Iglesia San Alfonso |
(Padres Misioneros Redentoristas)
Los padres Redentoristas llegaron al país en 1883 y tres años después se hicieron presente en la provincia de Salta en la figura de los padres Grisar, Barth y Grote. Se instalaron en la vieja iglesia de La Merced y desde allí, junto a otros nuevos sacerdotes, misionaron, a caballo, en los Valles Calchaquíes: Cachi, Payogasta, Molinos, La Poma, Seclantás, Luracatao, San Carlos, Guachipas, La Viña, Cafayate, San Antonio de los Cobres, Rosario de la Frontera, Orán, La Caldera, empalmando sus tareas con Jujuy y Tucumán. La decidida acción hizo que, con la ayuda de los feligreses, en 1894 se construyera, en tan sólo ocho meses, el primitivo templo de San Alfonso en la actual calle Leguizamón.
Como el templo resultaba chico por la afluencia de feligreses, en 1908, llegó a Salta el arquitecto Ziegelmeir, encargado de proyectar su ampliación, pero a raíz de reiteradas dificultades éste recién se inauguró en 1911; en 1957, por la acción del arzobispo de Salta, Monseñor Roberto Tavella, se creó la Parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso.
En el templo se destacan la nave central y los numerosos e importantes vitrales con las escenas de la vida de San Alfonso, otros que representan a San Miguel Arcángel, Santa María Magdalena, Santa Ana, la madre de la Virgen, el Angel de la Guarda.
La imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro es un ícono que representa a la Virgen de la Pasión, que es bizantina y data del Siglo XII. Este cuadro está pintado sobre madera de cedro, encuadrado en nogal y se destaca la expresión de los grandes ojos de la Virgen y cejas marcadas que llaman la atención, porque se dirigen a quien los mira. Su rostro de exquisita amabilidad se muestra transido por la tristeza.
Se la veneraba como Virgen de la Pasión hasta que llegó a Roma en el siglo XIII. Allí, la Virgen, en un mensaje dado a una niña de seis años, expresó que quería ser venerada como Madre del Perpetuo Socorro. La invasión francesa destruyó el Templo de San Mateo en Roma, lo único que se salvó fue el cuadro que permaneció oculto hasta 1798, fecha en la que los Redentoristas comienzan a dar a conocer y cultivar su devoción por todo el mundo, es así que la Virgen del Perpetuo Socorro, auxilio de pobres, afligidos y desamparados, es venerada en Salta.
Historia de los gauchos en la procesión del Perpetuo Socorro
La participación de los gauchos en la procesión de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro se remonta a 1933. El misionero redentorista P. Tisken, José Solís Pizarro y José María Zambrano fueron sus precursores.
La presencia histórica de los gauchos salteños en la fiesta del Perpetuo Socorro nace en la década del '40, los gauchos participaban también de otras fiestas religiosas como el Congreso Eucarístico de Salta del año 1934. Aquí le relatamos el origen de esta escolta a María.
El misionero redentorista Armando Tisken, convocó a la gente de los pueblos que se encontraban cercanos a Salta y en los cuales habían misionado los redentoristas, a que participaran de las fiestas en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro en la capital.
Por aquellos años, la gente se movilizaba a caballo, así es que, escoltando la imagen de Nuestra Madre a la Capital, nacen Los Caballeros de la Virgen, formación que existe hasta nuestros días y que permitió que la tradición se extienda hacia otros lugares donde la Madre del Perpetuo Socorro es venerada.
En las “Crónicas de la casa” de los redentoristas en Salta, un escrito hace referencia a la llegada de los fortines a la fiesta del Perpetuo Socorro en el año 1934: “De mano de estos gauchos, José Solís Pizarro, el Rev. Padre Tisken y el Dr. José María Zambrano; nace la tradición de asistir, año tras año, a desfilar como signo del agradecimiento que sienten los gauchos por el Perpetuo Socorro de María, en sus arduas tareas diarias.”
Continúa el texto: “Es así que comienza la historia de amor incondicional entre Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro y los gauchos salteños, es en estos corazones solidarios y generosos, que la imagen de la madrecita santa queda grabada a fuego; reconocen la acción; el Perpetuo Socorro en sus vidas.”
Un ejemplar de “La Voz de Atocha” de agosto de 1949 también se refiere a las primeras peregrinaciones gauchas, reconociendo al misionero redentorista Padre Tisken, al “poeta de Atocha” José Solís Pizarro y al Dr. José María Zambrano como “los fundadores de la procesión gaucha de la Virgen del Perpetuo Socorro de Salta. Se inició con la presencia de trece paisanos en junio de 1933, y ahora pasa de cuatrocientos gauchos que acompañan y dan colorido a la procesión típica.”
La fiesta del Perpetuo Socorro es actualmente una fiesta gaucha, el Santuario del Perpetuo Socorro recibe a numerosos fortines que visitan a María celebrando la presencia de Dios en sus vidas.Fuente: http://ecosaltanacionalypopular.blogspot.com.ar