RODOLFO LEANDRO PLAZA
NAVAMUEL
EL PATRIARCA DEL CALCHAQUÍ
·
SALTA
REPÚBLICA
ARGENTINA
2009
© 2009, Rodolfo Leandro Plaza Navamuel
ISBN: 978-987-05-6349-5
Queda hecho el
depósito que previene
Derechos exclusivos reservados para todo el mundo
Prohibida su reproducción total o parcial, sin expresa autorización del autor
Salta,
Capital. República Argentina
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
INSTITUTO
GÜEMESIANO DE SALTA
(Creado el 17-6-72. Decreto Nº 5042/1972)
GENERAL D. MARTÍN
MIGUEL DE GÜEMES
HÉROE DE
I
CONSEJO
DIRECTIVO
(2008 – 2012) ·
Presidente
Ercilia NAVAMUEL
Vicepresidente
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
Tesorero
Víctor Manuel FERNÁNDEZ ESTEBAN
Secretario
José Alejandro CAÑIZARES
Prosecretario
Margarita GONZÁLEZ
Vocales
Raymundo GARCÍA PINTO
Jorge SÁENZ
Álvaro CORNEJO FLEMING
Félix Rodrigo BRAVO HERRERA
Narciso Ángel FABBRONI
Darío WAYAR NÚÑEZ
Director de Publicaciones
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
A mis hijos
Ana Lourdes, Rodolfo Wenceslao
y Juan de
Dios Plaza Navamuel, que también
llevan
la sangre del Patriarca del Calchaquí
Escudo de armas de Díaz
(Ilustración de Da. Cecilia Ibarguren en
base a las armas primitivas de
Escudo:
En campo de plata, un león rampante de gules empuñando un bastón de oro,
perfilado de sable; bordura de gules con cinco flores de lis de oro.
Escudo de armas de Lea y Plaza
(Ilustración del heraldista D. Luis Mc Garrell Gallo en base a
representaciones de antiguos
documentos y armoriales de Navarra)
Escudo cortado: 1º, jaquelado de
plata y sable, que es de Lea
(o del Valle del Baztán); y 2º, en
campo de plata, tres barras de oro, perfiladas de sable, que es de Plaza.
“Podrán
las tropas del rey destrozar nuestros campos,
acribillar
a nuestros soldados y plantar nuevos gólgotas en
aras
de
el
patriotismo de Borja Díaz, el valiente caudillo vallisto,
que combate con empeño en Humahuaca”
Pedro Antonio Arias Velázquez,
Junio de 1821
En Salta, después de la Revolución
de Mayo se crearon Unidades de Caballería en diferentes puntos, aunque muchas
de ellas provisorias. En 1810, se registra la “Compañía Veterana. Partida de
Fronteras”, “Asamblea de
Por eso, entre tantísimos héroes
anónimos y poco o nada recordados, vale rescatar aunque sea en un resumen
algunas de las facetas más significativas de un prócer invencible de nuestra
emancipación, el coronel don Luis Borja Díaz de Lea y Plaza, quien fue una de
las figuras más destacadas de los Valles, habría de ser en su momento lugarteniente
de Güemes, y considerado como el “Patriarca del Calchaquí” por los componentes
de la falange patriótica de Salta[1].
Don Luis Borja había nacido en el
Valle de San José de Cachi (Salta) hacia 1770, en el distinguido hogar formado
por el hacendado don Martín Díaz de Urmendía (natural y afincado en los Valles
de arriba, Cachi y Seclantás, dedicado al comercio de mulares y también a la
agricultura, fue dueño entre otras propiedades, de la estancia “Tin-tín Grande”
la que en la posteridad heredaría su hijo el guerrero de la Independencia,
capitán don José Mariano Díaz), y doña María Paula de Lea y Plaza de Texerina,
ambos descendientes de los primeros conquistadores, descubridores y pobladores
de América. En efecto, don Luis Borja era nieto paterno de don Domingo Díaz de
Loria[2]
y de doña Felipa de Urmendía, y nieto materno de don Miguel de Lea y Plaza[3]
y de doña Rosa de Texerina. Cursó sus estudios en los claustros del colegio de
San Diego (hoy convento San Francisco) de la ciudad de Salta, donde además
cursó humanidades[4]. Posteriormente
regresó a su pueblo natal en Cachi, residiendo también en Seclantás para
ocuparse de las fincas de sus padres, en las que trabajó afanosamente. En “
Al producirse la Revolución de Mayo
expresó su adhesión, aportando dinero, hombres, animales y cosechas para el
mantenimiento de las tropas. En tanto, don José Ignacio de Gorriti, le escribía
a Díaz “Es necesaria la ayuda de esos
Valles a las tropas en las cuales me hallo empeñado en formar - le dice, y
agrega - Martín (de Güemes) y Toribio (Tedín) me han dado datos de la gente de por allí y
me han hablado de usted diciéndome que
es un eficaz y verdadero amigo de la causa de Mayo. Los del Rosario de
Lerma también se ofrecen a prestarme ayuda y especialmente don Hermenejildo
Diez y don Jorge Torino, vecinos de calificación y de méritos”. Don Borja
estuvo de esta manera entre los primeros salteños que se incorporó a las filas
de la Patria, y organizó con los vecinos más destacados las milicias de Seclantás,
de Molinos, de Atapsi y de Cachi, e ingresó con sus huestes al “Regimiento de
Patriotas”, participando en la memorable Batalla de Suipacha el 7 de noviembre
de
En agosto de 1811, con el grado de
sargento de
Torino
me ha dicho que don Francisco (de Gurruchaga) no está en
Salta y que usted piensa también irse a San Juan. Gran sentimiento y pérdida,
sería para nosotros, que Ud. abandonara esta ciudad, desde donde nos vienen sus
conceptos tan oportunos y los alientos, que nos da para evitarnos nuestro
desfallecimiento. El Dr. Gorriti ha andado en Cachi y nos ha llamado para hablarnos
de sus planes militares. Borja (Díaz de Lea y Plaza) está dispuesto a ayudarlo, lo mismo que
Ubaldo (de Lea y Plaza) y don
Bonifacio (Ruiz de los Llanos). Como
vé el entusiasmo no se ha perdido del todo. Salude a Doña Martina (Silva
de Gurruchaga) en nombre de los
míos y mande a su íntimo. Justo Pastor Arce[6].
