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El Ciego Nicolás y su Carpa de San Lorenzo

 

Por Jorge Virgilio Núñez

Juan Carlos Dávalos en sus Obras Completas tomo I pag. 313 a la 318,  relata, entre tantas cosas  algo sobre los carnavales de San Lorenzo, comentarios como este: junto al palenque, los caballos de los farristas dormían extenuados. ¡ Pobres jacas, que en tres días de zambra soportaron pechadas, tironeos, carreras, sobas y sofrenadas, a lo largo de los caminos pedregosos, cuesta arriba y cuesta abajo…………….

Son muchos los comentarios, situaciones  y anécdotas, que relata con profunda convicción, y una descripción  tan elocuente, que nos  parece verlas.  Sería mucho transcribirlas, más bien los insto a leer las Obras de este grande.

Sí, trataremos de desarrollar en forma austera, parte la historia de la Carpa del Ciego Nicolás de San Lorenzo, casona que se encuentra ubicada, entre las calles, Belgrano y Leopoldo Lugones, casa de los Jorge.

El nombre real del  protagonista fue,   Nicolás   Jorge  (Ciego)

Tenía dos hermanos, Antonio Jorge, quien hasta donde se sabe vivía  en Aguas Caliente., El segundo Gregorio Jorge, que vivía en la calle San Martín al final de la Ciudad de Salta. (El mismo hacía fletes)

Se casó con Margarita Tolaba, y no tuvo hijos. Luego se casó Francisca López, ella, vivía en la Montaña, y sus padrinos de casamiento fueron la familia Vidal.  El matrimonio, adopto un niño  (criado), que lo llamo  Carmelo, el mismo murió  joben, Su segunda esposa doña Francisca, ( Panchita), tenía un hijo anterior a su matrimonio con Nicolás, que se llama Jerónimo Ramón López, este, desde su corta edad (6 años), acompaño, y asistió, al Ciego Nicolás, hasta su muerte, formando parte de la atención, y manejo de las actividades comerciales que el mismo desarrolló, a lo largo de su vida( Almacén de ramos generales, y la famosa “Carpa del Ciego Nicolás”).

También en ocasiones don Nicolás, era  acompañado por su sobrina, la niña Nélida Guzmán, con tan solo cinco añitos, la que, hacía muchas veces del bastón del Ciego Nicolás. Anécdotas relatadas por don Ramón, nos deja traslucir que la niña le gastaba bromas al Ciego, entre otras, haciéndolo esquivar pozos que no existían, bromas,  propias de una niña.

Don Ramón, nos cuenta que la ceguera de Nicolás se debió, a un accidente producido con una bala de cañón sin explotar, que fue hallada en las Lomas de San Lorenzo, donde el Ejercito hace sus maniobras, y que, al encontrarla la trajeron al pueblo y allí, intentaron desarmarla y  al golpearla exploto, y con toda suerte no lo mató, pero si lo privo de por vida, de su vista.

Hay anécdotas respecto la capacidad que el mismo tenía para  saber identificar los billetes (el tacto), y con las monedas tan solo tenía que tirarlas al piso y con el sonido identificaba de que valor eran las mismas (el oído), con toda seguridad que el hecho que perdiera uno de los sentidos, la naturaleza le desarrollaba los otros de mejor manera.

La actividad de la Carpa, nace aproximadamente allá por los años 1930, y  concluye más o menos en los años 1957. En los recuerdos de Don Ramón, dice que la  afluencia de gente era muy grande llegando en algún momento a computar más de cuatrocientas personas presentes, llegaba gente de acaballo desde los cerros, en jardineras, de a pié, y en automóviles de todo tipo. La amalgama que se producía en los carnavales era realmente abierta, ya que de todos los estamentos sociales se congregaban para divertirse sanamente, terminado en algunas oportunidades al mediodía del día siguiente. No quiere decir que no surgieron algunas diferencias en determinadas horas de la madrugada, las que eran contenidas por Don Ramón sin mayores problemas.

El Ciego Nicolás tocada el Bandoneón, y la guitarra, también nos cuenta, que Don  Juan Carlos Dávalos le enseño a tocar el bombo, acompañándolo en más de una ocasión. No podía falta la harina, la albaca,  el papel picado, y serpentina. Nos cuenta Don Ramón que entre los actores recuerda al Ciego Lucio, bandoneonista  que vivía en la calle Mendoza y Florida en la Ciudad, y en la guitarra se destacaba el Cholo Luna.

Un tema interesante, era ver llegar a los puesteros de los cerros, con las árganas completas de lo que habían producido durante el año, y que debían vender o canjear, por sus necesidades para su manutención  del año entrante , pero allí aparecía el “diablo del carnaval”, y los hacía gastar parte de lo recaudado , lo que hacían con gran alegría, dado que la soledad que durante doce meses ellos tenían, los obligaba a  recuperaban fuerzas y energías, al divertirse como en otra época del año, no lo podía hacer.

Entre tantas anécdotas, recordaba las pechadas, como son mencionadas por Don Juan Carlos Dávalos, y que consistían en apuestas sobre los animales, en donde se medía la capacidad de atropellada que cada uno tenía. Sintiéndose al comienzo del desafió, “yo voy al moro, yo al zaino”, y así se producía un campo de apuesta de gran consideración. Pasaba lo mismo con las cuadreras, y el resto, de los retos, a que lo hacían formar parte a sus animales.

