20
de FEBRERO de 1813
ANTECEDENTES
A mediados de julio de 1812, encontrándose el
general Manuel Belgrano en Jujuy, Belgrano es informado que los realistas
reforzaban sus efectivos en Suipacha, y que, a las órdenes del general Pío
Tristán se aprestaban a invadir Jujuy, Salta y Tucumán.
El Ejército del Norte no se encontraba en
condiciones de resistir y el Triunvirato ordena replegarse hasta Córdoba.
El éxodo de la población comenzó a principios
de agosto y el 23 de ese mes se inicia la retirada del ejército hacia el sur.
Suponiendo Belgrano que al encontrar Jujuy
abandonado, Tristán se dirigiría a Salta, dispuso el traslado de los archivos
públicos y las alhajas de oro y plata de las iglesias para salvarlos de la
rapacidad y vandalismo del “solemne ladrón y asesino” coronel Huici, ordenando
hacer alto recién en la madrugada del 29
de agosto, a las márgenes del río Pasaje.
COMBATE del Río Las
PIEDRAS
“El día 3 de septiembre habiendo cruzado a la
banda sur del río de las Piedras, que estaba seco, el grueso de las fuerzas
patriotas, había quedado en el campo del norte y distante unas dos leguas, la
retaguardia que lo seguía.” (01)
La vanguardia de las fuerzas del rey, que
seguían en su persecución, a eso de las dos de la tarde cargo con furia sobre
la retaguardia, mezclándose con ella y llego al frente de la posición que
ocupaba Belgrano con el grueso del ejercito patriota el que avanzando con
intrepidez puso en fuga al enemigo que dejo en el campo de batalla 2 oficiales
y 58 soldados muertos, logrando una partida al mando del capitán Esteban
Figueroa apresar entre otros al jefe enemigo coronel Huici, “no
habiendo tenido de nuestra parte más que 6 heridos y muertos gloriosamente don
Manuel de Mendoza, un Sargento de
Húsares y un soldado”. (02)
Este combate demostró el temple de los
soldados que intervinieron en el, e infundió esperanzas a todos.
BATALLA DE TUCUMAN
Ante el requerimiento de los pobladores de
Tucumán y de los que emigrando de Jujuy y Salta seguían al ejército patriota,
Belgrano, bajo promesa de recibir ayuda económica para solventar los gastos y
compromiso de reclutar voluntarios para engrosar las filas del ejército, decide
desobedecer las órdenes recibidas y prepararse para enfrentar al enemigo.
El 24 de septiembre de 1812 en las afueras de
la ciudad – Campo de las Carretas - se produce el enfrentamiento. La batalla se
torno confusa, de difícil conducción, los ejércitos se dividían, se fragmentaban
en grupos que peleaban interpolados, semi-ocultos por el humo surgente de los
pajonales incendiados, y culmino cuando Tristán evaluando su desventajosa
situación sin rendirse retiró su ejército hacia Salta.
EL EJERCITO PATRIOTA
INICIA
Durante los cuatro meses que siguieron al
sonado triunfo, se reforzaron los efectivos del ejército y se aprovisiono para
hacer frente a las necesidades de la próxima campaña, que tenía por meta la
ciudad de Salta.
A principios de enero de 1813 el ejército se
pone en marcha hacia el norte y llegado al sitio donde se había producido el
año anterior el combate conocido como del Río Las Piedras, Belgrano hace
formar, a la vera del mencionado río, al ejército y desenvainando su espada
pronuncia una encendida arenga, destacándose la frase:
“la
sangre de los que murieron aquí ha sido vengada en Tucumán y la de los que han
muerto allí será vengada en Salta”.
Al día siguiente, 13 de febrero de 1813 se
reúne la totalidad del ejército patriota a orillas del río Pasaje, (hoy
Juramento o del Juramento), oportunidad en la que Belgrano decide reiterar su
desobediencia, despliega la bandera patria, y bajo pretexto de tomar juramento
a la recientemente instalada Asamblea General aprovecha para hacer jurar por
los miembros del ejército fidelidad al que no era ya el pabellón real y nuevamente
arenga, al ejército todo, expresando “este será el color de la nueva divisa con
la que marcharán a la lid los nuevos campeones de la patria”.
