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Boletín del
Instituto Güemesiano
de Salta
Nº 32
Año
2007
______
DIRECTOR
DE PUBLICACIONES
MPN Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
●
SALTA
REPÚBLICA ARGENTINA
2008
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA
España 730 (ex casa del general D. Martín
Miguel de Güemes)
Teléfono 054 – 0387 – 4215568
(A4400ANR) Salta, Capital · República Argentina
www.institutoguemesiano.gov.ar
Dirección y Coordinación General: Rodolfo Leandro Plaza
Navamuel
Selección de textos: Ercilia Navamuel
Impreso en
Argentina / Printed in Argentina
GENERAL D. MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
HÉROE
DE
I
Gobernador
Juan Manuel URTUBEY
Vicegobernador
Miguel Andrés ZOTTOS
Vicepresidente 1º de
Mashur
LAPAD
Presidente de
Santiago Manuel GODOY
Presidente de
Guillermo Alberto POSADAS
Ministro de Gobierno
Antonio MAROCCO
Ministro de Justicia, Seguridad y
Derechos Humanos
Nicolás JUÁREZ CAMPOS
Ministro de Desarrollo Económico
Julio César LOUTAYF
Ministro de Educación
Marta Elena TORINO
Ministro de Trabajo y Previsión
Social
Nora
GIMÉNEZ
Ministro de Turismo
Horacio CORNEJO
Secretario de Cultura
Gregorio
CARO FIGUEROA
INSTITUTO
GÜEMESIANO DE SALTA
(Creado
el 17-6-72. Decreto Nº 5042/1972)
I
CONSEJO
DIRECTIVO
(2008 – 2012) ·
Presidente
Ercilia NAVAMUEL
Vicepresidente
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
Tesorero
Víctor FERNÁNDEZ ESTEBAN
Secretario
José Alejandro CAÑIZARES
Prosecretario
Margarita GONZÁLEZ
Vocales
Raymundo GARCÍA PINTO
Jorge SÁENZ
Álvaro CORNEJO FLEMING
Félix Rodrigo BRAVO HERRERA
Narciso Ángel FABBRONI
Darío WAYAR NÚÑEZ
Director de Publicaciones
Rodolfo Leandro PLAZA NAVAMUEL
El
Consejo Directivo del Instituto Güemesiano en su reunión del mes de julio de 2003 resolvió
instituir un Reglamento de Publicaciones. Solo se publicarán las disertaciones
y artículos inéditos vinculados a los objetivos del Instituto, el ambiente
socio cultural e histórico durante la gesta güemesiana; a la vida y obra del
general Martín Miguel de Güemes y de quienes lo acompañaron en la lucha por la
emancipación americana. Asimismo, el Consejo Directivo seleccionará el material a
publicarse, sin que ello libere a cada autor de su responsabilidad intelectual
y científica. La
extensión de los trabajos no debe superar las 25 páginas en papel A4, letra
Times New Roman, en cuerpo 11, escritos en procesador de texto Word 6.0 o
compatible. Los mismos se deberán entregar en tiempo y forma, y se acompañarán
en una copia impresa y en diskette o CD. Deben contener fuente documental y/o
bibliografía, citas y notas al pie de página, numerándoselas en el texto.
Nota: La sola presentación de los trabajos queda a exclusiva
consideración del Consejo Directivo y no obliga su publicación.
Como es sabido, el Instituto Güemesiano de Salta fue
fundado por el Poder Ejecutivo de
La difusión de la gesta güemesiana es actualmente
extensa. La página web de la institución dependiente de
Intervinieron en las páginas de la presente publicación, más de veinte autores entre académicos, socios y
colaboradores. Como es de rigor, se
incluyen las actividades, actos académicos, homenajes y
El actual Consejo Directivo (2005-2008) tiene también una
profunda satisfacción de poder ofrecer este copioso Nº 32 correspondiente al
período 2007. Fue un honor dirigir y coordinar en este periodo las
publicaciones del Instituto y, aún más, poder completar los objetivos. Con
esfuerzo, y como si fuera una verdadera recompensa, en estos cuatro años se han
publicado todos los números atrasados, desde la segunda edición del Nº 27-28
hasta el Nº 32 que se fueron perfeccionando en cada edición, alcanzando desarrollar un libro que hoy puede
compararse con las más acreditadas ediciones
análogas de otras instituciones del país. Esperemos, pues, que el próximo
Boletín llegue con la misma fuerza que estos seis últimos números.
Salta, 20 de octubre de 2007
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel
Director de Publicaciones
LEY 26.125
GÜEMES HÉROE
NACIONAL
El
22 de agosto de 2006 se promulgó
El
Senado y Cámara de Diputados de
Artículo 1º- Declárase Héroe Nacional a D. Martín Miguel de Güemes, único
general argentino muerto en acción de guerra el 17 de junio de 1821, en la histórica
epopeya de la emancipación del continente americano.
Artículo 2º- Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
Dada en
Registrado
bajo el Nº 26.125
Alberto
Balestrini - José B. Pampuro - Enrique Hidalgo - Juan H. Estrada.
Decreto
Nº 1082/2006
Buenos
Aires, 22/8/2006
Por
tanto:
Téngase por Ley de
Kirchner
- Alberto A. Fernández - Nilda Garré
Nº
32
AÑO
2007
(PRESIDENCIA ERCILIA
NAVAMUEL)
HOMENAJES
DE
LA
ACADEMIA
GÜEMESIANA
El
Instituto Güemesiano de Salta adhiere a los actos organizados por el aniversario
del natalicio del general don Martín Miguel de Güemes. Está presente en la misa
que se efectúa a las 11,30 en
A
las 19,00, el Instituto Güemesiano realizó su sesión pública en la sede de
España 730. La apertura del acto académico estuvo a cargo de la presidente,
profesora Ercilia Navamuel. Se entonó el Himno Nacional y Ercilia Navamuel
presentó la cartilla con la biografía del general Güemes y
Prosiguió
el director de publicaciones MPN Rodolfo
Leandro Plaza Navamuel, quién presentó el Boletín Nº 31 del Instituto
Güemesiano de Salta, de 221 páginas, resaltando, entre otros aspectos, los cambios de diagramación y de formato que ha
tenido el Boletín y recordó que “la
tapa como el lomo del libro, cuenta desde el número anterior con el rostro del
general Güemes”. Señaló
asimismo, que “Nuestro Héroe Nacional,
general don Martín Miguel de Güemes, trasciende el tiempo y el espacio
convirtiéndose en la historia misma de
A
continuación, disertaron con la presentación de cada conferencista a cargo de
la presidente profesora Ercilia Navamuel, el comandante general de Gendarmería
Nacional Pablo Pérez que habló sobre “El espíritu güemesiano y
Se
cierra el acto con la distribución del siguiente material bibliográfico:
“Boletín Nº
EL ESPÍRITU GÜEMESIANO
EN
1. Un largo viaje
El 22 de octubre de 1976
zarpaba desde el puerto de Buenos Aires a bordo del buque de transporte Bahía
Aguirre de
El interés internacional por
su conocimiento comenzó a tomar impulso a fines del siglo XIX y comienzos del
siglo XX. Fue en este último siglo que se emprendieron y concretaron
importantes acciones por parte de los países con pretensión soberana y/o
intereses sobre el continente, a los que se han ido sumando paulatinamente
otros estados. Estas acciones se concretaron en expediciones organizadas para
llegar con personal y medios técnicos-científicos para la exploración y la
investigación. A tal fin se instalaron bases (construcciones adecuadas para la
supervivencia del hombre en aquellas inhóspitas regiones).
Hacia una de ellas,
Después de seis días de
navegación llegamos a Ushuaia, último punto del continente americano antes de
internarnos a los mares de abismales profundidades que rodean a
2. El sector antártico
argentino
Nuestra pretendida soberanía
sobre el sector antártico comprendido entre los meridianos 25º y 74º de
longitud oeste y 60º de latitud sur tiene como límite Este las Islas Thules del
grupo de las Sandwichs del Sur y cuya ocupación el gobierno argentino había
decidido materializar durante ésa campaña de verano.
Nuestro país en base a indiscutibles
títulos jurídicos, legítimos e imprescriptibles derechos territoriales y por
razones históricas, geográficas, geológicas y administrativas-legales ha
establecido por Decreto-Ley Nro. 2101 del 28 de febrero de 1957 el sector, que
ya había sido definido por
Ese sector, sobre el que
reclamamos reconocimiento de soberanía se encuentra totalmente comprendido
dentro del sector pretendido por el Reino Unido (20º y 80º long oeste) y
parcialmente por el sector que reclama
Luego de siete días de
navegación, no sin algunas dificultades, por averías y condiciones
meteorológicas («campos de hielo», formados por témpanos que se desprenden en
verano desde los glaciares antárticos y barreras de hielo), arribamos a las
Islas Sandwichs donde se procedió a desembarcar el personal y los elementos
transportados para la construcción de la base «Corbeta Uruguay».
Justamente esta nave de
nuestra Armada Nacional fue protagonista del espíritu solidario y el heroísmo
que caracteriza a la vocación antártica argentina, al concretar en noviembre de
1903 el histórico rescate, que asombró al mundo, de la expedición científica
sueca al polo sur a cargo del profesor Otto Nordensköl. Esta expedición había
salido de Suecia a fines de 1901 y debía regresar a fines de 1902. Se la dio
por perdida a principios de 1903, generando la consecuente y lógica preocupación
de la comunidad internacional, por la suerte que habrían corrido aquellos
intrépidos viajeros en esas gélidas e inhóspitas latitudes.
Suecia, Francia y nuestro
país se ocuparon, sin previo acuerdo, de organizar la búsqueda y el rescate.
Difícil tarea, pues en aquel tiempo no se contaba con buques adecuados para navegar
en esas regiones. Y le cupo a
Continuando con nuestro viaje
llegamos a las Islas Orcadas. Cabe mencionar que con la ocupación del
Observatorio meteorológico en este lugar a partir del 22 de febrero de 1904,
Luego de visitar la base del
Reino Unido, en
Esta base fue creada en 1952
y fue su primer jefe el entonces capitán D. Jorge Edgard Leal. Este orgulloso
salteño, digno hijo de la estirpe güemesiana que en 1965, ya coronel, clavara
la bandera de
Nuestras bases además de
concretar la presencia soberana en el sector, sirven de apoyo a los
investigadores científicos que, en el desarrollo de importantes programas,
anualmente realizan actividades de campo que se traducen en resultados que se
comparten con la comunidad internacional. En este sentido el aporte de los
esfuerzos argentinos ha enriquecido a la ciencia universal en una importante
cantidad de disciplinas.
3. El turismo en
Nuestro país tiene el
privilegio de ser el iniciador del turismo antártico, en 1958, con el empleo de
dos buques de transporte de
El gobierno Argentino en un
acto administrativo soberano creó la delegación de Migraciones en dicha Base en
la que Gendarmería Nacional en cumplimiento de las funciones delegadas por
4. El primer antártico es
argentino
Consecuente con la vocación
antártica señalada al comienzo, el gobierno argentino implementó que el
personal de relevo de nuestra dotación a fines del año 1977, lo hiciera acompañado
de sus respectivos grupos familiares, conformándose así el núcleo poblacional
que dio origen al Fortín Sargento Cabral. En el mes de diciembre de aquel año
llegó el matrimonio compuesto por el capitán Jorge Emilio Palma, su esposa
María Silvia Morello y sus hijos. La esposa del capitán llegaba en avanzado
estado de gravidez y a las 08.40 horas del día 7 de enero de 1978 dio a luz al
primogénito polar meridional Emilio Marcos Palma. En mi carácter de Jefe del
Registro Civil de
El alborozo, el júbilo y la
emoción nos invadió a todos los que ese día tuvimos el privilegio, de ver y
tocar al recién nacido. Mi recuerdo y homenaje a esa madre por su valentía y
amor a
Al mes siguiente, en febrero
de 1978, en un viaje mucho más rápido que el de ida, en un avión Hércules de
Estamos en este solar en que
se respira aire de Patria, convocados por la figura emblemática y señera del
general Güemes, a quien deseo expresarle: Mi General: Así como Ud luchó, hasta
dar la vida por legarnos, esta Nación libre e independiente, quiero decirle que
los antárticos, contagiados de ese espíritu de lucha irrenunciable, hemos
contribuido con nuestro aporte en la defensa de la soberanía de esa proyección
de Patria que late en
GÜEMES Y EL PAISAJE SALTEÑO
Margarita GONZÁLEZ ·
Procuraré transitar rápidamente el aspecto
geográfico, imaginar cómo sería el paisaje salteño en la época de
Todo el NOA, de un extremo al otro, desde
Rosario de
Por otro lado, el gaucho conocedor de su
miedo, baquiano por excelencia, podía por el vuelo de las aves, por el desplazarse
de los animales, por el murmullo de la selva, por una y mil voces del monte y
la montaña descubrir, toda manifestación ajena a lo acostumbrado, todo aquello
que pretendía ocupar sus espacios.
La guerra gaucha o guerra de recurso, fue
una guerra que se desarrolló en la montaña, pues el noroeste de nuestro país es
el que presenta (al decir de Federico Daus-geógrafo argentino) un aspecto
totalmente montañoso, vertebrado por las altas cordilleras del borde oriental
de
Debo aclarar también que los vientos
húmedos del sureste y noreste, provocan las precipitaciones que permiten los cultivos
de forrajeras y de algunos cereales, a pesar de que la actividad económica mas
destacada en aquel entonces era la cría de animales en toda la región, tanto en
las partes bajas y húmedas, como en los valles de las sierras y en los lugares
muy altos, fríos y secos, donde los camélidos proporcionaban la materia prima
para la elaboración de abrigos, ponchos, pasamontañas, etc.
La guerra de recursos se desenvuelve en
tres espacios diferentes: en los valles –en las quebradas- y en el despoblao o
puna. Según el historiador salteño Bernardo Frías, el despoblao es una
“planicie helada extendida desde el confín de la quebrada de Humahuaca hasta
Catamarca en Argentina; con alturas que llegan a mas de
Hacia el Oeste se levantan cumbres
nevadas. El Huaytiquina de mas de
Debo aclarar que estos lugares no solo
son inhóspitos por lo agreste del terreno, de su relieve, sino también por lo
enrarecido que es allí el aire, ya que por la altura a mas de
Teniendo en cuenta estas características
de la zona, cabe preguntarnos ¿nos enteramos alguna vez de algún gaucho apunao?
Pienso que esta fue una de las más sabias estrategias, incorporar a sus
milicias a lugareños adaptados al ambiente, los cuales no sufrían los males propios
del lugar.
Por ejemplo, después del Abra de Tres
Cruces que abre el paso a
Pienso que influyó la superioridad no
solo de táctica militar güemesiana, sino la superioridad física de los gauchos,
aclimatados a esos páramos de atmósfera enardecida. Volviendo a las acciones de
estrategias, en realidad los patriotas tratan de impedir el aprovisionamiento
de los realistas - de alimento y en ganado de silla y carga. Otro accidente
geográfico de borde occidental de la puna, es el majestuoso volcán Llullayllaco,
donde se han encontrado restos de vidas pre-hispánicas. Hacia el interior de
esta altiplanicie, encontramos inmensos desiertos blancos, son los salares y
salinas, como también enormes pampas rodeadas de montañas. Ya acercándonos a la
pre cordillera o cordillera oriental, observamos una zona llana desolada, denominada
la recta de Tintín, cuyo nombre se debe al ruido que hacía el cencerro que llevaba
la yegua madrina, conduciendo la recua o ganado vacuno.
De este modo entramos a las regiones de
valles y quebradas. Vuelvo a recalcar que el ambiente geográfico fue el
cómplice del hombre, fue la ayuda de los gauchos. En realidad podemos imaginar
que todos fueron soldados de esta guerra, los hombres –las mujeres- los ancianos
y niños, los ríos, los animales y hasta el viento, que acercando olores, los
murmullos de voces y ruidos extraños opusieron resistencia al invasor, que
pretendía apoderarse de la sagrada tierra del hogar salteño.
Nuevamente aclaro, que por ser un espacio
muy accidentado, por ser un espacio conocido por los gauchos y por tener un
guía como Güemes, que supo actuar con rapidez y precisión aprovechando las
ventajas que le daba el paisaje. Por lo tanto cada ambiente geográfico, cada
característica de terreno fueron aprovechados para la subsistencia, pues se
adaptaban a los ambientes, según las necesidades. Por ejemplo, en los valles
criaban y engordaban el ganado y también guardaban los animales, se cultivaban
cereales y se almacenaban para los momentos críticos.
El
paisaje aprovechado por la guerra
Es conocido el caso de un gran árbol que
había junto al río Arias que tenía un hueco y era utilizado como buzón para los
mensajes por los gauchos. Las quebradas se caracterizan por la presencia de
tierras áridas y de cerros tristes y desnudos, sin bosques, salvo las quebradas
o pequeños valles.
Tenemos el Valle Calchaquí, con sus
valles fértiles, donde se producían cereales y los vinos por excelencia. Sus
harinas y sus vinos se destacaban por su calidad, con los cuales se mantenía un
activo comercio. Así, encontramos molinos harineros en las casas de las
principales familias de toda la zona.
En el Valle de Lerma, zona de valles y
quebradas - tenemos los molinos harineros, los cuales eran movidos a golpe de
agua que funcionaban si cesar. Ej.: el molino de finca Las Costas - en Alto
Molino funcionaban dos molinos (de allí el nombre). El molino de la finca de Tejada,
actual INTA. En las faldas de Ceibalito, antes de San Agustín. Otro dato
curioso, en el actual mercado artesanal que era la sala de las Costas, existía
una curtiembre, también en la finca El Paraíso que era de la familia Güemes, donde
hoy es una escuela, también funcionaba una curtiembre; toda esta actividad
económica y esa incipiente industria, también fue aprovechada en la guerra.
También había un molino en
También existe un molino harinero en un
lugar denominado Tintín en Rosario de Lerma, donde desemboca el camino de
herradura, que venía del Valle Calchaquí. Bueno, diré que la palabra
“Calchaquí”, tiene un discutido origen; para algunos es un término “Aymará” calichaña,
que significa recoger maíz y “qui” solamente, pero este primer significado no
se opone a una de las características típicas de la región. Otros encuentran su
origen en vocablos quichuas - Kala o Kal al que traducen como desnudo, y
empobrecido y Chaqui, árido, seco, también en este caso existe una semejanza
real con la geografía de los Valles Calchaquíes.
La región Calchaquí comprende la parte
sur de
La región Calchaquí continúa hacia el sur
con los departamentos de Cachi, Molinos, San Carlos y Cafayate. Se inicia en la
cuesta de Acay, donde nace el río Calchaquí, corredor o entrada muy importante
para el abastecimiento del ejército patrio. Toda esta zona de la quebrada, se
usa con una estrategia táctica increíble, se utiliza para vigilar los
movimientos del enemigo, se esconden los animales y se intercepta la
correspondencia.
Ahora bien, en las acciones militares por
la independencia, el general José de San Martín, remplaza a Belgrano en el
mando del Ejército del Norte (denominado Ejército Auxiliar del Perú) y nombra a
don Martín Miguel de Güemes, comandante de las avanzadas de Salta por el lado
del río Pasaje, un 28 de enero de 1814, en el lugar que fuera conocido como
parada de Yatasto.
Güemes establece el cuartel en Concha,
cerca de media legua al norte de Metán. Estamos transitando ya las sierras
Subandinas. Las precipitaciones propias de esta zona originan una vegetación
tupida, que podía albergar, resguardar y cobijar a los gauchos y sus caballos.
Las sierras occidentales de la cuenca de Metán, reciben lluvias que alimentan
los ríos y favorecen el crecimiento de pastizales para la cría e invernada de
ganado. Desde
Hoy se puede observar e imaginar aquel
monte, cuando el viajero pasa por el camino que lleva a
Probablemente el combate se realizó en
terrenos cercanos a la escuela Agrícola Martín Miguel de Güemes, o en un lugar
llamado
Como ya se expresó anteriormente, no era
solamente Güemes el conocedor profundo de su tierra, también para los gauchos
eran familiares todas las quebradas y las abras, los montes y las ciénagas, los
valles y las cumbres. En la obra Güemes Documentado, tomo I, 1979, Luis Güemes afirma
y explica de cómo el paisaje erizado de peligros, sirvió a los campesinos lugareños
(gauchos), para su acción de los más curiosos episodios, como el de las Lomas
de Medeiros, después del combate de Velarde.
Las Lomas de Medeiros están próximas a la
ciudad de Salta por el lado oeste y con rumbo N. S. a lo largo de 12Km. Se
levantan desde el río Vaquero por el N, hasta los ríos San Lorenzo por el oeste
y el río Arias por el sur, con una altura media de
En los tiempos de Güemes debieron estar
cubiertas de vegetación, lo cual permitía a los gauchos ubicarse en las cimas
dejando subir a los realistas montados en sus caballos, a los cuales arrojaban
boleadoras, haciéndoles rodar en la tierra, lomas abajo.
En las serranías bajas que limitan la
provincia de Salta y Jujuy, como le Cresta de Gallo, allí también se produjo un
curioso encuentro realista, que al decir de Luis Güemes en su obra Güemes
Documentado, tomo II, página 141, 142 “que la división enemiga de 400 hombres
que salió al río del Valle en busca de caballos y ganado vacuno, huyó
vergonzosamente luego que supo que era perseguida por nuestras bizarras tropas
de gauchos, pues su partida de retaguardia fue destrozada en la subida a
Bueno, de este modo he pretendido o
tratado de exponer de un modo muy reducido y sintético las características generales
de esta bendita tierra, que albergó figuras que supieron jugarse por la patria
y por el prójimo que necesitaba ser libre, que quería identificarse con su
tierra, que se enorgullecía de sus costumbres, de su cultura, que quería ser
respetado, que quería tener una patria, una nación, reconocida por el concierto
de todas las naciones del mundo. Toda esta geografía que modeló esta cultura
criolla y que hizo posible
El
bosque, selva y la maraña del oriente salteño, guardan todavía, como entre
suaves brisas de los atardeceres el grito de los gauchos, y el crepitar de los
guardamontes que estremecieron un día a este suelo salteño.
Como
todos los años, el Instituto Güemesiano de Salta organizó los actos en conmemoración de la
fecha y lugar en que fue herido el general Güemes. A las 10,00 de la mañana, en el monolito de plaza Belgrano se puso una ofrenda floral
donada por Darío Wayar, encargándose de ofrecerlas la profesora Ercilia
Navamuel y Arminda Tapia.
Luego,
expuso palabras alusivas a la fecha, la profesora Mirian Violeta Gutiérrez, cerrándose
el acto con el retiro de las banderas. Asistieron autoridades provinciales,
miembros del Consejo Directivo del Instituto Güemesiano, fortines gauchos, maestros,
alumnos y público en general.
GÜEMES HERIDO DE MUERTE
Mirian Violeta GUTIÉRREZ ·
Estamos
reunidos en este espacio glorioso de recuerdo para evocar una vez más aquel
nefasto suceso ocurrido el 7 de junio de 1821, donde el general Martín Miguel
de Güemes es herido de muerte por una bala traicionera.... A partir de allí,
los sucesos se tornan irremediables, dada la magnitud de la situación. Son sus
gauchos que intentan dar un giro desesperado en auxilio a quien los supo
conducir en numerosas batallas trasmitiéndole su firmeza y convicción. Así
empieza el angustioso peregrinar por la inmensidad de la noche fría,
atravesando zanjas, malezas, empedrados y montañas, sosteniendo el catre
improvisado de su general herido, hasta llegar al sitio conocido como
En
estos momentos de reflexión, hago mención a la heroica hazaña del general
Martín Miguel de Güemes, digno merecedor de la gratitud nacional, porque supo
desempeñar el primero de todos los deberes: La defensa de
- El
fracaso del plan realista.
- La
consolidación del Plan Continental Sanmartiniano
- La
pronunciación de
Hoy
vivimos y sentimos el espíritu güemesiano, festejamos con gran júbilo la declaración
de Héroe Nacional. Una reinvocación justa y digna para nuestro héroe gaucho. Que
todos sepan y conozcan esta tierra salteña, que con un gran patriotismo
mezclado entre militares de rango y el gauchaje, damas distinguidas y chinitas,
todos juntos sin distinción, levantaron la bandera de
-- Sabiduría para luchar con tenacidad
-- Solidaridad para mantener unida a la
tropa y
-- Coraje para no desfallecer ante la
adversidad
Digno
ejemplo para imitar, señores presentes, porque así se construye
Muchas
Gracias
FUENTES CONSULTADAS
BIBLIOGRAFÍA
ACTAS PRIMER CONGRESO ARGENTINO “Güemes Héroe Nacional”. Ed. 2005.
Cornejo, Atilio. “Historia de Güemes”. 3 Ed.
A las 19,00, en la sede del
Instituto Güemesiano se cumplió el acto académico. La apertura estuvo a cargo
de la presidente Ercilia Navamuel. Se presentaron las banderas, el Himno
Nacional y el Himno a Güemes cantado por el tenor Romero Ismael. Acto continuo,
se expusieron las siguientes conferencias: “El
arte en la iconografía del general Martín Miguel de Güemes” a cargo del vocal
del Instituto Darío Wayar Núñez; “Historia institucional de la escuela Nº 4.007
Gral. Martín Miguel de Güemes” por la socia activa María Elena Almirón de
Ugarte, finalizando el profesor Daniel Medardo Ontivero, con “La transmisión de
los bienes dotales: el caso de las familias de Salta (Segunda mitad del siglo
XVIII y principios del siglo XIX)”.
El
acto terminó con el retiro de las banderas. Posteriormente un grupo de folcloristas,
entre ellos, don Fermín Torres con su violín del Chaco, y don Román Guamante el
violín mayor de Anta, cantaron antiguas canciones y coplas de contenidos patrios.
EL ARTE EN
GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
Darío WAYAR NÚÑEZ ·
Convocado en esta oportunidad por el
Instituto Güemesino de Salta para ocupar este sitio que otros han cubierto
antes año tras año, y haciendo honor a ese proyecto que naciese hace treinta y
cinco años, espero estar pues, a la altura de quienes me precedieron conciente
de que mucho es lo dicho sobre la personalidad del Gral. Güemes, y más, lo que
permanentemente es el esfuerzo de los investigadores por traer a luz sus
estudios, para nuestra ilustración.
Estoy
profundamente honrado y agradecido a los señores miembros del Instituto, por la
oportunidad que me brinda para rendir, junto a ustedes, este homenaje
patriótico al héroe gaucho. No pretendo traer novedades, sino recrear este
humilde ensayo.
●
El
presente trabajo que pongo a vuestra disposición se refiere como su título lo
indica a El arte en la iconografía del Gral. Martín Miguel de Güemes. La
mística y el lirismo plástico y poético que inspiraron e inspiran hoy la vida y
la figura del Gral. Güemes es muy prolifera.
No
encuentro mejor manera de iniciar esta exposición con la primer parte de los dieciséis
romances del libro “Güemes y otros
Cantares” escrito en 1964 por aquel mítico poeta, Julio César Luzzato.
Aquí
donde el libro se abre,
debió
estar, como se impone,
con el
negror de sus barbas
y el oro
de sus galones.
No está
porque su figura
entró
con él a la noche.
Partió
sin dejar retrato,
por lo
cual no es menos prócer.
Se
descuidó de su luz,
de su
imán y de su porte.
¿El
incendio y el torrente
suenan
en ser medallones?
Para
dibujar la estampa
del
Güemes que hoy se conoce,
los
pinceles escucharon
la voz
antigua del monte.
Orillaron
la memoria
del
cerro que fue su molde,
la de
los fuegos agrestes
y las
guitarras insomnes.
Alguna
lanza olvidada
también
arrimó sus voces,
y el
viento que anda sin rostro,
sin edad
y sin colores.
Se
olvidó de su retrato,
pero
dejó sus acciones,
donde se
lo ve como era
al
resplandor de su nombre.
Trajinante
como el río,
que
hasta duerme en el galope,
la
guerra no le dio tiempo
de posar
ante pintores[1].
Los
estudios de la plástica de nuestra tierra se preguntan aún hoy cual es la
fisonomía que la identifica resultando realmente difícil lograr una
caracterización concreta. Algunos autores llegan a decir que nos encontramos
ante “un internacionalismo estilizante” dadas las escuelas traídas por nuestros
precursores y la permanente formación casi siempre europeas de los pioneros de
la plástica Argentina.
No
obstante las permanentes influencias estéticas externas, podemos advertir en
muchos autores una atmósfera muy especial plagada de vidas pretéritas, vigentes
en los rostros morenos de los seres que conforman gran parte de nuestro pueblo,
en sus cuentos, sus mitos, sus leyendas y tradiciones ancestrales.
Podemos
advertir rasgos característicos en los plásticos de la provincia del noroeste
argentino, especialmente en Salta, Jujuy, Catamarca y
La
función de los primeros artistas criollos: Debido a los inmigrantes del sur y
norte de Europa, algunos solo fueron artistas de tránsito y otros al
arraigarse, se convirtieron en pioneros, enjuiciando sus influencias en la
formación de los primeros plásticos. Estos artistas autóctonos surgieron casi
cien años después de producida la expulsión de los jesuitas, porque se había
roto el único germen que hubiera posibilitado el comienzo de un sincretismo
auténtico, de un entronque cultural.
El
artista flota sucesos, flota así entre dos mundos, es un trasplantado en lo más
autentico de sí mismo. Es Europa continuándose en un retoño de Europa. He allí
la terrible consecuencia. De haber sido otra la historia, tendríamos quizás una
tradición que hoy nos falta, una escuela de la que se ha malogrado[3].
El
arte de Sudamérica ha recibido de fuentes europeas, españolas, italianas y
flamencas, significativas influencias. Entre las influencias de mayor
significado ubicamos a las estampas flamencas, grabados que sirvieron de modelo
y en muchos casos de puntos de partida a infinidad de obras pictóricas.
La
invención del daguerrotipo, seguido de inmediato por la fotografía, desde
mediados del siglo XIX, tanto por su mayor facilidad de concreción y menores costos
redujeron aún más la posibilidad retratista, agravada también por las
costumbres de los familiares e instituciones pudientes, encargaron a artistas
europeos de renombre como Sorolla, Bonnat, Cortazzo, Daumos, Coután y otros más,
la realización de pinturas y esculturas. En el caso del Gral. Güemes el aporte
familiar ha sido fundamental para llevarnos a buen término la labor iconográfica.
La natural pasión sobre la figura del prócer comienza a manifestarse casi medio
siglo después de su muerte, cuando los hijos del Gral. Güemes, huérfanos desde
muy niños, llegan a la adultez, ocupando cargos políticos trascendentes en su
provincia[4].
La
carencia de artistas consagrados, o aunque solo hubieran sido aficionados al
dibujo, hizo que la iconografía salteña de personajes de la primera época o aún
de paisajes y tipos costumbristas, no existieran desde la revolución en 1810
hasta la muerte de Güemes. Aquel permanente guerrear, aquel reclamo de recursos,
que postergó largamente este territorio norteño, donde la paz provinciana y el
bienestar del descanso, no existía para nadie en aquellos años de revolución
libertaria.
Fueron
pocas propicias para suponer bien, de que Güemes, por su carácter no debió
sentirse afectado a sentarse como modelo e hizo que ningún artista retratara al
natural la recia figura del Héroe. “Un guerrero alto, esbelto y de admirable
apostura. Una magnífica cabellera, negra de largos bucles, y una barba rizada y
brillante cuadraban su hermoso rostro de perfil griego y de expresión dulce y
benigna. Vestía un elegante dorman azul sobre un pantalón mameluco del mismo
color; y una graciosa gorra de cuartel hacía ondular su flotante manta a lo
largo de su hombro. A su lado pendiente de largos tiros, una espada fina y
corva semejante a un alfanje, brillaba a los rayos del sol como orgullosa de
pertenecer a tan hermoso dueño. Montaba éste con gracia infinita un fogoso
caballo negro como el ébano, cuyas largas crines acariciaba distraídamente
mientras inclinado hacia su compañero, hablaba con él en una actitud admirable
de abandono”[5]. Nos pintaba así con su pluma
imaginaria la no menos legendaria Juana Manuela Gorriti, digo imaginaria pluma,
pues ella a la muerte del general solo contaba tres años de vida.
Bernardo Frías decía en sus escritos: “Tenía
Güemes un cuerpo esbelto y desarrollado, de talla erguida y alzada estatura,
cuyo conjunto le daba una imponente presencia. No sobresalía por la hermosura
de su fisonomía, que eran de un blanco pálido, pero tenía no pocos rasgos de
indiscutible belleza. Así, eran sus perfiles delicados; su nariz alta, larga,
ligeramente curva, casi recta. El corte de su boca de notabilísima perfección,
los ojos de color pardo, con los párpados superiores llenos, notándose en uno
de ellos la antigua ligera cicatriz de cuando niño, que le dejara una caída
sufrida del caballo. Tenía una espaciosa frente. Su barba era renegrida y brillante,
cuadrando varonilmente su rostro de expresión agradable y bondadosa, a quien
daba mayor atracción y vida, la profunda animación de sus ojos cuya mirada expresaba
la firmeza del guerrero y la benevolencia del filósofo. Como su barba era
igualmente negro su cabello abundante, el cuál lo llevaba de la misma manera
que sus gauchos, peinado hacia atrás y proporcionalmente largo, el que le
cubría, la cabeza en ondas graciosas y ligeras, arreglándose en la parte de la
nuca en una hermosa melena, sobre largo y elegante cuello, y cayendo cuando
escribía o meditaba, en una guedeza por sobre su frente[6].
Joaquín
Carrillo diría “Su persona era interesante; erguido, de talle esbelto de
perfil delicado, espaciosa frente, su boca era delineada con perfección; el
cabello y la barba negra cuadraban el óvalo de su fisonomía, en la que resaltaban
sus ojos llenos de animación. A caballo era una figura sin tacha y ostentaba
con vanidad su gallardía”[7].
Una
carta de Dionisio de Puch, fechada en Lima, en 1847, dice. “Güemes con su palabra vertida
con fe tan viva, inflamaba los corazones; su talla era esbelta, perfecto en sus
formas, cabellera negra de largos bucles, barba entera, rizada y brillantes,
ojos pardos, frente despejada, color blanco pálido, expresión dulce, rostro
griego; elegante en sus movimientos: vestía siempre un uniforme de un gusto
severo y exquisito. Era imposible verle y oírle sin sentirle dominado por el
ardor de su patriotismo”. Como
lo escrito por Félix Lajune en Buenos Aires, en 1894. “En la noche algunos jóvenes
que habían asistido a la fiesta teatral y salieron juntos a la calle
permanecieron reunidos comentando la alarma y proyectando planes imaginarios de
defensa. En el grupo más numeroso. Prestábase atención especial a la palabra de
uno de elevada estatura y simpatía presencia que por sus maneras mostraba no
sólo pertenecer a la distinguida clase social sino haber adquirido entre
militares la corrección y seriedad que caracteriza a soldados de buen busto.
Este joven a quien hemos de encontrar más de una vez llamábase Martín Miguel de
Güemes, tenía entonces 21 años, había entrado a servir en el Batallón Fixo de
Línea 1799 y pertenencia a una de las más esclarecidas familias de la ciudad de
Salta. Su padre era allí Tesorero General del Rey de las Españas”[8].
Una acertada decisión política, llevó que
el 15 de Junio de 1965, dos días antes de recordarse el centésimo cuadragésimo
cuarto aniversario de la muerte del Prócer, el gobierno de la provincia de Salta,
con la firma de Dr. Ricardo J. Durand y Guillermo Villegas, gobernador y
ministro de gobierno, respectivamente, emitieron un singular decreto en el cuál
se disponía la certificación y la legalización del Retrato del Gral. Güemes
realizado por Eduardo Schiaffino, a principio de siglo[9].
Este documento no deja de ser interesante ya que creemos que es el único
documento oficial argentino que reconoce iconográficamente la autenticidad de
un retrato realizado muchos años después de la muerte del modelo, revelando uno
de los aspectos más apasionantes que guían a la investigación histórica.
El
dibujo de Schiaffino, dibujo en carbonilla, sobre papel, sirvió de base para el
retrato más difundido del Gral. Güemes. Representándolo de medio cuerpo, de pie
y vestido con su uniforme militar. Abajo a la derecha, se lee: “Schiaffino
1902- alto 95,5cm, ancho 48,5cm.
Una
feliz culminación a una larga iniciativa fue en el año 1973, apoyada por Dn.
Luis Güemes, bisnieto del héroe y del Dr. Atilio Cornejo dando el aporte científico
brindado por la superioridad de
En
1910 una obra hacia la inmortalidad como una de las representaciones pictóricas
más importantes de América, la obra de Antonio Alice, titulada “
El
modelo utilizado, no ha sido otro que uno de los Güemes Castro. Antonio Alice
nace en
Esta
pintura de gran tamaño de alto 240cm y 397cm sobre tela, narra con sabio
lenguaje pictórico y rigor histórico el momento de la muerte del Héroe Salteño.
Esta obra sufrió una restauración, que hace evidente en varias partes sobre
todo, por la modificación de los empastes y de la pincelada, así como por las
diferencias de intensidad de tonos, que pasaron a ser muy violentos al lado de
los más suaves del original[12].
El Cuadro titulado “Güemes” de
Lorenzo Gigli pintado en 1943, actualmente está en el Museo de
La
obra de Aristene Papi fue muy fecunda en nuestra tierra, nació en Pergola,
Urbino Italia en 1877 y muere en Salta en 1950. Sus primeras clases las tomó en
Roma, protegido por monseñor Zanni Caprali, siendo su maestro Braggi,
trabajando en obras como
En
1928 el Ministro de Gobierno Ing. P. Sosa creó la Escuela de Dibujo y Pintura
en el Consejo de Educación, siendo designado Director de la misma que funcionó
hasta 1933. Siendo este el primer semillero donde se formaron los primeros maestros
de dibujo y pintura de la provincia de Salta[15].
El Director del Museo Histórico Nacional, Dr. Adolfo Carranza le encarga ubicar
y pintar el lugar donde falleció el Gral. Güemes para realizar un cuadro, documento
de los últimos momentos del héroe que respondiera a la geografía del lugar de
los hechos. La búsqueda se hizo con la colaboración de los descendientes del
Gral. Güemes. El museo le encarga que pinte la muerte del Gral. Papi tarda
muchos años en pintarlo y cuando lo finaliza ya había fallecido el Dr. Adolfo
Carranza director del Museo por lo que el cuadro pasó a integrar su colección
personal.
