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Boletín del
Instituto Güemesiano
de Salta
Nº 33
Año
2008
______
DIRECTOR
DE PUBLICACIONES
MPN Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
●
SALTA
REPÚBLICA ARGENTINA
2009
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA
España 730 (ex casa del general D. Martín
Miguel de Güemes)
Teléfono 054 – 0387 – 4215568
(A4400ANR) Salta, Capital · República Argentina
www.institutoguemesiano.gov.ar
Dirección y Coordinación General: Rodolfo Leandro Plaza
Navamuel
Selección de textos: Ercilia Navamuel
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
GENERAL D. MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
HÉROE
DE
I ·
Gobernador
Juan Manuel URTUBEY
Vicegobernador
Miguel Andrés ZOTTOS
Vicepresidente 1º de
Mashur LAPAD
Presidente de
Santiago Manuel GODOY
Presidente de
Guillermo Alberto POSADAS
Ministro de Gobierno
Antonio Oscar MAROCCO
Ministro de Justicia, Seguridad y
Derechos Humanos
Pablo Francisco Juan KOSINER
Ministro de Desarrollo Económico
Julio César LOUTAYF
Ministro de Educación
Leopoldo VAN CAUWLAERT
Ministro de Trabajo y Previsión
Social
Nora del Valle GIMÉNEZ
Ministro de Turismo
Federico POSADAS
Secretario de Cultura
Víctor Manuel FERNÁNDEZ ESTEBAN
INSTITUTO
GÜEMESIANO DE SALTA
(Creado el 17-6-72. Decreto Nº 5042/1972)
GENERAL D. MARTÍN
MIGUEL DE GÜEMES
HÉROE DE
I
CONSEJO
DIRECTIVO
(2008 – 2012) ·
Presidente
Ercilia NAVAMUEL
Vicepresidente
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
Tesorero
Víctor Manuel FERNÁNDEZ ESTEBAN
Secretario
José Alejandro CAÑIZARES
Prosecretario
Margarita GONZÁLEZ
Vocales
Raymundo GARCÍA PINTO
Jorge SÁENZ
Álvaro CORNEJO FLEMING
Félix Rodrigo BRAVO HERRERA
Narciso Ángel FABBRONI
Darío WAYAR NÚÑEZ
Director de Publicaciones
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
El
Consejo Directivo del Instituto Güemesiano en su reunión del mes de julio de 2003 resolvió
instituir un Reglamento de Publicaciones. Solo se publicarán las disertaciones
y artículos inéditos vinculados a los objetivos del Instituto, el ambiente
socio cultural e histórico durante la gesta güemesiana; a la vida y obra del
general Martín Miguel de Güemes y de quienes lo acompañaron en la lucha por la
emancipación americana. Asimismo, el Consejo Directivo seleccionará el material a
publicarse, sin que ello libere a cada autor de su responsabilidad intelectual
y científica. La
extensión de los trabajos no debe superar las 25 páginas en papel A4, letra
Times New Roman, en cuerpo 11, escritos en procesador de texto Word 6.0 o
compatible. Los mismos se deberán entregar en tiempo y forma, y se acompañarán
en una copia impresa y en diskette o CD. Deben contener fuente documental y/o
bibliografía, citas y notas al pie de página, numerándoselas en el texto.
Nota: La sola presentación de los trabajos queda a exclusiva
consideración del Consejo Directivo, no obliga su publicación y no se
devuelven.
El Instituto Güemesiano de Salta cumplió el 17 de junio
de 2008 treinta y seis años y una vez más afianza sus esfuerzos para recordar
la gran Gesta Güemesiana. Esta labor reivindicativa es una larga lucha
historiográfica, porque pese a la amplia difusión del Instituto y a los logros
obtenidos en la provincia como en el Congreso de
Se acerca el Bicentenario de la Revolución de Mayo,
y si bien debería ser una fiesta de las
grandes, se sufre la triste desvalorización de la historia profunda de nuestro
origen en
A pesar de todo, el Instituto Güemesiano sigue trabajando
para encauzar y conservar las ideas claras de argentinidad y el respeto por
esos valores, en una nación que anhela crecer con los ejemplos de nuestras
memorables epopeyas y mirar siempre hacia adelante, por una Argentina en paz,
con garantías, trabajo digno, salud, educación y cultura tradicional que nos da
identidad.
Presentamos un nuevo Boletín que hace treinta y un años
abrió por primera vez sus páginas para que noveles y versadas plumas se
incorporen todos los años y desarrollen sus investigaciones historiográficas en
libertad, con seriedad, el necesario rigor científico y publiquen sus
conclusiones y trabajos. Cabe señalar que en este derrotero estoy abocado desde
que me incorporé en 2005 como director de publicaciones del Instituto y por eso
en cada edición reitero la invitación a participar a todos los güemesianos e
historiadores en general, para que en consecuencia se sientan parte y entre
todos, aunemos experiencias, aportemos ideas, conocimientos y esfuerzos.
Este libro reúne las siguientes conferencias y discursos de actos y
sesiones públicas cumplidas por la institución: “Eustaquio Méndez y la Guerra
Gaucha”, de Margarita Isabel González;
“Güemes y el Sol de Mayo”, de Darío Wayar Núñez; “El General Güemes en
En la
sección denominada “El Valle de Calchaquí y sus Patriotas. Justo Homenaje a
Tres Guerreros de
Mientras
que el capítulo Investigaciones
y Artículos, cuenta con cinco colaboraciones, a saber: “Vocaciones Gauchas”, de
Ercilia Navamuel; “El Rostro de
Güemes”, de Rogelio Wenceslao Saravia Toledo; “El General Manuel Belgrano en
El
apartado Notas y Discursos, contiene una poesía “Los Héroes”, de Rodolfo E. Ibáñez Plaza, y una oración
“Oración Gaucha”, de Carlos Diez San
Millán, respectivamente. Además, el comentario sobre la presentación en
Salta del libro “Guía Genealógica en el Milenium”. Como todos los años
publicamos
Salta, 22 de noviembre de 2008
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel
Vicepresidente y Director
de Publicaciones
Instituto Güemesiano
de Salta
LEY 26.125
GÜEMES HÉROE
NACIONAL
El
22 de agosto de 2006 se promulgó
El
Senado y Cámara de Diputados de
Artículo 1º- Declárase Héroe Nacional a D. Martín Miguel de Güemes, único
general argentino muerto en acción de guerra el 17 de junio de 1821, en la
histórica epopeya de la emancipación del continente americano.
Artículo 2º- Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
Dada en
Registrado
bajo el Nº 26.125
Alberto
Balestrini - José B. Pampuro - Enrique Hidalgo - Juan H. Estrada.
Decreto
Nº 1082/2006
Buenos
Aires, 22/8/2006
Por
tanto:
Téngase por Ley de
Kirchner
- Alberto A. Fernández - Nilda Garré
Nº
33
AÑO
2008
(PRESIDENCIA ERCILIA
NAVAMUEL)
HOMENAJES
DE
LA
ACADEMIA
GÜEMESIANA
El
Instituto Güemesiano de Salta adhiere a los actos en conmemoración de un
aniversario del natalicio del general don Martín Miguel de Güemes, organizados
por
En
horas de la tarde, como todos los años, se realizó la sesión pública en la sede
del Instituto Güemesiano de Salta, España 730. La apertura de la sesión
académica estuvo a cargo de la presidente del Instituto, profesora Ercilia
Navamuel. Acto seguido se procedió al ingreso de las banderas siendo escoltadas
por el grupo folclórico gaucho “Infernales de Güemes” de Buenos Aires. Se
entonaron las estrofas del Himno Nacional y el Himno al general Güemes.
Las
disertaciones fueron sucediéndose de la siguiente manera: la profesora
Margarita Isabel González, que trató sobre “Eustaquio Méndez y la Guerra
Gaucha”, y el licenciado Jorge Sáenz, respecto a “La guerra por la
Independencia en el Norte”. Finalmente la senadora nacional, doctora Sonia
Escudero, expuso sobre el proyecto de
EUSTAQUIO MÉNDEZ Y
LA GUERRA GAUCHA
Margarita Isabel GONZÁLEZ ·
1. De lo que pasó en el Alto Perú, Bolivia, siendo Tarija
de la jurisdicción de Salta hasta 1825
Según el historiador boliviano Edgar
Ávila Echazú, el proceso emancipador denominado “Guerra de
Ese mundo de complicidades, abusos y
sobornos fue el sustrato movedizo de la inestabilidad social y las consecuencias
trastornos políticos-económicos que tenían que fluir, teniendo como protagonistas
precisamente a los criollos y mestizos ricos de Charcas y Potosí.
Pues a la guerra de batallas campales,
sucedió una de guerrillas, escaramuzas, sorpresas y asaltos de grupos que tan
pronto aparecían como desaparecían, pero que mantenían una lucha tenaz y
constante, sin tregua ni descanso. Imposible detallar todas las acciones, es el
decir de Humberto Vázquez Machicado (catedrático de la universidad mayor de San
Andrés de Chuquisaca) “las acciones eran a diario, por todas partes, obligando
a los realistas a vivir siempre alertas y en combate permanente. Capitaneaba
esos grupos de acciones hombres de ciertos carismas y liderazgos, denominados
caudillos, quienes luchaban en nombre de la Patria”.
Fue trágica la suerte de muchos de ellos,
sea en los recios combates en los cuales no se daba ni se pedía cuartel. Sea
por enfermedades como consecuencias de las privaciones de esa vida de
guerrillas, la mayor parte de estos personajes murieron antes de ver realizados
sus sueños de una Patria libre.
Toda una tierra que vivió ruido de lanzas
y gritos de guerra, habla de un pueblo que se levantó en armas para luchar con
un gran valor, dice la “Historia de Tarija”, escrita por Ávila Echazú, que
venció con heroísmo sin igual, que grabó con letras de fuego en el libro de la
historia, nombres tanto de hombres, mujeres y niños de la gran nación Americana,
como Martín Miguel Güemes, José Antonio Sucre, Simón Bolívar, Álvarez de
Arenales, Francisco de Uriondo, Eustaquio Méndez, entre otros.
2.
Tarijeños y salteños hermanados en la lucha por la Independencia americana
Conocido es el aporte que hizo Tarija con
hombres, víveres, dinero, monturas a los cuatro ejércitos auxiliares del Perú.
Este territorio tuvo una serie de líderes, que a la par de Francisco de
Uriondo, Eustaquio Méndez, Pedro Antonio Flores entre otros, tendrán contactos
muy cercanos con próceres argentinos como Martín Miguel de Güemes y Manuel
Belgrano, pues llevaron a cabo una política contestataria contra las tropas
realistas, que de manera permanente asediaban a Tarija, que se convierte en una
especie de bisagra por su ubicación estratégica.
Esta realidad, sin dudas, demuestra que
la comunicación que hubo entre Salta y Tarija, siempre fue muy fluida. La
comunicación epistolar entre Güemes, Belgrano, Francisco de Uriondo y otros
jefes locales tarijeños era factible por una serie de razones, entre ellas, los
pueblos de Tarija y Salta han estado muy ligados por las mismas ansias de
libertad, por compartir historia y cultura. En Tarija las acciones estuvieron
bajo los objetivos de la estrategia güemesiana, cuando no a instancias de las
espontáneas y no bien ordenadas tácticas de los jefes locales, que en lo
esencial trataban de emboscar y desgastar a los regimientos realistas.
Precisamente, en esos tiempos José
Ignacio Mendieta comandante en esa jurisdicción y Manuel Rojas, uno de los
organizadores de los entonces temidos “Dragones Infernales”, con la ayuda
táctica de Eustaquio Méndez y José María Avilés, lograron vencer a los soldados
realistas.
En la “Abra del Gallinazo”, en la misma
región de Tolomoza, Méndez unió sus fuerzas a las de Lamadrid. Defendían los
alrededores de Tarija las unidades de Ramírez. Pero el ya famoso “Moto Manco
Méndez” desplegándose desde las inmediaciones de Concepción, ganó los terrenos
de
Ramírez contestó en una arenga a sus
soldados “Vamos a desparpajar a esos gauchos” y cruzó el río para enfrentarse
con los jinetes de Méndez, que a todo esto bajaban por
El héroe de
No sabemos si por natural inquietud
aventurera, o por reveses de fortuna familiar, emigró muy joven a tierras del
Río de
El hecho de estar al lado de los
desamparados y en contra de las injusticias de los corregidores españoles, no solo
debió despertarle en aquellos años la conciencia social, de la libertad y el derecho,
la igualdad y el respeto, sino que afirmaría esos principios por haber sufrido
en carne propia los abusos del poder.
Al retornar a su tierra, se relacionó con
la familia Echazú, haciéndose muy amigo de don Felipe, hijo de don Mariano
Antonio. Tal como lo demuestra una carta que Méndez mandó a redactar en 1825,
donde pedía la restitución de Felipe como Alcalde de Tarija, al ser depuesto
éste por el coronel O’ Connor, también fue compadre de don Bernardo Trigo, es
decir, ambos patricios tarijeños.
Lo cierto es que el que ya popular “Moto
Méndez” tanto por sus hazañas de valiente jinete gaucho, jovial bebedor y gran
enamorado, como por su bondad e ingenuidad, a la vez que por su ancestral
sabiduría campesina, logró un gran ascendiente entre los chapacos de San Lorenzo
y Tarija, especialmente en los ánimos de los campesinos empobrecidos por las
onerosas tributaciones exigidas por las autoridades españolas, en los primeros
años del siglo XIX.
En las regiones de San Lorenzo y en todo
el valle central, ya en 1813 Eustaquio Méndez era reconocido como el jefe
indiscutible de las montoneras que organizó después del triunfo de Suipacha y
de la derrota del primer Ejército Auxiliar del Río de
Desde 1814 luchó obedeciendo las
instrucciones de Uriondo y Güemes, especialmente apoyando las acciones de
Uriondo por el Valle de
Uno de los batallones realistas
sorprendió en “Mojos” en julio de
Sin embargo, esa situación desesperada
les infundió a los gauchos chapacos un nuevo vigor casi suicida: considerando
sus jefes que, ante el triunfo de San Martín en Chile y el inmediato retorno de
Ante estos acontecimientos, el coronel
realista Vigil pudo permanecer más o menos tranquilo en Tarija, luego de
semejante ofensiva contra las partidas rioplatenses y Tarijeñas. No obstante, a
principios de noviembre de 1818, el huidizo Eustaquio Méndez, con un sigilo
digno de las mejores tácticas, puso cerca a la villa con un considerable contingente.
En esa ocasión Méndez jugo una de sus más eficaces cartas. El sitio fue tan
efectivo que las partidas realistas no podían asomarse ni siquiera por las
barrancas.
Anoticiado de
Por su parte el virrey Pezuela, después
de la ocupación de Chile por San Martín, en 1819, ordenó el retiro paulatino de
las más importantes fracciones del ejército realista del Alto Perú, medida que
hacia 1820, va quedando bajo el mando del Gral. Olañeta con su Cuartel Gral. en
Tupiza.
Es interesante reflexionar sobre la
siguiente situación. Es todo un tema, que según el historiador Ávila Echazú, no
se explicó con la debida documentación o bien no se le dio la importancia que
merecía, o todo estuvo envuelto en las nubes de un miope patriotismo. Se trata
precisamente del retiro de algunos jefes locales por convenios con los comandantes
españoles, a fin de establecer una especie de coyuntural armisticio que dejara
en suspenso todo lo obrado, es decir, un “statu quo” favorable a los intereses
de ambos bandos en contienda.
El ex comandante español García Camba que
actuó bajo las órdenes de
También debemos saber que en Tarija se
organizó un brillante escuadrón de voluntarios tarijeños que se incorporaron al
ejército de Olañeta. Ahora bien ¿Estuvo Eustaquio Méndez en ese regimiento de
voluntarios tarijeños? ¿Estuvo en el ejército de Olañeta?
La
historiadora Cristina Minutulo de Orsi, al hacer una reseña de los
acontecimientos de enero a marzo de 1825, dice: En esos días la figura del
coronel Eustaquio Méndez cobra importancia, pues regresa a Tarija después de
haberse mezclado en la guerra doméstica que mantenía Pezuela y
Lo cierto es que hasta el día de hoy, no
se conoce o al menos nosotros no conocemos detalles documentales de las
actividades de Eustaquio Méndez desde fines de 1818 hasta marzo de 1825 que
libera Tarija. Al respecto se tejieron muchas leyendas y diversas opiniones,
pero la historia escrita puede proporcionar soportes a esas leyendas o cultos,
pero no se confunde con ésta, no se rige por sus pautas, por eso no siempre las
demandas del culto o leyenda pueden ser satisfechas por la oferta de la
investigación.
Continuando con las investigaciones del
historiador Ávila Echazú, “En un oficio al Gral. Sucre, en el que da cuenta de
la reposición de don Felipe Echazú en el gobierno de Tarija, Méndez se refiere
a una veloz expedición que entre ambos hicieron, estando ya de gobernador, en
auxilio de las divisiones patriotas contra el tirano Olañeta”.
Ahora bien, no queda sino atenerse a esos
testimonios y a los documentos que lo refrendan, los cuales de ninguna manera
deslucen al héroe chapaco, podemos decir según Ávila Echazú que se trató de
jugadas tácticas de Méndez, una vez que se desligó del compromiso de 1818 con
ACTA
ÁVILA ECHAZÚ, Edgar: “Historia de Tarija”. Tarija,
Bolivia, 1997.
VÁZQUEZ MACHICADO, Humberto; MESA, José; MESA, Teresa
GISBERT de: “Manual de Historia
Boliviana”.
El
Instituto Güemesiano de Salta, organizó los actos en conmemoración de la fecha y
lugar en que fue herido mortalmente el general Martín Miguel de Güemes. El
homenaje dio comienzo en horas de la mañana, con una ofrenda floral en el
monolito ubicado en el extremo sudeste de la plaza Belgrano de Salta. La
dirección del acto estuvo a cargo de la profesora Ercilia Navamuel.
A
continuación, hubo presentación de banderas y entonación de las estrofas del
Himno Nacional Argentino. Ercilia Navamuel expuso palabras alusivas a la fecha.
Posteriormente el vocal del Instituto Darío Wayar Núñez, pronunció un discurso
que tituló “Güemes
y el sol de Mayo”. Se cerró el acto con el retiro de las banderas. Asistieron autoridades
provinciales, miembros del Consejo Directivo del Instituto Güemesiano, de
GÜEMES Y EL SOL DE MAYO
Darío WAYAR NÚÑEZ ·
El Instituto Güemesiano, madre,
formadora, y gestora, de los actos académicos de esa gran gesta gaucha, me ha
conferido esta emotiva tarea de recordar esa fatídica noche del 7 de junio de
1821, cuando fuese herido por una bala enemiga – en este lugar, el Gral. Martín
Miguel Juan de Mata Güemes.
En ese anochecer frío como el
egoísmo, callada como el silencio, e impregnada de tinieblas como la frente de
un muerto, la noche se fue esparciendo, entre densos nubarrones desbaratados a
trechos, montando en su noble “Negro” se fue alejando, en silencio.
Esa herida, que llevaría diez días
después a ingresar en la memoria de las páginas más brillantes de nuestra
histórica patria, esa herida abierta que aún hoy, a 187 años sigue sangrante y
latente. Güemes no fue un guerrero improvisado, fue militar de carrera,
ennoblecido de la cuna misma, no necesitó de laureles, ni de emblemas nobiliarios,
bastándole solamente el amor de su pueblo, de su gente, de sus gauchos, de
aquellos que inspirados por él, tomaron entre sus manos la tacuara para
defender esta tierra del poder invasor. Enarbolando así la bandera de la
justicia, la bandera de los desposeídos, la bandera que hace libre a los
hombres, que junto a San Martín y Bolívar conformaron la trípode de
Junto a la cruz, la espada. Hombres
y mujeres, jóvenes, niños y viejos, tarijeños, salteños y jujeños, norteños
todos, emprendieron una lucha sin cuartel, convirtiéndola en una de las más
auténticas, sangrientas de la historia. Detallar esta gesta llevaría a llenar
páginas y páginas que no harían más que laurear esta tierra regada por el
néctar del valor de ese hombre vestido por la luz de los grandes.
Hablar de Güemes es surcar el
firmamento de las cumbres andinas, cual cóndor que vuela libre y majestuoso,
desde el saliente al poniente, desde el este al oeste, desde el norte al sur,
desde los Andes a las costas atlánticas y a las extensas llanuras pampeanas.
Suelo del inca, del araucano, del diaguita, del guaraní, y de tantos otros que
laten cual fuerza inconmensurable en las venas del mestizaje criollo que puebla
esta tierra.
Hoy, a 187 años de ese juramento
hecho por sus gauchos, que al mando delegado al coronel Jorge Enrique Widt de
no descansar hasta que el último de los invasores no fuese expulsado de estas
tierras – digo – ¿No es momento de recordar aquel pacto hechos por nuestros mayores?.
¿No es este el momento como argentinos, reavivar en nuestros jóvenes y en
nosotros mismos la conciencia de ser libres, de nuestros gobernantes el dejar
de lado mezquinos individualismos, renunciando a ambiciones personales, para
lograr así la unión de la patria?.
Hoy cuando nos encaminamos a ese
gran jubileo de la patria de los argentinos y de todos los hombres de buena
voluntad de la tierra, que, en unión con nosotros han contribuido el logro de
sus destinos, saludo desde mi humilde ser, la aurora de ese memorable día
venidero, animado con la esperanza de que, dentro de lo efímero de las cosas
humanas, nuestra patria entrará triunfante, en la inmortalidad de la vida de
los siglos.
A los que alcancen ver renacer las
luces seculares del Sol de Mayo, que marchen con aliento hacia adelante,
siempre adelante, recordando la figura de ese cadete que intervino en la toma
de la “Justina”, con espíritu joven y valiente. Reavivemos la llama encendida
por nuestros mayores, haciendo renacer el auténtico espíritu cristiano, entendiendo
que la libertad de los hombres está en cada uno de nuestros actos para empuñar
así, la única arma que hace fuerte a una nación, la razón.
Que esta ventisca fría de junio
sirva para refrescarnos a cada salteño, a cada argentino, a cada americano, que
la lucha emprendida por el general Martín Miguel de Güemes no fue en vano, que
aquella lejana noche del 7 de junio sea recordada año tras año, como ejemplo de
lucha en cada hombre, mujer y niño de los más alejados parajes.
Desde esta plaza tan emblemática
para los salteños, que como aquella marcha iniciada hace casi 200 años, solo
sea para reencuentro en un abrazo de auténtica unión latinoamericana. Güemes
gobernante nos enseñó a comprender que la magnanimidad del poder que ejerció durante
su mandato no fue signo de debilidad, sino que es el gesto de los grandes.
Nada más, muchas gracias.
La
sesión académica se cumplió en la sede del Instituto Güemesiano de Salta, ante
una importante y calificada concurrencia. Se presentaron las banderas y se
entonaron las estrofas del Himno Nacional y el Himno a Güemes. La apertura con
palabras alusivas en homenaje al gran defensor de la libertad y la
independencia americana, estuvo a cargo de la presidente Prof. Ercilia
Navamuel.
A
continuación, el vicepresidente del Instituto MPN Rodolfo Leandro Plaza Navamuel presentó el Boletín Nº 32, de 302 páginas,
recordando que el Instituto Güemesiano de Salta “fundado
por el Poder Ejecutivo de
Prosiguió el acto con la conferencia del licenciado Jorge Sáenz, que expuso sobre “El golpe
de mano en Humahuaca”, y con la del doctor Roberto Enrique Díaz, que por primera
vez en la institución se dilucidó sobre un tema poco estudiado en nuestro
medio: “El general Güemes en la medalla. Iconografía del general Martín Miguel
de Güemes relacionada con las medallas acuñadas”. Esta última conferencia estuvo
acompañada de una exposición de medallas en dos vitrinas aseguradas, esta
exposición quedó en el establecimiento por diez días para ser visitada por el
público.
Se
cerró la sesión con el retiro de las banderas. Finalmente se procedió a la
distribución del Boletín Nº
EL GENERAL GÜEMES EN
DEL GENERAL MARTÍN MIGUEL
DE GÜEMES
RELACIONADA CON LAS MEDALLAS
ACUÑADAS ·
Roberto Enrique DÍAZ ··
Sabido es que al tiempo del fallecimiento
de Güemes no existía ni la fotografía ni se confeccionaban daguerrotipos,
tampoco el héroe gaucho había posado para ningún pintor o retratista. La imagen
que de Güemes se conservaba es producto de los distintos relatos que realizaban
familiares o personas a él allegadas. Tal vez la primera en documentar esas
descripciones, fue Juana Manuela Gorriti, quién en su obra “Güemes. Recuerdos
de la infancia” (1853), lo retrata como “un
guerrero alto, esbelto y de admirable apostura. Una magnifica cabellera negra
de largos bucles y una barba rizada y brillante, encuadraban su hermoso rostro
de perfil griego y de expresión dulce y benigna…”.
Se ocupó de la temática el profesor
Carlos G. Romero Sosa, quien en su estudio titulado “Iconografía Norteña de
Belgrano y Güemes” adjudica la primacía de la representación de Güemes al
pintor francés Ernest Charton, trabajo que habría ejecutado en 1876 teniendo
como modelo al sobrino nieto del prócer el Sr. Carlos Murúa Figueroa, bajo las
directivas de don Juan Martín Leguizamón; este trabajo habría sido obsequiado
al Dr. Ángel Justiniano Carranza.
Sostiene el profesor Romero Sosa, que el
retrato realizado por Charton de un Güemes con indumentaria gaucha no habría
sido del agrado de Carranza, por lo que encontrándose en Salta en 1885 hizo
confeccionar, por el educacionista don Flavio García, un bosquejo a lápiz de
Güemes militar, firmado con las iniciales F.G., en el que solo se habría
modificado la indumentaria reproduciendo en lo demás, el primitivo dibujo de
Charton.
Carlos Murúa Figueroa
1. Martín del Milagro Güemes Puch
2. Luis Güemes Puch 3. Carlos Murúa Figueroa
F. G. SALTA
El coronel Luis Alberto Leoni Houssay -
quien discrepa con las opiniones del profesor Romero Sosa- se preocupó de
sistematizar las distintas referencias que con respecto a la persona de Güemes
realizaron historiadores en las épocas más diversas, y nos aporta en respaldo
de sus opiniones valiosa documentación.
Puntualiza el coronel Leoni Houssay que
las afirmaciones de Romero Sosa se basan en expresiones orales y que no
concuerdan con lo que dan cuenta varias cartas intercambiadas por Luis Güemes
Puch con sus hijos Domingo, Luis y Martín y entre estos últimos.
Desde Buenos Aires, el 14 de agosto de
1879 Luis Güemes Castro escribe a su hermano Martín en Salta, lo siguiente: “Holmberg me ha dicho que en Salta están
haciendo el retrato de mi abuelo. El Dr. Carranza le ha pedido a Miguel Aráoz
el retrato de mi abuelo porque va a escribir su biografía”.
En otra carta escrita en Buenos Aires por
Domingo Güemes Castro a su padre Luis en Salta, con fecha 7 de agosto de 1883,
le dice: “Ya me han hecho un nuevo ensayo
del retrato de mi abuelo. El Gral. Mitre me hizo decir que le hiciera poner
traje de húsar y él mismo le dio al pintor un modelo. El retrato ha gustado a
todos, dicen que es el más parecido a nosotros y el más lindo también. Se lo he
mandado a doña Juana Manuela para que lo tenga unos días y lo revise despacio”.
Una gran nebulosa se cierne con respecto
a la existencia de algún óleo anterior a 1885, ejecutado por Charton u otro
pintor. El 30 de diciembre de 1885 en
En 1894 aparece la primera medalla
ordenada por
Ángel Justiniano Carranza en un artículo
publicado el 17 de junio de 1894, nos informa que la medalla antes mencionada,
fue “compuesta y dibujada bajo la
inspiración de los miembros de
Al año siguiente, en 1895, en el libro
del escritor F. de Oliveira Cezar, con varios dibujos del catalán Fortuny, titulado
“Güemes y sus gauchos”, se reproduce una litografía de Güemes con uniforme de
húsar, firmada al corte del brazo izquierdo por Fortuny.
A principios de siglo el pintor Eduardo
Schiaffino, a requerimiento del Dr. Luis Güemes Castro realiza, en la casa de
Martín Miguel Güemes Castro y su hermano Luis en la calle Lavalle 733 en Buenos
Aires, un cuadro tomando como modelo aparte de las fotografías que le
proporcionaron, el rostro y la figura espigada de Martín Miguel Güemes Castro.
Es el propio Schiaffino quien nos
proporciona información sobre los elementos y modelos en los que se basó para
componer el retrato que en 1965, sería “certificado” y “legalizado” por Decreto
Nº 8988 del Ministerio de Gobierno de
El 13 de setiembre de 1903, Schiaffino
remite al Dr. Luis Güemes una carta en la que expresa: “Mi querido amigo, tengo de enviar a Ud. una reproducción (única) del
retrato al pastel negro que hice de su ilustre abuelo, mientras realizo el
retrato pintado, que deseo dedicar a Ud. en testimonio de afecto. Al mismo
tiempo le devuelvo el uniforme de húsar blanco de
El cuadro es un dibujo a lápiz y carbonilla
sobre cartón que lleva la firma de “E. Schiaffino” y fechado 1902, consignando
la frase “Cartón para el retrato del General Güemes”.
1894
Homenaje de
al general Güemes y a sus
heroicos gauchos
ANVERSO: En el campo, busto del Gral. Güemes de
tres cuartos perfil izquierdo con uniforme militar; en la base una rama de
roble y otra de palma, unidas por un moño. Leyenda perimetral superior /
GENERAL MARTIN MIGUEL GÜEMES / Separada de la inferior por dos estrellas de
cinco puntas / 7 DE FEBRERO 1785 / SALTA / (sobre ramas de laurel en sotuer) /
17 DE JUNIO 1821 /. Bajo la rama de roble el nombre del grabador.: / J. DOMINGO
/. Sin gráfila.
REVERSO: En el campo, gaucho con sombrero y
poncho montado en caballo con la marca de Güemes (3) encabeza una carga de
lanceros “Infernales”. Al fondo, sol elevándose sobre montañas. Leyenda
perimetral superior /
METAL: Cobre
MODULO:
PESO: 137 grs.
ARTISTAS: José Domingo (escultor) y Eduardo
Cerrutti (pintor)
ACUÑADA
en: Casa de Moneda de
EJEMPLARES
ACUÑADOS: 100.
1.
Medalla al general Güemes y sus heroicos gauchos. Junta de Numismática Americana
1894
Es esta la primera pieza que se acuña en
homenaje al Gral. Martín Miguel de Güemes.
En el año 1894 el historiador Ángel
Justiniano Carranza, intervino para lograr que en Buenos Aires
Un ejemplar de la misma fue remitido al
nieto mayor del héroe, Sr. Don Martín Miguel Güemes juntamente con una nota
fechada el 17 de junio de 1894 en la que los miembros de
“Junta de
Numismática
Americana
Buenos
Aires, 17 de junio de 1894
Señor D. Martín Miguel
Güemes
Salta
Muy Señor nuestro:
En
el aniversario 73º del trágico fin del glorioso defensor de Salta, general
Martín
Miguel Güemes, esta Junta de Numismática Americana, ha creído rendir un
merecido homenaje a su memoria, mandando acuñar la adjunta medalla
conmemorativa de sus hazañas en la era inolvidable de nuestra independencia.
Reconociendo
en Ud. a uno de los dignos descendientes de aquel Gran
Patriota,
sírvase aceptarla como una prueba palpitante de que se aproximan los días de
reparaciones y de justicia para los que, como su Ilustre antecesor nos legaron
una patria libre y soberana.
Con
tal motivo tenemos el muy satisfactorio de ofrecer a Ud. las
seguridades
de mayor consideración.
Bartolomé
Mitre
José
Marcó del Pont Ángel Justiniano
Carranza
Alfredo
Meabe Enrique Peña
Alejandro
Rosa”
Ángel Justiniano Carranza publicó en
Alejandro Rosa en su memorable trabajo
“Medallas y Monedas de
Me ocuparé ahora de algunos de los
“polémicos” temas que surgen de la medalla:
1) Se consigna en la misma como fecha de
nacimiento de Güemes el día 7 de febrero de 1785, sin embargo hoy en forma casi
unánime se reconoce como fecha de nacimiento el día 8.
Reza en la partida de bautismo de Martín
Miguel de Güemes
“En
esta Santa Iglesia Matriz de Salta el 9 de febrero de 1785, Yo el Cura Rector
más antiguo, exorcicé, bauticé y puse óleo y crisma a Martín Miguel Juan de
Mata, criatura nacida de dos días e hijo legítimo de don Gabriel de Güemes
Montero y doña María Magdalena de Goyechea y
En la citada partida no figura el día del
nacimiento por lo que algunos historiadores, Carranza entre ellos, sostuvieron
que el nacimiento de Martín Miguel se produjo el día 7 y otros, que lo fue el
día 8 de febrero.
El Instituto Güemesiano de Salta se
pronunció por esta segunda fecha teniendo en cuenta que la iglesia celebra San
Juan de Mata el 8 de febrero y que los descendientes del prócer afirmaron que,
la familia siempre sostuvo que nació el citado día.