Con omisión del comandante don Pedro Alcántara Ferreyra, que pasó a la historia
por convocar a los patriotas en Seclantás a fin de organizar las milicias en
momentos decisivos, Arce nombra en esta carta a los que con el tiempo serían
los tres más importantes guerreros de la Independencia que tuvo el Valle de Calchaquí,
y que aún esperan un justo reconocimiento de su Salta natal, los coroneles don
Luis Borja Díaz, don Manuel Ubaldo de Lea y Plaza y don Bonifacio Ruiz de los
Llanos, conocido este último como “El Intrépido” por sus valerosas hazañas.
Luego del éxodo jujeño que se
realizó el 23 de agosto, y del Combate de Las Piedras el 3 de setiembre, Belgrano
regresa a Tucumán no por el Camino Real sino optando por el camino llamado “de
Las Carretas”, perseguido de cerca por el general Pío Tristán. Don Luis Borja
Díaz incorporado al Ejército del Norte, marchó igualmente a Tucumán donde
Belgrano resolvió enfrentar a Tristán, participando en la victoriosa Batalla
del 24 de setiembre de 1812. Con posterioridad a esta victoria, en el
denominado Campo de las Carreras en Tucumán, Belgrano se ocupó del
adiestramiento de sus soldados y marchó a la provincia de Salta, hasta donde
habían retrocedido y se atrincheraron los derrotados españoles. El 20 de
febrero de 1813, las huestes de Belgrano atacan nuevamente al general Pío
Tristán, derrotándolo por completo. El triunfo de Salta comprometía la gratitud
nacional, y el gobierno, - dice Mitre - “asociándose al sentimiento público,
colmó de distinciones a los vencedores”[7].
Recordemos que desde el inicio de la
guerra todos los hermanos y primos hermanos de Lea y Plaza organizaron en
Escoipe, Cachi, Atapsi, Seclantás y San Carlos, varios escuadrones con sus
allegados, sus peonadas y sus propios recursos, distinguiéndose y luchando en
distintas batallas y combates juntos a González Balcarce, Belgrano, Rondeau,
Güemes, Arenales y a otros memorables próceres de la Independencia Argentina[8].
Precisamente, el 10 de diciembre de 1813, don Luis ponía a disposición el pie
de lista de los militares del Regimiento de Dragones de Milicias Patrióticas “que compone
El 29 de diciembre, el general
Belgrano ascendió a Díaz, en mérito a sus servicios, a capitán de
Victorioso Pezuela, penetró en la
ciudad de Jujuy para luego dirigirse a Salta, de la que se apodera a comienzos
de 1814; ya por entonces Joaquín de
Emprendida la guerra gaucha, Díaz
fue una de sus figuras salientes. Sabido es que la Guerra Gaucha conducida por
el general Martín Miguel de Güemes se inicia el 1º de marzo de 1814, y a partir
de entonces, numerosos patriotas encabezados por don Luis Borja Díaz de Lea y
Plaza en los Valles Calchaquíes, don
Luis Burela en Salta, don Pedro
Zavala en Cerrillos y don Juan de
Dios de Lea y Plaza en Escoipe, entre
otros, se rebelan contra la invasión de los ejércitos españoles, formando
unidades de Caballería que luego servirían para la organización de verdaderas
Milicias. Es así que durante la guerra de la Independencia, el día antes de
asumir el general Güemes el gobierno de
El 17 de agosto de 1815, don Martín
Miguel de Güemes en su carácter de “Coronel de los Ejércitos de la Patria, Comandante
General de
Título (en forma) de Comandante General de
de San Carlos, otorgado el 17 de agosto de 1815, al
capitán D. Luis Borja Díaz,
por el gobernador intendente de Salta, coronel D.
