Bernardino Biella

Nació en Cafayate el 17 de mayo de 1908, desde la niñez residió en esa localidad para posteriormente trasladarse a la ciudad de Salta juntamente con sus padres asistiendo y egresando de la Escuela Benjamín Zorrilla de dicha ciudad.

Siendo adolescente comenzó a trabajar en la actividad comercial en un negocio de ramos generales en Embarcación y estudiando libre Contabilidad. Posteriormente se casó. Empezó su actividad independiente en la parte comercial y empresaria y de allí en más se convirtió en un gran creador de fuentes de trabajo mediante distintas actividades comerciales e industriales, depósitos de frutas del país, obrajes, bodegas, la primera planta automática de fraccionamiento de vino de Salta y la primera compañía cinematográfica y de publicidad. Se dedicó también a la construcción con una industria de bloques livianos, los primeros que se fabricaron para el Banco Hipotecario, construyendo varios edificios tradicionales en el casco urbano de la ciudad. En el año 1957 junto a Roberto Romero y a Jorge Raúl Decavi fundó la empresa Horizontes para la adquisición del diario El Tribuno que había sido expropiado por la Revolución Libertadora.

Era militante radical, Presidente del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical y en el año 1958, liderando el grupo frondizista asume como Gobernador de la Provincia con el 75% de los votos. No completó el período de gobierno debido a uno de los tantos planteos de que era objeto el entonces Presidente de la República, el doctor Frondizi, por un sector del Ejército que respondía a intereses golpistas y reaccionarios. Había depurado, durante su gestión, mecanizado, pertrechado y disciplinado la policía y puesto al servicio de la democracia, la Constitución y la seguridad de sus comprovincianos.

Designó, durante su gobierno, gente de diversas ideologías, peronistas, socialistas, conservadores, balbinistas, tanto en el Ejecutivo como en la Justicia, ateniéndose exclusivamente a su capacidad e idoneidad. Salvo precisamente de donde venía, con la Unión Cívica Radical del Pueblo, las relaciones de su gobierno con los demás partidos políticos fueron normales y constructivas.

Por medio de sus representantes, en la época de su gobierno, Salta encabezó en el Congreso Nacional la defensa de la postura del subsuelo para las Provincias y aún cuando no haya prosperado se logró un considerable aumento de los porcentajes de las regalías petroleras y de gas. Los recursos económicos con que se construyó el gasoducto de Chachapoya a San Lorenzo en Santa Fe fueron aportados por la Nación, los de la red de gas de distribución domiciliaria fueron afectados por la Provincia.

Entre las numerosas obras de su gestión al frente del Ejecutivo Provincial, podemos contar con la electrificación de diversas zonas del interior, pavimentación urbana, viviendas, nuevos hospitales, equipados con la mejor tecnología de la época, se equipó a las reparticiones técnicas de los municipios con modernas máquinas, se dio el Estatuto del Docente, se equipararon los sueldos de los docentes con los más elevados del País.

Tiene la inteligencia de consustanciarse con la Iglesia y con la Confederación General del Trabajo. Un diálogo permanente y por ello no afronta huelgas ni paros; el pagos de sueldos a los empleados y a los jubilados se cumplen en tiempo y forma; la buena administración de los recursos del Estado no lo obliga a recurrir a la Nación. En los dos años de gobierno –interrumpido por una intervención federal, sin fundamentos lógicos- vuelca todos sus esfuerzos a favor de las obras públicas en todas sus dimensiones. Asimismo, en lo social y político, ofrece garantía y pleno goce de la libertad constitucional; con los beneficios que aporta la Lotería Salteña se destina a fines sociales; se otorga subsidios en beneficio de entidades culturales, religiosas y deportivas; entrega el edificio ubicado en calle Buenos Aires a la CGT y se condonan deudas impagas a siete gremios; se crea la Bolsa de Trabajo; se implanta el juicio oral y se habilitan los tribunales en Orán y Metán; se estimula la producción literaria, artística y científica; se crea la Federación de Entidades de Bien Público que asesora al Gobierno sobre los problemas de las villas y promulga la ley sobre la obligatoriedad de la declaración patrimonial de los altos funcionarios públicos.

Falleció el 25 de diciembre del 2001 en la ciudad de Salta a los 93 años de edad. En reconocimiento de este hombre de bien, autor de dos libros: “Perfil del tiempo” y “Meditaciones”, el Concejo Deliberante en el año 2003 resolvió asignar con su nombre una calle ubicada en el barrio Tres Cerritos. La legislatura salteña también le tributó su merecido homenaje a este hombre, Don Bernardino Biella, un sello marcado a fuego sobre el respeto a la democracia y de los derechos del hombre.

* Fotografía y datos proporcionados por Andrés Mendieta.

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