Papi
en sus memorias hace notar que el cuadro de la muerte de Güemes pintado por
Antonio Alice “el Gral. Güemes está acostado bajo una higuera cubierta de
hojas, hecho que no corresponde, pues en el invierno del mes de Junio, las
higueras no tienen hojas. Según Papi la confusión se origina porque el Gral.
herido, desde Finca
Medallón
de Güemes óleo sobre tabla 31,5x34cm., pintado a pedido del Dr. Adolfo Güemes
Gobernador de Salta en ese momento, es así como realiza este medallón en 1924,
donde se representa al Gral. Gaucho en actitud de avance al frente de sus
tropas, suavizada por una policromía llena de luz y movimiento.
De
propiedad de
Una
tela de grandes dimensiones 2m 80cm por 2m ubicada en la sala Güemes de
En 1900 es pintado un gran lienzo
que supera 2m 50cm por 3m por el francés Franz Voltmer donde el artista
representa al Gral. Güemes vistiendo uniforme de Húsar blanco princesa con
sombrero de gala de género blanco, al más puro estilo de las cortes europeas.
Un
óleo de singular belleza que representa al Gral. Gaucho de medio cuerpo con esa
firmeza clásica de los retratos.
Tela
finamente concebida en armonía de colores por el artista M. Coll pintado en los
años 60 y hoy en el aeropuerto de Salta.
Pero
la mágica y espléndida obra inaugurada el 20 de Febrero 1931, que coronó un sueño
de salteñidad al pie del Cerro San Bernardo, fue lograda magistralmente su
interpretación en toda su dimensión por el artista Víctor Juan Garino, afamado
artista de su tiempo, nacido en Bs. As. en 1879, becado nacional a Europa,
luego catedrático de
La
escultura en bronce del Gral. Martín Miguel de Güemes, inaugurado en 1985 en la
plaza de Madrid España, del maestro Roberto Maehashi por especial encargo del
entonces cónsul de España en Salta Sr. José Lastra González.
Numerosa
es la obra artística que se desarrolló y se desarrolla aún a lo largo y ancho
de nuestra patria, inspirado en la vida y en la figura de ese hombre que con
mayúsculas ha enriquecido la mente de aquellos que buscaron retratar su
impronta en el bronce del pincel.
Esas
Palabras nacidas hace siglos para designar las imágenes, icono. Cuando remontándonos
hacia los primeros años de la era cristiana donde cuenta la historia que San
Lucas retrató a nuestra Madre Santísima,
Cuando
transitemos nuestros valles, nuestra quebradas, nuestros montes y cumbres,
cuando observemos al noble jornalero, censillo, silencioso, de frentes cobrizas
y ceñosas, manos callosas y cansadas, estamos mirando sin lugar a dudas a
nuestra herencia, esa herencia que nos dejara el Gral. Martín Miguel de Güemes.
Para
finalizar quiero dejar expresada que numerosas obras quedan todavía por
analizar y recordar que a la luz de los tiempos modernos las figuras de ese
Gran Hombre aún no reconocido, ni retratado en su auténtica dimensión, deuda,
no solo de argentinos sino también de América. No puedo ni quiero dejar de
expresar mi homenaje a quienes fueron mis padres, maestros y formadores en esta
batalla por el reconocimiento de aquellos que formaron nuestra historia. Me
refiero al Dr. Atilio Cornejo, a
Sres.
muchas gracias.
HISTORIA INSTITUCIONAL DE
GENERAL MARTÍN MIGUEL DE
GÜEMES
María Elena
ALMIRÓN de UGARTE ·
Este trabajo está
dedicado
Al
personal docente de
traer
prestado desde allí una identidad para el presente tejiendo utopías que marcan
rumbos
A
quiénes son nuestra razón de ser; los pequeños artesanos de la palabra y
arquitectos de ideas:
nuestros
alumnos y alumnas. Y a la memoria de la niña Yanet Camila Cabrera Otero
que
partió hacia su nueva escuela celestial el pasado 5/5/07
Introducción
A veces hay frases que caen tan bien al contexto del
cual se habla que es imposible no recordarlas: “tenemos, en la actualidad en el
ámbito educativo, alumnos del siglo XXI, maestros del siglo XX y escuelas del
siglo XIX”. Esta idea, de alguna manera, viene a poner énfasis al tema que nos
convoca.
Si
tendría que personalizar esta frase diría que mis alumnos son claros referentes
del momento actual (S. XXI); yo, nacida y educada en la mitad del siglo anterior
(XX) y mi escuela (la escuela donde trabajo) se constituye, como tantas otras,
en los albores del siglo XX desde su etapa fundacional pero con un arranque que
data del siglo anterior (XIX) por su construcción y características de
edificación, por su razón de ser y el nombre que lleva.
Tomando los aportes de Lidia Fernández diré que el
conocimiento de la historia particular de un establecimiento es una pieza clave
y todavía no suficientemente destacada en la literatura específica sobre el
análisis institucional, sin embargo cualquier “rasgo” de un establecimiento
adquiere nueva dimensión de sentido ante la luz de su historia institucional.
“La historia institucional tanto como
testimonio oral o escrito, o como producción material o simbólica da cuenta de
sucesos, acontecimientos, experiencias vividas o contadas, colaborando de una u
otra forma a la transmisión y circulación de unos a otros…es a su vez historia
que intenta describir, explicar e interpretar una trama de relaciones y
acontecimientos, a los que significa y da sentido en una narración que
implícitamente advierte acerca de los vínculos, las pertenencias, los modelos,
las concepciones”[16].
Presentación
Hablar de la historia de la escuela
Güemes es cabalgar por el tiempo a través de 86 años de existencia. Nada poco
para una institución escolar. Por tal motivo se hace imprescindible recortar el
tratamiento de la investigación, presentando en esta oportunidad lo que
refiere, de manera relevante, a su etapa fundacional y sus primeros diez años
(circunstancias que rodean y conforman el momento del origen, de su fundación y
aquellas que configuran y se relacionan con el nombre que lleva la institución
y el edificio que ocupa para hacer efectiva su función educadora); dejando para
otras instancias un abanico de nuevas posibilidades de abordaje.
1. Datos actuales de la escuela
Enclavada
en el corazón de la ciudad Capital de Salta, la escuela Nº 4.007 “Gral. Martín
Miguel de Güemes”, está ubicada en la avenida Belgrano 666 y actualmente tiene las siguientes características:
Tipo: Primaria común, jornada simple, diurna,
dos turnos.
Modalidad: Pública de 1º categoría.
Gestión: estatal.
Zona: Urbana (micro centro).
Dependencia oficial: Ministerio de Educación de
Nivel de Educación: Inicial (NI), Educación General Básica
(EGB) 1º y 2º ciclo.
Cantidad de grados: cuatro secciones de NI:
Cantidad de educandos: 734 (entre varones y mujeres).
Matrícula potencial: Decreciente (se cerraron las cuatro
secciones de 7º grado a partir del año en curso).
Planta funcional: dos directoras (de EGB y NI) dos vice directoras
de EGB (de turno mañana y tarde respectivamente), cuatro profesoras de NI,
veinticuatro profesores de EGB, cinco profesores de áreas especiales (música,
educación física, religión, inglés, plástica), tres celadoras, trece auxiliares
de dirección y cuatro ordenanzas.
Actividades conmemorativas
relevantes para
Junio: Mes Güemesiano. Se despliegan variadas acciones
para honrar la memoria de nuestro héroe gaucho y valorar su legado.
Agosto 25: Acto en conmemoración del aniversario de
Edificio: Compartido con el Núcleo Educativo Nº
7.086 B.S.P.A (Bachillerato Superior para Adultos) que funciona en turno noche.
Fue
declarado Monumento Histórico Provincial por el entonces Gobernador de
Como
vemos, el edificio que ocupa la escuela que perteneció a Francisco de Tineo y
que pasó luego a ser propiedad de la familia Güemes, porque el mencionado se
casó con doña Magdalena Goyechea y
2. El por qué del nombre
También
desde sus inicios, la escuela Güemes, estuvo signada por su nombre y ha pretendido,
con mayor o menor éxito, a través de los protagonistas de su historia
institucional ser fiel acreedora de tal honor.
En el
primer libro del Historial de la Escuela (años 1923-1972) dice así:
“Cuando
las superiores autoridades de la provincia, resolvieron crear una escuela con
el nombre del Gral. Martín Miguel de Güemes, en homenaje al héroe que sintetiza
las virtudes guerreras y el espíritu de trabajo, de abnegación y de lealtad que
ha sido el sello de la estirpe, era lógico que destinaran a tal fin el edificio
que perteneció a la familia del mismo, el que fue comprado por el Consejo de
Educación en 1928, siendo presidente el ingeniero Rafael Sosa”. Por lo que se
sabe, desde tiempo atrás, en este local estaba instalada la escuela “Nicolás
Avellaneda”. Una vez suspendido su funcionamiento fue ocupado por la nueva
escuela en donde funciona hasta hoy con algunas modificaciones en su edificación
y con permanentes cuidados y acciones de restauración. Aunque fue creada el 17
de abril de 1923, “la gestación de la misma arranca, según documentos que lo
atestiguan, desde el año 1921, cuando en ocasión de celebrarse el centenario de
la muerte de nuestro héroe, incluyeron entre los números del festejo, el de la
creación de una escuela que llevara su nombre como medio de vincularlo con la
acción educacional”[17].
3. Vinculación de Güemes con el campo educativo
Es
curioso observar que a Martín Güemes (como a él le gustaba que lo llamaran) lo
conocemos como niño, joven, hombre, gaucho, militar, gobernador, político.
Conocemos al Güemes hijo, hermano, esposo, padre. Al Güemes cristiano,
estratega, líder. Conocemos su pensamiento, su accionar, su obra emancipadora
pero poco nos detenemos ante el Güemes educador.
Aquel
hombre, que sin ser pedagogo, nos deja “escuela” a seguir. Una escuela sin edificio
y sin currícula es posible que nos cueste imaginar. Sin embargo el término
“escuela” se usa también para aludir a los seguidores de una teoría, una
corriente de ideas o a los discípulos de alguna personalidad destacada. Por eso
me reconozco en las filas de la escuela güemesiana; por eso digo ¡cómo no vincularlo
a la acción educativa si es fuente de ejemplaridad donde sus “alumnos” (hombres
y mujeres de ayer y de hoy) bebieron y beben lo que viven!
Habiendo
consultado el Diseño Curricular Jurisdiccional de
·
Poseedor
de un sentimiento de confianza de sí mismo y del entorno social significativo.
·
Constructor
de su identidad personal, regional, nacional y sudamericana que implique un
proyecto de persona, de vida y de país, en el cual se ponga en juego la
elección y adopción de un sistema de valores.
·
Generador
de felicidad siguiendo los designios de Dios y de la ciudadanía.
·
Coherente
entre el juicio, la acción moral y el amor a
·
Racional
con los medios que dispone para lograr el bien en un marco de justicia y equidad.
·
Participante
activo en la formación integral de la gente que le tocó conducir.
·
Promotor
de valores morales y cristianos.
·
Razonable,
equilibrado emocionalmente, tolerante, respetuoso, honesto, austero, voluntarioso,
solidario, sincero, compasivo, colaborador, cooperativo, perseverante,
valiente, osado, creativo, entre otros.
4.
Entorno fundacional
Desde
un comienzo se dio la dirección de la escuela en formación a
5. Primeras disposiciones ministeriales
Según
consta en la circular Nº 4 de fecha Febrero 24 de 1923 proveniente del Ex Consejo
de Educación de
“Para
la fecha de la apertura tendrá preparada convenientemente la organización de la
Escuela a su cargo, con los horarios y listas confeccionadas con la anticipación
debida, de modo que funcionen sin interrupción ninguna desde el primer momento,
llevando los registros de asistencia de maestros y alumnos, libros de clasificaciones,
cuadernos de tópicos de las lecciones, etc., en la forma requerida para la
buena marcha del establecimiento”. Estas y otras recomendaciones, como así también
la notificación de disposiciones vienen a configurar el marco de “indispensable
aplicación y estricto cumplimiento para el mejor funcionamiento de la escuela”.
También presenta el horario y la distribución de las clases. Así mismo
recomienda que la distribución de las materias sea lógica y racional, de
acuerdo al trabajo mental que requiere, de manera que la labor de maestros y
alumnos resulte fácil y agradable.
Además
llama especialmente la atención sobre prescripciones higiénicas que deben
observarse en conservar perfectamente aseado el edificio y el mobiliario, y
asegurar exigencias para que los niños mantengan en perfecto estado su persona
y vestidos; de manera que la limpieza se haga un hábito.
6. Su primera directora
Cabe,
por los hechos demostrados, hacer una breve referencia a la persona de la
primera directora de la institución educativa Srta. Emilia F. Wierna. Con tal
motivo la obra “Mujeres Salteñas” de Roberto Vitry viene a ofrecer los
siguientes aportes:
“Docente,
historiadora, escritora, periodista. Nació el 1 de setiembre de 1889 en El Carril
(Chicoana- Salta)…Su educación primaria la recibió en el pueblo de Rosario de
Lerma…Posteriormente, radicada en Salta Capital, inició sus estudios
secundarios en
Cabe
acotar que vivió largos años después de haber desarrollado una fructífera obra
educativa y cultural. Falleció en Salta el 14 de setiembre de 1964.
7. Planta funcional en la época fundacional
Con
respecto a la inauguración de la escuela, abrió sus puertas con la siguiente
organización que consta en el Historial de la escuela.
Directora:
Emilia Fanny Wierna.
Maestras
de Grado: Concepción de Juárez, Teresa Saravia, María Josefa Gutiérrez, Dora
Pérez Linares, Carmen Rosa Leguizamón, Clementina Saravia, Candelaria Pipino,
Delicia Escobar.
Profesora
de Educación Física: Blanca Eckhart.
Profesora
de labores: Carmen de Corbalán.
Profesora
de música y canto: Fanny Arias de Alemán.
Profesora
de dibujos: María Inés Pérez.
Celadora:
María Elena López Sanabria.
Ordenanza:
Milagro Tejada.
Contaba con un total de ocho grados
de 1º a 4º, o sea tres secciones de 1º inferior, una de 1º superior, una de 2º
inferior, una de 2º superior, una de 3º y una de 4º; que reunían un total de
240 alumnas.
La
diligencia de
Al
iniciarse el año 1925, la escuela contó ya con 6º grado y correspondiendo al
crecimiento se creó el cargo de Secretaria, que desempeñó
La
actuación de
Actualmente
la escuela Güemes recibe en su seno a cientos de alumnos y alumnas que entre
sus gruesas paredes, antiguas tejas, añejas maderas y misteriosa resonancia de
su campana aprenden, entre otras cosas, a conocer y valorar la vida y obra del
Gral. Güemes; quien compartió el mismo espacio y similar paisaje; en un tiempo
diferente y lejano que las sociedades siempre rememoran.
Algunas conclusiones
Y
esto no significa que debamos quedarnos con identidades atávicas porque, como
dice Ariel Denkberg “la historia se presenta hoy como una disciplina que busca
comprender el presente como producto histórico y no como destino inexorable,
tratando de conocer su construcción”[20].
Quizás allí, donde los seres humanos se constituyan no en objetos sino en
sujetos de su propio devenir, encontremos de donde asirnos ante la fuerte
crisis de valores que sufren las sociedades del presente.
ARCHIVOS
Archivo y Biblioteca Históricos de Salta
Archivo de
Archivo y Patrimonio del Ministerio de Educación
BIBLIOTECAS
Biblioteca de Archivo y Biblioteca Históricos de Salta
Biblioteca de
Biblioteca Agrupación Docente Provincial
Biblioteca de
BIBLIOGRAFÍA
BOLETÍN DEL INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA Nº 29- 30
CADENA DE HESSLING, María Teresa. Historia de Salta.
Enciclonoa (Enciclopedia Ilustrada del Noroeste). “Historia de Salta”.
Ediciones Puna. Salta. 1984.
CORNEJO, Atilio, “Propiedad Inmobiliaria de Salta en
la época colonial”
DENKBERG, Ariel. “Que hay que saber hoy sobre
historia. Una ciencia para comprender el presente”. Revista El Monitor de
DICCIONARIO Enciclopédico Ilustrado “Larousse
Moderno”. Editorial Printer. Bs. As. 1989
DISEÑO Curricular Jurisdiccional de
DOSSIER de
FERNÁNDEZ, Lidia M. “El análisis de lo institucional
en la escuela”. Ed. Paidós. 2001
HISTORIAL de
NICASTRO, Sandra. “La historia institucional y el
director en la escuela”. Ed. Paidós. 1997
PROYECTO Educativo Institucional de
VITRY, Roberto G. “Mujeres salteñas”. Editorial Hanne.
Salta. Año 2000
LAS FAMILIAS DE SALTA
(SEGUNDA MITAD DEL
SIGLO XVIII Y PRINCIPIOS
DEL SIGLO XIX)
Daniel Medardo ONTIVERO ·
Para las familias de élite de
Hispanoamérica colonial y de los primeros tiempos del período republicano, las
prácticas que permitieron la reproducción social fueron un factor importante,
en tanto de esta manera aseguraban su permanencia en el nivel más alto de la
jerarquía social. Además de la conservación de los bienes patrimoniales -vista
como necesaria para el mantenimiento del prestigio social-, la permanencia de
las familias encumbradas socialmente dependió del honor y del reconocimiento
del mismo por la sociedad en su conjunto, así como de sus capacidades para
ejercer control en las esferas del poder político y económico.
La reproducción social de las familias de
élite se tradujo en un conjunto de estrategias que respondieron a la
notabilidad, a la calidad de las relaciones construidas en el marco de las
redes sociales y a la manipulación de las relaciones de género al interior de
las familias. Este último punto resulta de importancia ya que las mujeres
fueron las más afectadas por el carácter patriarcal que caracterizaba a las
relaciones familiares, en las que los hombres se apropiaron de la sexualidad y
del cuerpo de las mujeres, regulando así su capacidad reproductiva. Esta
relación dominación masculina/subordinación femenina se estableció en todos los
niveles de la sociedad.
A fines del período colonial y a
principios del republicano, las dotes matrimoniales (dos o res exoriae)
evidenciaron, junto a otras prácticas sociales, esa relación de dominación masculina/subordinación
e inferioridad femenina. Estas actuaron como un dispositivo de poder masculino
que ha terminado posicionado a las mujeres en un segundo plano en lo relativo a
la toma de decisiones respecto a la orientación de los bienes patrimoniales.
También estos dispositivos de poder estuvieron relacionados con el control que
los hombres tuvieron sobre el linaje, cuyos símbolos fueron los apellidos, la
historia genealógica, etc. Al respecto, a través de la documentación se
advierte como los hombres, desde el marco jurídico y desde sus prácticas
sociales, fueron haciendo uso de políticas de acción que legitimaban los que ellos
naturalmente consideraban era su derecho. Ello nos lleva a pensar que el
capital presente en las escrituras de dotes, ya fuera este material o
simbólico, no representaban a las mujeres -en tanto sujetos sociales-, sino a
un linaje familiar pensado y construido por y para los hombres. De acuerdo a lo
dicho anteriormente, pensamos que a través de las dotes –como mecanismo de
transferencia de bienes familiares- es posible encontrar evidencias de cómo
operaban aquellas prácticas que tenían como propósito conservar el patrimonio
androcéntrico y familiar, como así también, expresiones de poder que desde la
hegemonía de los hombres terminaban definiendo el rol de las mujeres dentro del
contexto familiar.
En la presente investigación nos
proponemos el análisis de la transmisión de bienes patrimoniales realizada a
través de las dotes matrimoniales en la segunda mitad del siglo XVIII y en las
primeras décadas del siglo XIX. Se considera que dicha investigación se
justifica debido a: 1) que se logrará demostrar que a través de éstas, las
familias salteñas lograron aplicar el marco legal de la “herencia castellana”
–reparto igualitario entre los herederos forzosos varones y mujeres- sin
eludirla, pero también repartir los bienes de acuerdo a una racionalidad
–adelanto de la legítima- que garantizaba la reproducción social de las
familias de élite; 2) que se abre otra forma de concebir a las dotes, esto
significa estudiar a las mismas no sólo como aquellas destinadas a las cargas
de la nueva pareja constituida (ad sustinenda onera matrimonii) -es decir como
un simple mecanismo de transferencia de bienes- sino, como un dispositivo de
poder masculino que –junto a la herencia- sirvió de referencia para la
construcción y el reforzamiento de las identidades de género[21]
y 3) que permitirá establecer los cambios y las permanencias en las prácticas
de transmisión de bienes dotales en este período analizado con el propósito de
determinar el impacto de las “reformas borbónicas” en el área de estudio, como
así también introducirnos en un tema aún poco estudiado que son los efectos de
las guerras por la independencia en el patrimonio de las familias de élite.
Aspectos
preliminares
A
partir de una investigación sobre dotes matrimoniales (Siglo XVIII)
Todavía no se ha realizado ningún trabajo
de investigación sistemático sobre las dotes matrimoniales en Salta ni para el
período colonial, ni para el período republicano. Aunque en estos últimos años
hemos realizado algunos avances sobre el tema, todavía no existe un panorama
secular sobre las prácticas sociales en Salta que giraban alrededor de los
matrimonios y la transferencia de bienes por la vía dotal. Las investigaciones
que existen siguen siendo parciales y están centradas en un período específico[22].
Entre los antecedentes de investigaciones
que trabajan sobre el tema de las dotes matrimoniales en Salta en el período
colonial, por ejemplo, figura la ponencia realizada por Alfonsina Barraza[23].
En ella se analiza algunos aspectos de la conformación de la élite salteña y
sus estrategias de conservación de bienes a través del estudio de las dotes
matrimoniales. Al parecer la intencionalidad de la autora es establecer los
cambios y las permanencias en las formas de reproducción social, es decir lo
que le interesa estudiar son las prácticas sociales de las familias de élite en
el período de la segunda mitad del siglo XVIII. En este sentido, para la
autora, los cambios estarían asociados a los procesos de secularización de los
mecanismos de reproducción social regulados por
Según Barraza, hay una serie de
dificultades metodológicas que se debe tener en cuenta a la hora de estudiar
las dotes matrimoniales en Salta y que son destacables en la medida que se
quiera advertir sobre los alcances y los límites de investigaciones que
pretendan una mirada secular de las prácticas de transmisión de bienes
patrimoniales (herencia y dotes matrimoniales). Una de ellas, es la ausencia de
un número homogéneo de registros que permita realizar una serie completa para
el período. Para ella, los grandes vacíos en las distintas décadas pueden
distorsionar el panorama estudiado; sin embargo, hay que agregar que si bien
esto es cierto, no implica que se puedan obtener series de datos. Ello
dependerá de lo que se quiera de la información. Al respecto, no es difícil
construir series, lo difícil es rastrear y sistematizar la información en bases
de datos que permitan conclusiones próximas a la realidad social. Otra de las
dificultades que ella menciona -y que es válida para aquellos que hacen estudio
de precios y no para los que trabajan sobre las prácticas sociales-, es que los
mismos no son precios de mercado dado que fueron producto de tasaciones que
seguramente han respondido a la experiencia de los tasadores que a los efectos
del mercado. Empero a lo dicho, se piensa que ello es de importancia secundaria
para aquellos estudios que sólo pretendan establecer la distribución y la
composición de los bienes en las cartas dotales. Si bien, como lo menciona la
autora, algunos bienes (esclavos, ganado, plata) efectivamente estuvieron
condicionados por el mercado local o regional por el grado de monetización,
etc.; esta variación nos sirve de referencia para establecer sólo los cambios
dados a nivel económico y social en el espacio.
Una de las dificultades que se advierte y
que no menciona Barraza, dado que su interés es diferente al trabajo propuesto
en este artículo, es que en muchas ocasiones no hay coincidencias entre la suma
a entregar estipulada por los tasadores y la real -aquella obtenida de la sistematización
en nuestra base de datos-. Ello, sin embargo, no nos impide establecer la
calidad y la cantidad de los bienes transferidos por vía dotal.
En el mencionado trabajo, por otra parte,
ella sostiene que en la segunda mitad del siglo XVIII asistimos a un conjunto
de cambios que transformarán a esta sociedad de características estamentales a
una sociedad mercantilizada. Si bien, podría considerarse como una sociedad que
adquirió rasgos modernos, pensamos que ello no es cierto dado que ésta no abandonó
del todo su antiguo universo mental, asociado al uso de monopolios materiales
como base de prestigio social.
De análisis de esta investigación surge
una necesidad de seguir profundizando aspectos de las prácticas sociales que se
tratan muy superficialmente y que seguro nos permitirán establecer conclusiones
reveladoras de una realidad con connotaciones de cambios. Al respecto, éstos
tienen relación con los efectos provocados por las “Reformas Borbónicas”, con
los marcos jurídicos impuestos desde la “Real Pragmática” y la “Novísima
Recopilación” y con aquellos que se manifestaron en virtud de las guerras por
la independencia que afectaron al espacio.
1. Reproducción social, patrimonio y género en las
familias de élite[24]
La posición de
privilegio de los vecinos notables no sólo se debió a las capacidades individuales
y las políticas de los pater familias para establecer el control en las esferas
de poder sino, además, al manejo estratégico de las relaciones de género al
interior de las familias[25]. Esto último
comprendía todas aquellas decisiones dirigidas a ampliar o a conservar los
ámbitos de influencia de las familias notables y tenían una doble finalidad:
por un lado, a través del matrimonio se establecían alianzas que integraban a
las familias a la red de familias notables; por otro lado, estas estrategias se
relacionaban con el rol o roles asignados a sus miembros, sean hombres o
mujeres, con el propósito de controlar a los diferentes ámbitos de poder[26]. De esta
manera, tanto hombres como mujeres se acomodaron a una jerarquía de género delineada
por las estrategias familiares[27].
En lo
que se refiere a la conservación de los bienes patrimoniales, por ejemplo, ésta era
considerada necesaria para el mantenimiento de lugares estratégicos en las
esferas de poder y para asegurar la distinción y supremacía frente a las demás
familias notables. En este sentido, el proceso de
formación de los patrimonios dependió de las estrategias de reproducción; éstas
estuvieron a cargo de los miembros masculinos -debido a la capacidad social de
acumular- quiénes fueron, a excepción de algunas vecinas notables dada su
posición de únicas herederas o viudas, los que manejaron los aspectos
vinculados con el tráfico mular, el comercio regional e interregional, el
mercado de crédito y las actividades agrícolas y ganaderas[28].
La
maximización de las ventajas matrimoniales y el manejo estratégico de las
normas sobre herencia, asumidos como una tarea legítima por los hombres, permitieron
también el aumento y/o la conservación del patrimonio. La concentración patrimonial
bajo el liderazgo de los miembros masculinos de las familias notables y a
través de las generaciones, dependió del éxito de una correcta elección
matrimonial para sus miembros femeninos y de una inteligente distribución de
los bienes en las dotes y en la herencia[29].
Así, por ejemplo, las mujeres fueron controladas y sometidas por los pater
familias, en función de lograr reforzar los lazos de solidaridad con otras
familias notables, sin perder la estructura de los patrimonios familiares. En
este sentido, el papel que se les otorgaba a las mujeres de las familias notables de
Salta era el fomento de la religiosidad doméstica y la consolidación del modelo
de vida familiar, es decir, la reproducción cultural de los patrones sociales
del grupo de los notables. Vemos entonces que las mujeres tuvieron una
importante responsabilidad en el mantenimiento de las estructuras sociales,
dado que las familias eran el ámbito de socialización por excelencia.
Siendo que el papel
de la reproducción biológica recaía en las mujeres, la preocupación de los
hombres fue el control sobre la conducta sexual de las mujeres, en tanto de esa
manera se garantizaba la conservación del honor, la perpetuación del linaje y
la legitimidad de la descendencia. A pesar de la función irremplazable de las
mujeres en la reproducción del grupo notable, éstas no tuvieron una
participación directa como vector de la organización social, condición
resultante de las circunstancias históricas generadas en un ordenamiento patriarcal,
que ligaba a las mujeres solamente a la función de reproductoras de la descendencia.
Sin embargo, a la
asignación de estos papeles -correspondiente a la esfera de lo doméstico- es
posible contraponer el papel activo que tuvieron algunas de ellas en la vida
pública, ya sea con mediación de un representante varón o por su condición de
notabilidad. Entre las familias notables salteñas,
encontramos algunos ejemplos sobre mujeres que, en su condición de únicas
herederas o de viudez, tuvieron una mayor capacidad social de negociación en la
jerarquía de género, lo que no implicaba que de todas maneras estuvieran
supeditadas a su condición de inferioridad frente a los varones. Si bien el
papel de los hombres en la tarea de reproducción social es el que sobresale en
la documentación -debido sobre todo a su participación en la esfera pública-
algunas mujeres notables también tuvieron una participación directa en
la preservación y conservación del patrimonio familiar.
2. Las
dotes matrimoniales: sus características generales
La dote representaba una parte del
patrimonio familiar destinado a ser entregado como anticipo de herencia a las
contrayentes, convirtiéndose en una plataforma de seguridad en caso de que
éstas quedasen solas, viudas o abandonadas[30].
De acuerdo a lo señalado por José de
Como institución la dote también
reflejaba la condición de inferioridad jurídica de las mujeres, puesto que los
hombres poseían las prerrogativas para disponer de los bienes dotales y para
establecer las transacciones matrimoniales; con ello se evidencia claramente
que las mujeres no fueron vistas como sujetos, sino como “bienes de
intercambio”. Dicha condición refleja, además, la situación de inferioridad
legal de la mujer, que no tenía capacidad civil, en tanto siempre estaba bajo
la patria potestad de un hombre, sea el padre o el marido, lo que le quitaba la
posibilidad de decidir respecto a la reproducción social. Una opinión similar
es la de Emma Mannarelli, para ella el funcionamiento del sistema dotal
implicaba una escasa valoración de lo femenino, puesto que necesitaba de un
valor agregado, la dote, para poder formar un nuevo grupo familiar[33].
La institución dotal –si es considerada
como uno de los mecanismos de transferencia de riqueza- llegó a otorgar a muchos
esposos la facultad de iniciar, expandir o apuntalar sus patrimonios o sus
actividades financieras[34].
Si bien los maridos estaban autorizados a utilizar las dotes de sus mujeres
para generar beneficios, los bienes dotales debían ser restituidos al momento
de la muerte de la esposa o a la disolución del matrimonio[35].
Podemos señalar en lo
referido a la función de la dote matrimonial que la transferencia de bienes por
esta vía fue un mecanismo que contribuyó económicamente a la nueva pareja
constituida; asimismo, en algunas ocasiones permitió la unificación de los
patrimonios familiares de los notables, aunque también ocasionó el desmembramiento
de parte de la riqueza de los núcleos patrimoniales. Otras funciones de las
dotes matrimoniales estuvieron relacionadas con el reforzamiento de la identidad
femenina. También, las dotes aparecen como un mecanismo asociado a la
virginidad y a la virtuosidad, es decir, relacionado con la sexualidad de las
mujeres de estatus[36].
La concesión de dotes
dependió de los intereses de las familias notables y, por ende, respondió a una
política de reproducción social netamente patriarcal. Con esta política los hombres
de las familias notables lograron consolidarse en el espacio social, a partir
de la maximización de los beneficios que se podían obtener de las uniones
matrimoniales, del intercambio de sus mujeres y de los bienes materiales y
simbólicos.
Por lo que se observa a nivel
general, las familias salteñas transfirieron parte del núcleo patrimonial
mediante las dotes matrimoniales. Los montos de las dotes fueron heterogéneos
y, al parecer, dependieron del volumen y de la estructura del patrimonio de los
padres o parientes colaterales de la contrayente.
3. Composición
y distribución de los bienes dotales (1751-1826)
A partir de una muestra de 54 cartas de
dotes –las que fueron protocolarizadas entre 1750 y 1826-, se ha logrado establecer
la composición de las dotes matrimoniales, para tal fin se ha creado un cuadro
(ver Cuadro nº 1), en el que se utilizaron básicamente dos variables: “bienes
inmuebles” y “bienes muebles”. Dichas variables nos permitió aproximarnos a la
composición y al valor de las dotes matrimoniales de las hijas de lo/as
notables salteños.
Para la variable "bienes
inmuebles" hemos definido dos indicadores. Por un lado, "bienes
inmuebles urbanos", que fue desagregado en las siguientes categorías:
"casas", "tiendas", "aposentos" y
"solares". Por otro lado, al indicador "bienes inmuebles
rurales" le correspondió las siguientes categorías: "estancias",
"chacras" y "tierras".
Respecto a la variable "bienes
muebles", los "menajes de uso diario" y "ganado" constituyeron
los indicadores, a partir de los cuáles sistematizamos la información
proveniente de las dotes matrimoniales. Al indicador "menaje de uso
diario" se le asignó las siguientes categorías: "plata y joyas",
"vestimentas", "muebles", "imaginería",
"esclavos", "dinero", “instrumentos de débito” y “otros” en
donde se incluyen, por ejemplo, aquellos objetos relacionados con menajes de
producción. Al indicador "ganado" le correspondió las siguientes
categorías: "ganado mular", "ganado vacuno", "ganado
caballar" y “ganado ovejuno”.
En general, se observa que la dote
matrimonial de los y las notables no era un vehículo prioritario para la
transferencia de la riqueza familiar (Ver cuadro nº 1 y gráfico nº 1 y nº 2).
Si bien mediante las dotes se transferían una cantidad significativa de bienes,
éstos no poseían un valor económico (productivo) y social importante; a
excepción de algunos casos que se consideran como dotes particulares debido a
la condición de sus poseedoras como únicas herederas o viudas.
De acuerdo a los bienes que componían las
dotes, advertimos que hay un claro predominio de los bienes o menajes de uso
diario (“ajuar de la novia”) por sobre los medios de producción, tales como
bienes inmuebles rurales: “chacras”, “estancias”, “haciendas”, “potreros”, etc.
A partir de esta referencia, el análisis de la composición de las dotes
matrimoniales nos sugiere que la función esencial de éstas podría ser el
sostenimiento de las cargas matrimoniales de la nueva pareja constituida. Sin
embargo, si lo analizamos desde la perspectiva de género, pensamos que los
bienes transferidos a través de las dotes tuvo el propósito diferente que era
el de reforzar la identidad de género de las contrayentes como subordinadas.
Los vestidos en sus diversas hechuras y calidades, la ropa de dormir, los
enseres domésticos, las casas, los esclavos, la platería y las joyas e inclusive
el dinero, además de servir para el sustento de las cargas matrimoniales
contribuyeron a la naturalización de los roles asociados a las mujeres. Ello
significa que las dotes (al igual que la herencia) deben ser vistas como un
dispositivo más de la dominación masculina en donde a través de la
transferencia de determinados bienes (“ajuar de la novia”) se reforzó
socialmente la idea de lo que debían ser los hombres y las mujeres. De esa manera,
a través de las dotes matrimoniales se confirmaba la situación de las mujeres
en relación de subordinación, lo que traía como consecuencia estar separada del
principal factor de producción que era la tierra (en nuestro caso entiéndase
como: “estancias, chacras, tierras”). En otros términos, además de contribuir
“supuestamente” con las cargas matrimoniales, las dotes -a través de bienes
asociados a lo femenino- sirvieron a los fines del proceso de simbolización de
la diferencia sexual que consolidaron la desigualdad de poder a favor de los
hombres.
Las dotes entregadas a las contrayentes
por los y las notables de Salta estuvieron compuestas principalmente por “dinero”,
“casas” y “vestimentas”, respectivamente. El rubro “dinero”, a diferencia de lo
visto en una investigación anterior en donde las vestimentas predominaban, es
el más significativo puesto que representa el 23 % del total de la sumatoria de
las dotes entregadas en el período que ascendía a 257.716 pesos[37].
Respecto al rubro “casas”, estas representan un valor del 18 % respecto del
total de bienes transferidos mediante las dotes. En lo que atañe a las
vestimentas, se ubica en tercer lugar con el 11 %, es decir 30.447 pesos (Ver
Gráfico nº 1 y nº 2). Otros dos rubros significativos son los compuestos por
los “esclavos” y “plata y joyas” con el 10 % y el 8 %, respectivamente. El
rubro que no nos arrojó ninguna referencia estadística es la que corresponde a
“tierras” con el 0 %, ello se corresponde con los valores bajos relacionados
con los bienes considerados como productivos, es decir aquellos que podían
brindar a las familias una renta diferencial como lo fueron: “estancias” y
“chacras”. Si consideramos el total porcentual del rubro “bienes inmuebles
rurales” tenemos que este representa tan sólo el 4 % del total de los bienes
transferidos vía dotes. Esta tendencia, si la comparamos con la realidad de la
primera mitad del siglo XVIII (Ver Cuadro nº 3), se mantiene casi entre los mismos
valores porcentuales (3%).
La dote que recibió una mayor cantidad de
bienes también fue la de Doña Lorenza de
Otra dote que se puede considerar como
significativa debido a la naturaleza de los bienes transferidos fue la que le correspondió
a Doña María Ygnacia Torres –hija de Don Gabriel de Torres y de Doña Petronila
García Barela y casada con Don José de Otero- por el valor de 12.000 en “plata zellada moneda doble”[39].
Las dotes que le siguen en importancia, de acuerdo a los datos relevados (ver
Cuadro nº 1), fueron las de Doña Mónica López, casada con Don José María de
Llarramendi, de Doña María Josepha Texada y Blanco, hija de Don Manuel de
Texada y de Doña Gregoria Blanco y, por último, la de Doña Catalina Arias
Rengel (hija del Maestre de Campo Joseph Arias Rengel, Alférez Real, y de Doña
María Peñalva), que sumó 11.968 pesos[40].
Otra dote cuyo monto resulta
significativo para el período analizado, es la de Doña María Luisa de
Estos montos resultan de importancia para
los fines comparativos con otras regiones de manera tal de poder ponderar la
importancia de los patrimonios de las familias salteñas en este período
analizado. Otra referencia de importancia para establecer comparaciones es el
promedio del total de las dotes estudiadas en el período que es de 4.772 pesos.
En relación al promedio obtenido para la primera mitad del siglo (2.862 pesos)
tenemos que casi lo duplica, aunque cabe destacar que el número de dotes
también es superior (54 contra 39 cartas de dotes).
Como ya lo hemos mencionado
anteriormente, uno de los rubros que componían las dotes fueron las
“propiedades urbanas”. Del análisis general de este rubro se puede establecer
que en muy pocos casos se han transferido “bienes urbanos” a las contrayentes.
Así, de un total de 54 casos analizados, sólo 16 recibieron “casas de morada”
en su carta dotal. En lo referido a “tiendas y trastiendas”, por ejemplo, fue
Doña Antonia de Saravia –hija del Maestre de Campo Don Joseph Saravia- una de
las tres mujeres que recibieron este tipo de inmueble urbano cuyo valor
ascendió a 1.550 pesos[43].