Martín Miguel de Güemes
Una vez planeada la defensa de
Salta, el coronel don Manuel Fernando de Aramburú, hijo del feudatario de San
Carlos don Nicolás Ignacio de Aramburú y Lisperguer, equipó un “Escuadrón de
Caballería de San Carlos”, en defensa de la causa del rey Fernando VII,
procurando mantener los Valles Calchaquíes despojados de la influencia de los
patriotas, afamado foco de resistencia realista aunque indiscutible su
inferioridad militar en la zona. Sabemos que los principales hacendados de la
región, existentes en ambos bandos, surgieron como los indiscutidos jefes militares
de la campaña y de esta manera aparecen las familias acaudaladas de los Valles
Calchaquíes como los mayores protagonistas durante las reñidas contiendas. Pues
vemos a realistas como los de Aramburú y los de Isasmendi en los Valles
Calchaquíes, que debieron enfrentarse políticamente con los Díaz, los de Lea y
Plaza, los Ruiz de los Llanos, los Arce y los Fernández de Córdoba, entre
otros. Así, todos estos guerreros de
En diciembre de 1815 el teniente
coronel don Luis Borja Díaz fue electo Alcalde Rural por Cachi. En esa fecha también
fueron electos en el mismo cargo, según oficiaba la Asamblea Electoral “atendiendo como ciudadanos honrados e hijos
beneméritos de la Patria el derecho que ésta misma tiene para exigirles sus
servicios”, don Martín Espinosa por Rosario de Cerrillos, don Santiago
Morales por Chicoana, don Nicolás Frías por San Carlos, don José Gabino Cornejo
por Rosario de la Frontera, don José Gabriel Jáuregui por Anta y don Casimiro
Arrieta por Perico[17].
Güemes sentía un verdadero aprecio
por don Luis Borja Díaz y por don Gaspar López de Vera [hombre culto, amante de
las letras, discreto versificador, autor de versos jocosos, románticos,
gauchescos y de olvidados cielitos, abogado, guerrero de la Independencia,
coronel, gobernador de Salta (1840 y 1841), y esposo de doña Juana de Lea y
Plaza de Valdés, prima hermana de Díaz][18],
en quienes don Martín Miguel de Güemes depositó su confianza y los consideraba
sus amigos. El caudillo gaucho estando en Jujuy el 15 de setiembre de 1816, le
escribe a don Teodoro López una carta llena de sentimientos patrióticos: “Mi Teodoro: Es tanto el deseo que tengo de
hacer ver al mundo entero la energía de nuestra provincia que he dado orden a
mi vanguardia no les hagan un tiro a fin de que no se vuelvan. Mis medidas las
tengo hace mucho tiempo tomadas y así es que los únicos días que he tenido
ociosos y tranquilos son desde que tuve noticias que el enemigo cargaba, a
pesar que carga con furia. Esto quisiera que le sucediera en el Valle a mi amigo don Luis (Borja) Díaz; por
eso es que nunca más que ahora conviene que vayas inmediatamente a ayudarle a
cumplir las órdenes que anteriormente le tengo comunicadas. Tú sabes que don Gaspar López es uno de los
amigos de quien más confianza tengo por su patriotismo, por su agilidad y por
cuanto lo busquen; dile pues de mi parte, que me le ayude en cuanto pueda, a mi
compañero Díaz. No perdamos, pues, momento mi querido Teodoro: llenemos de
gloria a nuestro país, ya que la fortuna nos proporciona un lance tan oportuno.
Hagamos ver al mundo todo, que sola,
nuestra provincia, ha de sacar de los trabajos a tanto infeliz errante”[19].
Más adelante, Díaz “se halló en la
famosa sorpresa de Yavi, el 15 de noviembre de 1816, fecha en que se encontraba
reuniendo gente en el lugar de las Barrancas, boca de la quebrada del Valle,
próxima a aquel punto”[20],
donde su primo hermano y cuñado el entonces teniente don Manuel Ubaldo de Lea y
Plaza, fue tomado prisionero y conducido al Perú, lugar en el que permaneció
largos años entre las rejas de los godos. Los enemigos habían tomado a seis
prisioneros, uno de ellos pudo escapar y avisó al momento, trayendo la alarma
al campamento del cuarto marqués del Valle de Tojo, encomendero de los Pueblos
de Casabindo y Cochinoca, caballero de
En los años siguientes tendrán Salta
y Jujuy nuevas invasiones realistas, venidas del Alto Perú, encontrándose los
guerreros de nuestro Ejército en un estado deplorable, tanto económica como
anímicamente. En 1817 Güemes recibía del Director Pueyrredón los despachos de
coronel mayor de los Ejércitos de
El coronel don Feliciano de
El 9 de junio de 1819 el Director
Pueyrredón renuncia a su cargo, sucediéndole el general José Rondeau, quién el
27 de agosto “Atendiendo a los servicios
prestados a la causa de la libertad”, designó a Díaz comandante del
Escuadrón de Gauchos del Valle de Cachi.
Meses más tarde, desde Cachi don
Luis Borja Díaz le escribe, el 18 de mayo de
Rúbricas del comandante general de los
Valles, coronel D. Luis Borja Díaz
Los
realistas en este lapso, no se detenían y se empeñaban en emprender una nueva
invasión sobre las provincias situadas al Sur del Alto Perú. El general godo
Juan Ramírez y Orozco, sucesor de
El 26 de noviembre de 1820 don Luis
Borja Díaz le decía al general Güemes en una nota fechada en San Carlos “Mi venerado y muy digno señor general:
Anoche recibí la de V.S. de 13 del corriente, junto con el oficio que contesto.
