Personalidades de Salta |
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LUTZ WITTE (1885-1963) |
Por Ricardo Alonso
Entre los grandes personajes olvidados de la historia de Salta se rescata aquí a un científico alemán que tuvo gran actuación en el país a principios de siglo, y que en su madurez eligió Salta para trabajar como minero puneño. Una biografía muy interesante.
La historia de la ciencia tiene inextricables. La primera vez que escuché hablar de Lutz Witte fue de boca del viejo amigo desaparecido profesor Amadeo Rodolfo Sirolli, en la década del setenta. Sirolli apreciaba mucho los conocimientos del geólogo Witte, quien le había ayudado a ubicar en el tiempo algunos de los fósiles de la megafauna cuaternaria que el profesor había desenterrado en el subsuelo salteño.
Hasta entonces yo ubicada geográficamente a Witte como un geólogo alemán que había trabajado en la minería de Salta y cuyas mayores anécdotas están relacionadas con cajones de cerveza y botellas de “scotch”. Mi suerte comenzó a cambiar cuando el periodista y estudioso de la historia Roberto G. Vitry me hizo un comentario punzante. “¡Estudiá bien a Witte, mira que integró la expedición científica alemana a la Patagonia de principios de siglo!”. Esa era la punta del hilo de Ariadna. Como en historia una cosa lleva a otra en una trama intertextual, pronto comencé a desandar los pasos que me iban desnudando una figura de altísimos quilates científicos que un buen día buscó la paz y tranquilidad del Valle de Lerma. Lutz Witte nació en Hagenau, Alsacia, el 27 de febrero de 1885 y murió en Salta en 1963 a los 78 años de edad. Estudió geografía en las prestigiosas universidades de Heidelberg y Freiberg, conocidas como cuna de grandes sabios. Llegó al país en 1912, en una época de esplendor para nuestra nación y comenzó a trabajar en la dirección de geología y minas. Pronto quedó a cargo de la realizaicón nada menos que del mapa geológico topográfico de la provincia de Buenos Aires. Lo cierto es que sus investigaciones lo llevaron a realizar un estudio geológico de la región de San Blas, en la costa Atlántica patagónica, que fue publicada como una edición especial de la Universidad Nacional de La plata en 1916. Se trata de una obra voluminosa, con mapas y perfiles en color y abundantes fotografías, que sorprende por la calidad y la erudición con que está escrita. Son de esas obras que parecen haber sido escrita hoy, de acuerdo con la calidad del enfoque científico que presenta desde el punto de vista estratigráfico, sedimentológico y de la interpretación sobre el origen de los terrenos que describe. Una obra que por sí sola da lustre imperecedero y que merece un análisis científico riguroso a la luz de los actuales conocimientos.
No se equivocaba el ilustre Samuel Lafone Quevedo, autor del prólogo, cuando al referirse al trabajo de este “distinguido hombre de ciencia”, entre otros conceptos menciona: “La obra del Dr. Witte es el resultado de largas y pacientes investigaciones, poseyendo el doble mérito de aclarar problemas múltiples poco estudiados hasta hoy y plasmar cuestiones que proporcionarán tarea a otros especialistas en el inmenso campo de nuestra costa atlántica, ora busquen la forma de mejor explotación de nuestras riquezas naturales, ora investiguen los movimientos del océano a través de los siglos, ora estudien los estratos descubiertos por la acción destructora de las olas y de las corrientes sobre el borde continental”. Espulgó tan bien el lugar que dejó sin trabajo a los geólogos por el resto del siglo en ese rincón del país. Pero aún le esperaba a Witte otro momento de gloria, cuando fue elegido como jefe de la misión científica alemana que iba a explorar la cordillera y lagos patagónicos en 1915 y que contaba con la bendición del presidente Victorino de la Plaza y el patrocinio de la Sociedad Científica Argentina. Iban con él varios técnicos y ayudantes, además de quien se transformaría en el más grande fisiógrafo alemán que trabajaba en nuestro país. El Dr. Franz Khun. La primera expedición fracasó al ser detenido el vapor Mitre por los ingleses, teniendo que intervenir el perito Moreno para destrabar la situación. La segunda se llevó a cabo en 1916 y contó con la presencia de otro grande de la montaña y la ciencia: F. Reichert, como resultado del viaje se publicó una obra monumental en dos tomos titulada “Patagonia”, hoy una rareza, donde Witte escribió los mejores capítulos geológicos de una región hasta entonces virgen. La tercera y última etapa de la vida de Witte se desarrolló en Salta, donde utilizando sus profundos conocimientos geológicos se dedicó a la minería, alumbrando nuevas y ricas minas de oro, de boratos y de otros minerales en la región de la Puna. Cada una de estas etapas merece un análisis extenso, al igual que el mismo hombre, un teutón de dos metros de altura, siempre vestido de blanco, con bastón, monóculo y reloj de bolsillo, conjunto que le daba un aire de caballero aristocrático finisecular. El Dr. Lutz Witte es –que duda cabe- una figura de lujo para la historia grande de Salta.
Fuente: El Tribuno 24-05-99