Rodolfo
Leandro PLAZA NAVAMUEL
Fueron sus padres , el tercer marqués
del Valle de Tojo, don Juan José Manuel Gervasio
de Martiarena y Fernández Campero y doña
María Josefa Ignacia Pérez de Uriondo
y Martiarena. Nació en San Francisco de Yavi,
y fue bautizado a los seis días de edad, el 15
de junio de 1777.
Caballero de la Orden de Carlos III, en la
que ingresó el 6 de diciembre de 1795. Cuarto
Marqués del Valle de Tojo. Encomendero de los
Pueblos de Casabindo y Cochinoca . Intervino en la guerra
de la Independencia, a un principio defendiendo la causa
del Rey, y luego la causa de Mayo. En efecto, se encontró
en la Batalla de Suipacha por orden de las autoridades
españo-las, donde, según el biógrafo
Jacinto Yaben, Campero “fue vencido y dispuso
su ánimo en favor de los patriotas. Cuando el
general Tristán avanzó sobre Belgrano,
en agosto de 1812, al pasar por Salta, dio el mando
militar de Jujuy y Salta, al marqués Fernández
Campero. El trato con las damas de Salta - prosigue
Yaben - inclinó nuevamente su ánimo en
favor de los patriotas; sin embargo, en la Batalla de
Salta comandaba fuerzas realistas de caballería,
que apoyaban las avanzadas de Tristán. Pero cumpliendo
la palabra empeñada a doña Juana Moro,
facilitó la vic-toria de Belgrano, huyendo por
las lomas de Medeiros. Belgrano lo nombró comandante
general de la zona de Yavi, extendiéndole los
despachos de coronel de Ejército y de coronel
mayor gra-duado. En sus posesiones de Yavi, sostuvo
las avanzadas de los realistas” .
Fernández Campero se desempeñó
por lo menos en dos períodos, como alcalde ordina-rio
de Primer Voto de la Villa de Tarija; fue electo diputado
por Orán en 1810. Luego, en febre-ro de 1813
fue designado Gobernador Intendente de Salta del Tucumán
en reemplazo del coro-nel de milicias, doctor José
Márquez de la Plata, hasta el 20 del mismo mes,
en que Manuel Belgrano también por breve lapso,
se hace cargo del gobierno.
El profesor Carlos Reyes Gajardo lo define
como un “español de estirpe, americano
de nacimiento y patriota por elección. En Yavi
y Tarija tenía sus ganados y riquezas”
. El historiador boliviano Luis Paz, por su parte, afirma
que Campero “se plegó a la causa patriótica,
siendo sus tendencias más peruanas que argentinas
(…) era por los recursos que disponía y
por la po-pularidad de su nombre en el Alto Perú,
un valioso contingente que cooperaba de una manera eficaz”.
Levantó a su costa un crecido número de
tropas, que denominó “Regimiento Peruano”,
con esta división - añade Luis Paz - cubrió
la boca superior de la quebrada de Humahuaca mien-tras
el ejército de Rondeau permaneció en Jujuy
y a su retirada no trepidó en ponerse a las órde-nes
de Güemes, obrando en todo de perfecto acuerdo
con él. El escritor Aráoz Campero, dice
del Marqués, que “financió al Ejército
Auxiliar Argentino invirtiendo doscientos mil pesos
en moneda de aquel tiempo y prestó al gobierno
del Perú trescientos mil pesos, suma que no fue
devuelta a sus herederos”. Y agrega: “Elegido
Diputado por Chichas al Congreso de Tucumán -
siguiendo a Luis Paz, prosigue -, no se incorporó,
porque estaba sosteniendo la insurrección de
Yavi, como jefe de Vanguardia de Güemes…”
.
El genealogista Jorge Zenarruza, sobre las
postrimerías de don Juan José Fernández
Campero, escribe: “Tomado prisionero (pese a la
generosa ayuda que le prestó el oficial don Bonifacio
Ruiz de los Llanos, cediéndole su mula), en la
conocida sorpresa de Yavi (1816), fue remitido preso
al Callao y, luego, embarcado con destino a España.
Murió (viudo) en la ciudad de Kingston (Jamaica)
el 22 de octubre de 1820” . Se dice que sus restos
permanecen todavía en el cementerio de Kingston,
desde el 28 de octubre de ese año, pero también
es sabido que no se conoce la ubicación exacta
de su tumba. Don Juan José Fernández Campero,
víctima del mismo infortunio de tantos patriotas
que reposan anónimos en algún lugar de
nuestra América, ojalá algún día
reciba un justo reconocimiento . Contrajo matrimonio
con doña Manuela Ba-rragana (o Barragán)
y dejó descendencia .