2) El
segundo tema “polémico” lo constituyen las condecoraciones que se colocaron en
el pecho del héroe. Expresaba Carranza que eran las correspondientes a la
defensa de Buenos Aires, Suipacha y Salta.
Existen más dudas que certezas sobre la
posibilidad que algunas de estas condecoraciones le hubieran sido otorgadas o
entregadas y que las hubiera usado en alguna oportunidad.
Cabe hacer notar que si bien está
acreditado que Güemes participó en
Ninguna constancia existe de que medalla
alguna le fue otorgada en esa oportunidad, Fernando VII, a través de Suprema
Junta Gubernativa de España e Indias, ordenó entregar a quienes “han
contribuido a la gloriosa victoria que las armas de SM han conseguido sobre las
enemigas…”, entre otros al cadete Martín Güemes, como premio un pequeño escudo
de paño y seda, circular de seis centímetros de diámetro, con la figura del
escudo de la ciudad de Buenos Aires en su centro, y a su alrededor la leyenda
“RECONQUISTADOR Y DEFENSOR DE BUENOS AIRES” detalles todos éstos bordados en
hilos de oro, plata y seda. El escudo que habría pertenecido a Güemes fue
donado y se conserva en el Museo del Regimiento de Caballería Ligero 5 “Gral.
Martín Miguel de Güemes” (Salta).
La supuesta medalla por la participación
en Suipacha no constituye “una verdad histórica” sino “una reivindicación
histórica” porque si bien la participación de Güemes en este primer triunfo
argentino fue principalísima, por motivos aún hoy desconocidos, en los partes
oficiales de Castelli y González Balcarce no mencionan la actuación del capitán
Güemes, lo que lleva a suponer que ningún reconocimiento le fue otorgado.
Finalmente con relación a la medalla de
Salta, suponemos que se trataría del premio que el Gral. Belgrano propuso por
Para Güemes toda en oro, para los
comandantes y oficiales los brazos de la estrella en oro y el centro de plata,
con pendientes de cintas celeste para lucir en el pecho, estrella que llevaba
la inscripción “AL MÉRITO EN SALTA” y en su centro “AÑO DE
Esta condecoración, sobre la que mucho se
ha escrito, constituye el principal precedente del actual escudo de Salta,
llamado Escudo de
3)
Otro aspecto polémico lo constituye la imagen que de Güemes se grabó en el
anverso de la medalla, si consultamos la opinión de quienes se ocuparon de la
iconografía de Güemes, nos encontraremos con disímiles posiciones, así Carlos
G. Romero Sosa sostiene que fue un retrato confeccionado por Flavio García en
Salta, modificando el original retrato pintado por el francés Charton en el que
Güemes aparecía vestido con traje de gaucho, el que, a pedido de Carranza, fue
sustituido por el uniforme militar (de húsar, con alamares), opinión que no comparte
el investigador coronel Leoni Houssay.
En verdad, es el propio Carranza quien
nos proporciona la correcta información, ya que en el citado artículo publicado
en
4)
Algunos historiadores han sostenido que la figura central representada en el
reverso no es otra que la de Güemes vestido de gaucho con sombrero y poncho,
dirigiendo la carga de los “Infernales”, sobre este punto nada nos dicen los
que participaron en la concepción de la medalla, pero resulta sugestivo que en
el anca de ese caballo con claridad se advierta la marca de ganado utilizada
por el Gral. Güemes y que consistía en un dibujo muy similar a un número 3
invertido.
Lo expuesto precedentemente pone en
evidencia la relación estrecha entre la medallística y la historia.
1931
Inauguración del Monumento
Nacional en Salta
ANVERSO: En el campo, reproducción de la estatua
ecuestre que corona el monumento, perfil izquierdo, fondo de cerros.
Anepígrafe. Sin gráfila.
REVERSO: En el campo, encerrada entre ramas de
laurel frutado, en nueve líneas la leyenda: / .XX.II.MCMXXXI. / MONUMENTO
NACIONAL / AL / GENERAL DE
METAL: Plata dorada.
MODULO:
PESO: 72.50 grs.
ARTISTA: V. GARINO (en el exergo del anverso).
ACUÑADA
en: Casa de Moneda de
EJEMPLARES
ACUÑADOS: 90.
1931
Inauguración del Monumento
Nacional en Salta
METAL: Plata PESO: 70 grs. EJEMPLARES ACUÑADOS: 60.
1931
Inauguración del Monumento
Nacional en Salta
METAL: Cobre PESO: 74.50 grs. EJEMPLARES ACUÑADOS:
200.
NOTA: Se acuñaron también 10 ejemplares en
oro, 110 grs. Y 100 ejemplares en cobre plateado, 75.50 grs.
2.
Inauguración del monumento al general Güemes en Salta
El 17 de junio de 1885, don Ángel
Justiniano Carranza inicia un movimiento procurando el reconocimiento del héroe
nacional Martín Miguel de Güemes y la construcción de un monumento ecuestre en
Salta, así durante la “velada conmemorativa del histórico 17 de junio de
Los enfrentamientos entre partidarios y
adversarios, produjeron diversas modificaciones en cuanto al lugar adecuado
para el emplazamiento del mismo. Inicialmente se pensó en la plaza principal,
la plaza 9 de julio. En 1910 una nueva comisión insiste en ese emplazamiento
pero al suscitarse discusiones en el seno de la misma se decidió levantarlo en
una plaza creada frente al edificio de la entonces Casa de Gobierno (hoy sede
de
Bajo el gobierno de Joaquín Castellanos,
el 17 de junio de 1921, entre los actos conmemorativos del centenario de la
muerte del prócer, se colocó la piedra fundamental del monumento en el centro
de dicha plaza.
Nuevas polémicas se desataron y el
monumento se postergaba, hasta que la propuesta del Dr. Ernesto Padilla logró
concitar adhesiones en el sentido de crear al pie del cerro San Bernardo la
“Plaza de los Suburbios”, la que fue inaugurada en 1926. Allí finalmente se
emplazaría el monumento.
El concurso convocado por
Tanto la figura ecuestre, como los bien
perfilados y originales relieves fueron fundidos en el Arsenal de Guerra de
Varios articulistas se han referido a las
piezas que se acuñaron con motivo de la inauguración del monumento, pero
ninguno de ellos aportó datos sobre la autoría artística de dicha medalla, ni
sobre el taller en el que habría sido acuñada. La curiosidad y un dejo de
suerte nos permiten hoy brindar información sobre el particular.
La medalla ostenta en el anverso una fiel
reproducción de la estatua ecuestre que corona el monumento y en el reverso las
leyendas indicando la fecha de inauguración, esto es el 20 de febrero de 1931,
bajo la presidencia del Tte. Gral. José F. Uriburu.
Esta pieza, que es considerada una de las
más bellas, denota que su autor era un escultor de exquisita formación. Hoy,
sin duda podemos afirmar que el autor de los platos con los que se fabricaron
los cuños de esta medalla, fueron de autoría del ya citado Víctor J. Garino.
Víctor J. Garino
En el exergo del anverso, de forma tenue
en algunos casos y apenas perceptible en otros se observa la leyenda /V.
GARINO/, ello nos permite afirmar que solo a él cabe atribuir la paternidad
artística de la pieza.
Se había fijado como fecha para la
inauguración el día 20 de febrero de 1931. La investigación realizada nos
permitió acceder a documentos que acreditan que las medallas fueron acuñadas en
A pedido de
Otro presupuesto de fecha 15 de enero de
1931 consigna que se cobraría por el dorado de 50 medallas de plata $ 1,00 por
cada una y por el plateado de 100 medallas de cobre $ 0.50 por cada una
El 27 de enero de 1931 el jefe de
talleres solicita al director de
En la memoria de
“El primer trabajo fue la reducción y
grabado de un cuño para el anverso de la medalla conmemorativa de la
inauguración del monumento al Gral. Güemes, en Salta”.
“El 21 de febrero se entregaron a
Medallas de oro 10
Medallas de plata dorada 90
Medallas de cobre plateado 100
Medallas de plata 60
Medallas de cobre 200
Total
460
Resulta curioso que produciéndose la
inauguración el día 20 de febrero,
“21 de febrero de 1931. Nuestra entrega
en 10 (diez) medallas para la inauguración al Monumento al Gral. Martín Miguel
de Güemes en Salta. Ley 900. Peso bruto: 1078 grs. Fino gramos: 970,200 grs.”.
“21 de febrero de 1931. Nuestra entrega
en dorado de medallas de plata para la inauguración del Monumento al Gral.
Martín Miguel de Güemes en Salta. Ley 90-. Peso bruto; 31.345 grs. Fino gramos:
28.210.05 grs.”.
“Balance de plata, 1931. 13 de febrero:
Nuestra entrega en 150 medallas para la inauguración del Monumento al Gral.
Martín Miguel de Güemes en Salta. Ley 900. Peso bruto: 10.500 grs. Fino gramos:
9.450.00 grs.”.
“Nuestra entrega en baño dado a 100
medallas de cobre para la inauguración del Monumento al Gral. Martín Miguel de
Güemes en Salta. Ley 900. Peso bruto: 110 grs. Fino gramos: 99.00 grs.”.
Este documento pareciera indicar que al
menos las medallas acuñadas en cobre y en plata, habrían sido entregadas el día
13 de febrero, con lo cual pudieron obsequiarse a los asistentes al acto del
día 20, al tiempo de la inauguración.
Este acontecimiento tuvo varios ausentes,
uno de ellos el más grande historiador sobre la vida y obra del Gral. Martín
Miguel de Güemes, don Bernardo Frías, quien había fallecido el 17 de diciembre
de 1930. Y también los descendientes del Gral. Martín Miguel de Güemes a raíz
de la detención en Buenos Aires del Dr. Adolfo Güemes –nieto del General- lo
que motivó el enojo y ausencia de los familiares, a pesar de que el Gral.
Uriburu había ordenado la libertad del mismo para que pudiera asistir a los
actos. Como los medios de comunicación eran precarios, los familiares del Dr.
Adolfo Güemes residentes en Salta tomaron conocimiento de su detención, no así
de su liberación, por lo que no asistieron al acto inaugural del Monumento.
BIBLIOGRAFÍA
CARRANZA, Ángel Justiniano: “Una Página de Bronce”.
GÜEMES, Luis: “Güemes
Documentado”. Tomos 1, 6, 7 y 12. Ed. Plus Ultra. Buenos Aires.
LEONI HOUSSAY, Luis Alberto: “Iconografía del General Martín Miguel de Güemes”. Boletín del
Instituto Güemesiano de Salta Nº 08. Salta, 1984.
LIBRO DE NOTAS DE TALLERES DE CASA DE MONEDA DE
OLIVEIRA CEZAR, Filiberto de: “Güemes y sus Gauchos”. Buenos Aires, 1895.
PERDIGUERO, César: “Antología
del Cerro San Bernardo”. Fundación Etchart. Salta, 1984.
ROMERO SOSA, Carlos G.: “Iconografías Norteñas de Belgrano y Güemes”. Boletín Instituto
Bonaerense de Numismática Nº 10.
-- “Orígenes y
Ejecución del Monumento al General Güemes en
ROSA, Alejandro: “Medallas
y Monedas de
SARAVIA TOLEDO, Rogelio W.: “El Rostro de Güemes”, en “Distintas miradas sobre Martín Miguel de
Güemes”. Salta, 2002.
Adhesión y asistencia del
Instituto Güemesiano de Salta a los actos organizados por el Gobierno
Provincial a las 9,00 de la mañana. Representado por miembros del Consejo
Directivo y socios, el Instituto asistió al Panteón de las Glorias del Norte en
El
Instituto Güemesiano programó
el acto académico a las 19,00 en su sede de España 730. La apertura con palabras
alusivas al aniversario del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes,
estuvo a cargo de la profesora Ercilia Navamuel. Luego se cumplió la entrada de
banderas y se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y el Himno a
Güemes.
Seguidamente,
se abrió la sesión pública con la conferencia “La gran Gesta Güemesiana en la lucha por
POR LA
INDEPENDENCIA, VISTA POR EL
DOCTOR
DALMACIO VÉLEZ SARSFIELD
Dalmacio Vélez Sarsfield
nace en Amboy, hoy en el departamento de Calamuchita, provincia de Córdoba el
18 de febrero de 1800 y Martín Miguel de Güemes en la ciudad de Salta, en la actual
calle Balcarce 51, donde vivía su familia, el 8 de febrero de 1785. Sarmiento
en una biografía sobre Vélez diría que nació en 1801 y aquí durante años se
discutió si fue 7 u 8 de febrero el día del nacimiento del general. En vista de
ello diré que escuché de labios del licenciado Luis Oscar Colmenares la
conferencia pronunciada el 8 de febrero de 2000 en el Cabildo Histórico de
Salta en el 215 aniversario del nacimiento de Güemes y en conmemoración al
bicentenario del natalicio de Vélez, titulada “Dalmacio Vélez Sarsfield autor
del primer homenaje a Güemes”.
En ella hizo exposición
de una faceta, que para los que estudiamos Derecho, nos era totalmente
desconocida. Se refirió a la polémica mantenida con Mitre, a raíz de la
publicación de su Historia de Belgrano,
en la que el abogado, general y masón aparece como un deslucido personaje.
Colmenares exhumaba así un texto que parecía tornar en superficial el esfuerzo
de muchos por la prístina idea de libertad encendida en
Hace un tiempo pude dar
con un libro de una colección titulada Grandes
escritores argentinos donde recoge Páginas
magistrales de V. Sarsfield con prólogo de Domingo Faustino Sarmiento,
editado en Buenos Aires en 1944. Dice el autor del Facundo en la última línea del discurso con el que despide los
restos del ilustre cordobés: “El Dr. D. Dalmacio Vélez Sarsfield ha salvado con
el asiduo trabajo de medio siglo, estas barreras naturales, y su nombre, sus
trabajos y sus libros, lo harán vivir con nosotros, nuestros hijos y los de
otros países, por una larga serie de años, sino por siempre, mientras haya
leyes, crédito y comercio, que tanto favoreció. ¡Adiós, viejo Vélez!”
Sarmiento le había
propuesto, como presidente de
Aracelli Bellotta en su
novela Aurelia Vélez. La amante de
Sarmiento, afirma que Urquiza le dio el dinero para la empresa editorial.
Así se lee en dicho libro: “Es que para la joven Aurelia, de dieciséis años,
nada de lo que estaba ocurriendo en el país le era extraño. Su padre hacia
tiempo que estaba en contacto con Urquiza, de quien había recibido una
subvención para fundar el diario El Nacional, y más de una vez lo había
escuchado conversar con Domingo Sarmiento -un amigo sanjuanino de la época del
exilio cuyos escritos y opiniones deslumbraban especialmente a Aurelia- de que
por fin se iniciaría la gran obra de la constitución de
El joven Dalmacio se
matricula en el Colegio Monserrat en Córdoba donde alcanza los grados
necesarios para ingresar a su universidad y de ella egresar con el título de
Bachiller en Leyes. No consigue nunca el de doctor en leyes y en teología,
atribuidos por Sarmientos en la mentada biografía. Sí hace la práctica
necesaria para poder litigar y luego, con poco más de veintidós años, emprende
una carrera pública con bien afianzados conocimientos. Su hermana, a la sazón
casada con el gobernador de San Luis, le permite ser elegido, -digamos:
designado- diputado por esa provincia. En Buenos Aires, empieza a brillar su
genio de conocedor del latín, del derecho y de la diplomacia, que con un
carácter parco, lo tornará reservado e irónico en los debates. Rivadavia lo
acoge como un joven promisorio y Vélez le responde convencido de que el
pensamiento liberal era el adecuado para estas provincias que apenas había
superado la sorpresa de saberse dueñas de su destino.
Una semblanza de la
anarquía está reflejada magistralmente por Jorge Luis Borges en su Poema Conjetural: “Zumban las balas en
la tarde última. / Hay viento y hay cenizas en el viento, / se dispersa el día
y la batalla / deforme, y la victoria es de los otros. / Vencen los bárbaros,
los gauchos vencen…”. En tanto Vélez lee con fruición a los autores ingleses
que escriben sobre economía para afianzar su triunfante revolución industrial.
Así llega a la cátedra de economía política en
1. Polémica histórica
Dice: “En un libro de
historia de la revolución…” acaso parafraseando al comienzo del Quijote: “En un
lugar de
El texto de defensa de
las provincias de la incipiente Argentina cobra vigor en la letra de Vélez, un
cordobés arropado con lo mejor del latín, de las leyes de la vieja Europa y el
modelo de la incipiente democracia de los Estados Unidos de Norteamérica.
2. El tiempo pasado
Podemos imaginar mucho,
pero nada comparado con lo que el erudito hombre del Derecho, de pronunciada tonada,
tenía en ciernes. Cuando se refiere a Güemes, y he ahí el nudo de la conferencia
de Colmenares, lo hace con conocimiento de causa. Recordamos que uno nace en
1800 y otro en 1785, es decir son sólo quince años de diferencia. Poco, y a la
vez muchos, en aquellos tiempos. Cuando Vélez está rindiendo sus materias en la
universidad, Güemes está luchando contra el godo invasor. Y recordemos un
instante la voz torrentosa de Jaime Dávalos diciendo: “Vendrá esta vez del
norte / el godo artero / en una noche lloviznosa y fría / en que un Judas te
vende por dinero…
3. ¿Quién acompañaba al héroe gaucho en la historia?
A Güemes lo acompañaba el
olvido y una parte de la gente que no estaba para ser tomada como referencia
por los altos mandos. Nos apoyamos en dos supuestos, el uno, en una sociedad
que no podía comprender un esfuerzo que no tenía destino inmediato, y el otro,
en una clase social desclasada, los gauchos.
Dice Sara Mata en su
libro Los gauchos de Güemes, desde
una óptica superadora en cuanto a análisis: “La insurrección generó sus propios
líderes, muchos de ellos de disímiles orígenes y trayectoria diferentes,
poseedores de capacidad de sumar hombres a las milicias que enfrentaban a las
fuerzas realistas (…). No es extraño entonces que siempre se atribuyera al
“patriotismo” la razón por la cual estos hombres luchaban contra la “opresión”
española. Sacerdotes, pequeños productores, jueces rurales, estancieros
vecinos, jefes de las milicias locales e incluso esclavos, peones y arrenderos
alcanzaron entre pares y subordinados al influjo necesario para convertirse en
referentes capaces de movilizar y de adquirir por este medio la posibilidad de
trascender las limitaciones impuestas por su condición social”.
Queremos decir que la
clase social, si es que puede considerarse clase a un grupo de gente que estaba
fuera del canon del tiempo, no tenía conciencia de su espacio. La preocupación
estaba en obtener un mejor pasar, en no pagar el arriendo, en tener tierra de
pastoreo y en que las mieses y los ganados crecieran por la mano y el trabajo
de Dios y no por el propio. No debemos apartarnos de la idea de una sociedad
que esperaba todo de la corona. La fuerza social denominada: los gauchos,
fueron una parte de la sociedad que tenía, salvando las distancias, los mismos
orígenes, futuro y hasta presente que los actuales. Dice Mata “Cualquiera que
fuese la razón de esta denominación, lo cierto es que entre estos “gauchos” de
Salta se encontraban negros, mulatos y pardos, algunos esclavos, tributarios
indios de procedencia altoperuana radicados en Salta, españoles o “blancos”
pobres y mestizos, mayoritariamente arrenderos y agregados, no faltaron tampoco
peones junto con pequeños y medianos propietarios. Igualmente participaron
milicianos del Alto Perú que llegaron siguiendo en su retirada al Ejército
Auxiliar. De este modo la composición étnica y social de estas milicias fue muy
heterogénea”.
4. La edad de la razón
Vélez tenía veinte años
cuando muere Belgrano y veintiuno cuando muere Güemes. Está en lo mejor de su carrera
universitaria y con la mira puesta en ampliar sus horizontes. Recordemos que
las invasiones realistas se habían ensañado con el territorio de Salta, Jujuy y
el Alto Perú. Belgrano estaba en Tucumán y Güemes mantenía, como podía, con la
guerra de guerrillas a raya a las huestes de España. Mientras se educaba y
participaba de la intelectualidad cordobesa, nuestro jurista veía la
desintegración de las provincias que abjuraban a viva voz de cualquier lazo con
el puerto. El pensamiento unitario y el federal buscarían, por caminos separados,
un lugar que arrastraría por años demasiada desinteligencia y atraso.
5. El Nacional
A la caída de Rosas las
grandes ciudades, Rosario Córdoba, Mendoza y Buenos Aires, tienen un particular
sentido de la información. Pululan periódicos y diarios de reducida tirada que
se escriben al fragor de las luchas de unitarios y federales. Anónimos,
libelos, brulotes y sueltos son la mejor prosa y la fuente vital para
comprender lo que ocurría. En una respuesta a Evaristo Carriego, redactor del Progreso, -y abuelo del poeta a quien
Borges hiciera trascender al rescatar el viejo Palermo- salta el genio
levantisco de Vélez. “…Ud. afirma que durante 30 años yo he combatido la
integridad de
6. La medida de la respuesta
Vélez Sarsfield afirma:
“La historia de la revolución ha obtenido un importante ensanche, con motivo
del artículo que escribimos sobre el General Güemes, indicando ligeramente sus
servicios para que en adelante, en los libros que se escribieran sobre nuestra
historia no se dijera que Güemes debía su celebridad al caudillaje (…). Que los
generales San Martín y Belgrano lo nombraron jefe de la vanguardia en la
provincia de Salta; que desde la primera invasión del ejército español después
de las tres derrotas consecutivas de nuestros ejércitos en Vilcapugio, Ayohuma
y Sipe-Sipe, Güemes sublevó toda aquella provincia en masa y que entonces
fueron innumerables los gloriosos y desiguales combates que sostuvo; que atacó
al enemigo en sus mismas fortificaciones y lo obligó a abandonar aquella
provincia en 1817 con la pérdida de la cuarta parte del numeroso ejército
español; que en las sucesivas invasiones a Salta de otros ejércitos españoles,
pusieron nuevamente a prueba la constancia de su famoso caudillo…”. Agrega: “La
actitud de Güemes desde 1817 en aquella parte de
“Mitre, -dice Vélez-
recurre a la ridiculización para tratar de hacer caer la figura del héroe,
habla de su defecto en la voz, del carácter despótico de su mandato de gobernador,
en fin dice, como se dice del historiador de Marco Aurelio, de retoque en
retoque, de cortesía a severidad y de allí a la injusticia para acabar en la
inexactitud”. Y da como ejemplo a Alvear que celebra las Pascuas colgando en
7. Parecer lo que pareciera
La historia que Vélez
defiende es la historia de los aciertos y errores del interior de la nación que
se estaba formado, de lo que ocurría y de lo que se desconocía, donde nadie
puede decir que estaba para arrojar la primera piedra. Eran tiempos de fuerza,
de violencia y de derechos en ciernes. Tendría que pasar mucho tiempo para que
el país, como gustada decir, tuviera un asomo al proyecto de nación. ¿Qué hemos
recogido de esas luchas cuerpo a cuerpo entre la intelectualidad y la barbarie?
nada.
8. “Vélez viator”
Enrique Martínez Paz en
su obra Dalmacio Vélez Sarsfield y el
Código Civil Argentino: “Sin embargo, no fueron para el presidente
Sarmiento todos sus actos, de lucha y sacrificio. La visita que hizo a Córdoba
para inaugurar, en compañía del ministro Vélez, la exposición nacional, le puso
de manifiesto que la opinión de las provincias lo acompañaba francamente; en
ésta como en la visita que hizo el general Urquiza atravesó en marcha triunfal
por las provincias y fue recibido con las muestras de mayor afecto (…). Durante
el ministerio de Vélez se construyeron telégrafos y caminos hierro (…). Por eso
cuando Sarmiento al recordar su obra (…) lo llamó al modo de los viejos romanos
“Vélez viator”. Por aquellos años terminaba el Código Civil y estaba próximo a
entrar en vigencia el Código de Comercio.
Conclusión
Que un hombre del Derecho se
ocupara de las gentes y las provincias fue un incipiente signo de madurez y
erudición en cuanto a imaginar una patria. Así como lo fueron
BELLOTTA, Araceli: “Aurelia Vélez. La amante de Sarmiento”. Planeta. Buenos Aires,
1998.
BORGES, Jorge Luis: “Obras Completas”. Emecé Editores. Buenos Aires, 1980.
COLMENARES, Luis Oscar: “Dalmacio Vélez Sarsfield. Autor del Primer Homenaje a Güemes”.
Conferencia. Instituto Güemesiano de Salta. Salta, 2000.
CORNEJO, Atilio: “Historia de Güemes”. Segunda Edición. Salta, 1971.
MARTÍNEZ PAZ, Enrique: “Dalmacio Vélez Sarsfield y el Código Civil Argentino”. Academia
Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. Córdoba, 2000.
MATA, Sara Emilia: “Los gauchos de Güemes. Guerra de Independencia y Conflicto Social”.
Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 2008.
MITRE, Bartolomé: “Historia de Belgrano”. Biblioteca
VÉLEZ SARSFIELD, Dalmacio: “Páginas Magistrales”. Prólogo de Domingo F. Sarmiento. W. M.
Jackson Inc, Editores. Buenos Aires, 1944.
EL LEGADO DEL DOCTOR ADOLFO
GÜEMES:
ESCUELA AGRÍCOLA
Mirian Violeta GUTIÉRREZ ·
En este momento me cabe abordar los
alcances y límites entre dos realidades: aquel pasado histórico llamado Finca
El Carmen y nuestra presente Escuela Agrícola. El tránsito temporal referido,
no es más que la conjugación de una visión retrospectiva proyectada al bien común.
Es decir, el espacio topográfico que actualmente ocupa el establecimiento
educacional antes mencionado, es también el espacio de una parte que nos evoca
al pasado.
Nada más para ponernos en contexto.
Transcurría el siglo XVIII, y en el actual Noroeste Argentino, perteneciente a
la antigua gobernación del Tucumán, se podía observar un crecimiento económico,
como consecuencia directa de la política modernizadora borbónica, logrando un
aumento de la producción minera y agropecuaria, además de una gran reactivación
comercial.
Producto de este crecimiento económico,
lo refleja el mapa arquitectónico que muestran las antiguas casonas estilo
colonial, y precisamente a dos leguas de la ciudad se encontraba una de ellas,
para ubicarnos, actualmente hablamos de la zona suroeste de la ciudad, camino
al aeropuerto sobre ruta Nº 51, lo que nosotros conocemos como chacra El
Carmen, en aquel entonces su propietario era don Pantaleón Aguirre y que más
adelante la dejaría en herencia a sus hijos: Anselmo Félix, Isabel y María del
Milagro.
En 1817 el predio de casi 300
(trescientas) hectáreas, pasó a ser la única propiedad adquirida por el general
Martín Miguel de Güemes, así lo refiere Atilio Cornejo “no tuvo más que una pequeña
chacra a dos leguas de la ciudad”, acto realizado ante el escribano público don
Félix Ignacio Molina. Según los documentos la operación se concreta en 80 pesos
fuertes, posteriormente, parte de la finca fue destinada al Vivero Municipal y
por decreto Nº 2478 se declaró a la vieja casa Monumento Histórico Nacional.
Para completar este breve cuadro, cabe
destacar la importancia histórica que tuvo esta zona en la guerra independista
cuando las tropas realistas acechaban la ciudad de Salta. Supo el general
Güemes ocupar la finca para el adiestramiento de sus milicias gauchas, como
también fue escenario y punto estratégico para el desarrollo de las fuerzas de
combate realizado en todo el valle de Lerma, además hay que entender la
realidad de aquel entonces, la finca no sólo era juntas de ganado, era hogar,
escuela y capilla, lo que evidencia una sociabilidad importante entre los
grupos humanos, que aprovecharon muy bien esta cualidad para enfrentar al
enemigo. Ahora bien, el doctor Adolfo Güemes, nieto del general Güemes, quien
fuera además gobernador de la provincia de Salta durante el periodo de
Para una mejor comprensión,
Así fue el pensamiento del Dr. Adolfo
Güemes, con una clara visión de la problemática regional y un claro compromiso
con la comunidad dedicada al trabajo rural, supo interpretar esta necesidad con
la instalación de una escuela agrícola, que al efectivizarse la donación en
1945, se pone en marcha el proyecto iniciado por el Gobierno Nacional quien a
través del ministerio de Obras Publicas Nacional y
Se inaugura el 17 de Mayo de 1952 (pero
sus puertas se abren al año siguiente). En esta oportunidad, además de la
presencia de las autoridades nacionales, asistió el gobernador Carlos Xamena,
el arzobispo monseñor Tavella, una ilustre dama doña Francisca Eusebia Güemes
de Arias, nieta del general Güemes, mas conocida como la mamama, así llamada en
el cariño por los hermanos Arroyo (aquí presente entre nosotros
La infraestructura de la escuela,
corresponde al complejo habitacional al mejor estilo americano, en un terreno
de
También están los espacios para el
deporte: dos canchas de fútbol, una cancha de básquet, de hamboll y de paddle,
todo ello rodeado de una asombrosa vegetación y arbolada con variedad de frutos
típicos de la región.
Para finalizar, y considerando todos
estos aspectos,
BIBLIOGRAFÍA
DIARIO CUARTO PODER, Salta, 2007.
DIARIO EL CÍVICO, Salta, Diciembre 1895, Año V, Nº
1138.
DIARIO EL TRIBUNO, Salta, Agosto, 1998.
CORNEJO, Atilio: “Historia
de Güemes”. Tercera Edición, págs.130 y 131.
SOLÁ, Manuel: “Memoria
Descriptiva de
ULLOA, Mónica: “Jujuy
en
SALTA IV SIGLOS DE ARQUITECTURA Y URBANISMO, págs.
155.
EL VALLE DE CALCHAQUÍ Y SUS
PATRIOTAS. JUSTO HOMENAJE A TRES GUERREROS
DE
El
comandante don Pedro Alcántara Ferreyra,
nacido en Seclantás y dedicado a labores agrícolas, adhirió y abrazó la causa
de la Patria desde el primer momento, participando en
Además
de este destacado guerrero de la Independencia, es justo recordar los nombres
de tres próceres vallistos, los comandantes
del Valle, coroneles don Manuel Ubaldo de Lea y Plaza, de quién se trató en
el Boletín Nº 31 del Instituto Güemesiano de Salta, don Luis Borja Díaz y don
Bonifacio Ruiz de los Llanos, que incluiremos en las siguientes páginas de
este Boletín Nº 33.
Escudo de armas de Díaz
(Ilustración de Da. Cecilia Ibarguren en
base a las armas primitivas de
Escudo:
En campo de plata, un león rampante de gules empuñando un bastón de oro,
perfilado de sable; bordura de gules con cinco flores de lis de oro.
Escudo de armas de Lea y Plaza
(Ilustración del heraldista D. Luis Mc Garrell Gallo en base a
representaciones de antiguos
documentos y armoriales de Navarra)
Escudo cortado: 1º, jaquelado de
plata y sable, que es de Lea
(o del Valle del Baztán); y 2º, en
campo de plata, tres barras de oro, perfiladas de sable, que es de Plaza.
EL PATRIARCA DEL CALCHAQUÍ
Rodolfo Leandro PLAZA
NAVAMUEL ·
A mis hijos Ana Lourdes, Rodolfo
Wenceslao
y Juan de Dios Plaza Navamuel, que
también
llevan
la sangre del Patriarca del Calchaquí
“Podrán
las tropas del rey destrozar nuestros campos,
acribillar
a nuestros soldados y plantar nuevos gólgotas en
aras
de
el
patriotismo de Borja Díaz, el valiente caudillo vallisto,
que combate con empeño en Humahuaca”
Pedro
Antonio Arias Velázquez, Junio de 1821
En
Salta, después de la Revolución de Mayo se crearon Unidades de Caballería en
diferentes puntos, aunque muchas de ellas provisorias. En 1810, se registra la
“Compañía Veterana. Partida de Fronteras”, “Asamblea de
Por
eso, entre tantísimos héroes anónimos y poco o nada recordados, vale rescatar
aunque sea en un resumen algunas de las facetas más significativas de un prócer
invencible de nuestra emancipación, el coronel don Luis Borja Díaz de Lea y
Plaza, quien fue una de las figuras más destacadas de los Valles, habría de ser
en su momento lugarteniente de Güemes, y considerado como el “Patriarca del
Calchaquí” por los componentes de la falange patriótica de Salta[1].
Don
Luis Borja había nacido en el Valle de San José de Cachi (Salta) hacia 1770, en
el distinguido hogar formado por el hacendado don Martín Díaz de Urmendía (natural y
afincado en los Valles de arriba, Cachi y Seclantás, dedicado al comercio de
mulares y también a la agricultura, fue dueño entre otras propiedades, de la
estancia “Tin-tín Grande” la que en la posteridad heredaría su hijo el guerrero
de la Independencia, capitán don José Mariano Díaz), y doña María Paula de Lea y Plaza de Texerina,
ambos descendientes de los primeros conquistadores, descubridores y pobladores
de América. En efecto, don Luis Borja era nieto paterno de don Domingo Díaz de
Loria[2]
y de doña Felipa de Urmendía, y nieto materno de don Miguel de Lea y Plaza[3]
y de doña Rosa de Texerina. Cursó sus estudios en los claustros del colegio de
San Diego (hoy convento San Francisco) de la ciudad de Salta, donde además
cursó humanidades[4].