La comida, empanadas, humitas, los famosos, sándwich de milanesas, estaban a cargo  su Sra. Esposa, Doña  Francisca  (Panchita), la que mostraba una fuerza especial en sus quehaceres para con el negocio.

Nos cuenta Don Ramón, que cuando llegaba la gente, el pedido era de un cajoncito de cerveza, o una damajuanita de vino. El mismo nos dice, como cambiaron los tiempos.

De las familias de vieja data de San Lorenzo, que participaban asiduamente en la Carpa, dice  Don Ramón que entre otras recuerda, a los Fleming, Dubois,  Saravia Toledo, y otros. Una anécdota que Don Ramón no quiso pasar por alto, fue la que aquella vez, que se produzco la carrera de Bs. As. a, Caracas, fueron visitados por el  corredor Gastón Perking. Todo un acontecimiento, que una figura de tal envergadura Internacional, visitara la tan renombrada “Carpa del Ciego Nicolás”, ofreciéndosele al mismo empañadas, unos vinos, y sobre todo la hospitalidad y cariño que los caracteriza a los Salteños, y en especial a los Sanlorenceños.

Jaime Dávalos, inmortaliza con letra, y música,  La Sanlorenseña, a “la Carpa del Ciego Nicolás”: habla de aquel sauce llorón (el sauce, a la orilla de la acequia del patio de la casa, que ya no está!!l), de la polvareda p´al carnaval  (las cuadreras, y pechadas). Menciona como retumban los bombos, (las chacareras, y baile en Gral.),  y sugiere que se cuiden del Duende del manantial (hoy se conserva la acequia), habla de la luna,  la salamanca, y del infaltable Gaucho, y su redomón (el gaucho y su caballo). No deja faltar, ese condimento que es el ají quitucho, que carga el cartucho (para las ramiaditas, que nos cuenta Don Ramón), y por último habla de esa chicha corajuda, fuerte y pulsuda  p´al carnaval (beberaje en esos  tiempo  típico de  los carnavaleros) y que en estas épocas lamentablemente, prácticamente ya se perdió.

Le preguntamos a Don Ramón, ¿porque  termina  de funcionar este ícono del Carnaval de Salta?, y en particular de San Lorenzo, el mismo nos responde, por un lado la muerte del Ciego Nicolás, y por otra, que ya no era rentable, entre los  pagos de derechos, impuestos, y permisos,  y tantos otros gastos, mataron a esta carpa.

Aquí, podemos apreciar, algunas fotografias de los años 1934 de los carnavales de la Ciudad de Salta, y que se repetía en cada rincon de la Provincia, haciendo una amalgama de toda la sociedad, divirtiendose sanamente, y compartiendo el momento de esparcimiento que ello implicaba.-

Otras de las actividades que podemos recordar alla por los años 1948, es la participación de la Agrupación Tradicionalista de Gauchos de Güemes, en este caso en  el el Club. Gimnacia y Tiro, en Cafayate, en la Caldera, en Cerrilos, y en tantos lugares donde podian demostrar sus abilidades en el baile y canto, para los carnavales. Participaban entre otros personajes, el Payo Sola, el grupo Miranda Bonier, don Agustin Cattaneo, la Sta Clara Blanca Núñez,el Coya Bustamante,los Srs. Villa de Cerrillos, el Sr.Peti colao, el Sr. Gonzales Villafañe ,y tantos hombres y mujeres que estaban consustanciados de lo nuestro.-

El día 13 de febrero,  festejamos el Carnaval en San Lorenzo, el que tiene el nombre, del “Carnaval de la Familia”.Con fecha  Enero/18, eleve  un proyecto al Sr. Intendente, el  que consistía, que al Carnaval de San Lorenzo se le ponga el nombre del “Ciego Nicolas”, por entender que fue un ícono de estas fiestas, y que quedo inmortalizado con la zamba La Sanlorenceña, de Jaime Dávalos. El Sr. Intendente, Ernesto Gonza emitió una Resolución la N° 8/18, en donde se deja establecido que el Carnaval de San Lorenzo llevara el nombre del “Ciego Nicolas”, y en esta oportunidad se hizo también  un mericido reconocimiento al Sr. Ramón Lopez, quien fue en vida de Nicolas Jorge, los ojos y el hijo que el mismo no tuvo, ya que compartió desde temprana edad, todas las actividades que el mismo tuvo ( almacen de ramos generalaes, y la Carpa del Ciego Nicolas), siendo el, quien menciona la mayor parte de los recuerdos, hechos  que fueron  plasmado  anteriormente.- Considero, que el Concejo Deliverante y el Ejecutivo Municipal,  tenemos la obligación de rescatar, la historia de nuestro lugar, y fortalecerla, para que los habitantes y los visitantes tengan la posibilidad de conocer todo lo que dio nuestro San Lorenzo.-

Esperando haber cumplido con una deuda que la sociedad mantenía con Nicolas Jorge, y sus actividades doy por finalizado este relato.Agradesco en particular a Don Ramon Lopez( por sus relatos), al Intendente de San Lorenzo, Fernando Gonza( por la Resolución), y a Oscar Wayar ( por las fotos), como así a todos los que de una u otra forma hicieron posible esto, Muchas Gracias.-

 

 Jorge Virgilio Núñez

INVESTIGADOR

 



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