Historia
del Panteón de las Glorias del Norte |
Por Roberto Gerardo Vitry
"Que si la libertad de América tuvo su origen en Buenos Aires, el baluarte de la Independencia Argentina fueron las Provincias del Norte de la Nación, siendo su reducto principal la Benemérita Provincia de Salta..." expresa en su considerando el Decreto Ley 106 del 19/09/1918, que autoriza la creación del "Panteón de las Glorias del Norte de la República", inaugurado en el interior del templo de la Basílica Catedral el domingo 20 de octubre de 1918 por el entonces Interventor Federal de Salta, doctor Manuel Carlés, y bendecido por el Obispo de Salta, monseñor don Gregorio Romero. Y agrega: "Con este objeto la Intervención Nacional ha coordinado con el Prelado de la Diócesis de Salta y el Capítulo de su iglesia Catedral, erijir en ésta en "Panteón de las Glorias del Norte de la República"... para guardar las urnas cinerarias de los generales Güemes, el incorruptible; Alvarado, el ecuánime, y Arenales, el austero."
Sin embargo, el artículo Nº2 del Decreto Ley establece taxativamente que "Una ley de la Legislatura discernirá en cada caso el ínclito honor" a rendirse, en clara alusión a los ingresos posteriores de los restos de los Guerreros de la Independencia en tan insigne recinto. Hasta hace poco eran siete las urnas conteniendo restos cinerarios de los patriotas ingresados y una mención simbólica -que no podía faltar-, al Soldado Desconocido de la Patria.
Para la inauguración del 20 de octubre de 1918 se encontraban presentes únicamente los restos de los generales Martín Miguel de Güemes y Rudecindo Alvarado. Cronológicamente los ingresos de las personalidades cuya memoria se venera allí, fueron los siguientes:
* 1934: doctor Facundo de Zuviría, bajo el Gobierno del doctor Alberto B. Rovaletti y el obispado de monseñor Julio Campero y Aráoz.
* 1945: Soldado Desconocido de la Patria, Interventor Federal doctor Arturo S. Fassio.
* 1950: Comandante General de Armas de la Provincia -título otorgado por el general Güemes siendo éste Gobernador de Salta-, don José Antonino Fernández Cornejo, gobierno del doctor Oscar Héctor Costas.
* 1954: doña Martina Silva de Gurruchaga, Capitana del Ejército de la Patria, distinción conferida por el general Manuel Belgrano. Gobierno del doctor Ricardo Joaquín Durand.
* 1959: Brigadier General Juan Antonio Alvarez de Arenales, fallecido en Moraya, Bolivia, en el año 1831 en la casa del Coronel José Manuel Pizarro y sepultado allí en el osario común a excepción del cráneo, conservado por el Coronel Pizarro y entregado a doña Josefa Arenales de Uriburu, su hija y esposa del Coronel Evaristo de Uriburu en la ciudad de Buenos Aires. Recién en mayo de 1959 llegaron a Salta los restos del Brigadier General Arenales al sitial que tenía reservado dentro del "Panteón de las Glorias del Norte de la República", tras cumplirse una emotiva ceremonia cívico militar en el templo mayor de Salta. Gobierno de don Bernardino Biella Maggi.
* 1963: General Eustaquio Frías, verdadera "Gloria militar de Salta" al decir del doctor Manuel del Campo, presidente del Centro de Residentes Salteños en Buenos Aires, quien agregó "que al cabo de 70 años de su fallecimiento sus restos pasan a descansar definitivamente en suelo salteño", manifestando que los mismos "estaban depositados en una urna construida con material bélico quitado al enemigo." Intervención Federal del ingeniero Pedro Félix Remy Solá.
En el ingreso de los restos de los últimos cinco honrados por la historia, entre 1945 y 1963, tuvo participación el primer arzobispo de Salta monseñor Roberto José Tavella siendo éste, igualmente, el propiciador del ingreso de la Capitana del Ejército doña Martina Silva de Gurruchaga a tan ilustre sede. Para ello en Ministro de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública, don Jorge Aranda, firmó el Decreto 32/54 con la autorización correspondiente para tal fin.
Lo que se ignora del ingreso clandestino de las cenizas de doña Carmen Puch de Güemes al Panteón, es conocer quienes dispusieron del mismo ya que al parecer, el Gobierno de Salta, nada tuvo que ver con el mismo, en razón de que se habrían ordenado los honores correspondientes por parte de la autoridades provinciales.
Es un acto de justicia histórica que se le rindan a doña Carmen Puch de Güemes las honras merecidas ya que allí, en tan ilustre proscenio, volverá a encontrarse con su amado esposo.
El monumento del Panteón
Desde la creación misma del Panteón de las Glorias del Norte de la República se pensó en el proyecto de erigir un monumento para albergar allí los restos de los Guerreros de la Independencia. Se le encomendó al arquitecto Belgrano Alberto Blanco el proyecto de la obra, el que finalmente fue aceptado pero jamás construido. En principio se fijó para su emplazamiento el jardín del Palacio Arzobispal, en Belgrano y Mitre, pero esta iniciativa no llegó a concretarse nunca.
Foto publicada en la revista Caras y Caretas. 20 de octubre de 1918: Acto solemne de inauguración del Panteón para los Héroes del Norte.
Artículo extraído de la Revista Nexo