por Fray Dr. Mateo Krupsky ofm.
Estimados hermanos /as en Dios nuestro Señor;
formar parte de los Académicos de Número de La Senda
Gloriosa de la Patria, para recordar al Padre Francisco de Paula Fernández
es sinceramente un gusto y un honor.
Sin ninguna duda los hombres y mujeres que protagonizaron la Gesta
Güemesiana, entre ellos el Capellán del 3º Escuadrón
de Gauchos de la Jurisdicción y Campaña de Salta, hoy
viven junto a Dios en el Paraíso.
Se ha dicho que este capellán demostró en su tiempo
con su acción, que el Evangelio no era de papel sino de vida.
Este hombre y religioso junto a sus pares tales como el padre Francisco
Guzmán, capellán del Regimiento de Infernales de la
Ciudad de Salta, o el Padre Francisco Orellana, Capellán del
1º Escuadrón de Gauchos de la Jurisdicción y Campaña
de Salta; o el Padre Alejo Yanzi; capellán del 2º Escuadrón
de Gauchos de la Jurisdicción y Campaña de Salta. Hubieron
por la documentación existente, y al igual que cualesquiera
de los gauchos de Güemes, sufrido aflicciones, corrieron peligros,
encontraron dificultades, y ahora sus méritos tan gloriosos
exigen por lo menos atención de nuestra parte, porque cumplieron
con las obligaciones de su patria, nación y posteriormente
de su estado, porque en todo prefirieron su conciencia a los intereses
humanos, la ley de Dios a sus inclinaciones, las máximas del
Evangelio que profesaban a las máximas del mundo... fueron
sinceramente amigos de Dios y de los Gauchos Centauros defensores
de libertad, de paz y bien, han sido y lo son señales indicativas
en la ruta de la vida...
Los Próceres nos muestran un buen camino de construcción
de la Patria; cada uno de ellos es para nosotros una especie de guía,
que debe enseñarnos a seguir nuestro propio camino, más
que el suyo. Pero nosotros debemos por cierto ser semejantes o mejores
a ellos, que nos ayudaron a encontrar lo mejor de nuestras personas
cristianas, cuya primera manifestación es el amor al prójimo,
y de este eje santo brotan los principios de igualdad y fraternidad
humana; que lindan con la concordia y la paz, la prosperidad. Términos
que implican a los valores de justicia, libertad, desarrollo, solidaridad...
etc.
El Padre Francisco de Paula Fernández al que deseamos recordarle,
cuando GÜEMES PROMUEVE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CAPILLA
EN EL CHAMICAL es designado allí por ello transcribo el Oficio
de Güemes al Provisor Figueroa, que encontré en el Tomo
7 del Güemes documentado pág. 399.
"Agitado de las reclamaciones con que varias personas piadosas
y cristianas, me han convencido de la necesidad espiritual que concurre
para la colocación de una Capilla Rural, en el Punto del Chamical,
ya por los muchos individuos me se han establecido en sus inmediaciones,
cuya asistencia de sacramentos exige el más exacto cumplimiento
(impracticable a los curas del Rectorado en sus atenciones y circunstancias)
y ya también por otras causas de que contemplo V.S. penetrado
antes de ahora; no he podido desentenderme de tan justas insinuaciones.
"Antes de ahora, y en tiempo menos ejecutivo, se consultó
esta solicitud al Ilustrísimo señor doctor Nicolás
de Videla; y reiteró al señor Provisor antecesor de
V.S. el doctor don José Alonso de Zabala, quienes por conocimientos
prácticos, y satisfechos de una verdad notoria, convinieron
en la precisa colocación de dicha Capilla, el primero dándole
comisión suficiente al cura doctor don N. Centurión;
y el segundo promoviendo, por sí, y por medio de algunas personas
pudientes la misma fábrica, que por desgracia no se realizó;
mas en el día, hallándonos con el consuelo de verla
levantada a expensas y sudores de los indios gauchos moradores del
mismo lugar del Chamical, y sus inmediaciones, con expresa licencia
que concedió al efecto, y en tiempo apto, el referido señor
Provisor Zabala, sólo resta que se sirva V.S. librar la comisión
bastante para su bendición y colocación al Obrero y
Capellán del Tercer Escuadrón de mi mando el presbítero
don Francisco Fernández, de cuya conducta, idoneidad y virtud,
V. S. es un buen conocedor, librándole las facultades suficientes
para este caso, y los demás que a V. S. le parezcan convenientes.