Estoy íntimamente persuadido de la necesidad en que todos nos hallamos de hacer
los últimos sacrificios para no ser infelices, después de haber padecido y
trabajado tanto por ser libres. Cuente V.S. con todos mis esfuerzos para
proporcionar la marcha del señor jefe del Estado Mayor por lo que respecta a
víveres, cabalgaduras y otros precisos, a pesar de la escasez suma y pobreza en
que veo a este Valle. La única dificultad insuperable que encuentro, es la de
proporcionar los cien caballos que me pide, porque no hay entre los vecinos más
pudientes quien tenga arriba de cuatro. Al gaucho, sabe V.S. que no se le puede
hacer mayor vejamen que despojarlo de su caballo y solo por la fuerza sería
asequible su consecución. Si lo tiene V.S. por conveniente daré este paso. No
tenga V.S. la menor duda, de que si puedo rezagar todos los artículos reunidos
anteriormente de su orden, para el sostén de los dos mil hombres que van
marchando, lo he de hacer, porque me hago cargo de los grandes conflictos en
que se vé, no teniendo el Estado, caudales ni arbitrios para las erogaciones
que demanda esta importante empresa, cuyo buen éxito se deberá realmente a los
continuos sacrificios que consagra V.S. al bien común. Descuide V.S. de la
seguridad de todos los caminos que se dirigen al interior, porque esta es la
principal atención que me ocupa. Deseo a V.S. toda felicidad y que mande en la
fina voluntad con que le ama su más atento y afectísimo súbdito Q.S.M.B Luis
Borja Díaz. - P.D. Después que marche el jefe del Estado Mayor, agradeceré a
V.S. me franquee permiso para ir a esa. Señor general en jefe don Martín Miguel
de Güemes”[26].
Este documento demuestra que el avance de Güemes al Perú ya estaba en plena
ejecución.
Antes de producida la muerte del
héroe gaucho don Martín Miguel de Güemes, en junio de 1821, don Pedro Antonio
Arias Velázquez le decía en una carta al gobernador: “Podrán las tropas del rey destrozar nuestros campos, acribillar a
nuestros soldados y plantar nuevos gólgotas en aras de
El coronel Díaz fue un verdadero
líder en todo el Valle de Calchaquí, en el que lució su coraje y su gran ascendencia
entre los pobladores. En abril de 1823 era comandante del Valle de Cachi; por
aquella época dada las preocupaciones que se tenían con respecto a los
sacrificios de los gauchos, don Luis Borja Díaz de Lea y Plaza desde San José
de Cachi informaba: “Sin duda fueron
éstas las consideraciones que impulsaron al Sr. ex gobernador don Martín Miguel
de Güemes, a abolir, o moderar la cuota de arrendamiento con respecto a los
gauchos, eligiendo prudentemente del mal, el menor, y una alteración absoluta
sobre el particular, no podía menos que producir un desaliento o un sacrificio.
Pagando la mitad de los arriendos durante la guerra, parece soportable el
perjuicio recíproco del propietario y del gaucho arrendero y cesando aquella,
el gobierno tomará las medidas conducentes a reparar las quiebras que haya
ocasionado la defensa común en cuanto a los derechos parroquiales, se estableció
ya en éste curato de Cachi y en San Carlos que los entierros de los gauchos se
hicieran gratuitamente y los casamientos por cuatro pesos”[28].
Lilia F. Pérez de Arévalo, señala respecto de la nota transcripta, que “en el
mismo informe se hace una reflexión; que ya se pagan estos derechos
parroquiales sin haber cesado la causa, y nos dice que los sacrificios de los
gauchos son inmensos y todo lo que se dispone en su favor es premio a sus
fatigas. Que por su parte los párrocos pueden subsistir con las contribuciones
de los demás feligreses o que la paga del gaucho sea moderada”[29].
Díaz siempre tuvo presente a sus valientes guerreros, para quienes fue como un
padre que a la par del bienestar que les procuraba, con ellos compartía las
victorias y las derrotas. Se caracterizó asimismo por defender a la población
vallista más necesitada, de injusticias y malos tratos.
En tanto, don José María Paz, quién
al decir de Mitre: “debía ser con el tiempo uno de los primeros generales de
América del Sur”, fue invitado en 1823 por el coronel José M. Pérez de
Urdininea, para cooperar en la expedición al Perú proyectada por San Martín.