En otros rubros, tales como “aposentos” y “solares” la tendencia sigue siendo
similar. Entre las más representativas se encuentran los “aposentos” entregados
a Doña María Francisca de Aguirre tasados en 2.361 pesos[44].
En lo que respecta a los “bienes
inmuebles rurales” y haciendo particular referencia a las “estancias”, tenemos
que del conjunto de las cartas analizadas tan sólo seis casos recibieron este
tipo de propiedad. Uno de ellos corresponde a la dote entregada a Doña María
del Carmen Costas y Gauna, casada con Don Juan Antonio Santibáñez. El valor de
la estancia transferida por vía dotal ascendía a 2.300 pesos[45].
Otro caso es el de Doña Manuela Polo, quien recibió una estancia valuada en
2.100 pesos[46]. La chacra valuada en
2.500 pesos y que fuera otorgada a Doña Lorenza de
Del análisis de la variable “bienes inmuebles”
tenemos que tan sólo representa el 26% del total de bienes distribuidos por vía
dotal, mientras que el 74% estuvo conformado por bienes considerados muebles.
De los porcentajes que se pueden establecer entre los indicadores “menajes de
uso diario” y “ganado” tenemos que: el 70% se corresponde con el primer
indicador y tan sólo un 4% con el segundo. Ello nos lleva a analizar el 70% de
los bienes que comprenden el rubro “menajes de uso diario”. De conjunto de
bienes sólo se destacan dos “Dinero” con 23% y “Vestimentas” con 12% del total
de los bienes dotales. Como ya lo dijimos, de las “vestimentas” que habían sido
predominantes en el medio siglo anterior (Ver cuadro nº 3) se pasa al “dinero”
como un bien que aparece aparentemente en mayor proporción en las dotes. Las
explicaciones de este cambio podrían ser tres: a) las transformaciones
producidas en el espacio regional debido a las reformas borbónicas produjeron
una reactivación económica que permitió una mayor liquidez entre los
patrimonios familiares. Ello queda corroborado en el hecho de que de un total
de 54 dotes el dinero aparece en un 72 %, mientras que en tan sólo un 13% está
representado por instrumentos de débito que serían indicativos de falta de
liquidez, ; b) debido a una mayor apertura comercial hacia la década del ’70 se
produjo una mayor oferta de vestimentas y otros bienes destinados al uso
doméstico, lo que hizo que estos bienes fueran perdiendo las características de
capital acumulable frente a otros tipos de bienes como el dinero, los esclavos
o la plata y las joyas y, 3) el flujo migratorio de comerciantes, la
reactivación mercantil, la necesidad de forjar alianzas entre peninsulares y
las familias notables, etc. produjeron efectos en el que el “dinero” se
transformó en el bien más valorado para los intercambios materiales y simbólicos.
Con
lo sostenido anteriormente y a partir de los índices porcentuales, queda
demostrado que las dotes entregadas entre 1751 y 1826 no constituyen un mecanismo
de transferencia de bienes económicamente productivos (estancias, chacras,
haciendas, etc.), sino que tuvo como propósitos: a) la de mantener a la nueva
pareja constituida, b) la de ofrecer mayores ventajas en las alianzas entre los
notables, mediante mecanismos de reciprocidad que se proyectaron a largo plazo
en función de beneficiarse de una red social y c) la de contribuir, a través de
determinados bienes, al reforzamiento de las identidades de género. Con ello,
queremos decir que la concesión de dotes dependió de
los intereses de los miembros masculinos de las familias notables, en tanto
respondieron a una política matrimonial tendiente a la formación de alianzas de
familias. Con esta política, las familias notables lograron consolidarse en el
espacio, a partir de la maximización de los beneficios que se podía obtener de
las uniones matrimoniales y del intercambio de bienes materiales y simbólicos.
Del análisis realizado sobre los
indicadores y categorías correspondientes a los “bienes muebles”, es posible
establecer algunas aproximaciones que nos permite relativizar lo dicho respecto
al rubro “dinero” de las contrayentes en este período (Ver cuadro nº 1). Si
sumamos los porcentajes correspondientes a “plata y joyas”, “vestimentas”,
“muebles”, “imaginería” y “esclavos” frente al correspondiente a “dinero”,
tenemos que representan un total del 31% del total de los bienes transferidos
por vía dotal frente a los 23% que habíamos señalado como significativo para el
rubro monetario. Este porcentaje obtenido de la suma de los bienes que componen
el denominado “ajuar de la novia”, nos permite demostrar que a pesar del
evidente incremento en proporción del rubro “dinero”, motivado por las tres
explicaciones citadas con anterioridad, fueron los bienes asociados con la
feminidad los que siguieron predominando.
Del total de las 54 dotes estudiadas (Ver
Cuadro nº 2), en 41 de ellas presentaron “plata y joyas”, “vestimentas” y
“muebles”, en 32 “esclavos” y en 12 “imaginería”. En lo referido a la
frecuencia de aparición del dinero en las dotes, por otra parte, los
indicadores arrojan que aparece en 39 del total de dotes, lo que significa un
72%.
Estos índices resultan significativos y
permiten establecer cambios y continuidades entre las dotes en la primera mitad
del siglo XVIII -en donde no se hallan manifestados ni dinero ni instrumentos
de débito- y aquellas que se otorgaron en la segunda mitad del siglo y
principios del XIX[47].
En que respecta a los cambios, podemos mencionar el cambio en la distribución
de los bienes debido al notable incremento del “dinero” en las dotes. Como ya
lo explicamos, tiene relación con los cambios en la producción y circulación
manifestados en el espacio debido a la reactivación de la producción minera en
el Alto Perú, que motivó una mayor liquidez monetaria. En consecuencia, la presencia
de una mayor cantidad de dinero en las dotes estaría denotando una mayor
presencia del mismo en los patrimonios familiares. De acuerdo a la situación
planteada anteriormente de reactivación de la producción, es posible explicar
el porque no se han transferido “bienes inmuebles rurales” en las dotes. Dados
que éstos eran destinados a la explotación económica por los miembros de las
familias notables, no resultaba oportuno el desmembramiento de los mismos,
puesto que la reactivación mencionada les permitía beneficios. En lo que se
refiere a las continuidades, se observa a través de los indicadores que hubo
una hegemonía de los bienes que formaban parte de “ajuar de la novia”, lo que
corrobora lo dicho respecto a las dotes como mecanismo destinado a reforzar las
diferencias entre los sexos y por ende, la exclusión de las mujeres.
Una realidad contrapuesta fueron las
dotes entregadas por la nobleza limeña del siglo XVIII, en las que se observa
una mayor presencia de propiedades inmuebles -casas en la ciudad, quintas,
huertas, chacras o haciendas-, alhajas y mobiliario. Al respecto, Rizo Patrón
señala que la elevada presencia de ropa en las dotes fue una característica de
las élites provinciales sin mucha fortuna[48].
Esto se comprueba con los datos referidos a la sociedad sanjuanina colonial
-provincia de Cuyo-, en la que se observan similares características a las
señaladas por Rizo Patrón para el caso limeño; según Fanchin, a excepción de
las mujeres de élites -que predominantemente recibían propiedades inmuebles,
alhajas y esclavos-, la mayoría de las mujeres sanjuaninas recibieron sólo la
ropa de su uso[49]. Una situación similar a
la indicada por Fanchín y Rizo Patrón, es la que observó López Beltrán en
Como lo hemos visto, las dotes otorgadas
por las familias notables estuvieron compuestas principalmente por una elevada
presencia del “ajuar de la novia” (31%). Esta característica corrobora las
opiniones de Rizo Patrón, respecto a la composición de las dotes otorgadas en
las provincias de interior y nos indica sobre la modestia de los patrimonios de
las familias salteñas; esto se explica, por un lado, por su condición
periférica y de frontera de los centros administrativos y económicos y, por
otro lado, por la base económica -agrícola/ganadera-, cuya renta diferencial no
se comparaba a las obtenidas en la esfera de producción minera o del comercio monopólico
limeño o mexicano.
Como ya se dijo con anterioridad, queda
claro en los casos analizados entre 1751 y 1826 que la función de la dote no sólo
era la de aportar un capital inicial a la nueva pareja, que era reducido sólo
al “trousseau ”, sino de reforzar una
identidad de género femenino ya construida por procesos previos de
socialización. En consecuencia, lo conveniente es agregar que la presencia
mayoritaria de bienes que correspondían al “ajuar” de la novia nos indican que:
a) las familias incluyeron en las dotes
objetos improductivos posiblemente de manera estratégica, puesto que los bienes
económicamente importantes –aquellos que permitían una renta diferencial como
la tierra- eran los que les permitirían salvaguardar su patrimonio y, en consecuencia,
el linaje;
b) el hecho de que el gran porcentaje de
bienes que componían las dotes estaban relacionados con el “ajuar de la novia”
nos indica respecto a la condición de inferioridad jurídica de las mujeres,
quiénes fueron vistas con fines de establecer alianzas de tipo familiar que
terminaban beneficiando a los hombres de las familias. Desde esta perspectiva,
las mujeres no fueron vistas como actores sino como parte del núcleo
patrimonial que permitiría a largo plazo beneficios materiales. De allí que se
explica la necesidad de moldear actitudes, comportamientos, sexualidad y cuerpo
de las mismas, que se construyen en función de las expectativas de la dominación
masculina y;
c) las dotes contribuyeron a forjar las
identidades de género. Ello significa lo siguiente: la gran proporción de
bienes correspondientes al “ajuar de la novia” transferidos en las dotes tuvo
relación con estrategias de reproducción de las familias de élite, pero además
con un modo de establecer identidades de género a partir de referencias como
los bienes que permitieron establecer diferencias sexuales. Así, por ejemplo,
mientras que a las mujeres les correspondió aquellos bienes relacionados con la
feminidad, a los varones, en cambio, les tocaba aquellos bienes productivos que
transferidos mediante herencia reforzaban su masculinidad. De esa manera, a
través de la transferencia de bienes mediante las dotes y la herencia, se
impuso una jerarquía genérica.
4. De los efectos de la guerra por la independencia en
las dotes matrimoniales: una aproximación
Para
fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX, otros serán los elementos que
definirán la distinción entre los miembros de la sociedad. Debido a las modificaciones
operadas en el esquema de la administración borbónica, se comienza a vislumbrar
una serie de cambios particularmente en el sector de la élite debido al ascenso
al poder local de los comerciantes peninsulares y al proceso de reconversión
del capital por el cual atravesaron algunas familias tradicionales de Salta[51].
Es en este período, en donde comienza a privilegiarse la riqueza de los
comerciantes, quienes por medio de las alianzas por matrimonio lograron acceder
a los cuadros del poder político local (Cabildo) y a las ventajas de pertenecer
a una red social compuestas por los vecinos tradicionales y por los nuevos
comerciantes[52].
En
relación a las transformaciones operadas a nivel de las interacciones entre los
sexos, se puede argüir que dada
En
lo referido a la transmisión de bienes dotales, por ejemplo, la guerra por la
independencia tuvo repercusiones sobre la dinámica de la transferencia de
bienes a través de las dotes –habría que analizar también los testamentos de la
época- entregadas por las familias más encumbradas de Salta.
En la documentación analizada se advierte
que los montos de las dotes varían, dependiendo si fueron entregadas antes o
durante la guerra gaucha, entre los
Del producto de un análisis más
exhaustivo de la documentación distribuida entre 1800 y 1818, hemos podido
distinguir los siguientes aspectos:
-
Se
ha trabajado sobre la base de 18 cartas dotales.
-
Se
registraron dotes en los siguientes años: 1800(1); 1802(1); 1804(3); 1806(2);
1807(2); 1808(4); 1812(2); 1818 (3).
-
No
se registran cartas dotales en períodos de conflicto bélico a excepción de
1818, lo que nada nos asegura que no hayan sido protocolarizados o entregadas
de palabra debido a ser montos poco significativos. Suponemos que debido a las
necesidades de una “economía de guerra”, los bienes familiares debieron ser
orientados al financiamiento de la guerra.
-
El
monto promedio de las dotes entregadas en el período asciende a 4.254 pesos.
Dicho monto es inferior al promedio de los bienes transferidos, obtenido entre
el período de 1750-1826 (4.772 pesos) y que incluye el período del que
obtuvimos el índice. En relación al promedio correspondiente a la primera mitad
del siglo XVIII (2.862 pesos) tenemos que si bien lo duplica, cabe destacar que
el número de dotes es inferior: 18 contra las 54 cartas dotales de la segunda
mitad y las 39 de la primera mitad del XVIII.
-
El
promedio obtenido para 1800-1818 manifiesta una clara tendencia hacia abajo, la
que se corresponde con las transformaciones dadas en las primeras décadas del
siglo XIX y que guardan relación con
- En muchas ocasiones, se advierte que si bien se manifestaba la
entrega de bienes dotales a los contrayentes, este hecho se hacía efectivo
mucho tiempo después debido a las condiciones imperantes por la economía de
guerra independentista que afectó al espacio:
(…)
que era el corriente que en aquella epoca tenian estas especies importante todo
la cantidad de doscientos cinqta. Y otro. ps. otro rs. de la que por entonces
no le pudo formalizar el competente resguardo por varios motivos que se lo
embarazaron y fueron ocasionados por la guerra que se presento (…)[53].
Un aspecto sobresaliente es que aquellos
bienes que normalmente se transferían a través del mecanismo de la dote, que
eran generalmente “ajuar de la novia” y “ganado”, fueron los que más utilidad
tenían para los ejércitos patriotas. Así, por ejemplo, el ganado vacuno, mular,
ovejuno, el dinero, bienes muebles, platería y joyas, etc. eran destinados al
financiamiento de los gastos de la guerra. De acuerdo al análisis realizado,
pensamos que la coyuntura bélica independentista afectó de manera relativa a
los hombres (aunque estos tuvieron que formar parte de las tropas), puesto que
se vieron menos perjudicados en su posición en relación a la conservación de
los bienes patrimoniales, dado que tradicionalmente en ellos recaían un gran
porcentaje de las propiedades inmuebles. En cambio, se advierte que la posición
que ocupaban las mujeres en relación a los bienes patrimoniales se vio
directamente afectada porque las familias que de manera forzada o no
contribuían con los gastos de la guerra destinaban aquellos bienes que formaban
parte de las dotes para el mantenimiento de las tropas. Como resultado de esta
práctica advertimos que hubo: a) una reducción del número de dotes entregadas,
la que seguramente también se vio condicionada por los efectos de
En síntesis, la práctica de transferencia
de bienes a través de las dotes fue una de las primeras que se vieron afectadas
por la coyuntura de las guerras por la independencia, debido a que los bienes
que se requerían para costear la guerra eran los mismos que las familias destinaban
para cumplir con la transferencia de bienes vía dotal. Empero a lo dicho y del
análisis de la documentación protocolarizada obtenemos el siguiente gráfico:
Fuentes: A.B.H.S. Protocolos Notariales,
1800-1818
De los bienes que preferentemente se
transferían a través de las dotes tenemos que en primer orden están las casas
(bienes inmuebles urbanos) (20.5 %), en segundo el dinero (17%), en tercer
lugar la platería y joyas (12%). Un índice significativo es el del rubro “otros”
(17%) en donde se ubican generalmente instrumentos de producción o bienes que
no podían ser relacionados con las categorías creadas a los fines de la
sistematización. Parece significativo que el rubro “vestimenta, que había sido
importante en la primera mitad del siglo XVIII, ahora representa un 7% del
total de los bienes.
Un rasgo interesante a destacar es la
situación de las propiedades inmuebles rurales en este período. De las 18
dotes, sólo en dos se registran transferencia de propiedades de este tipo.
Ambos casos son las de Doña María del Carmen Costas y Gauna –casada con Don
Juan Antonio Santibáñez- y la de Doña Manuela Antonia Costas y Gauna –casada
con Don Juan Antonio Murúa-, a quienes se les otorgan dos estancias por un
valor de 2.300 y 1.000 pesos respectivamente. Dicha transferencia tan sólo
refleja una situación generalizada en el siglo XVIII, que a las mujeres se les
concedía todos aquellos bienes “no productivos”.
Del análisis de las frecuencias de
aparición tenemos que el “dinero” aparece en 13 de los 18 casos estudiados;
mientras que “casas” en tan sólo 5 ocasiones. Este dato es interesante dado que
la hegemonía del rubro “casas” por sobre el dinero es posible gracias a la
cesión dotal a Doña María Josepha Texada y Blanco de una casa tasada por el
valor de 10.500 pesos. Esa suma hace que este rubro aparezca en la gráfica como
la más significativa, aunque si miramos la situación desde la frecuencia de
aparición advertimos que hay que relativizar los índices, particularmente el de
“casas”. En realidad, observamos que el dinero es el rubro con mayor trascendencia
en la totalidad de bienes dotales para esta época. Ello no es ajeno a la
tendencia advertida desde la segunda mitad del siglo XVIII. Frente a este dato,
tanto “esclavos” como “muebles” son lo que siguen en el orden con 11; mientras
que “vestimentas” y “plata y joyas” aparecen en 10 oportunidades. Los
instrumentos de débito que eran frecuente en el contexto de la mercantilización
del espacio en la segunda mitad del siglo XVIII, en este período ya no aparecen
con frecuencia.
Un
dato significativo y que estaría mostrando la situación de los patrimonios en
este período es que los montos que aparecen asociados a “vestimentas”, por
ejemplo, son poco significativos a nivel económico (no superan los 2.000
pesos). En cuanto al dinero, la tendencia es similar puesto que de los 13
casos, 1 es de 6.000 pesos; mientras que el resto se distribuye entre los
En
síntesis, las prácticas sociales de las familias salteñas se vieron
profundamente afectadas como consecuencia de las guerras gauchas, debido a las
condiciones político-económicas imperantes. Es evidente entonces que,
históricamente, fueron los más desvalidos los que padecieron los efectos de la
guerra; en este caso y en ausencia de un resguardo jurídico-legal, las mujeres
de élite fueron una de las principales damnificadas puesto que su patrimonio se
vio recortado y manipulado en función de los intereses masculinos.
Conclusión
Lo
que en la presente investigación se pretendió fue el análisis de la transmisión
de bienes patrimoniales realizada a través de las dotes matrimoniales otorgadas
por las familias notables de Salta entre 1751-1826. Con ella, se demuestra que
las dotes matrimoniales no fueron el principal mecanismo de transferencia de
bienes patrimoniales.
Las familias salteñas del período
colonial y de principios del siglo XIX, lograban aplicar el marco legal de la
“herencia castellana” –reparto igualitario entre los herederos forzosos varones
y mujeres- sin eludirla, pero también repartir los bienes de acuerdo a una
racionalidad –adelanto de la legítima- que garantizara la reproducción social
de las familias notables de Salta, aún en contexto de deterioro patrimonial
frente a situaciones como las luchas independentistas.
De lo dicho anteriormente, se concluye:
-
Que
las dotes matrimoniales, además de indicativo respecto al modo de cómo orientaban
los bienes patrimoniales, también evidencian la violencia simbólica a la que
fueron sometidas las mujeres, en tanto como dominadas naturalizaron y
reprodujeron pautas respecto a las condiciones de su matrimonio. Esto significó
que ellas se situaran dentro de la sociedad no en relación a ellas mismas, sino
a los bienes patrimoniales que se transferían junto con ellas en las dotes. Las
mujeres aceptaron y nunca cuestionaron su condición de subordinación, dado que
la sociedad impuso pautas culturales que las situaban en condiciones de
inequidad de género. Por otra parte, en el período republicano, la violencia
simbólica se manifestó en el hecho de que los hombres llegaron a disponer –como
consecuencia de
-
Que
los hombres se valían del sistema legal – Real Pragmática y Novísima Recopilación-
para disponer de las mujeres en lo referido a las políticas matrimoniales y
patrimoniales. Los hombres fueron los que se autodefinieron, a través de un
proceso de construcción social, como los únicos capaces de poder disponer de
manera racional de los bienes patrimoniales. De acuerdo a los intereses de
corte masculino, ello significó que también podían disponer de las mujeres, en
tanto ellas formaban parte del patrimonio familiar. Fueron consideradas como un
bien patrimonial más y en consecuencia, posibles de ser intercambiadas sin
restricciones. De allí, la necesidad de los hombres de generar diversas
prácticas de control sobre su cuerpo, su sexualidad, sus actitudes y sus modos
de pensar. En este sentido, las Leyes y
-
En
relación a las transformaciones operadas a nivel de las interacciones entre los
sexos, se puede argüir que dada
-
De
acuerdo al análisis realizado, sostenemos que la coyuntura bélica
independentista afectó de manera relativa a los hombres (aunque estos tuvieron
que formar parte de las tropas), puesto que se vieron menos perjudicados en su
posición en relación a la conservación de los bienes patrimoniales, dado que
tradicionalmente en ellos recaían un gran porcentaje de las propiedades
inmuebles. En cambio, se advierte que la posición que ocupaban las mujeres en relación
a los bienes patrimoniales se vio directamente afectada porque las familias que
de manera forzada o no contribuían con los gastos de la guerra destinaban
aquellos bienes que formaban parte de las dotes para el mantenimiento de las
tropas. Como resultado de esta práctica advertimos que hubo: a) una reducción
del número de dotes entregadas, la que seguramente también se vio condicionada
por los efectos de
Las dotes matrimoniales deben ser vistas
como una manera de comprender la compleja red de relaciones que se establecía a
través de las diferentes formas de interacción entre los sexos, dado que
gracias a ella es posible no sólo corroborar la posición de subordinación y opresión
de las mujeres sino además, cómo se aplicaron los mecanismos de dominación
masculina en el contexto de la sociedad salteña de fines del XVIII y principios
del XIX. Es decir, que a través de las dotes matrimoniales es posible establecer
las representaciones múltiples de esa dominación. Los símbolos, los conceptos
normativos, sus interpretaciones, las instituciones y las organizaciones
familiares fueron elementos constitutivos de un sistema patriarcal que condicionaba
las diversas políticas de acción tanto, masculinas como femeninas. En este sentido,
las identidades de género fueron estructuradas en torno a un control
diferencial que ejercieron los hombres sobre los recursos materiales y
simbólicos que conllevaba a una concepción y construcción del poder, aún en
tiempo de conflicto bélico.
El Instituto Güemesiano de Salta
representado por miembros del Consejo Directivo y socios, adhirió a los actos
efectuados a las 10,00 de la mañana en el Panteón de las Glorias del Norte, y al
posterior desfile frente al Monumento a Güemes, en la falda del cerro San Bernardo,
sobre avenida Uruguay.
Programó el acto académico a las 19,00 en su sede
de España 730. La apertura con palabras alusivas al aniversario del fallecimiento del
general Martín Miguel de Güemes, estuvo a cargo de la profesora Ercilia
Navamuel. Se cumplió la presentación de banderas y se entonaron las estrofas
del Himno Nacional Argentino y el Himno al Gral. Güemes. Luego,
Finalizó el acto, doña
Betina García Geraldyn, quien
recitó un poema
de su autoría, titulado: “A Martín Miguel de Güemes”. Retiro de las banderas.
DE MANUEL
BELGRANO Y MARTÍN GÜEMES
María Cristina FERNÁNDEZ ·
Martín Miguel Juan de Mata Güemes y Manuel del Corazón de Jesús
Belgrano compartieron principios, ideales y estrategias en el ámbito militar,
político y social durante el movimiento independentista de nuestra Patria. Esas
características, que los unieron en la lucha por la libertad, fructificaron en
uno de los sentimientos más nobles y puros que puede unir a los seres humanos:
la amistad.
Martín Güemes conoció a Manuel Belgrano en algún momento de su vida que
no puedo precisar. Quizás durante las invasiones inglesas en las que ambos participaron
defendiendo Buenos Aires o quizás cuando Belgrano arribó a la tierra gaucha al
tomar el mando del Ejército Expedicionario al Alto Perú. Lo cierto es que entre
los años 1816 y 1819 Martín Güemes y Manuel Belgrano mantuvieron una prolífera
correspondencia epistolar cuya lectura nos permite conocerlos interiormente.
Sus valiosas plumas registraron las vivencias que originaban los sucesos de los
que fueron protagonistas.
En estas simples líneas pretendo evocarlos desde esa humanidad no
siempre valorada. Ambos fueron hombres de armas, amaron y sufrieron por
Todo ello se conjuga en este trabajo, basado en las cartas transcriptas
en obras documentales e investigaciones de importantes autores con el anhelo de
rendir un respetuoso homenaje a la amistad de Martín Güemes y Manuel Belgrano,
nacida y consolidada al son de
1. “Sus virtudes y servicios militares no son tantas ni de tanto valor
como se ponderan vulgarmente”
Martín Miguel Juan de Mata Güemes, de
padre español y madre jujeña, nació en Salta el 8 de febrero de
Durante la defensa y reconquista de Buenos Aires luchó formando parte
de las tropas organizadas por Santiago de Liniers, en 1806 y 1807. Por su
destacada participación fue premiado por el Rey de España. De regreso en su
tierra natal, en 1808, el gobernador de
En 1812 Juan Martín de Pueyrredón, Jefe del Ejército Expedicionario
solicitó ser reemplazado por razones de salud. Pueyrredón consideraba un
infortunio tal cargo ya que, según sus palabras, era un cuerpo enfermo con sus
miembros corrompidos. Varios integrantes de este Ejército, en vistas de la
disciplina y éxito con que las milicias salto jujeñas se desempeñaban, sembraron
por doquier intrigas y falsas acusaciones contra Güemes. Cuando Manuel Belgrano
asumió el mando del Ejército le transmitieron estas apreciaciones, que fueron
refutadas por Pueyrredón. Güemes tenía entonces 27 años, el general 42.
Belgrano
priorizó el saneamiento de la desmoralizada fuerza adoptando medidas que
consideró ejemplares. Una de ellas fue el traslado de oficiales entre los que
incluyó a Güemes. El
salteño fue trasladado primero a Santiago del Estero y luego a Buenos Aires.
Allí solicitó conocer las causas de dicha medida que –según expresara-
degradaba su honor y distinguidos servicios. El gobierno pidió informes a
Belgrano quien convencido de su justicia respondió: “Si el Teniente Coronel don
Martín Güemes procede con el honor que corresponde a su carácter, se abstendría
se le hiciera saber las causas que dieron motivo, no a ser confinado, sino a
que marchara para esa Capital a disposición de V. E., pues él no puede
ignorarlas cuando su propia conciencia le debe acusar de que su vida escandalosa
ha sido demasiado pública en Jujuy y después en esta Ciudad y la de Santiago
del Estero”. Sostiene después
que, “las virtudes y servicios militares
de este individuo, de que ha sido informado V. E., no son tantas ni de tanto valor
como se ponderan vulgarmente. Virtudes, ciertamente, no se le han conocido
jamás, y sus servicios han sido manchados con ciertos excesos, o mejor diré
delitos de que tengo fundamentos muy graves para creerlos, aunque no documentados.
Por lo mismo considero que no podrá ser útil en este ejército, que trato de
depurarlo de toda corrupción a toda costa...Si vuestra excelencia considera que
este oficial, absteniéndose de su relajada conducta, puede ser útil a
El gobierno dispuso que
Güemes permaneciera en Buenos Aires durante todo 1813 en el Estado Mayor. Nótese que Belgrano expresó tener fundamentos
graves para creer en ciertos excesos de Güemes, pero no documentos. Pareciera
que el general hubiera querido sintetizar en el informe las mal intencionadas
referencias que recibiera de los detractores del Oficial, de lo cual no podía
dar fe. Quizás ello restó credibilidad a las imputaciones realizadas.
Cuando Belgrano afirma que las virtudes y servicios militares de Güemes
no eran tantas ni de tanto valor como se ponderaban se suma al juicio de los
detractores. El no podía ignorar los méritos del salteño que a partir de 1806
era ascendido por sus destacadas actuaciones, como integrante del ejército real
primero y como soldado de la revolución después.
Sus expresiones se trocaron con el tiempo en valoración, admiración y
afecto. En la carta que escribiera a Güemes luego de reasumir el mando del
Ejército Nacional podría inferirse el arrepentimiento del prócer respecto a
esta conducta: “Como yo he hecho ostentación de la amistad de Ud. en
consecuencia de que habían hablado algunos de que Ud. no la tendría conmigo,
así porque lo mandé a Buenos Aires, como porque a Rondeau dicen que Ud. le
manifestó que no me admitiría, seguramente se han venido a valer de mí para que
me empeñe con Ud. y yo me he gloriado de esto, conociendo que aquél ridículo
concepto ya no existía”. (9 de setiembre de 1816).
En 1816 Belgrano consideraba ridículo concepto lo que
cuatro años antes consideró delitos, quizás sorprendido en su buena fe. Este
tipo de acciones determinó que por ejemplo el historiador salteño Bernardo
Frías opinara que la ligereza del temperamento de Belgrano fue causa de
apresuradas e injustas determinaciones.
Por su parte el Gral. Tomás de Iriarte, quien llegó a
América integrando el grupo de oficiales encabezados por el mariscal José de
Durante su permanencia en Buenos Aires Güemes conoció a
José de San Martín. Cuando a raíz de las derrotas
de Vilcapugio y Ayohúma se decidió reemplazar a Belgrano por San Martín, Güemes
le ofreció sus servicios. San Martín elevó un informe favorable expresando: “La
opinión y concepto de este oficial y sus servicios constantes por la causa me
hacen interesarme a V.E a fin de que su solicitud tenga el éxito que solicita”.
El gobierno accedió al pedido y nombró a Güemes Teniente Coronel el 7 de
diciembre de 1813.
Güemes acompañó a San Martín desde Buenos Aires hasta
Yatasto donde ambos se reunieron con Belgrano en enero de 1814. Allí, según el
Dr. Martín Gabriel Figueroa Güemes, se reconciliaron Martín Güemes y Manuel
Belgrano. San Martín encomendó entonces a Güemes cubrir la línea del Río Pasaje.
Al
hacerse cargo del Ejército San Martín dijo: “Tengo la desgracia de haber
tomado el mando de un ejército derrotado cuyos oficiales parece no han escapado
de las manos del enemigo sino para prepararle la conquista del resto de las
provincias. Las armas de
2. Correspondencia de Güemes y
Belgrano
Se define como correspondencia el acto de corresponder. El conjunto de
cartas que se escribieron Güemes y Belgrano, además de constituir documentos de
alto valor confidencial e histórico, expresa lo que literalmente significa la
palabra corresponder: pagar con igualdad afectos, beneficios o agasajos. Amarse
recíprocamente.
En la obra Güemes Documentado se registran 129 cartas que Belgrano
dirigiera a Güemes y éste
La primera carta que se conoce que Manuel Belgrano escribió a Güemes es
del 3 de agosto de 1816 y fue escrita en Tucumán. La última fue redactada en Pilar,
el 10 de setiembre de 1819. En un mismo mes Belgrano dirigió a Güemes numerosas
cartas. Por ejemplo: desde Tucumán, en agosto de 1816, le envió siete cartas
(fechadas el 3, 8, 13, dos el día 18, 21 y 26). En 1819 le escribió solamente
once. Su lectura nos enriquece al revelarnos su encuentro espiritual y sus
vivencias. Por ellas se conocen tácticas y estrategias militares, sucesos,
personajes de la época, recursos, penurias, enfermedades, tratamientos, etc.
En la primera carta que se conserva, Belgrano escribe a Güemes: “Mi
estimado paisano y amigo: El Congreso me ha pasado una representación de usted
y otra del Marqués para auxilios. En cuanto al dinero que usted solicita, dispondré
inmediatamente y en cuanto a los caballos se harán las más vivas diligencias
para obtenerlos, lo que me parece difícil es que estén gordos en la estación
presente como Ud. sabe; pero no quedará por falta de encargo, y presenciar lo
que se mande. El pensamiento de Ud. es excelente; conviene animar la moral del
soldado con pequeñas victorias y creo que tal vez pueda tener Ud. una que le
llene de gloria y no menos restituya el concepto a nuestras armas que por
desgracia está muy abatido”. En
esta carta, de carácter militar, hay dos palabras significativas para la
presente evocación: estimado y amigo.
Posteriormente las expresiones de afecto se van intensificando, como lo
demuestran las siguientes transcripciones:
·
“Mi amigo y compañero
querido: antes de anoche llegó Redhead y tengo mis buenos momentos con él. Me
río, me alegro, me entristezco, me incomodo; en una palabra mi alma recibe
todas las impresiones que producen los asuntos que nos entretienen, todos,
todos de patria y de Salta en particular...” Tucumán, 18 de febrero de
1817.
·
“No se canse Ud. de querer
a su Manuel Belgrano”. Tucumán, 3 de marzo de 1817.
·
...”Adiós, compañero querido,
mande Ud. a su Manuel Belgrano”. Tucumán, 10 de marzo
de 1817.
·
...”Corresponda Ud. a la
amistad de su siempre Manuel”. Tucumán, 18 de marzo
de 1817.
·
“Compañero y amigo muy
querido: siento que esté Ud. enfermo; no es extraño, Ud. no se cuida y al cabo
se paga el mal trato que da uno a su cuerpo. Cúrese Ud. y póngase bueno que nos
resta mucho que trabajar....” Tucumán, 10 de Julio
de 1817.
·
“Tenga Ud. presente en todas
circunstancias que es su amigo: Manuel Belgrano”. Ranchos, 18 de marzo de 1819.
·
“Continúo con alivio y
siempre dispuesto a servir a Ud. con toda la amistad que le profeso”. Papagayos, 7 de Junio de
1819.
Desde Salta, Güemes corresponde a estas expresiones:
·
El 27 de noviembre de 1817 le dice:
“Sin poderlo remediar, he molestado a usted demasiado, pero
merece toda disculpa su más apasionado compañero y constante amigo”.
·
El 19 de diciembre de 1818 le escribe una carta que comienza diciendo: “Mi mejor amigo y compañero...” y
finaliza: “Cuénteme Ud. siempre su verdadero
amigo”.
·
El 4
de Junio de 1819: “...Siempre es y será de Ud. amigo y compañero que lo
ama”.
En varias cartas los próceres tratan el tema amistad con una
maravillosa autenticidad. El 8 de agosto de 1816 Belgrano escribía a Güemes:
“...me basta la buena voluntad de Ud. y su disposición y me complacen sus
protestas de amistad, que nunca la hallará desmentida en mí, porque tengo por
principio no dejar de ser amigo de aquel a quien una vez dí ése título”.
“... Amigo y compañero por lo que hay de más sagrado en la amistad,
suplico a Ud. que le quite mi apellido a la partida a quien se lo ha dado ¿Por
qué quiere Ud. que se me aumente el número de enemigos? Yo diré que Ud. no me
quiere si lo conserva y espero deber a su favor condescienda a mi súplica”. Tucumán, 26 de diciembre de 1817. (En aquella época se acostumbraba dar
nombre a las partidas que tenían asignada alguna misión militar. Fueron famosas
por ejemplo:
En 1817 nació en Salta el
primer hijo del Gral. Martín Güemes y su esposa, Carmen Puch. Anoticiado
Belgrano de tal suceso, escribió: “Sea mil veces en horabuena, mi amigo y
compañero querido: felicito a Ud., a la señora doña Carmencita y a ambas
familias por el nuevo Martincito; celebraré que siga bueno, como igualmente su
mamá, a quien tendrá Ud. la bondad de hacerle presente mi complacencia por el
feliz éxito, y por haber dado un hombrecito a la patria que herede las virtudes
del padre y el amor de tan digna madre”.
Esta carta finaliza con una pregunta: “Aquí ha corrido
la especie de una alarma que tuvo Ud. una noche ¿Qué hay en el particular? Ud.
cuente siempre con su fiel amigo”. M Belgrano. Tucumán, 18 de setiembre de
1817. Esta “especie de alarma” que menciona Belgrano estuvo
motivada por un intento de asesinato que padeciera el Gral. Güemes en Salta.
Estas breves frases y párrafos bastarían para probar que la relación
que unió a los generales Manuel Belgrano y Martín Güemes superó el ámbito
militar. El análisis del todo que integran demuestra que entre ambos próceres
hubo una sólida e inquebrantable amistad.
3. La trascendencia de
una carta
El 6 de noviembre de 1816, desde Huacalera, Güemes decía a Belgrano: “Mi
amigo y compañero de todos mis afectos: Hace Ud. muy bien de reírse de los
doctores, sus vocinglerías se las lleva el viento, porque en todas partes tiene
fijado su buen nombre y opinión. Por lo que respecta a mí, se me da el menor
cuidado, el tiempo hará conocer a mis conciudadanos, que mis afanes y desvelos
en servicio de
El 18 de noviembre de 1816 Belgrano contestaba a Güemes: “Me honra
Ud. demasiado con el adjetivo virtuoso; no lo crea Ud., no lo soy; me falta mucho
para eso; tengo sí buenas intenciones y sinceridad y cuando me digo amigo y
conozco méritos en el sujeto, lo soy y lo seré siempre, como lo soy de Ud,
porque estoy al cabo de sus incomodidades, desvelos y fatigas por la empresa en
que estamos, sin embargo de que me han querido persuadir de lo contrario, no
los doctores sino una lengua maledicente que Ud. conoce, para quien nada hay
bueno; que en cuanto vino de ésa me hizo la pintura más horrenda, que a no conocerlo
yo, como lo conozco tiempo ha, me habría causado mucho disgusto...”.
Güemes, desnudando su alma y sus elevados sentimientos escribe a
Belgrano: “Güemes es honrado, se franquea con Ud. con sinceridad. Es un
verdadero amigo y lo será más allá del sepulcro. Emocionantes y
conmovedoras palabras... Con el tiempo se cumplió lo que Güemes sentenciara en
esta carta: “...si las generaciones presentes nos son ingratas, las futuras
venerarán nuestra memoria...”.
4. La constante amenaza
Durante todo el período en que se registra la correspondencia entre
Belgrano y Güemes, las Provincias que hoy constituyen el portal Norte de
nuestra Patria, Salta y Jujuy, permanecieron en estado de vigilia ya que el
país vivía momentos cruciales.
Por un lado, los ejércitos realistas
estaban concentrados en el Perú y el Alto Perú con objetivos claros: llegar a
Buenos Aires, someter al gobierno central y recuperar para la corona el dominio
del ex Virreynato. Por otro lado, el Ejército Patriota (al mando de José
Rondeau desde Julio de 1814) se encontraba en pésimas condiciones: escaso de
armas, municiones, provisiones y desmoralizado.
El 3 de mayo de 1816 fue designado
Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón. Este, luego de revistar el Ejército
Auxiliar que se encontraba en Jujuy, ordenó a Rondeau retroceder hasta Tucumán
para reorganizarlo y dio a Güemes la misión de defender la integridad de las
Provincias y la seguridad de ése Ejército. A partir de entonces (Junio de 1816)
sus tropas asumieron el rango de Ejército al servicio de las Provincias Unidas.