Posteriormente regresó a su pueblo natal en Cachi, residiendo también en
Seclantás para ocuparse de las fincas de sus padres, en las que trabajó
afanosamente. En “
Al
producirse la Revolución de Mayo expresó su adhesión, aportando dinero,
hombres, animales y cosechas para el mantenimiento de las tropas. En tanto, don
José Ignacio de Gorriti, le escribía a Díaz “Es necesaria la ayuda de esos Valles a las tropas en las cuales me
hallo empeñado en formar - le dice, y agrega - Martín (de Güemes) y Toribio (Tedín) me han dado datos de la gente de por allí y me han hablado de usted diciéndome que es un eficaz y verdadero amigo
de la causa de Mayo. Los del Rosario de Lerma también se ofrecen a
prestarme ayuda y especialmente don Hermenejildo Diez y don Jorge Torino,
vecinos de calificación y de méritos”. Don Borja estuvo de esta manera
entre los primeros salteños que se incorporó a las filas de la Patria, y
organizó con los vecinos más destacados las milicias de Seclantás, de Molinos,
de Atapsi y de Cachi, e ingresó con sus huestes al “Regimiento de Patriotas”,
participando en la memorable Batalla de Suipacha el 7 de noviembre de
En
agosto de 1811, con el grado de sargento de
Torino me ha dicho que don Francisco (de Gurruchaga) no está en Salta y que usted piensa también irse a San Juan. Gran
sentimiento y pérdida, sería para nosotros, que Ud. abandonara esta ciudad,
desde donde nos vienen sus conceptos tan oportunos y los alientos, que nos da
para evitarnos nuestro desfallecimiento. El Dr. Gorriti ha andado en Cachi y
nos ha llamado para hablarnos de sus planes militares. Borja (Díaz
de Lea y Plaza) está dispuesto a
ayudarlo, lo mismo que Ubaldo (de Lea y Plaza) y don Bonifacio (Ruiz de los Llanos). Como vé el entusiasmo no se ha perdido del
todo. Salude a Doña Martina (Silva de Gurruchaga) en nombre de los míos y mande a su íntimo.
Justo Pastor Arce[6].
Con omisión del comandante don Pedro Alcántara Ferreyra, que pasó a la historia
por convocar a los patriotas en Seclantás a fin de organizar las milicias en
momentos decisivos, Arce nombra en esta carta a los que con el tiempo serían
los tres más importantes guerreros de la Independencia que tuvo el Valle de Calchaquí, y que
aún esperan un justo reconocimiento de su Salta natal, los coroneles don Luis
Borja Díaz, don Manuel Ubaldo de Lea y Plaza y don Bonifacio Ruiz de los
Llanos, conocido este último como “El Intrépido” por sus valerosas hazañas.
Luego
del éxodo jujeño que se realizó el 23 de agosto, y del Combate de Las Piedras
el 3 de setiembre, Belgrano regresa a Tucumán no por el Camino Real sino
optando por el camino llamado “de Las Carretas”, perseguido de cerca por el
general Pío Tristán. Don Luis Borja Díaz incorporado al Ejército del Norte,
marchó igualmente a Tucumán donde Belgrano resolvió enfrentar a Tristán,
participando en la victoriosa Batalla del 24 de setiembre de 1812. Con posterioridad
a esta victoria, en el denominado Campo de las Carreras en Tucumán, Belgrano se
ocupó del adiestramiento de sus soldados y marchó a la provincia de Salta,
hasta donde habían retrocedido y se atrincheraron los derrotados españoles. El
20 de febrero de 1813, las huestes de Belgrano atacan nuevamente al general Pío
Tristán, derrotándolo por completo. El triunfo de Salta comprometía la gratitud
nacional, y el gobierno, - dice Mitre - “asociándose al sentimiento público,
colmó de distinciones a los vencedores”[7].
Recordemos
que desde el inicio de la guerra todos los hermanos y primos hermanos de Lea y
Plaza organizaron en Escoipe, Cachi, Atapsi, Seclantás y San Carlos, varios
escuadrones con sus allegados, sus peonadas y sus propios recursos,
distinguiéndose y luchando en distintas batallas y combates juntos a González
Balcarce, Belgrano, Rondeau, Güemes, Arenales y a otros memorables próceres de
la Independencia Argentina[8].
Precisamente, el 10 de diciembre de 1813, don Luis ponía a disposición el pie
de lista de los militares del Regimiento de Dragones de Milicias Patrióticas “que compone
El 29
de diciembre, el general Belgrano ascendió a Díaz, en mérito a sus servicios, a
capitán de
Victorioso
Pezuela, penetró en la ciudad de Jujuy para luego dirigirse a Salta, de la que
se apodera a comienzos de 1814; ya por entonces Joaquín de
Emprendida
la guerra gaucha, Díaz fue una de sus figuras salientes. Sabido es que la
Guerra Gaucha conducida por el general Martín Miguel de Güemes se inicia el 1º
de marzo de 1814, y a partir de entonces, numerosos patriotas encabezados por
don Luis Borja Díaz de Lea y Plaza en los Valles
Calchaquíes, don Luis Burela en Salta,
don Pedro Zavala en Cerrillos y don
Juan de Dios de Lea y Plaza en Escoipe,
entre otros, se rebelan contra la invasión de los ejércitos españoles, formando
unidades de Caballería que luego servirían para la organización de verdaderas
Milicias. Es así que durante la guerra de la Independencia, el día antes de
asumir el general Güemes el gobierno de
El 17
de agosto de 1815, don Martín Miguel de Güemes en su carácter de “Coronel de
los Ejércitos de la Patria, Comandante General de
Título (en forma) de Comandante General de
de San Carlos, otorgado el 17 de agosto de 1815, al
capitán D. Luis Borja Díaz,
por el gobernador intendente de Salta, coronel D.
Martín Miguel de Güemes
Una
vez planeada la defensa de Salta, el coronel don Manuel Fernando de Aramburú,
hijo del feudatario de San Carlos don Nicolás Ignacio de Aramburú y Lisperguer,
equipó un “Escuadrón de Caballería de San Carlos”, en defensa de la causa del
rey Fernando VII, procurando mantener los Valles Calchaquíes despojados de la
influencia de los patriotas, afamado foco de resistencia realista aunque
indiscutible su inferioridad militar en la zona. Sabemos que los principales
hacendados de la región, existentes en ambos bandos, surgieron como los indiscutidos
jefes militares de la campaña y de esta manera aparecen las familias
acaudaladas de los Valles Calchaquíes como los mayores protagonistas durante
las reñidas contiendas. Pues vemos a realistas como los de Aramburú y los de
Isasmendi en los Valles Calchaquíes, que debieron enfrentarse políticamente con
los Díaz, los de Lea y Plaza, los Ruiz de los Llanos, los Arce y los Fernández
de Córdoba, entre otros. Así, todos estos guerreros de
En
diciembre de 1815 el teniente coronel don Luis Borja Díaz fue electo Alcalde
Rural por Cachi. En esa fecha también fueron electos en el mismo cargo, según
oficiaba la Asamblea Electoral “atendiendo
como ciudadanos honrados e hijos beneméritos de la Patria el derecho que ésta
misma tiene para exigirles sus servicios”, don Martín Espinosa por Rosario
de Cerrillos, don Santiago Morales por Chicoana, don Nicolás Frías por San
Carlos, don José Gabino Cornejo por Rosario de la Frontera, don José Gabriel
Jáuregui por Anta y don Casimiro Arrieta por Perico[17].
Güemes
sentía un verdadero aprecio por don Luis Borja Díaz y por don Gaspar López de
Vera [hombre culto, amante de las letras, discreto versificador, autor de
versos jocosos, románticos, gauchescos y de olvidados cielitos, abogado, guerrero de la Independencia, coronel, gobernador de Salta (1840 y 1841), y esposo de doña
Juana de Lea y Plaza de Valdés, prima hermana de Díaz][18],
en quienes don Martín Miguel de Güemes depositó su confianza y los consideraba
sus amigos. El caudillo gaucho estando en Jujuy el 15 de setiembre de 1816, le
escribe a don Teodoro López una carta llena de sentimientos patrióticos: “Mi Teodoro: Es tanto el deseo que tengo de
hacer ver al mundo entero la energía de nuestra provincia que he dado orden a
mi vanguardia no les hagan un tiro a fin de que no se vuelvan. Mis medidas las
tengo hace mucho tiempo tomadas y así es que los únicos días que he tenido
ociosos y tranquilos son desde que tuve noticias que el enemigo cargaba, a
pesar que carga con furia. Esto quisiera que le sucediera en el Valle a mi amigo don Luis (Borja) Díaz; por
eso es que nunca más que ahora conviene que vayas inmediatamente a ayudarle a
cumplir las órdenes que anteriormente le tengo comunicadas. Tú sabes que don Gaspar López es uno de los
amigos de quien más confianza tengo por su patriotismo, por su agilidad y por
cuanto lo busquen; dile pues de mi parte, que me le ayude en cuanto pueda, a mi
compañero Díaz. No perdamos, pues, momento mi querido Teodoro: llenemos de
gloria a nuestro país, ya que la fortuna nos proporciona un lance tan oportuno.
Hagamos ver al mundo todo, que sola,
nuestra provincia, ha de sacar de los trabajos a tanto infeliz errante”[19].
Más
adelante, Díaz “se halló en la famosa sorpresa de Yavi, el 15 de noviembre de
1816, fecha en que se encontraba reuniendo gente en el lugar de las Barrancas,
boca de la quebrada del Valle, próxima a aquel punto”[20],
donde su primo hermano y cuñado el entonces teniente don Manuel Ubaldo de Lea y
Plaza, fue tomado prisionero y conducido al Perú, lugar en el que permaneció largos
años entre las rejas de los godos. Los enemigos habían tomado a seis prisioneros,
uno de ellos pudo escapar y avisó al momento, trayendo la alarma al campamento
del cuarto marqués del Valle de Tojo, encomendero de los Pueblos de Casabindo y
Cochinoca, caballero de
En
los años siguientes tendrán Salta y Jujuy nuevas invasiones realistas, venidas
del Alto Perú, encontrándose los guerreros de nuestro Ejército en un estado
deplorable, tanto económica como anímicamente. En 1817 Güemes recibía del
Director Pueyrredón los despachos de coronel mayor de los Ejércitos de
El
coronel don Feliciano de
El 9
de junio de 1819 el Director Pueyrredón renuncia a su cargo, sucediéndole el
general José Rondeau, quién el 27 de agosto “Atendiendo
a los servicios prestados a la causa de la libertad”, designó a Díaz
comandante del Escuadrón de Gauchos del Valle de Cachi.
Meses
más tarde, desde Cachi don Luis Borja Díaz le escribe, el 18 de mayo de
Rúbricas del comandante general de los
Valles, coronel D. Luis Borja Díaz
Los
realistas en este lapso, no se detenían y se empeñaban en emprender una nueva
invasión sobre las provincias situadas al Sur del Alto Perú. El general godo
Juan Ramírez y Orozco, sucesor de
El 26
de noviembre de 1820 don Luis Borja Díaz le decía al general Güemes en una nota
fechada en San Carlos “Mi venerado y muy
digno señor general: Anoche recibí la de V.S. de 13 del corriente, junto con el
oficio que contesto. Estoy íntimamente persuadido de la necesidad en que todos
nos hallamos de hacer los últimos sacrificios para no ser infelices, después de
haber padecido y trabajado tanto por ser libres. Cuente V.S. con todos mis
esfuerzos para proporcionar la marcha del señor jefe del Estado Mayor por lo
que respecta a víveres, cabalgaduras y otros precisos, a pesar de la escasez
suma y pobreza en que veo a este Valle. La única dificultad insuperable que
encuentro, es la de proporcionar los cien caballos que me pide, porque no hay
entre los vecinos más pudientes quien tenga arriba de cuatro. Al gaucho, sabe
V.S. que no se le puede hacer mayor vejamen que despojarlo de su caballo y solo
por la fuerza sería asequible su consecución. Si lo tiene V.S. por conveniente
daré este paso. No tenga V.S. la menor duda, de que si puedo rezagar todos los
artículos reunidos anteriormente de su orden, para el sostén de los dos mil
hombres que van marchando, lo he de hacer, porque me hago cargo de los grandes
conflictos en que se vé, no teniendo el Estado, caudales ni arbitrios para las
erogaciones que demanda esta importante empresa, cuyo buen éxito se deberá realmente
a los continuos sacrificios que consagra V.S. al bien común. Descuide V.S. de
la seguridad de todos los caminos que se dirigen al interior, porque esta es la
principal atención que me ocupa. Deseo a V.S. toda felicidad y que mande en la
fina voluntad con que le ama su más atento y afectísimo súbdito Q.S.M.B Luis
Borja Díaz. - P.D. Después que marche el jefe del Estado Mayor, agradeceré a
V.S. me franquee permiso para ir a esa. Señor general en jefe don Martín Miguel
de Güemes”[26].
Este documento demuestra que el avance de Güemes al Perú ya estaba en plena
ejecución.
Antes
de producida la muerte del héroe gaucho don Martín Miguel de Güemes, en junio
de 1821, don Pedro Antonio Arias Velázquez le decía en una carta al gobernador: “Podrán las tropas del rey destrozar
nuestros campos, acribillar a nuestros soldados y plantar nuevos gólgotas en
aras de
El
coronel Díaz fue un verdadero líder en todo el Valle de Calchaquí, en el que
lució su coraje y su gran ascendencia entre los pobladores. En abril de 1823
era comandante del Valle de Cachi; por aquella época dada las preocupaciones
que se tenían con respecto a los sacrificios de los gauchos, don Luis Borja
Díaz de Lea y Plaza desde San José de Cachi informaba: “Sin duda fueron éstas las consideraciones que impulsaron al Sr. ex
gobernador don Martín Miguel de Güemes, a abolir, o moderar la cuota de
arrendamiento con respecto a los gauchos, eligiendo prudentemente del mal, el
menor, y una alteración absoluta sobre el particular, no podía menos que
producir un desaliento o un sacrificio. Pagando la mitad de los arriendos
durante la guerra, parece soportable el perjuicio recíproco del propietario y
del gaucho arrendero y cesando aquella, el gobierno tomará las medidas
conducentes a reparar las quiebras que haya ocasionado la defensa común en
cuanto a los derechos parroquiales, se estableció ya en éste curato de Cachi y
en San Carlos que los entierros de los gauchos se hicieran gratuitamente y los
casamientos por cuatro pesos”[28].
Lilia F. Pérez de Arévalo, señala respecto de la nota transcripta, que “en el
mismo informe se hace una reflexión; que ya se pagan estos derechos
parroquiales sin haber cesado la causa, y nos dice que los sacrificios de los
gauchos son inmensos y todo lo que se dispone en su favor es premio a sus fatigas.
Que por su parte los párrocos pueden subsistir con las contribuciones de los
demás feligreses o que la paga del gaucho sea moderada”[29].
Díaz siempre tuvo presente a sus valientes guerreros, para quienes fue como un
padre que a la par del bienestar que les procuraba, con ellos compartía las
victorias y las derrotas. Se caracterizó asimismo por defender a la población
vallista más necesitada, de injusticias y malos tratos.
En
tanto, don José María Paz, quién al decir de Mitre: “debía ser con el tiempo uno
de los primeros generales de América del Sur”, fue invitado en 1823 por el
coronel José M. Pérez de Urdininea, para cooperar en la expedición al Perú
proyectada por San Martín. Partió Paz “asumiendo el cargo de 2do. jefe del
Cuerpo de Dragones de San Juan, que estuvo a sus órdenes en Animaná y en el
pueblo de San Carlos, hasta junio de 1824 en que Urdininea marchó al Norte con
los Dragones”. Estando José María Paz en San Carlos, observó que la producción
principal eran “los trigos, algunas viñas
y alfalfares”, productos que indudablemente le interesaba sobremanera,
debido en principio, a la falta de alimento y dificultades que presentaba tanto
la tropa, como los animales[30].
A pesar de estas limitaciones, aunque siempre aliviado con leña, carne y otros
víveres por el “Patriarca del Calchaquí”, el coronel Paz contribuyó al auxilio
del gobernador de la provincia, general don Juan Antonio Álvarez de Arenales,
amenazado por algunos conspiradores. El 17 de febrero de 1824, Paz se
encontraba en el Valle de arriba, pasando por
Entre
los conspiradores de Arenales se encontraban los coroneles Jorge Enrique Widt,
Sinforoso Morales y Bernardino Olivera, que se habían levantado en armas en la
zona de Guachipas, siendo tomados prisioneros los dos últimos (Morales y Olivera)
el 5 de febrero de 1824, y sentenciados a muerte como “reos de conspiración” fueron ejecutados el 27 de febrero, bajo la
dirección de Urdininea y la aprobación de Arenales[32].
Luego de estos episodios, el 8 de marzo Díaz Plaza y sus gauchos regresan
nuevamente al Valle de Cachi. El 30 de setiembre de 1824, Díaz recibía del
gobernador Arenales los despachos de coronel efectivo del Primer Escuadrón de
los Valles Calchaquíes. En marzo del año siguiente, el general don Juan Antonio
Álvarez de Arenales le escribía al coronel Díaz “Ha llegado el momento de
hacer uso de las repetidas y generosas instancias con que V.S. procuró tener
parte en los honorantes objetos a que marcha
Debemos
destacar que don José María Paz tuvo por aquella época importante actuación en
la organización de las milicias salteñas, con el grado de coronel en 1825
procedió a levantar un Batallón de Infantería bajo su mando, junto a la
inspección del gobernador de Salta, don Juan Antonio Álvarez de Arenales, con
el fin de incorporarse al Ejército de Operaciones contra el Emperador del
Brasil, que comenzaba a organizarse en San José del Uruguay[34].
En ese pequeño Regimiento de 800 hombres, formado por Paz y Arenales, se
incorporaron muchos de los guerreros de los Valles Calchaquíes, entre los que
figuraron varios oficiales del Escuadrón del comandante Díaz, participando
activamente en toda la campaña del Brasil, aunque muchos otros que se alistaron
no llegaron a tomar intervención en la guerra.
Figuró
Luis Borja Díaz entre algunos oficiales, como Jorge Torino, Bonifacio Ruiz de
los Llanos, Ángel Mariano Zerda, Pedro Alcántara Ferreyra, Manuel Álvarez Prado
y Miguel Puch, que compartían plenamente la corriente política del general Juan
Antonio Álvarez de Arenales[35],
quien desde su asunción al poder procuraba establecer en Salta un gobierno
liberal Rivadaviano, pero los problemas internos entre los distintos partidos
políticos hizo que un grupo de los mismos partidarios de Arenales se unieran en
1827, en la revuelta encabezada por José Gorriti que derrocó al gobierno, del
que temían que intentara prolongarse en su mandato[36].
El coronel Díaz Plaza prosiguió en la carrera de las armas, alternando su
tiempo con la atención de sus propiedades en Seclantás y en San José de Cachi;
su nombre estaba muy prestigiado entre los salteños por su destacado y persistente
servicio al país, fue valeroso y un gran estratega, virtudes que evidenció
durante toda su vida. Ya entrado en años, decidió asentarse definitivamente en
el Valle de Cachi, pero su lúcida actuación en la guerra gaucha determinó que
debiera asumir el cargo de “Comandante
Principal de las Milicias de San José de Cachi”[37],
que ocupó hasta su muerte.
Contrajo
matrimonio con su prima hermana,
Hizo
su testamento sin poner fecha “en Salta
siendo testigos los ciudadanos don Juan de Dios Aparicio, don Juan Luis Maurin
y don José Antonio Cesar y Robles” el que se protocolizó en setiembre de
1831, en la escribanía de don Mariano Nicolás Valda; seguramente temeroso de
algún desafortunado destino en la guerra, pues sus textuales palabras en este
documento dicen: “Sepan cuantos este
testam.to., última y postrimera voluntad vieren, como yo el Ciudadano Luis
Borja Díaz Coronel, y Comandante principal de las milicias de Sn. José de
Cachi, hijo legítimo de los finados Dn. Martín Díaz, y doña María Paula Plaza
qe. en paz descansen, hallándome por la misericordia del Señor sano, y en marcha a la guerra a que me destina
el Sr. General Gobernador de ésta Provincia de Salta a la cual correspondo;
creyendo en el alto, e infalible misterio de la santísima Trinidad y en todos
los demás que cree predica y enseña Nuestra Santa Madre Iglesia Católica,
Apostólica Romana, en cuya fé, y creencia he vivido, y protesto vivir, y morir
como católico fiel cristiano invocando a
mi protectora Nuestra Señora de las Mercedes[39] para que interceda por mi alma...”, más
adelante dice: “Declaro que he sido
casado bajo los ritos de
Entre
otras cláusulas dispone “Mando que con
respecto a la declaración de los bienes que recíprocamente introdujimos al
matrimonio se esté a la verdad de mi espresada compañera por estar penetrado de
su rectitud y buena fé”. Nombró por sus albaceas a su esposa en primer
lugar, al cura de Cachi doctor don José Manuel Salguero en segundo lugar, y a
una hija adoptiva doña Flora Díaz en tercer lugar; siendo sus herederos su “consorte” doña Magdalena Plaza, doña
Flora Díaz y su sobrina doña Micaela Plaza “...hija
de mi primo, y hermano político el Capitán don Remigio Plaza...”.
No
tenemos con exactitud su fecha de fallecimiento; no obstante doña Magdalena se
presentó en Salta el 17 de setiembre de 1831, ante el juez de Paz en 1ra.
Nominación, ya viuda y como albacea testamentaria “del finado coronel don Luis Borja Díaz”, por lo que bien creemos
que don Luis falleció a mediados de 1831[40],
siendo enterrado, según consta, en
El nombre de Díaz figura entre los más
destacados oficiales de la Independencia en una placa del monumento al héroe
gaucho don Martín Miguel de Güemes, al pie del cerro San Bernardo, en Salta.
También se lo recuerda en otra placa de bronce en el monolito a Güemes en
Cachi; además con merecida justicia la provincia de Salta le rindió homenaje
imponiendo su nombre a una calle en la ciudad capital[42].
ARCHIVOS
Archivo
y Biblioteca Históricos de Salta
Archivo María Teresa Cadena de Hessling
Archivo Plaza Navamuel
ARÉVALO, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero Gaucho”. Boletín Nº 3 del Instituto Güemesiano de Salta,
Publicación Oficial del Gobierno de
CORNEJO, Atilio: “Causas
y Consecuencias de
-- “Güemes y
-- “José María
Paz en Salta”, pág. 141. Boletín del Instituto San Felipe y Santiago de
Estudios Históricos de Salta. Tomo 30. Salta, 1960
-- “Historia de
Güemes”, Segunda Edición. Talleres Artes Gráficas S. A. Salta, 1971.
CUESTA FIGUEROA, Marta de la: “El Cabildo de Salta (1582-1825)”. Instituto de Investigaciones
Históricas de Salta. Consejo de Investigaciones de
CUTOLO, Vicente Osvaldo: “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”. VI volúmenes. Edit.
Elche, Imprenta Crisol. Buenos Aires, 1968.
FIGUEROA, Fernando R.: “Diccionario Biográfico de Salteños”. Editorial Universidad Católica
de Salta. Salta, 1980.
GÜEMES, Luis: “Güemes
Documentado”. 12 Tomos. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires, 1986.
IBARGUREN, Carlos (h): “Los Antepasados. A lo largo y más allá de
MITRE, Bartolomé: “Historia
de Belgrano y de
NELSON, Cristian: “Notas
sobre
PAZ, José María: “Memorias
Póstumas”, Tomo I y II. Editorial Almanueva. Buenos Aires, 1954.
PLAZA NAVAMUEL, Rodolfo Leandro: “Protagonistas de una Gesta Incomparable”. Separata del Boletín Nº
29-30 del Instituto Güemesiano de Salta, Publicación Oficial del Gobierno de
REYES GAJARDO, Carlos M.: “Apuntes Históricos sobre San Carlos del Valle Calchaquí de Salta”.
S. A. Casa Jacobo Peuser, Ltda. Buenos Aires, 1938.
YABEN, Jacinto: “Biografías
Argentinas y Sudamericanas”. Buenos Aires.
Escudo de armas de Ruiz de Llanos
(Ilustración de
Da. Cecilia Ibarguren en base al “Nobiliario del Antiguo Virreynato del Río de
Escudo: En campo
de plata, cuatro calderas de sable puestas de dos en dos; terrazado de sinople.
Coronel D. Bonifacio Ruiz de los Llanos
EL
INTRÉPIDO
Bernardo RUIZ de los LLANOS ·
Introducción
A través de estas líneas se rescata
al coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos, uno de los capitanes del general
Martín Miguel de Güemes y valiente soldado de
Finalmente ansío que mediante esta
breve reseña y recopilación documental, se puedan conocer algunos aspectos de
la personalidad de este abnegado militar salteño, cuyo aporte a la gesta
güemesiana fue en más de una oportunidad decisivo, valeroso y patriótico.
1. Su trayectoria
Don Manuel Bonifacio Ruiz de los
Llanos nació en la ciudad de Salta el 15 de junio de 1791 y fue bautizado el 25
de septiembre del mismo año. Hijo de don Ventura Ruiz de los Llanos y Berdeja y
de doña Petrona Villada y Ríos, según investigaciones del historiador y genealogista
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel.
Guerrero de
Un mes después se incorporó con su
compañía a la vanguardia del “Ejército Auxiliar” que se hallaba en Jujuy.
Oportunidad que fue ascendido a Sargento 1º, el 1º de noviembre de 1811. En
aquella provincia, se distinguió en un acto de arrojo, ya que a fuerza de
coraje se abrió paso por entre las filas enemigas, superiores en número, en una
célebre retirada, para luego reunirse con el grueso del ejército de Belgrano
que retrocedía al sur y encontrarse en la acción de Nazareno a las órdenes del
coronel Eustaquio Díaz Vélez el 12 de enero de 1812, después de la cual el
ejército se retiró hasta Yatasto, donde en el mes de marzo, el general Manuel
Belgrano se recibió del comando en jefe.
En la nueva organización que dio el
general Belgrano al “Ejército Auxiliar”,
Fue reincorporado nuevamente en
diciembre, al “Regimiento Nº 6 de Infantería”, por orden del general Manuel
Belgrano y bajo su mando luchó en la gloriosa “Batalla de Salta” el 20 de febrero
de 1813, marchando luego hasta la ciudad de Potosí. Debido a su comportamiento
en ambas acciones fue ascendido sucesivamente a Subteniente, el 1º de febrero y
a Teniente, el 1º de junio, grado con el que peleó en Vilcapugio el 1º de
octubre y en Ayohuma el 14 de noviembre de 1813, retirándose después de esta
derrota a Tucumán con los restos del ejército, y como expresan documentos de
esa época “con los soldados que seguían leales a su bandera”.
De regreso a Salta, solicitó su baja
por encontrarse enfermo, la cual obtuvo el 20 de mayo de 1814, pero una vez
restablecido, se alistó en las avanzadas del “Ejército Patriota” dirigidas por
el sargento mayor José Apolinario Saravia, situadas en Guachipas, a las que fue
incorporado el 1º de marzo de 1815. Sirvió en ellas hasta que fue desalojado de
Salta el ejército español. Al incorporarse a las avanzadas de Apolinario
Saravia, Ruiz de los Llanos es reconocido como Teniente Primero.
A partir de 1815 pasó a revistar en
las partidas gauchas incorporándose al “Regimiento de Dragones Infernales”.
Unidad que creó el jefe salteño en contraposición del cuerpo realista que se
conocía con el nombre de “Angélicos”, destacándose por su valentía y estrategia
combativa, bajo la dirección del entonces coronel Martín Miguel de Güemes, y
desempeñándose en calidad de Ayudante Mayor desde el 1º de noviembre de aquel
año, hasta el 16 del mismo mes, en que obtuvo su baja.
El 1º de marzo de 1816 regresó al
servicio, y por espacio de varios años tomó parte en las operaciones de vanguardia,
incorporándose en clase de capitán del “Regimiento Páramo del Orden” sirviendo
al mando del coronel mayor Juan José Fernández Campero, el conocido marqués de
Yavi o del Valle de Tojo, caballero de
El 29 de junio de 1816, el marqués
escribió en borrador un oficio dirigido a Güemes, que dice: “Creo que el enemigo no ha pasado de
Miraflores, ni aún a Casabindo, respecto de que el capitán Ruiz de los Llanos
que quedó en aquel punto no ha dado parte alguno. Este se halla con cerca de 70
hombres (...) observando los movimientos del ejército contrario, el que según
los bomberos se emplea en robar los ganados enviando partidas gruesas para
todas partes...”.
Posteriormente, el 16 de septiembre
de ese año, Juan José Fernández Campero le escribió un oficio al gobernador
intendente don Martín Miguel de Güemes desde el Cuartel Principal en el Moreno,
donde le manifiesta que: “Con fecha de 14 del presente me dice el Comandante de Avanzadas, capitán
Don Bonifacio Ruiz de los Llanos lo siguiente: Ayer recibí parte del capitán
Rivera, y Cala en que me dicen que el enemigo en número de
Participó en el combate de Colpayo,
el 15 de septiembre de 1816, junto con fuerzas pertenecientes al “Regimiento
Peruano”, donde las armas patriotas salieron victoriosas. Güemes desde su
Cuartel General ubicado en Humahuaca ordenó al Marqués de Yavi que se estableciera
en Abrapampa, colocando de Jefe de Avanzadas al capitán Bonifacio Ruiz de los
Llanos.
Estando en esta situación, el 11 de
noviembre su Jefe de Avanzadas dio aviso al marqués de que el enemigo estaba en
movimiento sobre Yavi, inmediatamente se adelantó con todas sus fuerzas hasta
el Puesto e hizo adelantar de allí a los comandantes Lanza y Ruiz de los Llanos
con dos columnas de Dragones Infernales y gauchos, trasladándose luego este
último con Quesada y una escolta de Dragones desde Pulpera hacia la población
de Yavi donde llegaron al anochecer. Lugar en el cual el 12 de noviembre, las
avanzadas de Ruiz de los Llanos (con ocho meses de servicio en la puna jujeña
apoyando a las gestas emancipadoras) sostuvieron un fuerte choque contra los
realistas, donde se destacaron oficiales de las tropas gauchas de los Valles
Calchaquíes, en el que salieron victoriosos, pero tres días después la caballería
enemiga del coronel Marquiegui cayó sorpresivamente sobre la descuidada
división del coronel Fernández Campero entre las 8 y las 9 de la mañana, y se
apoderó de sus fuerzas tomándolo prisionero al igual que al 2º jefe de
aquellas, teniente coronel Quesada. Asimismo, cayeron en poder de los
realistas: 100 vallistas, 200 peruanos, 58 infernales y dragones, quienes
quedaron como prisioneros, después de ocasionarle muchas bajas entre muertos y
heridos. A excepción de los fallecidos durante la pelea, el enemigo no abusó de
su victoria.
Bonifacio Ruiz de los Llanos luego
de este contraste y de gran confusión, le cedió su caballo a su jefe el marqués
del Valle de Tojo, y luego una cabalgadura mejor, una mula ensillada para que
se salvase, pero el esfuerzo fue en vano, ya que éste no era gran jinete y no
supo sacar todo el provecho posible a la ayuda recibida, debiendo don Bonifacio
huir entre el fuego de sus enemigos junto al comandante Luis Borja Díaz y al
capitán Nicolás Frías, quienes a pie llegaron a Cachi.
El capitán de fragata (R) Jacinto
Yaben, en su obra “Biografías Argentinas y Sudamericanas”, sostiene que el
marqués Fernández Campero, habría recibido un parte del comandante Gaspar
Aramayo, avisándole que el enemigo “trataba de cargar a Yavi” y que estuviese
vigilante, pero el marqués descuidó tomar inmediatas medidas de seguridad para
evitar la sorpresa; los realistas sorprendieron en circunstancias en que
Quesada, Ruiz de los Llanos y otros oficiales se hallaban en casa de su Jefe y
la tropa no estaba menos descuidada. Parte logró salvarse saltando sobre los
caballos en pelo, pero Quesada tuvo que rendirse y el Marqués fue capturado en
la huída...”.
Bartolomé Mitre en su “Historia de
Belgrano y de
Bernardo Frías en su obra “Historia
del General Martín Güemes”, narra también aquel episodio de la siguiente
manera: “El Marqués, más desgraciado que todos, oía en esos momentos la misa.
Sintiendo el tropel en la plaza, salió cuando el enemigo cargaba. El desventurado,
que era corpulento y casi obeso, se hallaba a pie. Acierta en esto a pasar Don
Bonifacio Ruiz de los Llanos montado en pelos un caballo flaco enfrenado; el
Marqués que lo ve, le suplica su consejo y protección, a lo que el generoso
oficial cedió, dándole su caballo. Cuesta al Marqués cabalgar, aun con ayuda;
mas una vez encima, ordena a Ruiz organizar la tropa, mientras tira él a
ponerse a salvo. Pero el enemigo, entrando también por la parte del río en
aquel momento, dilata el pánico; todos se creen cercados y tratan de huir cada
uno como mejor puede. Todo quedaba así perdido. Ruiz, que era alto y flexible,
alcanza al Marqués y de un salto se le trepa a las ancas; pero viendo era imposible
sostener al Marqués en caballo sin silla ni estribos, toma una mula con la cual
da, cambia el Marqués de cabalgadura...”.