TRISTAN EN SALTA
Cuando llega el ejército patriota al antiguo
Fuerte de Cobos es avistado por una partida de exploración del ejército real la
que de modo urgente anoticia al Gral. Pío Tristán de que marchaban hacia Salta,
no ya pequeñas partidas sino, todo un ejército, lo que lleva a que adopte las
providencias para hacer frente a las fuerzas, que sabía, venían al mando de
Belgrano, aprestándose así, a lavar el honor militar mancillado en Tucumán.
La naturaleza parecía facilitar tal labor, ya
que encontrándose la ciudad de Salta en un valle, el único acceso conocido por
la población era el que se introducía por la denominada zona del Portezuelo
sobre cuyos cerros apostó la mayor parte de sus tropas, colocando en la zona
del zanjón de Sosa el resto de sus fuerzas.
Belgrano ante estas circunstancias dudaba,
entre intentar ingresar a Salta por la zona a sabiendas de que sufriría su
ejército grandes pérdidas y riesgo de humillante derrota o retornar hacia
Tucumán sin poder cumplir el añorado objetivo.
“CHOCOLATE” SARAVIA
El Capitán Don Apolinario Saravia anotició al
jefe del ejército patriota de la existencia de una senda muy poco conocida la
que, pasando entre el escabroso laberinto de las montañas, conducía hacia el
norte hasta dar con la denominada Quebrada de Chachapoyas desembocando en la
estancia de Castañares, de propiedad de su padre el Cnel. Don Pedro José
Saravia, la que se encontraba precisamente en el campo norte lindero con la
denominada Tablada de Salta y opuesto a las sierras por donde Tristán esperaba
la llegada del ejército patriota.
El 19 de febrero tras penosa marcha Belgrano
logra reunir su ejército en Castañares ocupando esa zona y la de los
denominados Tres Cerritos, mientras un reducido grupo de las fuerzas patriotas
seguía hostigando en la zona del Portezuelo al ejército del rey que aguardaba
por allí el ingreso de todos los cuerpos de los vencedores en Tucumán.
Tristán desconfiando de los informes que le
trasmitían en el sentido de que el enemigo “aparecía” por el norte, salió a
observar el campo y llegó a convencerse que el ejército en pleno y no una
partida pequeña era la que asomaba por el norte. Azorado, sorprendido, dio
urgentes ordenes de modificar el emplazamiento de sus
fuerzas las que esperaban el ingreso de las adversarias por el sur.
El 20 de FEBRERO de
1813
Díaz Vélez que con bravura había venido
cumpliendo sus misiones, mientras arengaba a los cuerpos patriotas fue herido
por una bala enemiga en el muslo por lo que debió retirarse, Belgrano ordenó al
Comandante Manuel Dorrego cargar sobre el ala izquierda del enemigo pero fue
rechazado inicialmente, advertido de ello, Belgrano mandó auxiliarlo con grupos
de la caballería y de las milicias de Salta ordenándole renovar la carga, la
que en esta ocasión produjo la fuga del jefe de esa ala que no era otro que el
Marqués de Yavi quien partió hacia las Lomas de Medeiros arrastrando con su
ejemplo a la caballería y desapareciendo del campo sin disputarlo.
La infantería del ejército real se vio
atropellada por la infantería patriota a la que se sumó la caballería que había
abandonado la persecución de los hombres comandados por el marqués de Yavi con
lo que iniciaron una desordenada fuga que obstaculizada por la carencia de una
vía apta de escape produjo caídas, ahogos y muerte de muchos en la zanja de
Tineo, cuyas aguas se habían incrementado grandemente con motivo de las lluvias
de los días anteriores.
En aquellos momentos coronando las Lomas de
Medeiros, surgía un grupo de paisanos a caballo que, al verlos de lejos,
produjo en el ánimo de las tropas reales la idea asustadiza de que un nuevo
ejército les venía por la espalda y ello acabó por decidirlos a emprender la
fuga. Tal aparición se debía al accionar de algunas patriotas que en la mañana
montando a caballo reclutaron una pequeña fuerza a cuyo frente se encontraba
doña Martina Silva de Gurruchaga.
