Por Gustavo Flores Montalbetti
Para un concienzudo estudio de la cerámica arqueológica que aparece principalmente en el Noroeste de nuestro país, los investigadores la han ido clasificando de acuerdo a ciertos parámetros previamente establecidos a lo largo de los años y han elaborado un cuadro cronológico que nos permite apreciar las variedades que resultaron mediante la aplicación de conocimientos y procesos basados en ciertos rasgos, y principalmente en los métodos y técnicas que aquellos grupos nativos aplicaron para la elaboración de los objetos que forman parte de esta manifestación cultural como el resultado de sus modos de expresión, acordes a como se posibilitó el ambiente en que se desarrollaron y a determinados parámetros cosmogónicos que como sociedad fueron adquiriendo.
Trabajo arqueológico en Ojo de Agua
Es a partir de la aparición de este elemento diagnóstico que sus restos comenzaron a clasificarse bajo el rótulo de “Culturas” estableciendo un cuadro espacial sencillo al que se puede adjudicarla: el Período Temprano corresponde a lo más antiguo, el Período Medio hace alusión a la finalización del primer milenio de nuestra Era, y el Período Tardío a la última etapa de expresiones nativas puras. Luego están los que se refieren a la imposición de lo inkaiko y posteriormente a lo europeo.
Es el ámbito del departamento de General Güemes el territorio provincial al cual corresponden los sitios arqueológicos que contienen la alfarería más antigua del Noroeste y del país. Hasta poco tiempo atrás se venían estudiando como dos entidades culturales diferentes, una con tipos alfareros utilitarios y otra con tipos alfareros suntuarios. Es decir, un grupo de alfarería que puede o no presentar alguna forma de decoración, llámese figurativa, corrugada, incisa, etc., como la primera de las mencionadas, y como su nombre lo indica se usaba para los quehaceres domésticos y para contener líquidos y/o alimentos. En muchos casos esta alfarería es más bien rudimentaria y poco elaborada. En cambio, la otra es más suntuosa, es decir mejor elaborada y con técnicas más depuradas, presenta una decoración de excelencia con grabados o pinturas, o bien una combinación de ambas, y se encuentra siempre asociada a los contextos funerarios y a los ceremoniales.
Los grupos que ocupan la presente crónica son: el Complejo Cultural San Francisco y el Complejo Cultural Vaquerías, y aparecieron estrechamente asociadas en los sitios de Ojo de Agua, Buenaventura, El Bajo, Arroyo de Pintos y Cobos II, entre otros. Debido al coste internacional para la realización de estos estudios específicos solo tenemos fechados con cronología relativa o comparada; pero de todos modos son de indudable certeza. Para estos grupos culturales, ahora Cultura San Francisco-Vaquerías las fechas asignadas corresponden al 620 a. C. -más o menos 50 años aproximadamente-, lo que nos permite estimar una antigüedad de 2.600 años.
