El Angel Caido |
Un entramado de relaciones vitales y discursivas hace de los textos de Juana Manuela Gorriti (sin ninguna duda, la principal escritora argentina del siglo XIX) una pieza imprescindible para la reconstrucción de la cultura sudamericana -y especialmente argentina- del período. El circuito de los periódicos así como la poca correspondencia acequible, la exhibición de las tertulias y las relecturas de la historia nacional realizadas en torno a algunos personajes-clave del espesor de Rosas o Güemes la sitúan, empedernidamente mujer entre los hombres, en el límite en el que la épica patria, la biografía, la escritura memorialista y la ficción van a converger para escamotear los datos privados y elaborar el encomio de su genealogía. Patronímicos y gentilicios plurales sostienen su nombre para un contraste en el que los compatriotas, los políticos, la fiebre de la Bolsa de Comercio y las competencias del mundo intelectual resultan mezquinos, y la guerra de Independencia se convierte en indiscutido paradigma.
La escritora del triunfo de la femineidad y los derechos de la mujer queda, sin embargo, inmersa en las contradicciones que su contexto le imprime. Demasiado romántica para ser estéticamente vanguardista, demasiado emancipada para resultar tradicional, Juana Manuela Gorriti corre y descorre a lo largo de sus textos los perfiles de la mujer que idealiza para las demás (virgen, esposa, madre).
La suya, por lo tanto, es una escritura oscilante junto a los procedimientos que permiten a la autora y a la narradora sustraer el cuerpo y sustituir ese vacío pendiente en el espacio público con los episodios de la historia nacional, la historia de los otros (fundamentalmente de los varones: su padre o inclusive el Gral. Belzú, cuando el encuadre excede a la Argentina).
II. El rey chico
III. La voz del corazón
V. El pacto
VI. La cita
VII. La fuga
VIII. El asesinato
IX. El voluntario
X. La leona
XI. El reclamo
XII. Escenas de a bordo
XIII. El rapto
XIV. Revelaciones
XV. El encuentro