Tristán, al observar el desquicio, inició la
retirada hacia la ciudad, ya solo resistía en las laderas de Tres Cerritos una
parte de la infantería realista la que causaba grandes pérdidas a las fuerzas
que al mando de Superí pretendían ocupar esa posición, favorecidas las fuerzas
realistas por la posición que desde la altura les permitía observar los
movimientos de los que pretendían llegar a la posición, el Cnel. Arenales
observando que esa ala del ejército real quedaba cortada, poniéndose a la
cabeza de algunos Decididos y paisanos lanzó una carga estrepitosa sobre
aquellos cuerpos que huyendo por las faldas del San Bernardo se dispersaron,
cayendo muchos prisioneros y bajando otros para reconcentrarse en la ciudad
donde los aguardaba su general.
La suerte estaba
echada. Triunfando en el campo la resistencia en la ciudad era casi imposible
porque a las fuerzas patriotas se sumaron la mayor parte de los habitantes de
la misma y la consecuencia no pudo ser otra que la capitulación.
El ejército real al día siguiente rindió sus
armas, después de una noche de dolor y vergüenza, y luego de haber jurado que
no volverían a levantar sus armas en contra de la patria.
Cuando Tristán avanzaba hacia Belgrano para
rendirse entregando su sable, éste en gesto que no fue nunca entendido por los
hombres de Buenos Aires evitó tratarlo con dureza tendiéndole sus brazos y
estrechándolo en un abrazo.
En fosa común se dio sepultura a los que
habían caído durante la batalla, mandando el jefe del ejercito patriota colocar
una cruz de madera con la leyenda: “Vencedores
y vencidos en Salta, 20 de febrero de
La humilde cruz de
madera fue sustituida poco tiempo después, por el entonces gobernador A
Chiclana, a pedido de Belgrano, por otra que pintada de verde ostentaba
solamente la leyenda “a los vencedores y vencidos”.
El tiempo fue deteriorando el símbolo hasta
que en 1834 el gobernador Pablo de
Pasaron más de sesenta años, el olvido y los
efectos de la intemperie terminaron con la cruz partida en el suelo.
Seminaristas que paseaban por el lugar rescataron lo que había quedado de ella
y monseñor Piedrabuena la entrego al gobierno.
En mayo de 1899 la comisión pro-monumento
ordeno la restauración de la cruz depositando los maderos en un estuche de
hierro con vista de cristal, trabajo este que fue realizado en Buenos Aires por
la firma Bellagamba y Rossi.
Cumplido ese trámite fue colocada en el atrio
de
PREMIOS MILITARES –
MEDALLA 1813
El triunfo de Salta ensoberbeció a
De acuerdo a esas resoluciones y a las
atribuciones que le eran propias el Ejecutivo dirige a la asamblea comunicación
sobre los premios a los vencedores de Salta:
“en
justa retribución á los heroicas esfuerzos del ejército victorioso auxiliar del
Perú, ha concedido el Supremo Poder Ejecutivo á los dignos oficiales que se
hallaron en la gloriosa acción de Salta, un escudo
de oro, a los sargentos otro igual de plata y a los soldados de paño, que
tenga por jeroglífico una espada y un morrión en el centro y alrededor de la
orla un letrero con la inscripción siguiente:
Arnaldo Cunietti-Ferrando, señala que “La
ocupación de
“La ceca sirve a Belgrano para acuñar allí
los escudos de premio por la batalla de Salta. Son de forma oval y muestran en
el campo dos manos unidas sosteniendo en alto un sable corvo con el gorro de la
libertad, encerrado todo entre un ramo de laurel y otro de palma con la
leyenda: “
MEDALLAS
Llegado Belgrano a
De la medalla conmemorativa de
“1813. CONMEMORATIVA
DE
Anverso: En el centro del campo, dentro de una guirnalda de
palma a la derecha y de laurel frutado a la izquierda, encerrada en una corona
de laurel estilizado, la leyenda: /SALTA/.En el perímetro leyenda
circular:/VICTORIA DEL VEINTE DE FEBRERO DE MIL OCHOCIENTOS TRECE/. En la parte
superior del campo, cerrando la leyenda, ornamento. Gráfila de granetería.