Cuatro días después, Ruiz de los
Llanos le escribe a un tío suyo desde la localidad de Cachi, contándole el terrible
e inesperado suceso ocurrido el 15 de noviembre en Yavi en el que por fortuna
logró escapar y poner a salvo su vida. Esta carta se publicó en la obra “Güemes
Documentado” del historiador Luis Güemes, la que transcribiré más adelante.
Además, entre los documentos históricos recopilados por Luis Güemes,
encontramos una carta de Belgrano dirigida al general Martín Miguel de Güemes,
donde le expresa: “Compañero
y amigo querido: Dígame Ud. ¿no sería conveniente que la gente que fue del
peruano se reorganizase? López, el José Gregorio y Ruiz de los Llanos podrían
emprender esta obra; déme usted su parecer en el particular para que entremos a
esta obra, porque el asunto es hallarnos con gente útil por todas partes para
concluir con la empresa pronto...”.
El 15 de septiembre de 1816
Bonifacio Ruiz de los Llanos, en su calidad de Comandante de Avanzadas, comunicó
desde Lumará al marqués del Valle de Tojo del triunfo de los patriotas en el
Combate de Colpayo al sur de la actual población boliviana de Tarija y luego,
desde Pulpera pone en aviso que se desplaza rumbo a Yavi.
El marqués, a su vez, tres días
después le comunica desde el Cuartel Principal en el Moreno a Güemes, lo siguiente:
“Son las 7 de la mañana: hora en
que he recibido el parte del Comandante de Avanzadas Don Bonifacio Ruiz de los
Llanos, que en copia acompaño: doy a vuestra señoría los parabienes por el
triunfo de nuestras armas, y me congratulo con que el peruano empiece sus
ensayos militares, lleno de laureles, los individuos que recomienda tanto el
comandante Ruiz de los Llanos como el capitán Rivera, son dignos de ser
atendidos...” (Luis Güemes: “Güemes Documentado”).
Pablo de
El 13 de agosto de 1816, el marqués
del Valle de Tojo Juan José Fernández Campero, le envía a Güemes una carta
desde Toro, en la puna jujeña, por medio de la cual se puede apreciar la
estrategia y la capacidad de lucha de los vallistos. En ella expresa lo
siguiente: “Mi amado
primo y querido Martín: nuestra avanzada principal está en Cueva al cargo de
Ruiz de los Llanos y otros oficiales de honor que no se duermen a vista de sus
deberes y del enemigo...” (Luis Güemes: “Güemes Documentado”).
También en la obra citada
precedentemente, encontramos un oficio del 6 de noviembre de 1816 remitido por
Güemes desde Huacalera al comandante Manuel Eduardo Arias a quién le ordena
que: “Mande
usted un par de bomberos buenos al dicho punto de Santa Victoria, bien
montados, a averiguar si el enemigo ha vuelto, o qué ruta ha tomado, lo mismo
que de la suerte de los tarijeños; encárgueles usted averigüen todo con el
mayor empeño y con verdad, y usted sin perder un momento me dará parte de lo
más mínimo: la adjunta, que pase inmediatamente a Ruiz de los Llanos para que
sin demora cumpla lo que en ella le prevengo. En el momento que reciba usted
éste, mande cinco hombres a que reciban 25 mulas chúcaras para que las reparta
a la gente de su mando (...) P.D. Remito a usted dos mulas más, para que éstas
se las pase al Comandante Ruiz de los Llanos con las que ha de pagar un chasqui
que importa. Las mulas que tiene usted tenga mucho cuidado con ellas para que
no se aniquilen, haciéndolas poner en los mejores pastos, a fin de estar
prontas para segunda orden...”.
Así, entre los documentos
güemesianos encontramos sendos oficios remitidos por Fernández Campero a Güemes,
desde el Campamento Andante de
Encontramos también en la citada
obra documental, una carta del 2 de septiembre de 1816 remitida por el marqués
del Valle de Tojo a Güemes desde Moreno, en la que manifiesta: “Al momento he dirigido cincuenta
hombres armados a reforzar las avanzadas bajo las órdenes del capitán Ruiz de
los Llanos, con dirección al lado de Cangrejos unos, y otros a los puntos más
inmediatos que puedan. No he podido engrosar más esta partida por falta de
mulas mansas y porque las del servicio están incapaces, por el trajín y por el
tiempo. Por los últimos partes que he recibido, sé que el enemigo se halla ya
con toda su fuerza en Yavi (...) A Ruiz de los Llanos le hago las prevenciones
que me parece convienen...”.
En enero de 1817, don Bonifacio Ruiz
de los Llanos fue nombrado segundo jefe del “Escuadrón de Gauchos del Valle de
Cachi”, bajando con dichas milicias a la ciudad de Salta a hostilizar a los
realistas que ocupaban toda la provincia. Poco después, por su valor, era trasladado
al “Comando de los Infernales” con el grado de Capitán a cuyo frente participó
en las acciones contra
El Boletín número 20, desde el 10 de
abril de 1817 hasta el 30 del mismo del “Ejército Auxiliar del Perú” registra
que “Se distinguió también mucho en
estos días el intrépido Don Bonifacio Ruiz de los Llanos, Segundo Comandante de
Güemes en su parte Nº 1, del 25 de
abril de ese año remitido desde el campamento volante “El Bañado” al general
Belgrano, expresa textualmente: “Excelentísimo señor...No puedo pasar en silencio recomendar la conducta
y valor militar del Segundo Comandante de
El 10 de junio de 1817 Manuel
Belgrano le escribe a Güemes desde
En 1818 marchó a
El 1º de enero de 1819, recibió la
jerarquía de Teniente Coronel Graduado, y el 27 de agosto de ese mismo año fue
nombrado Comandante del “2º Escuadrón de Gauchos del Valle”, con residencia en
Cachi. El general Güemes, en su carácter de General en Jefe del “Ejército de
Observación del Perú”, le otorgó el 15 de agosto de 1820, los despachos de
Coronel Graduado (Libro de Títulos Militares del Archivo General de
En los años siguientes
En 1824 aparece en los Libros de
Títulos Militares del Archivo General de
Los gobiernos que se sucedieron
conservaron a Ruiz de los Llanos en ese rango. En marzo de 1841, siendo
“Comandante General de los Valles” fue tomado prisionero por las fuerzas unitarias
y relevado de sus funciones el 11 de abril por el coronel Florentín Santos.
Continuó después desempeñando ese y otros cargos análogos. Al sobrevenir la época
de la tiranía, y al estar en desacuerdo con el gobierno de Rosas se retiró del
servicio activo logrando su baja, hasta que en 1855 el Gobierno de
Indican algunos de sus biógrafos que
don Bonifacio permaneció en aquella situación de revista, hasta que solicitó su
baja definitiva en 1862, luego de haberle sido entregado el decreto firmado por
el entonces presidente de
Retirado a la vida privada el
meritorio jefe militar “falleció en su finca de Payogasta, en la que residía
con su familia, el 28 de septiembre de 1870 (...). Contrajo matrimonio con doña
Buenaventura San Roque, hija del capitán don Francisco Nicolás García de San
Roque (dueño en 1795 de la estancia Payogasta en el Valle Calchaquí) y de doña
Polonia Solaligue y Plaza, nieta materna del hacendado don Pedro Solaligue y de
doña Tomasa Plaza”, con quien tuvo seis hijos: Policarpo, Rafael, José,
Nicasia, Ventura y Saturnino. Sus restos se hallan sepultados en la iglesia de
esa localidad (Rodolfo Leandro Plaza Navamuel: “Los de Lea y Plaza…”, pág. 275,
Salta, 2000, y del mismo autor: “Las huestes de la Patria en los tiempos de
Güemes”. Revista Nº 4 de
Lápida de los esposos Ruiz de Llanos
– San Roque emplazada
donde descansan sus restos en la
iglesia de Payogasta
2. Correspondencias
A continuación incluiremos algunos documentos históricos relacionados con
el prócer gaucho don Bonifacio Ruiz de los Llanos, que extractamos de la obra
“Güemes Documentado” de Luis Güemes.
--Oficio
de Ruiz de los Llanos a Güemes--
Hace hora y media que escribí a
vuestra señoría comunicándole la retirada del enemigo de Yavi, acabo de recibir
los partes que en copia acompaño, ellos acreditan que no ha sido retirada, sino
fuga, y son del tenor siguiente. Acabo de recibir el adjunto en cuya virtud emprendo
mi marcha a aquel destino: no espero al segundo jefe por dos motivos, el
primero, porque sé que esto debo hacer en virtud de lo que vuestra señoría me
comunicó ayer, y lo segundo porque los animales no se fatiguen.
Dios
guarde a vuestra señoría muchos años. Campamento en Pulpera, noviembre 12 de
1816.
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
Señor General en Jefe Don Martín Güemes
--Oficio
de Santiago Berresford a Ruiz de los Llanos--
Doy parte a usted de haber entrado a
las tres de la tarde a este pueblo, y he encontrado con alguna gente de Sarsuna,
quienes habían recogido algunas cosas que dejó el enemigo: todas ellas las
tengo acuarteladas por averiguar de algunas más: éstas son doce tiendas de
campaña, veinte lomillos, y medio cajón de velas; tengo noticias de que el
capitán Rojas ha mandado un par de petacas llenas de libros y papeles, doce
sables, y tres cargas de cebada en grano.
Dios
guarde a usted mucho. Yavi, noviembre 11 de 1816.
Santiago
Berresford
Señor Comandante de Avanzadas Don Bonifacio Ruiz de los
Llanos.
Nota: El enemigo ha llevado el camino de Sococha para
Mojo.
--Oficio
de Bonifacio Ruiz de los Llanos a Güemes--
Desde Pulares me remite el sargento
mayor Don Gaspar López un oficio que había V.S. dirigido a él, el que contenía
cuatro de los que entregué dos, uno al señor cura Astigueta, quien en virtud
del recibo del pie me lo cubrió con 40 pesos y otro al ciudadano Don Santiago
López quien también exhibió 60 pesos, los que componiendo la cantidad de cien
pesos, he entregado al oficial Don Andrés Gómez para que los entregue a V.S.
Los otros dos oficios para el cura de San Carlos y para Don Fernando López,
quien está allí también, los he remitido allí al comandante principal Díaz,
encargándole remita V.S. con la brevedad posible las cantidades que oblen
aquellos por conducto seguro.
Dios
guarde a V.S. muchos años. Cachi, noviembre 23 de 1820.
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
Señor General en Jefe Don Martín Güemes.
--Bonifacio
Ruiz de los Llanos a Güemes--
Cachi, noviembre 23 de 1820
Señor
General en Jefe Don Martín Güemes.
Mi digno
jefe: Si mi voz tiene ante V.S. algún valimiento, me atrevo con ella a insinuarme,
para que con oído más compasivo atienda en la causa de Ferreyra. Sólo me mueve
a esto, saber que los Riojas, de quienes creo proceda el informe, que han hecho
a V.S. contra dicho Ferreyra, han tomado, por tema el desconceptuarnos a todos
nosotros, uno después de otro, para con V.S.; y el motivo que han tenido para
hacerlo hoy con Ferreyra, ha sido el haber sacado la cara ante ellos por el buen
oficial Don Jacinto Carrillo, a quien lo han insultado dichos Riojas, hasta el
extremo de decir públicamente, que era un ladrón porque tuvo la desgracia de no
devolverles, íntegramente, el negocio, que condujo para arriba, el que sabe
V.S., que le quitaron las Partidas de Rivera, y, cuando obtuvo orden de V.S.,
para que se lo devuelvan, ya habían extraído algo de él. Así es que dicho
Carrillo ha sufrido este vejamen después de que por su honor y por servir
quizá, a ellos, se estrechó con V.S. suplicándole por la referida orden que
obtuvo. Yo no sé cómo si Rioja tiene tanto celo no avisó a V.S. de esto y menos
el que estos intereses no pertenecían en el todo a ellos sino a Uriarte, quien
está con el enemigo. Yo prescindo de que Ferreyra haya llevado o no las mulas y
burros que le han dicho, tengo sí alguna dificultad en creerlo, pero me duele,
el que quizá por este ruin medio quiera colocarse Rioja con algún mando o
representación en Los Molinos, y más estando cierto de que, quizá, por ellos
perdamos ese partido, que tanto ha costado a Ferreyra ponerlo en disposición de
que sirva a la patria.
Ferreyra
quizá ha tenido esta y algunas otras debilidades a causa de su mucha escasez,
cuando se ve cargado de familia; pero infórmese V.S. del Jefe del Estado Mayor
y de otros muy sensatos que hay en este Valle, es uno de los mejores oficiales
que V.S. tiene, por cuya razón es de mi obligación mirar por su causa sin
perjuicio del castigo que merezca si ha delinquido.
B.L.M. de
V.S. su afectísimo súbdito.
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
--Oficio
de Bonifacio Ruiz de los Llanos a Güemes--
Mucha novedad me ha causado el que
hayan dicho a V.S. que yo tenía embargadas las mulas cambiadas por coca, cuando
de esto apenas sé lo siguiente: Estando yo en San Carlos ahora 15 días llegó a
manos del comandante principal Díaz, un partecito de un sargento del Despoblado
en que le comunica que por allí intentaban sacar para Atacama una punta considerable
de mulas con sólo el pase de Don Ángel Rioja, y que había tenido a bien detenerlas,
hasta que se le ordene sobre el particular, a que dicho Díaz contestó de mi
letra, que apresase a quien las conducía y quedasen embargadas allí dichas
mulas hasta segunda orden; a pocos días regresé de aquel lugar a éste y en el camino
vino a verme el costeño cambiador de ellas, y tuvo el atrevimiento de pedirme
pasaporte para llevar sus mulas diciéndome que él si había cambiado las mulas,
había sido bajo del concepto que se le había de franquear el pase de ellas, y
que así se lo había prometido Rioja, en cuya prueba ya le había dado pasaporte
para que un compañero suyo las lleve hasta Atacama, y que se las había atajado
la guardia diciendo que sin orden de los jefes no habían de salir, a que
contesté que él y Rioja habían cometido un delito, él por haber recibido
pasaporte de quien no tenía facultad de darlo, y Rioja por tamaño atrevimiento,
pues sin ser facultado y contraviniendo directamente las órdenes de V.S., se
atrevió a darlo, que por un afecto de conmiseración hacia él le advertía que
inmediatamente ordenase a su compañero o dependiente que regresase con las
mulas y que él se dirija a San Carlos y del comandante principal saque permiso
para ponerlas en invernada en alguna de las estancias de Don Severo Isasmendi
hasta que pudiese salir con ellas, a lo que contestó que así lo haría. Es
cuanto sé sobre el particular.
En este
momento que he recibido el de V.S., he ordenado que los subalternos de la compañía
de los Molinos, Don Pablo y Don Remigio Plaza pasen de San José, donde residen
a aquel lugar y se presenten ante Rioja para que le ayuden en cuanto V.S. le ha
ordenado, y a más si dicho Rioja me avisa que necesita para el cumplimiento de
su comisión mi persona, en el momento pasaré allí y haré cuanto esté a mis
alcances, pues la atención de asistir a los granaderos que tengo encuartelados
en mi casa, me priva el ir cuando no se me ha avisado hasta ahora una necesidad
urgente en los Molinos, pero si se me avisa, ya digo a V.S. que en el acto
pasaré allí, y haré cuanto esté a mi parte en servicio de
Quedo
impuesto de reconocer y hacer reconozcan por capitán y ayudante de V.S. a dicho
Don Ángel Rioja, con lo que contesto a los de V.S. fecha 18.
Dios
guarde a V.S. muchos años. Cachi, noviembre 23 de 1820.
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
Señor General en Jefe Don Martín Güemes.
--Oficio
de Ruiz de los Llanos a Güemes--
Impuesto del de V.S. fecha 22 he
ordenado que el mayor graduado Don Pedro Ferreyra, despache a ésa los arrieros,
y especies pertenecientes al ejército que hayan en todo el partido de los
Molinos, y con respecto al de San Carlos he pasado la misma orden al capitán
con grado de teniente coronel Don Juan Plaza, para cuyo efecto anoche que
recibí el de V.S. les pasé el correspondiente oficio. Con respecto a este partido,
etc., trataré de hacerlo yo a la mayor brevedad.
Dios
guarde a V.S. muchos años. Cachi, diciembre 26 de 1820.
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
En primera ocasión avisaré a V.S. sobre el trato de mulas
con harinas.
Señor
General en Jefe Don Martín Güemes.
(Sobrescrito)
S. N.
Al Señor
General en Jefe Don Martín Güemes Gobernador Intendente de
(Coronel
Graduado y 2º Comandante de los Valles).
--Carta de
Ruiz de los Llanos a su Tío--
Cachi. Noviembre 26 de
Bonifacio
Ruiz de los Llanos
Entre renglones de Lanza, enmendado Prisionero. Vale.
Es copia.
Icazate
Secretario
Las tradiciones familiares hablan de
una batalla en un lugar cercano al Río Tala, de la que participó Bonifacio Ruiz
de los Llanos en los comienzos de su carrera. Según cuentan “rodeado de
enemigos y teniendo a sus espaldas la barranca, tapó la cabeza de su caballo
con su poncho y buscó en el salto la salvación. Quebrado el animal, debió abandonarlo
y en otro que se encontraba en la margen opuesta, en pelo, ganó el monte con
rumbo a Tucumán”. Esa actitud y la de haber cabalgado sobre los vivacs enemigos
con tropas de yeguas con pajas encendidas en la cola, justificaron junto a
otros hechos, el calificativo de “El Intrépido” con que lo había denominado el
coronel López después de su brillante y valerosa actuación en el Combate de Acoyte.
Durante su larga campaña hizo honor a esa mención.
Según la tradición vallista, don
José Ruiz de los Llanos, hijo del guerrero, cuenta que Güemes estuvo en San
José de Cachi, a más de
Se dice que en honor a don Bonifacio
se llama “Ruiz de los Llanos” la estación del ferrocarril, antes conocida como
“El Tala”, en el Departamento de “
Con motivo de cumplirse el
centenario de su muerte fue inaugurada en Payogasta, el pueblo que don
Bonifacio tanto quiso, la “Escuela Nacional Nº
En 2004
Reconocimiento
Figura sin sombras en nuestra
historia, prototipo de coraje y disciplina, un jefe muy querido por sus
subalternos, de gran valor en el combate, condición que en los ejércitos de la
Independencia fue base para obtener el respeto y la admiración de la tropa.
Este notable guerrero, de lealtad inquebrantable, brindó siempre su
incondicional apoyo a las gestas emancipadoras. Nunca perdió su condición de
hombre simple, de bien, sin altanerías, de ordenado y generoso.
Es importante no olvidar a aquellos
hombres del pasado que dieron todo sin esperar nada a cambio, luchando con
arrojo y arriesgando sus vidas a cada instante, soñando con una “Nación Libre,
Próspera y Soberana”, no imponiendo condiciones algunas y sí, brindándose por
enteros a los destinos de nuestra patria naciente.
AL “INTRÉPIDO” CORONEL
BONIFACIO RUIZ DE LOS
LLANOS
I
En las huellas
de la historia,
por el tiempo y
el espacio,
al trote asoman
las honras
del coronel
Bonifacio.
II
Dicen que dijo
la Patria,
en tono celeste
y blanco:
¡Es el tiempo de
las armas,
soldado Ruiz de
los Llanos!
III
Y sin pensarlo
dos veces,
con valor y con
denuedo,
a luchar se hizo
presente
este patriota
salteño.
IV
Buscando fue con
el viento,
espada en mano
el destino,
entre fogones y
truenos,
todo el sentir
argentino.
V
Lo de Salta y
Tucumán,
sangre y triunfo
de adalides,
fue pregón de
Libertad,
al sonar de los
clarines.
VI
Lo vieron pelear
por Yavi,
Vilcapugio y
Ayohuma,
en partidas por
y tropereando
por Cachi.
VII
Le dejó el sol
de sus luces
majestuosas,
con pesar en las
derrotas
y sereno en las
victorias.
VIII
Por las sierras
y los montes
al comando de
Infernales,
forjó el rastro
por el Norte,
con laureles
inmortales.
IX
El “Intrépido”
entre cerros,
por los valles y
quebradas,
en brioso corcel
cabalga,
orgulloso de su
suelo.
X
Es que un día en
Payogasta,
su vida ganó el
silencio.
De luto visitó
la Patria:
Había muerto el
gran guerrero.
Norberto Raúl Pintos
Salta,
31 de octubre de 2002
INVESTIGACIONES
Y
ARTÍCULOS
VOCACIONES GAUCHAS
Ercilia
NAVAMUEL ·
El
ser gaucho es una cultura tradicional criolla, con un complejo de rasgos que lo
diferencian del hombre urbano burgués y comerciante. En dichos rasgos se
conjugan varios aspectos entrelazados que configuran su personalidad.
1- El paisaje que habita y que conoce
profundamente sabiendo aprovechar para el sustento y salud familiar.
2- El trabajo, relacionado con la actividad
rural, especialmente ganadera, ya que formará el equipo de valores y códigos de
convivencia, los largos arreos insumían gran parte de su vida, lo cual
desarrolló las virtudes de la solidaridad, respeto a su igual, valor, conocimientos,
amor a la tierra y a la naturaleza. Como también el desarrollo de las artesanías
ya que debían autoabastecerse, afirmándose la autosuficiencia material. Así se
desarrolló una verdadera cultura del trabajo con fuerte arraigo.
3- La religión cristiana, heredada desde los
primeros tiempos del dominio hispano, lo cual determinará sus normas de
conducta, especialmente el respeto al género femenino, como guardiana de su
patrimonio familiar durante sus largas ausencias y fortalecerá el culto a
4- Un marcado individualismo, ante la
conciencia de que su subsistencia y supervivencia del núcleo familiar depende
absolutamente de su eficiencia, ante las soledades inmensas en las que vive.
Esto mismo hizo que sus relaciones sociales, fueran escasas pero muy
respetadas, desarrollándose la solidaridad como un deber y honor. Virtudes que
lo caracterizan como recibir al viajero, auxiliar al necesitado y el respeto
mutuo, pero también estar siempre alerta para la defensa por los múltiples
riesgos que significan sus soledades, como ataques de bandas de malhechores,
enfermedades, hambre, etc. contra lo único que vale es su propia eficiencia, y
conocimiento de la naturaleza para encontrar solución.
5- Organización familiar muy sólida, con
división de responsabilidades entre sus miembros, destacándose el gran respeto
a los abuelos, considerados como jefes consejeros, a través de los cuales se
transmitía la cultura, el conocimiento y las buenas costumbres.
Estos caracteres culturales se afianzaron
a través de los siglos, mezclándose con algunos rasgos de las culturas
aborígenes, como el culto a la tierra como entidad femenina de la fertilidad,
la cual se identificó con el culto a
Sus relaciones con las tribus aborígenes
fueron armónicas, siendo los primeros que harán pactos de amistad y mutua
cooperación y protección, ya que ambos compartían espacios próximos y
semejantes, siendo indiferentes a los intereses por el poder político. Estas
relaciones favorecieron el mestizaje cultural y biológico, que es característico
de la cultura criolla.
Así llegamos al siglo XIX, época en que
esta cultura criolla, gaucha y mestiza estaba en su mayor apogeo. Las guerras
por la Independencia los ponen en contacto con un gaucho patriota y militar de
carrera, don Martín Miguel de Güemes y por primera vez se organiza el nucleamiento
de este sector social, por una causa común, que fue la libertad. Se constituyen
las Milicias Gauchas en cada valle, dirigidas por un Capitán originario del
mismo lugar, combatirán con sus artefactos de trabajo y armas elementales como
lazos, boleadoras y lanzas, complementado con su extraordinaria habilidad
ecuestre y a pesar de las diferencias serán muy temidos.
Los objetivos se lograrán precisamente
por las cualidades culturales criollas y gauchas, siendo el triunfo sobre los
realistas en forma total y la patria se organizará en forma federal, como
herencia de esta cultura original y autóctona.
Luego de las guerras, la soledad del
gaucho volvió, pero los gauchos no olvidaron los años güemesianos que los
reunieron y quedó el sueño del nuevo encuentro, el cual recién se producirá un
siglo mas tarde, por una causa religiosa. Mientras tanto, el país se
modernizaba, inundándose las ciudades de nuevas modas y marcándose en forma
rotunda la división de la población entre rural gaucha y urbana comerciante con
raíces extranjeras, producto de la política inmigracionista. Surgiendo un
sentimiento antagónico entre ambos a causa de la incomprensión, pues representaban
dos mundos con historias y tradiciones diferentes.
En 1892, llegó a Salta la congregación
Católica de los Redentoristas, siendo portadores de la imagen de
Sobre el origen de la imagen de
En 1855, los Redentoristas hacen su casa
sobre las ruinas de San Mateo y desde diciembre de 1866, por merced del Papa
Pío Nono, el cuadro de
Se dice icono a la pintura de estilo
bizantino efectuada sobre madera durante la oración con inspiración Divina y
objetivo catequístico, razón por la cual es sagrado.
El cuadro que llega a Salta dataría de
1480 o 1325 según los análisis de C.14, posee toda una simbología a interpretar,
dirigida a los fieles, que encierran un profundo mensaje para los que no saben
leer. El cuadro representa a
El Niño, posee una actitud temerosa
refugiándose en los brazos de su madre, mirando a los dos arcángeles que poseen
los símbolos de
Los colores también contienen mensajes:
Los Redentoristas en Salta hicieron una
enorme obra misional en el interior provincial, llegando hasta los lugares mas
aislados y difíciles de la zona andina y vallista, en donde quedan hasta hoy
sus testimonios de la imagen de
Este accionar coincidirá con la
organización de la celebración del centenario de la Independencia y de la
muerte del Gral. Martín M. de Güemes, por lo cual había en todo el país y
especialmente en Salta, un gran movimiento oficial y cultural en el ámbito
urbano, que coincidirá con las organizaciones rurales gauchas, motivadas por el
culto a
Desde 1928 se misiona en el Valle de
Lerma, destacándose Chicoana,
En 1934 es el primer desfile de gauchos
con
Gracias a esta obra del P. A. Tisken, es
que los gauchos se hacen presentes para la inauguración del Monumento al Gral.
M. M. de Güemes en 1931, pues ya estaban organizados según su origen y con sus
respectivos jefes, lo cual dará lugar a la formación de los Fortines actuales.
Y recién en 1946 se fundará
Hasta la actualidad los gauchos
participan fielmente en los desfiles patrios, en especial el 17 de junio, agrupados
en fortines, como también en la procesión de
Respecto a la cultura que caracteriza al
criollo gaucho, la mejor manifestación como prueba documental es su vida
familiar, en donde se condensan todos sus valores y virtudes. Es muy
ejemplificador un documento en el que hay consejos para una niña en su
cumpleaños. Fueron escritos por los tíos y amigos del padre de ella, en una
libreta para que le queden como recuerdo y guía en toda su vida.
El mismo pertenece a un archivo familiar,
que amablemente fue prestado, se transcribe fielmente a continuación, sin
modificar la ortografía, solo las abreviaturas se pusieron en palabras
completas.
Álbum de la señorita Carmen Güemes
(Pág.
2) Carmencita:
Tal
vez cuando podáis leer estas palabras no tendrás del que las escribe mas que mi
recuerdo; pero quiero que ese recuerdo despierte en ti un noble sentimiento.-
Tu infancia pasará pronto y las puertas
(Pag.2
V.) del mundo se abrirán para ti. Los placeres de ese mundo te parecerán hermosos,
sus vanidades encantadoras. Sin embargo nunca permitas que ellos se hagan
dueños de tu alma. Cuando las vanidades y el orgullo acarician tus anhelos,
huye de ellos, son moneda
(Pág.
3) falsa con lo que no se compra sino desengaños y amarguras. Los placeres del
mundo son un sueño que huye pronto y dejan postrado nuestro cuerpo.- La
hermosura de la mujer es una flor que dura una mañana. Todo en la tierra es
perecedero.- Si no quieres llorar amargamente si quieres encontrar
(Pág.
3 V.) un consuelo inefable para las amarguras del mundo, eleva siempre su pensamientos
al cielo.- Allá encontrarás el origen de la virtud, la fuente de la moral,- La
virtud es la verdadera hermosura de la mujer; el poder que hace mas respetable
y hace de la
(Pág.
4) mujer una divinidad.- Haz de la virtud tu compañera inseparable.- Ella iluminará
el camino de tu vida, enjugará tus lágrimas, fortalecerá tu debilidad; ella
sostendrá tu débil juventud y la acompañará hasta el sepulcro por que es lo
único que no perece en el mundo.
Junio 13 de 1865
Francisco de Uriburu
(Pág.
4 V.) Carmencita
Tu
Tío Pancho que te ha regalado este albuncito en el día de tu cumpleaños, ha
estampado pensamientos que con visible celo quiere te sirva de lección
provechosa allá en la edad en que tú puedas discernirlos. Es pues esa su primera
página, en que deberás meditar todos los días.
Tu
Tatito Castrito tiene el gesto de llenar una, para darte algunos consejos que
nacen de su corazón y con su experiencia de 43 años.
Ah
hijita, cual será tu suerte!...............Esta idea
(Pág.
5) me ha sorprendido, pero vuelvo al sosiego.-
No
hay mas modo de vivir, hijita, en este mundo de desencantos y falacias, que
aquel por el que se sujetan todos los actos de nuestra existencia al crisol de
la sana moral y la recta razón. Procediendo este constante cuidado, se
disminuye enormemente ese crecido número de amarguras que hace de tantos seres
tantas víctimas del sufrimiento.
Después
de recordar siempre con respeto las virtudes de tus amorosos padres, y acomodar
siempre tam-
(Pág.
5 V.) bien tu vida los preceptos de un Dios que nos vigila, hallarás tu
recompensa aun antes de ir al cielo, en esta misma tierra en que parece que
cada día se esforzare mas el hombre en deprimir la virtud.- Ama a tus padres
cuidándolos y aliviándolos en lo que puedas, dulcifica con solicito afán los
pesares de tus hermanitos en las varias fases de la vida a que se hallarán ligados,
y siendo para con los demás miembros de la humanidad con quien este roces,
siempre digna, siempre afable y comprensiva, alejarás de ti todos esos resabio
y de-
(Pág.
6) efectos que empañan el carácter y afean el alma de una niña, conturbando su
inteligencia.
Las
otras perfecciones que complementan de ser moral, son obra del estudio, del
talento y de la experiencia, por ahora, lo que rige y corre priva en una joven
es ser virtuosa desde muy temprano. Y el modo de conseguirlo y de serlo
efectivamente, hijita, es pues haciendo todo aquello de que en una hora de
silenciosa meditación, no tenga que reprobarlo nuestra conciencia.
Tu
Dios te ilumine vidita.- Y que cuando valorices estos conceptos, recuerdes a tu
Tatito Castrito en la misma
(Pág.
6 V.) afectuosa bondad que ahora,- Que será entonces de tu
Salta Junio
27 / 65
Luis
Castro
(Pág.
7) Señorita Carmencita
Bien
veo que Usted es muy niña pero bastante feliz; lo uno por que el cielo le ha
deparado unos padres buenos cuyo amor y selo hacia Usted son enormes; lo otro
por que él mismo la conserva aun en la edad mas pura, candorosa i envidiable,
estado de la inocencia; Oh cuan dulces son esos recuerdos para los que se ven
ya lejos de ella. Es indudable que después de esa edad pura i deliciosa fuese
Usted a un mundo nuevo, bello i encantador, a primera vista; cuyos innumerables
(Pág.
7 V.) lisonjeros atractivos, solicitaban con afán convenció su atención,
ofreciéndole sus placeres i glorias, entonces es preciso que Usted se muestre
sorda a sus insinuaciones, i procure huir de esa voz funesta; por que esos
placeres i glorias son muy fugaces, i tan veloces como la electricidad, que
solo dejan en el corazón sembrados los remordimientos i zozobras; por que sus
bellezas son falsas i quiméricas. Implore Usted siempre del cielo sus auxilios,
que es fuente de la sabiduría i marche con acierto por la senda escabrosa
(Pág.
8) de la vida; no desconfíe un solo momento, que sus oraciones serán oídas.
Si
por otra parte quieren combatirla i apoderarse de Usted el orgullo, la vanidad
i la soberbia, agentes poderosos del mundo, procure atacarlos desde luego con
las invencibles armas de la virtud, i sana moral. Practique continuamente la
caridad que es una de las virtudes colosales, que consiste en amar á Dios sobre
todo, por que á él se le debe todo; i al prójimo por ser hermanos ya que todos
hemos descendido
(Pág.
8 V.) de una misma madre, que es Eva. Sea Usted decidida al estudio i al
trabajo, que así paliará el amargor de la vida, i será Usted útil a su casa. La
prudencia i la amabilidad con todos, que hagan mansión en su corazón desde sus
tiernos años.
También
ser Usted decidida i amante de sus queridos padres, fiel i obediente a sus consejos;
por que después de Dios ellos son los que ocupan el primer lugar entre los
deberes morales del hombre; pues de este modo labrará su felicidad eterna.
(Pág.
9) En conclusión diré estimada niña, que me faltan palabras para hablar a Usted
sobre la nobleza i generosidad de sus distinguidos padres, que con tanta bondad
se dignaron darme acogida en su amistad, solo para colmarme de honores i
beneficios, que tal vez nunca los he merecido.
