Por Andrés Mendieta

Fundada Salta en 1582 sus pobladores no quisieron ser menos que los de Córdoba y, así fue, cómo uno de aquellos primitivos moradores Don Hernando Arias Velásquez se presentó ante el Cabildo elevando una solicitud de agua para mover el molino que se construía en la finca La Isla –a unos cinco kilómetros de la actual ciudad de Salta- y que fue el segundo en el país.

El petitorio se realizó en 1586 es decir seis años después de fundado el molino de Soria y de él da cuenta un acta existente en el Archivo Histórico de la Provincia cuyo texto es el siguiente:

"En la ciudad de Lerma, en el valle de Salta, a los 20 días del mes de diciembre de 1586, ante el ilustre Alonso de Cepeda, gobernador de esta provincia del Tucumán, y en presencia de mi, Escribano Público del Cabildo de dicha ciudad, se presentó el contenido: Muy Ilustre Señor: Don Hernando Arias Velásquez, natural de Sevilla, vecino de la ciudad de Lerma, digo: que yo tengo una chacra a una legua de esta ciudad, poco mas o menos, sobre la acequia de la ciudad, en donde quiero poner un molino, de moler trigo, que Usía se haga merced del agua del manantial grande que está en la otra banda del río primero, que viene de esta ciudad, y además aguadas que tienen sus vertientes en la toma de dicha acequia, pues todas están aplicadas para la ciudad, que yo me obligo a mantener dicha acequia, y toma, y si se quiere, hasta que pase el cercano de dicho molino, de donde podrá la ciudad traer el agua a poco costo. A Vuestra Excelencia pido y suplico sea servido de hacerme merecer de la dicha agua. Por ante mi: Francisco de Aguirre, Hernando Arias Velásquez. Testigos: José Durán, Teniente Silvio Fernández de Córdoba".

En 1625 los padres Jesuitas instalaron otro que estaba ubicado en lo que hoy es Mercado Artesanal.

Buceando datos oficiales del Museo Provincial de Fomento de Salta –tomados ellos del censo Nacional de 1895 y otras de informaciones debidamente comprobadas, se puede hacer conocer que los molinos que se instalaron en Salta fueron: de Nazario Quiroga, en La Quesera, (1820); de Patrón Hermanos, en 1825; de Silvio Castellanos, en Bella Vista (1862); de Desiderio Cabrera, en San Rafael (1869); de Facundo López, en Velarde, y de Mosca, en las Lomas de Medeiro –hoy Barrio Grand Bourg-, ambos en 1872.

Cabe consignar que en la ciudad de Salta había muchos otros molinos ya que la industria panadera era muy importante.