Al decidir esto Pueyrredón consideró que
Güemes, que había derrotado a las tropas de Joaquín de
La crítica situación en que se encontraba
el Ejército Nacional cuando en 1816 Belgrano asumió el mando, queda descripta
por su pluma en las siguientes palabras: “Yo estoy decidido a no mover el
Ejército mientras no se halle en estado de imponer por su subordinación, por su
disciplina y por su número para que halla como aprovecharse de la victoria o
resarcir pérdidas si las hubiere, y eso instantáneamente. He pensado seguir el
sistema de Fabio y nada me importará que griten los que ya quieren ver al
enemigo fuera, sin hacerse cargo de nuestro estado”. Belgrano, 26 de agosto
de 1.816.
Los salto jujeños soportaron todo el peso
de los avances de los experimentados, bien equipados y pagados ejércitos enviados
por España. Estos pueblos fueron arrasados pero cumplieron con el objetivo: no
permitir que el invasor llegara a Buenos Aires. Desde 1814 hasta 1821 las
tropas de Güemes resistieron y expulsaron nueve invasiones. Las más violentas
se produjeron mientras San Martín libertaba Chile y preparaba la expedición al
Perú.
En 1817 José de
Los invasores perdieron casi 4000 hombres (entre muertos, pasados y
prisioneros); centenares de caballos, mulas, municiones y pertrechos.
Regresaron al punto de partida en dramáticas condiciones y el ansia de venganza
posibilitó su reorganización y nuevos avances. Si Güemes hubiera tenido los
caballos que reclamaba, los vencidos no hubieran escapado y la larga y cruel
lucha por nuestra Independencia hubiera finalizado antes.
Desde Tucumán Manuel Belgrano testimoniaba la labor de Martín Güemes. Luego
del heroico triunfo sobre el temible Ejército de
El ascenso y la pensión fueron concedidos. La condecoración fue
diseñada por Belgrano y aprobada por el gobierno pero nunca se materializó
debido a la cantidad que debía entregarse, (6.610) a la renuncia de Pueyrredón
al cargo de Director Supremo y a la falta de recursos para solventarla.
Insistentemente Güemes solicitaba a Belgrano y a Pueyrredón armamentos,
víveres y ganado, para continuar defendiendo a las Provincias Unidas. Al no ser
atendidas sus necesidades quedó abandonado a su propia suerte. El solo,
extremando el sacrificio de su pueblo defendió la libertad de
Tras la expulsión de
El oficio concluye: “Este pueblo sufrirá dos meses el gravamen de
esta contribución forzosa, sobre tantas que han precedido; si en lo sucesivo
nuestros hermanos no nos auxilian mensualmente a proporción de la opulencia de
sus provincias, nos veremos con el mayor dolor compelidos a abandonarlo al
furor de los tiranos y buscar albergue, como las fieras, entre las selvas,
bosques, montes o cerros”. (27 de setiembre de 1817). El mismo día Güemes
escribía a Belgrano diciendo: “No puedo por más tiempo disimular las
urgentísimas necesidades que afligen a esta Provincia. El estado actual de su
fortuna no me presenta más que un semblante de miserias, lágrimas y agonía.
Belgrano remitió el oficio de Güemes a Pueyrredón, quien respondió el
28 de noviembre de 1817: “...decidida
Mientras los escritos iban y venían el Gral. Pedro Antonio de Olañeta
tomaba Humahuaca. Luego continuó su avance hacia Jujuy, de donde se vio
obligado a replegarse a fines de enero de 1818, debido al hostigamiento de las
tropas Güemistas. Güemes y Belgrano vivían la misma angustia: la falta de
recursos y sensibilidad de quienes se desentendieron de una guerra que se
peleaba por todos. Las cartas y oficios son importantes documentos que ayudan a
comprender la difícil situación que enfrentaban.
En los escritos se aprecia que a la permanente amenaza del enemigo
externo; la apatía del pudiente y a la falta de auxilios de las demás
Provincias, se sumaba la grave sequía que azotaba la región. La falta de lluvia
parecía aliarse a la pobreza general en que se encontraban los sufridos
habitantes, incrementando la angustia ante el riesgo de mortandad de animales y
pérdida de cosechas.
“Amigo
y compañero mío: los tales movimientos del enemigo, la seca y el un mil millones
de cosas han trastornado, por ahora, mis planes; pero si bajase esa canalla, no
hay remedio, voy a batirlos; pues estoy cansado de vivir en apuros e
incomodidades perpetuas, rodeado de necesidades y disgustos por todas
partes...” decía Manuel
Belgrano desde Tucumán el 26 de Noviembre de 1817.
Belgrano expone nuevamente la dramática situación el 3 de febrero de
1818: “Compañero y amigo mío: Qué circunstancias tan tristes en las que
estamos, para poder hacer uso de mi genio! El egoísmo ha ocupado el lugar del patriotismo
y aquél sólo es dable vencerlo con el dinero; éste no lo hay ¿a qué pues
apelaremos? ¿cómo remediaremos esta falta de caballos? Aquí sigue la tremenda
seca y no menos la de los corazones; sin embargo, voy a enviar a Ud. los únicos
restos de la caballada que en número de ochocientos me enviaron de Córdoba, de
los que remití a Ud. el año anterior trescientos”. En otro párrafo de la misma carta Belgrano dice a Güemes: “Compañero
Ud. no necesita para mí de rodearse ni de luces, ni de sombras, mi corazón es
franco, soy su amigo lo veo destinado al objeto común y esté cierto que lo que
tuviere le he de dar. Está visto que los enemigos deliran; déjelos Ud. andar
subiendo y bajando; ellos pierden siempre, como Ud. me dice y más han de
perder, cuando llegue la tremenda. Sólo esperamos los buques que ya no han de
tardar mucho; los verá Ud. temblar cuando se aparezca nuestra bandera bien
sostenida, en el Pacífico”. (Tucumán, 3 de febrero de 1818).
Cuando Belgrano expresa: “los verá Ud. temblar cuando se aparezca
nuestra bandera bien sostenida, en el Pacífico”, se refiere al desembarco
del Gral. José de San Martín en las costas peruanas, según el Plan libertador
del que los tres próceres participaban.
La falta de recursos obligó a Güemes a hipotecar sus propios bienes. El
27 de junio de 1818 informaba a Belgrano que iniciaba la marcha a Jujuy y que
debido a la miseria había solicitado un préstamo por cuya garantía de pago
ponía sus bienes y fincas. En el oficio que redactaba a fin de que Belgrano
informara al Director Supremo dice: “Es tan apurante la necesidad de
presentarme frente de la vanguardia con las tropas de que he dado parte a V. E.
vestía con este fin, que hubiera querido anticipar los momentos de mi marcha.
Escaso de todo auxilio para esta importante expedición, he premeditado algún tiempo
el medio menos gravoso a un vecindario agobiado ya, con los repetidos
sacrificios que en obsequio de la causa de nuestra independencia ha sufrido y
sufre; y el único ha sido, el pedir a este comercio dos mil pesos, hipotecando
en seguro de ellos, caso que a letra vista no sea abonada por el excelentísimo
señor Supremo Director del estado, la libranza que he girado a favor de don
José Joaquín de Bedoya, las fincas de mi propiedad, cierto de que V. E.
interpondrá sus respetos a la acreencia de tan digna mira. Dios guarde a V.
E...”. Belgrano elevó el
oficio a Pueyrredón el 3 de Julio de 1818 expresando en un párrafo: “... él
suplica su abono en los términos que del mismo oficio resulta. La superioridad
de V.E. resolverá lo que estime más conveniente”. Parece ser que el Estado
no abonó este ni otros préstamos ya que Güemes perdió la mayoría de sus bienes.
5. Un vínculo a prueba
de demonios
Güemes y Belgrano, por enarbolar los principios de amor y defensa de la
libertad de nuestra Patria, fueron destinatarios de numerosas intrigas y
traiciones. En sus escritos los próceres describen los sentimientos que
generaban las actividades de sus enemigos internos. Güemes los llamaba gavilla
de ambiciosos y advertía que sus crímenes y delitos los mantendrían agitados y
descontentos hasta el fin de sus días.
En el caso de Güemes –incluso- se atentó contra su vida en varias
oportunidades. La última traición lo llevó a la tumba, el 17 de junio de 1821,
un año después de la partida de su querido amigo Manuel.
En 1817 un hecho puntual pone a prueba la sinceridad y franqueza de los
próceres. A fines de noviembre el Gral. Martín Miguel de Güemes fue informado
que un oficial de apellido Madrid, enviado por Belgrano con una partida al
noreste de Salta, había recibido cartas que lo incriminaban como autor de
órdenes y documentos apócrifos. Güemes sabía que sus rivales continuamente
sembraban la confusión por distintos medios pero no aceptaba que el mencionado
jefe hubiere creído, injusta y ligeramente, lo que recibió.
La carta en la que informa tal circunstancia a Belgrano es la más
extensa de las que se conservan. La comenzó disculpándose por las incomodidades
y dolores de cabeza que generaría en Belgrano su lectura. En algunos párrafos
dice: “...Halla Ud. en su conciencia, el más leve rastro o indicio en que se
apoye tan horrorosa falsedad? ¿Es éste el pago que da a mis servicios? Válgame
Dios, compañero amado; estoy fuera de mí y no sé qué partido tomar... ¿Qué monstruo
ha abortado este infernal bostezo? No nos cansemos compañero mío. Esta es la
peor y más sangrienta guerra que nos devora. No merecemos ser libres: confesémoslo
sin rubor. Esta es la prisión de jujeños por Belgrano, que dicen los enemigos
en su proclama. Esta es la ocurrencia que hizo variar nuestros planes, y esta
es la única esperanza que tienen aquellos para sojuzgarnos: la guerra
intestina; porque conocen nuestra debilidad y porque saben que no castigamos
los delitos, ni premiamos la virtud. No me niegue Ud. que somos tanto o más
bárbaros que ellos”... Güemes finaliza la carta diciendo: “Sin poderlo
remediar, he molestado a Ud. demasiado, pero merece toda disculpa su más apasionado
compañero y constante amigo”. Martín Güemes. Salta, 27 de noviembre de
1817.
El 3 de diciembre de 1817 Belgrano le responde: “...Ahora quiero yo
quejarme de Ud. con Ud. mismo. ¿Con qué razón, o por qué me ofende Ud. diciéndome
“parece que se desconfía de mí”? No sea Ud. injusto compañero mío con su mejor
amigo: la retirada de Madrid no proviene de un chisme, ni de demonio alguno que
no tiene entrada conmigo; proviene de que no tengo caballos ni mulas que
enviarle, de que las espadas no están concluidas, de que no hay cómo enviarle
sobre doscientas monturas que necesita, de la falta de armamento de que se me
queja y de la escasez de numerario en que me veo... Persuádase Ud. de que hablo
con franqueza y le he de hablar siempre aunque Ud. no me quiera oír, debe Ud.
haberlo visto en mi correspondencia. Lo que hiciere mal, según mi concepto,
valga lo que valiere, se lo he de decir, no sólo por la causa común sino porque
tengo interés en que Ud. salga con honor y brillo; yo he procurado dar a Ud.
opinión en todas las provincias y fuera de ellas y es visto que me he comprometido
a favor de Ud. porque lo he creído de justicia. Acuérdese Ud. de lo que le dije
en el balcón del cuarto de Gurruchaga de lo que se decía sobre nuestras
conferencias que todos ignoraban, y, a decir verdad, las ignoran, menos el
Supremo Director que es amigo nuestro. Yo no creo que Ud. trate de engañarme,
ni yo creo que Ud. se piense que yo trato de engañarlo: fuera de nosotros
desconfianzas mutuas; la amistad que nos profesamos no puede reinar así. Mi
corazón es franco y no puede ocultar sus sentimientos: amo además la sinceridad
y no podría vivir en medio de la trapacería que sería precisa para conservar un
engaño; sólo a las pobres mujeres he mentido diciéndoles que las quiero, no
habiendo entregado a ninguna, jamás, mi corazón.” Cabe destacar que ésta es
la única carta en la que Belgrano menciona su relación con las mujeres
confesando que sólo a ellas ha engañado, brindando un nuevo elemento para el análisis
de su vínculo con Güemes.
El 18 de diciembre del mismo año y sobre la misma intriga Belgrano
escribía a Güemes: “Compañero y amigo querido: Madrid llegó después de infinitos
trabajos en sus marchas. Lo primero que traté de indagar fue el origen de sus
desconfianzas con un fiel servidor de la nación y además amigo mío, y sólo he
sacado en limpio las voces de la vulgaridad y que no había quién no hablase de
que se intentaba contra la división; pero que aunque él no daba crédito, como
era regular, tomó las precauciones de seguridad que creyó propias de su
obligación. De todo deduzco que los mal intencionados, los infinitos que andan
esparcidos y en ejercicio de la chismografía para indisponer a unos y otros, y
que la unión que existe entre nosotros se rompa esparcieron esas voces, y que
no hubo sindéresis para discernir y por consiguiente despreciar voces vagas e
insignificantes; bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán
jamás cabida”.
El hecho reseñado fue un nuevo
intento para enfrentar a Belgrano y Güemes, sus autores se desconocen. Güemes expuso
la situación a Belgrano sin ocultar su impotencia, confusión y dolor. Belgrano,
por su parte, sintió afectada su sinceridad y así lo expresó: “...quiero
quejarme de Ud. con Ud. mismo...”. Siente injustas y desconfiadas las
palabras de Güemes y le aclara vehementemente la situación por la cual ordenó
el regreso de Madrid a Tucumán.
Otro intento de enemistar a
los próceres se registra en junio de 1818. Esta vez Güemes se lo informa a
Pueyrredón, amigo de ambos. El 3 de setiembre de 1818, desde Buenos Aires,
Pueyrredón escribe a Güemes: “...Pedí en su tiempo explicaciones a Belgrano
sobre el contenido de la carta fechada por Ud el 3 de Julio, vea lo que me
contesta: “No puedo decir a Ud. bastante cuanto he extrañado la pregunta que
Ud. me hace acerca de la seducción de oficiales de nuestro Güemes y de ir a
atacarlo: ambas cosas no me han pasado jamás por la cabeza y Ud. mismo debe
hacerme justicia en vista de mis comunicaciones desde que empecé a tratar con
aquél, sabiendo además que he procurado formar la opinión en su favor por
cuantos medios han estado a mis alcances, a pesar de todos los enemigos que ha
tenido, como es consiguiente a cualquiera que manda. Después de todo ¿a qué
seducir a sus oficiales? ¿Por qué he de atacarlo? ¿lo tengo acaso por enemigo
de la patria? ¿No soy yo quien le ha propuesto para premios como Ud. sabe? ¿No
soy yo el que a virtud de las órdenes de Ud. le he franqueado cuanto ha
necesitado? ¿No soy yo el que le he dado pruebas de una sincera amistad, demostrándosela
de un modo positivo hasta enviarle cuanto ha necesitado, pidiéndomelo y no
pidiendo, sin expreso aviso de usted?. Pero es cansarse en vano tratar de esta
materia que la veo fundada en la multitud de chismes de los incendiarios: estoy
cierto de que el mismo Güemes hará mi apología en este asunto. Protesto a Ud.
que no conozco a sus oficiales y que con ninguno tengo correspondencia; si me
han escrito les habré contestado en las materias que me hubiesen tratado; pero
nadie me ha hablado en contra de él, ni yo lo habría consentido. ¿Es posible
que haya quien piense que soy capaz de mover las armas según mi antojo y más
contra un hombre a quien yo mismo elogio y a quien le he dicho que estoy para
sostener el orden? Cosas de chismografía: dejémonos de esto y crea Ud. que
Belgrano está con juicio: ¡así no me lo quitará la falta de plata con que no
puedo atender a Salta, ni a nosotros!” (Tucumán, 18 de agosto de 1818). Los
párrafos transcriptos son contundentes: ningún demonio, ninguna intriga,
quebraría la firme amistad que se profesaban los envidiados héroes.
6. La amistad y una
preocupación común: La salud
La amistad que Güemes y Belgrano se profesaban fue aparejada a una
constante preocupación por la salud del otro. Ambos padecían trastornos
digestivos, respiratorios y articulares. El Dr. Armando Pérez de Nucci analizó
desde el punto de vista médico la correspondencia de los próceres concluyendo
que en ella se mencionan enfermedades y padecimientos, advirtiendo que Belgrano
tenía cierta preocupación y conocimientos de diversas afecciones, permitiéndose
a veces recetar a distancia.
En una oportunidad Belgrano había escrito a Güemes. “Compañero y
amigo querido: Ud. no se cuida, cree que su cuerpo es de bronce y se equivoca;
no se debe usted a sí solo, sino a su mujer, hijo y lo que es más, a
El 10 de octubre del mismo año Belgrano le decía: “Por aquello de
poeta, médico y loco, todos tenemos un poco, vaya mi receta para el cólico
bilioso; lo padecí un verano entero desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la
tarde y no tomaba más alimentos que agua de agraz helada y helados de agraz.
Ud. felizmente no necesitará de tanto pues que ya se ha aliviado; pero a
precaución, un vasito de helado de ése ácido o de naranja o limón, todas las noches,
después de hecha la cocción y verá Ud. qué tono toma su estómago y cómo se
robustece”. Tucumán, 10 de octubre de 1817.
El Dr. Pérez de Nucci expresa: “Para avalar la teoría de que Güemes
padecía una dispepsia que estimo de probable origen biliar, se toman como referencia
las continuas recomendaciones de Belgrano, sobre todo aquella en la que
recomienda dieta y reposo, sin olvidar la mención directa al cólico bilioso”.
La última carta que Belgrano escribió a Güemes fue fechada en Pilar el
10/9/19. En ella expresaba: ”Mi compañero y amigo: voy a marchar dentro de
dos días para el Tucumán a ponerme en formal curación hasta recuperar mi
perfecto restablecimiento y ponerme en aptitud de trabajar, para concluir a los
enemigos que nos amenazan, en unión de todos los que desean ver libre el país.
Mis males siempre siguen, aunque hace tres días que he podido suspender los
vómitos con el cuidado y auxilio de los medicamentos administrados por el
profesor Berdia. De todos modos es su constante amigo. Manuel Belgrano”. El
mismo mes Belgrano, ya gravemente enfermo, solicitó la presencia del Dr. José
Redhead, quien vivía en Salta y atendía al Gral. Güemes. Güemes actuó inmediatamente
posibilitando el traslado del médico. Feliciano de
Cabe recordar que Bernabé Aráoz gobernaba Tucumán cuando Belgrano se
hizo cargo del Ejército, en 1816. En su condición de gobernante obstaculizaba
permanentemente el auxilio que necesitaban las tropas. Como consecuencia de
ello, el general solicitó reiteradamente a Juan Martín de Pueyrredón la
remoción de Aráoz. En setiembre de 1817 insistió expresando que si no se tomaba
dicha medida él se vería obligado a retirarse del Ejército. Aráoz fue
destituido y reemplazado por Feliciano de
En noviembre de 1819 sólo
quedaba en Tucumán parte del Ejército Auxiliar, el resto había marchado hacia
el centro del país por orden del Director. En esas circunstancias Abraham González y Bernabé Aráoz
provocaron una revolución mediante la cual fue depuesto Motta Botello, asumiendo
el cargo Aráoz.
El Gral. Belgrano había renunciado por
razones de salud al mando del Ejército. Cuando se produjo la revolución se encontraba
de visita en Tucumán. González, lugarteniente de Aráoz, encarceló y engrilló al
prócer. El Dr. Redhead logró que se lo eximiera de tal tortura, por su
jerarquía y estado de salud.
Al conocer tan ingrata noticia, Martín Güemes ofreció asilo a Belgrano
para salvaguardar su persona y aliviar su enfermedad. El prócer agradeció el
gesto y se dirigió a Buenos Aires asistido por el médico escocés. Vanos fueron
los intentos del Dr. Redhead, Belgrano partió hacia la eternidad el 20 de junio
de 1820, ocasionando un gran dolor en el corazón a su amigo. Simultáneamente
Güemes era nombrado por San Martín, General en Jefe del Ejército de Observación
sobre el Perú, quedando sin el respaldo afectivo de su camarada.
7. La eternidad como lugar para el reencuentro
Una prueba más de los infames sentimientos que generaba la relación
entre los próceres la brinda el Dr. José Redhead, médico y amigo de ambos,
quien escribió a Güemes: “Belgrano, al cabo, en medio de su talento, era el
hombre más sencillo que he conocido. Lo engañaban como a un niño y no ignoro
las maquinaciones que hubo en Tucumán y aquí para impedir una amistad estrecha
entre usted y él”. (Buenos Aires, 7 de noviembre de 1820).
En esta carta Redhead dio un nuevo testimonio de la amistad que unió a
Güemes y Belgrano. Uno de los personajes a quien molestaba esta relación fue el
ambicioso Bernabé Aráoz. Aráoz provocaría al año siguiente una grave crisis al
invadir Santiago del Estero para impedir que llegaran a Salta los auxilios
necesarios para que Güemes pudiera marchar hacia el Alto Perú en apoyo de San
Martín.
El gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra, comunicó a Güemes
el 23 de enero de 1821 que procuraba armarse para defender su Provincia del
ataque de Bernabé Aráoz agregando: “Este acontecimiento inesperado es el
origen de no poder a V. S. remitirle el dinero de los azogues ni de dar curso a
su venta. Este gobierno... reclama de V. S. los más vivos y eficaces auxilios
para destruir este tirano que sin más atención que su ambición frustra todos
los auxilios que podía remitírsele al ejército de su mando, para el progreso
rápido de
Ante la situación, el Cabildo convocó a representantes de Salta y Jujuy
a una Asamblea en la que se decidió declarar la guerra al gobernador de
Tucumán. En consecuencia las tropas Güemistas marcharon hacia ése territorio.
En medio del conflicto se produjo una revolución interna en Salta, liderada por
comerciantes y antigüemistas, que derrocó a Güemes y lo condenó al destierro.
La revolución fracasó. Al regresar Güemes a la ciudad los revolucionarios
huyeron unos a buscar el amparo del Gral. Olañeta que nuevamente invadía las
Provincias Unidas aprovechando la disputa y otros hacia Tucumán.
Los que huyeron hacia el Alto Perú se aliaron con los realistas y el 7
de junio de 1821 lograron sorprender a Güemes, hiriéndolo. Diez días después el
general ingresaba en la eternidad. Allí se reencontró con el amigo de quien
tanto anhelaron separar. Martín Miguel de Güemes tenía entonces 36 años, 3
pequeños hijos y una esposa que fue a reunirse con él diez meses más tarde.
Palabras finales
La enseñanza de la historia suele presentar episodios fragmentados lo
que dificulta la comprensión integral de personajes, sucesos y el contexto
socio político y económico. La ruptura de vínculos, que atenta contra la
compresión, me estimuló a abordar un aspecto tan preciado como poco difundido
en las páginas de nuestros libros: la amistad entre dos próceres.
Procuré mantenerme en los límites de ése título pero pronto comprendí
que no podría, especialmente al analizar las cartas. Cada una de ellas me
permitió descubrir el compendio que Güemes y Belgrano realizaron del momento
histórico que vivieron. Con sus alegrías, angustias, dificultades, logros,
consultas, recomendaciones, etc.
Llevo tiempo pregonando el noble sentimiento que unió a los próceres,
pero sólo ahora puedo apreciarlo en profundidad. Al tratar de sistematizarlo
una fuente me fue llevando a otra, ampliando el objetivo. Mientras avanzaba más
contrastaba la oscura sanción de 1812 con cada carta que leía. Tanto que en un
momento llegué a preguntarme: cómo pudieron consolidar una amistad sobre tal
base?. Y la respuesta me la dio la integridad y grandeza de sus corazones que
les permitió perdonarse mutuamente quizás sin que ninguno se lo pidiera al
otro. Desde lo humano esta es una gran enseñanza que nos legaron. Desde lo
militar es una prueba de virtudes. Por parte de Belgrano, el reconocer su error
y por parte de Güemes aceptar y comprender este reconocimiento.
La normativa interna de una institución verticalista como lo es el
Ejército obstaculiza la superación del resentimiento que genera en el
subordinado una sanción arbitraria (Güemes consideró que su traslado era un
confinamiento que degradaba su honor y distinguidos servicios). En el Superior,
las prerrogativas y el ejercicio del mando se refuerzan cuando se adopta una
medida disciplinaria que se cree justa (Belgrano había informado que los
delitos habían manchado los servicios de Güemes y que sólo absteniéndose de su
relajada conducta podría ser útil a
Por otra parte, son excepcionales los reclamos a una sanción y también
la resolución favorable de estos. Cuando Güemes recursó la medida, Belgrano la
fundamentó y el Gobierno la mantuvo. Años más tarde la situación fue superada y
relegada al olvido. Es posible que del vínculo entre ambos prevalezca como más
difundido y como ejemplo de rectitud de Belgrano la sanción impuesta y no la
unión que lo estrechara a Güemes durante años por el mismo objetivo: la
libertad.
Quizás las 129 cartas que Belgrano le escribiera a su subordinado,
compañero y amigo sean ignoradas por la mayor parte de esta Nación, cada vez
más alejada de la memoria y de la gratitud diaria hacia quienes la forjaron.
Por eso estas páginas, motivadas por las palabras con las que Güemes selló sus
sentimientos diciendo a Belgrano que sería su amigo hasta más allá del sepulcro pretenden constituir
un homenaje. Hoy que ambos están contemplando esta dolida Patria que apenas los
recuerda sean estas páginas una clarinada para exaltar su gloria.
CLARÍN: “Manuel
Belgrano. Cartas, anécdotas y testimonios”. Buenos Aires, 2.002
INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO: “Vida del Creador de
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA: Boletines Nº 7, 8, 9, 12 y 21. Salta, años
COLMENARES, Luis Oscar: “Martín Güemes. El héroe mártir”. Ediciones Ciudad Argentina, 1998.
FERNÁNDEZ, María Cristina: Boletín Güemesiano Digital Nº 28. Buenos Aires, Junio de 2002
FIGUEROA GÜEMES, Martín Gabriel: “
-- “Verdades
Documentadas para
GÜEMES, Luis: “Güemes
Documentado”, T 5 y 6. Plus Ultra, 1980.
VILARDI, Julián A.: “Güemes y las once invasiones
realistas por el Norte”. Edit. Lito, B. Aires, 1971.
SÍMBOLOS PATRIOS.
CEREMONIAL Y PROTOCOLO,
HERÁLDICA Y VEXILOLOGÍA. PLÁSTICA
DE
Raúl MEDINA ALVARADO ·
En adhesión al 186º aniversario del paso
a la eterna gloria del Gral. Don Martín Miguel Juan de Mata Güemes, el Instituto
Güemesiano de Salta me concede el honor de poder adherir a esta magna fecha,
mediante un tema de caro sentimiento al hombre argentino, los Símbolos Patrios y dentro de ellos, en
particular nuestra Bandera Nacional.
Entonces deberíamos comprender por Símbolos Patrios, al conjunto de
representaciones físicas protocolares que muestran la identidad de un pueblo,
el cual está ubicado en un espacio geográfico determinado, donde esos emblemas
contienen el espíritu de esa sociedad. Dichos elementos son: Escudo – Bandera e Himno Nacional,
pudiendo agregarse
Estos improfanos elementos no deberían
ser confundidos por los Atributos del Poder Público como lo son el Bastón de
Mando y
Así como
Si ya mencionamos a los símbolos como
representaciones físicas protocolares de una sociedad, nos faltaría definir entonces
que entendemos como Protocolo. Inicialmente debemos conocer que es Ceremonial;
palabra derivada de “ceremonias”: conjunto de expresiones exteriores humanas,
por la que se rinde cultos a lo divino o se idolatran cosas paganas. Esas
manifiestas individuales, que nacen en el seno familiar, luego de práctica en
forma grupal dentro del clan familiar, luego se traslada a la tribu y
posteriormente a la nación, lugar donde es práctica habitual espontánea de toda
esa sociedad. Esa práctica habitual, espontánea y social es lo que conocemos
como Ceremonial. No está reglamentado por el Estado, sino tan solo por las
conductas de los hombres que la practican, pero permitida esa práctica por
parte del Estado a lo largo del tiempo, se transformará en costumbre lugareña y
posteriormente en tradición de esa Nación.
Estamos entonces en presencia de una
determinada conducta social, que por intereses en común, el Estado como organizador
de esas sociedades, queda obligado, por su poder de imperio, a exigir el
cumplimiento de esas ceremonias, con determinadas reglas, estableciendo límites
a las autoridades que la practican y jerarquizando los cargos que las mismas
ocupan. Estas acciones están plasmadas en
De esta manera tenemos la base conceptual
de Ceremonial y Protocolo. Ahora nos toca desarrollar el concepto de Bandera
Nacional, su clasificación y protocolo.
El moderno estudio de las banderas, su
empleo público, formas, antecedentes y aplicaciones en eventos oficiales, corresponden
como ya mencionamos a
Podemos de esta forma hacer una breve
recorrida sobre las distintas clasificaciones en cuanto a la forma y en el uso
protocolar de la bandera:
1º) Algunas
formas de banderas públicas
Bandera rectangular:
Bandera cuadrada
Banderas farpadas
Banderas cornetas
Banderolas.
Estandartes
Gallardetes
Gallardetón.
Grímpolas
Palón
Pendón
Repostero
Catavientos
2º) Banderas
de los Estados Argentino
Bandera Nacional
Banderas Provinciales
Banderas de las Municipales
4º) Banderas
de uso protocolar
Banderas de los Estado soberanos
reconocidos por
Bandera de Ceremonia
Bandera de izar
Bandera Presidencial
Bandera del Ministerio de Defensa
Banderas de Guerra
Banderas Conmemorativas
Banderas Representativas
Bandera de Izado Permanente
Bandera de los Pasos Fronterizos
Habilitados
Banderas Históricas Nacionales
Banderas Especiales: ONU – OEA – OTAN –
UE- Olímpica – MERCOSUR
Bandera del Estado Pontificio del
Vaticano
Bandera de Uso en los Vehículos
Diplomáticos
Banderas de Ayudas Humanitarias
Bandera de los Pueblos Originarios
5º) Bandera
de Uso Particular
Paños para ornamentar con los colores
particulares
Banderas para las mesas de servicios y/o
negociaciones
Banderas para uso comercial
Banderas de Instituciones No Estatales
Banderas para las Aeronaves
6º) Banderas
de Uso Marítimos
Bandera del Palo Bauprés
Bandera para
Señales Marítimas Internacionales
Servicios de Engalanado a bordo
Para el uso protocolar de las Banderas
Nacionales existe una plástica, la cual funciona según determinadas reglas que
son propias del Protocolo de Estado. Ellas tienen su origen en el Ceremonial y
Protocolo y son empleadas sobre la base del Orden de Precedencia Protocolar (1)
y Principios de Analogías del Ceremonial.
Una de las reglas de Cortesía y Urbanidad
es
Si en el acto existiera más de una
bandera oficial, habrá que analizar y determinar qué lugares ocupan cada una de
ellas; inicialmente por razones de soberanía nacional no cede nunca su lugar de
presidencia y el resto de la o las bandera/s será/n ubicada/s por par centrado
si existieren dos, por alternancia en el caso que haya tres o más bandera o en
función al orden alfabético o a la antigüedad en función a la fecha de
presentación de las cartas credenciales de los países que representan. En un
ceremonial moderno, todo dependerá del tipo de evento protocolar que se
desarrollará.
(2) Un día de engalanado del mástil perteneciente al
edificio del Estado Mayor General de
Recomendación, las banderas oficiales de
pie no son ornamentos, se colocan siempre antes del acto y no durante o posterior
al acto, por el principio de respeto a
Pero antes de continuar con la aplicación
de los principios generales del Ceremonial y Protocolo de Estado, en particular
durante el uso público de nuestra Bandera Nacional, debemos hacer unas
reflexiones. La primera es reconocer que en nuestro medio social se fue
perdiendo la práctica del honor a la bandera, siendo ésta, empujada solo a la
ejecución por parte de las fuerzas armadas y de seguridad de nuestra república
en sus propios recintos, en algunos actos escolares y esporádicamente en
instituciones culturales, cuando esa práctica debería ser una costumbre
ciudadana, no solo para nosotros sino también para quienes adquirieron nuestra
nacionalidad.
Menciono una simple observación: ¿Cuántas
veces habremos visto, como ese paño sagrado que nos representa, que colocado en
lo alto de un mástil, está hecho casi jirones y manchado por la suciedad del
medio ambiente?. ¡Urgente, debemos hacer algo! para que la misma luzca humilde
pero limpia y presentable ante los ojos de nuestros ciudadanos. ¿Es nuestro deber
tener esta iniciativa para con esta cara enseña patria!
En la clasificación precedente se ha
mencionado para los actos públicos la clasificación de Bandera de Ceremonia y
Banderas para Izado, deseo recordar que ambas deberían mantener la misma
jerarquía protocolar pero se diferencia en el uso público a la que se las
someten; así vemos que por un lado se menciona el simple uso y por otra la
pluralizamos, ¡Pues bien! Existe una única Bandera de Ceremonia, lleva los
colores celestes blancos y celestes con el sol figurado en el medio, en conformación
rectangular, preferentemente en paño doble en gro de seda; es la expresión
máxima de la enseña en cualquier institución argentina; solo podrá ser lucida
públicamente en ocasiones extraordinarias, portada por personas extraordinarias
y con una serie extraordinaria de ritos establecidos por normas superiores, en
este sentido por el protocolo institucional que correspondiere.
En el caso de las Banderas de Izar, las
mismas son de un empleo mas amplio, no por ello pierden la identidad como
símbolo del estado, sino que su demostración en el uso diario, está sujeta a
otras formalidades, incluso difieren la textura del paño. Son utilizadas para
identificar la propiedad de un lugar. Disponen de una normativa para el izado,
arriado, traslado hacia y desde el respectivo mástil, con personas designadas
para tal fin y fechas en la cual estarán izadas a pleno o a media asta. El
tamaño debe ser en general, directamente proporcional al mástil donde flamea.
Debe izarse a las ocho de la mañana y arriarse a la puesta del sol, en invierno
a las seis de la tarde y en verano a las ocho de la noche, por norma universal.
Existen estados nacionales que demandan
la mejor tela en la mejor calidad para sus propias banderas de izado / arriado
como también para las de ceremonias, en este último caso difiere por que tienen
adosados ribetes como por ejemplo los gusanillos de seda en hilo de oro, como
forma de diferenciarse de las de izar. En nuestro país, las banderas de izar
están determinadas su confección por normas Iram y su empleo están basadas en
normas militares que provienen de la época de la colonia e independencia.
El uso y costumbre de nuestra enseña
patria deriva, como se anticipó oportunamente, de la cultura colonial española,
donde establecen las diferencias y jerarquías para la misma. En este caso
recurro a la palabras escritas de uno de los mayores expertos en el tema en
nuestro país, el licenciado Alberto Rubén Perazzo, quien en su libro Manual de
Vexilología Universal – Editorial Dunken / Abril de 2005, en la página 13 hace
mención a una clasificación de las enseñas basadas en la representatividad y
orden de las mismas, tal el caso de “bandera”, donde dice que: -“deben ser usadas por los reyes, duques,
marqueses, condes, vizconde, almirantes y barones”-. Bien sabemos que antes
de los estados modernos, el mismo estaba representado por la realeza, de allí
que esta acepción con el devenir del tiempo se fue transformando y trasladando
a quienes hoy conformamos ese estado, los ciudadanos.
Otra es el palón: -“es propia de las ciudades, villas y comunidades” -. El pendón: “es para el uso de las comunidades religiosas
tales como
Si bien estas enseñas fueron
evolucionando con el tiempo, los cambios en general sobre su figura fueron
pocos, hoy en este tercer milenio siguen teniendo plena vigencia las normas de
origen europeo, que fueron transmitidas por los ejércitos conquistadores y los
grandes navegantes marinos. Cada nación dispone de sus propios protocolos para
todos los movimientos de las autoridades del Estado y consecuentemente sus
símbolos y dentro de ellos en forma particular las que hacen al uso público de
su bandera. Tal es el caso del guitón en nuestro país, enseña que se puede ver
lucir diariamente en la azotea de
¿Y porqué es rectangular nuestra enseña
patria? Siguiendo los conceptos del licenciado Perazzo y acorde a los principios
vexilológicos, simplemente por que la bandera real de España tenía y mantiene
esa forma rectangular, que por uso y costumbre la adoptamos en el tiempo de la
independencia, llegando así hasta nuestros días. En general los documentos
referidos a nuestra enseña patria hablan sobre el uso público y los colores,
pero nunca de cambiar la forma rectangular.
Entonces a modo de conclusión, podemos
decir con certeza que nuestra Bandera Nacional Argentina tiene preeminencia
sobre cualquier otra bandera, sea esta de otro/s estado/s nacionales,
provinciales, municipales o instituciones privadas.
Antes de finalizar y con respecto a este
magno recuerdo, pude leer en Güemes Documentado, la clara identificación de
algunos de los distintos abanderados que tuvieron los cuerpos militares a
órdenes del Gral. Martín Güemes, tales como don Manuel Borije, quien es identificado
por percibir su paga por tal cargo; Diego Ampuero y Celedonio López, ambos
abanderados de los Infernales. Portaguiones del Regimiento de Granaderos a
Caballo, como bien sabemos era uno de los escuadrones de caballería asignados
al cuerpo de los Infernales: Nicolás Villalba, Miguel Antonio Cairo, Pablo
Melgar y Antonio Tinajero.
Ahora, una pregunta que me intriga desde
hace un tiempo a esta parte, ¿Entonces… qué bandera identificaba al Ejército de
Observación a cargo del Gral. Martín Güemes o cuál fue la utilizada durante
Por último deseo compartir con todos
ustedes las palabras del embajador Blanco Villalta, eximio maestro del
ceremonial en todo el mundo y plasmado en su libro “Ceremonial – Una filosofía
en el tercer milenio”: -“El ceremonial no
crea jerarquías, solo las reconoce; tampoco inventa honores ni los otorga, ni
fomenta el boato, solo establece un orden que haga posible las mas libres y cómodas
relaciones. No complica, simplifica. No crea problemas, solamente los evita.
Recordemos el pensamiento de la antigua China acerca de que los cánones del
comportamiento son afines a una moral de la actitud”-. Así deberíamos mantener
el tratamiento protocolar de nuestras enseñas patria.
(1) Decreto Nº 2072 / 2002 – Orden de Precedencia
Protocolar en
(2) Descripción de la fotografía:
2.1 – Al tope del mástil
una bandera azul tipo indicativa, con cuatro estrellas que muestran la
presencia en el lugar del Señor Jefe del Estado Mayor General de
2.2 - Bandera Nacional para
Izado, denominado de 3º tamaño, al tope del mástil.
