Melesio Frías
 Un retrato olvidado en el Cabildo de Salta

Por Gabino Ojeda Uriburu

Melesio Filomemo Frías Fernandez nació en San Carlos, Salta en 1831. Era hijo legítimo de Tomás Frías Aramburú y de Teresa Fernández Hoyos.
A los 50 años contrae matrimonio por poder el 6 de Febrero de 1881, con dispensa por el impedimento de consanguinidad “en segundo grado con atingencia al primero” con su sobrina carnal Inés Valdés Frías ,de 19 años, hija de su hermana Felina Frías y Benjamín Valdés) con quien concibió un hijo que murió infante.(1)
Junto a sus hermanos Benigno y Ricardo formó una sociedad ganadera que resultó floreciente. Es por ello que se radica en Chile.
Pero cayó en los infortunios del juego, despilfarrando los beneficios a tal extremo que regresó quebrado, pero con el firme propósito de emprender nuevamente con recua propia, una vez desaparecida la sociedad con sus hermanos.
Lamentablemente la fortuna le fue adversa. Pierde toda la tropa en medio de un tormenta de nieve en plena cordillera de los Andes, salvando su vida de milagro.
Al respecto de este episodio , el historiador Bernardo Frías nos brinda el siguiente relato:
“[…] Más la suerte le fué en extremo cruel. Una nevada en una de aquellas horribles tempestades que a las veces sorprenden a los troperos en la cordillera y los dejan duros y helados hasta el día del juicio, tomó a Melesio y a su tropa..
El viento rugía, alzando en su furor las piedras y haciéndolas rodar cuesta abajo, produciendo saltos aterrantes. El cielo negreó; la nieve en copas descendía abundantísima cubriéndolo todo con su capa cual si fuera de blanco algodón tizado. La recua en viendo el huracán se arremolina, mete la cabeza entre las patas delanteras, comienza a girar en torno y a caer uno tras otro sus individuos, ateridos de frío y quedando allí duros para toda la eternidad..
La tropa entera pereció de este modo; Melesio mismo, apenado, con frío hasta los huesos, sentía extinguírsele la vida así como sus bestias de cuernos , salvándose a duras penas merced a los prolijos cuidados y a la experiencia que para el caso tenían ya adquiridas sus capataces.

Solo trajo a la vuelta un cuadro al óleo donde de cuerpo entero , envuelto en su abrigo , la tropa del ganado apareciendo en el fondo blanqueado por la nieve, de pie, gigantesco al lado de su caballo negro, se presentaba él a los ojos del contemplador, conjunto que venía a servir solamente como una memoria de la pasada desdicha.” (Frías , Bernardo. “La Casa de los Frías”)

Tiempo después cuando el gobierno de Salta repartió en mercedes las tierras en las márgenes del Bermejo , tomó algunas de ellas y luego de 10 años, con paciencia y esfuerzo llegó a disfrutar nuevamente de los frutos del éxito en la producción de ganado. Dicha esta de la que gozó hasta sus últimos días, cuya fecha no hemos podido determinar.
Generoso, socorrió a sus familiares cuando estuvieron en apuros, reparando en cierta forma , el daño que les había causado con sus andanzas en Chile.
A todas luces podemos deducir que el cuadro fue pintado probablemente cuando Melesio se encontraba en su apogeo, o quizá lo fué ,luego de su odisea cordillerana, como un homenaje para recordar la pérdida de su tan preciada recua, tal como nos cuenta tan vívidamente en su relato Bernardo Frías.
Nunca lo sabremos. De lo que si tenemos conocimiento es de su realización en territorio Chileno, posiblemente por algún artista de la ciudad de Copiapó, donde llega a residir por un tiempo, hasta su regreso definitivo a la Patria.
El cuadro yace apartado, con su barniz oxidado y cubierto de polvo, envuelto en las telarañas del olvido , en unos de los salones del fondo del Cabildo de Salta, detrás del segundo patio.
Allí intercepta Melesio Frías al espectador desprevenido, con su pétrea e imponente estampa, la vestimenta típicamente chilena; con la melancolía en su mirada; y un gesto adusto, reposando sobre su zaino de ojos tristes y donde se divisa al fondo su tropa y el helado paisaje de la cordillera de los Andes, cuyo viento sus sueños se llevó..
Fuentes:
(1) – Archivo del Arzobispado de Salta. -(Libro 11 de la parroquia de San Carlos. Folio: 174)
Transcripción del acta de su matrimonio:
“Don Melesio Frías con Da. Inés Valdés blancos , Argentinos el de 50 años, hacendado y ella de 19 costurera” /
En esta Ciudad de Salta a seis días del mes de Febrero del año del Señor de mil ochocientos ochenta y uno , habiéndose seguido información de soltería y libertad en que fueron testigos declarantes Don Adendato Torrena (sic), soltero, mayor de edad y Don Pío Uriburu casado, ambos vecinos de esta Ciudad y no resultando más impedimento que el de consanguinidad en segundo grado con atingencia al primero con que estaban ligados los contrayentes el que fue dispensado por el llstmo Sr Obispo diocesano Dr. Don Buenaventura Rizo Patrón e igualmente dispensada la publicación de proclamas por el mismo Iltmo Sr Obispo según consta de sus letras de fecha a cinco días del pasado mes de Enero y permitido se autorice este matrimonio por poder el R.P Guardia Fr Nazareno Morosimi, con licencia del insfrascrito cura, preguntó de su consentimiento a D. Juan A. Uriburu en representación y con poder de D. Melesio Frías vecino de esta ciudad y residente en la Colonia Rivadavia, soltero, hijo legítimo de D. Tomás Frías y de Da. Teresa Fernández, y a Da. Inés Valdés soltera vecina de esta ciudad, hija legítima de D. Benjamín Valdés y de Da. Felina Frías, y expresado por ambos el consentimiento mutuo por palabra de presente los unió en matrimonio, siendo testigos Don Eladio López, Don Juan N. Uriburu y Don Gabino Ojeda, todos casados vecinos de esta ciudad. Para que conste firmo.

Napoleón Cairo

 

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