En
un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad del general José
de San Martín, hoy 17 de agosto del 2002, nos reunimos en este
acto académico para honrar la memoria histórica de la
patria.
La Comisión La Senda Gloriosa de La Patria, fundó
la Academia que quedó constituida por 17 sitiales de Homenaje
a Ilustres Güemesianos y tuvo el delicado gesto de asignarme
un sitial, el N° 12, que honra la memoria de María Magdalena
Güemes de Tejada, hermana del General Martín Miguel de
Güemes.
María Magdalena Güemes de Tejada, nació en Salta,
el 11 de diciembre de 1787, del matrimonio conformado por doña
María Magdalena Goyechea y de la Corte y por Gabriel Güemes
Montero, tesorero de la Real Hacienda. El General José María
Paz en su libro “Campañas de la Independencia”
(memorias póstumas), la describe como: “...mujer ambiciosa,
intrigante y animosa, al paso que dotada de garbo y hermosura...”
Según Bernardo Frías era “... arrogante y hermosa,
que durante el gobierno difícil de la guerra, habría
de llevar la armonía a las pasiones, la prudencia y el acierto
en los consejos, la luz en los momentos más delicados del peligro
y una sagacidad e inteligencia nobles y generosas en la diplomacia,
acompañado todo ello de la seducción y el encanto que
se desprenden de la mujer inteligente y culta. (Historia del General
Güemes – Bernardo Frías – Tomo I – Página
482).
Macacha, su apelativo popular, contrajo enlace matrimonial en octubre
de 1803, a los 16 años de edad, con don Román Tejada,
perteneciente a una antigua familia de Salta, de clase principal que
integraba una larga nómina de familias realistas.
Roberto Vitry en su libro “Mujeres Salteñas”,
(páginas 139 y 140) cuenta que “... su acción
a favor de la causa patriota se inició poco después
de la Revolución de Mayo, cuando convirtió su casa en
taller de confección de uniformes para los soldados de la partida
de observación organizada por su hermano. A partir de entonces
fue su más entusiasta colaboradora y supo sacar partido de
su noble inteligencia y posición para desempeñar tareas
arriesgadas, especialmente cuando los realistas ocupaban la ciudad
de Salta y Güemes los combatía con todos los medios a
su alcance. Dotada de gran habilidad política, la puso al servicio
de su hermano en los momentos más difíciles, como en
1815, cuando gracias a sus gestiones se llegó a la paz de Los
Cerrillos, luego de la delicada situación entre Güemes
y las fuerzas de Buenos Aires al mando del General Rondeau. Cuando
el general realista La Serna intentó sobornar al general Martín
Miguel para que se retirase de la lucha o para que se mantenga neutral,
proponiéndole a cambio llevarlo a España, educarle a
todos sus hijos a costa del Estado, condecorarlo, darle el título
de Marqués y Grande de España y a más de todo
esto un millón de pesos.
Para lograr su propósito La Serna “... Encargó
al Jefe de su Estado Mayor don Jerónimo Valdés, pasara
a verla (a Macacha) y pusiera todo su empeño en hacerla acceder
para que lo acompañara al campamento de su hermano, sirviendo
de mediadora, como contaban lo había sido con Rondeau en otra
emergencia. Resistió cuanto pudo... Pero era casada con un
hombre célebre en las sociedades del norte por su descarado
cinismo, don Román Tejada, que pertenecía a una familia
de marcado sello realista “... Lo que no pudo conseguir con
Macacha lo logró con su esposo Román Tejada, quien lo
llevó hasta el General Güemes, donde Valdés puso
el pliego con la propuesta en manos del Jefe Patriota. Este lo leyó
rechazó y despreció el ofrecimiento en forma categórica.
Referirse a Macacha Güemes es hacerlo acerca de una hidalga
mujer de Salta, que trabajó incansablemente al lado de su hermano,
el Héroe Gaucho, para garantizar la emancipación de
los pueblos de este continente. Su aporte a la causa patriótica
ocupa un importante lugar en la historia de su tierra y su vida con
el tiempo se convirtió en una leyenda para el sentir de su
pueblo. Macacha en esta evocación representa a muchas valerosas
mujeres que ofrendaron generosamente su existencia al servicio de
la patria.