Lic.
Magdalena Barreiro de Mónico
ació
en la ciudad de Salta, en la segunda mitad del siglo XVIII, hijo de don José
Pedro Saravia y hermano de José Apolinario (Chocolate) Saravia.
Encontrándose en La Paz tuvo noticias del brillante triunfo de las armas
patriotas en Salta y cuando el General Belgrano emprendió su campaña
tras el enemigo internándose en territorio altoperuano, se puso a disposición
del jefe patriota en Chichas. Belgrano lo designó Ayudante Mayor incorporándolo
al Regimiento de Pardos y Morenos, en cuyas filas avanzó hasta encontrarse
en Vilcapugio donde su hermano Apolinario fue herido en el pecho. Encontrándolo
aún con vida, cargó con él, salvándole de la muerte.
Al final de este hecho de armas, fue comisionado para conducir y trasladar los
heridos del ejército patriota hasta la ciudad de Jujuy. En los años
posteriores se incorporó a las filas que comandaba su padre don Pedro
José Saravia y a las órdenes inmediatas de su hermano Apolinario,
luchó bravamente destacándose especialmente en Sauce Redondo,
mereciendo conjuntamente con su hermano las felicitaciones del General San Martín.
Fue ascendido a Teniente 2º en 1815 e incorporado al ejército gaucho.
Mereció otros ascensos del propio General Guemes, alcanzando en 1820
el grado de Capitán y poco después el de Sargento Mayor. Sin haber
actuado en política fue elegido Diputado a la Legislatura Salteña.
No deseando
participar en las luchas fraticidas que asolaron el país después
de las guerras de la Independencia, emigró a Bolivia cuando Facundo Quiroga
derrotara a los unitarios. Regresó al suelo natal en 1853, ya anciano
pero en mérito de su acendrado patriotismo y su prescindencia política,
fue designado para presidir las solemnes celebraciones del 9 de julio con motivo
del juramento de la Nueva Constitución Nacional, sancionada en Santa
Fe, el 1º de mayo de ese mismo año. Falleció en Salta, a
raíz de una grave enfermedad, en mes después, el 9 de agosto de
1853.
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