Como se observa en este documento, a
través de expresiones de distintas personas que tienen de común una misma
tradición, hay una fuerte preocupación por la formación de la juventud, un
profundo sentido religioso y de respeto a los mayores, especialmente a los
padres y todo su entorno, siendo ellos los encargados de educar y transmitir
los valores y virtudes que rigen a una sociedad. También se nota una
preocupación por los cambios de las costumbres que introduce la modernidad,
alertando a la joven sobre sus peligros.
ARCHIVOS
Archivos familiares, con cartas y documentos inéditos.
Documentación obtenida en
La tradición oral familiar y popular, con la consulta
a los ancianos gauchos.
Senado de
Senado de
BIBLIOGRAFÍA
CORNEJO, Atilio: 1983, “Historia de Güemes”. Ed. Industrias Gráficas Codex S.A. Salta.
COLMENARES, Luis Oscar: 1999, “Martín Güemes. El Héroe Mártir”. Ed. Ciudad Argentina.
FRÍAS, Bernardo: 1926, “Tradiciones Históricas de Salta”. Ed. Juan Roldán y Cía. Bs.As.
-- 1976 y 1978, “Tradiciones
Históricas de Salta”, T. I y II. Ed. Fundación Michel Torino. Salta.
-- 1973, “Historia
del General Güemes”. Ed. Depalma.
MÓNICO SARAVIA, Abel: 2008, “Bajo el Cielo de Gualiama”. Ed. Crear S.R.L.
NAVAMUEL, Ercilia: “Treinta
Años de Relevamiento en el Campo, sobre las Fiestas y Costumbres Tradicionales”.
Trabajo inédito.
OLIVA, Justo José: “Gauchos
Salteños o Gauchos de Güemes. Güemes en
TORRES, Gregorio Ernesto: 2008, “Obras Completas”. Ed. Tecpetrol.
EL ROSTRO DE GÜEMES ·
Rogelio
Wenceslao SARAVIA TOLEDO ··
Cuando gentil y amablemente la Escuela de
Sin embargo, al brindárseme la
oportunidad de elegir el tema a exponer, por sobre los que podían referirse a
la incuestionable y trascendente labor militar, política o gubernativa de
Martín Miguel de Güemes o su, aún hasta hoy, no suficientemente reconocida
actuación en las luchas por la independencia de nuestro país, opté por un
tópico más íntimo, más personal el cual, se podría decir, está menos
relacionado con su accionar en la gesta libertaria, escogiendo uno que estimo
no fue investigado ni tratado suficiente ni profundamente, salvo por un par de
honrosas excepciones.
Este es, el del rostro, la fisonomía
facial del prócer, si es y hasta dónde o con qué grado de aproximación, el que
habitualmente vemos reflejado en distintos retratos pictóricos colgados en dependencias
oficiales o públicas, museos, escuelas, etc., o en fotografías en los libros de
historia o en los monumentos o bustos que honran su memoria.
Es verdad sabida que Martín Miguel de
Güemes no fue retratado en vida, ni al óleo ni al lápiz y menos aún existió la
posibilidad de reproducir su imagen a través del sistema ideado por el decorador
teatral y físico francés Louis Jacques Daguerre (nac. 1787, fall.1851) quien
asociado en 1829 con otro físico, en el año 1839 inventara
El no haber posado para que se lo pintara
pudo haber respondido a múltiples y variadas causas, o circunstancias, todas
conjeturales o meras suposiciones, tales como el hecho de haber vivido nada más
que escasos 36 años (nació en 1785 y falleció en 1821) de los cuales pasó su
infancia en Salta y su adolescencia en Buenos Aires, regresando recién en
Al respecto pienso que la muerte de un
estratega de su talla habituado a la lucha de guerrilla, conocedor de atajos,
selvas, valles, quebradas, montes, ríos y montañas sólo puede explicarse porque
fue una emboscada en plena ciudad, es decir, fuera de aquél su hábitat de
guerrero, en el cual, no dudo, hubiera eludido la misma y la mortífera descarga
que pusiera fin a su vida.
Además, estimo que en aquellos tiempos,
no abundaban artistas plásticos en nuestra patria y que, los pocos que hubieran
habido, tampoco andarían ofreciendo por doquier sus capacidades pictóricas en
tan dilatado territorio y menos aún en nuestra Salta tan lejana, para aquel
entonces, del puerto de Buenos Aires.
Hay también otro prócer, Dn. Manuel
Belgrano, que tampoco habría sido retratado en vida y la primera vez que
aparece su efigie lo fue en el famoso cuadro del abrazo entre Belgrano y Pío
Tristán (y que fuera reproducido en un bajo relieve del monumento 20 de Febrero
inaugurado por allí de 1912-15), que se sostiene habría sido obra del pintor
francés Ernest Chartón, personaje sobre el cual existe un trabajo del
historiador Marcos Estrada publicado en el n° 7 del año 1959 del Boletín del Instituto
Bonaerense de Numismática, en el que se habla de su labor pictórica en el
noroeste y que alrededor de 1876 ya habría pintado en Tucumán un retrato del
creador de nuestra bandera.
También cabe mencionar, como mera
información, que en 1845 el plástico Mauricio Rugendas ya había pintado un
retrato de Belgrano y lógicamente sin que el prócer hubiera posado a tales
efectos pues sabemos que había fallecido en 1820 para luego, mucho tiempo
después, Cafferata ejecutar la estatua de éste que se encuentra en la plaza de
nuestra ciudad que lleva su nombre.
Volviendo al rostro de Martín Miguel de
Güemes, se sabe que el citado pintor francés Chartón que en 1876 invitado se
encontraba en Tucumán ejecutando diversas obras, era apoyado en su tarea
pictórica por el Dr. Juan María Gutiérrez, hombre público, poeta, político,
historiador nacido en 1809 y fallecido en 1878 en Buenos Aires que fue Ministro
de Relaciones Exteriores de
Así las cosas, como producto de la referida
amistad y el común interés por nuestra historia y en especial por el tema que
hoy nos ocupa, Juan María Gutiérrez le escribe en 1876 desde Buenos Aires a
Leguizamón, manifestándole: “Creo que Ud.
podrá satisfacer ahora su viejo deseo de ver pintado un cuadro del general
Güemes, retrato que acaso pudiese confeccionarse directamente allí, bajo la
dirección eficaz de Ud. que sabrá proporcionar los materiales” y agrega: “El pintor francés, Monsieur Ernest Chartón,
que es persona en la que creo pueda Ud. concretar su aspiración, ha pasado
actualmente a Tucumán donde permanecerá un tiempo en busca de antecedentes para
un óleo que se propone realizar sobre Marco Avellaneda, tal como lo ha hecho de
Echeverría. Es posible que Monsieur Chartón pinte otros cuadros en Tucumán y
Ud. podrá obtener la manera de llevarlo a Salta, donde los Tedín también lo atenderán”.
Efectivamente, según el referido Estrada,
el pintor francés ya había realizado en 1874 dos trabajos, uno al lápiz y otro
al pastel y un retrato al óleo que existe en
Ante ello Leguizamón habría viajado de
inmediato hacia la vecina Tucumán, conociendo al pintor con quien se vinculara
estrechamente e interesándolo en pintar al héroe gaucho, por lo cual éste se
trasladó ese año a Salta a fin de realizar un retrato del Gral. Güemes, según
lo refiere la tradición oral transmitida por familiares del Dr. Juan Martín
Leguizamón.
Como ya expresáramos, el prócer no dejó
en vida perduración fisonómica, pero sus contemporáneos y familiares
conservaban en sus memorias su imagen, su rostro, y muchos de estos afirmaban,
por aquellos años de 1876, que entre las personas que más se le parecían
estaban sus hijos, don Martín del Milagro Güemes Puch (el primogénito y que
llevaba tal nombre por haber nacido el 15 de setiembre de 1819 y falleciera a
fines de 1859 y fuera gobernador interino de Salta en dos oportunidades, en
1856 y luego desde 10/6/1857 a 1859, legislador provincial y Presidente de
Previamente, antes de adentrarnos en el
análisis de hasta qué punto, porqué y de qué manera, fueron utilizados el
rostro, la fisonomía, la imagen de los mencionados parientes en la confección
del primer retrato que se realizara sobre Güemes producto del tesón que al
respecto pusiera don Juan Martín Leguizamón para concretar su, desde hacía
tiempo anhelado y loable proyecto, cabe resaltar que si bien se carecía de un
retrato tomado del natural, son varias las referencias literarias e históricas
que describen físicamente al prócer, algunas de contemporáneos que lo
conocieron personalmente y otros por referencias.
Así el relato que realiza Juana Manuela
Gorriti en su “Güemes - Recuerdos de
Tal relato, a pesar de haber sido escrito
mucho tiempo después del suceso que describe y que había acontecido cuando la
notable escritora salteña era una niña de corta edad, aunque denota un fuerte
contenido emocional y romántico pues la misma autora refiere que “miraba
embebecida”... “la brillante aparición que tenía ante los ojos”, sin duda nos
indica rasgos fisonómicos del prócer tales como su cabellera, su barba, su
mirada, su porte, etc., indiscutibles por ser una versión de la única persona
que lo describe habiéndolo tenido ante su presencia salvo, las referencias que
de M. M. de Güemes hace Dionicio Puch, en una carta familiar, pero concidentes
con la caracterización de J. M. Gorriti, esto es, “de talla esbelta, cabellera
negra de largos bucles, barba entera, larga y rizada, brillantes ojos pardos,
tez de color blanco pálido”, etc. El resto de los que a su fisonomía se
refieren, como es el caso de los historiadores Bernardo Frías, Joaquín
Carrillo, Vicente Fidel López, Atilio Cornejo, Miguel Solá, Luis Colmenares,
etc. concuerdan cuando al rostro del prócer se refieren, con las características
antedichas, esto es elevada estatura, cabello y barba negra y crecida, ojos
pardos llenos de animación, piel color blanco pálido, de firme y aguzada
mirada, lógicamente dentro de un relato épico histórico, pero que fueron dejando
una impronta sobre el rostro de Güemes.
1.
Martín del Milagro Güemes Puch
2.
Luis Güemes Puch
3.
Carlos Murúa Figueroa
También, como se expresa en la obra
“Güemes Documentado”, T. XII Ed. 1990 en ese afán de develar la incógnita fisonómica
del prócer, se realizó por parte del Gabinete Scopométrico y químico de
Volviendo a los parecidos con M. M. de
Güemes que familiares, parientes y allegados de este notaban y resaltaban que
tenían con éste los nombrados hijos del Caudillo norteño, en especial con su
primogénito Martín y también con el ya citado sobrino nieto don Carlos Murúa
Figueroa, era costumbre desde siempre, y aún hoy, escuchar en cualquier ámbito
familiar expresiones y manifestaciones tales como: “fulanito cada día está más
parecido a mi abuelo”, o “está igualito a su padre o es el retrato vivo de su
tío zutano” o “a tu hijo le floreció el mal genio, mal humor, tozudez o
engreimiento de los perenganos”, o “se le trepó la opería de los menganos” o “a
quien te hace acordar la bondad, la mirada, el andar, el porte, los ademanes,
la sonrisa, sus gestos, el buen carácter, o su habilidad o inquietudes para tal
o cual habilidad artística o intelectual de zutanito, expresiones a las cuales
inveteradamente se contestaba, ¡¡es el aire de familia!! o “lo habrá heredado o
le vendrá por el lado de los hermanos de su abuela materna” etc., etc.
Obviamente tales observaciones y consecuentes
manifestaciones sobre parecidos entre personas parientes de distintas y aún
distantes generaciones entre sí y que se trasmitían oralmente como también en
forma escrita a través del epistolario familiar, son fruto de contactos cotidianos
directos, a lo largo de sucesivas y hasta lejanas convivencias en común, entre
los componentes de cualquier grupo familiar, siendo fruto de sencillas y
espontáneas, observaciones hasta intuitivamente y sin sospechar siquiera que
sus aseveraciones tenían y tienen sustento y apoyatura científica. ¡Son los
genes!, la unidad básica de la herencia, que saltan, afloran y se patentizan en
cada persona proviniendo de nuestros ancestros, aún lejanos y por nosotros ni
siquiera conocimos talvez ni fotográficamente, los cuales se tramiten de generación
en generación tanto por línea paterna cuanto materna y que desde la aparición
de
Así las cosas, el citado pintor Chartón
en Salta (había nacido en 1815 en Sens, Yonne - Francia- donde falleció en 1877
y que fuera al mismo tiempo también escritor y amante de aventuradas travesías
que supo narrar en distintos folletos llegando en sus andanzas hasta Chile
donde pintó, entre otras obras, “Panorama de Valparaíso”, “
Tal versión, quien les habla supo, en
varias oportunidades, escucharla en su niñez y adolescencia de boca del pintor
salteño, que bien podría bautizárselo “el retratista por antonomasia de
Güemes”, don Guillermo A. Usandivaras Murúa (1900-1976) hermano de mi abuela
materna y mi padrino de bautismo el cual, a su vez era bisnieto de don Miguel
Gerónimo Murúa Costas y de su esposa Mercedes Figueroa Güemes padres del
referido modelo y por ende tataranieto de Sebastián Fructuoso de Figueroa y de
su esposa Francisca Güemes Goyechea, casados el 30-4-1809, hermana del general
Martín Miguel de Güemes o sea, cercanísimos parientes del prócer. De allí es
que tengo en mi poder, un añejo álbum con sus tapas nacaradas, sus hojas de
cartón con bordes dorados, con antiguas (es de alrededor de los años 1870-80)
fotografías color sepia, con la inscripción a su pié “M. Romero y Cía. -
Salta”, posiblemente el tomador de las imágenes de las damas y caballeros en él
insertas y pertenecientes a mis ancestros Murúa, Costas, Usandivaras, Aráoz,
Figueroa Güemes, etc.
1. Óleo de Güemes de Guillermo Usandivaras (1975)
2. Óleo de Güemes de Guillermo Usandivaras (1972)
3. Cuadro de Güemes de J. V. Ovalle (1921)
En el mismo encontré esta foto de don
Carlos Murúa Figueroa, tío abuelo del pintor Usandivaras, que vemos a mi
izquierda juntamente con otras, dos de ellas de los mencionados hijos de Güemes
y con algunas de pinturas del rostro del héroe gaucho de afamados plásticos
argentinos.
Observándolas podemos constatar en todas
ellas, la misma poblada barba, su idéntica mirada profunda y aguzada, su frente
amplia, su cabellera negra, su gesto adusto de guerrero indomable que plasma el
citado Chartón en su retrato a lápiz que confeccionara en su estadía en nuestra
ciudad en el cual, sin embargo, Güemes aparecía, con indumentaria gaucha y
habría sido obsequiado, conforme a distintas tradiciones orales que así lo
aseveran, por el Dr. Juan Martín Leguizamón al Dr. Ángel Justiniano Carranza
fundador del Museo Histórico Nacional quien también había sido tentado por
varios plásticos para reproducir al Gral. Güemes pero vestido con su uniforme
blanco con alamares y pelliza mordoré de húsar, iniciativas que vaya a saber
porque no se concretaron a pesar de que al citado notable historiador no le
había resultado de su total complacencia el realizado por el pintor francés
pues su deseo era el de un Güemes vestido de militar. Las vueltas de la vida
hicieron, sin saberse el motivo o la causa, que al referido primer retrato a
lápiz del prócer no se lo viera nunca más ni tampoco se conociera su paradero o
destino final.
Sin embargo, existen ciertos datos que
indicarían que inspirándose en el cuadro de Chartón, el artista salteño don
Casiano Hoyos y también tomando como modelo a don Carlos Murúa, confeccionó
otro dibujo a lápiz de Güemes en uniforme, como el que a manera de bosquejo o
boceto también a lápiz, había encargado el Dr. Carranza y fuera firmado con las
iniciales FG que algunos atribuyen a don Flavio García y otros, tal como Juan
Martín Leguizamón, al religioso franciscano Fray Luis Gorgi, afamado artista y
escultor italiano. En todos ellos está la impronta del retrato de Chartón y de
sus modelos Murúa y los hijos del Gral. Güemes.
Al lado y abajo de las fotografías ya
mencionadas, observamos una del retrato ejecutado en 1902 por el destacado
pintor Eduardo Schiaffino que se encuentra en el museo histórico del Cabildo en
nuestra ciudad y que es el que prácticamente aparece en todos los libros de
historia como retrato oficial del general M. M. de Güemes. A continuación vemos
las pertenecientes a los cuadros realizados por don Guillermo Usandivaras, en
la última etapa de su vida, de quien podemos hoy contemplar sus anteriores
retratos del prócer en distintas y variadas instituciones privadas y reparticiones,
oficinas y despachos públicos o en los museos de Salta y de otros lugares del
país, tales como los que se encuentran en el aeropuerto El Aybal, del año 1949,
que le fuera encargado en dicho año por decreto del entonces gobernador de
Salta don Emilio Espelta, en Gendarmería Nacional, en museos locales, en
Sin embargo Usandivaras fue fiel al
dibujo que motivara sus pinturas sobre el rostro de Güemes, hasta que, como
podemos ver en una de estas otras dos fotografías en colores de sus cuadros, el
que lleva fecha 1972 y que se encuentra en el Club 20 de Febrero, que si bien
reitera tal leyenda notamos que comienza a variar, aunque respetando aquella
imagen o rostro del cuadro de Schiaffino los rasgos del prócer, haciéndolo con
mirada más profunda aún, con gesto más adusto y bravío, talvez, más guerrero,
lo cual plasma nuevamente en 1975, un año antes de su fallecimiento, en su
último retrato que hace del general Güemes y en el cual tal leyenda dice: “Del
dibujo oficial con modificaciones y agregados”. Esta obra es de propiedad de mi
madre y se encuentra en nuestra casa paterna a la espera de que dada su
envergadura, calidad plástica y expresividad del retratado, alguien se percate
que merece estar presidiendo algún salón de alguna dependencia oficial o museo
de nuestra provincia o de
Esta otra, es un óleo que representa “
Tal artista realizó, además, exitosas
exposiciones en Europa (Italia-Francia-Estados Unidos) siendo de excelente
factura, entre otras su “Los Constituyentes del
Las otras dos fotografías expuestas que
nos quedan por referir, una de ellas es obra del pintor J. V. Ovalle, confeccionada
en 1921, en donde Güemes aparece empuñando el mango de su espada pero tapado su
uniforme militar con un poncho blanco, posiblemente de vicuña, con rayas y
flecos de idéntica factura de color marrón y pañuelo blanco al cuello. Era
común en aquellas lejanas épocas de la vida del prócer y aún hasta avanzados
los primeros treinta años del reciente siglo XX pasado, la usanza de ponchos
blancos, marrones claros, azules, etc. de vicuña. Lo del poncho color sangre de
toro tan usual hoy en Salta, es de más reciente aparición y esa es otra
historia. También realizaron retratos del general Güemes, otros muchos
relevantes artistas plásticos, así el estudio de Lorenzo Gigli, montando el
prócer un brioso caballo o el retrato a pluma hecho por nuestro comprovinciano
Jorge Hugo Román.
Considero que a partir de Chartón,
pasando por Schiaffino, Alice, Usandivaras, etc., en todos los retratos referidos
se logra una casi exacta aproximación a la fisonomía, que no se había podido
tomar del natural, del general don Martín Miguel de Güemes. Sea en estos más
adusto su rostro o más o menos severo, sea su mirada más profunda y aguzada,
sea su cabellera y barba más renegrida y abultada o no, sea su expresión
desencajada y su mirada perdida como en la obra de Alice en la cual su rostro
aparece como avizorando su muy próxima e inexorable muerte, todos representan
el rostro del prócer salteño, en una imagen pergeñada en base a la memoria de
sus contemporáneos, del parecido con sus hijos o con su sobrino nieto Carlos Murúa.
Por ello, al observar cualquier retrato que lo represente, resulta imposible
confundirlo con algún otro prócer guerrero de la independencia o caudillo de
nuestra patria; harto imposible se piense se trate de Juan Lavalle, Pancho
Ramírez, Chacho Peñaloza o Facundo Quiroga, etc. Es el rostro del general
Martín Miguel de Güemes y así perdurará hasta el fin de los tiempos y si acaso
su faz hubiera sido, en realidad, con barba menos poblada y cabellera menos
renegrida o su porte diferente y su mirada algo menos profunda, ello no haría
en absoluto mella alguna ni mengua de ninguna especie, a la invalorable gesta
en la lucha por la independencia de nuestro país del dominio español, llevada a
cabo por ese rostro, el rostro del general Güemes.
Así también lo es el rostro de las dos
excelentes obras, esta acuarela y este pastel-acrílico que acompañan, junto a
la exposición de magníficas fotografías que adornan la sala de conferencias de
estas jornadas de homenaje a Güemes, pues su autora, Adriana Rodríguez con maestría
de plástica destacada, con su técnica depurada, su imaginación, su visión de
artista y su simple recuerdo de la imagen del prócer que desde siempre vio en
distintos lugares de nuestra Salta, logra la misma imagen y que es, sin duda,
el rostro de Martín Miguel de Güemes.
Dibujo a
tinta de Jorge Hugo Román
EL
GENERAL MANUEL BELGRANO EN
DEL
NORTE. AMISTAD ENTRE LOS GENERALES
MARTÍN
MIGUEL DE GÜEMES Y MANUEL BELGRANO
Ricardo Federico MENA y
MARTÍNEZ CASTRO ·
Antes de hablar acerca del accionar del
general Manuel Belgrano en la gesta emancipadora, quizá debamos adentrarnos en
una parte de su intimidad, es decir, presentar la figura del personaje en el
seno de su familia, para lo cual consultamos el Catálogo Heráldico de
Armas: En campo de gules, tres espigas de oro,
plantadas en terreno de sinople, moviente de la punta, y tres flores de lis de
Francia, corona antigua de Patricio, con cuatro florones y otras tantas perlas,
y como lema “Belgrano”.
Itinerario: Originarios de Cerdeña, Italia, ciudad
de Oneglia. Uno de sus vástagos D. Domingo Belgrano y Peri, trasladase al Río
de
Fue el cuarto hijo de un matrimonio que
tuvo ocho varones y tres mujeres. Don Domingo Belgrano y Peri, llegó al país en
el año 1751 y pronto constituyó el núcleo de los comerciantes importantes de
Buenos Aires, obteniendo su naturalización.
Quebrantos financieros, oscurecieron su
situación durante los últimos años de su vida, por lo que sus hijos hubieron de
preocuparse por sus obligaciones pendientes. La gloria de su cuarto hijo,
arrancó del anonimato a este esforzado comerciante que tuvo confianza en la generosa
tierra del Plata.
Don Manuel Joaquín del Corazón de Jesús,
nacido el 4 de junio de 1770, cursó sus primeras letras en el Colegio de San
Carlos en la ciudad de Buenos Aires. Bajo la dirección del Dr. Luis Chorroarín,
estudió latín y filosofía, obteniendo el diploma de licenciado en el año 1787,
cuando ya se encontraba en España, donde lo había mandado su padre para
instruirse en el comercio. Se matriculó en
La vida de Manuel Belgrano no puede
resumirse en unas cuantas páginas, sino que consumiría horas y horas dedicadas
al amplísimo espectro de su quehacer. Así debería efectuarse un pantallazo como
Secretario del Consulado, su actuación durante las invasiones inglesas, su actuación
como Plenipotenciario, sus contactos con la princesa Carlota Joaquina de Borbón
y de Parma, hija de Carlos IV de España y esposa del Príncipe Regente de Portugal,
acerca de una monarquía constitucional en el Plata, pero la firme postura de
nuestro héroe, de establecer una monarquía constitucional, terminaron por
disgustar a la princesa. Creo que en justicia es el patriota de mayor formación
interdisciplinaria de nuestro país y de su época. Se suma a esto su labor como
periodista, sociólogo y educador; ni qué hablar de sus desvelos como creador de
nuestra enseña nacional. En el año 1809, cuando Cisneros arribaba a nuestro
país, le encarga la formación de un periódico que difundiera las ciencias, las
artes, la historia y la geografía. Fue así que el 3 de marzo de 1810, aparece
en la escena nacional este periódico que funcionó hasta el 6 de abril de 1811,
en cuya redacción colaboró también don Hipólito Vieytes. Se llamó “Correo de
Comercio”. Los artículos de hondo contenido político, no fueron publicados
hasta después del 25 de mayo de 1810. No obstante esto, los temas
revolucionarios se discutían en rueda de amigos. La ocupación francesa de
España, marcó la hora de las decisiones y Manuel Belgrano, fue llamado con
urgencia, y durante la siguiente década, debió responder siempre con desinterés
y abnegación los apremiantes llamados de la patria. Durante la gran semana de
mayo vemos a nuestro futuro General, participar de todas las gestiones que se
realizan para forzar la decisión que los patriotas anhelaban. Lo que sucede en
esa febril semana es por todo conocido, donde Belgrano es nombrado Vocal en
La hostilidad del gobernador del
Paraguay, don Bernardo de Velasco hacia
El 19 de enero de 1811 se produce el
primer episodio militar, donde 700 hombres al mando de Belgrano se enfrentan
con 7000 de Velasco. La disparidad de las fuerzas es abrumadora, no obstante el
contingente de nuestro héroe se repliegan en orden hasta la localidad de Santa
Rosa, donde recibe la orden del gobierno de trasladarse hasta
La derrota de Huaqui, echó por tierra las
esperanzas de un triunfo fácil por el norte, cuyo drama se desarrolla entre
1812 y 1813. El resto de ese desmantelado ejército fue recibido por Belgrano,
de manos de Pueyrredón, en Yatasto. Son ochocientos hombres desmoralizados, sin
armas e incapaces de enfrentarse nuevamente con Goyeneche.
La tarea que le espera es ardua y
agotadora: reordenar los cuadros, disciplinar los soldados, abastecer el ejército,
dar ánimo a los pobladores, es decir, transformar un ejército en quiebra, por
otro muy distinto: armónico, disciplinado, que pudiera hacer frente a los
eficientes ejércitos del rey.
Es entonces que se vuelve inflexible ante
cualquier falta, y dentro de estas normas tan rígidas, se formarán hombres que
luego honrarán las armas argentinas: Dorrego, José María Paz, Gregorio Aráoz de
Lamadrid, Cornelio Zelaya, Lorenzo Lugones entre otros: Mientras Goyeneche
permanece detenido en el Norte debido a la revuelta cochabambina, Belgrano se
dirige hasta Jujuy, donde presenta el 25 de mayo de 1812, al pueblo, y a los
soldados por segunda vez la bandera de su creación. Fue bendecida al término
del Tedeum, por el canónigo Juan Ignacio de Gorriti. Este acto le valió un
fuerte reclamo del gobierno central, por lo cual promete guardar la bandera o
deshacerse de ella. A todo esto se sumaban otras aflicciones dentro de la
tropa, y esto era nada menos que el creciente deterioro debido a la
insuficiente incorporación de efectivos, el paludismo voraz y la falta de
recursos.
Llegaba el mes de agosto de 1812, y el
ejército español invade la ciudad de Jujuy con trescientos hombres al mando del
general D. Pío Tristán, primo de Goyeneche. Es entonces cuando el desesperado
Gral. Belgrano, lanza su vehemente proclama en la que dice: “Llegó pues la
época en que manifestéis vuestro heroísmo, y de que vengáis a reuniros al
Ejército de mi mando, si como aseguráis, querer ser libres…”. Mientras esto
decía a su pueblo, su voz cobraba enérgicos matices, mientras se le encendían
los labios y los ojos, que acaso no lucieran nunca tan hermosos ni tan brillantes
como esa tarde incierta, en la que se irradiaban sobre ellos, la luz de todos
los fogones de la patria.
La historia impertérrita acechaba
anhelante aquella escena conmovedora. El pueblo que presiente que es su hora de
gloria, lo sigue hacia el vórtice de un drama que ha de resolverse en el Campo
de las Carreras.
Con los ojos de la memoria estamos viendo
en la lejanía, lidiando penosamente con garabatos y espinillos, un ejército: El
Ejército del Norte, mientras su retaguardia era hostigada permanentemente por
la vanguardia enemiga. Así es que sucede el encuentro sobre el Río Piedras, que
demuestra el temple de los soldados, y devuelve la confianza perdida. No esperaban
que Belgrano luego del primer contratiempo, los pusiera en fuga, matando a 25
hombres, hacer varios prisioneros y apoderarse de importante armamento. Se va
esfumando así, como en lentos cendales de bruma, la orden del gobierno de
agostar todo aquello que pueda ser útil al enemigo y de continuar la marcha
macabra hacia Córdoba.
Todo el pueblo de Jujuy responde a la
adversidad del momento, acompañando a su general que sabe capitalizar el
sentimiento de su pueblo, y en su momento de gloria, conduce a su gente hacia
el Campo de las Carreras en Tucumán, donde las aflicciones y penas tomarán un nuevo
rumbo. Es precisamente en Tucumán, donde según propias manifestaciones no sólo
ha encontrado el amor, sino también su segunda patria, donde una comisión de
notables le ofrece las armas y los hombres para hacer frente a los realistas.
Las órdenes del gobierno central eran terminantes, de manera que la retirada
hacia Córdoba, significaba dejara a Tucumán abandonado a su suerte.
Desde el Campamento de
Tañeron las campanas del Cabildo, y en
sesión pública decidieron enviar tres representantes: los oficiales Bernabé
Aráoz, Rudesindo Alvarado y el eclesiástico Dr. Pedro Miguel Aráoz, ante Belgrano
para pedirle que diera batalla a los españoles en Tucumán. Hablaron primero con
Balcarce y luego con el General en Jefe, exponiendo diversos argumentos entre
los que se encontraba el peligro de una sublevación popular, ante la privación
de armamentos. El Jefe aceptaba con la condición que se aumentara su ejército
en 1500 hombres y la dotación de 20.000 pesos plata para la tropa, cantidades
estas que la comisión se ofreció duplicar.
Toda la jurisdicción se convirtió en un
cuartel. La ciudad fue fosada, en el caso de fuera necesario resistir en las
calles. La desobediencia y el choque se producirían entonces de manera inexorable
para suerte de la patria. El general Pío Tristán, mientras estos preparativos
bélicos se realizaban en Tucumán, avanzaba tranquilo desde su campamento de
Metán. Una de sus avanzadas al mando del coronel Huici, fue capturada por una
partida patriota, al mando del capitán Esteban Figueroa. El 23 de septiembre el
grueso de la tropa llegó hasta los Nogales, a las puertas de la ciudad. Tristán
decidió acampar allí, como paso previo a lo que consideraba una fácil entrada
triunfal.
El grueso del ejército patriota estaba
acampado al norte de la ciudad, en donde hoy se encuentra
Gregorio Aráoz de Lamadrid, pensaba, como
lo anota en sus memorias, que Tristán quería combatir ese mismo día, y tanta
era su confianza, que mandó a pedir una pipa de agua a un aguatero, y que se la
llevara al mediodía hasta la casa de Garmendia que estaba frente a la plaza,
para darse un baño después de la batalla. Belgrano entonces, cambia
sorpresivamente de posición y emplaza su frente de batalla cara al sur.
Desplegó sus hombres en una línea que abarcaba diez cuadras. La caballería se
dispuso en ambos flancos y en la primera línea con los infantes al frente.
La infantería formaba en tres columnas:
la primera estaba al comando del coronel Forest y las tres secciones en las que
se dividía, a cargo del capitán Ramón Echavarría, el comandante Jerónimo Helguera,
y el ayudante mayor Blas Rojas. La segunda al mando del comandante Ignacio
Warnes y sus secciones al comando de los capitanes Manuel Ruiz, José María Sempol,
y Melchor Tellería. La tercera al mando del jefe de Pardos José Superí; las
secciones estaban a cargo de los tenientes Ramón Mauriño y Bartolomé Rivadera y
el capitán Antonio Visuara. Las guerrillas se pusieron a las órdenes del
subteniente Tadeo Lerdo.
La caballería y más precisamente su ala
derecha estaba comandada por el teniente coronel Juan Ramón Balcarce; las
secciones por el capitán Cornelio Zelaya, el sargento mayor Pedro Flores y el
teniente Rudesindo Alvarado. El ala izquierda era responsabilidad del
comandante José Bernaldes Pallado, mientras que las secciones por los capitanes
Francisco de Paula Castellanos, Fermín Baca y Nicolás Baca.
Al frente de
La división de Reserva de
La artillería volante al comando del
barón Eduardo Kunitz Holmberg, con sus piezas a cargo del capitán Francisco
Villanueva y los tenientes Juan Santa María, Juan Pedro Luna, y Antonio Giles.
El joven oficial José María Paz era el Ayudante.
Las improvisadas milicias provinciales
estaban agrupadas en
El desarrollo de la batalla por momentos
se vio confuso, y ambos generales se vieron desbordados y alejados de su tropa.
Díaz Vélez, segundo de Belgrano, retiró las tropas hacia la ciudad, lo que fue
decisivo para la suerte del combate. Finalmente, Tristán se retiró a Salta sin
continuar
Traemos
todos estos nombres de la oficialidad Belgraniana, como sentido homenaje de
quienes hoy agradecemos el haber contribuido a la consolidación de la frontera
Norte de
Son las ocho de la mañana, los pájaros y
los animales de la floresta vecina han acallado sus voces y, contritos observan
aquella escena de terror y violencia. De pronto la batalla como decíamos se
vuelve confusa y de difícil conducción. Los ejércitos se fragmentan, se
entrecruzan y vuelven a fragmentarse en medio de los gritos, los ayes de dolor,
de pajonales incendiados, mientras la confusión crece y adquiere ribetes superlativos,
cuando sobre el glorioso Campo de Las Carreras se abate la ignominia de una
negra manga de langostas. ¿Sería el futuro negro de nuestro país en manos de
actuales dirigentes corruptos e irresponsables?