Partió Paz “asumiendo el cargo de 2do. jefe del Cuerpo de Dragones de San Juan,
que estuvo a sus órdenes en Animaná y en el pueblo de San Carlos, hasta junio
de 1824 en que Urdininea marchó al Norte con los Dragones”. Estando José María
Paz en San Carlos, observó que la producción principal eran “los trigos, algunas viñas y alfalfares”,
productos que indudablemente le interesaba sobremanera, debido en principio, a
la falta de alimento y dificultades que presentaba tanto la tropa, como los
animales[30]. A
pesar de estas limitaciones, aunque siempre aliviado con leña, carne y otros
víveres por el “Patriarca del Calchaquí”, el coronel Paz contribuyó al auxilio
del gobernador de la provincia, general don Juan Antonio Álvarez de Arenales,
amenazado por algunos conspiradores. El 17 de febrero de 1824, Paz se
encontraba en el Valle de arriba, pasando por
Entre los conspiradores de Arenales
se encontraban los coroneles Jorge Enrique Widt, Sinforoso Morales y Bernardino
Olivera, que se habían levantado en armas en la zona de Guachipas, siendo
tomados prisioneros los dos últimos (Morales y Olivera) el 5 de febrero de
1824, y sentenciados a muerte como “reos
de conspiración” fueron ejecutados el 27 de febrero, bajo la dirección de
Urdininea y la aprobación de Arenales[32].
Luego de estos episodios, el 8 de marzo Díaz Plaza y sus gauchos regresan
nuevamente al Valle de Cachi. El 30 de setiembre de 1824, Díaz recibía del
gobernador Arenales los despachos de coronel efectivo del Primer Escuadrón de
los Valles Calchaquíes. En marzo del año siguiente, el general don Juan Antonio
Álvarez de Arenales le escribía al coronel Díaz “Ha llegado el momento de
hacer uso de las repetidas y generosas instancias con que V.S. procuró tener
parte en los honorantes objetos a que marcha
Debemos destacar que don José María
Paz tuvo por aquella época importante actuación en la organización de las
milicias salteñas, con el grado de coronel en 1825 procedió a levantar un
Batallón de Infantería bajo su mando, junto a la inspección del gobernador de
Salta, don Juan Antonio Álvarez de Arenales, con el fin de incorporarse al
Ejército de Operaciones contra el Emperador del Brasil, que comenzaba a
organizarse en San José del Uruguay[34].
En ese pequeño Regimiento de 800 hombres, formado por Paz y Arenales, se
incorporaron muchos de los guerreros de los Valles Calchaquíes, entre los que
figuraron varios oficiales del Escuadrón del comandante Díaz, participando
activamente en toda la campaña del Brasil, aunque muchos otros que se alistaron
no llegaron a tomar intervención en la guerra.
Figuró Luis Borja Díaz entre algunos
oficiales, como Jorge Torino, Bonifacio Ruiz de los Llanos, Ángel Mariano
Zerda, Pedro Alcántara Ferreyra, Manuel Álvarez Prado y Miguel Puch, que
compartían plenamente la corriente política del general Juan Antonio Álvarez de
Arenales[35],
quien desde su asunción al poder procuraba establecer en Salta un gobierno
liberal Rivadaviano, pero los problemas internos entre los distintos partidos
políticos hizo que un grupo de los mismos partidarios de Arenales se unieran en
1827, en la revuelta encabezada por José Gorriti que derrocó al gobierno, del
que temían que intentara prolongarse en su mandato[36].
El coronel Díaz Plaza prosiguió en la carrera de las armas, alternando su
tiempo con la atención de sus propiedades en Seclantás y en San José de Cachi;
su nombre estaba muy prestigiado entre los salteños por su destacado y persistente
servicio al país, fue valeroso y un gran estratega, virtudes que evidenció durante
toda su vida. Ya entrado en años, decidió asentarse definitivamente en el Valle
de Cachi, pero su lúcida actuación en la guerra gaucha determinó que debiera
asumir el cargo de “Comandante Principal
de las Milicias de San José de Cachi”[37],
que ocupó hasta su muerte.
Contrajo matrimonio con su prima
hermana,
Hizo su testamento sin poner fecha “en Salta siendo testigos los ciudadanos don
Juan de Dios Aparicio, don Juan Luis Maurin y don José Antonio Cesar y Robles”
el que se protocolizó en setiembre de 1831, en la escribanía de don Mariano
Nicolás Valda; seguramente temeroso de algún desafortunado destino en la
guerra, pues sus textuales palabras en este documento dicen: “Sepan cuantos este testam.to., última y postrimera voluntad vieren,
como yo el Ciudadano Luis Borja Díaz Coronel, y Comandante principal de las
milicias de Sn. José de Cachi, hijo legítimo de los finados Dn. Martín Díaz, y
doña María Paula Plaza qe. en paz descansen, hallándome por la misericordia del
Señor sano, y en marcha a la guerra
a que me destina el Sr. General Gobernador de ésta Provincia de Salta a la cual
correspondo; creyendo en el alto, e infalible misterio de la santísima Trinidad
y en todos los demás que cree predica y enseña Nuestra Santa Madre Iglesia
Católica, Apostólica Romana, en cuya fé, y creencia he vivido, y protesto
vivir, y morir como católico fiel cristiano invocando a mi protectora Nuestra Señora de las Mercedes[39] para que interceda por mi alma...”, más
adelante dice: “Declaro que he sido
casado bajo los ritos de
Entre otras cláusulas dispone “Mando que con respecto a la declaración de
los bienes que recíprocamente introdujimos al matrimonio se esté a la verdad de
mi espresada compañera por estar penetrado de su rectitud y buena fé”.