2.3 - Hacia ambas bandas
(lados) del mástil, sobre estays, banderas de señales internacionales y
numerales, que sirven como engalanado del palo mayor, el cual perteneció a una
embarcación tipo destructor.
2.4 - Hacia los laterales
se observan drizas de apoyo al embanderado del mástil, utilizados para el izado
de otras enseñas navales militares.
2.5 - Al pie del mástil,
una Guardia Militar de Honor, con personal de marinería provista del respectivo
pito marinero.
FUENTES CONSULTADAS
BIBLIOGRAFÍA
BERISSO, María:
“Protocolo y Ceremonial. Oficial, Empresario y Social”. Editorial Espasa,
Buenos Aires, 1999.
BLANCO VILLALTA,
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María Inés GARRIDO de SOLÁ ·
No se puede hablar de
El pronunciamiento
de 1810 en Buenos Aires, llevó a los americanos a asumir el ejercicio del gobierno
propio. Como era de esperarse, el virreinato del Perú, centro del poderío hispánico
en América, llevó adelante todo intento por anularlo, mientras desde Buenos
Aires subían los ejércitos para terminar con dicha amenaza. Salta se adhirió al
pronunciamiento con su posición y recursos; lo que la convirtió en el epicentro
de un prolongado y encarnizado enfrentamiento.
Las derrotas de
Huaqui, Vilcapugio y Ayohuma sucesivamente demostraron que, si el objetivo era
terminar con el centro del poder realista, el camino no era por estos rumbos. El
enemigo concentraba aquí todo su poderío, con el propósito de bajar hasta
Buenos Aires, para terminar con el único foco, aún en pie de la rebeldía
americana.
Para defender a
las Provincias Unidas del Río de
Güemes participó
activamente en uno de los frentes decisivos de la contienda, el salto-jujeño. Primero
liderando las avanzadas, con la misión de contener al enemigo, lográndolo con
éxito y tras la derrota del grueso del ejército regular en Sipe - Sipe, le fue
confiada la defensa de las Provincias Unidas del Río de
A partir de junio
de 1816, Güemes actuó como conductor, no como comúnmente escuchamos, de una
montonera de gauchos desorganizados, sino del accionar de un auténtico ejército
de milicias campesinas, no estable, pero sí organizado. Contaba con un Estado
Mayor, escuadrones y compañías, agrupados acorde al lugar de dónde procedían y
con todos los servicios propios de un ejército en campaña.
Las acciones que
llevaron adelante no respondían a la estrategia de una guerra regular, con
tropas de línea o veteranos, que lucharan mediante batallas campales, sino que
apelaron a la guerra de recursos. Sin recibir, ni dar batalla decisiva al enemigo:
persiguiendo, acosando y castigándolo en sus posiciones y movimientos; guerra
lenta y penosa, llevada adelante por hombres aunados con el paisaje en una
conspiración perpetua. Obligaron al enemigo a actuar en un vastísimo espacio,
alejado de sus bases de operaciones, sin ningún apoyo logístico y enfrentado al
desgaste de la guerra de recursos, la que a lo largo de la historia siempre
resultó triunfante.
El espacio social
en el que se desarrollaron las acciones no fue la frontera norte de las
Provincias Unidas, cuyos límites en esa dirección, heredados del antiguo
Virreinato estaban en el confín de la actual república de Bolivia. Por lo que a
Güemes erróneamente se le sigue llamando defensor de la frontera norte de las
Provincias Unidas, cuando en realidad fue el supremo defensor de su
independencia. Los cientos de combates que libraron sus hombres, acontecimientos
de efímera duración, formaron parte de un proceso histórico, obra del sujeto
colectivo: el pueblo en armas, el que luchó y murió con valor y honor por la
libertad de ésta tierra y la de su gente. El ejército regular no volvió a
operar y los intentos enemigos de llegar a Buenos Aires, sólo se disiparon
cuando San Martín desembarcó en Lima.
Ahora era
necesario pasar a la ofensiva, desde el centro de las Provincias Unidas del Río
de
Tras la muerte de
Güemes en el frente salto-jujeño se acordó una tregua, la que comprometió la
situación de San Martín, al permitir que las fuerzas enemigas, que operaban
aquí pasaran a reforzar a las del Perú. Esta nueva situación afectó el
desembarco de un ejército por los puertos intermedios, las operaciones en las
Sierras y las de los patriotas del Alto Perú. Las sucesivas derrotas en estos
frentes, llevaron a San Martín a entrevistarse con Bolívar en Guayaquil,
dejando en sus manos el triunfo final frente al enemigo.
Con lo expuesto
quedó demostrado que Güemes constituye con San Martín y Bolívar, la trípode
gloriosa sobre la que descansa la independencia americana. En pro de la misma
causa, actuaron en tres escenarios distintos: el centro de las provincias
Unidas del Río de
Los episodios analizados no son suficientemente conocidos y
demuestran cómo los hombres de ésta tierra no dejaron nunca de combatir por
La misma está compuesta por una franja central y dos laterales.
Las laterales no se corresponden con la central, ni en la textura de la tela y
menos en su estado de conservación. A ello se suma la memoria colectiva, la
bibliografía y la documentación existente, todo lo cual impone su tratamiento
por separado. La franja central coincide con los estandartes de guerra en la
época de
En Mayo de 1810, como ya dijimos, los americanos
asumieron el ejercicio del gobierno propio en el Río de
En Salta y Jujuy al conmemorar el tercer aniversario de
las decisiones citadas, para presidir los festejos en mayo de 1813, ya no cabía
la presencia del pendón real, por lo que se enarbolaron los “estandartes de la
libertad”. En ellos se reemplazó el escudo de las armas reales por el sello de
También el sello de
Lo primero que concentra la atención, es la elipse
trazada verticalmente y su campo cortado en dos partes iguales, por el diámetro
menor de la figura. El cuartel superior es del color natural de la tela,
amarillenta por el paso del tiempo; el inferior es más oscuro, hoy amarronado,
lo que evidencia que fue coloreado, pero con los colores invertidos en relación
al original celeste y blanco, que es el que todos conocemos. En el cuartel
inferior se mueven de ambos lados, dos brazos - no desnudos-, uno inclinado
ligeramente de abajo hacia arriba y el otro a la inversa, y sus manos encajadas
sostienen la pica, cuya base no llega al pie de la elipse. La pica alza un
gorro frigio, con su tradicional color rojo, a una altura de la parte central
del cuartel superior, que remata cerca de la extremidad superior de la elipse. El
campo está flanqueado por una rama de laurel por un lado y por el otro de una
que parece ser de una especie distinta, quizás de mirto. Las ramas unidas abajo
por un lazo de cintas y abiertas arriba, coronadas por un sol esplendente -no
naciente-, en forma de disco con cara completa, rodeada de rayos rectos -no
alternados con ondulantes-, pero si con un áurea resplandeciente de gran
tamaño.
La presencia de trofeos militares: un tambor y puntas de
bayonetas, en el lugar que antes ocupaban las Armas Reales, se corresponden con
la moneda de oro mandada a acuñar por
Los colores identificables son sólo el amarillo y el
rojo, el resto es amarronado, por la acción del tiempo o por la falta de
disponibilidad de otros, ya que sólo disponían de los que la naturaleza les
brindaba. Su forma es rectangular, pero los bordes unidos a las franjas
laterales no se muestran raídos ni deshilachados y el escudo no está centrado,
lo que evidencia que fueron recortados, haciendo que luzca mayor el alto que el
ancho. Sus medidas son aproximadamente: 1,88 mts. de alto por
Los
Valles y serranías de Santa Victoria e Iruya, por su posición geográfica,
participan activamente en las guerras de nuestra independencia. Desde
septiembre de 1810 la región se pone en pie de guerra (...) Como lugar casi obligado
de tránsito (...) Durante la gloriosa guerra gaucha, Iruya y Santa Victoria
tuvieron un papel descollante (...) En el primer escenario, las partidas
gauchas batieron al enemigo en múltiples ocasiones,
especialmente en Colanzulí el 25 de noviembre de 1817 y en Iruya el 12 de mayo
de 1819.
El estandarte es un hecho, que identificara a las
milicias campesinas lugareñas, en los combates librados contra las fuerzas
españolas. Múltiples son las fuentes que dan testimonio de ambos combates. El
primer combate aparece citado en un parte de guerra, de uno de los más dilectos
capitanes de Güemes, el coronel Manuel Arias, se dirigía al primero el 28 de noviembre
de 1817 diciéndole entre otras cosas: “De
mi parte he tenido dos hombres muertos (...) Estos han labrado con su sangre la
defensa de nuestra libertad. Una partida que tenía por Colanzulí y que no se me
ha reunido, ha tomado dos prisioneros de los granaderos de reserva, ambos con
sus fusiles y municiones, y un muchacho pequeño que venía incorporado al
enemigo”[56].
Reconocidos historiadores de Salta y Jujuy - Atilio Cornejo,
Emilio Bidondo, Ricardo Rojas y Ricardo Solá entre otros-, citan ambos combates
en sus más destacadas obras[57].
También aparecen citados en las Publicaciones Oficiales, como la del Ministerio
de Acción Social y Salud Pública de Salta, sobre los Departamentos de Santa
Victoria e Iruya[58].
Las fuentes son incontestables en cuanto a la existencia
real de los estandartes de la libertad, en las luchas por
Con respecto a las franjas laterales, ni la textura de la
tela, ni su color, ni su estado de conservación se corresponden con la época de
los combates de Colanzulí e Iruya respectivamente. Por las fechas de los
combates -1817 y 1819-, podría plantearse el interrogante ¿por qué el uso de un
estandarte de guerra cuyos elementos se remontan a 1813, cuando el Congreso
reunido en Tucumán, tras declarar la independencia el 9 de julio de 1816, había
reconocido como distintivo de la nueva nación a la bandera celeste y blanca?
Es decir, ¿por qué no marcharon al combate los bravos
gauchos, que en el frente salto-jujeño y altoperuano, defendieron la
independencia de las Provincias Unidas del Río de
Diez años después, en 1829 el general Andrés Santa Cruz
se hizo cargo del gobierno de Bolivia y en agosto de 1836, por la fuerza de las
armas reunía en un sólo estado a las repúblicas de Bolivia y del Perú. Durante
los años 1837 y 1838, los territorios que fueron escenario de la guerra por
Ahora
en ocasión de la guerra invasora que el mariscal Santa Cruz emprendió contra
las provincias del Norte, en una tentativa por incorporar una parte de su
territorio a Bolivia, constituida en nación independiente once años atrás, por
determinación del libertador Bolívar. El ahora
mariscal Santa Cruz, frente al gobierno de
Los bolivianos iniciaron las hostilidades y otra vez -
como en el pasado-, el frente salto-jujeño se convertía en escenario bélico. Los
territorios de Santa Victoria e Iruya, y otros de
Pero a los descendientes de los heroicos gauchos se les
presentó un nuevo desafío en defensa de la tierra y la libertad. Era la ocasión
para marchar nuevamente tras el histórico estandarte de 1813, al que le
agregaron las franjas laterales azul turquí.
Esta suposición no es antojadiza sino que está sustentada
en estudios de especialistas sobre las banderas de la época de Rosas, como Juan
De Lellis, el que entre otras cosas dice: "Fue precisamente el 13 de abril
de 1836, al cumplir el general Rosas el primer aniversario de su ascensión al
mando, cuando le fue obsequiada una bandera cuyos colores diferían notablemente
de los conocidos hasta el momento. El azul celeste había sido reemplazado por
un azul turquí casi índigo (...) El azul turquí se empleó en la necesidad de no
utilizar la celeste divisa unitaria. Por otra parte, el mismo Rosas en carta al
gobernador de Santiago del Estero, general Juan Felipe Ibarra, fechada el 11 de
junio de 1836, sostenía que el color de la bandera no era el celeste sino el ya
mencionado azul turquí (...)”.
Más adelante el destacado investigador, refiriéndose a su
objeto de estudio agrega: “Las banderas provistas al Ejército y Policía serán
todas de un tamaño uniforme (...) formadas por dos franjas laterales de color
azul turquí y una central blanca, llevando esta última un sol o el escudo
nacional. En las cuatro esquinas: gorros frigios y en las tres bandas
inscripciones pintadas sobre la tela (...) Los nuevos símbolos y las
inscripciones identificaban a los Federales. Estas banderas argentinas fueron
provistas a los cuerpos militares a partir del año 1836, encontrándose por
consiguiente en la guerra contra el presidente de la confederación peruano- boliviana,
mariscal D. Andrés de Santa Cruz (1837- 1839)”[62].
Iruya tenía ya la franja central de una posible bandera:
un estandarte con significativo valor histórico, al que agregó las franjas
laterales azul turquí, de aproximadamente
El ejército de
El enfrentamiento se produjo en la planicie de Santa
Bárbara y la victoria fue para los argentinos, quienes recuperaron Humahuaca. De
este triunfo dejó testimonio don Bernardo Jiménez, Comandante del 3º Escuadrón
“Restauradores a Caballo”, cuando desde Huacalera el 24 de septiembre de 1837
le dice al gobernador de Salta: “Como
Comandante del “Tercer escuadrón Restauradores a Caballo, solicito a Vd. en
forma urgente sirva enviarme un poco de yerba y azúcar para los enfermos y coca
para todos principalmente para las avanzadas y bomberos. Después de diez días
del triunfo de Santa Bárbara, mis pobres hombres desfallecen de hambre, de
agotamiento, de frío y de sueño. Este único premio le pido a Vd. En estos
momentos tan angustiantes”[63].
No obstante el triunfo, las tropas argentinas debieron
abandonar la quebrada por su reducido número, frente al avance de las fuerzas
bolivianas muy superiores. En diciembre y enero de 1838 se enfrentaron en
pequeños combates y aprovechando la derrota del ejército chileno, aliado de
Repuesto el ejército chileno entró en acción, obligando a
las fuerzas bolivianas a replegarse, reteniendo
La otra división al mando del coronel Gregorio Paz, tras
triunfos y derrotas, luego de un serio contraste frente al enemigo en
Cayambuyo, retrocedió en total desorden[65].
De allí que el Gobernador y Capitán General Propietario de
Los enemigos agregaron toda
El nuevo gobierno boliviano, reconociendo que la guerra
promovida por Santa Cruz contra
Puede ser que este estandarte convertido en bandera haya
acompañado a los lugareños en otros múltiples episodios, pero los mencionados
son los más trascendentes, en defensa de la libertad y la soberanía de nuestra
tierra, dándole un valor histórico incuestionable, las manchas de sangre
estampadas como mudo testimonio de tan heroicas acciones. El valor de este
legado del pasado, demanda la implementación de acciones para su conservación y
el acondicionamiento de su lugar de depósito y custodia. La historia de Salta, se construyó en gran parte en las
gestas en defensa de la independencia y de la soberanía de
Aunque esta historia, ni empieza ni termina en las
gloriosas gestas que citamos, nuestra conciencia histórica demanda que se
difundan figurando en los contenidos a enseñar y aprender en todos los niveles
de la educación argentina; si como sociedad respondemos a la necesidad de
construir una identidad sobre los más auténticos valores. Es un desafío, que
debemos asumir como comunidad, por tratarse no sólo de un reconocimiento
material y moral, a quienes defendieron nuestro suelo nacional, sino porque es
el único camino hacia una auténtica reflexión, acerca de quienes y como somos;
generando con ello nuestra identidad con respecto al país que habitamos y
nuestro compromiso con su destino. La formación de recursos humanos conscientes
del devenir histórico del que son producto, es un elemento clave para la
concreción de cualquier proyecto socio-político y económico de un país que
apunta a la modernización en el siglo XXI, en un mundo envuelto en un proceso
de globalización y de crisis de los valores, que templaron el espíritu de
quienes forjaron nuestra nación.
El Poder Ejecutivo de
INVESTIGACIONES
Y
ARTÍCULOS
TARIJEÑOS, ALTOPERUANOS Y
SALTEÑOS,
CONSUSTANCIADOS CON
Rodolfo Leandro PLAZA
NAVAMUEL ·
A
la memoria de mi padrino
D.
Virgilio Carlos Plaza Navamuel (Salta, 19/V/1929-25/XII/2007),
caballero
inolvidable y primer enólogo salteño en el Valle de Calchaquí.
Fiel
depositario de la tradición de sus orígenes patricios,
como
de la historia y costumbres de
“La tierra esgrimía contra el invasor las
cuchillas de sus montañas,
las
boleadoras de sus tormentos, el pial de sus enmarañadas selvas,
conjuntamente
con el criollaje bravío, agitado por el patriotismo, hasta
convertirse
en notable cordillera humana, bajo la inspiración y el
comando
de Martín Güemes, capitán por derecho natural, con
despacho
de general expedido por Dios y una limpia y honrosa
foja
de servicios, de tal magnitud y trascendencia que, con la firma
de
Joaquín
Castellanos, 17-VI-1921
Es sabido que
El 13 de julio de 1811, José Antonio
de Larrea redactó la célebre Proclama de
En 1826 Tarija obtuvo el rango de
provincia, y ese mismo año se incorpora a la nueva República de Bolivia fundada
por Sucre[74]. A su vez, las
historiadoras Ione S. Wright y Lisa M. Nekhom, agregan que Tarija y Salta
mantuvieron una estrecha vinculación durante toda la época colonial; perteneció
a
El
Alto Perú (actual Bolivia) durante los primeros siglos del “período colonial
-escriben sucintamente las historiadoras mencionadas- el territorio comprendido
por la actual República Argentina (con excepción de Cuyo) fue adjudicado
administrativamente a
En
Argentina, la cultura criolla observa particularidades regionales y
provinciales, como tonadas, modas de vestimenta, costumbres, creencias, etc.
sin que ello sea opuesto a la conciencia de unidad nacional, debido a esa singular
relación entre pueblo, territorio y desarrollo histórico. El tipo de hombre que
mejor representa al criollo, es el gaucho; amalgama magnífica de la diversidad
de orígenes y perfecta adaptación al medio geográfico y al ambiente campesino y
ganadero. Ser gaucho significa una forma de vida, en la que no importa el nivel
social ni económico, sino una escala de valores muy especial, que se puede
aplicar tanto en la vida rural o en la ciudad y en cualquier momento de la
historia. Fue el principal protagonista en las luchas por la independencia,
participando luego en la vida política, en donde aplicó su código de honor,
madurado en la historia[77].
Batalla de Salta
Tarija
tiene las mismas características y culturalmente se iguala a las tradiciones
del noroeste argentino, un ejemplo de lo dicho es el chapaco tarijeño que se
asemeja al gaucho salteño, diferenciándose notablemente con los de
En el
caso de los apellidos patricios, los vemos durante las guerras de
En un
intento de ensayar una descripción de las familias de la región, hemos optado
por destacar la actuación de los hombres que pertenecieron a esos linajes ya
potenciados en los descendientes que dieron lustre a su nombre por sus heroicas
gestas. No debemos dejar de lado una brevísima reseña biográfica, simples
noticias al menos de algunos, como para encuadrar la situación de la época y de
las familias a través de sus hombres destacados, tanto de patriotas argentinos
como de altoperuanos y tarijeños. Estos últimos muy fusionados a nuestras
genealogías e historia, pese a que desafortunadamente son desconocidos en
Salta, y mucho más en el resto de la región. Durante la guerra de
Tampoco
debemos olvidar los nombres de otros poco recordados militares y religiosos que
rescató el historiador Mariano de Echazú Lezica. Entre ellos, mencionaremos a
Manuel Álvarez, al cura Baltasar Arze, Mateo Berdeja, Manuel Caínzo, Ambrosio
Catoyra, Juan Díaz Chávez, Manuel de Echalar, Nicolás de Echalar, Juan de Dios
de Evia y Baca (de Hevia y Vaca), Francisco González de Villa, José Hurtado de
Saracho, Vicente de Ichaso, Manuel Jaramillo, Eugenio Méndez, José Manuel Núñez
de Pérez, Leandro Pacheco, Francisco de Paula Aráoz, José Antonio Reguerin,
Agustín de los Ríos, Pedro Manuel Rodríguez Valdivieso, Miguel Gerónimo Tejerina,
Cecilio Trigo, y al destacado cura jujeño José Miguel de Zegada y Rubianes[84].
Van figurando en el presente trabajo, incontables hombres de la época que actuaron
en la zona, muchos de los cuales se encuentran por primera vez en la
historiografía salteña.
A continuación,
nos ocuparemos por orden alfabético, de nueve hombres y una mujer.
José María Aguirre
Militar.
Tuvo constante participación durante la guerra de
Juan Antonio Álvarez de Arenales
Guerrero
de
Desde
1823 fue gobernador de Salta, hasta que una revuelta encabezada por José Gorriti,
lo depuso en 1827[92].
En setiembre de 1826, Álvarez de Arenales visitó el río Bermejo para tomar las
medidas necesarias en apoyo de
Cabe
destacar su preocupación por la educación. Proyectó que cada pueblo del
interior de la provincia tuviera su escuela, y así creó las escuelas de San
Carlos, Cobos, San Ramón de la Nueva Orán[94],
y otra en
Contrajo
matrimonio en Salta, el 9 de setiembre de 1795, con doña Serafina González de
Hoyos y Torres[97],
patricia salteña fallecida a los 80 años de edad, el 7 de setiembre de 1851;
hija de don Bonifacio González de Hoyos y del Hoyo, y de doña Martina de Torres
y Gaete Fernández de Córdoba. Álvarez de Arenales fue derrocado del gobierno de
la provincia en 1827 y se trasladó a Bolivia donde falleció en la casa de su
amigo, el coronel José Manuel Pizarro, en Moraya, en 1831, siendo sepultado al
lado de la entonces iglesia parroquial, que años más tarde se derrumbó. Su
memoria es honrada en numerosas calles; en
Uno
de sus hijos fue el guerrero de
Juana Azurduy
Heroína
de
Su
esposo don Manuel Ascencio Padilla,
nació en la finca “Chipirina” de sus padres, situada en la provincia de Chayanta,
el 28 de setiembre de 1774, en el hogar formado por el hacendado don Melchor
Padilla y doña Eugenia Gallardo[98].
Participó en las campañas del Ejército Patriota enviado desde Buenos Aires, realizando
hazañas que le granjearon nombradía entre los patriotas. Después de producido
el desastre en
Por
todas partes se difundían las ideas de independencia, dice Luis Paz, “casi
simultáneamente en el sud y en el norte del Alto Perú, se manifestaron turbaciones
de grande trascendencia. Don José Miguel Lanza proclamó la libertad en los
valles de Ayopaya, don Ramón Rojas lo hizo en Tarija, don José Vicente Camargo
en Cinti, y don Manuel Ascencio Padilla en
Doña
Juana vestía en los combates, con una túnica escarlata con franjas y alambres
de oro y un ligero birrete con adornos de plata y plumas blancas y celestes[104].
Logró numerosas hazañas, intervino en las acciones bélicas de Tocobamba,
Quilaquila, Potolo, Río Grande de los Guayabos, Pocona, Tarvita, Ayquile,
Carretas, Laguna, Pocpo, Tarabuco, y Presto. En el combate del Villar, el 14 de
setiembre de 1816, al frente del Batallón Leales, cuando el número de víctimas
superaba las mil, luchó con valor en la encarnizada disputa, fue herida y allí
debió presenciar la muerte de su esposo que cayó de un sablazo perpetrado por
el sanguinario realista Javier de Aguilera[105].
Doña Juana Azurduy continuó la lucha y se trasladó a Salta uniéndose al general
Martín Miguel de Güemes, luego el gobierno de Buenos Aires le confirió los
despachos de teniente coronel efectivo. Merced a las gestiones del general
Belgrano, obtuvo permiso del director Juan Martín de Pueyrredón para usar el uniforme
y hacer uso de los privilegios de su rango[106].
El 21
de octubre de 1816, desde Tucumán, el general Manuel Belgrano le escribe a doña
Juana Azurduy: “En testimonio de la gran
satisfacción que han merecido de nuestro Supremo Gobierno las acciones
heroicas, nada comunes a su sexo, con que usted ha probado su adhesión a la santa
causa que defendemos, le dirige por mi conducto el despacho de teniente coronel:
doy a usted por mi parte los plácemes más sinceros, y espero que serán un nuevo
estímulo para que redoblando sus esfuerzos, sirva usted de un modelo enérgico a
cuantos militan bajo los estandartes de la Nación”[107].
Permaneció en la ciudad de Salta, hasta 1825. Volvió a Chuquisaca y allí tuvo
el honor de recibir la visita del general Simón Bolívar.
El
gobierno nacional, le concedió una pensión como guerrera de
Simón Bolívar
Libertador,
presidente de
Vuelto
a Venezuela es nombrado presidente de
Mariano Antonio de Echazú
Nació
en Tarija el 23 de enero de 1762. Fue hijo del hacendado don Bernardino de Echazú
(Protector de naturales, alcalde de
Bachiller
en Sagrados Cánones y licenciado en Leyes recibido en
Se
adhirió a la causa de la Revolución de Mayo desde el primer momento, y el 18 de
agosto de 1810 presidió el Cabildo Abierto en el que Tarija se pronunció a
favor de
Mariano de Gordaliza
Nació
en Salta. Hijo del coronel don Lorenzo de Gordaliza y Santos de León[116]
(noble, natural de
Don
Mariano de Gordaliza y González de Hoyos, contrajo matrimonio en la provincia
de Jujuy, con doña María Manuela Otero Goyechea, hija de don Martín Otero y de
doña María Luisa de Goyechea.
Tuvo
una descollante intervención política en su época; se trasladó a Charcas donde
en 1798 se recibió de abogado y más tarde ocupó diversos cargos, entre ellos,
el de camarista que ha desempeñado brillantemente. En octubre de 1810 fue
nombrado Teniente de Gobernador de Jujuy, por el representante de
Más
tarde, fue nuevamente nombrado Teniente de Gobernador de Jujuy, desde el 17 de
mayo de 1815, hasta marzo de 1816, oponiéndose a la autoridad del general
Martín Miguel de Güemes. Dice el historiador Antonio Zinny que en 1815, el general
Güemes ocupó el gobierno unos pocos días, “hasta que, en vista de la manifiesta
oposición del pueblo jujeño, se vio obligado a dimitirlo, reasumiendo el doctor
Mariano de Gordaliza”. Y agrega que dado el estado de anarquía existente, y de
la desinteligencia entre el cabildo y el general Güemes, entró en enero de 1816
sin su división, el general Domingo French “quien consiguiera tomar por el
momento las diferencias y obtener copiosos auxilios de los vecinos de Jujuy,
para el ejército patriota”[119].
A lo dicho por Zinny, es justo aclarar que Güemes, en 1815 era designado
gobernador y capitán general de la provincia de Salta, democráticamente,
mediante una elección popular, pues Güemes fue un político y tal condición la reafirma
cuando en un primer momento Jujuy desconoció esa designación, porque no se le
había dado participación. Güemes marchó entonces a la vecina ciudad para
requerir el apoyo de su Cabildo. Tras plantear su inquietud, se retiró de la
sala de deliberaciones para que sus representantes pudieran debatir libremente,
representando a Salta el Dr. Mariano Boedo en el estudio de las bases del
acuerdo entre ambas ciudades. Finalizado esto, se realizó la elección del
gobernador con el voto de todos los ciudadanos presentes. Este episodio honra
al pueblo de Jujuy que defendió sus derechos electorales, pero honra de manera
muy especial al general gaucho, que doblegó su espada ante la soberanía
popular.
El 15
de octubre de 1825, don Juan Antonio Álvarez de Arenales lo nombró Teniente Gobernador
de la villa y territorio de Tarija, con retención de su empleo que en ese
momento tenía en propiedad en
Manuel de Lea Plaza
Nació
alrededor de 1769 y falleció en Tarija, a los 68 años de edad, el 25 de febrero
de 1837; fue militar y capitular de Tarija. Ignoramos la vinculación familiar
de los Lea Plaza de Tarija con los de Salta, entronque o parentesco que no
descartamos[123]. No obstante, es justo
destacar las coincidencias entre las diferentes ramas de la familia patricia de
Lea y Plaza asentadas en Chile, Bolivia y Argentina, en cuanto a la gloria de
haber entregado la mayoría de sus varones a los ejércitos en la lucha por
En
algunos documentos, don Manuel figura como don Manuel Martínez de Lea Plaza.
Patriota, guerrero de
Formando
parte de las milicias tarijeñas, estuvo incorporado a
Don
Manuel de Lea Plaza participó activamente en el Cabildo de Tarija, siendo uno
de los que en 1826 decidió la suerte de Tarija, es decir su pertenencia a
Bolivia[128]. Así lo vemos al
cabildante de Lea Plaza figurando entre los llamados “separatistas” que firman
el Acta redactada el 16 de julio de 1825, donde manifiestan su deseo de
pertenecer al Alto Perú. El acta es enviada el 13 de agosto, a los diputados de
Mientras
tanto, en
Contrajo
matrimonio con doña Manuela Mendoza y dejó numerosa e ilustre descendencia de
su Casa, la que llega hasta nuestros días en Tarija, otros lugares de Bolivia,
Argentina, Chile, Uruguay y países de Europa. Uno de sus hijos, el doctor Manuel
de Lea Plaza y Mendoza de sobresaliente actuación en Tarija, fue Ministro de
Eustaquio Méndez (a) “El Moto”
Nació
en Carachimayo, Cantón Canasmoro, en el lugar denominado “
Juan
Navajas Paz, a diferencia de otros autores que estudiaron a Méndez, señala que
“Así se origina el nombre y la alcurnia de quien en el transcurso de los años
habría de ser varón, honrado, valiente y magnificente en la guerra de los
quince años”[135]; por otra parte, Luis
Paz, dice que “los que han conocido a Méndez refieren que era el tipo del
gaucho tarijeño, que pertenecía a una familia del bajo pueblo de San Lorenzo,
que no recibió ninguna educación…”[136].
Mientras que el escritor Bernardo Trigo, recalca que sus veinticuatro primeros
años se dedicó a las tareas rurales “sin anhelos de superación. Si América no
se sacude del yugo español formando las legiones de guerrilleros, Méndez
hubiese pasado confundido con los gauchos camorreros y tabeadores (…)”. Sin
embargo, más adelante agrega que “vivió y murió abnegadamente”[137].
De conducta controvertida, dice al respecto una de las tradiciones tarijeñas:
“que en su juventud llegó en estado de ebriedad a su casa, siendo reprendido
por su madre, lo que ocasionó que Méndez, dado su estado inconsciente, le diera
un empellón (empujón) y abandonara la casa para seguir bebiendo. Al día
siguiente, Méndez sufrió una caída del caballo que montaba, lesionándose la
mano gravemente. Se dirigió a su casa, y llamando a su madre le dijo: la mano que te ha golpeado no debe existir
y sacando un machete se la seccionó. Desde entonces, fue conocido como el Moto”[138].
Méndez
se adhirió desde el principio a la causa de
El
Moto Méndez, originó el levantamiento de Tarija contra el gobernador Mariano Gordaliza
a raíz de su apresamiento, dando lugar al Cabildo Abierto el 25 de agosto de
1826, de cuyo resultado Tarija fue incorporada a Bolivia, al haber admitido el
Parlamento boliviano a los Diputados elegidos en dicho Cabildo. El Libertador
Simón Bolívar le otorgó los despachos de Coronel del Ejército de Bolivia. Luego
se retiró a sus propiedades en Carachimayo, donde, dice Bernardo Trigo, “vivía
pobre y solo, reteniendo el cargo honorífico de Comandante del 3er. Regimiento
de
Contrajo
primera nupcias, el 21 de enero de 1825, con doña Salomé Ibarbol, con la que
tuvo nueve hijos. Durante este matrimonio tuvo en María Estefanía Rojas tres
hijos adulterinos. Viudo, en segunda nupcias, se casó con la nombrada María
Estefanía Rojas[141].
Méndez murió a consecuencia de una herida habida en el combate de Santa Bárbara,
Tarija, el 4 de mayo de 1849, adjudicada al coronel don José Rosendi. Herido y
conducido al presidio, se le permitió hacer su testamento que redactó el
notario Agustín Mendieta, documento en el que Méndez ha dejado la huella de sus
virtudes. El ítem más sublime de su testamento y que perdura trascripto en una
placa al pie del monumento al Moto Méndez emplazado en la plaza principal de
San Lorenzo, dice: “A los que dicen que
me deben, les perdono; y mando a mi albacea don Juan Cortez, no cobre ni ejecute,
por ser gente que sirvió a mi Patria, y porque supieron dar su vida por seguirme,
como guapos que luchamos por nuestros pagos. Muero sin aborrecer, sin haber
quitado nada a nadie, y habiendo servido con mis animales que se acabaron en
las milicias. No queda más que retazos de bienes, que serán partidos entre mis
hijos por igual, y si alguno reclama o se queja, perderá todo. Quiero que me
entierren con mi ropa overa, usada en el Montenegro, y al lado de mi madre en
el panteón de San Lorenzo”.
Francisco Burdett O´ Connor
Nacido
en Cork, Irlanda el 12 de junio de 1791. De noble linaje, descendía de
Nos informa
el historiador Eduardo Trigo O´Connor d´Arlach, que “después de recibir una
esmerada formación, en 1819 Francisco Burdett O´ Connor se embarcó con un
regimiento de lanceros financiado por él. Se incorporó a las fuerzas de Bolívar
habiendo participado, entre otras, en las batallas de Río Hacha, Margarita,
Santa Marta, Magdalena, Junín y Ayacucho. En 1824, en el Perú, fue designado
jefe del Estado Mayor del Ejército Unido Libertador; como tal asistió a
Completa
Aráoz Campero, que “su memoria ha sido perpetuada designando con su apellido la
antigua provincia Salinas”[146].
El matrimonio O´Connor-Ruyloba dejó ilustre descendencia y entre sus nietos se
cuenta a don Tomás O´Connor d´Arlach (1853-1932) ilustre poeta, historiador,
periodista y parlamentario que “honró a Tarija con su vida y con su obra”. Falleció
Francisco Burdett O´ Connor en Tarija, el 5 de octubre de 1871, cuando ejercía
el cargo de Jefe Superior Militar del Departamento.
Bernardo Trigo
Nació
en Tarija el 28 de marzo de 1789. Hijo de don Cecilio Trigo, español, y de doña
María Josefa Espejo, natural de Málaga, España; nieto paterno de don Gregorio
Trigo y de doña Isabel Jacoba de los Santos Acosta y Barrios, pobladores de
Sevilla, España; bisnieto paterno paterno de don Pedro Trigo y de doña Benigna
Tolosa; tataranieto paterno paterno paterno de don Martín Trigo y de doña
Catalina Dominga Díaz[147].
Incorporado
desde muy joven a las milicias del rey, participó en algunas campañas contra
los chiriguanos. Cumpliendo el mandato de su padre asistió a sus hermanos
huérfanos, e instaló un pequeño comercio con el cual pudo sostenerlos. El haber
hereditario que le correspondió en la partición de bienes con sus hermanos consistía
en un mil quinientos veintiséis pesos, con seis reales, y se le adjudicaron los
terrenos de San Luis, Asnapujio y
Señala
el historiador Tomás O´ Connor d´ Arlach, que Bernardo Trigo “mediante su honradez
y su trabajo perseverante, logró formar una regular fortuna (…) Amigo íntimo
del heroico Méndez, sobre quien tenía gran ascendencia, proporcionó a éste más
de una vez, importantes servicios pecuniarios para sus campañas en favor de la
Independencia”[149].
Por su parte, Jorge Aráoz Campero afirma que “indiscutiblemente, don Bernardo
Trigo y el coronel Eustaquio Méndez, son los dos personajes más sobresalientes
que actuaron desde su iniciación hasta la reincorporación de Tarija a Bolivia”[150].
En efecto, cuando el 23 de agosto de 1826 el gobernador Mariano de Gordaliza
capturó al Moto Méndez, el coronel Trigo “aprovechó la oportunidad de realizar
sus propósitos y de acuerdo con el mismo (Moto) Méndez, con (Manuel) Lea Plaza,
Ruiloba, (Gabino) Ibáñez, (José María) Aguirre, (Agustín) Mendieta y otros
abnegados patriotas tarijeños, el 26 de agosto de 1826, estalló la revolución y
proclamaron la reincorporación de Tarija a Bolivia, poniéndose bajo la
protección del Ejército Libertador de Colombia”[151].
El alma de este movimiento fueron Trigo y Méndez, añade O´ Connor d´ Arlach.
El
coronel Bernardo Trigo fue nombrado por el general O´ Connor gobernador de
Tarija en setiembre de 1826, y luego estuvo en la campaña de
Contrajo
matrimonio el general don Bernardo Trigo, con doña Isabel Díaz de Guitián, viuda
del oficial don Mariano José Mealla y tuvo numerosa descendencia: Martín, Juan
de Dios, Salustiano, Manuela, Mercedes, Petrona y Beatriz Trigo y Díaz de
Guitián. Hemos visto que Trigo fue desinteresado y generoso; dueño de una
regular fortuna, poseyó varias estancias y aportó fuertes sumas al servicio de
Bolivia. Falleció el 8 de marzo de 1848 y fue sepultado en la iglesia de su hacienda
de “Camacho”.
ARCHIVOS
Archivo
del Arzobispado de Salta
Archivo de D. Eduardo Trigo
O´Connor d´Arlach
Archivo de la antigua Iglesia
Matriz de
Archivo de la familia Plaza Navamuel
Archivo Diocesano de Valladolid, investigaciones de D
F. Roberto Gordaliza Aparicio
Archivo
General de
Archivo parroquial de la antigua
Iglesia Matriz de
Archivo
y Biblioteca Históricos de Salta
Archivo y Biblioteca Nacionales
de Bolivia, Antología de documentos sobre
Cementerio del Municipio de
Tarija.
BIBLIOTECAS
Biblioteca del Archivo y
Biblioteca Históricos de Salta
Biblioteca Dr. Atilio
Cornejo (Salta)
Biblioteca Provincial Dr.
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¿CUÁNDO NACIÓ NUESTRA
PATRIA?
Ignacio G. TEJERINA
CARRERAS ·
Si uno preguntase a cualquier persona,
estudiante, comerciante, obrero o profesional en qué momento nace nuestra Patria,
es muy posible que haya varias respuestas diferentes. Eso nos prueba que nunca
ha habido quizás una política oficial en materia educativa que nos enseñe en
qué época podemos encontrar el surgimiento no sólo de nuestra Patria sino
también de nuestra identidad nacional.
