Por Gustavo Flores Montalbetti
Nombrado gobernador del Tucumán don Gerónimo Luis de Cabrera en 1.572 y luego de enfrentarse con los pueblos Holcos, Silipicas y Calingastas, pensó seriamente en extender la conquista hacia el Sur con el doble objeto de abrir una comunicación con el océano por el rio de la Plata. A tal efecto hizo una expedición a tierra de los Comechingones y fundó la ciudad de Córdoba el 6 de Julio de 1.573 en un llano hoy llamado La Tablada sobre la margen septentrional del rio Primero, al que le dio el nombre de San Juan*. De allí continuó su marcha hacia el río Paraná, en cuya ribera descubrió la Torre de Gaboto el 17 de Septiembre del mismo año y procedió a tomar posesión del territorio y adjudicarlo a la provincia de Córdoba; lo cual fue anulado posteriormente. De regreso a la nueva ciudad procuró desarrollar nuevos planes de conquista, y mandó al capitán Pedro de Zarate a restablecer la ciudad de Nieva en el valle de Jujuy. Sin embargo, durante el 1.574 llegaba desde el Perú don Gonzalo de Abreu y Figueroa a la cabeza de un destacamento que intimó al ayuntamiento de la ciudad de Santiago a que lo reconociera en su cargo de Gobernador del Tucumán. De allí pasó inmediatamente a Córdoba, depuso a Cabrera y lo llevó preso a Santiago del Estero, donde mandó cortarle la cabeza. Los historiadores atribuyen estas y otras muchas iniquidades del malvado Abreu a las perversas sugestiones de los oidores de Charcas que estaban fuertemente enconados con Cabrera por no haber podido corromperle.
Abreu intentó renovar la conquista de Calchaquí, pero antes de mover las tropas fue a reconocer el valle por sí mismo. Los nativos los atacaron tan ferozmente que mataron a treinta y cuatro soldados y obligaron a huir al resto. Debido a esto se decidió a marchar por el rio de Cianca aguas abajo ocho leguas y procedió a fundar la ciudad de San Clemente de la Nueva Sevilla. Allí desertaron varios de sus soldados para dirigirse al Perú, mientras que los grupos nativos atacaron el asentamiento con obstinación y violencia en repetidas oportunidades. Este tirano fue depuesto en 1.580 por Hernando de Lerma, que lo primero que hizo fue prender a Abreu y formarle un proceso para condenarlo a prisión, donde murió en 1.581. Trasladó el asiento de aquella ciudad de San Clemente fundada por su antecesor y volvió a fundarla a “ocho leguas al suroeste en el valle de Chicuana y sobre el pequeño rio hoy llamado de Arias” el 16 de Abril de 1.582.