarín,
(1) La traducción seria pie o pata negra, apodo impuesto por los árabes en Argelia
(2) Paris Press I´Intransigeant del 26 de julio de 1962.
(3) E l enviado del Diario Le Monde informa: “… Escuchando hablar y observando vivir a los miembros del grupo de Salta –hombres y mujeres– uno tiene la impresión de que están en plena luna de miel con las autoridades provinciales, con las gentes del país, con los comerciantes, con los obreros, con la tierra misma que ellos esperan luego gozar entre sus dedos de conocedores para rendirnos testimonios de su buena consistencia…” (Le Monde, 1966, p. 3).