La gran mayoría de la gente piensa que
nuestro origen está en la Revolución de Mayo, o sea el 25 de mayo de 1810. Unos
pocos, con el día de nuestra independencia el 9 de julio de 1816; y otros pocos
lo fijarían en la creación del Virreinato del Río de
Pues bien, ahora veamos que hay en todo
ello y si las cosas son realmente de ese modo. Para ello tendríamos que ponernos
de acuerdo tanto sobre lo que entendemos por Patria y como así también por
patriotismo. Patria es la tierra de los padres, donde están enterrados nuestros
muertos, el país donde se ha nacido. Y el patriotismo es un sentimiento de
amor, fidelidad y cariño por ese lugar tan propio. ¿Podemos entonces hablar de
una fecha determinada o de un momento determinado?. Si aceptamos que
Si el surgimiento de nuestra Patria lo
vemos asociado al comienzo de la sociedad hispano-criolla desde el Río Bravo a
Tierra del Fuego, y si nos consignamos a lo que es hoy
Un tema fundamental y que hace a la
ciencia y a la cultura fue la fundación de
Pues bien, a 44 años de fundada la ciudad
de Barco, ya podemos afirmar que
Por eso, en el momento de creación del
Virreinato del Río de
Cuando las invasiones inglesas de 1806 y
1807 fueron resistidas con heroicidad por el pueblo de Buenos Aires, la conciencia
nacional hacía ya tiempo que estaba formada. Pero no solamente en la capital
del Virreinato, que fue el epicentro de la agresión, sino en todo el país.
Desde el punto de vista religioso, como
ya dijimos más arriba, ya existía desde un principio la diócesis del Tucumán,
primero con sede en Tucumán, brevemente, y en Santiago del Estero y luego a
fines del siglo XVII trasladada a Córdoba; ya estaban también establecidas
todas las principales órdenes religiosas y ya se veneraba a
Por estas razones esbozadas ligeramente
es que debemos sostener que así como las provincias fueron anteriores a la
nación, así lo fue
EN EL VALLE
DE LERMA ·
Ercilia
NAVAMUEL ··
Desde
1810, por su ubicación estratégica a mitad de camino entre dos capitales
virreinales, Salta fue la región que mas padeció los efectos bélicos
independistas y la crisis económica que esto conlleva. Desde 1814,
En
esta región habitaba una sociedad heterogénea pero con unidad de objetivos
patrióticos. Estaba la población rural constituida por gauchos y propietarios
de haciendas, muy compenetrados con la cultura criolla. También aquí había
muchas etnias aborígenes en diferentes condiciones sociales, que se adhirieron
a la causa patria con la esperanza de liberarse de las obligaciones tributarias
hispanas. Los mestizos eran trabajadores en diferentes oficios, sujetos a contratos
laborales con salario, estaban mas integrados a la cultura cristiano criolla,
aunque conservaban sus tradiciones ancestrales aborígenes. En la ciudad habían
familias de muy antiguos orígenes, descendientes de fundadores y otros eran
españoles dedicados mayormente al comercio, entre estos estaban los vecinos
nuevos, afincados en el siglo XVIII, algunos emparentados con familias antiguas
pero tenían mayores vínculos con España ya que las razones de su residencia era
por ser funcionarios del Rey.
Un
sector social importante lo constituían los intelectuales, formados en
El
gran centro urbano y minero de Potosí, era el mercado que demandaba la
producción salteña, sobre todo en ganados, cueros, sebo, carnes y harina. Por
esta razón había un circuito comercial permanente que favoreció la cohesión
social en un gran territorio, como también el desarrollo económico,
constituyendo Salta un centro nodal de cruce de caminos, de ferias y capital
política.
Este
será el ambiente en que actuará don Martín Miguel Güemes, criollo y gaucho que
hizo formalmente toda la carrera militar. El general San Martín reconoció sus
virtudes y lo designó en una importante misión dentro del plan de libertad
americana. El enemigo debía ser encerrado entre dos frentes de guerra, El Gral.
San Martín iría desde Mendoza, cruzando los Andes para libertar Chile y luego
por mar hacia el Perú, mientras Güemes, por tierra avanzaría hacia el Alto Perú
hasta encontrase ambos en Lima. El Gral. Güemes debía impedir el avance
realista que pretendía llegar hasta Buenos Aires y recuperar el poder
virreinal. Supo diseñar una estrategia de guerra acorde al medio y contando con
toda la población, sin distinciones de sexo ni edad, haciendo guerra de
recursos para impedir el abastecimiento del enemigo, constituyó una barrera
insalvable para los realistas y de esta manera logró el triunfo aunque le costó
la vida.
Disciplinó a los gauchos para la guerra,
organizándolos en grupos de 20 hombres al mando de dos oficiales y cada cuatro
grupos al mando de un jefe de distrito. Los ejercicios consistían en
evoluciones rápidas y sorpresivas, corridas en los bosques haciendo sonar los
guardamontes para aparentar que eran más, destrezas con el lazo y boleadoras
con lo que lograban derrumbar jinetes, también practicaron con las armas de
fuego como verdadera infantería. Empleó una táctica de no presentar batalla en
campo abierto en condiciones de inferioridad, sino solo la sorpresa y el acoso
día y noche rodeando al enemigo hasta llevarlos a lugares desfavorables, sumando
la quita de recursos.
Las milicias distribuidas en toda
la región tenían sus respectivos cuarteles generales que controlaban muy bien
el Noreste del país. Los principales Cuarteles que tuvieron mayor protagonismo
en el valle de Lerma y sus alrededores fueron el de Cerrillos, el Bañado,
Chicoana, Puerta de Díaz, Rosario de Lerma,
El período que nos ocupa es
también el de una gran crisis económica, ya que el flujo comercial con Potosí
se veía interrumpido, sumado a los gastos de guerra y las implicancias del
“Fuero Gaucho” decretado por el gobernador Güemes, que favorecía a los gauchos
soldados liberándolos de toda otra obligación de arriendos y tributos. Todo
esto mas los empréstitos forzosos fueron formando entre los criollos una
oposición política contra Güemes, quién debía atender dos problemas al mismo
tiempo, la guerra y la oposición política.
El
valle de Lerma era un atractivo importante para los realistas para conseguir
sus propósitos, debido a su ubicación y riqueza productiva, por lo que se
efectuaron 8 invasiones y más de 100 encuentros bélicos en la región y 40 en
este valle, siendo siempre triunfante
1. Sauce Redondo de Guachipas
El
año de 1814, fue el mas duro para
Mientras
tanto el Gral. José de San Martín designaba a don Martín Miguel Güemes como
Teniente Coronel Graduado, Comandante para la defensa del Río Pasaje y éste
mandó a don Apolinario Saravia a hacerse cargo de la zona de Guachipas. Al
mismo tiempo en Chicoana don Luis Burela organizaba las milicias que apoyarían
a los patriotas. Era preocupación general como armar las milicias con la
escasez de recursos que había y el nulo apoyo de las demás provincias, Burela
soluciona diciendo que “tendrían todas las armas necesarias quitándoselas al
enemigo”, lo cual se cumplió.
De
todo Salta llegaban apoyos con gauchos y bienes, en especial caballos, mulas y
vacunos. Don Toribio Tedín se encargó de dirigir a los gauchos de Puerta de
Díaz y Ampascachi. Don Pedro Alcántara Ferreyra nucleó en Seclantás a los patriotas
de gran parte del Valle Calchaquí y otro tanto hizo Zigarán en Anta y Saturnino
Saravia en Rosario de Lerma. De esta manera, el sur de
No
obstante, la guerra de recursos hacía grandes daños al enemigo no
permitiéndoles abastecerse, siendo hostigados permanentemente. Los patriotas
tenían a su favor el conocimiento de la región y la colaboración de toda la
población (ancianos, mujeres, niños y todos los varones, criollos, mestizos e
indios), que con discreta actitud hacían de mensajeros, espías y toda clase de
tareas, manteniendo perfectamente informados de los movimientos del enemigo a
los patriotas. Evitaban los enfrentamientos a campo abierto y los emboscaban en
las serranías de la región.
Se
enfrentaban gauchos precariamente armados con lanzas, hondas, boleadoras y garrotes
y algunas armas de fuego contra un ejército formal de fusileros disciplinados,
que habían triunfado en Europa contra el Ejército de Napoleón Bonaparte. Sin
embargo no pudieron con la astucia criolla y fueron siempre derrotados en estas
tierras. Los realistas avanzaron hacia Guachipas y Chicoana en busca de ganados
para su sustento, pero siempre fueron rechazados con fuertes pérdidas.
Así es como el 24 de marzo de
El
grupo patriota era de solo 12 hombres, al mando del alférez de Caballería José
Antonio Suárez, quién estaba casado con doña Dolores Díaz de Lea y Plaza, dama
que fue gran colaboradora en la causa de
El
31 de marzo de 1814, el general San Martín mandó una nota al Director Supremo,
destacando la importancia de este triunfo de
El
general San Martín organizó las distinciones y premios a los protagonistas. Es
así como se gratificó al comandante Saravia y a todos los de su partida, distinguiendo
por su bravura al sargento Bernardino Olivera, destacando el accionar de los cadetes
Vicente Torino, Jorge Torino y Manuel Gutiérrez. El alférez Suárez también fue
homenajeado a post mortem, aunque su viuda doña Dolores Díaz de Lea y Plaza, donó
todos sus sueldos y otros bienes a la causa de
2. El Pacto de los Cerrillos
En
1815, don Martín Miguel Güemes fue elegido Gobernador de
Pero
no fue bien comprendido por don José Rondeau, Comandante en Jefe del Ejército
Auxiliar en el Alto Perú. Tenían diferentes ideas de como se debía combatir al
enemigo realista. Además las derrotas de Venta y Media y Sipe Sipe, disminuyeron
la figura de Rondeau, lo cual incentivó los sentimientos de celos y envidias
contra Güemes. Las tensiones se desbordaron cuando Güemes retiró de Jujuy, 500
fusiles, ante lo cual Rondeau le hizo un oficio desde Potosí, reclamándole
dicha acción y conminándolo a devolverlos. Güemes contestó que no podía hacer
tal cosa por cuanto los estaba arreglando para la defensa de Salta. Recordemos
que Jujuy estaba dentro de la jurisdicción política salteña. El Director
Supremo, Álvarez Thomas, al conocer la situación también le reclamó a Güemes y
le ordenó que debía someterse a la autoridad de Rondeau.
Güemes
reiteró su respuesta de imposibilidad de obedecer por las circunstancias de la
guerra. Por ello el coronel French fue enviado a Salta para arrestar a Güemes,
quién enterado a tiempo dispuso a
Güemes
había mandado dos divisiones a unirse al Ejército del Alto Perú, pero Rondeau
aplicaba sobre ellos todo su rencor, provocando que casi fueran diezmados por
el enemigo, al mandarlos a la lucha en condiciones desventajosas, los que se
salvaron fue gracias a desobedecer las órdenes, logrando no obstante ellos
algunos triunfos contra los realistas en Mojo, emprendiendo luego el regreso a
Salta.
Como
consecuencia Rondeau acusó a Güemes de fomentar la deserción y mientras tanto
la anarquía reinaba en su entorno a causa de sus vacilaciones y desaciertos.
Rondeau estaba convencido de que sus fracasos eran provocados por Güemes, por
lo que resolvió invadir Salta el 13 de marzo de 1816, sin prever su abastecimiento,
debiendo enfrentar la guerra de recursos, demostrando nuevamente su incapacidad
y soberbia.
Cuando
Rondeau pasó por
Desde
su Cuartel General de Los Cerrillos, Güemes envió un oficio al Gobierno Nacional,
el 19 de marzo de 1816, en el que manifestaba que “Con esta guerra de recursos le he hecho sentir a este Señor General
todo el peso de la razón, de la justicia y de la inocencia, y que una provincia
valiente y generosa sabe sacudir el yugo de los opresores...”.
El
22 de marzo de 1816, ambos jefes se encontraron en Cerrillos, gracias a la
mediación de doña Macacha, Magdalena Güemes de Tejada, y del coronel Apolinario
de Figueroa y su hermano el provisor Dr. José Gabriel de Figueroa. En el Atrio
de
Rondeau
envió una Proclama para todos los habitantes de Salta, comunicando su promesa
de amistad perpetua y mutua ayuda en la guerra por la emancipación. Y en un
Bando declaró que quedaba sin efecto aquello de “Reo de Estado” referido a
Güemes, ya que habían quedado aclaradas todas las dudas. No debe olvidarse que
todo esto ocurría mientras se combatía en todo el valle de Lerma contra los
realistas y las demás provincias estaban con sus propios problemas internos,
razón por la que no colaboraban materialmente a la causa patriota. Esto daba
por resultado una profunda crisis económica para todos los sectores sociales,
ya que también se veía interrumpido el comercio con el Alto Perú que solía ser
la base de la prosperidad regional.
El
Pacto de los Cerrillos tuvo importantes consecuencias de orden nacional:
1- Güemes se constituyó en
la vanguardia de
2- El 15 de mayo de 1816, se
reunió el Cabildo de Salta junto con el Director Supremo Gral. Pueyrredón y el
Gobernador Güemes, en donde se aclararon todas las dudas y conjuntamente
juraron obediencia al Congreso General Constituyente reunido en Tucumán,
contribuyendo así a la declaración formal de
3- El Director Supremo
Pueyrredón visitó la campaña de Jujuy y Salta, a fin de apaciguar los ánimos
entre los habitantes y aclarar los hechos ocurridos.
4- Finalmente el Pacto de
los Cerrillos consolidó la unión de todas las provincias bajo el poder central
y el común objetivo independista.
En conclusión, se observa que el
conflicto fue la consecuencia de la secular rivalidad portuaria con lo
provinciano, que definieron formas de conductas diferentes. La realidad obligó
al orgullo y soberbia a deponer posiciones y ajustarse a las exigencias de
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RECURSOS ECONÓMICOS Y GUERRA REVOLUCIONARIA
EN
Luis O. COSSIO ·
Este artículo surgió de la necesidad de aportar
elementos desde una lógica de trabajo cuantitativa-cualitativa, que permitiese
delimitar las características específicas de la formación económica social de
Salta entre 1810-1821 respecto a los centros integrados a la economía andina en
el periodo de guerra revolucionaria. Para ello se ha creído necesario confrontar
con datos empíricos prácticas sociales y procesos de acumulación de riqueza en
el ámbito local. Centraremos el análisis en las formas por las cuales la
naciente revolución (bajo el gobierno de Güemes) se apropia de recursos para
mantener la dinámica revolucionaria. Con este fin se utilizó el análisis de una
serie de datos provenientes de las Cajas Principales de Salta en el periodo
1815-1821.
1. El contexto revolucionario
Es necesario contextualizar la situación
revolucionaria en el panorama internacional de la época. La crisis general del
sistema imperial español se remite a los primeros años del siglo XIX, luego de
que la derrota de Trafalgar dejara a las colonias americanas en debilidad de
posiciones respecto a las pretensiones expansionistas inglesas, primero, francesas
posteriormente. Aunque la independencia fue precipitada por un hecho externo
-el colapso de la
monarquía española en 1808-, éste era la culminación de un largo
proceso de sucesivas rupturas por las cuales Hispanoamérica tomó conciencia de
su identidad, cultura y recursos. Antes de 1808, los criollos no negaban sus
vínculos con España, pero tenían críticas hacia la metrópoli, pues si bien se
encontraba en el ocaso de su poderío, aumentaba su presión impositiva y centralizada,
a través de las reformas
borbónicas.
La dureza de las reformas fue lo que las hizo fracasar
porque realizaron un ataque directo a los intereses locales y perturbaron el
frágil equilibrio de poder de la sociedad
colonial, compuesta por la administración,
La revolución fue una reacción criolla contra esta
nueva conquista, un freno al monopolio español en el comercio y en los cargos
oficiales. La nueva administración reformista no admitía americanos en los
cargos de responsabilidad política. Los criollos sintieron la presión porque la
mayoría vivía de una renta moderada; los cargos eran una necesidad más que un
lujo y la nueva política sólo los confinaba a cargos menores.
El proceso, entonces, tiende a convertir a Buenos
Aires en una “submetrópoli” debido a su predominio geográfico y a la influencia
ejercida como centro y tributario del virreynato[154].
Pero así también plantea fuertes conflictos en torno a la articulación de una
elite dirigente que asuma protagonismo en cada una de las regiones que componen
el Río de
Esta modificación de las pautas comerciales y el “giro
al Atlántico” afectó también a otras regiones. El actual noroeste argentino en
general, y Salta en particular, conformaron durante el siglo XVIII una zona
central del tránsito comercial, engranaje privilegiado que conectaba personas,
bienes y ganado desde el Atlántico hasta el Alto Perú. Este vasto espacio
económico permitió un crecimiento notable del crédito, la instalación de casas
comerciales, el tráfico de productos suntuarios y la concentración demográfica
en el actual Valle de Lerma.
Una parte importante de este progreso estuvo vinculado
al auge de la exportación de ganado mular hacia los centros consumidores alto
peruanos. Por lo tanto, el aumento del capital circulante funcionó como el
elemento dinamizador de procesos económicos y sociales, ya que otorgaba a la
jurisdicción salteña una importancia estratégica como plaza de circulación y producción.
A estas ventajas en cuanto a la situación económica debemos sumarle la importancia
de su designación como cabecera de
Este proceso de cambio mercantil e institucional, tuvo
su correlato en la conformación social, la cual se impregnó de caracteres
modernos, en amalgama con las tradicionales costumbres, provenientes de los
primeros tiempos de la conquista. Es por ello que (en el análisis de las
categorías económicas y sociales de la región en el periodo posterior a 1810)
debemos tener presente que proceden de una conformación estructural hispánica,
pero conforman una realidad americana propia, de acuerdo a la manera en que le
afectó el proceso independentista.
2. Los cambios provocados a partir de las guerras de
emancipación
La guerra que la revolución abre, afecta en el plazo
de once años las estructuras económicas, fiscales, sociales y recaudatorias de
las “plazas fuertes” de la causa revolucionaria. Salta, Jujuy y Tarija serán el
trípode sobre el cual se estrellarán los ejércitos peninsulares, y a la vez
serán las ciudades que soportarán sobre sí el peso del conflicto.
Paradójicamente, los cambios observados a lo largo de
la década revolucionaria tuvieron como correlato que estructuras
administrativas y recaudatorias continuasen subsistiendo y alimentando el ciclo
de la guerra.
Así vemos que en
Según la documentación existente en las Cajas
principales de Salta, la caracterización que podemos hacer de los ingresos se
haría de la siguiente manera[156]:
Tipos de ramos |
Categorías |
1815 |
1817 |
1819 |
|
||||
Ramos de hacienda |
Hacienda en Común |
34 |
35,54 |
41 |
Donativos |
1,6 |
2,2 |
------- |
|
Alcabala |
------- |
------- |
1,2 |
|
Montepío militar |
0,07 |
0,08 |
1,9 |
|
Bulas de indulto |
0,12 |
0,1 |
------- |
|
|
||||
Ramos particulares |
Sisa |
5,6 |
7,6 |
7,4 |
Penas de Cámara |
0,01 |
0,6 |
1,8 |
|
Contribución extraordinaria de sueldos |
0,5 |
0,4 |
||
Tabacos |
0,5 |
0,6 |
||
|
||||
Ramos ajenos |
Depósitos |
57,2 |
52,8 |
46 |
Montepío de ministros |
0,09 |
0,07 |
0,2 |
|
Seminario Conciliar |
0,1 |
0,09 |
||
Redención de cautivos |
0,02 |
0,04 |
Ante todo, hay que observar dos puntos principales: el
grueso de los ingresos que obtiene de los depósitos, los impuestos de la
hacienda en común y la sisa.
Pero si se tienen en cuenta las deudas comprobadas con
las Cajas principales de Salta, el índice de participación de la sisa aumenta
de forma significativa: 20% en 1815, 24% en 1819. Esto evidencia una actitud de
los sectores comerciantes continua para evitar el pago directo del impuesto,
prefiriendo adquirir o contraer deuda a mediano plazo, a pagar cuando las condiciones
mejorasen.
Esto se expresa mejor mediante estos gráficos:
¿Porqué se da esta situación? Ante todo porque el
desarrollo de la guerra revolucionaria implica una fuerte carga sobre los
sectores propietarios, no solo producto de las contribuciones “voluntarias” (a
decir verdad, cada vez más forzosas) sino también a través de un proceso paulatino
de descapitalización.
Las propiedades fueran devastadas por el continuo
avance y retroceso de la frontera de guerra entre peninsulares y patriotas.
Tres campañas militares al Alto Perú, siete incursiones realistas en el
territorio, ataques sorpresivos y necesidad de abastecer las tropas
contribuyeron a disminuir la producción y comprometer las actividades
económicas tradicionales: el comercio de importación-exportación y la
internación de mulas y ganado vacuno.
El aumento de la demanda de ganado y avituallamiento
afectaba más duramente a los sectores propietarios, ya que la internación de
ganado mular y la cría de vacunos eran la base de obtención de recursos.
Hacendados y pequeños comerciantes se veían afectados por las medidas de
guerra. Pero también el mismo erario local, al cual el estancamiento de las exportaciones
al Alto Perú le implicaba una paralela disminución de importantes recursos como
la sisa y la alcabala. Las prohibiciones de extraer caballos y vacas de cría de
la provincia respondían a esta necesidad de impedir un deterioro mayor de la ya
frágil economía salto-jujeña.
Esta región, otrora importante nexo comercial, quedaba
reducida a un racionamiento estricto de recursos y a un empobrecimiento tal que
su recuperación no será posible sino a mediados de siglo.
Esto tuvo, además, como contrapartida una constante a
lo largo de estos años: la inestabilidad crónica de la mano de obra (ocupada en
las guerras). A las necesidades materiales de la causa güemesiana se sumará la
de hombres aptos para el combate. Y no sólo porque la incorporación de
voluntarios será a todas luces insuficiente, sino también porque el “sistema
Güemes” necesita incorporar mediante mecanismos fijados en la legislación
hispánica (fuero militar) a la mayor cantidad de arrendatarios y trabajadores
de campaña para engrosar los efectivos necesarios para la “guerra gaucha”. Por
lo tanto, los trabajadores de la tierra serán los que combatan en el frente, y
estarán protegidos del pago de impuestos y rentas por su “fuero gaucho”. La contienda
revolucionaria implicó una movilización social con características nunca vistas
hasta entonces. La guerra gaucha estará sustentada en los recursos propios de
los pueblos de Salta y Jujuy, en la que participarán comerciantes y hacendados
(voluntaria o forzosamente), gauchos (nombre genérico aplicado a los habitantes
de campaña), pequeños comerciantes e inclusive peninsulares (a los que se les
impone colaboración obligatoria)[157].
3. El impacto de la incorporación de nuevos sectores
sociales
La participación de milicias en los albores
revolucionarios las constituye en un elemento de primer orden para asegurar la
causa revolucionaria. Cuando Güemes accede a la gobernación de Salta en 1815,
se encuentra con una situación desesperante. Es el primer gobernador proclamado
por el cabildo de Salta, ya que los anteriores nombramientos de la etapa patria
fueron realizados desde Buenos Aires.
Como respaldo de esta autoridad se encuentra el
arrendatario o pequeño propietario. Estos sectores se hallaban protegidos al
ser aliviados del peso del arriendo de las tierras que trabajaban. Ya sea: no
abonando el pago si el propietario era español, o abonando una cantidad moderada
si era patriota. Por otra parte les exime del pago de derechos parroquiales, es
decir los estipendios dados a la iglesia por bautismos, defunciones o matrimonios.
Debemos tener en claro que estas medidas no tocan la
base del sistema social, sino que son instrumentadas sólo en épocas de campañas
militares, con la finalidad de asegurar una cierta estabilidad económica a la
familia del arrendatario. Éste, al estar en combate, no puede atender las
obligaciones impositivas que le impone el terrateniente. Por lo tanto, esta
carga abusiva es amortiguada mientras el miliciano esté en servicio activo a la
patria.
Estas medidas tienden a crear un movimiento opositor
al gobernador. Un sector de la “gente decente”, es decir de propietarios busca
limitar y controlar efectivamente estas medidas, pues implicaban dejar en manos
de jefes de milicias importantes atribuciones de autoridad, que modificaban
sustancialmente los lazos construidos a partir de la explotación de la tierra[158].
Vemos, entonces, conformarse un sector social
partidario de la posesión inalienable de la tierra. Uno de los temores mayores
era que, aprovechando las ventajas materiales que brindaba la crisis de la
guerra, esta fomentara la aparición de “vagos y ociosos”, es decir, aprovechados
que quisieran subvertir los principios sociales para obtener recursos y
tierras. Así, Hermenegildo Hoyos consideraba a la propiedad privada como el
primer derecho del hombre, que todo gobierno debía proteger y conservar. Por lo
tanto, ninguna autoridad podía disponer el cese del cobro de arriendo. Era
necesario imponer una reglamentación moralizante que impidiese las “desviaciones”
propias de concentrar el mando en jefes rurales cuyo poder devenía de la disponibilidad
de combatientes.
4. El impacto de la falta de recursos
La crisis del mercado mular, debido a la larga
duración del conflicto, rompió los vínculos que unían comercialmente las
regiones. Muchos de los animales fueron decomisados para el uso militar por
parte de ambos bandos. No solo se perjudicaban los comerciantes, sino también
los grandes propietarios de terrenos de invernada e inclusive las órdenes
religiosas que participaban de este tráfico. Pero esto era mucho más
significativo si consideramos el peso que para la estructura impositiva local
tenía este tráfico. Por falta de fondos en los cabildos, era necesario recurrir
a los empréstitos forzosos sobre los particulares, lo que incrementaba la carga
pública y sus obligaciones, ya que las autoridades nacionales no tomaban a su
cargo dichas compensaciones. Se inicia un proceso que cobrará vigor en la
década siguiente: garantizar con fondos del estado (más que nada sus posibles
ingresos) la devolución de los aportes. Estas medidas entorpecen en grado
extremo la circulación, al afectar directamente el crédito, la mercantilización
y el comercio. Entonces, se acelera la descapitalización de comerciantes y
artesanos, dándose un proceso de depredación de la riqueza mueble.
La difícil situación del gobierno
revolucionario, debido a la falta de recursos dificulta las tareas
administrativas y entorpece las posibilidades de enfrentar con éxito a las
tropas del rey. Las medidas tomadas por el general Güemes son entonces
durísimas, como por ejemplo:
La toma de empréstitos, que podían ser consultados o
no. En el primer caso se formaban cuatro comisiones. Estas eran: la del clero
de la ciudad y de la campaña, la del comercio nacional y la de ultramar
(grandes comerciantes que realizaban sus actividades con las mulas), la de los
gremios de la ciudad (que agrupaba a los pequeños comerciantes y artesanos) y
la de la campaña (Curatos de Rosario, Cerrillos, Chicoana, Perico, Caldera,
Campo Santo, Rosario de
Pero cuando la necesidad era
improrrogable se imponía un empréstito forzoso, por una cantidad determinada a
los “españoles europeos” que residían en la ciudad. Por supuesto que esta
medida estaba permitida desde el mismo gobierno central, es decir (en esos
momentos) por el Congreso de Tucumán. Güemes aplicó esta medida, pero
permitiendo disponer en una reunión la suma que aportará cada uno, siendo como
mínimo doce mil pesos. Ordenó asimismo redoblar la suma si esta no era
depositada en un plazo perentorio.
Pronto la disposición abarcó a todos los
que realicen o practicaran la actividad comercial. Si bien la contribución voluntaria
siempre estuvo presente por parte de los vecinos y comerciantes patriotas,
debió recurrirse a las cargas coactivas por la carencia de fondos en tesorería
provincial.
Como podemos observar en el gráfico
precedente, la mayor parte de los fondos recaudados por
Estos dineros se exigían contra la
entrega de letras a nombre de la tesorería general de Buenos Aires. Sin
embargo, el débil gobierno nacional no podía resarcir estos préstamos. Esto
consta a partir de respuestas dadas por el Director Supremo: “(La tesorería) la
han reducido al extremo de dilatar pagos ejecutivos, de entorpecer otros, de
suspender las erogaciones, pensiones, sueldos de empleados... suspenda usted de
girar contra esta tesorería general”[159].
Otro problema radicaba en el aumento del
circulante feble. Las mal llamadas “monedas de Güemes” eran monedas
adulteradas, es decir que su contenido de plata era menor del que marcaba la
ley. Eran piezas obtenidas de la fundición de las monedas originales,
combinadas con otros metales para aumentar la cantidad producida, caracterizada
por la simpleza técnica de su fabricación.
Existen dos opiniones sobre ella:
·
Los
que la consideran fabricada en la provincia: en talleres clandestinos o por
emigrados del Perú, sostienen que mediante este procedimiento el estado podía
aumentar la cantidad de recursos que disponía, evitando el trueque. De esta
forma, su aplicación es un exceso necesario para sostener la causa
revolucionaria.
·
Los
que la consideran traída desde el Alto Perú: traficada por los mismos
realistas, con la finalidad de perjudicar los movimientos comerciales y
económicos de los gobiernos patrios.
Evidentemente, la caída de Potosí en manos realistas
(asiento de
Por supuesto que esta circulación traería aparejada
gravísimas consecuencias para el comercio. Las trabas locales, la oposición del
gobierno central y la falta crónica de recursos incrementaron la parálisis
económica de la población y del ejército.
Conclusión
El estado revolucionario rioplatense era sumamente
débil, tanto por sus bases económicas como por la crisis política permanente
que se vivió durante las guerras de la independencia y las guerras civiles.
Este proceso de formación del estado nacional se prolongó durante varios
lustros. En este contexto las medidas de guerra económica tuvieron directa
repercusión en la forma de vida y las actividades propias de la región. El
virrey del Perú mandó cortar el comercio con los “rebeldes”, impidiendo así la
afluencia de metálico hacia las provincias al sur de Tarija.
Por eso las trasformaciones producidas a partir de
este conflicto prolongado involucran a todos los actores sociales, en cuanto
los aportes de recursos y hombres lo realizan en pos de un objetivo: salvar
A través del análisis de
Los grupos que se disputen el poder recurrirán a los
procedimientos empleados por el caudillo con la finalidad de sostener sus
planteamientos. Por ejemplo, el fuero militar mantendrá su vigencia mientras se
articulan nuevas formas de sujeción del trabajador rural y mientras se dirime
el ejercicio del poder de familias terratenientes a partir de la década de
1820.
La demanda de los gobiernos por metal y ganado acentúa
el proceso de avance del poder discrecional de los “señores de la guerra” sobre
la propiedad privada; y el peso que adquirirán las cargas impositivas sobre la
producción ejercerán un fuerte efecto limitante de las importaciones.
BAZÁN,
Armando Raúl: Historia del Noroeste Argentino. Bs. As. Plus Ultra, 1995, 2ª
edición.
CONTI,
Viviana: Articulaciones económicas en los Andes, separata del Anuario de
Estudios Americanos, Sevilla, Tomo XLVI, 1993.
FRÍAS,
Bernardo: Historia del General Martín Güemes y de
GÜEMES,
Luis: Güemes Documentado (T. IV, VI y VIII). Bs. As., Plus Ultra, 1985.
HALPERIN
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Editorial de Belgrano, 1982.
--
Argentina. De la revolución de la independencia a la confederación rosista. Bs. As., Paidós, 1992.
MATA de
LÓPEZ, Sara (comp.): Persistencia y cambios: Salta y el noroeste argentino.
1770-1840. Rosario, Prohistoria y Manuel Suárez Editor, 1999.
MATA de
LÓPEZ, Sara: Tierra y poder en Salta. El noroeste argentino en víspera de la
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NAVAMUEL,
Ercilia: Atlas Histórico de Salta.
EL
SECRETO MILITAR DEL GENERAL GÜEMES
Jorge
SÁENZ ·
Mi agradecimiento:
A
Al
Sr. Félix Rodrigo Bravo Herrera por su persistente ayuda bibliográfica
Al
Dr. Rolf Raueiser, por asistirme en el momento más oportuno
Al
Sr. Jorge Gianella, de
Al
Ing. Guillermo Solá, por su excelente investigación sobre los combates
A
los historiadores, que dejaron magníficos volúmenes de
y muy especialmente a Alicia, mi esposa, que
compartiendo estas inquietudes, me ayuda
cotidianamente con verdadero entusiasmo
Desde
que mi esposa y yo, decidimos hace un par de años radicarnos en
Algunos
detalles atrajeron mi atención. Por un lado, que el Gral. Güemes aparecía en el
marco histórico regional, como el único guerrero siempre victorioso, habiendo
pasado por aquí importantes figuras militares, incluyendo el mismísimo Gral.
San Martín.
Por
otro lado, no comprendía y no lo entiendo aún, cómo es que popularmente se sabe
tan poco de la importantísima gesta del Prócer, cuya verdadera dimensión es
conocida y cultivada solamente por las instituciones, historiadores y
aficionados especializados o directamente vinculados con el enaltecimiento de
su memoria.
Se
han levantado monumentos y bautizado con su nombre el aeropuerto, la central termoeléctrica,
la escuela de cadetes de la policía, establecimientos educacionales y unidades
militares, entre otras importantes iniciativas. Sin embargo, no hay nada que
represente la dimensión de la gesta gaucha, las campañas y los victoriosos
combates de las milicias bajo su mando. Esa gesta permanece fuera del
conocimiento popular de los argentinos, la mayoría de los cuales,
históricamente se quedaron en el combate de San Lorenzo.
Intrigado
por el exclusivo y reiterado éxito militar de Güemes, investigué los procedimientos
militares europeos que estaban en boga en esos tiempos y las armas de fuego
utilizadas. Posteriormente y gracias al auxilio de la abundante bibliografía
disponible, pude reconstruir las tácticas empleadas por nuestro Prócer, a la
luz de los actuales conceptos de combate.
Para
comprender contextualmente su brillante desempeño militar, resulta necesario
conocer las verdaderas capacidades y limitaciones de las armas existentes en
esos años y la forma en que adaptó su táctica a las circunstancias. De pronto,
comprendí, cuales eran los secretos militares que aplicaba el Gral. Güemes en
su táctica operacional, personal conclusión que deseo compartir con el lector.
Exégesis
Estamos por abordar un tema que sucedió
hace casi dos siglos atrás. Desde esa época, si lo comparamos con la actualidad,
existe un abismo en el marco científico, técnico, cultural y en lo militar. La
mayoría de los adelantos del presente, en esos tiempos ni siquiera se
vislumbraba que pudieran existir alguna vez. Las diferencias no solamente
abarcaban esas áreas, las costumbres, los conceptos de vida, la disponibilidad
de medios, la vida espiritual, eran muy distintos a los actuales. Se requiere mucha
imaginación, para interpretar las limitaciones de todo tipo existentes en esa
época, en relación con las actuales.
Las comunicaciones, se establecían
aprovechando el tráfico comercial, tan lento como la velocidad de los bueyes,
de los caballos o de las mulas que tiraban de las carretas, diligencias o
carruajes. El jinete era el más veloz, pero la distancia se medía en días,
semanas y meses.
El rumor, el “se dice”, sin mayores
precisiones, era la forma normal de enterarse de las noticias, en un medio
social donde el analfabetismo era muy común. Los que podían recibían y leían
periódicos, con novedades muchas veces superadas por el tiempo.
No existía la higiene como ahora se la
conoce, ni los antibióticos, ni la anestesia y la mayoría de las personas, que
incluyen a personajes destacados de nuestra historia, como San Martín, Belgrano
y el propio Güemes, sufrían como todo el mundo, periodos de enfermedades, que a
veces los afectaban en los momentos más críticos de su actividad.
Una de las fuentes más contaminantes era
el agua que consumían, cuya potabilidad hoy sería imposible de aceptar, por la
cantidad de microorganismos patógenos que podría contener. En esa época, los
caminos que comunicaban las diferentes localidades, eran completamente
distintos a los de ahora, como lo eran también sus trazados, que sin pensarlo
demasiado, hoy podríamos creer instintivamente que tenían características
similares. En las antiguas rutas prácticamente no había puentes y el clima
influenciaba favorable o negativamente para los traslados y el transporte de
cargas.
Las armas y las tácticas militares se
regían por conceptos que en la actualidad serían inaplicables e impensables.
Sólo se pueden rescatar de la antigüedad, conceptos filosóficos y estratégicos
acerca de la guerra. Es por ello, que vamos a tener que introducirnos un poco
en el mundo de las armas de fuego de esa época y detallar su funcionamiento,
porque de esa manera podremos comprender cabalmente los hechos históricos que
nos ocupan. También nos resultará imprescindible adentrarnos en algunos
conceptos tácticos militares de la época, que nos permitirán descubrir los
secretos militares del general Güemes, que aplicados en ese teatro de operaciones,
lo hicieron invencible.
Al referirnos a Güemes, nos vemos
obligados a entrar en un contexto militar, cuya temática es una especialidad
como cualquier otra de la actualidad. Es por ello, que realizaremos un análisis
desde el punto de vista exclusivamente militar de las acciones del Prócer, que
con sus dotes de brillante conductor, obtuvo de sus subordinados directos y de
sus milicias, éxitos increíbles, sin contar con más apoyo que su férrea
voluntad y la de sus propios subordinados.
1.
Las armas de fuego en tiempos de la independencia
Desde los primeros conflictos, las
tácticas militares utilizadas estuvieron directamente vinculadas con las armas
que se empleaban. Un cambio en éstas, provocaba inmediatamente modificaciones
en las mismas. Esa influencia, no solamente se relacionaba con los procedimientos
de combate, sino que también producía un cambio en la vestimenta del guerrero.
Eso explica la presencia de protectores de cabeza, confeccionados con diversos
materiales y formas. En un principio, se los hacía de cuero o con gruesas capas
de tela, luego se los fabricaba de cobre, más tarde de bronce y finalmente de
hierro, según avanzaba la tecnología de las épocas. Hoy los cascos se
confeccionan con fibra sintética.
Los primeros cascos fueron complementados
con cotas de malla y piezas de cuero o metal, destinados a proteger el cuerpo y
las extremidades. En la edad media, llegó un momento en que el cuerpo entero
estaba protegido por piezas de metal artesanalmente elaboradas que se conocen
como armadura. Sin embargo, éstas fueron extinguiéndose paulatinamente dos siglos
después de la aparición de las armas de fuego, debido a que las balas
comenzaron a perforarlas, haciéndolas obsoletas.
La evolución de las armas de fuego, es un
tema por demás interesante. Documentalmente está demostrado que ya inventada la
pólvora en China en el Siglo X o probablemente antes, el primer cañón recién
habría sido utilizado por Fernando IV en el año 1308, durante el sitio de
Algeciras. A partir de ese momento, comenzaron a aparecer en diversos países
europeos, rudimentarios cañones, culminando a fines del siglo XIV con la
presencia de voluminosas piezas de artillería, empleadas para destruir
murallas. Se trataba de los cañones de sitio, armas de gran calibre, que
lograban en pocas horas lo que no podían hacer las catapultas en varios meses.
Esta circunstancia, provocó el fin de las ciudades amuralladas y también el de
las obsoletas catapultas.
