
                    Lo Giúdice nació en Campo Santo, en Salta un 17 de febrero  de 1900. 
                    Fue hijo de Don Pablo Lo Giúdice y Doña Matilde Longo  Saluzzi, ambos de origen italiano.
                    Sus primeros estudios los realizó en la escuela Dr. Benjamín  Zorrilla, luego ingresa al Seminario Conciliar de Salta, a cargo de los  sacerdotes de la congregación del Verbo Divino. En dicho seminario, José cursa  humanidades y filosofía con excelentes calificaciones. También estudia canto y  música.
                    Hacia 1921, viaja a Italia para estudiar en la escuela de  Florestano Rossomandi en el Real Conservatorio Nazionale di Napoli. Estudia  composición y armonía, el eximio profesor por un periodo de cuatro años.
                    
                    De regreso a la Argentina, tras una temporada en Buenos  Aires (donde se establece para estudiar música popular y observar el desarrollo  del tango), se dirige a Chile y Bolivia en cuyos países dirige e integra la  Orquesta Típica argentina «Basiglio-Giúdice», en la que introduce la música  porteña.
                    La orquesta estaba conformada por: José Basiglio en violín,  Humberto Tallo en bandoneón, Néstor Portocarrero en percusión. Lo Giúdice se  encargaba del piano y la dirección. También formaron parte los bandoneonistas  José Ciardi y Santiago Masssoia. En ambos países desplegó una extraordinaria  actividad musical, haciendo gustar particularmente al tango, a la vez que  compuso y editó varias páginas, tales como «Alma Paceña» y «Lamento quechua»  (primera transcripción del charango al piano). Estos tangos fueron editados por  Víctor Loayza como: «Barra fuerte», «Lágrimas de un tango» (Ed. Julio Korn  Buenos Aires), «Por mi culpa», «Como los zorzales», «Pervertida» hecha con  Marfa Ossio y «Pobre cieguita»; hecha con Natalio Sánchez Rodrigo. Estas obras  quedan incorporadas al repertorio nacional argentino y boliviano. Luego integra  los primeros grupos de difusión folclórica, alentando estas manifestaciones  desde sus funciones en cargos públicos provinciales.
                    Adquiere conocimientos de folclore amerindio e idiomas como  el Quechua y el Aymara. Hay constancia de que permaneció en Bolivia hasta  Diciembre de 1931.
                    En la década de 1940, retornó a Salta con un bagaje de  conocimientos y experiencias que habrían de diseñar su perfil musicológico y su  singular capacidad creadora, no obstante su inalterable modestia.
                    En 1943 viajó a Mendoza en busca de trabajo. Estuvo alojado  en la casa de familia de su amigo Jesús Álvarez Conde. Establecido  posteriormente en Salta, contrae matrimonio con Josefa Quintero. Tienen cuatro  hijos: Lucía Matilde, Juan Pablo, José Víctor y María Rosa.
                    
                    Desempeñó diversas funciones públicas y recibió  distinciones. Fue Director de la Emisora Oficial L.V.9 Radio Provincia de Salta  desde 1946 a 1949.
                    Compuso además sonatas y romanzas para piano, cuatro  cuartetos para cuerdas, un «Adagio Cantabile», para violoncelo y piano,  diversas páginas corales, siendo las más notables el «Himno de la Universidad  Católica de Salta» (letra de Luis D'Jallad) y la música del «Himno del  Bachillerato Humanista Moderno de Salta» (letra del R.P. Avellaneda). También  escribió una obra para orquesta titulada «Danza».
                    No obstante no haber publicado ningún trabajo, tiene  escritas diversas piezas literarias. Es que su grandeza de alma, su gran  calidad artística y su vasta cultura han permanecido en silencio –como ocurre a  veces con los verdaderos talentos- pues vivió retraído en el silencio de su  hogar, dedicado al arte, el estudio y la meditación. 
                    José Lo Giúdice falleció en su ciudad natal el 25 de marzo  de 1971.