Por Virginia Pastrana
l autor del Monumento al Gral. Martín Miguel de Güemes, levantado en la Ciudad de Salta e inaugurado el 20 de Febrero de 1931, fue diseñado por el distinguido escultor Argentino Víctor Juan Garino, hijo de italianos, quién nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1779 y falleció en la Ciudad de Salta en 1858 a los 79 años de edad.
Este artista, afamado en su tiempo y hoy muy poco recordado, fue becario Argentino en Europa, donde perfeccionó sus estudios plásticos en Francia, Alemania e Italia. De regreso a su patria, cultivó empeñosamente el dibujo y espacialmente la escultura. Fue catedrático en la Universidad Nacional de Buenos Aires, y actuó varias veces como Jurado nacional, interviniendo además en numerosos concursos en los que obtuvo premios y distinciones por sucesivos y valiosos trabajos escultóricos.
El tucumano Ernesto Padilla fue quien señaló el sitio para levantar el monumento a Güemes, donde finalmente se emplazó. En 1920, fue Hipólito Yrigoyen quien presidió la Comisión que impulsó la obra.
Los trabajos estuvieron a cargo de la Dirección de Arquitectura de la Nación; el ajuste de las piezas de bronce lo hicieron operarios del Arsenal Esteban de Luca del Ejército Argerntino; director de la obra fue el arquitecto Andrés Iñigo y la dirección artística fue asumida por los arquitectos René Villeminot y Alberto Milillo.
En el monumento el Grla. Güemes se encuentra en actitud espectante, oteando el horizonte, acaso para descubrir la presencia del enemigo, oculto entre los bañales de la pre - cordillera Salto Jujeña, en aquel glorioso escenario al que la pluma del gran Juan Carlos Dávalos, definió, acertadamente, como la "..... resonante y amanecida plenitud de la Tierra en Armas, en lucha sin tregua por la Patria, por América y por la Libertad".
Está montado sobre un caballo montañés, pequeño, de pecho ancho, fuertes músculos y cabeza vivaz. Las escalinatas y el pedestal fueron construidos con piedras de cerros vecinos, con frisos alegóricos; en la parte delantera, tiene una palma en la que figuran los nombres de los oficiales que acompañaron al general, encabezados por el coronel Jorge Vidt siguiendo los nombres de Juan José Campero, Juan Rojas, Apolinario Saravia, José Quintana, Pedro Zabala, Pachi Gorriti, Luis Burela y Bonifacio Ruiz de ls Llanos entre otros.
En el friso norte, se observa la montonera gaucha; en el sur, los gauchos ya organizados militarmente en el Regimiento de los Infernales y, detrás, se representa el sacrificio del pueblo, que da todo por la Patria.
Cuando el entonces Presidente Provisional de la Nación Tte. Gral. Dn. José Félix Uriburu, dejaba inaugurado el Monumento al Gral. Dn. Martín Miguel de Güemes, al pie del cerro San Bernardo, Salta, rendía un justo homenaje a la memoria del más preciado de sus hijos.
Aquel acto fue un tributo que rindió a Güemes su Provincia natal. Pero la acción del Héroe Gaucho había abarcado la Patria toda y su sable campeó también por el Río de la Plata, cuando tuvieron lugar las invasiones Inglesas.
Es así que en Julio de 1978 se colocó la Piedra Fundamental del Monumento en la Capital Federal y el 22 de marzo de 1981 se inauguró el monumento a su memoria en la Capital Federal.