Reverso: En el campo dentro de una corona de laurel, en cinco
líneas, la leyenda: / LIVERTAD / DE LAS / PROVINCIAS UNIDAS / DEL RIO / DE
Canto: Parlante. / VIVA (roseta) LA (roseta) RELIGION
(guirnalda) LA (roseta) PATRIA (roseta) Y (roseta) LA (roseta) UNION
(guirnalda) /.
Metal: Oro
Peso: 60,5 gr.
Módulo:
Grabador: No figura.
(05)
EL MONUMENTO
El 6 de marzo de 1813
Esta disposición luego de la euforia circunstancial
paso al olvido y solo la humilde cruz recordaba aquella victoria.
Recién el 15 de Mayo
de 1899, el Gobierno de la provincia de Salta encaró la erección del monumento constituyendo
una comisión compuesta por el Vicario General y Gobernador de
El decreto provincial disponía “La restauración del monumento, de tal modo
que resulte digno de los hechos conmemorados ocupando además, un sitio en los
terrenos destinados para parque”. Terrenos estos que en 1884, los señores
Ángel y Victorino Solá habían donado a
Se llamó a concurso de planos
para la construcción del monumento, presentaronse siete proyectos y el 28 de
Febrero de 1901,
El 25 de Mayo de 1901 se colocó la piedra
fundamental sobre la cual se levantaría el futuro monumento. Fue un acto
imponente y grandioso, donde se volcó la esperanza de concretar un viejo
anhelo.
En un boletín extraordinario aparecido con
motivo de este acontecimiento, se detallaban sus partes.
La base del monumento tendría cuatro amplias
escalinatas, terminando en una especie de terraza de la cual arrancaría el
segundo cuerpo. En cada uno de los ángulos de ese segundo cuerpo se colocaría
un águila de bronce.
Sobre el segundo cuerpo se levantaría un
monolito (tercer cuerpo), donde se destacarían las figuras del General Manuel Belgrano, empuñando la bandera al
lado de la cruz que colocó sobre la fosa común de los vencedores y vencidos, del Mayor General Eustaquio Díaz Vélez, del teniente
Coronel Cornelio Zelaya y del Comandante Manuel Dorrego. Sobre el
monolito se colocaría una estatua que simbolizaría
1) Formación del Ejército del
General Manuel Belgrano en el Río Las Piedras, en 1813 donde el año anterior se
había librado batalla.
2) El Juramento de
3) La capitulación
del Gral. Tristán.
4) Fisonomía del Campo Castañares y de
Las estatuas de Belgrano, Díaz Vélez, Zelaya,
Dorrego son obras de Torcuato Tasso y
del Ing. Francisco Schmidt, fueron fundidas en París bajo la supervisión de la
escultora salteña Lola Mora.
En la casa Du Val D'Osne de
París, se fundieron las cuatro estatuas alegóricas colocadas en los ángulos del
basamento, que
representan las virtudes de PRUDENCIA, JUSTICIA, FORTALEZA y TEMPLANZA, la bandera del Gral. Belgrano, los ocho leones de las
escalinatas y las cuatro águilas.
Los bajorrelieves y la estatua de
Nueve años demoró la
obra proyectada por el catalán Torcuato Tasso. Se inauguró el 20 de Febrero de
1910, conservando en su conjunto escultórico la influencia del estilo francés
CUADRO -
En 1908 Arístene Papi, pionero de la
enseñanza artística en Salta, pintó un cuadro que se conserva en
Ese cuadro sirvió como modelo y fuente de
inspiración para los artistas que modelaron los anversos o reversos de algunas
medallas que en 1913, con motivo del Centenario de
1913 – EL CENTENARIO
- MEDALLAS
Al cumplirse el Centenario de
Una pieza de singular belleza es la plaqueta
que en su anverso ostenta el busto de Belgrano dentro de una corona de laureles
que apoya sobre un águila en vuelo portadora en sus garras de una rama de
roble, a la derecha imagen alegórica de
En el reverso vista del ejercito patriota en
el Campo de Castañares, al fondo el ejercito real y la ciudad de Salta, esta
imagen muy similar al cuadro pintado por Arístene Papi.
En la parte superior en arco la leyenda
“BATALLA DE SALTA”, en banda inferior en dos líneas “1813 – 20 DE FEBRERO –
1913 / EL EJERCITO NACIONAL”.
También en menor tamaño se acuñaron medallas
de similar formato a la plaqueta antes mencionada las que en su anverso
ostentan vista del campo de batalla.