Sus cristianas oficiosidades, y actos religiosos con las almas necesitadas,
y la piadosa sepultura que ha dado a los cuerpos muertos que se hallaban
enterrados bajo los árboles, dan a conocer el grande interés
que se toma este buen sacerdote en ejercicio dc su ministerio; a cuyo
fin impetro, pues, de la justificación de V.S. dicha providencia
cometida a su favor.
"Dios guarde a V.S. muchos anos. Salta y noviembre 23 de 1818.
“ Martín Güemes”
"Señor Provisor y Vicario General doctor, don José
Javier de Figueroa".
En el mismo tomo 7 pág. 400 se lee: “... El provisor
Figueroa faculta al presbítero Francisco Fernández para
que bendiga la nueva capilla...”
El documento expresa “... Tucumán, y noviembre 27 de
1818. Facúltase al maestro don Francisco Fernández presbítero
para que pueda bendecir la Iglesia, y Anejo del Rectoral de la Ciudad
de Salta sito en el Territorio del Chamical erigida bajo los auspicios
del señor Gobernador Intendente de aquella Provincia, y con
las licencias del Ordinario; previo el reconocimiento de estar decentemente
adornada, y con los paramentos, vasos sagrados, y demás utensilios
destinados al Culto Divino; a cuyo efecto, igualmente lo facultamos
para que pueda bendecirlos, como también las imágenes
y la insignia de nuestra Redención, que deberá colocarse
en el Cementerio, que se ha de deputar, y es conforme al espíritu
de nuestra Legislación. Doctor José Gabriel de Figueroa.
Ante mí Maestro Francisco Javier Thames Prosecretario.-
En el Güemes documentado citado se lee : “MERITOS QUE
TUVO EN CUENTA GÜEMES PARA PEDIR QUE QUIEN BENDIJESE LA CAPILLA
DE EL CHAMICAL FUESE EL PRESBITERO FERNANDEZ Y CON DIGNO COMPORTAMIENTO
DE ESTE DESDE QUE GÜEMES FUE HERIDO HASTA LA INHUMACION DE LOS
RESTOS EN LA CATEDRAL DE SALTA” por ser tan preciso y relevante
lo expresado en la monumental obra del Dr. Luis Güemes Ramos
Mexías, bisnieto del prócer, es que transcribo lo siguiente:
a) Un año antes de la erección de la capilla Güemes
había extendido el siguiente certificado:
"Don Martín Miguel de Güemes, coronel Mayor de los
Ejércitos de la Patria, Comandante General de Vanguardia, y
Gobernador Intendente de esta Capital, etcétera.
"Certifico a la Majestad de la Patria, supremacía del
Estado y demás autoridades, a quienes ésta fuere presentada,
que el Presbítero Maestro don Francisco Fernández, cura
actual del Beneficio de Pascaya decidido desde el principio de nuestra
santa insurrección, manifestó su adhesión al
sistema que defendemos, y así ejecutado de un ardiente deseo,
y celo ha acreditado sus buenos sentimientos; que instado de tan sagrado
deber, se ofreció espontáneamente y entró a servir
de Capellán al Regimiento de Infernales de la Patria desde
su creación verificada por junio de mil ochocientos quince
hasta el corriente mes, desempeñando este ministerio con exactitud,
así en la ciudad, como en la, campaña, y muy particularmente
cuando ocuparon esta plaza, la de Jujuy los tiranos, a cuyo frente
se presentó con varias partidas de guerrillas exhortando, y
animando a las divisiones que acompañaba a fin de que firmes
en la defensa de nuestra causa de la libertad no desmayasen, e igualmente
administrando los Santos Sacramentos de primera necesidad a los heridos,
y contribuyéndoles con todos los auxilios espirituales concernientes
a su ministerio; cuyos servicios, y omitiendo otros ha practicado
sin más interés que el que tiene todo buen ciudadano;
pues no se le ha dado cosa alguna más que la gloria de tributar
sacrificios, desvelos a la Patria. En cuya virtud; y a su pedimento
le doy la presente en Salta a veinte días del mes de julio
de mil ochocientos diecisiete años. Martín Güemes.”
b) Tomo 7 GD. Pág 401 [Colocación formal de la Capilla
y donación del terreno.
