Por Gustavo Flores Montalbetti 
                  Alonso de Vera y Aragón y Calderón o bien Alonso de  Vera y Aragón "el Cara de Perro" (Estepa de Sevilla, Andalucía,  Corona de España 1553 – f. gobernación del Río de la Plata y del Paraguay,  1604) era un conquistador, explorador, colonizador y funcionario colonial  español, que fuera el fundador de la ciudad de Concepción de Buena Esperanza en  1585, en la región del Chaco Austral, y nombraría como alcalde a Hernandarias  de Saavedra, convirtiéndose él mismo en el citado año en el primer teniente de  gobernador de Concepción del Bermejo.
                  EL PRIMERO EN EL RIO BERMEJO
                  Según la Probanza de Méritos y Servicios del entonces capitán  general de la ciudad de Nuestra Señora de Talavera de Madrid de Esteco -Esteco  El Viejo-, don Juan Gregorio Bazán y a una carta inserta en ella enviada por  don Alonso de Vera y Aragón, refiere a que este último “descubrió la  tierra en torno al Río Bermejo y al Paraná” (en realidad hay un error porque el  río que indicaba era el Paraguay).  Por otro lado hay algunos historiadores que  dan por sentado que fue don Juan Gregorio de Bazán quién entró al Chaco con  cuarenta hombres en una expedición que llegó hasta el río Bermejo y regresó sin  perder siquiera uno solo, aunque de ello no existe registro sino solo versiones.  Revisando los escritos de la  época y de acuerdo con lo manifestado por don Roberto Levillier en su voluminosa  transcripción sobre los Gobernadores del Tucumán, ratifica a don Alonso de Vera  y Aragón, apodado Cara de Perro por el gesto hosco de su rostro, quién en el  transcurso del año 1.568 fue el primer español que dio noticias ciertas sobre  el Río Bermejo; tal como lo describe el gobernador del Tucumán don Juan Ramírez  de Velazco en una carta a S.M. fechada el 10 de febrero de 1.588.
Lo cierto  es que la marcha que hiciera Alonso de Vera y Aragón se inició en la ciudad de  Esteco, como una de las fundadas por los españoles y de las pocas que aún lograba  mantenerse erguida resistiendo las esporádicas avanzadas de los pueblos nativos  en plena “Frontera del Gran Chaco”, que operaba como punto de contacto a mitad  del largo trayecto que comunicaba a las de Santiago del Estero y Tucumán con  las de Charcas y Potosí. Aquellos expedicionarios atravesaron “la extensa  Provincia del Chaco que confina con los chiriguanaes y llegaron a la tierra en  torno a los ríos de Bermejo y Paraná” (Paraguay)  en una tropa formada por sesenta hombres bien  pertrechados y montados con rumbo al naciente hasta llegar al Bermejo, de allí siguieron  su curso aguas abajo por unas cuarenta leguas hasta casi su desembocadura en el  Río Paraguay, sin haber tenido a su paso encuentros con pueblos hostiles que  habitaban la región, sino todo lo contrario. Don Alonso de Vera y Aragón pudo fundar  en dicho viaje la ciudad de la Concepción  de la Nueva Esperanza del Bermejo en un lugar en que existía un pueblo  nativo llamado Hipiti o Ypiti de los Hohoma -Nación de los Frentones- el día 15  de abril de 1.585. Dicha fundación tenía el objetivo principal de llegar a ser  el eje de comunicación entre las ciudades de Esteco y Asunción, lo que no llegó  a cumplirse.
                  Hay que mencionar al expedicionario Alejo García, navegante  portugués al servicio de la corona española que tomó parte de la marcha de  navegación en que murió Juan Díaz de Solís en 1.516, y al zozobrar una de las naves,  quedó abandonado con otros tripulantes. Con seis de ellos se dirigió al norte y  atravesaron parte del Chaco hasta tomar contacto con el inkario siendo  protagonistas de sucesos extraordinarios para la época; pero esa es otra parte  de la Historia.