Nombró por sus albaceas a su esposa en primer lugar, al cura de Cachi doctor
don José Manuel Salguero en segundo lugar, y a una hija adoptiva doña Flora
Díaz en tercer lugar; siendo sus herederos su “consorte” doña Magdalena Plaza, doña Flora Díaz y su sobrina doña
Micaela Plaza “...hija de mi primo, y
hermano político el Capitán don Remigio Plaza...”.
No tenemos con exactitud su fecha de
fallecimiento; no obstante doña Magdalena se presentó en Salta el 17 de
setiembre de 1831, ante el juez de Paz en 1ra. Nominación, ya viuda y como
albacea testamentaria “del finado coronel
don Luis Borja Díaz”, por lo que bien creemos que don Luis falleció a
mediados de 1831[40],
siendo enterrado, según consta, en
El nombre de Díaz figura entre los más
destacados oficiales de la Independencia en una placa del monumento al héroe
gaucho don Martín Miguel de Güemes, al pie del cerro San Bernardo, en Salta.
También se lo recuerda en otra placa de bronce en el monolito a Güemes en
Cachi; además con merecida justicia la provincia de Salta le rindió homenaje
imponiendo su nombre a una calle en la ciudad capital[42].
ARCHIVOS
Archivo
y Biblioteca Históricos de Salta
Archivo María Teresa Cadena de Hessling
Archivo Plaza Navamuel
ARÉVALO, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero Gaucho”. Boletín Nº 3 del Instituto Güemesiano de Salta,
Publicación Oficial del Gobierno de
CORNEJO, Atilio: “Causas
y Consecuencias de
-- “Güemes y
-- “José María
Paz en Salta”, pág. 141. Boletín del Instituto San Felipe y Santiago de
Estudios Históricos de Salta. Tomo 30. Salta, 1960
-- “Historia de
Güemes”, Segunda Edición. Talleres Artes Gráficas S. A. Salta, 1971.
CUESTA FIGUEROA, Marta de la: “El Cabildo de Salta (1582-1825)”. Instituto de Investigaciones
Históricas de Salta. Consejo de Investigaciones de
CUTOLO, Vicente Osvaldo: “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”. VI volúmenes. Edit.
Elche, Imprenta Crisol. Buenos Aires, 1968.
FIGUEROA, Fernando R.: “Diccionario Biográfico de Salteños”. Editorial Universidad Católica
de Salta. Salta, 1980.
GÜEMES, Luis: “Güemes
Documentado”. 12 Tomos. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires, 1986.
IBARGUREN, Carlos (h): “Los Antepasados. A lo largo y más allá de
MITRE, Bartolomé: “Historia
de Belgrano y de
NELSON, Cristian: “Notas
sobre
PAZ, José María: “Memorias
Póstumas”, Tomo I y II. Editorial Almanueva. Buenos Aires, 1954.
PLAZA NAVAMUEL, Rodolfo Leandro: “Protagonistas de una Gesta Incomparable”. Separata del Boletín Nº
29-30 del Instituto Güemesiano de Salta, Publicación Oficial del Gobierno de
REYES GAJARDO, Carlos M.: “Apuntes Históricos sobre San Carlos del Valle Calchaquí de Salta”.
S. A. Casa Jacobo Peuser, Ltda. Buenos Aires, 1938.
YABEN, Jacinto: “Biografías
Argentinas y Sudamericanas”. Buenos Aires.
· Decreto Nº 1480, dictado por el Poder
Ejecutivo de
[1] Reyes Gajardo, Carlos M.: “Apuntes Históricos
Sobre San Carlos del Valle Calchaquí de Salta”, pág. 103. S. A. Casa Jacobo
Peuser, Ltda. Buenos Aires, 1938. Carlos G. Romero Sosa, por su parte, dice:
“el invencible y audaz coronel don Luis Borja Díaz y Plaza, que se inició
durante el fragor de la originaria Expedición Libertadora hacia el Alto Perú,
sirviendo bajo las órdenes sucesivas de Ortíz de Ocampo, de Balcarce, de
Castelli, de Pueyrredón, de Belgrano y de San Martín (…), y después ejecutor y
brazo derecho de todas las milicias de los Valles Calchaquíes, durante la
cruenta y heroica epopeya de Güemes”.
[2] Don Domingo Díaz de Loria descendía del
capitán Pedro Díaz de Loria “El Viejo”, vecino encomendero de
[3] Don Miguel de Lea y Plaza fue fundador de su familia
en Salta y sus orígenes genealógicos, según nuevas investigaciones en el
Archivo General de Indias, se remontan a los primeros conquistadores en el
Cuzco. Dedicado a la agricultura, poseyó un “molino
de piedra” donde procesaba su producción de granos; también se dedicó a la
cría y engorde de ganado, principalmente de mulares, los que comercializaba en
Tarija, Potosí y Chile. Entre los entroncados al linaje, se distingue el
capitán de Caballos Ligeros don Pedro de Lea y Plaza, nacido en el Cuzco a mediados
del siglo XVI, llegó a Chile alrededor de 1570, donde fue feudatario. Guerreó
toda su vida con los indios. Chillán donde tuvo una merced de tierras y una
encomienda de indios, según datos históricos, fue fundada en 1580. Los
documentos existentes en el Archivo General de Indias en Sevilla, que debemos a
Benjamín Lea-Plaza Edwards, y cuyas copias conservamos, indican que el capitán
Pedro de Lea y Plaza, era “hijo y nieto
de los primeros conquistadores”.