"En este punto nominado del Chamical, curato perteneciente al
Rectoral de Salta, en ocho días de diciembre de mil ochocientos
dieciocho, cumpliendo con la comisión anterior que me comete
el señor Provisor y Vicario general doctor don José
Gabriel de Figueroa, hice la colocación formal de la capilla
que se ha edificado en expensas de los indios feligreses de su inmediación,
bendiciéndola con arreglo a la fórmula del ritual, y
asistencia del Cura Rector, Vicario Foráneo doctor don Inocencio
de Astigueta y concurso suficiente de pueblo, que en seguida oyó
misa cantada, y fue exhortado por este párroco al cumplimiento
de sus obligaciones espirituales y temporales y adelantamiento del
culto, de Dios en su nuevo templo, así como por mí,
el capellán del Tercer Escuadrón del Ejército
Provincial de Gauchos y Comisionado Maestro don Francisco Fernández,
dándoles a entender que desde este día quedaba la Iglesia
bendita y colocada, bajo la advocación del glorioso San Martín,
para poder celebrar en ella todos los actos y funciones, oficios sagrados,
y cuanto conduce en la piadosa intención y devoción
de los fieles así en el cumplimiento de la Misa, como en el
de los Sacramentos de Nuestra Santa Madre Iglesia, de que quedaron
enterados y satisfechos. Y para que conste firmé esta diligencia
con el expresado Cura y Vicario y testigos infra escritos, que se
hallaron presentes.
" Maestro Francisco Fernández
"Doctor José Inocencio Astigueta
"Comandante del Partido Francisco Velarde
"Testigo: José Vicente López
"Testigo: "José Calixto Sanzetenea" ,
La que sigue es el documento de donación del terreno GD Tomo
7 pág 402.
"... Considerando con prudencia la más solemne fundación
de esta capilla y las diferencias que suelen suscitarse, cuando no
se expresan oportunamente y con la debida claridad, las circunstancias
de su establecimiento, con respecto al terreno que se le adjudica,
fue presente el dueño y propietario de toda la hacienda en
que se halla edificada, don José Vicente López; y habiendo
conferenciado conmigo el Capellán Comisionado y con el señor
Cura y Vicario Foráneo, en este punto, dijo dicho López,
que cedía, y asignaba una cuadra de tierra en cuadro (los cuatro
rumbos cardinales) en beneficio de la nueva capilla, dentro de cuya
área y en el centro de ella quedase precisamente considerada
y conociendo nosotros esta su generosidad y la que ha acreditado durante
la obra racionando a los operarios con treinta reses de las suyas,
de que soy testigo ocular yo el referido capellán, como de
las buenas cualidades de este benefactor, que asimismo ha donado gratuitamente
de la madera que tenía acopiada para trabajar una casa, la
que se ha necesitado, con otros varios objetos, en calidad de limosna,
u ofrenda para Dios; de acuerdo y unánime voluntad, le nombramos
de patrono para esta Capilla de San Martín, con todos los privilegios
y concesiones que como tal le corresponde, y está designados
sobre el caso, siéndole las debidas gracias además,
por la especial cesión de la cuadra de tierra a favor de la
Iglesia. Y para que conste lo firmamos con el donante y testigos que
se hallaron presentes en nueve de diciembre de mil ochocientos dieciocho.
"José Vicente López "Maestro Francisco Fernández
"Doctor José Inocencio Astigueta Francisco Velarde"
"Testigo: Juan Bautista Torres
"Testigo:
"José Calixto de
"Sanzetenea.
Importante Nota del Güemes documentado pág.403, sobre
el nombrado presbítero.