En
Fue una jornada densa, plena de heroísmos
individuales. Recién a la noche, Belgrano logra reunir sus huestes vencedoras.
España ha dejado en el campo 450 muertos y 700 prisioneros, siete cañones,
banderas y estandartes y, sobre todo…jirones de su petulancia de la víspera. No
obstante esto, quizá sea el momento de reflexionar sobre las injusticias de la
guerra, donde tan brillante juventud cae abatida injustamente por el frenesí de
las balas y de la discordia. La guerra avanza cuando las negociaciones
fracasan, mas no obstante, no por ello deja de ser injusta y terrible.
La huella de Belgrano está allí,
concreta, visible en su grandiosidad, ya que sin ser militar, hubo de aprender
sacrificadamente el arte de la guerra. Los cantos epinicios le seguían porfiadamente,
ya su impulso, hubo de crear una Escuela de Guerra, donde Jefes, Oficiales, y
pueblo en general toman nueva conciencia que, por esa boca negra y redonda del
fusil que se vuelca sobre el ojo certero del tirador, están los ojos vigilantes
de los abuelos que han muerto por la patria, la fe de las madres y esposas que
esperan el regreso de sus hombres en la paz del hogar y la segura gratitud de
las progenies venideras.
Aquí debemos reflexionar nuevamente, que
El hombre vive en la historia: se incorpora
en una época que no ha podido elegir y en ella desarrolla sus posibilidades.
Crece en su atmósfera, lucha contra sus semejantes, llega a su plenitud o
sucumbe. En definitiva, la vida es una lucha con el destino, pugnando por
insertar nuestra iniciativa en el curso de los acontecimientos. De esta manera
se engrandece la vida del hombre. La lucha lo transfigura y engrandece. La vida
en resumen es inestable como el mar, en permanente equilibrio. Tomar contacto
con el sentido de la historia para participar efectivamente de los hechos, es
un modo de librarse, por el conocimiento, de su oscura tiranía. Pero sólo en la
lucha, alcanza el hombre la suprema grandeza.
Así lo debe haber entendido nuestro
General al incorporarse al cauce de la historia, con su energía, plena de ideas
que a su juicio engrandecerían la patria. Lamentablemente nuestros próceres no
calcularon, que dentro de la regularidad histórica, acaso entregarían sus
desvelos, a seres efímeros, minúsculos, que llevarían a nuestra patria a vivir
en permanente zozobra, lejos del tan fementido Destino de Grandeza, como la que
nos ha tocado y nos toca actualmente vivir. El conflicto es complejo y del cual
nos resulta cada vez más difícil emerger, pues mientras nuestra dirigencia engorda
su patrimonio, las naciones vecinas avanzan a un ritmo que para nuestro país se
vuelve cada vez más inalcanzable. Faltan estadistas y sobran inescrupulosos.
Luego de estas reflexiones que hacen a la
filosofía de la historia, seguimos comentando las batallas de Tucumán y Salta,
la primera el 24 de septiembre de 1812 y la segunda el 20 de febrero de 1813.
Estas dos batallas principales no fueron las únicas acciones de guerra, como
decíamos anteriormente, pues hubieron otras de menor importancia, como los encuentros
de Cobos, el 26 de enero de 1812, Las Piedras del 3 de septiembre del mismo
año, y el segundo Cobos del 14 de febrero de 1813; también el de Las
Higuerillas del 18 de febrero de 1813. Los dos primeros antes de
Volvemos a evocar aquel lejano 24 de
septiembre de 1812, y cerrando fugazmente los ojos, aunque sólo sea por un
segundo, imbuidos de un misterioso clima de taumaturgia, podremos transitar
aquella dramática escena del mes de agosto de 1812. Luego del resonante triunfo
que puso en vilo al país y que hiciera cantar al impulso de la frase “Tucumán, cuna de la libertad y sepulcro de
la tiranía”, durante los cuatro meses siguientes, se refuerzan los
efectivos del ejército y se lo aprovisiona adecuadamente para hacer frente a la
nueva campaña, cuyo destino final, será la ciudad de Salta.
Nuestro prócer fue muchas veces,
injustamente descalificado en los terrenos del amor; pero a fuer de ser sinceros,
y bajándolo del Olimpo de los elegidos, en Tucumán cobijó dos de sus grandes
amores: doña Josefa Ezcurra, cuñada de Juan Manuel de Rosas y la joven Dolores
Helguero, amores estos que fructificaron en dos hijos y en numerosos descendientes,
que tienen el orgullo supremo de llevar su sangre.
A principios de 1813, el ejército se pone
en marcha hacia el Norte y el 11 de febrero el General, decide hacer jurar
fidelidad a
Esta maniobra estratégica, le valió un
triunfo resonante que consolidó las fronteras de la patria. Fue el 20 de febrero
de 1813. Los seiscientos muertos de ambos bandos, fueron enterrados en una fosa
común, bajo la misma gigantesca Cruz de madera. Esta actitud fue duramente
criticada por quienes eran partidarios de acciones más enérgicas, a lo que
Belgrano respondió en carta a Chiclana: “Siempre
se divierten los que están lejos de las balas”.
El choque de las tropas fue
extremadamente duro y ambas partes se batieron con bravura. El Regimiento Nº 1-
el predilecto de Belgrano- le tocó batirse con el Real de Lima. Lucharon encarnizadamente
durante tres largas horas; era el mejor cuerpo del ejército realista y el único
compuesto por soldados peninsulares. En este enfrentamiento hay que mencionar
la heroica acción de don Mariano Benítez, que formaba parte de
En esta batalla también es digno de
recordación, entre tantos patriotas, la decidida acción de don Juan José
Fernández Campero, que militaba en las huestes del rey, pues el retiro de su
caballería contribuyó grandemente al éxito del combate. Fue tomado prisionero
de los realistas y luego de humillantes castigos, murió en alta mar, rumbo a
España donde esperaba ser juzgado. El Marqués del Valle del Tojo, no pudo
llegar a su destino español, pero sí llegó a su destino de gloria en nuestra
patria.
Luego de
Luego de las alegrías sobrevendrían los
pesares de Vilcapugio y Ayohuma. El gobierno urgió a Belgrano que estaba
convaleciente de fiebres tercianas, a abrir nuevamente el frente Norte hacia el
Perú. Por aquellos días se evidenciaban desarmonías entre su oficialidad, como
asimismo dificultades para abastecer su ejército. Había que compatibilizar el
apuro de Buenos Aires, con esta dura realidad jujeña. Sus problemas se
resolvieron en parte y dona al Cabildo de la ciudad un estandarte con el escudo
de
Desde allí se dirige hacia Potosí que lo
recibe con mil atenciones. Desde allí gobierna los pueblos del Alto Perú.
Aumenta los efectivos del ejército para enfrentar los 4000 de un desanimado
Goyeneche. Concentra bajo sus hombros todo el poder político y militar, por lo
que sus responsabilidades se multiplican. La quimera de Lima estaba tan cerca
que casi se podía tocar.
Los españoles nombran un nuevo Jefe, don
Joaquín de
El triunfo argentino parecía asegurado,
la persecución ya se había iniciado, cuando imprevistamente se suspende el
ataque, que es capitalizado por los españoles que, habiendo perdido la batalla,
se reagrupan y ponen en línea sus reservas. Los patriotas dispersos van
reuniéndose junto a su jefe, que hacía flamear en su diestra
El Ejército marcha hacia su destino de
sombras, hacia la pampa de Ayohuma, donde el 14 de noviembre de 1813, nuestro
Ejército es derrotado por Pezuela. Hay que emprender nuevamente la retirada,
portando todo lo que pueda servir al enemigo, quemando las cajas del parque y
los fusiles, para combatir el frío mortal de las alturas.
De nuevo Potosí, Mojos, Humahuaca, Jujuy,
Salta, cuya población marcha con su Jefe, llevándose hasta las campanas de las
iglesias, quedando sólo las partidas emboscadas en los cerros. Belgrano durante
esas penosas horas de prueba supo mostrar la grandeza de un verdadero Jefe. Ya
estaba enterado de la llegada de un nuevo Jefe, el coronel San Martín, que
había debutado militarmente en suelo americano. Desde Humahuaca, Lagunillas y
Salta, le escribe cartas urgiendo su venida.
Le escribe a San Martín desde Jujuy: “… mi corazón toma nuevo aliento, cada instante
que pienso que usted se me acerca, porque estoy persuadido que con usted se
salvará la patria”. En Yatasto se produciría el tan anhelado encuentro, en
la vieja hacienda establecida desde el siglo XVII. Fue allí que Belgrano se
encontró con Pueyrredón para hacerse cargo del Ejército del Norte en 1812 y fue
allí el encuentro con San Martín que arribaba desde Buenos Aires con una
columna de auxilio. Ese abrazo selló una amistad y respeto entre ambos Jefes,
que habría de durar hasta el fin de sus días.
Belgrano había solicitado desde fines de
diciembre el relevo del mando, pues entendía que la derrota exigía ese tributo,
permaneciendo con el grado de Coronel al frente de su querido Regimiento Nº 1,
hasta el 1 de marzo, cuando el gobierno lo relevó de todas sus funciones. Había
solicitado el relevo definitivo, pero el gobierno no se lo concedió hasta tanto
se sustanciara un proceso que nunca tuvo lugar.
Luego de estos acontecimientos,
sobrevendría
1.
Respecto a esta importantísima
concreción, por razones de tiempo, diremos solamente que acaso debamos retrotraer
nuestra mirada hacia aquellos días posteriores al 7 de febrero de 1812, cuando
don Manuel Belgrano llega a Rosario con el Regimiento Nº 5 de Patricios. Por
aquellos tiempos, un testigo presencial de todos los acontecimientos que se
desarrollaban en el país, el Dr. Echavarría, manifestaba lo siguiente: “Las
escarapelas azul y blanco han entrado de moda”. Efectivamente, en nuestro
territorio, algunos cuerpos militares habían comenzado ya a usar cucardas blancas
y celestes, pero Manuel Belgrano razonaba desde hacía tiempo que, el mayor de
los absurdos, era enfrentarse al enemigo luciendo los mismos colores y
emblemas.
Es por eso que apremia al Triunvirato,
para que tomara una medida expresa, diciendo: “Me tomo la libertad de exigir a VE. que declare una escarapela
nacional, para que no se equivoque con la de nuestros enemigos”. En estas
concisas palabras se destacan “Exijo” y “Nacional”, donde queda expresado el
pensamiento del futuro creador de la bandera. El Triunvirato estuvo de acuerdo
y aceptó la propuesta el 18 de febrero de 1812, disponiendo que la escarapela
que distinguiera a las Provincias Unidas del Río de
El 27 de febrero del mismo año escribiría
a las autoridades de Buenos Aires: “Siendo
necesario enarbolar bandera, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los
colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de VE”.
Mucho se ha escrito sobre esta bandera, pero sintetizaremos este hecho, que
casi seguramente fue emplazada en
Los conciliábulos políticos de aquellos
momentos frenaron esta acción Belgraniana, contrariando al Triunvirato que
desaprobó la acción, pues por aquellos días España era aliada de Inglaterra
que, como siempre en la sombra, no podía avalar este movimiento, si es que
mediante un emblema distinto del español promovía su independencia de
La bandera que Belgrano hace jurar en
Jujuy, con motivo del segundo aniversario de
Al margen de las disquisiciones de todas
las banderas nacionales, sólo diremos que la bandera jurada sobre el Río
Pasaje, según los recuerdos del coronel Lorenzo Lugones, el General, haciendo
formar la tropa en cuadro y sobre un pequeño altar colocado al medio pronunció
estas palabras: “Este será el color de la
nueva divisa con que marcharán a la lid los nuevos campeones de la patria”.
Esta versión pertenece al libro
“Recuerdos Históricos” del mencionado Coronel, pero lo cierto fue que Belgrano,
haciendo cruz con su espada, sobre el asta de la bandera, ratificó el juramento
de fidelidad a
2.
Güemes y Belgrano
La biografía de don Martín Miguel de
Güemes como así su genealogía, han sido tan intensamente tratadas en los
distintos trabajos sobre la materia, que sintetizaremos estos conceptos tan conocidos,
en las palabras de don Leandro Plaza Navamuel, cuando al tratar en su trabajo
Protagonistas de una Gesta Incomparable (2006), exhaustivamente la nómina de patriotas
que participaron en la gesta, dice respecto a nuestro general:
“Don
Martín Miguel de Güemes, fue hijo de un funcionario español de
En 1814, fue designado Jefe de Avanzadas
y se dispuso a expulsar a los españoles de Jujuy y de Salta. Al año siguiente,
entre otras medidas estratégicas, Güemes comisionó a don Bonifacio Ruiz de los
Llanos y a don Manuel Ubaldo de Lea y Plaza para organizar las milicias de los
Valles Calchaquíes, escenario muy conocido por ambos guerreros y que desde el primer
momento se mostraron como verdaderos patriotas, a los que también acompañó don
Manuel Puch…”.
Mucho es lo que podría decirse acerca de
la vinculación epistolar de Belgrano y Güemes, como así lo ha demostrado el Dr.
Luis Güemes en su libro “Güemes Documentado” y a través de esa correspondencia
puede seguirse perfectamente toda la actividad del Ejército del Norte, y es
precisamente entre los años 1817 y 1818, que el mismo trabaja de acuerdo al
Plan Continental programado por el general San Martín, con la decisiva
colaboración de los generales que hoy nos ocupan: Güemes y Belgrano. El
accionar conjunto de ambos Jefes se pacta en una entrevista personal que tuvieron
en esta provincia de Salta en junio de 1817.
Güemes en su labor política no sólo se
limitó a la defensa de su patria chica, sino que estuvo consustanciado con toda
la política nacional e internacional de aquellos momentos. Así fue que se
preocupó de los desórdenes del litoral y de la situación de Artigas, a quién
escribe invitándole a deponer su actitud.
Lamentablemente por aquellos momentos el
general Belgrano, se encontraba en tremendos apuros, de modo que ni él ni
Pueyrredón, como Jefe del Gobierno Central podían ayudar adecuadamente a
Güemes. Es precisamente en esta época cuando se ve constreñido a adoptar
medidas antipáticas que luego comentaremos. Luego de la retirada del general
La memoria del general Güemes debe
asimismo inscribirse en el Parnaso donde se escriben las historias de los
héroes de este mundo. Es bien sabido que sin el concurso de Martín Miguel de
Güemes, jamás se habría producido el triunfo de las armas de la patria, y otra
hubiera sido la historia de nuestra Argentina.
Hacía seis años que Martín Miguel
gobernaba la provincia de Salta con mano férrea, y más férrea aún debido a que
no recibía la ayuda necesaria para solventar la guerra contra el invasor.
Debido a esta circunstancia, como se ha dicho ya hasta el hartazgo, nuestro
benemérito general se vio obligado a recurrir a políticas quizá antipáticas,
pues parte del gobierno de las Provincias Unidas, y más precisamente Buenos
Aires, no contribuyeron con la eficacia esperada, ni con los elementos
necesarios para sostener tan desgastante guerra, especialmente para las
provincias de Salta y Jujuy que, a consecuencia de ella, vieron devastadas sus
economías.
Parte del vecindario de Salta, luego de
estas luchas que asfixiaban sus bolsillos, ansiaban una paz a cualquier precio,
aún al humillante costo de pactar con el enemigo. La figura del general, era
ambivalente dentro de la concepción de los vecinos, en definitiva una figura
maniquea donde no se visualizaban tonos de grises. Era blanco o negro, malo o
bueno. Para los primeros era considerado como el Padre de Los Pobres, mientras
que para los segundos, era considerado como el tirano que disponía a su libre
albedrío de las riquezas ajenas.
Era uso y costumbre de la época en que
nos situamos, que los milicianos de Güemes fueran campesinos no propietarios de
la tierra, debiendo pagar en consecuencia con su trabajo, un canon por su
ocupación. Ese canon estaba estipulado en un mes de trabajo gratuito para sus
patrones. El Caudillo consideró esta medida de extrema injusticia, más aún ponderando
que debían arriesgar sus vidas y la tranquilidad de sus familias, en pos de la
paz y de la libertad. ¡Qué tristeza da pensar que tantas vidas de héroes
ignorados, como así de patriotas que todo lo dieron por su país, se consuman en
la debacle de corrupción y autoritarismo que nuestro desangrado país vive! ¡Qué
falsedad el juramento con que los funcionarios de turno asumen su codicia diciendo:
“Si así no lo hiciere, que Dios y
Volviendo a nuestro máximo paladín,
decíamos que consideraba este trato asaz injusto, por lo cual suspendió el pago
de esos arriendos. La medida, aunada a las contribuciones forzosas que
obligadamente debían efectuarse para sostener la contienda, fue minando el
apoyo de la clase más acomodada de la provincia, que culminaría en la formación
de un nuevo partido: el de “
Debemos aclarar en estas líneas, que no
todos los hermanos Gorriti, comulgaban las mismas ideas, ya que José Ignacio y
Pachi, se embanderaban, junto a Macacha, detrás de la figura de don Martín
Miguel. Eran los fundadores de
La acción de Güemes seguía como tantas
veces se ha dicho, los lineamientos del plan continental de José de San Martín
y nuestro general en cumplimiento de aquello, debía recuperar el parque que
estaba en la ciudad de Tucumán, gobernado por don Bernabé Aráoz. Se suscitan en
consecuencia los consabidos enfrentamientos que obviaremos de comentar por ser
innumerablemente tratados, pero sí debemos recordar que, estando a cargo del gobierno
de Salta por disposición de don Martín Miguel, don José Ignacio Gorriti
enfrentaba con éxito la octava invasión realista al mando de Marquiegui. A
consecuencia de la derrota de Güemes en el Rincón de Marlopa, el cabildo de la
ciudad salteña, de la mano de los confabulados miembros de
Dentro del mito y de la leyenda, el
doctor Lucio Cornejo, en un artículo publicado por
Una vez fue puesta en duda la eficiencia
del Tordo, “el dueño herido en su amor propio, provocó una apuesta de cierta
consideración, para corroborar con una prueba contundente y acabada, lo que su
caballo era capaz.
Una mañana de primavera de aquellos
tiempos, cuando las aguerridas huestes españolas se habían retirado al norte,
el célebre Tordo, en carrera vertiginosa y sin dar tiempo a que un grupo de
muchachos se apercibiera de lo que pasaba, saltó por sobre de ellos, sin
tocarlos ni producirles más daño que el considerable susto”. El General había ganado
la apuesta. El fiel Tordo de cabos negros, acompañaría a Güemes en la fatídica
noche del 7 de junio de 1821.
La amistad de ambos próceres Manuel
Belgrano y Martín Miguel de Güemes, al margen de cualquier otra disquisición,
fue real, sin tomar en cuenta antiguos enojos. Al reasumir Belgrano
La extrema confianza de Belgrano en
Güemes, queda demostrada al concentrar el mando militar de la provincia de
Salta y sus adyacencias, exclusivamente en su persona. En las múltiples cartas
entrecruzadas se comprueba el afán con el que don Manuel trataba de mitigar las
grandes necesidades de nuestro héroe, materializadas en vestimenta para sus gauchos:
ponchos, chaquetas, pantalones, yerba, hierro para las armas, además de
centenares de caballos y mulas con las que “yapaba”, como decíamos, sus grandes
necesidades. Belgrano a su vez, debía afrontar también sus propias e ingentes
necesidades con un ejército en recuperación psicológica y material, acantonado
en la ciudad de Tucumán.
Largo sería enumerar las palabras de
comprensión, afecto mutuo y solidaridad, en tan afligentes circunstancias. Sólo
bástenos nombrar una carta fechada en Tucumán el 9 de septiembre de 1816, donde
Belgrano decía: “(...) Ayúdeme usted a
soportar este peso, que no puedo con él; consérveme su amistad, que nunca
faltará, a la que le profesa su Manuel Belgrano”.
Otra carta de las muchas que se cruzaron,
Belgrano comunica a Güemes el 23 de febrero de 1817, acerca del triunfo de San
Martín en Chacabuco. El encabezamiento dice: “Compañero y amigo querido: Nueva victoria que anuncia el completo fin
de los tiranos en Chile (…)”, citada por don David Slodky en su trabajo: Al
Encuentro de
Para finalizar, y poner en evidencia la
reciprocidad de don Martín Miguel de Güemes, cuando corrían los años postreros
de don Manuel Belgrano, el Jefe Gaucho ponía a su disposición su médico
personal, el Dr. Redhead, a fin de que se trasladara a la ciudad de Tucumán,
donde su dolencia lo tumbaba. Examinando documentos relativos al tema, expongo
una copia facsimilar de los mismos, a pesar que este hecho es por demás
conocido y tratado en diversos textos.
Nota 121
El Ministro General de Hacienda,
auxiliará al facultativo en medicina, Dr. Dn. José Redhead, con trescientos
cincuenta pesos por vía de viático, abonando a más la posta y peones hasta el Pasaje,
en concepto de que este gasto, lo motiva la nota particular del Exmo. Señor General
en Jefe Dn. Manuel Belgrano, fecha última (¿?) en que pide a este Gobierno,
dicho facultativo, para que le cure y asista en la larga enfermedad que padece,
dándose esta oportunamente a la superioridad para su aprobación.
Salta 5 de octubre de 1819.
Documento
Nº 2
Hay un recibo firmado por José Redhead,
donde se recibe de los viáticos, por $ 350, para el transporte para ir a
Tucumán a curar al Señor General en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú, don
Manuel Belgrano.
Documento
Nº 3
He recibido del Señor Ministro de Hacienda,
dose (sic) reales. Los seis para tres cueros, dos para clavos y cuatro para
jabón y sebo, todo para el coche que va el Dr. Dn. José Redhead al Tucumán a
curar al Exmo Sr. Gral. en Jefe D. Manuel Belgrano. Salta octubre 5 de 1819-
Firmado
Apolinar de Saravia
Documento
Nº 4
He recibido del Sr. Ministro Gral. de
Hacienda, tres pesos, dos reales, por un caballo de silla, para el paje ¿? del
Dr. Redhead y el tiro del postillón para el coche, desde esta hasta el Pasaje.
Salta, 16 de octubre de 1819
Firmado
José Manuel Boedo
Documento
Nº 5
Recibí del Sr. Ministro Contador diez y
nuebe pesos (sic), cinco y medio reales que importa la posta de aquí al Pasaje
para la conducción del carruage (sic), con que parte al Tucumán el Dr. Dn. José
Redhea(sic) a curar al Exmo. Señor General en Jefe Dn. Manuel Belgrano a saber:
Por cuatro cabalgaduras a dos reales
desde esta a Cobos, que dista nueve leguas
----------------------------------------------------------------------------------------------------
9
Por el Postillón a un real por legua
------------------------------------------------ 1.1
Por las mismas cabalgaduras y Postillón,
Posta sencilla en las 17 leguas que dista desde Cobos al Pasaje
---------------------------------------------------------------------- 9.4 ½
Total
-----------------------------------------------------------------------------------
19.5 y ½
Salta octubre 5 de 1819
Firma
José Manuel Boedo.
Documento
Nº 6
Recibimos del Sr. Ministro Contador
veintiséis pesos, para ir tirando el coche, en que pasa el Dr. José redhead al
Tucumán a medicinar al Exmo. Sr. Gral. En Jefe Dn. Manuel Belgrano en la forma
siguiente: A mí Lorenzo Villafañe, seis pesos y a los dos compañeros José Tomás
Suainaba y Sebastián Ruiz, ocho pesos a cada uno. Salta 5 de octubre de
José
Antonio César
Son 26 pesos.
Con esto queda demostrada la fiel
dedicación con que don Martín Miguel de Güemes, auxiliaba A UN AMIGO. Belgrano
y Güemes no pueden morir en los azares de la ingratitud y del olvido. Sus
proverbiales modestias vuelven a encenderse en el recuerdo, ya que jamás volvieron
la cara para recoger el agravio y hacer sus defensas.
No pueden morir como decíamos en el
olvido, por sus envergaduras, sus trayectorias, sus inteligencias que brillarán
siempre en los disímiles campos de sus respectivas actuaciones. Sus espíritus
vagarán por estas tierras americanas como el viento en el albedrío de los
crepúsculos y sus inspiraciones presidirán las altas palpitaciones del
pensamiento nacional. Tal vez ahora los podamos ver mejor, porque así como la
luz necesita de la sombra, como así también para poder mejor observar la
montaña, es menester alejarse de ella, así también para poder admirar en toda
su potencia estas vidas de entrega a la patria, es necesario que la muerte
realice la paradojal restauración de la vida, para presentarlos así
transparentes, in táctiles, en el plano superior de la inmortalidad.
De que aquí, con fuerza, en la paz y en
el trabajo, bajo la caricia infinita de ese sol de bonanzas que adorna nuestra
bandera, haga germinar a la tierra todas sus riquezas, a la selva, sus insondables
secretos, al vientre de la montaña todos sus tesoros escondidos, al cielo azul
que nos cubre todas sus sonrisas y a la invisible entraña, todas sus respuestas.
Y, si así Dios nos consintiera darnos la
fe para la lucha, podremos decir casi como un grito que cubra de orgullo
nuestro suelo: Generales, no han sido en vano sus esfuerzos. No ha sido en vano
la sangre derramada por tantos argentinos. Tal vez salgamos de nuestro estupor,
para que nuestros hijos puedan avizorar una patria grande como los sueños
infinitos, fuertes como las espadas que acompañaron sus campañas, brillantes
como el genio que los caracterizara y eterna como el sol que ilumina sus
glorias.
BATALLA DE HUAQUI. FIN DE
LA
PRIMERA EXPEDICIÓN AL ALTO
PERÚ
José Alfonso de GUARDIA de
PONTÉ ·
Antecedentes
Los antecedentes de la terrible derrota sufrida en el
Desaguadero arrancan muy lejos, en Buenos Aires, el 14 de junio de 1810, cuando
Esta fuerza expedicionaria, primera en acción militar
de la incipiente revolución, en el transcurso de su infructuosa aventura
cometió innumerables errores y excesos, en su mayoría a causa de la
inexperiencia pero, y sin lugar a dudas, por la soberbia propia de los
inseguros que creen ser mejores porque son originarios de tal o cual parte.
El primer acto desbordado de la fuerza expedicionaria es,
como todos sabemos, el fusilamiento de Liniers junto con el gobernador de
Córdoba del Tucumán, Juan Gutiérrez de la Concha, el teniente
gobernador Victorio Rodríguez, Santiago Alejo de Allende y Joaquín Moreno, el
26 de agosto en Cabeza de Tigre. Luego de este acto reprochable y con cambios
en el mando, el ejército siguió su curso hacia el norte. Paso a paso iban
engrosándose sus filas con hombres idealistas imbuidos de los aires de
libertad. En Santiago del Estero se formó un Batallón de Patricios Santiagueños
comandados por el coronel Juan Francisco Borges. En Salta y Jujuy
gauchos aguerridos y conocedores del terreno a las órdenes de Martín Miguel de Güemes.
Más tarde, en Tarija, se sumarían los caudillos Méndez y Arraya.
El primero en entrar en suelo enemigo fue el mismo Martín
Miguel de Güemes comandando tropas de Salta y Jujuy, es así como el 3 de
setiembre toma un pequeño campamento realista donde se apodera de valiosa
información como el sitio de la vanguardia enemiga, órdenes, armas y fuerzas
que aglomeraban los del rey. (Archivo General de Nación - Sección Trelles p.
56). Llegado el Ejército Expedicionario a las órdenes del general González
Balcarce se incorporó Güemes con su partida de observación. Posteriormente se
le confió a Güemes la misión de ocupar la ciudad de Tupiza, la que verificó sin
resistencia alguna. Después seguiría a Tarija donde formaría una división de
voluntarios que se sumaría a los ya reclutados en los Valles de Salta y Jujuy.
Entre tanto, el grueso de las fuerzas realistas al mando de José de Córdova
había establecido su cuartel general en Cotagaita, a
Ya próximos ambos enemigos, Córdova adopta una actitud
defensiva o mejor dicho cautelosa, ya que el jefe realista, militar
experimentado, no conocía a su enemigo y prudentemente decide esperar a que los
revolucionarios realicen los primeros movimientos. González Balcarce tomó la iniciativa. Primero se aseguró de haber
recibido las cargas de municiones de la artillería, luego avanzó y se situó en
Cazón a 3 leguas de las trincheras enemigas.
Antes de iniciar el combate, González Balcarce dirigió un
oficio “A los señores generales,
comandante de los cuerpos y oficiales de la tropa del Alto Perú”,
indicándoles sus buenas intenciones e invitándoles a rendirse o retirarse.
Actitud soberbia para un principiante de la guerra ante experimentadas fuerzas
reales. Soberbia que no se respaldaba tampoco en lo estratégico ya que las
fuerzas patrias contaban con menos hombres y material bélico, sitiando a
fuerzas más numerosas, mejor armadas, experimentadas y muy bien atrincheras en
una fortaleza natural inexpugnable. El resultado es absolutamente lógico: en este desafortunado encuentro las
fuerzas patrióticas perdieron tres hombres, cuarenta y cinco heridos, siete
prisioneros y una decena de efectivos se pasaron al bando realista.
Afortunadamente el enemigo no intentó perseguirlo, puesto que no contaba con cabalgaduras.
2. Suipacha
Luego de Cotagaita las fuerzas patriotas retrocedieron
a Tupìza donde se reorganizaron. Al cuerpo central se suman las fuerzas gauchas
y milicianas de Salta, Jujuy, Tupiza y Tarija, unos 200 hombres más la
incorporación de 100 hombres de Buenos Aires que venían del sur. Córdova,
habiendo observado la incapacidad militar de González Balcarce, avanza seguro
de vencer a un enemigo tan inexperto. El 5 de noviembre las fuerzas realistas
comenzaron la marcha hacia Tupiza, luego de recibir refuerzos de Nieto con 200
veteranos provenientes de Chuquisaca. Al día siguiente, Balcarce desalojó aquel
pueblo que fue ocupado por los realistas, y se situó en Nazareno el 6 de
noviembre, ubicado sobre el río Suipacha frente a la población de Suipacha, en
donde recibió refuerzos provenientes de Jujuy con dos piezas de artillería.
Córdova recibe informes de sus espías sobre la moral
combativa de las fuerzas de González Balcarce, convenciéndose de que se
retiraban descontentos y mal armados y por lo tanto sería relativamente fácil
dispersarlos. Lo que no tiene en cuenta es la actitud de las milicias gauchas
de Güemes que se encuentran expectantes y muy concentradas. González Balcarce
ordena retroceder a Tarija dejando a las fuerzas Milicianas Gauchas como
resguardo de retirada. Córdova y Nieto viendo el retiro de tropas patriotas
deciden perseguirlo al día siguiente y ordenan acampar sus tropas al margen del
río Suipacha.
Este es justamente el momento clave, las tropas concentradas en Nazareno a las
órdenes de Güemes, acompañadas de la caballería chicheña
de Tupiza comandada por el coronel Pedro Arraya – imprevistamente - atacan el Campamento
realista de Suipacha el 7 de noviembre obteniendo un triunfo contundente. El
triunfo de Suipacha tuvo un fuerte efecto moral, que se vio reflejado en el
pronunciamiento de las ciudades de Potosí el 10 de noviembre, Chuquisaca,
La Paz
y Cochabamba
(en donde Esteban Arze consiguió el
triunfo de Aroma el 14 de noviembre)
en favor de
Castelli, que estaba en Yavi en el momento de la
batalla, el 8 de noviembre informa a Buenos Aires sobre la victoria – parte de
guerra que luego terminaría en Tupiza el 10 de noviembre. En el mismo, omite
resaltar la importancia de las fuerzas gauchas salto-jujeñas-tarijeñas y sólo
les confiere un papel secundario en la importante victoria. Ante este agravio,
las fuerzas comandadas por Güemes se retiran del Ejército del Norte. La falta
de reconocimiento a estos hombres será una de las causas que decidirá la suerte
de la campaña ya que el ejército expedicionario perdería milicias importantes,
conocedoras del terreno, afines a las personas y soldadesca que se iba sumando
y fundamentalmente el espíritu aguerrido del hombre que pelea en su territorio,
en defensa de su tierra. De aquí en más el camino hasta el momento culmine,
Hoaqui, será una cadena de hechos desafortunados, desaciertos y acciones
irresponsables que irán forjando un final desastroso e irremediable:
1) Cumpliendo órdenes de
Buenos Aires y como castigo por la represión de 1809 en las rebeliones de Chuquisaca y La Paz,
los jefes realistas José de Córdoba, Vicente Nieto
y Francisco de Paula Sanz
fueron capturados en Potosí y ejecutados, crueldad que inmediatamente se consideró innecesaria
y mal visto por la población local indecisa con respecto a qué
bando elegir.
2) El segundo acto
perturbador fue que Castelli confiscó el rico contenido de las reales cajas de
Potosí y los caudales encontrados en Chuquisaca. No es difícil imaginarse que
las ciudades al verse privadas súbitamente de sus presupuestos, sin duda se
resintieron en todos los órdenes de su administración, con la consiguiente
disconformidad de los habitantes, quienes debieron alternar su fervor
independentista, con el perjuicio y desorden que éste empezaba a acarrearles.