A fines del siglo XIV apareció el cañón
de mano, precursor del actual fusil, denominado por los alemanes hacken büsche
o arma con gancho. La pieza más antigua de este tipo es conocida como el trueno
de mano de Mörkö (c.1390), actualmente en el Museo Histórico de Estocolmo. Como
datos curiosos, este cañoncito pesaba casi un kilo y estaba fundido en bronce,
cuya técnica se encontraba muy avanzada, debido a la demanda de campanas para
las catedrales. En la parte de atrás, se le ponía un palo para orientar el tiro
Cañón de mano (arriba), jinete llevando
uno de ellos y
Trueno de mano de Mörkö (abajo)
El gancho que posee el trueno de mano,
era empleado para frenar el retroceso, para lo cual se lo apoyaba sobre una
superficie vertical firme, por ejemplo: una muralla. Su nombre en alemán derivó
en el inglés como hackbuck, en el francés como arquebus y en el español como
arcabuz.
Tanto los cañones como los arcabuces,
eran armas de fuego que estaban hechas con un tubo cerrado en uno de sus extremos.
En inmediaciones de la parte cerrada, se practicaba un orificio u “oído”, que
contactaba el exterior con la parte interna del cañón, llamada “recámara”.
En la figura superior, observamos arriba a la izquierda
un cañón y abajo su corte longitudinal. En este corte se aprecia el oído que
comunicaba el exterior del cañón con la recámara, ubicada sobre el lado izquierdo
de la figura. Luego del disparo, se procedía a limpiarlo con una rasqueta de
metal y acto seguido, se eliminaban los residuos de pólvora utilizando un
cepillo. Para cargarlo, se colocaba un saquete de tela conteniendo la cantidad
adecuada de pólvora, la cual era empujada bien dentro de la recámara mediante
una baqueta. Luego se introducía la bala (en este caso esférica). Acto seguido
se limpiaba el oído con una aguja y se le ponía una porción de pólvora. Al
darle fuego, la llama se transmitía por el oído hacia la recámara, donde se
producía la deflagración, saliendo la bala a una velocidad de más de
El cañón de mano funcionaba exactamente
igual a lo descrito, aunque rápidamente evolucionó hacia el arcabuz de encendido
a mecha, de uso corriente en el siglo XV. Esta arma se caracterizaba por su
elevado peso, que oscilaba entre 7 y 20Kgr., motivo por el
cual se requería el auxilio de una
pértiga para poder efectuar la puntería. Por su falta de precisión, escaso
alcance eficaz, que llegaba a los 20m y por las fallas de disparo, el arcabuz
era poco confiable.
La figura superior muestra el primitivo
dispositivo de encendido del arcabuz. Se puede observar una tapa o “frazada”,
que cubre la cazoleta, que es el lugar donde se vierte una pequeña cantidad de
pólvora. Sin embargo, esta rudimentaria arma de fuego, junto con la ballesta,
contribuyeron eficazmente en la conquista de América.
En esa época había un dicho popular entre
la tropa. Se decía que “el primer tiro era para el diablo”, “el segundo para el
rey” y “el tercero para Dios”. Esta leyenda está relacionada con la primera
reacción del arcabucero, que por temor disparaba equivocadamente desde lejos y
el tiro le salía para el diablo. El segundo, ya en la distancia correcta era
para el rey, el realmente efectivo; y el tercero para Dios, porque no siempre
lo podía disparar, debido a que el enemigo ya estaba encima, por lo que el
arcabucero se encomendaba al Señor.
A partir del siglo XVII, el encendido a
mecha de los arcabuces, fue siendo reemplazado paulatinamente por un sistema
denominado de chispa, el cual era aplicado a armas que pasaron a denominarse
mosquetes o fusiles.
Los primeros se diferenciaban de los
segundos, en que no tenían estrías. La estría es un surco helicoidal, grabado
en la parte interna del cañón, que produce en la bala un movimiento rotatorio
que facilita su estabilidad en el aire, al imponerle un vertiginoso movimiento
giroscópico, tal como un trompo. Este sistema de encendido, subsistió hasta
mediados del siglo XIX, época en que se generalizó el uso del sistema de
percusión, desconocido en la época del Gral. Güemes.
2.
Los mosquetes y fusiles
El mosquete, arma que pesa entre 4 y
5Kg., fue diseñada para ser empleada por la infantería y es capaz de disparar
un proyectil esférico de plomo de determinado calibre. Es necesario aclarar que
el calibre es el diámetro interno del cañón. El mosquete presentaba importantes
limitaciones; para la rutina de carga, el soldado tenía que estar de pie debido
a la longitud del mosquete, que alcanzaba alrededor de
La pólvora negra fabricada en ese
entonces, producía una cantidad importante de residuos luego de cada deflagración,
lo cual motivaba que luego de unos veinte o treinta disparos resultara
impracticable realizar una nueva carga, quedando el mosquete inutilizado hasta
realizar una limpieza profunda del cañón.
El mecanismo de disparo de estas armas,
utilizaba una piedra de silex o pedernal, previamente tallada con determinada
forma, de manera que al accionar el disparador, raspase sobre una superficie
metálica diseñada especialmente, denominada rastrillo, produciendo una lluvia
de chispas. La piedra duraba unos cien disparos, luego de lo cual debía ser
reemplazada.
Al apretar el disparador, el rastrillo
caía hacia delante descubriendo en forma automática la cazoleta, que contenía
la pólvora. Al encenderse, la llama penetraba a través del oído y producía la
deflagración en la recámara. Existía un pequeño y observable lapso de tiempo,
entre el momento del encendido de la pólvora y la salida de la bala.
Mecanismo de disparo a chispa
Este mecanismo, con pequeñas variantes,
ya tenía dos siglos de existencia en 1810 y era característica de las armas
empleadas en la época de nuestra independencia. En ese entonces, los godos y
los patriotas, empleaban mosquetes de origen español, de las siguientes
características:
El modelo 1772 (abajo), tiene un largo
total de 1500mm, posee un cañón de 1000mm, empleando balas esféricas plomo de
calibre 17,25mm, con bala esférica y al cual se le puede adicionar una bayoneta
triangular de 550mm de largo. Su peso oscila entre 4,5 y
El modelo 1792, tiene un cañón un poco
más prolongado, de 1100mm de largo. El calibre y los accesorios son similares
al modelo anterior, pero desaparece la extensión metálica del guardamonte.
Como consecuencia de las armas capturadas
a los ingleses durante las invasiones de 1806 y 1807, al ejército nacional y
milicias les fue provisto el Short Land Musquet, Tower, modelo 1779 tipo II,
que tiene un cañón de 1070mm, de calibre 18,3mm.
Este mosquete inglés, era popularmente
conocido como “Brown Bess”.
Una tropa bien instruida, era capaz de
disparar con un mosquete hasta cuatro tiros por minuto o hasta dos bajo condiciones
de estrés. Esto quiere decir que la infantería podía disparar un tiro cada 20 o
cada 30 segundos, con un alcance eficaz, de tan sólo
Cabe destacar, que en el lapso de tiempo
que tardaba la infantería para la recarga del mosquete, una carga de caballería
podía recorrer entre 250 y
Cada disparo de mosquete, producía una
apreciable cantidad de humo blanco, que luego obstaculizaba la visión, cuando
no se disipaba por falta de viento. Como la carga era lenta, la infantería
podía disparar sólo uno o dos tiros en una batalla campal, hasta el momento en
que el enemigo se le venía encima. Por tal motivo, a partir del año 1630, se
les fue adicionando a los mosquetes una bayoneta (arma blanca cuyo nombre surge
de haber sido utilizada por primera vez en Bayonne, Francia). De esta manera,
cuando el mosquete quedaba descargado, al menos se lo podía utilizar para el
combate cuerpo a cuerpo a modo de lanza, en realidad una corta lanza, porque la
bayoneta tenía sólo unos
Para tener una cabal idea de cómo se
combatía en esos tiempos, se puede ver el film norteamericano “El Patriota”,
con Mel Gibson, donde se muestra en forma impecable las características de una
batalla campal. En ese caso, entre los ingleses y las milicias patriotas
norteamericanas, donde se pueden observar muy bien los procedimientos de
combate comentados.
El fusil, era un arma larga con estrías,
más precisa y costosa y por lo tanto poco común. Sin embargo, en los partes de
guerra o información de rutina de los generales San Martín, Belgrano y Güemes
entre otros, se menciona sistemáticamente el término “fusiles” en vez de mosquetes,
armas que de todas maneras nunca se las describía detalladamente. Es indudable
que se referían a los mosquetes españoles e ingleses, que eran los que
disponían tanto los realistas como los patriotas.
Vistas de la bayoneta y su vaina
Para complementar la poca eficacia
individual de los mosquetes, la infantería formaba en línea de varias filas de
profundidad y disparaba en conjunto y sucesivamente por cada una de ellas. Los
ejércitos napoleónicos, formaban líneas de cuatro filas, mientras que el resto
lo hacía con tres. El hecho que los franceses formasen en cuatro filas, les
daba un poder de fuego superior.
El método que empleaban, consistía en
hacer disparar sucesivamente a la primera fila, luego a la segunda y finalmente
a la tercera o a la cuarta si existía. Cuando una fila terminaba de disparar,
comenzaba a realizar la recarga y así sucesivamente. Era normal que la
infantería llevase consigo medio centenar de cartuchos para el combate, los
cuales se transportaban en una bolsa denominada cartuchera, que llevaban
colgando en la espalda.
Los Dragones, eran tropas de caballería
que también podían combatir haciendo pie en tierra. Para ello empleaban mosquetes
más cortos, denominados tercerolas, de manera que no golpeasen el anca de sus
cabalgaduras durante la marcha. Los Dragones además estaban armados con sables.
En 1810, los regimientos criollos creados
para mantener viva la revolución, estaban provistos de armas tomadas a los
ingleses y las obtenidas de los arsenales realistas. Sin embargo, así como se
usaban uniformes de fantasía, en especial los pertenecientes a los generales;
en las milicias y los incipientes regimientos patrios, los soldados podían
emplear armas de fuego de su propiedad. Parte de las armas provistas por el
gobierno, provenían de diferentes fuentes, la mayoría de las cuales eran de
origen europeo (inglesas, españolas, francesas, belgas, alemanas y hasta
rusas). Uno de los problemas más serios que se presentaban en esos casos, era
la diversidad de calibres que podía haber en el marco de una compañía o
regimiento.
En nuestra provincia, no existe museo
alguno que exhiba mosquetes empleados durante las invasiones inglesas o en la
gesta del General Güemes, pero en un museo de la ciudad de Jujuy, se exhiben un
par de mosquetes ingleses Tower de la época, modelo 1779, “Brown Bess”. En base
a los modelos nombrados, armerías de la ex colonia los modificaron convirtiéndolos
en tercerolas modelo argentino.
En las escenificaciones conmemorativas
que se realizan en la ciudad de Buenos Aires, que representan al Regimiento
Patricios luchando contra los invasores ingleses, se emplean armas que no
pertenecían a esa época. Se usan fusiles de percusión, sistema que si bien fue
inventado en 1807 por el inglés Alexander Forsyth, sacerdote muy aficionado a
la caza, recién en 1842 fue adquirida la patente por la corona inglesa en
En tiempos de la colonia, los
oficiales solían utilizar pistolas, las cuales tenían un funcionamiento similar
al de los mosquetes, pero
con cañones mucho más cortos. Esta característica les permitía disparar con
cierta probabilidad de éxito hasta una distancia de
Hasta esa época, era común que los
tripulantes de los barcos piratas y muchos otros aventureros, llevaran en el momento
del abordaje, tres o cuatro pistolas, colocadas como racimos sobre sus pechos,
las cuales usaban descargándolas una a una, durante el combate cuerpo a cuerpo.
Siempre tuvo importancia la calidad de la
pólvora empleada en la carga de los mosquetes y pistolas, donde la ausencia de
humedad era imprescindible. Los mosquetes y fusiles, se cargaban mediante
cartuchos (término que sobrevive en la actualidad). Los cartuchos estaban
formados por un cucurucho (o cartucho) de papel encerado, que contenía la dosis
de pólvora adecuada para el disparo. Esta era colocada por la boca, empujándosela
con una baqueta para comprimirla en la recámara. Luego se agregaba la bala con
los restos de papel, siendo empujada con la baqueta y compactada ligeramente.
Otra pequeña porción se empleaba para cebar la cazoleta. Como dijimos, los
cartuchos se transportaban en la cartuchera, pero en nuestro ejército, a falta
de ellos, era común llevar las balas y la pólvora en forma separada.
Configuración del cartucho: envoltura de papel
encerado, bala y pólvora
Cuando el mosquetero se disponía a cargar
su arma, resultaba práctico morder el extremo del cartucho, desgarrando su
cubierta para efectuar la carga. El uso de la baqueta era imprescindible, por
lo que los soldados evitaban clavarla en el suelo para no dejarla olvidada; si
eso ocurría, el arma quedaba inutilizada.
3.
La artillería
La artillería de la época, estaba
compuesta por cañones de avancarga, cuyo calibre se medía en libras,
equivalente al peso de la bala que disparaban. Uno de los tipos de proyectiles
consistía en contenedores con metralla, que tenían varias decenas de balas de
mosquete que actuaban al ser disparados como un escopetazo. La metralla tenía
un alcance de hasta unos
La artillería de campaña, podía disparar
balas esféricas de hierro, que pesaban entre 4 y
Para entrar en posición una pieza de
artillería, se la remolcaba hasta las inmediaciones del lugar escogido y luego
la dotación la trasladaba a mano. El tiro se hacía en forma horizontal, de modo
que al disparar, arrasaba con todo lo que se ponía en su trayectoria. Esos
proyectiles y la metralla eran el terror de la tropa en avance.
La celeridad de los sorpresivos ataques
de las milicias gauchas, hacían impracticable el empleo de la artillería contra
ellas. Además, la secuencia de disparo era sumamente lenta; promediando un tiro
cada par de minutos.
Enfrentadas las fuerzas en línea, cuando
la tropa enemiga se encontraba a tiro, es decir aproximadamente a unos 2000m
según los calibres, comenzaba el fuego. Luego seguían los disparos con
metralla, hasta una distancia de 100m, momento en que la artillería iniciaba su
repliegue o cambio de posición, para no ser capturada por la infantería o
caballería.
Cuando uno o varios cañones eran
capturados, si no se los podía llevar como botín, lo común era clavarlos, es
decir introducirles un clavo en el oído, de manera de inutilizarlos.
Los disparos realizados por la
artillería, producían mucho humo blanco, que envolvía paulatinamente a los
contendientes. Sin embargo, la artillería realista no pudo ser utilizada en
batallas campales, debido a que las tácticas empleadas por el Gral. Güemes,
neutralizaban esa posibilidad, excepto cuando se la empleaba defensiva y
estáticamente para fortificar los poblados conquistados. Las batallas de
Tucumán y Salta, fueron enfrentamientos clásicos al estilo europeo, es decir
batallas campales.
Otro de los proyectiles utilizados en los
campos europeos, eran las granadas explosivas, que no fueron empleadas en este
teatro. Subyace en este mundo de las armas antiguas, la necesidad de contar con
repuestos y pólvora de buena calidad para evitar fallos y tener además, suficiente
cantidad de balas del calibre adecuado. De nada servía un arma sin su correspondiente
proyectil y pólvora.
Cuando pensamos en las armas de fuego,
inmediatamente acuden a nuestra mente imágenes o recuerdos de lo visto en el
cine o la televisión, que las muestran disparando con gran velocidad y
precisión, a veces en forma automática, como lo hacen las ametralladoras. Lo mismo
sucede con la artillería moderna y su terrible eficacia. Tampoco se las puede
comparar con las réplicas de mosquetes que se fabrican en la actualidad. El
acero es mejor, también la terminación y mucho mejor aún la pólvora y las
balas, detalles de conjunto que hacen que su precisión sea mucho más elevada
que la esperable en aquella época.
En realidad, las armas de la época de la
independencia, tenían serias limitaciones. Alcances cortos, imprecisión, fallas
de disparo y recarga lenta. Un disparo cada 20 o 30 segundos para los
mosquetes, contra velocidades de 800 o más disparos por minuto en el caso de
las armas automáticas actuales. La misma consideración es válida para los
cañones.
Nada que ver.
Entonces…¿cuál era realmente el arma más
eficaz? ¡La caballería! y eso lo sabía muy bien el Gral. Martín Miguel de
Güemes, que derrotó a los realistas recurriendo a tácticas novedosas y
prácticamente sin el empleo de armas de fuego, optando por las armas blancas,
sables, cuchillos y lanzas, muchas veces hechizas. Un detalle importante, es
que en el ejército de milicias Güemesiano, se registraban muy pocos artilleros.
4.
La revolución
La revolución de mayo, fue una muestra
explícita de la voluntad de terminar con la dependencia de la corona española,
postura que se vio dificultada en su ejecución, por la variedad de intereses y
personalidades enfrentadas.
Una de las consecuencias que trajo
aparejada, fue la inmediata ausencia de líderes militares de jerarquía, la
mayoría de los cuales eran realistas. Este vacío debió ser cubierto por jóvenes
patriotas, militares de carrera, improvisados generales, aventureros,
mercenarios y voluntarios al servicio de
En América, el ejército realista estaba
formado por regimientos, parte de los cuales eran criollos y parte europeos.
Los realistas en cambio, mantuvieron intactos sus mandos militares, fortalezas
y bastiones. También contaban con buen parque, caudales suficientes y luego de
la caída de Napoleón, se vieron reforzados con efectivos veteranos del teatro
europeo.
En 1810, la situación estratégica militar
de la rebelde colonia, en principio no presentaba grandes amenazas. Los bastiones
realistas del Alto Perú y de Santiago de Chile, apoyados desde Lima, estaban
dando un importante respiro a los patriotas de las regiones del sur por su
transitoria inacción y focos rebeldes que debían enfrentar. Mientras tanto, en
las costas del Río de
Luego que Manuel Belgrano,
distinguido y ferviente patriota, fuera designado general para emprender su
fracasada expedición al Paraguay, la atención se concentró en el Alto Perú,
zona estratégica que requería ser dominada para poder mantener viva la
revolución. Las sucesivas invasiones realistas lanzadas posteriormente desde el
bastión del Alto Perú, estaban indicando que la guerra tenía que definirse allí
y en el Perú, tal como lo hizo San Martín y el ejército de Bolívar más tarde.
En ese terreno, ya en 1810,
en la acción de Suipacha, iniciaba una larga y casi exclusiva cadena de éxitos
un oficial poco conocido, el más tarde general Martín Miguel de Güemes, veterano
de las invasiones inglesas.
5.
Las tácticas militares de la época
En 1810, Napoleón era considerado el más
importante genio militar de la época. Artillero y buen matemático como era,
fortaleció su disciplinado ejército con una mayor dosificación de cañones de
calibres mayores, que los que se empleaban en esos tiempos en Europa. Los ataques
fulminantes de la caballería y la fiereza de su infantería, eran otra
característica de los ejércitos franceses, que sumados a la percepción táctica
del Emperador, lograban victoria tras victoria, hasta que finalmente el enemigo
comenzó a aprender de él mismo.
El arte de la guerra, abarca dos grandes
áreas: la estrategia y la táctica. La primera de ellas formada por la
concepción general para el desarrollo del conflicto, con el fin de obtener la
victoria; mientras que la táctica consiste en su ejecución, caracterizada por
el contacto con el enemigo, donde hay mucho de adaptación, lucidez e
improvisación.
Cuando el Gral. San Martín, a cargo del
Ejército del Norte, luego del combate del Tuscal de Velarde, concibe la campaña
de los Andes y el ataque al bastión realista del Perú por mar, estaba
demostrando ser un estratega. Mientras tanto, Güemes se destacaba como un
brillante táctico.
El verdadero objetivo del Ejército del
Norte, no debería haber sido la contención de las invasiones realistas en el
río Pasaje. Eso lo sabía perfectamente el Gral. Güemes, que combatía muy por
delante del límite asignado. Siempre procuró aniquilar a los realistas en el
Alto Perú, buscando el momento estratégico más adecuado y coordinando la acción
con el Gral. San Martín, por el Pacífico.
Una actitud estratégica defensiva del
tipo que había escogido Belgrano, no puede llegar nunca a la definición. Tanto
es así, que fallecido por heridas de combate el Gral. Güemes, los realistas
desgastados y amenazados por los patriotas desde el Perú, comenzaron a negociar
la paz, negociaciones que finalmente culminaron con el abandono definitivo e
injustificable del Alto Perú por parte de Rivadavia.
Posiblemente eso no hubiera sucedido, si
el Gral. Güemes hubiese podido continuar la lucha en este teatro de operaciones.
También es posible que el propio San Martín, se hubiera mantenido al frente de
su ejército sin claudicar, como lo hizo en Guayaquil.
Tenemos muchos “si hubiera” en nuestra
historia...
En esta lucha, el Gral. Güemes cumplió su
rol demostrando su espíritu combativo y perseverancia, aún en su lecho de
muerte. Esto lo eleva a la categoría de único general argentino muerto por
heridas de guerra, dignísimo y consecuente personaje de nuestra historia, que
aún agonizando, olvidándose de su martirio, exigió e hizo jurar la continuación
de la lucha a su segundo en el mando.
Los franceses en la línea Maginot, los
alemanes en Normandía, son ejemplos relativamente recientes de lo que son las
fallas defensivas. En todos los casos, la defensa debe ser una circunstancia
transitoria, empleada antes de pasar al ataque. Cuando el Gral. Güemes
derrotaba a los realistas, ganando batalla tras batalla y deseaba pasar a la
ofensiva para exterminar al enemigo en retirada, nunca recibió el apoyo que
necesitaban sus agotadas milicias. En este sentido, se cometió un grave error
estratégico, siendo Manuel Belgrano, superior inmediato de Güemes, (a quien
nunca visitó en el frente de combate), el principal responsable de la inacción
del Ejército Nacional acantonado en Tucumán.
En ese entonces, los ejércitos definían
la lucha en batallas campales, en terrenos escogidos por sus características.
Las tropas exploraban y analizaban el terreno, estudiando el régimen de
precipitaciones, clima, cursos de agua, pantanos, lagos, bosques, obstáculos
naturales, alturas, caminos y poblaciones.
Las formaciones militares estaban
compuestas por tropas de caballería, infantería, zapadores, artilleros y
pequeñas fracciones de sanidad. También existían precarios medios de comunicaciones
consistentes en cornetas, tambores, señaleros con banderolas y mensajeros a
caballo o a pie.
Las comunicaciones de ese entonces, eran
una de las principales dificultades para la conducción de la tropa durante el
combate, en especial, cuando se ocupaban frentes de varios kilómetros, como se
estilaba en la época. Por ese motivo, el general en jefe, se establecía en un
puesto de observación que le permitiese apreciar el campo de combate,
acompañado de su estado mayor y de fracciones de comunicaciones, para impartir
las órdenes adecuadas a la situación táctica que se iba presentando.
Los zapadores -ingenieros de hoy-
efectuaban construcciones, destruían puentes o los armaban y fortificaban
posiciones defensivas, en especial en las poblaciones.
Previo a la lucha, los ejércitos se
ubicaban frente a frente, con la infantería formada en línea, a una distancia
entre sí que superaba los dos mil metros o más allá del alcance máximo de la
artillería. En el centro o en los flancos, se ubicaba la caballería y entre las
unidades de infantería, ocupaba posición la artillería. Los cañones no podían
acompañar a la infantería durante el ataque, de manera que entraban en posición
en lugares adecuados, para aprovechar esperados errores en la maniobra del
enemigo.
Uno de los bandos iniciaba el ataque,
mediante cargas de caballería o la marcha en línea de la infantería o ambos.
Todo esto bajo el fuego de los cañones, que eran normalmente los primeros en
entrar en acción. La infantería avanzaba lentamente codo a codo, manteniendo la
formación, hasta llegar al combate cuerpo a cuerpo, luego de recibir fuego de
artillería y mosquetes.
Cuando la infantería era atacada por la
caballería, los infantes armaban rápidamente un cuadro, formación que facilitaba
la defensa en todas direcciones, manteniendo dentro del mismo a los
abanderados, tambores, cornetas y oficialidad, la cual velaba por cerrar las
brechas que eventualmente podrían producir los jinetes enemigos. La formación
en cuadro no era fácil y tardaban en formarlo entre dos y seis minutos, según
los efectivos que lo conformaban. Como el combate se establecía en campo
abierto, la infantería advertía con tiempo la posible carga de caballería por
sus evoluciones previas y órdenes impartidas mediante toques de clarín.
Entonces, obedeciendo las órdenes que en forma perentoria les impartían los
oficiales, la tropa iba formando el cuadro, que se caracterizaba por recibir a
la caballería, primeramente con una cerrada descarga de mosquetes, para luego
hacerles frente, con una maraña de bayonetas por los cuatro costados.
La caballería, adoptaba la formación de
acuerdo con las órdenes que recibían. Para el ataque se organizaba en línea, a
veces con varias filas de profundidad. Iniciaban la carga al paso; luego al
trote y estando a un par de cientos de metros del enemigo, comenzaba la carrera
sable en mano, lanza en ristre, hasta el choque demoledor. El combate se
definía cuerpo a cuerpo, donde el arma blanca era fundamental.
Un ataque de caballería al estilo
europeo, en una batalla campal, hubiera sido fatal para las milicias gauchas.
En cambio, los gauchos caían por sorpresa desde los montes o alturas vecinas,
sin dar tiempo a los realistas a formar en cuadro o preparar su defensa. Y
cuando podían hacerlo, ya había pasado el ataque relámpago de las milicias, que
dejándole a los realistas varias bajas, se retiraban otra vez en dirección de
los montes hasta el próximo ataque por sorpresa.
Suele hablarse de la valentía del
soldado, como una condición indispensable para el combate. En realidad, vale
mucho más la disciplina que la valentía, el miedo a la muerte es una realidad
para todos los combatientes. Todos los ejércitos están compuestos por
valientes, que lo son más al dominar su temor, pero los más disciplinados
marcan la diferencia.
Siguiendo esta línea de pensamiento,
entre las grandes virtudes del Gral. Güemes encontramos su condición de líder,
de conductor, muchas veces tergiversado, asignándole la entidad de caudillo,
calificativo que no cabe en el plano militar. Un líder se distingue por la permanente
comunicación con sus subordinados; por el trabajo en conjunto; por el cabal
conocimiento de su gente y su sensibilidad por sus problemas personales; por el
ejemplo personal; la directiva oportuna y la palabra de aliento, que tanto
necesitamos los hombres. Un líder nunca se toma ventajas, vive y convive con
sus subordinados, en un leal intercambio que hace que la relación superior subordinado
se haga cada vez más fuerte.
El prócer tenía una increíble capacidad
de convocatoria y dotes suficientes como para lograr de una milicia de
paisanos, el nivel de disciplina y capacidad para enfrentar a tropas superiores,
profesionales, veteranas y bien conducidas.
Entre las grandes fallas del ejército
realista, encontramos la aplicación en América, sin mayor análisis, de las
tácticas concebidas para el teatro de operaciones europeo. También cayeron en
el error, por su soberbia y altivez, en desmerecer a las milicias gauchas. ¿De
qué servía la infantería de línea realista, cuando la caballería gaucha
atacaba, saliendo por sorpresa de entre los matorrales y a muy corta distancia?
¿De qué servían los cañones, cuando ni siquiera llegaban a entrar en posición
para poder disparar contra las milicias, que volaban con sus corceles? ¿De qué
servían los mosquetes, si los realistas podían disparar un solo tiro, antes de
caer arrollados por los lanceros? ¿De qué servía la noche, si el gaucho los
seguía acosando? ¿A qué general europeo se le podría ocurrir que un soldado de
su ejército, podría alguna vez ser enlazado y arrastrado por un gaucho hacia la
nada? ¿Y a quien, que una vez iniciada la campaña, los combates se mantendrían
durante las 24 hs., todos los días y sin descanso? Y finalmente ¿a quien se le
ocurriría concebir que todo ello estuviera perfectamente orquestado y dirigido
por un general en jefe y su estado mayor? Los paradigmáticos realistas estaban
destinados al fracaso, sólo porque combatían contra Güemes, del cual ni
siquiera comprendieron sus tácticas, a las cuales tuvieron que adaptarse al
final de la guerra, tal como le sucedió a Napoleón.
Por ello, muy alejados de su arrogancia
inicial, varias veces como recurso extremo, intentaron infructuosamente sobornar
al Prócer y a sus subordinados. Este era un punto crítico para los mandos y las
milicias gauchas. Los realistas eran realmente poderosos en medios y numerario.
Las milicias gauchas y el propio ejército nacional, no contaban con los
recursos necesarios. Sólo la sagrada llama de la libertad, la pasión, el ejemplo
y una enorme vocación patriótica mantenía en pie la porfiada resistencia de
nuestro ejército.
Hasta tal punto era ingrata la lucha, que
ni siquiera llegaban a destino las simbólicas distinciones prometidas por el gobierno
central, para aquellos que día a día luchaban por
Un factor determinante de las campañas
militares es la logística, ciencia desconocida en esa época, aunque existía en
forma rudimentaria e improvisada. La necesidad de contar con medios era una
constante y motivaba que los ejércitos, que poseían largas columnas de
carruajes con abastecimientos, debieran además tomar más recursos de las
tierras que pisaban, procediendo al saqueo y eventual captura de las armas y
parque del enemigo. Las milicias gauchas, mal podrían saquear de su propia
tierra los recursos necesarios.
Europa presentaba para los realistas un
campo de mayor riqueza relativa que las tierras de las colonias americanas,
factor importantísimo para concebir la estrategia a seguir en procura de la
recuperación de las colonias. Encontramos aquí otro error estratégico de los
realistas. Los abastecimientos que traían sus ejércitos, ni remotamente eran
suficientes como para pretender cumplir con el objetivo de recuperar la antigua
capital del virreinato. La cadena logística concebida para sus campañas, no le
permitía llegar hasta Tucumán. Esto fue comprendido muy bien por Güemes, que
además de golpear sobre la poderosa fuerza operativa de los realistas, los fue
debilitando, incidiendo sistemáticamente sobre sus medios, como se hace
doctrinariamente en la actualidad.
6.
Las virtudes militares del Gral. Güemes
En la guerra, se distinguen dos tipos de
acciones, los combates y las batallas. La diferencia no consiste en la
dimensión, sino en sus resultados estratégicos. En un combate puede haber una
facción victoriosa. También puede existir un empate, con fuerzas que se retiran
simultáneamente para recuperarse, debido a que no se arriesgan a realizar el
ataque final, por temor a la derrota. En cambio, las batallas se caracterizan
porque debido a su resultado, cambian el rumbo de la guerra y ponen definitivamente
un límite al avance de un ejército, en cuyo caso, el defensor pasaría a ser
atacante, persiguiendo al enemigo en su retirada hasta lograr su derrota definitiva.
El ataque a la logística, a los recursos,
a los medios, al parque, es un método de guerra ancestral y muy en boga en los
tiempos modernos. De manera que lo que sabemos que hizo Güemes, no era más que
la aplicación de una vieja doctrina, tan antigua como Sun Tsu. La llamada
guerra de recursos, que como competente militar estaba realizando, no fue el
principal mérito militar del Gral. Güemes, que se distinguió fundamentalmente
por ser un innovador táctico.
Se exagera un poco cuando se habla del
valor militar o ventaja que tendría el conocimiento del terreno por parte de
las milicias gauchas, las cuales, como sabemos, eran locales. Ese conocimiento,
llamado profesionalmente exploración o estudio del terreno, es parte imprescindible
para concebir cualquier plan militar y mucho más para ejecutarlo. Los godos
también tenían un profundo conocimiento del terreno; el análisis de sus
campañas lo demuestra perfectamente. Sus avances se hacían con precisión y por
los lugares adecuados, sin hesitar. Tanto es así, que el “Barbarucho” Valdez,
aprovechó ese conocimiento, para establecer con la tropa adecuada y por el
camino correcto, la emboscada que le costó la vida al prócer, seguida de la
captura de la ciudad de Salta.
Lo que no aplicaron los realistas, eran
las tácticas adecuadas para enfrentar a las milicias gauchas, aunque cabe reconocer
que tardíamente fueron aprendiendo. Cometieron el error sistemático de
persistir en los métodos de lucha del teatro europeo, inaplicables en estas
tierras.
De esta manera, con sus procedimientos,
el Gral. Güemes prácticamente anuló la eficacia de las armas de fuego y esterilizó
las tácticas realistas, actuando por sorpresa, acciones relámpago y mortíferas,
que fueron minando su capacidad operativa. Combates y escaramuzas que sumados
en el tiempo y espacio, se convertían en batallas, por cierto mucho más importantes
que las de Tucumán y Salta, que sólo fueron victorias locales y que por no
haber sido explotadas adecuadamente, permitieron finalmente que el enemigo
realista se rehabilitase y pudiese derrotar al ejército nacional en el Alto
Perú.
Autores de la época, tanto españoles como
argentinos, denominaron guerra de guerrillas a las entonces novedosas tácticas
de Güemes. Resulta impropio aplicar esa denominación a las acciones de Güemes,
porque lo que hoy se denomina guerrilla, nada tiene que ver con las tácticas
muy conocidas, que hoy son doctrinarias en los ejércitos modernos y que
tempranamente empleó el Prócer, adelantándose en el tiempo.
El Gral. Güemes, para luchar contra el
esquemático y altivo ejército realista, concibió procedimientos originales. La
actividad nocturna en la guerra, se empleaba para el desplazamiento de las
fuerzas; rara vez se combatía de noche. La respuesta Güemesiana, fue la realización
de un sistemático “combate nocturno” al cual los realistas no estaban
acostumbrados y que temían sobremanera.
Mientras el ejército realista buscaba la
batalla campal, las milicias le hacían “combate retardante”. En el momento en
que los españoles creían que por fin podían llegar al choque definitivo, los
gauchos se esfumaban para luego volver a resistir en forma escalonada y sucesivamente,
en los lugares topográficamente adecuados. Esta resistencia era hecha por la
misma fracción o por otras diferentes de refresco, mientras los invasores
comenzaban a agotarse y a acumular bajas que retrasaban aún más su ataque hacia
el sur.
Las rutinas realistas de pasar al
descanso nocturno de sus agotadas fuerzas, eran aprovechadas por las milicias,
que con tropa fresca, ejecutaban “golpes de mano” sobre los transitorios
campamentos, sólo custodiados por adormilados y atemorizados centinelas.
Cuando una fracción realista salía de su
campamento para proteger la alimentación del ganado o incursionar en la búsqueda
de recursos por las inmediaciones, las milicias simulaban un ataque a la
fracción que se había alejado de su campamento. Pero no se empeñaban en combate
y se retiraban perseguidas por los realistas que confiaban en una fácil
victoria. En la actualidad, esa acción táctica de los gauchos se denomina
“ataque de diversión”. Ante esta situación, el jefe del campamento realista,
enviaba refuerzos a la fracción supuestamente atacada y ahora en persecución de
los gauchos, debilitando su propia posición. Cuando el refuerzo enviado se
hallaba suficientemente alejado, el campamento recibía el verdadero y feroz
ataque de las milicias.
Güemes también interfería e interrumpía
sistemáticamente las comunicaciones con el Alto Perú, operación que actualmente
se denomina “interdicción”. Durante su victoriosa campaña, realizaba
“operaciones de velo y engaño” y “tareas de inteligencia”, mediante la
provisión de información falsa suministrada por terceros, paisanos, cortesanas
y hasta clérigos, de manera de dibujar un cuadro distinto de la realidad, que
desorientaba a los realistas y motivaba que actuaran equivocadamente. Mientras
tanto, recibía información del enemigo por parte de sus espías, meretrices y
colaboradores infiltrados.
Mientras se mantenía la lucha contra el
grueso de la tropa realista, en la retaguardia, en el Alto Perú, las “tropas empleadas
delante de la posición”, producían escaramuzas, levantamientos y amagues que
introducían nuevos factores de inestabilidad para los realistas. Las milicias
hacían gala de una gran capacidad de maniobra, ingenio e improvisación,
mientras mantenían el control de la situación, en base a un excelente sistema
de comunicaciones entre las distintas fracciones milicianas y el estado mayor
de Güemes.
A estas operaciones, de ninguna manera se
las puede denominar guerra de guerrillas a la luz del concepto actual. El
concepto de guerra de guerrillas contemporáneo, tiene un significado completamente
distinto al de aquella época, en la que se denominaba de esta manera a los métodos
de combate no convencionales. En realidad, lo que hizo el Gral. Güemes, fue emplear
las tácticas correctas para poder oponerse a la superior capacidad operativa de
los realistas, que desesperadamente buscaban la batalla campal definitiva, de
acuerdo con el modelo europeo, sin poder lograrlo.
Otra característica de las tácticas
patriotas, fue el mantenimiento de la libertad de acción, que nunca pudieron
recuperar los realistas, una vez iniciado su ataque. En cambio, los godos sí
mantenían la iniciativa, que obligaba a la milicia a tener que responder según
los movimientos del enemigo.
Finalmente nos preguntamos ¿por qué el
Gral. Güemes es el único militar patriota no derrotado en batalla alguna? La
respuesta es: estaba adelantado cien años respecto de las tácticas militares de
la época. Esas tácticas, comenzaron a emplearse doctrinariamente recién a
partir de la primera guerra mundial, lo cual convierte al Gral. Güemes, en el
más brillante táctico de su tiempo. Estos procedimientos los aplicaba lúcida y
oportunamente y que como arma secreta, le permitieron derrotar sistemáticamente
al ejército que había batido a Napoleón y Bolívar y que todos los otros
generales argentinos no lo habían podido lograr.
7.
Estatura histórica del Gral. Güemes
Es tradición y mérito, además de una
necesidad táctica, que el superior se obligue a visitar periódicamente a sus
subordinados en el frente de combate, para tomar contacto personal y empaparse
de la situación y de las necesidades de sus fuerzas.
De acuerdo con la doctrina militar,
cuando se obtiene un éxito, inmediatamente el jefe superior debe proceder a
explotarlo empeñando las fuerzas disponibles o de reserva. Para concretarlo,
enviará refuerzos o relevará la desgastada tropa, para continuar impetuosamente
el ataque con tropas frescas.
El Gral. Güemes, luchó exitosamente
contra los realistas; demorándolos, deteniéndolos y luego contraatacando hasta
expulsarlos del territorio salto jujeño, obligándolos a retirarse a sus bases
en el Alto Perú. Durante estas acciones, siempre mantuvo a su superior al tanto
de la situación, informándolo de sus intenciones. Sugería qué hacer, o
solicitaba infructuosamente refuerzos para explotar el éxito táctico logrado.