“... El presbítero Fernández, a quien Güemes
elogia como capellán de Infernales, y también por su
cristiana oficiosidad de trasladar a lugar sagrado los cuerpos muertos...
enterrados bajo los árboles, fue el mismo que asistió
al héroe desde el momento en que lo balearon los realistas
hasta que expiró en sus brazos, prestándole los auxilios
corporales y espirituales que pudo; el mismo que, producido el fallecimiento,
"en el campo", "lo hizo conducir a la capilla del Chamical,
donde lo enterraron, haciéndole las exequias que permitían
las circunstancias"; el mismo que un año después,
exhumó los restos y los acompañó "hasta
el templo de Nuestra Señora de Mercedes, patrona y generala
de los Ejércitos de la Patria, donde fueron depositados hasta
el día siguiente que los trasladaron a la Catedral" y,
finalmente, el mismo que el 14 de noviembre de 1822 firmó el
acta de inhumación. Tal inhumación (según testimonio
del presbítero Julián Toscano, vicario de Salta), fue
al lado de la tumba del ya mencionado arzobispo Benito María
de Mojó y Francolí según ya hemos visto. Bernardo
Frías (Historia del Gral Güemes, t. V. pág. 271)
precisa más en qué sitio, o sea, "en el presbiterio
de la Catedral, delante del altar mayor".
De este modo, el hombre cumbre del Alto Perú (el arzobispo
Mojó y Francoli) y el hombre cumbre de Salta que fue Güemes
para quienes en vida había sido tan cara. tan entrañable.
la indisolubilidad del conjunto de las provincias, que habían
venido constituyendo el Virreinato del Río de la Plata. reposaron
por muchos años, ya fallecidos, uno al lado del otro, como
símbolo de la unión de dos pueblos hermanos.
Volviendo a la capilla de El Chamical, nos parece muy a propósito
poner de relieve aquí que, como si hubiera sido obra del destino,
su creación por Güemes vino a significar para él
que, a pesar de haber muerto "en el campo" y estar ocupada
Salta por los realistas, reposase su cadáver en "piadosa
sepultura" desde el principio, y no "bajo los árboles".
Según se lee en el GD tomo 11 pág. 193 que “el
Cnel. Gregorio Reyes detalla los méritos y servicios del Presbítero
Fernández en relación con Güemes y su muerte”
y como se dijo anteriormente se reafirma el perfil amigo virtuoso,
probo, integro, honrado, decente y leal se desentraña al hombre
y sacerdote de la acción de su íntima como profunda
convicción cristiana.
Hay una carta en el mismo tomo 11 p. 195 en la que “José
Manuel Fernández, sobrino del Capellán de Paula Fernández,
formula una solicitud de pensión, da detalles sobre la muerte
de Güemes y las dos sucesivas inhumaciones de los restos”;
en esta carta se hace notar que el sacerdote estuvo con el prócer
desde que lo balearon hasta su muerte en los brazos propios del gran
amigo y párroco...
¡Qué sufrimiento! en la partida de Gauchos nobles de
curtida piel, llegar al monte espeso y frío de la Quebrada
de la Orqueta, en un invierno crudo... velar constante y fiel al amigo
agonizante por diez días, bien pegado al dolor que lo hacían
propio, estar ahí consolidados a su Jefe, junto a su martirio
José Nina, Sebastián Silbera, Juan Hipólito Rivadeneira
o Juan Manuel Quirós, entre otros... Me imagino los rostros
acongojados pero seguros de la compañía y la palabra
reconfortante del ilustre prócer herido de muerte y de su sacerdote
incondicional... Denlo por cierto que fue esa la clave de sobrellevar
la pena y el dolor ... porque pusieron su fe en Dios.
Sin duda que uno se conmueve al leer estas cosas de la historia y
la literatura especializada, pero el Padre Francisco de Paula Fernández
es un modelo de patriota, arquetipo de hombre, de cristiano, de buen
religioso... por ello el Sitial de Número 27, que honra su
memoria, que ocupa en la Senda Gloriosa de la Patria, tiene su justo
merecimiento.
Fray Dr. Mateo Krupsky ofm.