[4] Figueroa, Fernando R.: “Diccionario Biográfico
de Salteños”. Editorial Universidad Católica de Salta. Salta, 1980. Figueroa
registra equivocada su filiación.
[5] Nelson, Cristian: “Notas Sobre
[6] Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”, pág. 255,
cit.
[7] Mitre, Bartolomé: “Historia de Belgrano y
de
[8] Entre los hermanos y primos hermanos,
mencionaremos a D. Tomás, a la distinguida dama patricia Da. María Magdalena,
esposa y prima hermana del “Patriarca del Calchaquí”, coronel D. Luis Borja
Díaz, a D. Manuel Ubaldo y su esposa doña María del Milagro Cabrera y Díaz,
proba patricia salteña, D. Juan Pablo, D. Felipe, D. José Remigio (sus tres
esposas, Da. Dorotea Mendía y Baisa, Da. Trinidad Gallardo y Olmos, y Da.
Trinidad Arias de Navamuel, de altos ideales independentistas, hermana e hijas
respectivamente, de abnegados oficiales partícipes en célebres y cruentas
contiendas), y D. Ramón de Lea y Plaza Ríos; D. José María y D. Juan de Dios de
Lea y Plaza de Mendoza y su esposa, doña Manuela de Zamora y Castellanos,
fervorosa partidaria de la causa americana; D. José Mariano de Lea y Plaza de
Isasmendi; D. Luis Borja, D. José Mariano y Da. Dolores Díaz de Lea y Plaza
(una ilustre dama que fue gran colaboradora de la Patria, esposa del alférez de
Caballería D. José Antonio Suárez, que sacrificó su propia vida en el “Combate
de Sauce Redondo” el 24 de marzo de 1814); D. José Mariano y su hermana la
altruista dama patricia, Da. Juana de Lea y Plaza Valdés de Vargas, casada con
el coronel, doctor D. Gaspar López de Vera, son algunos de los preclaros hombres
y mujeres miembros de esta familia salteña, que contribuyó incorporando gente
de sus mandos a las milicias de Salta, Tucumán, Catamarca, Jujuy, Tarija y el
Alto Perú, organizando de esta manera varios escuadrones, y entregando a la
noble causa de
[9] A. y B. H. S. (Archivo y Biblioteca Históricos
de Salta) Carpeta Fantasma Nº 41 “Dragones de Milicias Patrióticas de Salta”
Pie de Listas, año 1813.
[10] Cutolo, Vicente Osvaldo: “Nuevo Diccionario
Biográfico Argentino”. VI volúmenes. Edit. Elche, Imprenta Crisol. Buenos
Aires, 1968.
[11] Cutolo, Vicente Osvaldo: “Nuevo
Diccionario Biográfico Argentino”, cit.
[12] Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y
Sudamericanas”. Buenos Aires.
[13] Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y
Sudamericanas”, cit.
[14] Cornejo, Atilio: “Historia de Güemes”,
Segunda Edición. Talleres Artes Gráficas S. A. Salta, 1971.
[15] Plaza Navamuel, Rodolfo Leandro: “Protagonistas de una
Gesta Incomparable”, pág. 5. Separata del Boletín Nº 29-30 del Instituto
Güemesiano de Salta, Publicación Oficial del Gobierno de
[16] A. y B. H. S. Libro Nro. 1, años
[17] Cuesta Figueroa, Marta de la: “El Cabildo de
Salta (1582-1825)”, págs. 239 y 240. Instituto de Investigaciones Históricas de
Salta. Consejo de Investigaciones de
[18] El coronel
D. Gaspar López de Vera y Gómez, nació en Salta el 11 de enero de 1790,
proveniente de antiguas y acaudaladas familias descendientes de conquistadores
y primeros pobladores. Fueron sus padres D. Pedro Ignacio López de Vera y Uría
y Da. Margarita Gómez; nieto paterno de D. Jacinto López de Vera y de Da. María
Josefa de Uría y Losa Bravo; bisnieto paterno paterno del maestre de campo D.
Pedro López de Vera y de Da. Antonia Torres Valenzuela; bisnieto paterno
materno de D. Francisco de Uría Pérez y de Da. Margarita de Losa Bravo de Abreu
y Figueroa (Archivo Plaza Navamuel).
[19] Carta de Güemes a Teodoro López, Jujuy,
15-IX-1816, en Güemes, Luis: “Güemes Documentado”. Tomo 6, pág. 128. Editorial
Plus Ultra. Buenos Aires, 1980. También Cornejo, Atilio: “Güemes y
[20] Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y
Sudamericanas”, cit.
[21] A. y B. H. S. Carpeta de Gobierno. En 1802 en
Tarija, firmaba un certificado cuya copia conservamos en nuestro archivo, donde
él mismo se nombraba de la siguiente manera: “Dn. Juan José Feliciano Alejo Fernández Campero Martearena del
Barranco Pérez de Uriondo Gutiérrez de
[22] Declaración del teniente Justo González, Salta,
21-XI-1816, en Güemes, Luis: “Güemes Documentado”. Tomo 4, págs.