3) Otro acto imperdonable
fue la autorización a la soldadesca patria de lanzarse al pillaje en perjuicio
de la población civil. En este sentido nuestras tropas ya no eran libertarias
sino una brutal fuerza invasora.
4) Otro de los errores que
se considera lamentable fue que, llegados a
5) Otra cuestión a tener en
cuenta fue el modo de pensar de los oficiales de Buenos Aires que provenían de
ambientes culturales que habían absorbido con intensidad diversos aspectos de
la filosofía volteriana, provenientes de la revolución francesa que había roto
con no pocas de las viejas estructuras de pensamiento de Europa. Esta forma de pensar chocó con las más
antiguas tradiciones de las ciudades de provincia donde se encontraban ahora, a
las cuales, las ideas revolucionarias recién empezaban a llegar, y sin duda
sintieron el golpe súbito de toda una ola cultural, para la que no estaban
totalmente preparados.
6)
Por otro lado, la permanencia inactiva de las tropas patriotas en Potosí
durante meses relajó la disciplina y el espíritu de combate. Además, algunos
oficiales se dieron a la vida licenciosa, emborrachándose por las noches y causando
disturbios y grescas que muchas veces tomaba vidas entre los lugareños.
Ya el 20 de abril de 1811, Castelli sufre un
levantamiento contrarevolucionario en Potosí, organizado por dos marinos
venidos con Córdova desde España de nombres Miguel Goñi y Pedro Lobo. El
levantamiento fue reprimido y sus impulsores fueron enviados encadenados a
Salta para ser juzgados.
Era
tan grande la desorientación de los hombres de Buenos Aires que un suceso poco
conocido nos ilustra inmejorablemente. Este suceso transcurrió el 25 de
mayo de 1811, en Tiahuanaco, para celebrar el aniversario de la Revolución de
Mayo, pero paso a transcribirles a Frías: “(...) Eligió así Castelli lugar tan
imponente para lograr más grandes los efectos en el acto que meditaba realizar;
porque allí revivían las grandes tradiciones, y la opresión sería sentida mas
hiriente con la ternura de los recuerdos, viendo aquellos pueblos, congregados
allí en asamblea, como se ligaban dos épocas de su historia, aquella de una
patria antes poderosa y libre, y ésta otra del reinado de la igualdad, cuya
rosada aurora parecía amanecer, al fin, en el seno de aquellas ruinas
veneradas, de aquella ciudad santa; sede que en otrora había sido del
esplendor, del poder y de la gloria de sus antepasados. Hasta la misma cercanía
del sagrado lago Titicaca, en el seno de cuyas aguas había engendrado el sol,
según la leyenda, a Manco Capac, primer rey y padre civilizador del pueblo
peruano, daba motivos para que se rodeara el espectáculo de sublime y
melancólica grandeza. Castelli allí, subiendo a ocupar aquella majestuosa
tribuna, en medio de los pueblos de indios congregados a propósito, hizo la
solemne proclamación de sus derechos en nombre de
3.
Tregua del Desaguadero
El 11 de mayo, el Dr. Castelli
remite una nota a
Goyeneche también necesitaba
tiempo para movilizar tropas desde el Perú y terminar una serie de fortificaciones
importantes. En estos términos el armisticio se firmó el 14 de mayo entre los
dos beligerantes por el término de cuarenta días.
En definitiva esta tregua
beneficiaba a los realistas ya que les daba tiempo de recibir los refuerzos que
necesitaban para poder hacer frente al ejército de patrio, el cual se
deterioraba día a día en su disciplina y efectividad.
4. Momentos Preliminares
Luego del armisticio que no
fue cumplido por ninguno de los dos bandos y dado que Abascal, Virrey del Perú, no se fiaba de Castelli, envió nuevos
refuerzos y abastecimientos a Goyeneche, quien continuó los preparativos bélicos.
Advertido Castelli de estos preparativos, movió su ejército desde el campamento
de
Un nuevo suceso viene a sumarse a los problemas del
ejército expedicionario, de Buenos Aires se reciben noticias de la destitución
de Mariano Moreno y la caída de todos sus hombres. Saavedra está indeciso de
remplazar a Castelli y éste no está seguro de regresar a Buenos Aires con su
ejército para derrocar a Saavedra.
5. Las Fuerzas y disposición de
batalla
Los
realistas se disponían en tres grupos, una vanguardia, una gran guardia o
avanzada y un núcleo cerrado o grueso de tropa[43].
Avanzada: emplazada en la cuesta de Vila Vila
cubriendo los caminos de Huaqui que conducían al Desaguadero. Dispuestos a la
derecha el Segundo Batallón del Regimiento Fijo Real de Lima al mando del coronel Antonio
Suárez,
emplazado en las laderas del cerro de San Andrés; a la izquierda, un destacamento
compuesto por los Dragones de Chumbivilcas, el Escuadrón de milicias de
Dragones de Arequipa
al mando de Pedro Galtier Winthuysen. Emplazado en el poblado de Yunguyo estaba
los Escuadrones de milicias de Dragones de Tinta
al mando de Francisco de Paula González y el Escuadrón de milicias de Azángaro.
Grueso: detrás de Zepita estaban los Batallones Fernando VII, de milicias de Puno; de milicias de Paruro, y de milicias de Paucartambo.
Los Patriotas, por su parte, estaban
distribuidos en[44]
Vanguardia: al mando del Cnel. Díaz Vélez con un
batallón del Regimiento nº 6 – unos trescientos hombres con tres cañones
apostados al costado de la quebrada de Yuraicoragua.
Grueso: dividido en dos partes, una al mando
del general González Balcarce, otra al mando del teniente coronel Bolaños.
Caballería: detrás de Bolaños al Norte de Huaqui.
Los ejércitos estuvieron uno frente al
otro durante mucho tiempo, sus jefes temerosos se mantenían a la defensiva. La
situación se puso insostenible. Goyeneche convocó a sus oficiales el 19 de
junio para instarlos a atacar. En dicha reunión, que duró tres horas, el comandante
supremo de las fuerzas realistas tuvo que apelar a toda su autoridad para
convencer a sus subordinados a tomar la iniciativa. Se resolvió atacar a las
tres de la madrugada del 20 de junio.
Castelli también había decidido atacar el
20 pero a las 7 de la mañana, con un buen golpe de la caballería patriota sobre
el puente que estaba al oeste del Río Desaguadero protegido por el Regimiento
de Línea del Cuzco
al mando de Francisco de Picoaga[45].
Goyeneche atacó en bloque con su grueso
de ejército sobre el centro donde estaba posicionado Díaz Vélez, el cual le
hizo frente durante una hora pero al no poder frenar el avance tuvo que
retroceder.
Fue entonces, cuando González Balcarce hizo frente a
la embestida realista frenándola en furiosa carnicería durante dos horas, pero tampoco
pudo soportarla y debió replegarse, el resto de la batalla se convirtió en
innumerables escaramuzas desordenadas.
Los patriotas trataron de atrincherarse, pero fueron
barridos con fuego de artillería de los nuevos obuses recibidos de Lima y
cuando la caballería patriota fatigada y desmembrada no pudo ya arremeter
contra las fuerzas de Goyeneche, la batalla se terminó, dispersándose las tropas
patrias en diferentes direcciones, con el saldo para éstas, de más de mil
hombres perdidos y abandono de numeroso parque y artillería.
Epílogo
La 1era. Expedición al Alto Perú marca en
primer lugar la inexperiencia de nuestros hombres, tanto políticos como
militares. Pero fundamentalmente nos muestra que una derrota militar de estas
características no es casual, es simplemente una consecuencia.
ARCHIVO GENERAL DE
ARCHIVO
GENERAL DE
BIDONDO,
Emilio A.: “
CORNEJO, Atilio: “Historia
de Güemes”, Segunda Edición. Talleres Artes Gráficas S. A. Salta, 1971.
LEVENE, Ricardo: “Historia
Argentina”. Buenos Aires, 1932.
PAZ, Luis: “Historia
general del Alto Perú, hoy Bolivia”, Tomo II. Imprenta Bolívar. Sucre,
Bolivia, 1919.
PATRIOTISMO GAUCHO
María Cristina FERNÁNDEZ ·
1. Fe y confraternidad
Cada
año se renueva en Salta la llama del Milagro. Llama que congrega a miles de devotos
que mediante peregrinaciones, oración, gestos solidarios, arte, etc. expresan
su amor al Señor y a
En 2008, cuando en la ciudad de Salta y
en otras poblaciones de la provincia ya se vivía la antigua y especial
festividad, un puñado de gauchos brotó de las entrañas de la tierra para
marchar desde Salta hasta Jujuy. No fue una marcha más, fue una marcha
presidida por la imagen de
El día de la partida se recordaba
En el trayecto (El Potrero, Balboa,
Rosario de la Frontera, Yatasto, Metán, acceso a Río Piedras, Lumbreras, Juramento,
Cruz Quemada, Palomitas, Güemes, Pampa Blanca, Las Pampitas, Palpalá, San
Salvador de Jujuy)
Cada día, se revitalizó la relación
fraternal que une al gaucho con sus pares de otras Provincias, en sus ideales,
fe y afectos. El vínculo los aunó en el reconocimiento al heroísmo de sus antepasados,
reafirmando y resguardando el patrimonio histórico y tradicional.
Aquellos que protagonizaron la epopeya
emancipadora son representados hoy, tanto en la fe como en el patriotismo, por
quienes marchan contra el olvido, la indiferencia, el vacío, incentivando a
mantener valores, tradiciones, el respeto a los símbolos patrios y en suma, la
identidad. Por ello la movilización se realizó a lomo de mula o a caballo, con
indumentaria acorde al lugar de pertenencia, portando Banderas y Estandartes,
alimentándose y pernoctando a la intemperie, para vivenciar parte de las
privaciones y esfuerzos experimentados por quienes nos precedieron.
Con gran alegría y satisfacción los 73
jinetes que llegaron a San Salvador de Jujuy recibieron a su paso el aplauso de
una Ciudad que los recibió con calidez. Con el poncho cubierto por el polvo del
camino, la sed acosando las gargantas y las Banderas en alto, los gauchos lograron
la ansiada meta. Al alcanzarla exaltaron las gestas Sanmartiniana, Belgraniana
y Güemesiana; promovieron la integración cultural reafirmando lazos de
hermandad; fortalecieron los valores que cimentan nuestra identidad y, por
sobre todo, fecundando el recuerdo de quienes heroicamente nos legaron una
Patria en libertad.
Reivindicando la figura del Gaucho, el
día 23 encabezaron el desfile durante el acto central, acompañados por otros
que se sumaron a quienes marcharon. Las Banderas de
Fue Jefe de Marcha el señor Adrián Checa
Teseyra, Coordinadores los señores Carlos José López y Ciro Arias. Entre los
marcheros se encontraban varios niños y jóvenes, destacándose Roberto Adrián
Jurado Checa de siete años que cabalgó
2. Patriotismo gaucho
Enrique Omar Zelaya (Fortín El Naranjo);
Olegario Juárez (Fortín El Jardín); Roberto Ciro Gómez (Fortín “Pachi Gorriti”,
R. de la Frontera); Eduardo García (Fortín “Manuel Chamorro”, El Tala); Fredy
Padilla (Fortín “San Isidro”, El Potrero); Adrián R Checa Teseyra (Agrupación
Tradicionalista “El Bagual”, Balboa); Pablo Sarmiento (Agrupación “Raíces gauchas”,
R. de la Frontera); Hernán Pérez (Agrupación “Bicentenario”, Tucumán); Rodolfo
Figueroa (Fortín “José Ignacio Sierra”, Metán); Pedro Juárez (Fortín “El
Palenque”, Lumbreras); Carlos Alberto Coronel (Fortín “Posta de Yatasto”,
Metan) y Mariela Calvó (Fortín Macacha Güemes, de Gral. Güemes).
3. Fundamentación
El Gaucho, expresión que identifica al
poblador rural, con ideas, costumbres, tradiciones y actividades típicas, posee
en el Norte Argentino características únicas debidas al momento histórico en el
que se moldeó. Hombre sencillo, humilde, respetuoso de la naturaleza, profundamente
apegado a su terruño y dotado de un gran sentido del honor, unió su raigambre y
su espíritu libertario para constituir el cimiento sobre el cual se edificó
nuestra Patria.
Hasta 1810 vivía como peón, baqueano,
puestero, arriero, agricultor, en estrecha armonía con la tierra y sus
misterios. Con el movimiento de Mayo paulatinamente su situación social cambió
y como consecuencia de los acontecimientos de los que fue partícipe pasó a ser
conocido con el honroso título que con orgullo aún ostenta, el de Gaucho. Aquel
a quien Juan Carlos Dávalos considerara el primer argentino y cuya consagración
le fuera dada por su guía y protector: Martín Miguel Juan de Mata Güemes.
Las instituciones tradicionalistas
mantienen vigente la memoria de este General a quien el historiador boliviano
Alcides Arguedas llamó “el alma de los gauchos”. Entre ellas se encuentra
En cumplimiento de sus
objetivos y siguiendo el ejemplo dado por el prócer marchan convocando a la
hermandad y confraternidad de los pueblos con un pasado común. Como contribución
a la labor que la institución desarrolla y en comunión de objetivos, se redactó
una breve caracterización de
4. Hermanados desde la cuna
Gabriel de Güemes Montero, santanderino,
llegó desde España a Jujuy en 1777 para desempeñar el cargo de Oficial de las
Cajas del Rey del recientemente creado Virreinato del Río de
Desde el surgimiento de la Patria, y al
ser Salta la única Intendencia que adhirió a la Revolución de Mayo, Martín
Miguel hermanó hombres y sentimientos. Cuando le fue encomendado interferir en
los planes de los realistas de Córdoba y los del Alto Perú, lo hizo comandando
milicias gauchas regladas de origen salteño, jujeño y tarijeño. La pequeña pero
eficaz fuerza operó como Avanzada del Ejército Auxiliar cuyo objetivo era
recuperar las Intendencias de
La división al mando de Güemes auxilió a
la artillería patriota el 27 de noviembre de 1810 en Santiago de Cotagaita
antes del ataque del Gral. José de Córdoba y luego protegió la retirada. En
Suipacha, el 7 de noviembre, la vanguardia del Ejército Patriota, formada por
las caballerías gauchas de Salta, Jujuy y Tarija, registró la única victoria en
territorio altoperuano, la que fue desaprovechada. Los realistas se dispersaron
abandonando la artillería. Juan José Castelli –jefe del ejército patriota-
envió a Güemes a Cinti (proximidades de Charcas, hoy Sucre) con una misión militar
y las cuatro Intendencias del Alto Perú fueron recuperadas.
El 2 de diciembre el capitán de Patricios
Roque José de Tollo llegó a Buenos Aires llevando la noticia de lo sucedido y
la bandera del Regimiento de
Durante 1811
Güemes continuó desempeñándose militarmente en Salta y Jujuy. Luego de la
derrota de Huaqui (20 de Junio) auxilió a Juan Martín de Pueyrredón en el
traslado de los caudales de Potosí, escoltándolo con sus milicias heroicas
hasta Campo Santo (Salta). Cuando Pueyrredón se hizo cargo del Ejército
Auxiliar designó a Güemes 2do Jefe de
5. Las
batallas de
Luego de
triunfar en Huaqui, el ejército español recuperó las Intendencias Altoperuanas
y avanzó sobre Jujuy a las órdenes del Gral. arequipeño José Pío Tristán. En un
angustiante marco, Belgrano intentó elevar la moral patriótica recordando el
2do. aniversario del movimiento de Mayo. El 25 hizo bendecir la bandera que
creara a orillas del Río Paraná ignorando que el gobierno central no la
autorizaba.
El plan
realista contemplaba la concentración de fuerzas y el avance hacia Córdoba
donde se reunirían las tropas de Tristán con las de Osorio, que desde Chile
cruzaría Los Andes, y los realistas que operaban en Montevideo. El objetivo era
recuperar Buenos Aires y con ello el dominio del apetecido Virreinato. El
ejército patriota, empobrecido y sin recursos, era considerado en incapacidad
de defensa. Por ello el Triunvirato ordenó a Belgrano evacuar desde Jujuy hasta
Córdoba, liberando el inmenso territorio al enemigo. El sacrificio comenzó en
Humahuaca. Bajo permanente acoso de los bien pertrechados enemigos, los pueblos
marcharon regando con dolor la tierra que amaban hasta que el 3 de setiembre de
1812 en Las Piedras (Sur de Salta) tras un breve combate paladearon la
victoria. Imbuidos de valor y heroísmo, pese a la insistente orden de continuar
la marcha, los obligados protagonistas del éxodo decidieron enfrentar a Tristán.
Conscientes
de que el territorio que dejaban podía ser irrecuperable, el 24 de setiembre
las tropas al mando de Belgrano triunfaron en Tucumán. Esa batalla es
considerada por el Dr. Armando Raúl Bazán como la batalla de la unión nacional
debido a que en ella pelearon salteños (al mando de José de Moldes), jujeños,
tucumanos (reunidos por Bernabé Aráoz), santiagueños, catamarqueños,
altoperuanos (al mando de Manuel Ascencio Padilla y de Pedro Flores) y restos
de regimientos porteños. El temido ejército de Tristán fue derrotado por
gauchos y tropas regulares, hermanados en la defensa del territorio. El
triunfo, consecuencia de la desobediencia de Belgrano, provocó la caída del
Primer Triunvirato. Tristán fue nuevamente vencido en Salta, en otra batalla
popular donde se unieron fuerzas, voluntades, bravura, patriotismo y fe. Allí
la mujer tuvo papel decisivo tanto en las tareas de espionaje como de
inteligencia y las demostraciones de valor como la dada por Martina Silva de
Gurruchaga que organizó una tropa de caballería gaucha contribuyendo a la
derrota realista.
José de
Goyeneche renunció a la jefatura del Ejército Realista y fue reemplazado por
Joaquín de
Lamentablemente
la derrota del ejército realista no implicó el fin de la lucha. Belgrano se
posesionó de Potosí en junio, alentando la organización de tropas.
Sobrevinieron Vilcapugio y Ayohuma (1 de octubre y 14 de noviembre de 1813) y
nuevamente el ejército patriota debió retirarse, vencido. Acosado por Pezuela,
Belgrano ordenó el segundo éxodo jujeño a mediados de enero de 1814. Mientras
delegaba el mando en el Gral. José de San Martín los realistas ocupaban Jujuy y
luego Salta.
Ante la
difícil situación, San Martín nombró a Güemes Jefe de Avanzadas del Río Pasaje
(hoy Juramento, al sur de Salta) confiándole un extenso y estratégico territorio
para contener al invasor. El ejército patriota fue concentrado en Tucumán donde
se intentó disciplinarlo y reorganizarlo. Convencido San Martín que el fin de
la oposición debía ser buscado por vía marítima, solicitó su relevo y fue
nombrado Gobernador Intendente de Cuyo, donde organizó el cruce de los Andes.
6. “Los
campeones que tengo el honor de mandar”
Las tropas
gauchas al mando de Güemes lograron, tras un continuo hostigamiento, innumerables
refriegas y ataques por sorpresa, desgastar las de Pezuela. Después de siete
meses de una cruel invasión en la que se destruyeron propiedades, se saqueó
ganado, cosechas y se hizo vivir dramáticos momentos a los defensores de la
causa, los realistas fueron obligados a retroceder hasta Cotagaita. Luego de
ello Rondeau avanzó con gran lentitud hacia Perú, su ejército padecía de
ineficiencia y corrupción, lo que favoreció que uno de sus oficiales, Martín Rodríguez,
fuera sorprendido en El Tejar (Norte de Jujuy) y tomado prisionero.
El 23 de
febrero de 1815, mediante Proclama, Martín Miguel de Güemes, coronel comandante
del Cuerpo Militar de los Paisanos de
Ante la
inacción del Ejército Auxiliar, Martín Güemes atacó a la división de Antonio
Vigil, derrotándola en Puesto del Marqués el 14 de Abril de 1815. Este nuevo
lauro de las tropas gauchas trajo como consecuencia la designación de Güemes
como Gobernador de
7. Protector
y padre de los paisanos
Por
disposición de Rondeau, Güemes había sido reemplazado en el mando de
El 2 de
julio de 1817 el cadete Juan Antonio Blasco solicitaba a Güemes auxilio por encontrarse
en extrema pobreza escribiéndole: “Me veo obligado a ocurrir a la protección
y amparo de V.S para que como padre que es de los pobres se digne socorrerme”.
Además de protegerlos, Güemes confiaba en ellos. Esta confianza, siempre
explícita, operaba como fuerte estímulo. El honor con el que actuaban, el
conocimiento del medio, las actividades que desarrollaban para proveerse de
alimentos, vestidos, información, socorros, etc. los convirtieron en insustituibles
en aquél proceso. Partícipes irreemplazables, los gauchos sostuvieron la
libertad e independencia de la Patria, rubricando con heroísmo nuestro destino.
8. La
heroica defensa de la Patria
Mientras
Rondeau regresaba derrotado del Alto Perú, Güemes se esforzaba por obtener
recursos para contener al enemigo. El 24 de diciembre de 1815 escribía desde
Salta al Comandante Gral. de
Cuando
Pueyrredón se hizo cargo del Directorio (mayo de 1816) y luego de verificar el
deplorable estado del Ejército Auxiliar que se encontraba en Jujuy, ordenó a
Rondeau concentrarlo en Tucumán entregando a Güemes armamentos y municiones. A
su vez le informaba que quedaba a cargo de Güemes la defensa de las Provincias
Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar.
El Dr. Luis
Oscar Colmenares deduce que Pueyrredón habría tomado estas medidas considerando
lo que Güemes había logrado con sus milicias frente a Pezuela en 1814; en 1815
en Puesto del Marqués y en marzo de 1816 cuando obligó a capitular a Rondeau
que había invadido Salta para darle un castigo ejemplar. Por ello pensó que Güemes
podía impedir que las Provincias Unidas cayeran en poder de España. Y no se
equivocó.
Güemes y los
pueblos bajo su mando se abocaron a cumplir esta misión sin parangón, con el
apoyo y comunicación permanente de los bolivianos con quienes intercambiaba
información y les daba instrucciones militares. También los auxiliaba, como
consta en el acta del Cabildo de Santa Cruz del 15 de octubre de 1816 en la que
agradecía la ayuda prestada por Güemes a Ignacio Warnes en potros para su Escuadrón
de Lanceros. El 4 de noviembre el mismo Cabildo, ante la amenaza realista,
pedía ayuda a los pueblos vecinos entre los cuales figuraba Salta. También hace
referencia a que Santa Cruz podía confiar en la ayuda de Güemes que en casos
similares la había ofrecido y otorgado. Pese a la resistencia, Santa Cruz cayó
en manos de Aguilera y varios cruceños se refugiaron en Salta.
El Alto
Perú, hasta 1810 y por 34 años, había integrado el Virreinato del Río de
El 2 de
noviembre de 1820, mediante Proclama Güemes exhortaba a los cruceños al último
sacrificio para apoyar la expedición de San Martín. Ya contaba con la adhesión
de los caudillos altoperuanos. Pero la misión encomendada se vio obstaculizada
por la realidad. En setiembre de 1816, desde Moreno, Fernández Campero escribía
a Güemes: “Veo los trabajos en que te hallas por carne para la tropa, pero
si tú no me auxilias ¿cómo subsisto? Ya no hay recursos y esto nos mata. El
enemigo debió salir de Yavi ayer, creo que no lo ha hecho, pero serán
consecutivas las noticias si ocurre algo”. Declarada la Independencia,
Güemes la hizo jurar en agosto en Jujuy. Fernández Campero lo hizo en Moreno (Quebrada
de Humahuaca) el 30 de agosto, día de
9.
Infranqueable barrera
Cartas y
Oficios de Güemes a terceros y de terceros a Güemes escritas entre 1810 y 1821
en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca,
Desde 1816
hasta su muerte, el ejército de Güemes frustró todos los intentos de la corona
por recuperar el dominio del ex Virreinato del Río de
Cada
invasión provocó graves daños, pérdidas, muertes, irrecuperables gastos, devastación.
Pezuela,
En enero de
1820 el Ejército se sublevó en Arequito y Rondeau fue vencido en Cepeda por
Estanislao López y Francisco Ramírez, quedando el país sin gobierno central.
Entonces los realistas creyeron propicio el avance pero sólo pudieron llegar
hasta Río Juramento (Sur de Salta) y tuvieron que regresar. El ejército con el
que defendió a las Provincias Unidas siempre estuvo integrado por una mayoría
gaucha. Según lo describe el Dr. Luis Oscar Colmenares: “Llegó a tener 6610
hombres, entre los que había una pequeña fuerza de línea. De acuerdo a una
lista del año 1818 se componía de Estado Mayor, artillería, caballería de línea
(división de gauchos de línea) que ascendían a 667 plazas y Escuadrones de
Gauchos con 5.943 hombres. Los Escuadrones de gauchos no eran meras
agrupaciones ocasionales de paisanos sino verdaderos cuerpos fijos y reglados
de milicias, con fuero militar propio. Tenía servicio de maestranza, fábrica de
pólvora y cartuchos, hospital y sastrería. Contaba, además, con varias
divisiones corsarias con funciones parecidas a los modernos comandos y
Capellanes”. Sólo 900 hombres de tropa de línea percibían haberes.
10.
Suplicando auxilios
El 8 de
junio de 1820, Güemes fue nombrado por San Martín General en Jefe del Ejército
de Observación “por sus conocimientos distinguidos y servicios notorios, por
voluntad y aclamación de los jefes y tropa del Ejército Libertador a mi mando”.
El Director Supremo de Chile, Bernardo de O’ Higgins expresó por escrito a
Güemes que su gobierno garantizaba que serían cumplidas las promesas que le
hubiera hecho o hiciera San Martín. Güemes gobernaba
El Ejército
de Observación debía unirse al de San Martín para acabar con el dominio
hispánico. Güemes pidió a los gobiernos de las otras Provincias que lo
reconocieran y auxiliaran, obtuvo lo primero pero no recursos. Desilusionado,
escribía a O’ Higgins: “Todo me falta, nada he conseguido de las Provincias
Unidas, a pesar de mis reclamos… Me he propuesto mirar mi parque exhausto de
municiones y de útiles de pelea como si abundase en ellos, me he arrostrado a
la pobreza; y socorridas mis divisiones con un chiripá de picote y una jerga por
vestuario, ha desfilado ayer la primera y van a seguirla las otras, llevando sí
grabado el lema Morir por la Patria es gloria”.
Güemes
actuaba en común acuerdo con San Martín desde 1814, en el inmenso escenario
conformado por el territorio hoy boliviano y
El 14 de
agosto de 1820 Güemes registraba lo que estaba “pronto para la expedición al
Perú de solo
En diciembre
del mismo año envió al coronel José Miguel Lanza y cuatro colaboradores a
Inquisivi (cerca de
11. El faro
que alumbra nuestra conciencia
Durante el
primer semestre de 1821 Güemes suplicó auxilios para equipar la fuerza que
debía marchar al Perú a sostener la campaña sanmartiniana. Pero las heridas
abiertas por su gestión política y económica a favor de la Independencia, el
sostenimiento de la causa –forzosa o voluntariamente- a cargo de los pudientes
–ya ex pudientes- de Salta y Jujuy, generaron una enconada oposición que la
traición coronó truncando la vida del prócer. A raíz de ello San Martín tuvo
que retirarse del Perú después de declarar su independencia, sin lograr la
liberación por la que ambos héroes y sus hombres habían sacrificado bienes,
familia y vidas. Al anoticiarse de la muerte de Güemes, el Gral. venezolano
José Antonio Páez que luchó a la par de Bolívar dijo: “El asesinato de
Güemes en Salta demorará la independencia por más de cinco años”. En poco
se equivocó Páez: Simón Bolívar y Antonio José de Sucre obtuvieron los lauros
finales cuatro años después, cuando fue extirpado en 1825 el último foco
realista en América del Sur.
Sobre la
muerte de Güemes dijo Numa Romero del Carpio: “Un acontecimiento sombrío
conmovió a todo el Continente y enlutó para siempre a los guerrilleros. El 17
de Junio moría Martín Miguel de Güemes, herido por una bala en la oscuridad de
la noche del 7 de Junio. Desde entonces su inmensa figura es un faro que
alumbra la conciencia, vigilante, de las Provincias Unidas del Río de
Palabras
finales
La actuación
del Gral. Martín Miguel de Güemes y sus milicias gauchas fue salvífica para la
Patria desde que Salta adhirió al movimiento de Mayo. En el proceso allí
iniciado la epopeya Güemesiana fue de vital importancia ya que impidió durante
una década que la corona española recuperara el poder. A casi 200 años de ése
proceso es importante recordar:
· La relación
fraternal que une a salteños, jujeños y bolivianos se consolidó en el extenso
período en que se luchó por
· Argentina y
Bolivia compartieron ideales y esfuerzos libertarios que las fronteras políticas
no pudieron dividir. Los comandantes que se desempeñaban en el Alto Perú fueron
guiados y aleccionados por Güemes, quien como Jefe de Vanguardia recibía y sus
partes militares. Por ello se promueve que ambos países se aúnen en el reconocimiento
a sus heroicos guerreros.
· Los
triunfos en las Batallas de Tucumán y Salta fueron consecuencia de la unión de
combatientes de la mayoría de las Provincias que integraban el ex Virreinato.
En mérito a ellos el Gral. Manuel Belgrano obtuvo un premio monetario que
destinó a la construcción de escuelas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del
Estero. Belgrano sabía que de la educación depende el futuro de los pueblos y
los marcheros –hombres, mujeres y niños-procuran contribuir con sus acciones
patrióticas a la educación de las generaciones presentes y futuras.
· Quienes
lucharon por la libertad participaron en la construcción de una nueva Patria.
La fuerza interior que los impulsó durante quince años pese al dolor, a la
destrucción de sus hogares, al saqueo, la humillación de sus mujeres, la
pérdida de sus hijos, etc. es la misma que hoy impulsa a marchar contra el
olvido, la indiferencia, el vacío, a mantener valores, tradiciones, el respeto
a los símbolos patrios y en suma, la identidad. Por ello la movilización se realiza
a lomo de mula o a caballo, con indumentaria acorde al lugar de pertenencia,
portando Banderas y Estandartes, alimentándose y pernoctando a la intemperie,
para vivenciar parte de las privaciones y esfuerzos experimentados por quienes
nos precedieron.
· Los gauchos
de la epopeya emancipadora fueron jinetes incomparables que devoraban
distancias, luchaban bravíamente, transitaban sendas ignoradas y con su astucia
lograban pequeños triunfos equiparables a grandes batallas. Quienes los evocan
se consideran descendientes y herederos de los “campeones” que Güemes tuvo el
honor de mandar.
· Salta y
Jujuy aportaron vidas, bienes, territorios, trabajo e iniciativas por ejemplo
en las deliberaciones del Congreso de Tucumán. En 1816 la libertad peligraba
pero Güemes, al impedir el avance del invasor, permitió la declaración de la
independencia. Ese aporte heroico y sacrificado es lo que se desea difundir y
valorar.
Lo enunciado
enaltece las actividades de
· Exaltan las
gestas Sanmartiniana, Belgraniana y Güemesiana, contribuyendo a su correcto
conocimiento.
· Promueve la
integración cultural reafirmando lazos de hermandad.
· Fortalece los
valores que cimentan la identidad nacional.
· Fecunda el
recuerdo de quienes heroicamente nos legaron una Patria libre.
· Difunde el
respeto a los símbolos patrios, valores, tradiciones y sucesos gloriosos que
enaltecen nuestro pasado y guían el porvenir.
· Reivindica
la debida honra al gaucho por su protagonismo en la lucha por
Todo ello
genera la admiración y respeto con que fueron escritas estas páginas.
NOTAS
Y
DISCURSOS
Rodolfo
E. IBÁÑEZ PLAZA ·
Hoy miro mi casa y la de
al lado,
Hoy miro mi plaza y mi
bandera,
Hoy veo a la gente de mi
pueblo,
Caminar y andar por todos
lados.
Es
Ya casi doscientos son
los años,
Desde las hazañas de San
Martín,
Belgrano, Güemes y tantos
otros.
Sin embargo estar Alerta
es lo acertado,
Hay alguien oculto entre
las sombras,
Queriendo acabar
Que esta Patria con luto
ha conseguido.
No alces tus armas, mas
no las guardes,
Mantén seca tu pólvora y
el puñal con filo,
Despierta en las mañanas
sin temores,
Pero ve atento y reserva
entera tu valía,
Herencias de patriotas
como Güemes,
No se manchan, no se
venden, ni se olvidan,
Vela en sigilo, con
prudencia y juicio,
El merecido descanso de
tus héroes.
ORACIÓN GAUCHA
Carlos DIEZ SAN MILLÁN ·
Padre Gaucho qu´stas en lo alto,
allá en el Puesto del Descanso,
nosotros, los hombres de Güemes
venimos a darte las gracias
y a ponernos al servicio
pa´ que se haga tu voluntá.
Te pedimos que bendigas
y protejas nuestros ranchos
hoy, y en todo momento,
y también las sementeras
pa´ que no falte el alimento
a toda esta raza criolla.
Perdona nuestros errores,
como lo hizo, por quererte
Don Martín Miguel de Güemes.
con grandeza de corazón,
perdonando a sus enemigos
que le acercaron la muerte.
Te pedimos por la patria
por la grande y por la chica,
Y que suenen tus palabras
como si fueran campanas,
pa´ que todas las naciones
vuelvan a ser hermanas.