En su reverso en arco la leyenda “1813 - 20
DE FEBRERO
En la parte inferior dos ramas de
laureles unidas por cinta que forman moño.
En la línea de base a la izquierda “GOTTUZZO y Cº”
El hecho de
consignarse en estas piezas “J. Gottuzzo
y Cª” nos induciría a atribuir la autoría a don Juan Gottuzzo, pero una particular
circunstancia nos permite hoy sostener con certeza que si bien las piezas
fueron fabricadas en los talleres de la firma GOTTUZZO y Cª, la autoría
artística de la vista del campo de batalla pertenece al escultor alemán Ernesto
Mueller.
Gracias a la amabilidad de la señora Berta
Campagna de Rodríguez podemos brindar imágenes de una bella pieza de bronce
plateado en la que es posible apreciar en plenitud la citada vista. (06)
En la parte inferior
derecha “J. GOTTUZZO y Cª”
Y en la izquierda “E. MUELLER E.S.C.”
Queda pendiente la
tarea de investigación para intentar determinar la autoría artística del
anverso de la plaqueta y reverso de la medalla.
Las
medallas encargadas por el gobierno, fueron acuñadas en cobre, bronce
plateado y bronce dorado, todas ellas ostentan en su anverso una vista del
monumento y la leyenda semicircular perimetral “MONUMENTO CONMEMORATIVO DE
No existe identificación del grabador. Módulo
SESQUICENTENARIO DE
Con motivo del
Sesquicentenario de
El motivo central de
la misma lo constituye la imagen del monumento que conmemora la batalla. Como
es de uso en esa oportunidad también se confeccionaron sobres especiales y
matasellos alusivos.
(08)
El Sesquicentenario de
Esta pieza carece de
valor artístico, la reproducción del monumento inaugurado en 1910 no respeta la
proporcionalidad entre los distintos tramos o elementos que le componen y
ofrece una incorrecta ubicación de las estatuas de los jefes militares, mostrando
solo tenues vestigios de algunos componentes tales como los leones, las coronas
de laureles y las alegorías.
EPILOGO
Tendremos que esperar
la conmemoración del Bicentenario de
El Capitán “Chocolate”
Apolinario Saravia, doña Martina Silva de Gurruchaga, nombrada capitana del
Ejercito del Norte, por el general Belgrano por su participación y valor en la
batalla y muchos mas reclaman, desde el fondo de la historia, un justo
homenaje.
ROBERTO ENRIQUE DIAZ
Los Olivos 104
Barrio Tres Cerritos
CP A4408LFB – SALTA
Tel. (0387) 4396307
NOTAS:
(01) – FRIAS, Bernardo – HISTORIA DEL GENERAL
MARTÍN GÜEMES Y DE
(02) - Parte del Gral. Belgrano al Superior
Gobierno de las Provincias Unidas del Río de
(03) – CUNIETTI-FERRANDO, Arnaldo – MONEDAS y
MEDALLAS - Cuatro Siglos de historia y
Arte. Manrique Zago Ediciones. (p. 34)
(04) - En Boletín del Instituto Bonaerense de
Numismática y Antigüedades – Nº 4 – Bs. As. 1954 – Pág. 56:
EL ESCUDO DE SALTA - ROMAY, Francisco L.
Sostiene que:
“Los premios como es
de suponer, fueron entregándose a medida que los beneficiados los solicitaban.
En octubre 31 de 1917, se presentó el presbítero doctor Roque Illescas,
capellán del Ejército del Perú, que se halló en
El presbítero Illescas
recibió su escudo el 19 de noviembre del año
(05) - GONZALES CONDE, José María - LAS
MEDALLAS DE SALTA Y TUCUMAN EN ORO
Revista Numismática Argentina Nº 66 – Enero-Marzo 1970 Págs.
16/17
(06) Pieza perteneciente a la colección de
doña Berta Campagna de Rodríguez – Salta
(07) Dada la similitud del reverso con la
obra del escultor alemán E. Mueller, cabe relacionar con el mismo la autoría.
(08) Gentileza del Ing. Mario Ricardo Varone
El campo donde se desarrollo
Por el mismo decreto
se declaró también lugar histórico nacional la sala de