–
Por todo aquello de heroico que sucedió en Yavi, nos parece oportuno publicar
completa la mencionada carta de Ruiz de los Llanos a su tío “Cachi. Noviembre 26 de
[23] Carta de Feliciano de
[24] Carta de Feliciano de
[25] Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”, pág. 252,
cit.
[26] Carta de Luis Borja Díaz a Güemes, San Carlos,
26-XI-1820, en Güemes, Luis: “Güemes Documentado”, Tomo 6, págs. 474 y 475.
[27] Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”.
Carta de Pedro Antonio Arias a Güemes, pág. 103, cit.
[28] Arévalo, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero
Gaucho”. Boletín Nº 3 del Instituto Güemesiano de Salta, Publicación Oficial
del Gobierno de
[29] Arévalo, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero
Gaucho”, Ibídem.
[30] Archivo Plaza Navamuel.
[31] Cornejo, Atilio: “José María Paz en
Salta”, pág. 141. Boletín del Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos
de Salta. Tomo 30. Salta, 1960.
[32] Paz, José María: “Memorias Póstumas”,
Tomo I y II. Editorial Almanueva. Buenos Aires, 1954. También Yaben, Jacinto:
“Biografías Argentinas…”, cit.
[33] A. y B. H. S. Registro Administrativo. Poder
Ejecutivo. Departamento de Gobierno - Correspondencia oficial, 1825. Salta, no
foliada.
[34] Paz, José María: “Memorias Póstumas”,
cit.
[35] Archivo y Biblioteca Históricos de Salta.
- 1825 - Registro Administrativo. Poder Ejecutivo. Departamento de Gobierno -
Correspondencia oficial. Salta, no foliada Cuaderno de Comunicaciones con el
Señor Gobernador y Capitán General interino de Salta. Año 1825. [Documentos]
“Después que ya no se debe contar con el Escuadrón del Coronel Urdininea, y
cuando el enemigo según noticias resientes aumenta considerablemente su fuerza,
creo de necesidad que llegada la división de mi mando al territorio enemigo,
pueda en cualquier lance maniobrar por si sola con probable suceso: al efecto a
calculado poner en el número de quinientas plazas el Batallón de Cazadores, y
en igual numero la tropa de Caballería: detenerme quince días en la quebrada y
con una incesante disciplina poner expedita toda la fuerza, mientras por otra
parte la caballada descansa y afirma mejor el vaso. En tal empeño y recordando
los esfuerzos que hizo el Coronel
Comandante Dn. Luis Borja Díaz [de Lea
y Plaza], para reunirse a
[36] Cornejo, Atilio: “Causas y Consecuencias
de
[37] A. y B. H. S. Carpeta 27, Prot. 286, fs.
90, Testamento de don Luis Borja Díaz Plaza.
[38] Doña
María Magdalena de Lea y Plaza nació en San José de Cachi del Valle de
Calchaquí, en 1778. Heredó de sus padres extensas propiedades en Cachi, las que
al contraer matrimonio se sumaron a las de Díaz de Lea y Plaza, alcanzando los
conyugues una cuantiosa fortuna. Noble patriota, benefactora y ejemplar esposa,
desde que se produjo la Revolución de 1810 estuvo entre las primeras mujeres
decididas en colaborar con la causa de la emancipación. Aunque no tuvo hijos
propios, crió desde la infancia a su sobrino nieto don Eduardo Plaza, aparte,
en su vida conyugal adoptaron a una niña, llamada Flora, que llevó el apellido
Díaz. Desempeñó asimismo un especial papel de madre con muchos de sus sobrinos
carnales y con los hijos de algunos primos hermanos a todos los cuales brindó
un esmerado cuidado. Conoció y trató con la casi mayoría de los próceres de su
tiempo, que compartían las ideas y las convicciones de su familia, tanto de sus
hermanos y primos como la de su esposo, a quien acompañó en todos sus emprendimientos
y luchas. Se caracterizó en el Valle de Cachi por su espíritu caritativo, y
fueron importantes sus donaciones de joyas y vestuarios para los diferentes
escuadrones de la época de la Independencia, ayudando también en las guerras
civiles de la década del
[39] Es tradición que su abuela doña Rosa de
Texerina, inculcó la devoción a Ntra. Sra. de las Mercedes a todos sus
descendientes.
[40] A. y B. H. S. Carpeta 27, Prot. 286,
folio 91v., Testamento de don Luis Borja Díaz Plaza. - También Hessling, María
Teresa Cadena de: Apuntes y Archivo Particular.
[41] A. y B. H. S. Testamento de don José
Mariano Díaz, 1830. Esc. Félix Ignacio Molina.
[42] Monumento al general Güemes en la ciudad
de Salta y monolito a Güemes en Cachi, Provincia de Salta. Lamentablemente,
el magnífico monumento al general Güemes
en la ciudad de Salta carece del reconocimiento a muchísimos próceres; la placa
donde figuran algunos de los nombres más importantes, y que pretende ser una
lista acabada de los principales comandantes, es incompleta desde todo punto de
vista.