En 1692, producida la destrucción de la ciudad de Nuestra Señora de Talavera de Madrid de Esteco, por un terremoto, parte de sus pobladores se establecieron en el denominando Castillo y Fuerte del Rosario -bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario- al que más tarde agregose de la Frontera. En 1776, doña Melchora F. de Cornejo fundó la actual Rosario de la Frontera, para lo cual donó las tierras de la estancia de su propiedad. Su historia se enlaza con numerosos acontecimientos del siglo pasado.

Parroquia Nuestra Señora del Rosario:

La parroquia Nuestra Señora del Rosario fue erigida en el año 1943 y los terrenos en donde se construyó la misma fueron donados por Doña Melchora Figueroa de Cornejo. Las celebraciones de su santa Patrona Nuestra Señora del Rosario se celebra el día 8 de Octubre.

Nuestra Señora del Rosario

Localidades:

Rosario de la Frontera, El Naranjo, Las Mojarras, Horcones, San Felipe, Ovando, Santo Domingo, Arenal, Ojo de Agua y Los Baños.

Que visitar:

El Museo escuela provincial de Bellas Artes Quinquela Martín es hoy, uno de los puntos más altos de la oferta turístico de Rosario de la Frontera.

museonor/ Quinquela Martín

En la intersección de las calles Güemes y Melchora Figueroa de Cornejo, se encuentra el Museo Histórico Arqueológico que expone para que el turista pueda contemplar, vasijas utilizadas por los indígenas Chiriguano-Chané, que presentan figuras antropomorfas y una urna funeraria de párvulo de la cultura Candelaria; también puede observarse rocas calcáreas con incrustaciones de animales marinos, debido a que esta zona en tiempos remotos fue suelo marino.

A tan solo 8 km. en dirección a El Naranjo se puede visitar el museonor/ Folklórico Regional , donde se exhiben piezas relacionadas con la vida del gaucho, ponchos, lazos, monturas, cuchillos y fajas entre otras, como así también objetos referidos al General Güemes y sus gauchos.

En los alrededores se realizan actividades recreativas como cabalgatas, caminatas, excursiones en bicicleta, avistaje de flora y fauna; visita a finca Las Cañas, excursiones de pesca a la cascada, a Parque Nacional El Rey; excursiones históricas a Casa de Lola Mora, Posta de Yatasto, visita a la Iglesia Jesuita El Naranjo, capilla Las Mojarras, vertientes de Aguas Chicas, mirador de la Cruz, etc.

Hace más de seis siglos, las nueve vertientes que bajan de la montaña eran visitadas por antiguos americanos, en donde calmaban sus fatigas, reponían fuerzas y curaban sus dolores. Ellos las llamaron Aguas de Sol, o Inti Yaco, y descubrieron para la posteridad sus poderes terapeúticos y vigorizantes. Luego, a partir del siglo XIX, las cálidas surgentes fueron estudiadas y se comprobaron sus efectos benéficos y, para muchos, milagrosos. La fama de las aguas llegaron a oídos del doctor español Antonio Palau, quien en 1875 decidió trasladarse desde Tucumán para conocerlas. El descubrió que había más que aguas sulfurosas, según habían descripto el francés Mornrauxa en 1817 y Martín de Moussy en 1855, pues se trataban de nueve tipos distintos de aguas termales. Fue así que marchó hasta Rosario de La Frontera a adquirir las tierras que pertenecían a doña Melchora Figueroa y Goicochea de Cornejo.

El 1º de abril de 1880 el doctor Palau instaló unas sencillas carpas en las faldas del cerro del cual bajaban las aguas benditas. El éxito fue inmediato. Tanto es así que pocos años después, el lujoso hotel que se había construído alojaba desde presidentes a visitantes extranjeros. Hipólito Yrigoyen decidió que el ferrocarril llegase hasta el lugar. Sarmiento fundó una biblioteca y también se instaló el primer casino latinoamericano. En esa época el Hotel Termas era famoso en el mundo.

El hotel ha vuelto a su esplendor. A sólo 170 kilómetros al sur de Salta, muy cerca de Tucumán, rodeado de más de 800 hectáreas de cerros y bosques asentados en la sierra de la Candelaria, en donde supieron habitar antiguas culturas. Hoy dispone de 176 camas - de las 400 que supo tener en su época dorada- en sus cómodas y seculares habitaciones, 50 de las cuales poseen aire acondicionado. En todas ellas cuentan con agua termal para ducharse. Pero, lo más importante, desde hace un año es su restaurado el pabellón de baños termales, que estuvo inhabilitado durante 66 años. Es en estos, donde el cuerpo y el espíritu sienten revivir, y es el lugar ideal para todos aquellos que sufren de stress o problemas de nervios. Por supuesto, como está probado, aquellos que sufren de dolencias graves obtienen aquí el remedio natural para sus males. Por ello, la Secretaría de Turismo de Salta ha elegido a la zona como uno de los destinos privilegiados para este verano 2001-2002.

En el lugar se conjuga el bienestar, la salud, la belleza, el descanso y el esparcimiento. Desde una acogedora capilla de piedra, a una piscina de aguas termales hecha de piedra volcánica, alimentada por una cascada de aguas que caen a 99 grados para llegar abajo, a solo 32 grados, y los diferentes circuitos de caminatas, con graduales niveles de dificultad, desde los cuales se puede llegar a la gruta de la Virgen de la Montaña, al origen de las vertientes benditas o al arroyo Salado, como así también las cabalgatas, el golf, el tenis o la pesca. Todo ello logra que la vitalidad nuevamente aflore en pocos días por los poros, rejuveneciendo la piel.