En Rodeo Colorado, Iruya, a los 30 días del mes de
abril de 2008
GUÍA GENEALÓGICA EN EL
MILENIUM
R.
L. P. N.
Se
presentó en
Pro Cultura Salta el libro “Guía Genealógica en el Milenium” Tomo
I Parte General, de Justino Terán. La presentación fue organizada
por el Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta y auspiciada por el Instituto
Güemesiano de Salta, el acto contó con una importante y calificada
concurrencia, fue abierto por Bárbara Day en representación de Pro Cultura Salta
y por Ercilia Navamuel en su carácter de presidente del Instituto
Güemesiano de Salta. Los presentadores fueron D. Rogelio Wenceslao Saravia
Toledo y D. Rodolfo Leandro Plaza
Navamuel, presidente
y vicepresidente respectivamente del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta, que resaltaron aspectos
del autor y de la obra que abarca nueve capítulos y un epílogo digno de tener
en cuenta.
Importa
resaltar que la noticia de la aparición de este libro, despertó un interés inmediato en nuestro
medio y,
a través de sus representantes, varias instituciones genealógicas del país
hicieron llegar sus adhesiones al acto: Ignacio Tejerina Carreras de Córdoba,
Marcelo Vieira de Mendoza, Guillermo Collado Madcur de San Juan, Manuel García
Fernández del Centro Asturiano de Tucumán y Luis María Mesquita Errea de
La
obra, de más de 400 páginas representa un valioso aporte para los estudios
genealógicos tanto para quienes recién se inician en estas lides como para los
que ya cuentan algunos años en indagar diversos archivos, repositorios y viejos
papeles. Hacer genealogías, no es tarea simple, requiere de tiempo, compromiso
y rigor, con prioridad en los métodos de investigación científica. Resalta
Ignacio Tejerina
Carreras en el prólogo,
que Guía Genealógica en el Milenium “comienza con la definición de
Rogelio Saravia Toledo, Justino Terán,
Leandro Plaza Navamuel y Ercilia Navamuel
En
síntesis, es el primer libro de estas características publicado en
· Nota publicada en el diario digital El
Intransigente.com, el sábado 8 de noviembre de 2008.
Ercilia NAVAMUEL
ENERO
Días
8 al 13: Difusión de
Día
19:
Como
conclusión de su participación, gestionó la grabación de un CD con dos temas:
1- Biografía Sintética del Gral. M. M. Güemes con música de Lito Nieva “Sueño
Eterno”. 2- “Las Mujeres de la Independencia”. “Hablando de Salta”, intérprete
Charanguita Martínez.
Día
26: Estuvo presente con abanderados en
FEBRERO
Organización de los Actos Güemesianos.
Gestiones en el Centro Cívico de Gran Bourg, para la publicación del Boletín Nº
32 del Instituto Güemesiano de Salta y gestiones para la conformación y
concreción por Decreto del nuevo Consejo Directivo del Instituto Güemesiano.
Día
8: Actos por el Natalicio del Gral. Güemes. Organizado por
Organizado
por el Instituto Güemesiano de Salta: A horas 19 en
Fueron
conferencistas los siguientes profesionales: Prof. Margarita González con el
tema “Don Eustaquio Méndez y la Guerra Gaucha”. El Lic. Jorge Sáenz con el tema
“
Día
8:
Día
Por
pedido del Lic. Ramos, se redactó un documento en que el Instituto Güemesiano Declara
de Interés Histórico Güemesiano las actividades organizadas para el mes de
Junio.
Días
18 y 19:
Día
20: Actos en conmemoración a
A 10 horas en la plaza Belgrano:
Izamiento de banderas, estrofas del Himno Nacional, ofrenda floral y palabras
del Dr. Jorge Skaf.
A
11 horas desfile en el Monumento 20 de Febrero en el Campo de
Día
22:
MARZO
Continuación de gestiones de las autoridades
del Instituto en el Ministerio de Gobierno y Gobernación, para el logro de la
designación por Decreto, del nuevo Consejo Directivo del Instituto Güemesiano.
También gestiones en
Día
7:
Día
Día
Luego
de la exposición sobre Historia del Pacto de los Cerrillos,
El
contacto con Cultura de
Día
25 de marzo es la fecha de firma por el Sr. Gobernador de
ABRIL
El Consejo Directivo del
Instituto Güemesiano estableció la adhesión a los Actos por el Bicentenario de
Día
2: El Instituto Güemesiano adhirió a los Actos oficiales por las Islas
Malvinas, asistió en representación
Día
3: Adhesión del Instituto Güemesiano a los Actos organizados por el Fortín
Martina Silva de Gurruchaga, en
Día
16: El Instituto Güemesiano adhirió a los Actos organizados por
Día
El
Acto se inició con palabras del señor ministro de gobierno don Antonio Marocco
destacando la importancia del Instituto Güemesiano, presentando el nuevo
Consejo Directivo y entregando en usufructo a la institución una computadora.
Seguidamente, la presidente del
Instituto Güemesiano Prof. Ercilia Navamuel, expuso sobre la trayectoria del
Instituto Güemesiano de Salta, sus logros y personalidades destacadas que le dieron
origen y lo dirigieron como el Dr. Atilio Cornejo, el Lic. Luis Oscar
Colmenares y otros. Haciendo referencias a los objetivos de investigación y
difusión de
El acto concluyó con la
exposición de los señores coordinadores de
MAYO
Día
En primer lugar, la presidente
del Instituto expuso sobre los gastos producidos en lo que va del año y los proyectos
de conferencistas para los Actos Académicos de Junio. Luego se distribuyó a los
nuevos miembros del Consejo Directivo copia del Decreto 1480 de designación y
copia del Estatuto del Instituto, dictado en la fecha de su creación, 1972.
También se trató el tema de la
decisión a tomar sobre el proyecto presentado por el Sr. Martín Güemes sobre
creación del Instituto Güemesiano Nacional, sobre lo cual se acordó elevar nota
al gobernador sobre la opinión que nos parece.
Día 15 de mayo de horas
Asistieron por el Instituto
Güemesiano
Día 16, 17 y 18: Trabajos de
investigación histórica y de la cultura tradicional en el Departamento de
Molinos gracias a la invitación de la hostería “Casa de D. Nicolás Severo de
Isasmendi”, en donde se prestó asesoramiento histórico y cultural. Asistió
Día
El Acto consistió en izamiento de
Banderas, entonación del Himno Nacional, ofrenda floral para lo cual intervinieron
las autoridades gubernamentales, el Sr. embajador y
Día
Día
25: Adhesión del Instituto Güemesiano a los Actos por la fecha patria
organizados por el gobierno provincial.
Día 25: La delegada en Buenos
Aires María Cristina Fernández, asistió a los actos de Bendición de
Día
Días 26 al
Día
JUNIO
Día
2: Adhesión del Instituto Güemesiano de Salta a
Día
6: La delegada en Buenos Aires María Cristina Fernández, participó de los Actos
Güemesianos en
Día
Día
Acto
Académico a horas 19, en
Presentación
de Banderas y entonación del Himno Nacional Argentino, seguido del Himno al
Gral. Güemes. Apertura con palabras alusivas a cargo de la presidente Prof. Ercilia
Navamuel.
Conferencias:
Presentación del Boletín Nº 32, por el director de publicaciones MPN Leandro Plaza
Navamuel.
El
Golpe de Mano en Humahuaca por el Lic. Jorge Sáenz.
Las
Medallas del Gral. Güemes por el numismático, doctor Roberto Enrique Díaz. La
conferencia estuvo acompañada de una exposición de medallas en dos vitrinas
aseguradas, las que quedaron para ser visitadas por el público por espacio de
10 días.
Finalmente
se procedió a la distribución del Boletín Nº
Día
11: La delegada en Buenos Aires, Prof. María Cristina Fernández, participó en
el programa de Radio el Mundo, difundiendo “Los valores cristianos y morales de
Güemes”.
Día
12, de horas
Día
Día
15: La delegada en Buenos Aires, Prof. María Cristina Fernández, participó en
los actos de Plaza Güemes de Adolfo Sordeaux, en donde se distribuyó material
bibliográfico sobre
Día
Acto
Académico a horas 19 en
Entrada
de Banderas. Entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino y del
Himno al Gral. M. M. Güemes.
Apertura
a cargo de la presidente Prof. Ercilia Navamuel con palabras alusivas.
Conferencias:
El
Gral. José de San Martín en Salta a cargo del Prof. Matías Jorge.
El
Legado Güemes y
Día
Presentación
de Banderas. Entonación del Himno Nacional Argentino y palabras alusivas a
cargo de la profesora Ercilia Navamuel, todo en el Monolito del Cementerio del
Chamical. Luego responso religioso y oración dirigida por
La
jornada finalizó con almuerzo criollo y visita al Museo Rural de Finca
Días
18 y 19: Adhesión del Instituto Güemesiano de Salta al IV Encuentro Interprovincial
Década Bicentenaria 2006-2016. Evocación al Gral. Martín Miguel de Güemes y al
Gral. Manuel Belgrano, organizados por el Gobierno Provincial en el Centro
Cultural América. Asistieron el Lic. Jorge Sáenz y
Días
20 y 21: La delegada en Buenos Aires Prof. María Cristina Fernández, participó
en los Actos efectuados en el Monumento al Gral. Güemes de Buenos Aires, en
homenaje a los generales M. M. Güemes y M. Belgrano. Durante todo el mes de
Junio asesoró a estudiantes de historia de
JULIO
Días
Día
Día
Día
9: Adhesión del Instituto Güemesiano a los Actos conmemorativos de
Día
8: La delegada en Buenos Aires María Cristina Fernández, organizó y participó
del acto en conmemoración de
Durante
todo el mes de Julio
Día
14:
Día
18: Colaboración con la revista El Guardamonte Nº 5 de
Día
19: Participación del Instituto Güemesiano, con la asistencia de
Días
El
día 31, se efectuaron los Actos Centrales en el Monumento al Gral. Güemes, asistiendo
por parte del Instituto Güemesiano la profesora Ercilia Navamuel junto con el
vicepresidente MPN Leandro Plaza Navamuel y la prosecretario profesora
Margarita González.
AGOSTO
Día
Día
Día
17: El Instituto Güemesiano de Salta adhiere a los Actos en Homenaje al Gral.
José de San Martín, organizados por el Gobierno Provincial y
Días
Día
19:
La
delegada en Buenos Aires Cristina Fernández, da a conocer que el Boletín Güemesiano
Digital, cumplió 8 años de existencia mensual llegando al Nº 100, por medio del
cual se difunde la gesta Güemesiana a nivel nacional e internacional.
Día
SETIEMBRE
Día
1º a 10 horas: En el Salón Blanco del Centro Cultural América se efectuó la
conferencia “Claves Para Pensar
Día
3: Adhesión del Instituto Güemesiano de Salta a los Actos en el pueblo de Río
Piedras en conmemoración de
Día
20:
Día
22 y 23: En el día Mundial del Folklore,
Día
Otras
disertantes fueron: Sra. Marta Elena de
Asistieron,
aparte de las disertantes, miembros del Consejo Directivo del Instituto Güemesiano,
como el MPN Leandro Plaza Navamuel y el Sr. José Cañizares además de socios,
como
Posteriormente
el Círculo de Legisladores de
Día
Día
Día
OCTUBRE
Día
6: El Consejo Directivo del Instituto Güemesiano de Salta, designó a su vocal,
Lic. Jorge Sáenz, como Delegado en la ciudad de Mar del Plata, en donde radicó
su nuevo domicilio por razones laborales. Tiene proyectado organizar una
subsede del Instituto para difundir la “Gesta Güemesiana” en la ciudad
turística.
Día
Día
A
horas 10.30, se asistió a la misa en
Día
14: El señor Pablo Pérez, miembro de
Día
15: El Consejo Directivo del Instituto Güemesiano de Salta, designó al señor
Hugo Norman Martínez Moreno, salteño güemesiano residente en la ciudad de
Santiago del Estero, como Delegado del Instituto en esa Provincia a fin de que
difunda la “Gesta Güemesiana”. Para lo cual se le entregó el material
bibliográfico necesario.
Día
17:
Día
24: La delegada en Buenos Aires, Cristina Fernández de Pérez, efectuó gestiones
ante el secretario de Cultura, señor José Nun, para que se declare en esa
jurisdicción de interés cultural, las fechas güemesianas y
Durante
el mes de octubre, el Consejo Directivo, por medio del señor Roberto Mario
Vieta, hace gestiones ante el GRUPO CATEDRAL, para equipar al Instituto con los
aparatos de mayor necesidad, en carácter de donación. Todo lo cual se hace por
iniciativa y ofrecimiento del Sr. Vieta, socio del Instituto, residente en la
ciudad de
NOVIEMBRE
Día
Día
4: La socia del Instituto
Güemesiano de Salta, historiadora Viviana Frías, publicó el martes 4 de
noviembre de 2008, en la sección Las Cartas del diario El Tribuno, un reconocimiento
a nuestro
vicepresidente MPN Rodolfo Leandro Plaza Navamuel, por trabajos fehacientemente documentados sobre la
fundación de Cafayate, en los cuales rescata a la fundadora y esclarece la verdadera
fecha de fundación del pueblo. Las citadas investigaciones sirvieron de base
para el debate sobre el tema y fueron determinantes para la resolución que
finalmente adoptaron los convencionales de Cafayate en
Asimismo
en un acto de justicia, el prestigioso semanario de Cafayate ARTÍCULO 14,
publicó el 31 de octubre en página completa de su contratapa, un reconocimiento
a Plaza Navamuel por sus estudios, que sirvieron para el debate y resolución
que finalmente adoptaron los convencionales de Cafayate.
Día
Día 6:
Día
Día
Día
Día
11:
Día
Día
Día
Día
Días
Día 25: Conferencia dada en Mar
del Plata por nuestro vocal, el licenciado Jorge Sáenz. Estuvieron presentes el
comandante de
Día
26: Reunión de historiadores y asociaciones de la historia en la sede del
Instituto Güemesiano de Salta, en donde se trató el tema del Patrimonio
Histórico de la ciudad de Salta, planteado por el licenciado Armando Raúl
Bazán, con el objeto de apoyar su moción con acciones concretas.
Día
28: Resolución Provincial Nº 229 del 28 de noviembre, por la que declara de interés
provincial el Boletín Güemesiano Digital del Instituto Güemesiano de Salta, que
dirige en Buenos Aires, la delegada María Cristina Fernández de Pérez.
DICIEMBRE
Durante
los meses de octubre, noviembre y diciembre, el vicepresidente y director de publicaciones del
Instituto
Güemesiano de Salta, MPN Rodolfo Leandro Plaza Navamuel, estuvo a cargo de la
dirección, coordinación, diagramación, compaginación y corrección del Boletín
Nº 33.
Todo
el año se distribuyó material bibliográfico a las escuelas y bibliotecas del
interior de
Pueblos de Salta: Chicoana,
Rosario de Lerma,
Instituciones: Ejército
Argentino, Gendarmería Nacional Agrupación VII Salta, Escuadrón 55 Tucumán de
Gendarmería Nacional. Fuerza Aérea Argentina, Biblioteca Victorino de
En todos los casos se distribuyó
por intermedio de Directivos, Socios y Delegados del Instituto Güemesiano.
Día 4: El socio activo, señor
Roberto Vieta donó de su peculio al Instituto Güemesiano de Salta, un micrófono
con todos sus accesorios, de gran utilidad para la institución. Asimismo, está
haciendo diferentes trámites con Fundaciones de
Día
9: El Ejército Argentino a través del teniente coronel Lagomarcino, donó para
Se
organiza la despedida del año, juntamente con entidades de la historia y otras
vinculadas al Instituto Güemesiano.
Día
19: Cena de fin de año.
BOLETÍN DEL INSTITUTO GÜEMESIANO
DE SALTA
Nº 33
AUTORIDADES DE
CONSEJO DIRECTIVO DEL
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA (2008 – 2012) ------------------------------------------
PRÓLOGO
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel -------------------------------------------------------------------------
LEY 26.125 GÜEMES HÉROE NACIONAL
---------------------------------------------------------
Nº 33
AÑO 2008
(Presidencia Ercilia Navamuel)
HOMENAJES
DE LA
ACADEMIA GÜEMESIANA
I
SESIÓN PÚBLICA DE
EUSTAQUIO MÉNDEZ Y LA GUERRA GAUCHA
Margarita Isabel González
------------------------------------------------------------------------------------------
II
HOMENAJE AL GENERAL GÜEMES
EN EL LUGAR DONDE FUE HERIDO
GÜEMES Y EL SOL DE MAYO
Darío Wayar Núñez --------------------------------------------------------------------------------------------------
SESIÓN PÚBLICA DE
EL GENERAL GÜEMES EN
DEL GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
RELACIONADA CON LAS MEDALLAS ACUÑADAS
Roberto Enrique Díaz ------------------------------------------------------------------------------------------------
SESIÓN PÚBLICA DE
POR LA INDEPENDENCIA, VISTA
POR EL
DOCTOR DALMACIO VÉLEZ
SARSFIELD
Víctor Fernández Esteban
-------------------------------------------------------------------------------------------
EL LEGADO DEL DOCTOR ADOLFO GÜEMES:
ESCUELA AGRÍCOLA
Mirian Violeta Gutiérrez ---------------------------------------------------------------------------------------------
EL VALLE DE CALCHAQUÍ Y SUS PATRIOTAS.
JUSTO HOMENAJE A TRES GUERREROS
DE
EL PATRIARCA DEL CALCHAQUÍ
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel --------------------------------------------------------------------------------
EL INTRÉPIDO
Bernardo Ruiz de los Llanos ---------------------------------------------------------------------------------------
VOCACIONES GAUCHAS
Ercilia Navamuel
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
EL ROSTRO DE GÜEMES
Rogelio Wenceslao Saravia
Toledo
--------------------------------------------------------------------------------
EL GENERAL MANUEL
BELGRANO EN
DEL NORTE. AMISTAD ENTRE
LOS GENERALES
MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES Y MANUEL BELGRANO
Ricardo Federico Mena y Martínez Castro -----------------------------------------------------------------------
BATALLA DE HUAQUI. FIN DE LA
PRIMERA EXPEDICIÓN AL ALTO PERÚ
José Alfonso de Guardia de Ponté --------------------------------------------------------------------------------
PATRIOTISMO GAUCHO
María Cristina Fernández ------------------------------------------------------------------------------------------
LOS HÉROES
Rodolfo E. Ibáñez Plaza ----------------------------------------------------------------------------------------------
ORACIÓN GAUCHA
Carlos Diez San Millán -----------------------------------------------------------------------------------------------
GUÍA GENEALÓGICA EN EL MILENIUM
R. L. P. N. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MEMORIA ANUAL
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA, MEMORIA ANUAL 2008
Ercilia Navamuel
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INDICE
BOLETÍN DEL INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA Nº 33 ------------------------------------------
· Nómina de autoridades de
· Decreto Nº 1480, dictado por el Poder Ejecutivo de
· Profesora en geografía, 1980
(Profesorado de Lenguas Vivas de Salta). Socia activa
del Instituto Güemesiano de Salta.
· Docente. Socio activo del Instituto
Güemesiano de Salta.
· Este trabajo forma parte de una
obra de mayor extensión, sobre las distintas y diversas medallas relacionadas
con el Gral. Güemes, habiendo constituido el capitulo relacionado con la
iconografía y la catalogación y análisis de
dos de las mas significativas medallas el tema que fuera desarrollado
por el autor respondiendo a invitación del Instituto el día 7 de junio de 2008.
··
Abogado. Investigador numismático. Socio activo del Instituto Güemesiano de Salta. Es
miembro correspondiente de
· Escribano público nacional. Tesorero del Instituto
Güemesiano de Salta.
· Profesora en historia. Socia
activa del Instituto
Güemesiano de Salta.
· Martillero público nacional
(Tucumán-Salta). Vicepresidente, director y coordinador general de
publicaciones del Instituto Güemesiano de
Salta. Miembro fundador (1997), de número (1999. Sitial D. Antenor de
Peñalva Torino), vicepresidente, director y coordinador general de
publicaciones del Centro de
Investigaciones Genealógicas de Salta.
[1]
Reyes Gajardo, Carlos M.: “Apuntes Históricos Sobre San Carlos del Valle
Calchaquí de Salta”, pág. 103. S. A. Casa Jacobo Peuser, Ltda. Buenos Aires,
1938. Carlos G. Romero Sosa, por su parte, dice: “el invencible y audaz coronel
don Luis Borja Díaz y Plaza, que se inició durante el fragor de la originaria
Expedición Libertadora hacia el Alto Perú, sirviendo bajo las órdenes sucesivas
de Ortíz de Ocampo, de Balcarce, de Castelli, de Pueyrredón, de Belgrano y de
San Martín (…), y después ejecutor y brazo derecho de todas las milicias de los
Valles Calchaquíes, durante la cruenta y heroica epopeya de Güemes”.
[2]
Don Domingo Díaz de Loria descendía del capitán Pedro Díaz de Loria “El Viejo”,
vecino encomendero de
[3]
Don Miguel de Lea y Plaza fue fundador de su familia en Salta y sus orígenes
genealógicos, según nuevas investigaciones en el Archivo General de Indias, se
remontan a los primeros conquistadores en el Cuzco. Dedicado a la agricultura,
poseyó un “molino de piedra” donde
procesaba su producción de granos; también se dedicó a la cría y engorde de
ganado, principalmente de mulares, los que comercializaba en Tarija, Potosí y
Chile. Entre los entroncados al linaje, se distingue el capitán de Caballos
Ligeros don Pedro de Lea y Plaza, nacido en el Cuzco a mediados del siglo XVI,
llegó a Chile alrededor de 1570, donde fue feudatario. Guerreó toda su vida con
los indios. Chillán donde tuvo una merced de tierras y una encomienda de
indios, según datos históricos, fue fundada en 1580. Los documentos existentes
en el Archivo General de Indias en Sevilla, que debemos a Benjamín Lea-Plaza
Edwards, y cuyas copias conservamos, indican que el capitán Pedro de Lea y
Plaza, era “hijo y nieto de los primeros
conquistadores”.
[4] Figueroa, Fernando R.: “Diccionario
Biográfico de Salteños”. Editorial Universidad Católica de Salta. Salta, 1980.
Figueroa registra equivocada su filiación.
[5] Nelson, Cristian: “Notas Sobre
[6]
Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”, pág. 255, cit.
[7] Mitre, Bartolomé: “Historia de Belgrano y
de
[8]
Entre los hermanos y primos hermanos, mencionaremos a D. Tomás, a la
distinguida dama patricia Da. María Magdalena, esposa y prima hermana del
“Patriarca del Calchaquí”, coronel D. Luis Borja Díaz, a D. Manuel Ubaldo y su
esposa doña María del Milagro Cabrera y Díaz, proba patricia salteña, D. Juan
Pablo, D. Felipe, D. José Remigio (sus tres esposas, Da. Dorotea Mendía y
Baisa, Da. Trinidad Gallardo y Olmos, y Da. Trinidad Arias de Navamuel, de
altos ideales independentistas, hermana e hijas respectivamente, de abnegados
oficiales partícipes en célebres y cruentas contiendas), y D. Ramón de Lea y
Plaza Ríos; D. José María y D. Juan de Dios de Lea y Plaza de Mendoza y su
esposa, doña Manuela de Zamora y Castellanos, fervorosa partidaria de la causa
americana; D. José Mariano de Lea y Plaza de Isasmendi; D. Luis Borja, D. José
Mariano y Da. Dolores Díaz de Lea y Plaza (una ilustre dama que fue gran
colaboradora de la Patria, esposa del alférez de Caballería D. José Antonio
Suárez, que sacrificó su propia vida en el “Combate de Sauce Redondo” el 24 de
marzo de 1814); D. José Mariano y su hermana la altruista dama patricia, Da.
Juana de Lea y Plaza Valdés de Vargas, casada con el coronel, doctor D. Gaspar
López de Vera, son algunos de los preclaros hombres y mujeres miembros de esta
familia salteña, que contribuyó incorporando gente de sus mandos a las milicias
de Salta, Tucumán, Catamarca, Jujuy, Tarija y el Alto Perú, organizando de esta
manera varios escuadrones, y entregando a la noble causa de
[9]
A. y B. H. S. (Archivo y Biblioteca Históricos de Salta) Carpeta Fantasma Nº 41
“Dragones de Milicias Patrióticas de Salta” Pie de Listas, año 1813.
[10]
Cutolo, Vicente Osvaldo: “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”. VI
volúmenes. Edit. Elche, Imprenta Crisol. Buenos Aires, 1968.
[11] Cutolo, Vicente Osvaldo: “Nuevo
Diccionario Biográfico Argentino”, cit.
[12]
Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y Sudamericanas”. Buenos Aires.
[13]
Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y Sudamericanas”, cit.
[14] Cornejo, Atilio: “Historia de Güemes”,
Segunda Edición. Talleres Artes Gráficas S. A. Salta, 1971.
[15] Plaza Navamuel, Rodolfo Leandro: “Protagonistas de una
Gesta Incomparable”, pág. 5. Separata del Boletín Nº 29-30 del Instituto
Güemesiano de Salta, Publicación Oficial del Gobierno de
[16] A. y B. H. S. Libro Nro. 1, años
[17]
Cuesta Figueroa, Marta de la: “El Cabildo de Salta (1582-1825)”, págs. 239 y
240. Instituto de Investigaciones Históricas de Salta. Consejo de
Investigaciones de
[18]
El coronel D. Gaspar López de Vera y
Gómez, nació en Salta el 11 de enero de 1790, proveniente de antiguas y
acaudaladas familias descendientes de conquistadores y primeros pobladores.
Fueron sus padres D. Pedro Ignacio López de Vera y Uría y Da. Margarita Gómez;
nieto paterno de D. Jacinto López de Vera y de Da. María Josefa de Uría y Losa
Bravo; bisnieto paterno paterno del maestre de campo D. Pedro López de Vera y
de Da. Antonia Torres Valenzuela; bisnieto paterno materno de D. Francisco de
Uría Pérez y de Da. Margarita de Losa Bravo de Abreu y Figueroa (Archivo Plaza
Navamuel).
[19] Carta de Güemes a Teodoro López, Jujuy,
15-IX-1816, en Güemes, Luis: “Güemes Documentado”. Tomo 6, pág. 128. Editorial
Plus Ultra. Buenos Aires, 1980. También Cornejo, Atilio: “Güemes y
[20]
Yaben, Jacinto: “Biografías Argentinas y Sudamericanas”, cit.
[21]
A. y B. H. S. Carpeta de Gobierno. En 1802 en Tarija, firmaba un certificado
cuya copia conservamos en nuestro archivo, donde él mismo se nombraba de la
siguiente manera: “Dn. Juan José
Feliciano Alejo Fernández Campero Martearena del Barranco Pérez de Uriondo
Gutiérrez de
[22] Declaración del teniente Justo González, Salta, 21-XI-1816, en Güemes,
Luis: “Güemes Documentado”. Tomo 4, págs.
– Por todo
aquello de heroico que sucedió en Yavi, nos parece oportuno publicar completa
la mencionada carta de Ruiz de los Llanos a su tío “Cachi. Noviembre 26 de
[23]
Carta de Feliciano de
[24]
Carta de Feliciano de
[25]
Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”, pág. 252, cit.
[26]
Carta de Luis Borja Díaz a Güemes, San Carlos, 26-XI-1820, en Güemes, Luis:
“Güemes Documentado”, Tomo 6, págs. 474 y 475.
[27] Reyes Gajardo, Carlos: “Apuntes...”.
Carta de Pedro Antonio Arias a Güemes, pág. 103, cit.
[28]
Arévalo, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero Gaucho”. Boletín Nº 3 del Instituto
Güemesiano de Salta, Publicación Oficial del Gobierno de
[29]
Arévalo, Lilia Fanny Pérez de: “El Fuero Gaucho”, Ibídem.
[30]
Archivo Plaza Navamuel.
[31] Cornejo, Atilio: “José María Paz en
Salta”, pág. 141. Boletín del Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos
de Salta. Tomo 30. Salta, 1960.
[32] Paz, José María: “Memorias Póstumas”,
Tomo I y II. Editorial Almanueva. Buenos Aires, 1954. También Yaben, Jacinto:
“Biografías Argentinas…”, cit.
[33]
A. y B. H. S. Registro Administrativo. Poder Ejecutivo. Departamento de
Gobierno - Correspondencia oficial, 1825. Salta, no foliada.
[34] Paz, José María: “Memorias Póstumas”,
cit.
[35] Archivo y Biblioteca Históricos de Salta.
- 1825 - Registro Administrativo. Poder Ejecutivo. Departamento de Gobierno -
Correspondencia oficial. Salta, no foliada Cuaderno de Comunicaciones con el
Señor Gobernador y Capitán General interino de Salta. Año 1825. [Documentos] “Después
que ya no se debe contar con el Escuadrón del Coronel Urdininea, y cuando el
enemigo según noticias resientes aumenta considerablemente su fuerza, creo de
necesidad que llegada la división de mi mando al territorio enemigo, pueda en
cualquier lance maniobrar por si sola con probable suceso: al efecto a
calculado poner en el número de quinientas plazas el Batallón de Cazadores, y
en igual numero la tropa de Caballería: detenerme quince días en la quebrada y
con una incesante disciplina poner expedita toda la fuerza, mientras por otra
parte la caballada descansa y afirma mejor el vaso. En tal empeño y recordando
los esfuerzos que hizo el Coronel
Comandante Dn. Luis Borja Díaz [de Lea
y Plaza], para reunirse a
[36] Cornejo, Atilio: “Causas y Consecuencias
de
[37] A. y B. H. S. Carpeta 27, Prot. 286, fs.
90, Testamento de don Luis Borja Díaz Plaza.
[38]
Doña María Magdalena de Lea y Plaza
nació en San José de Cachi del Valle de Calchaquí, en 1778. Heredó de sus
padres extensas propiedades en Cachi, las que al contraer matrimonio se sumaron
a las de Díaz de Lea y Plaza, alcanzando los conyugues una cuantiosa fortuna.
Noble patriota, benefactora y ejemplar esposa, desde que se produjo la
Revolución de 1810 estuvo entre las primeras mujeres decididas en colaborar con
la causa de la emancipación. Aunque no tuvo hijos propios, crió desde la
infancia a su sobrino nieto don Eduardo Plaza, aparte, en su vida conyugal
adoptaron a una niña, llamada Flora, que llevó el apellido Díaz. Desempeñó asimismo
un especial papel de madre con muchos de sus sobrinos carnales y con los hijos
de algunos primos hermanos a todos los cuales brindó un esmerado cuidado.
Conoció y trató con la casi mayoría de los próceres de su tiempo, que
compartían las ideas y las convicciones de su familia, tanto de sus hermanos y
primos como la de su esposo, a quien acompañó en todos sus emprendimientos y luchas.
Se caracterizó en el Valle de Cachi por su espíritu caritativo, y fueron
importantes sus donaciones de joyas y vestuarios para los diferentes
escuadrones de la época de la Independencia, ayudando también en las guerras
civiles de la década del
[39] Es tradición que su abuela doña Rosa de
Texerina, inculcó la devoción a Ntra. Sra. de las Mercedes a todos sus descendientes.
[40] A. y B. H. S. Carpeta 27, Prot. 286,
folio 91v., Testamento de don Luis Borja Díaz Plaza. - También Hessling, María
Teresa Cadena de: Apuntes y Archivo Particular.
[41] A. y B. H. S. Testamento de don José
Mariano Díaz, 1830. Esc. Félix Ignacio Molina.
[42] Monumento al general Güemes en la ciudad
de Salta y monolito a Güemes en Cachi, Provincia de Salta. Lamentablemente,
el magnífico monumento al general Güemes
en la ciudad de Salta carece del reconocimiento a muchísimos próceres; la placa
donde figuran algunos de los nombres más importantes, y que pretende ser una
lista acabada de los principales comandantes, es incompleta desde todo punto de
vista.
·
Socio activo del Instituto Güemesiano de
Salta.
·
Profesora universitaria en historia. Presidente del Instituto Güemesiano de Salta. Miembro de número (Sitial D. Ricardo Rojas) del Centro de Investigaciones Genealógicas de
Salta.
·
Charla pronunciada en el ciclo de
conferencias “Distintas miradas sobre Martín Miguel de Güemes” organizado por
el Poder Judicial de Salta, la Escuela de
··
Abogado. Socio activo del Instituto Güemesiano de Salta. Miembro fundador (1997), de
número (1999. Sitial D. Atilio Cornejo), presidente y asesor titular de
publicaciones del Centro de
Investigaciones Genealógicas de Salta.
·
Odontólogo. Socio activo del Instituto
Güemesiano de Salta. Miembro fundador
(1997), de número (1999. Sitial D. Manuel Lizondo Borda) y protesorero del Centro de Investigaciones Genealógicas de
Salta.
· Es cofundador y actual
presidente del Centro Patrimonio Salta.
Jefe del sector Página Web Institucional de
[43]
Movimientos de
[44]
Historia General del Alto Perú, Luis Paz, Tomo II.
[45]
[46]
Archivo General de
· Profesora en ciencias de la educación.
Académica correspondiente del Instituto
Güemesiano de Salta en Buenos Aires.
·
Arquitecto. Socio activo del Instituto Güemesiano de Salta.
·
Vicepresidente de