Alejandro Paz |
Por Vanesa Conte - su nieta
Alejandro Paz (n. 24 de abril de 1882 – † 18 de junio de 1962, en El Madrejón, Departamento Rivadavia), Senador provincial por el Departamento Rivadavia. Fue convencional constituyente en la reforma de 1929, y luego otra vez en la convención de 1949. Se desempeño como comisario de policía, inspector de bosques y administrador de campos fiscales, destacándose como una de las figuras más representativas de la zona del chaco salteño.
Se crió en el seno de una familia acomodada. Su madre, Petronila Nuñez, pertenecía a la distinguida sociedad salteña. Su padre, el General Secundino Paz, era un hombre ilustrado. Sus hermanos fueron Eleadoro Paz, Marcial Paz, Petronila Paz, Florentín Paz, Secundino Paz, Francisca Paz, Isaura Paz, Octaciana Paz (Chanita), María Antonia Paz, casada con Federico Gauffin, escritor y periodista.
Vinculado a tradicionales familias de la ciudad y preocupado por los problemas públicos, alcanzó en Rivadavia la relevancia de una figura patriarcal, sumamente querida y respetada. Esto lo condujo naturalmente a la función pública, donde tuvo destacado desempeño.
Comenzó su actividad política en la Unión Cívica Radical, pero luego militó con valentía en el Justicialismo. Debido a esto fue perseguido políticamente, y al ver su vida en peligro, se exilió en el monte durante meses.
Fundó la Escuela Nº 4576 ex 300 del paraje La Paz. Fue la primera en recibir alumnos de la comunidad Wichí en este Departamento. Desde 2010 lleva su nombre.
Instituyó un Registro Civil, donde pudieron inscribirse los vecinos de la comunidad. Por primera vez, se incluyó la comunidad Wichí, que hasta entonces no se le permitía ejercer ese derecho.
Fue un importante hacendado. Dedicó gran parte de su tiempo a la cría de ganado vacuno y caballar, y a la agricultura familiar.
Contrajo Matrimonio con Manuela Tejerina, con la que tuvo 3 hijos y 10 nietos. Enviudó y se unió a Deidamia Molina con quien tuvo once hijos, 17 nietos y 14 bisnietos.
Sus restos descansan en la hacienda La Paz, rodeado por el apacible y grave silencio de la tierra montosa del Chaco.