Inauguración del Monumento a Güemes realizada por el Presidente José F. Uriburu
"MONUMENTO A MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES"
Por Carlos Gregorio Romero Sosa. Salta - 1982
El proyecto para realizar un monumento en honor al General Martín Miguel de Güemes en la ciudad de Salta, comenzó el 14 de abril de 1877. Ese día se realizó la segunda exhumación de los restos del prócer, pues la primera había sido en 1823. Se los trasladó desde la antigua Catedral hasta el mausoleo que tenía su familia en el cementerio local. En ese entonces se comenzó a hablar de su creación entre políticos, historiadores y otros p ersonajes de la época. Ocho años después, en 1885, el gobernador Juan Solá, impulsó el proyecto de la mano del historiador Ángel J. Carranza, interesado en lograr que Güemes obtuviera un reconocimiento a nivel nacional, y se realizó la “Velada Conmemorativa del histórico 17 de junio de 1821”. Se formaron dos comisiones, una en Salta y otra en Buenos Aires, para elegir el lugar donde emplazar el monumento, que ya era un proyecto concreto, y en 1898 se fusionaron. En un principio, la plaza 9 de Julio sumaba la mayor cantidad de adherentes. El 25 de noviembre de 1904, otro historiador, Adolfo P. Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional, y sobrino de aquél, propuso la creación de un monumento a Güemes en Buenos Aires. En esos años, el prócer era honrado por diferentes frentes, lo que fortalecía el proyecto de un monumento en Salta: se habían creado medallas conmemorativas y había aparecido “La Guerra Gaucha”, de Leopoldo Lugones. En 1909, el Congreso Nacional sancionó la Ley 6.285, que ordenaba la creación oficial de la Comisión Nacional del Centenario de la Revolución de Mayo. Su artículo 14 decía: “Erigir en la Ciudad de Salta una estatua ecuestre al Gral. Güemes”. Los gastos debían “costearse con emolumentos de la suma general de $ 6.500.000, otorgados por la misma Ley a dicha Comisión. Fue entonces cuando empezó el debate en serio entre los notables de nuestra provincia, que, curiosamente, llevaban apellidos muy similares a los notables de la actualidad. La plaza 9 de Julio continuaba como el lugar favorito para emplazar el monumento (…), (…) Fue entonces cuando el gobernador Luis Linares, miembro de una familia de larga tradición anti Güemes, colocó la piedra fundamental del Monumento en una ceremonia realizada en el centro de la plaza. Luego se realizaron diversos modelos de bronce, buscando el que pudiera ser perfecto para el homenaje. Diez años más tarde, en 1920, todavía no se había construido el Monumento. Al estar tan cerca del Centenario, el gobierno de Hipólito Yrigoyen designó la “Comisión Nacional de Homenaje al General Güemes”. El 17 de junio de 1921, el gobernador de entonces, Joaquín Castellanos, colocó la piedra fundamental del Monumento en la Plaza Güemes. (…), (…) La elección del escultor que se hiciera cargo de la creación de la estatua de Güemes se realizó mediante concurso, obteniendo en 1922 el primer premio, Víctor Juan Garino, de larga y prestigiosa trayectoria. El proyecto se inspiraba en la evocación güemesiana trazada por Lugones en “La guerra gaucha”. Fue el general Pablo Riccheri, quien, en 1923, sugirió la idea de colocar el Monumento a Güemes en lo alto de algunos de los cerros cercanos a Salta. Las opiniones en contra de esa iniciativa ahondaban en que, de instalarlo en un lugar de esas características, el homenaje quedaría alejado de la ciudad. Un año más tarde, el tucumano Ernesto F. Padilla, miembro de la Comisión, convenció a los que no estaban de acuerdo con la sugerencia de Riccheri. La historia, asegura que Padilla llevó a los miembros de la Comisión hasta el lugar donde se encuentra actualmente el Monumento, luego de un almuerzo en el Bar del Plata, de la zona de la plaza 9 de Julio. Una vez allí, refutando las palabras en contra, que insistían con que era alejado de la ciudad, Padilla explicó que la expansión inevitable de Salta provocaría que en esa zona se construyeran viviendas. (…), (…) Todos estuvieron de acuerdo, pero faltaba aún superar un escollo: la ley nacional 6.288 que establecía que el Monumento debía estar en una plaza de la ciudad. Se recurrió a un truco legal: en 1926, el intendente Adolfo García Pinto firmó la ordenanza que nombraba esa zona “Plaza de Suburbio Gral. Güemes”. El 20 de febrero de 1931, el Monumento al General Martín Miguel de Güemes fue finalmente inaugurado.
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