Ercilia
NAVAMUEL
Mujer extraordinaria y de avanzada para la
época que le tocó vivir. Se destacó
como educadora, periodista y escritora. Pero por sobre
todo debemos recordarla como güemesiana iniciadora
de los homenajes al “Héroe Gaucho”.
A pesar de sus méritos, fue olvidada
hasta mediados del siglo XX, en que historiadores de
la talla del presbítero Julián Toscano
y el doctor Atilio Cornejo, se ocuparon de ella, escribiendo
su biografía, pero es nuevamente olvidada, siendo
el historiador Sergio Diez Gómez, quién
en 1978 se preocupará de hacerla conocer.
Nació doña Benita en 1878 y
murió el 3 de julio 1928 a los 50 años
de edad. Perteneció a familias tradicionales
salteñas, fue su padre don Domingo Campos y su
madre doña Presentación Saltero. Estudió
en la Escuela Normal, graduándose como maestra
en 1901, ejerciendo como docente en ese mismo establecimiento.
Ejerció luego el cargo de Secretaria del Consejo
General de Educación y después el de Inspectora
General de Escuelas.
Fue periodista del diario El Cívico,
luciéndose con artículos sobre cultura,
historia, moda y observaciones sobre el ambiente social
provinciano. Su producción literaria estaba al
nivel de los más grandes de su época,
como Domingo Guerrero, Luis Peña, Domingo Güemes,
Fernando López, Moisés Oliva y muchos
otros.
Su vocación güemesiana y de escritora,
trascendió las fronteras de la provincia de Salta
y de Argentina, vinculándose con intelectuales
de Chile, Perú y Uruguay. Fue fundadora de la
revista Güemes en julio de 1907, dedicada a temas
históricos y culturales pero especialmente a
recordar la gesta del prócer.
Dice Sergio Diez Gómez: “Este
relevante acontecimiento periodístico, jalona
y define por si mismo, la extraordinaria y vigorosa
personalidad de Benita Campos, porque si la fundación
de una revista, de una categoría intelectual,
no emulada hasta el presente, implica una con-dición
brillante del espíritu, infundirle calor humano,
significa trasponer los umbrales de la vida”.
Ella organizó la Asociación
Pro-Patria, compuesta por importantes damas salteñas,
como Carmen Corbalán, Lola Ovejero, Rosa Aranda,
Mercedes Dávalos Gorostiaga, Inés Sueldo,
y otras. También fue de la iniciativa, desde
su revista, de organizar la Comisión Pro Monumento
al General Güemes, el concurso internacional de
escultores para el proyecto del monu-mento y los homenajes
para el centenario de su fallecimiento en 1921. Propició
la construcción de un Túmulo Recordatorio
del lugar en que fue herido el 7 de junio, sobre la
actual Av. Belgrano, que luego se trasladó a
la plaza del mismo nombre. Participó en la obra
del Panteón de las Glorias del Norte y organizó
en 1925, la erección de un busto del General
Martín Miguel de Güemes, en la Escuela Güemes
que fuera el domicilio de su madre después de
su segundo matrimonio.
Hoy, en los inicios del siglo XXI, ante la
crisis de valores que padecemos, es necesario recordar
a Benita Campos, ejemplo de civismo.