En su correspondencia con Belgrano, llegó a rogar, a implorar enfática e infructuosamente
esa ayuda. Era evidente, que mientras luchaba exitosamente contra los
realistas, faltó a sus espaldas el estratega.
La situación de Güemes era conocida muy
bien por Belgrano, por su cargo, su cercanía al frente de lucha y por los partes
que le enviaba, sin obtener de él la reacción esperada. De haber cumplido
acertadamente con su rol, las fuerzas de refuerzo podrían en conjunto iniciar
la persecución del enemigo hasta rendirlo o aniquilarlo en sus bases del Alto
Perú.
Si el Gral. Belgrano hubiera tenido la
iniciativa de convertirse aunque sea en una base de aprovisionamiento, preocupándose
por obtener ganado, armas blancas y de fuego, para hacérselas llegar a su
subordinado cuando las necesitaba, el resultado de la guerra hubiera sido
completamente distinto.
Resulta doloroso decirlo, pero más allá
de los motivos que pudiera haber, desde el punto de vista militar, el papel de
Belgrano en Tucumán fue opaco y a veces contraproducente, a pesar de lo cual,
contó siempre con la subordinación y la lealtad de Güemes.
No era atinado conducir la campaña del
Norte desde Buenos Aires, la cual se basaba en la recepción tardía de partes de
guerra, que motivaban resoluciones tomadas fuera del contexto táctico, la
mayoría de las cuales se caracterizaban por la indiferencia o el silencio ante
las necesidades de Güemes.
¡Ni siquiera llegaban las merecidas
distinciones prometidas!
Este contexto, hace más meritoria aún la
campaña Güemesiana, por haber sido desarrollada en soledad, acompañada de
circunstancias dramáticas y profundamente frustrantes al tener que depender
jerárquicamente de quienes nunca comprendieron la estrategia a seguir en el
teatro de operaciones norte, con el fin de asegurar la emancipación y
consolidación de nuestro territorio.
De haber contado Güemes con superiores
competentes, el ejército realista podría haber sido derrotado en el Alto Perú
por las tropas nacionales o en conjunto con las milicias, apoyadas
eventualmente por el ejército libertador del Perú. De haber sido así, el
antiguo virreinato del Río de
Fiel a sus ideales, la sacrificada vida
militar del Prócer lo condujo al martirio, procurando mantener encendida la
llama de
De
la biblioteca del autor:
1. “The History of the
Gun” Ian V. Hogg St. Martin´s Press
2. “El Pensamiento y
3. “Arms and armour in
antiquity and the middle ages” Charles Boutell, Reeves y Turner,
4. “Guía de Armas Antiguas” Marco Morin,
Arnoldo Mondatore, Milan.
5. “Antique and Modern
Firearms” Robert H. Balderson,
6. “A history of Greek
Fire and Gunpowder”, J.R.Partington,
7. “Technology in the
ancient world” Henry Hodges, Barnes y Noble
8. “Weapons &
Warfare in Rennaisance Europe” Bert Hall,
9. “The archeology of
weapons”, Ewart Oakeshot, Barnes y Noble Books,
10.
“A History of Spanish Firearms” James D. Lavin, Arco
Publishing Inc.
11.
“La
segunda Guerra Mundial”, Ed. Selecciones del Readers Digest. Buenos Aires.
12.
“La
segunda Guerra Mundial” Time-Life Books, Viscontea SA Buenos Aires.
13.
“El
Gran Bastión de
14.
Boletines del Instituto Güemesiano Nos. 24,
26, 27, 28, 29 y30. Salta.
15.
“Armor”,
Petr Alukina, Barnes & Noble, Nueva Cork, NY.
16.
“Logística
general” Jesús Salgado Alba, Nuevas Gráficas SA, Madrid.
17.
“Weapons”
18.
“
Otros
libros consultados:
19.
“De
20.
“Historia de las
operaciones militares…” Barcelona, 1757-61.
21.
“Napoleón”, Georges Lefevre, Ed. Alcan-Paru 1935
22.
“Historia
de las Guerras Argentinas” Félix Best, Ed. Peuser.
23.
“Historia
del Gral. Güemes” Bernardo Frías.
24.
“Güemes
documentado” Luis Güemes.
25.
“Güemes
el caudillo de la guerra gaucha” Jorge Newton.
26.
“Historia
de Güemes” Atilio Cornejo.
27.
“El
Gral. Güemes…” Ricardo Solá.
CRÓNICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA
José de GUARDIA de PONTÉ ·
La batalla de Sipe-Sipe (conocida en
España como Viluma) fue un
histórico enfrentamiento entre las fuerzas de las Provincias Unidas del Río de
Está considerada una de los desastres militares más
graves de la guerra de la independencia argentina, enmarcada dentro del proceso
de emancipación latinoamericano. Tanto es así que España festejó el triunfo
como fin de la independencia en Sudamérica, no obstante en menos de ocho meses,
el 9 de julio de 1816, Argentina declaró su Independencia.
Pero antes de llegar a
este momento crucial de la historia Argentina, podemos de alguna manera decir
que Sipe Sipe fue la crónica de una derrota anunciada.
Introducción
El general Belgrano,
exhausto, luego de Vilcapugio y Ayohuma, entregó el mando del Ejército al
general José de San Martín, el que planeó una nueva ofensiva dirigida desde otras
latitudes. Durante todo el tiempo de
ocupación, los altoperuanos lucharon encarnizadamente contra los españoles.
Sublevación tras sublevación. Guerrilla tras guerrilla. El hostigamiento diezmó
a las fuerzas realistas. La resistencia continuó al mando del general Álvarez
de Arenales gobernador nombrado por Belgrano. Quién se batió contra una columna
del ejército de Pezuela en “
En agosto de
1814 otra insurrección paralizó los planes de Pezuela: en el Cuzco había
estallado un motín de indígenas, mestizos y criollos que eran comandados por el
cacique Pumachahua (realista pasado de bando) y los hermanos Angulo. Rápidamente
se extendió a las provincias de Puno y Arequipa (Virreinato del Perú), y de
allí a
La ciudad boliviana pudo ser recuperada recién a principios de noviembre
de 1814. Mientras tanto
a los pocos meses San Martín, invocando razones de salud, pidió ser relevado
del mando del ejército y José Rondeau fue designado para reemplazarlo; en opinión
de muchos, San Martín, que preveía el resultado de una nueva campaña al Alto
Perú, abandonó su puesto con aquella excusa para salvar su reputación. El mando
quedó a cargo del general Francisco Fernández de
Mientras tanto en Salta, Martín Miguel de Güemes asumió
la defensa del Norte y desde su comando reorganizó las operaciones militares de
guerra de guerrillas que ya estaban en actividad por iniciativa de Luis Burela
y Pedro Zavala, quienes con una partida de 300 gauchos hostigaban ya desde
enero de
En un oficio de Pezuela al Virrey del Perú, fechado en
Jujuy el 25 de julio de 1814 se lee: “…
Descubro que su Plan consecuente con las órdenes del gobierno, es de no dar ni
recibir batalla decisiva en parte alguna y sí de hostilizarnos en nuestras
posiciones y movimientos; observo que en su conformidad son inundados estos
interminables bosques de partidas de gauchos apoyadas todas ellas con 300
fusileros repartidos en proporción de su mayor o menor número; que al abrigo de
la continuada e impenetrable espesura y a beneficio de ser muy prácticos y de
estar bien montados se atreven con frecuencia a llegar hasta los arrabales de
Salta y a tirotear nuestros cuerpos por respetables que sean; que arrebatan de
improviso cualquier individuo nuestro que tiene la imprudencia de alejarse una
cuadra de la plaza o del campamento, que velan a su salvo ocultos en la montaña
las salidas nuestras que necesariamente son por el callejón de
1.
El Jefe de
José Casimiro Rondeau Pereyra nació en Buenos Aires el 4 de marzo de
1775. Su padre era un comerciante francés. De joven, se mudó con su familia a
Montevideo. Se educó allí. Abandonó sus estudios teológicos en segundo año para
comenzar la carrera militar en el regimiento de Infantería de Buenos Aires
(1793).
Combatió contra los indios y los
portugueses del Brasil. Intervino en la defensa de Montevideo contra la invasión
inglesa. Las fuerzas de Whitelocke lo capturaron y lo enviaron como prisionero
a Londres. Logró liberarse y fue a España. En
Para disimular un poco el escandaloso
reemplazo, el Director Gervasio Antonio de Posadas lo ascendió a brigadier general
y lo transfirió como jefe al Ejército del Norte. De inmediato se puso a
organizar la que sería la tercera campaña al Alto Perú. Contaba para ello con
los refuerzos enviados desde Montevideo, es decir, tropas que habían
participado del sitio, muchos de los antiguos sitiados y, sobre todo, un
poderoso armamento capturado allí.
2. El lugar
3.
Antecedentes de
Cuando todo estaba listo
para marchar hacia el Norte, Rondeau recibió la noticia de que Posadas ordenaba
reemplazarlo en el mando del ejército por Alvear. Era la
segunda vez que esto se producía: anteriormente Alvear había reemplazado a
Rondeau cuando era inminente la caída de Montevideo en poder de las fuerzas de
Buenos Aires. Este irracional mandato trajo tal contrariedad en las filas que varios
oficiales se sublevaron. Comunicaron a Rondeau que no acatarían al
nuevo jefe y lo instaron a iniciar las operaciones. Este rechazo público a la autoridad
de Alvear, obligó al reemplazante a regresar antes de llegar a su destino.
Esta rebelión obligó a Posadas a renunciar, y en su
lugar fue electo Alvear; éste dedicó su gobierno a perseguir a sus opositores,
pero apenas tres meses más tarde fue derrocado por una rebelión militar. El
cabildo porteño designó para sucederlo a Rondeau, que no podía perseguir a
nadie en la capital por la sencilla razón de que estaba a
En este ámbito de insubordinaciones y rebeldías se dispuso el comienzo de
la campaña. El general Paz recordaría después en sus Memorias que era un
ejército anarquizado, con poca moral, que marchaba hacia un desastre seguro.
4. Comienza
En primera medida es menester destacar que lo primero que hizo Rondeau
llegado a su puesto general en “Las Conchas”, fue informarse de las actividades
llevadas a cabo por los gauchos en Salta, y tan buena fue su impresión de esta
situación que remitió al Director del Estado en Buenos Aires una correspondencia
alabando y ponderando las acciones llevadas a cabo por Güemes, escribió
incontables manifestaciones de elogio destacando con importancia notoria la
estrategia gaucha. Tanto es así que el 30 de setiembre de 1814 Güemes era
ascendido a Coronel Graduado del Ejército.
No obstante Güemes, también, tomaba conocimiento de los males que padecía
el ejército expedicionario, males que a su parecer eran incurables y que jamás
sería capaz de conquistar una victoria. Previendo negativamente, en lo que
terminaría el nuevo avance que preparaba Rondeau se incorporó al ejército con
sus divisiones gauchas, pero se mantuvo en el comando con cierta autonomía.
Esta actitud recelosa del caudillo no fue bien vista por Rondeau, quien lo
manifestó públicamente, esto aparejó el murmullo entre la tropa minando todavía
más la moral de la misma. Otras versiones cuentan de sospechas de enemigos infiltrados
como espías[161].
Rondeau establece su cuartel general de avanzada en Huacalera, hasta
tanto Güemes librando pequeños combates y escaramuzas y con la colaboración
inestimable de las fuerzas de Fernández Campero llega hasta Yavi[162]. Esta circunstancia y ante el miedo de seguir perdiendo prestigio y
respeto ante la tropa, Rondeau destituye a Güemes como Jefe de vanguardia y nombra
en su reemplazo al inexperto Cnel. Martín Rodríguez. En tono ofensivo ordena al
caudillo salteño entregar a Rodríguez
Martín Rodríguez recibe órdenes de entrar a
Rondeau luego de las malas noticias
demoró su accionar permitiendo a Pezuela concentrar su fuerza en Cotagaita y el
jefe realista le otorgó la libertad a Martín Rodríguez para que pactara una
reunión. Las gestiones no tuvieron éxito pero sí se pactó por correspondencia
permitir la salida de Salta de la dama jujeña Josefa Raimunda de Marquiegui,
esposa del general Pedro Antonio de Olañeta.
Hasta tanto, en reemplazo de Martín Rodríguez es nombrado el general Francisco Fernández de
Los Dragones debieron retrasarse en espera de la infantería y como estaba
previsto la caballería Salto-Jujeña avanzó rápidamente durante la noche
llegando al amanecer al Puesto del Marqués donde se divisó el campamento
enemigo en pleno descanso. A la voz de atacar de Dn. Martín Miguel los
centauros gauchos se lanzaron en rabiosa envestida contra la dormida tropa y en
feroz entrevero realizaron terrible matanza. Este hecho victorioso del 14 de
abril de 1815 sería la única ventaja que alcanzaría la tercera expedición al
Alto Perú[164].
5.
Como era de esperarse Rondeau no quiso reconocer los méritos de Güemes y
proclamó al general Fernández de
Al enterarse Güemes de estas cuestiones y viendo que se repetía lo que
pasara en Suipacha, escoltado por sus gauchos se presentó en el Cuartel General
para ver a Rondeau en persona, quien se negó a recibirlo y encomendó a Hilarión
de
Pero otras razones impulsan además a Güemes a retirarse, el abandono
político en que había quedado la provincia de Salta había sido causa de la
segregación de Tucumán y ésta constituía un verdadero peligro para el plan
defensivo amén que constituía una verdadera grieta en su comunicación con el
Sur.
Bajo el pretexto de enfermedad Güemes parte licenciado para Salta, pero
consigo se lleva a sus gauchos, un total de cuatrocientos, cuando llega a Jujuy
requiere al tesorero Antonio del Pino fondos de las arcas públicas para pagar
sueldos atrasados para su tropa, pero no halló dinero. Se apodera entonces de
700 fusiles de su parque que eran de Salta según su criterio. Este hecho
traería luego aparejado serios problemas.
6. Lo inevitable
Rondeau nombra al general Juan Antonio Álvarez de Arenales como Jefe de
Vanguardia en cuenta de Güemes. Arenales en respeto a Güemes no acepta el cargo
mostrando de esta manera una seria muestra de indisciplina militar que se suma
a la ya deteriorada imagen del comandante general del ejército. La retirada de
las fuerzas gauchas sellan para siempre la suerte de Rondeau que insiste
torpemente en el camino del desastre, en procura de una victoria imposible
remonta el altiplano y en mayo de 1815 el Ejército del Norte entró a Potosí y, quince
días más tarde, ocuparon Cochabamba y Santa Cruz de
A mediados de octubre,
Martín Rodríguez decidió atacar de noche a los realistas acantonados en Venta y
Media, sufriendo una tremenda derrota. En
el combate el sargento mayor José María Paz quedó baldado en su brazo derecho
por unas heridas de bala mientras efectuaba un reconocimiento de avanzada. Por
esta invalidez se hace conocido luego como “El Manco Paz”.
Con un ejército
desmoralizado y anárquico, Rondeau concentró sus tropas cerca de Cochabamba, en
el llano de Sipe Sipe que le ofrecía
condiciones excelentes, si hubiera sabido aprovecharlas. Hablar de la ineptitud
de que allí dio nuevas pruebas, es casi inútil. Allí se enfrentaron los 3100
soldados patriotas y sus 9 cañones (sin la colaboración de los voluntarios
indios, despreciados por motivos raciales) contra los 5000 realistas, armados
con 23 cañones. El jefe enemigo, Joaquín de
FUENTES CONSULTADAS
ARCHIVOS
Partes y
Documentos relativos a
Movimientos de
BIBLIOGRAFÍA
CORNEJO,
Atilio: Historia de Güemes. 2da. Ed. Artes Gráficas.
FIGUEROA
GÜEMES, Martín:
FRÍAS,
Bernardo: Historia
del Gral. D Martín Miguel de Güemes y de
GÜEMES, Luis:
Güemes Documentado, Plus Ultra.
LEVENE,
Ricardo: Historia Argentina. Bs. As., 1932
Ercilia NAVAMUEL
Mirian Violeta GUTIÉRREZ
Equipo de investigación
Prof. Ercilia Navamuel:
Coordinación, Relevamiento de Patrimonio Güemesiano e historia del mismo.
Prof. Mirian Violeta
Gutiérrez: Relevamiento de Patrimonio histórico, registro fotográfico y fichaje
con características de cada elemento. Trabajó en Museos y Chacra El Carmen.
Objetivo: Elaboración de un listado de los
objetos muebles e inmuebles que fueron de propiedad del Gral. Güemes y de sus
familiares. Especificando ubicación y destino en la actualidad. Se incluirán
los monumentos y recordatorios en su homenaje. También se mencionarán algunos
sitios trascendentales en la historia de
Método: Consulta bibliográfica y documentación
del Archivo y Biblioteca Histórico de Salta. Relevamiento en colecciones de
Museos y casas particulares. Fichaje y documentación fotográfica. Entrevistas
con personalidades para el relevamieto de la tradición oral.
Nota: El patrimonio mueble se halla disperso
en
Instituto Güemesiano de
Salta
Como consecuencia de los homenajes por el
sesquicentenario del fallecimiento del Gral. M. M. de Güemes, en 1971, se dictó
el Decreto Nº 5042 el 17 de junio de 1972, de creación del Instituto Güemesiano
de Salta. Por el mismo se designó una Comisión Organizadora integrada por el
Escribano Américo Cornejo, Lic. Luis Oscar Colmenares, Sr. Edmundo Macedo, Dr.
Raul Bravo Herrera, Prof. María Teresa Cadena de Hessling, Prof. Olga
Chiericotti y Presidente de
El mismo estableció que el Instituto
Güemesiano es un organismo oficial autártico sin fines de lucro ni políticos, cuyo
principal objetivo es el estudio e investigación de
Para la difusión de
Después de un largo peregrinaje por
diferentes edificios, desde 1998, cuenta con Sede propia que son dos
habitaciones y baño, que por Comodato con
Monolito de avenida
Belgrano y calle Balcarce
Recuerda el lugar donde el General Güemes fue herido de bala la noche
del 7 al 8 de Junio de 1821 por las tropas realistas al mando del teniente
coronel José María Valdés. Hoy se ubica en la plaza Gral. Belgrano.
Este
monolito fue inaugurado en junio de 1920 por iniciativa de la periodista
salteña Doña Benita Campos.
Monumento Nacional al héroe
gaucho y a su gesta
Ubicado al pie del cerro San Bernardo, en Avenida Uruguay y Paseo
Güemes. Este monumento ecuestre es obra del escultor Víctor Gariño. El Congreso
de
Está construido por un basamento de
piedras provenientes del cerro San Bernardo. Consta de escalinatas, un pedestal
y frisos alegóricos. Las esculturas de bronce fueron fundidas en el arsenal de
Esteban de Luca.
En la parte delantera hay una palma con
los nombres de los oficiales del General Güemes.
En los frisos norte y sur, están
representadas las huestes gauchas y el Regimiento de los Infernales y en la
parte posterior, el sacrificio del pueblo salteño por
Casa ubicada en calle Balcarse Nº 51, en
donde habitaba el Sr. Padre del General Güemes, cuando fue designado Tesorero
Ministro Principal de
Casa de calle España Nº 730
Entre las calles Balcarce y 20 de Febrero conocida como la casa de Güemes,
fue construida durante el dominio español (1.789) para Manuel Antonio de Tejada
quién se la prestó a Gabriel Güemes y Montero y a su familia para que viviera
mientras se desempeñaba como tesorero de
La edificación consta de tres patios, el primero, era de recepción y
sobre el daban las habitaciones donde funcionaba
Casa de Graña
Fue la vivienda de un español, que la abandonó ante los movimientos
independistas. Ubicada frente a
Convento San Bernardo
Desde el siglo XVIII, fue el hospital San Andrés, donde atendían a los
heridos en la guerra por la independencia en el siglo XIX.
Escuela Gral. Don Martín
Miguel de Güemes Nº 016
Ubicada en Av. Belgrano al 666, en donde habitó la familia Güemes, al
contraer 2º nupcias la viuda Doña Magdalena Goyechea y de
Fue constituida en 1815 y en 1928 fue adquirida por el Consejo General
de Educación de
En 1990, el 28 de agosto fue declarado Patrimonio Histórico Provincial,
según Decreto Nº 1787.
Panteón de las Glorias
del Norte
Ubicado en
En un cofre con vidrio del siglo
XIX, que contuvo
También se expone en el Panteón la urna con los restos mortales de Doña
Carmen Puch de Güemes.
2.
Cercanías de la ciudad Capital
Casona de Castañares
Declarada Monumento Histórico Nacional por Decreto Nº 95.687 de fecha
14 de Julio de 1.941, emplazada en la finca del mismo nombre a poco mas de
A principios del siglo XVIII era una chacra de propiedad Capitán Martín
de Castañares. En 1.813, la casa y sus terrenos adyacentes pertenecían al
Coronel José Saravia.
Es una típica casona colonial de campo, con amplios corredores, techos
de viga de palma, cubiertos con tejuelas, pisos de gruesos ladrillones. Sus
amplios ventanales tienen rejas de hierro de Vizcaya y sobre su fachada se
destaca el clásico mirador. Fue construida en diversas épocas y se ha ampliado
de acuerdo con las necesidades de sus moradores. Los primitivos pilares de
madera fueron reemplazados por columnas de mampostería.
El 24 de Mayo de 1.821, el General Güemes es depuesto como gobernador
por los miembros de “
Cañada de
Situada al sureste de la capital. En este lugar estaba el campamento al
que llegó herido Güemes y en el que murió el 17 de Junio de 1.821.
Aquí se levanta el Monolito que recuerda esta circunstancia, obra de
Moltisanti. Fue inaugurado el 17 de Junio de 1.934. Depende de
Todos los años, para la efeméride de la muerte, los gauchos realizan “
Situada en el Departamento Capital, sobre ruta Nº 26. Finca en la que
se ubicaba una Posta desde el siglo XVIII. En su entorno se desarrolló la
guerra gaucha por la independencia. Actualmente se conserva el edificio
original del siglo XVIII y XIX.
Finca
Ubicada a
Era patrimonio de la madre de Güemes, doña Magdalena de Goycochea y
Entre
En el lugar funciona actualmente el “Museo de
El edificio posee las características propias de las construcciones del
siglo XVIII. Consta de dos plantas, con balcones, rejas y patio trasero.
Capilla de San Martín de
Guaguayaco del Chamical
Declarada Monumento Histórico Nacional por Decreto Nº 14.119 de fecha 7
de Junio de 1.944. Se halla emplazada en la finca del mismo nombre, a
Fue construida en el siglo XVIII y era atendida por los misioneros
franciscanos.
Las paredes son de adobe, posee una nave central con cimientos de
piedra. El frente es liso con campanario de una sola pared. Tiene también
sacristía y un cementerio.
En 1820, el General Güemes manda reconstruirla, para beneficiar a sus
gauchos.
Desde el 18 de junio de1.821 al 14 de noviembre de 1.822 albergó los
restos del héroe gaucho.
Estancia ganadera dedicada a la producción de quesos que abastecían a
la ciudad de Salta. Fue puesto de avanzada del Ejército del Gral. Güemes. El 7
de junio de 1821, en este lugar fue auxiliado el Gral. Güemes herido
mortalmente. En el lugar se encuentra una antigua Capilla con cementerio, al
lado de la sala de la finca.
Ubicada a
En los montes de
Chacra El Carmen
Originalmente perteneció a don Pantaleón Aguirre quien en el año 1.817
la vende al General Güemes, este la llama El Carmen, en honor a su esposa
Carmen Puch.
Sirvió de campamento para los gauchos y de estancia para las
caballerías. Uno de los nietos del prócer, el Dr. Adolfo Güemes, la dona al
gobierno en el año 1.945 para que allí funcione una escuela agrícola.
Originariamente la donación del terreno era de 700ha pero una parte se destino
para Vialidad y
A un costado de la escuela, se conserva el edificio de la antigua casa,
de adobe, techo de teja y galería con columnas de madera, típica construcción
del siglo XVIII. Es Monumento Histórico Nacional, según Decreto Nº 2.478 del 13
de Julio de 1943.
Finca San Miguel
A
Fue otro escenario de la guerra gaucha.
En la casa vivió la hermana del General, Macacha, su confidente y
consejera.
Se conserva parte de la edificación: la galería y dos habitaciones, el
resto está en ruinas.
Dentro del edificio del INTA se encuentra el Oratorio, en buen estado,
con imágenes antiguas, entre las que se destaca la de San Miguel Arcángel.
3. Interior
de
Estancia El Bordo
Ubicada en el Departamento de Güemes, fue propiedad de la familia de la
señora madre del Gral. Güemes, por cuya razón es el lugar en donde pasó su
infancia y se formó como gaucho.
Estancia
Ubicada en Departamento Capital, allí se ubicaba
Estancia Las Higuerillas
Ubicada en Departamento Capital, fue casa de patriotas, en donde se
alojaron en diferentes oportunidades de la gesta independista los generales
Manuel Belgrano y Martín Miguel Güemes.
Finca
Ubicada en el paraje Bella Vista, en el Departamento Chicoana a
En esta finca se encuentra la histórica sala de propiedad de la familia
del héroe (actualmente de la señora Marieta Güemes de Lanusse); desde la misma
se podía ver la enorme extensión del Valle de Lerma y los movimientos del
ejército enemigo.
Fue casa de descanso y un lugar de refresco para el general y sus
tropas.
La construcción de la sala revela el estilo colonial de trescientos
años atrás; los travesaños de los techos y los fuertes portales son de madera
de la zona.
Los muebles de las habitaciones son rústicos, hechos a hachuela o
escoplo, las camas son de hierro o bronce. La cocina y los baños han sido
modernizados.
Yatasto
Declarada Monumento Histórico Nacional, depende del Museo Histórico del
Cabildo de Salta. Está situada a
La finca de Yatasto corresponde a una parte del casco de estancia que
originalmente perteneció a don Francisco Toledo Pimentel; Según el dintel de la
puerta fue reedificada en 1.784. Actualmente se conserva sólo una parte del
edificio que consta de cuatro habitaciones en planta baja y una en planta alta.
Sus paredes, son de adobe revocadas y encaladas. Se trata, por sus
características, de una típica vivienda rural.
Funciona un Museo en el que se exhiben muebles y objetos del siglo
XVIII que recrean el ambiente de una vivienda rural de la época.
Finca Ovando
Situada a
Fue propiedad de la familia Puch y luego de los Güemes. Escenario de
las guerras de la emancipación cuando el General Güemes llegó al lugar con sus
huestes gauchas.
Posee una sala con las características típicas de vivienda rural de la
época colonial, que fue construida a fines del siglo XIX, sobre la antigua
vivienda colonial. Remodelada por los distintos propietarios, conserva aun su
estructura original, consistente en patio con habitaciones alrededor,
definiéndose los sectores de recepción, habitaciones de la familia propietaria
y área de servicio incluyendo los típicos depósitos rurales y perchel.
Finca Las Conchas
Ubicada en el Departamento de Metán, en las proximidades del río Pasaje
Juramento, fue el Cuartel General del Sur de la provincia, del Gral. Güemes
desde 1814.
4.
Patrimonio mueble
En Museo Histórico del
Norte del Cabildo de Salta
1- Cuadro,
Técnica: óleo sobre tela,
Autor: Estruch, pintado en 1912.
Características: Marco dorado, de dimensiones grandes.
Se observa al General Güemes a caballo seguido por sus gauchos en el
campo de batalla.
2- Escribanía de viaje: perteneciente al general Güemes.
Donación: Dr. Atilio Cornejo.
3- Réplica del Sable: Referencia
El original se encuentra en el Museo Histórico Nacional.
4- Sombrero Bicornio: perteneciente al uniforme de gala del gral.
Donación: Mercedes Graña de Lima e hijos.
5- Lápida: de la tumba, en la cual yace por primera vez los restos del
gral.
6- Cuadro, tipo aguafuerte. Autor: E. Lanziuto. Características: se
observa al general herido, recostado bajo un árbol. A su alrededor están sus
gauchos.
7- Urna: Donde se depositaron los restos del general, desde el 20 de
octubre de 1918 hasta el 9 de diciembre de 1985. Luego es trasladado a un
sarcófago en el Panteón de las Glorias del Norte.
8- Uniforme: chaqueta confeccionada en paño lenci, color negro y verde
con botones dorados.
Puños y Cuello: donación de
9- Constancia del documento de nacimiento: se encuentra enmarcada la
hoja de bautismo.
10- Cofre: madera taraceada con herrajes de plata, perteneciente a doña
Carmen Puch de Güemes. Donación: Francisca Güemes de Allende.
11- Cuadro: óleo sobre tela. Autor: Bourrell.
Imagen: el general en avanzada, lleva su sable en posición hacía Abajo,
es seguido por sus gauchos.
12- Escultura: Autor: Hernán Sullen de Ayerza. (Cabeza y hombro).
Museo de Bellas Artes
1- Cuadro: “Vista de Salta”. Observación desde el cerro San Bernardo.
Autor: Carlo Penutti, artista italiano.
Técnica: Oleo pintado en 1854
Tema: Muestra la ciudad de Salta, de comienzos del siglo XIX, aspectos
socio económicos, arquitectónicos y urbanísticos.
2- Cuadro de Güemes:
Autor: Eduardo Schiaffino.
Técnica: Dibujo a lápiz.
Tema: Retrato oficial, (1902).
Museo de
Cuadro grande, “Güemes”.
Tema: El Gral. Güemes a caballo acompañado de los Gauchos.
Autor: Lorenzo Gigli.
Tamaño: grande 3,53 x 4,54m.
Restaurado por: Sra. María Campero de Larrán.
Tema: Responde al gesto de Güemes, que levanta su espada como una orden
y va acompañado por sus gauchos.
Traje: en cuanto al traje del prócer, dice don Vicente F. López.
”Güemes vestía del mismo modo que su oficiales, distinguiéndose por su capa
corta de color grana y como era el oficial más distinguido del ejército llevaba
la chaqueta cruzada con alamares, inclusive el caballo era adornado con ricas
prendas en oro y plata.
Aeropuerto Salta Gral.
M. M. de Güemes
Cuadro pintado por el artista Guillermo Usandivaras, en diciembre de
1949.
Tema: Retrato del Gral. Güemes, tomando como modelo la pintura de
Eduardo Schiaffino.
Museo de la vida rural
en Finca
Muebles de dormitorio
Petacas
Cuadro de Doña Carmen Puch de Güemes.
Cuadro de Doña Magdalena Güemes de Tejada.
Museo Histórico Nacional
de Buenos Aires
Sable de parada del General Güemes, donado por la familia Alvarado,
quienes lo recibieron de la familia Güemes.
Uniforme de gala del Gral. Güemes.
Palacio Legislativo de
Salta. Sala de Sesiones
Cuadro de gran tamaño, denominado “
Fue pintado por Antonio Alice y mereció Medalla de Oro en
Desde 1911, se exhibe en
Biblioteca y Museo
Histórico del Regimiento de Caballería 5 Gral. Güemes
1- Cuadro al óleo con el retrato del Gral. Güemes con uniforme de gala.
Autor: M. Prieto. Inspirado en el retrato oficial de Schiaffino, pero
se le agregó un poncho colocado en el hombro derecho, de color natural.
2- Pretal de plata de la montura del Gral. Güemes.
3- Fragmento de mandil de la montura.
4- Uniforme de Los Infernales.
Centro Argentino
Cuadro Tema: El general M. M. de Güemes montado en su caballo, viste un
uniforme militar blanco, lleva el sable sostenido hacia arriba, es seguido por
sus gauchos a galope.
Autor: Filman
Técnica: Pintura
Medidas:
Escuela Martín Miguel de
Güemes de Gendarmería Nacional
En Capital Federal. Cuadro al óleo pintado por el tataranieto del Gral.
Güemes, Dr. Martín Gabriel Figueroa Güemes, representando al General Güemes con
uniforme de gala.
Instituto Güemesiano de
Salta
Biblioteca especializada de uso interno
Colección de fotografías de temas gauchescos, de los actos en Homenaje
al Gral. Güemes y de retratos diversos del Prócer y de Doña Macacha.
Réplica reducida del sable del Gral. Güemes, donado por
Cuatro bustos del Gral. Güemes en diferentes tamaños, dos de bronce uno
de cemento grande y otro de cerámica para escritorio.
Mantón de manila de seda, marrón claro con guardas verdes y rojas de
Doña Magdalena Güemes de Tejada.
Camino de Mesa blanco bordado por Doña Carmen Puch de Güemes.
Archivo y Biblioteca
Históricos de Salta
Documentación histórica original, referidas al General Martín Miguel Güemes,
registradas como Caja Güemes.
En casas particulares
Domicilio del Sr. Martín Güemes Saravia:
Un bolso de cuero antiguo. Una medalla conmemorativa de 1923. Un
fragmento del mandil de la montura del Gral. Güemes. Cabellos de Doña Carmen
Puch de Güemes. Fotografías y documentos de la familia Güemes y sus
propiedades.
Domicilio de
Cuadro al óleo, con el retrato del Gral. Güemes. Tiene un marco de
madera con banderas que representan cada una a los departamentos de
Autor: A. Papi.
Domicilio paterno del Dr. Rogelio Saravia Toledo:
Cuadro al óleo retrato del Gral. Güemes, inspirado en el retrato
oficial del autor Eduardo Schiaffino.
Autor: Guillermo Usandivaras, en 1975.
Domicilio Sra Dora Nella Castro
2 lanzas en caña tacuara
1 sable que fue del coronel Ruiz Huidobro
1 medalla de bronce del centenario, 1910.
Domicilio de
Poncho de seda con los colores de
Agrupación
Tradicionalista de Salta Gauchos de Güemes
Fue creada en 1946, como consecuencia de las reuniones de gauchos
celebradas desde el Centenario en 1910 y con el apoyo del Gobernador Don Adolfo
Güemes, quien donó a los gauchos 100 ponchos rojo sangre con lista negra que
fueron estrenados en el primer desfile en 1931 al inaugurarse el Monumento al
Gral. Güemes.
Las frecuentes reuniones gauchas y en especial los 17 de junio,
demostraron la necesidad de organizarlos institucionalmente y así nace
Publicaciones referidas
al Gral. Güemes
Güemes, Luis: Güemes Documentado. 12 tomos. Desde
Güemes, Luis: 1972, Datos sobre Doña Carmen Puch de Güemes. En Boletín
del Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta.
Atilio Cornejo: Historia de Güemes. Salta. 1945.
Figueroa Güemes, Martín G.: Verdades Documentadas para
Solá, Miguel: Las Milicias de Güemes. 1963.
Frías, Bernardo: Historia del General Güemes, en 6 tomos. Publicada la
1° edición desde
Boletín del Instituto Güemesiano: N° 1 de
Jornada de Estudios Sobre Güemes. Salta 1972.
Newton, Jorge: Güemes El Caudillo de
Bicentenario del Natalicio del General M. M. de Güemes. Congreso
Internacional de Historia, 1985. Senado de
Figueroa, Fernando: Don Martín. 1994.
Instituto Güemesiano de Salta: www.institutogüemesiano.gov.ar
Colmenares, Luis Oscar: Martín Güemes El Héroe Mártir.1999.Ciudad Argen.
Colmenares, Luis Oscar: M.M. de Gümes, el Mártir de
Colmenares, Luis Oscar: Martín Güemes, Un Padre de
Colmenares, Luis Oscar: 2006, Martín Miguel de Güemes. Senado de
Colmenares, Luis Oscar: 1985, Martín Miguel de Güemes. Bicentenario del
Nacimiento del Héroe, 1785, 1985. Salta.
Colmenares, Luis Oscar: 1993, El Instituto Güemesiano Cumplió 20 años y
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GÜEMES,
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HESSLING,
Teresa Cadena de: “Casas de la ciudad de Salta vinculadas a la vida del general
Martín Miguel de Güemes. Monografía inédita.
MINISTERIO
DE CULTURA Y EDUCACIÓN DE
NAVAMUEL,
Ercilia: 1990- 2007, Investigación y Relevamiento de sitios históricos de
Salta. Fichaje y registro fotográfico. Entrevista con personas mayores para el
relevanmiento de la tradición oral. Consulta de documentación histórica en el
Archivo y Biblioteca Histórico de Salta.
SOCIEDAD DE ARQUITECTOS DE SALTA: “Salta, IV Siglos de
Arquitectura y Urbanismo”: 1982, Talleres gráficos de
NOTAS
Y
DISCURSOS
PRESENTACIÓN DEL CD SALTA ·
Rodolfo Leandro PLAZA
NAVAMUEL
Señoras,
señores. Buenas tardes. Tenemos desde hoy a nuestra disposición el Disco
Compacto Interactivo de Salta, versión 2007. Días pasados, el autor y director
del “CD Salta” don José de Guardia de Ponté, me invitó a presentar este valioso
trabajo, que lo es desde todo punto de vista en lo que se refiere a la cultura
en general de nuestra provincia.
Guardia
de Ponté nacido en esta ciudad en 1962 trabaja en
A fin de revalorizar el patrimonio natural,
histórico y cultural de los salteños y de fomentar el turismo de
La página web o el “Portal de Salta”
está al servicio de la comunidad, y puede ser consultado en internet, en su
sitio www.portaldesalta.gov.ar.
También, merced a lo dispuesto por el presidente
de
Pero no concluye aquí la difusión y
el alcance del Sector Página Web Institucional, porque, como hemos visto, se
prosiguió con la edición del “CD Salta” y en 2004 se presentó una versión mejorada que
desde entonces se repite todos los años.
Una de las novedades del pasado 2006
fue la inclusión de las voces de diez poetas salteños, recitando sus más
sentidos poemas, esto fue muy bien recibido por el público, así como el
“Anecdotario Salteño” y el importantísimo Menú de
El Menú de Biografías Salteñas que
comprende a los diversos artistas, escritores, músicos, pintores, funcionarios,
políticos, etc., aporta de manera significativa al revivir a hombres y mujeres que marcaron
hitos en la historia de la cultura y del progreso institucional y económico de
la región.
Esta versión renovada implica una mayor
tecnología, la inserción de más voces de nuestros poetas, y las biografías de
más de 60 pintores y escultores. Se añadieron asimismo, 450 artículos nuevos y
más de 600 fotografías y mapas.
Lo
descrito sobre nuestro Héroe Nacional, general don Martín Miguel de Güemes,
es importante. Además, la página del Instituto Güemesiano de Salta como Portal
de
En
fin, es abundante y muy valioso el material que ofrece este CD, una amplia
información geográfica, e íconos que aluden a los pueblos indígenas del Norte,
la antropología y arqueología de Salta, la gastronomía regional y andina. Un
informe sobre lo que ofrece la provincia en materia económica, sobre la
actividad agrícola ganadera, la economía, la producción y sus regiones productivas.
Lo
más nuevo en esta tirada es el buscador interactivo y la construcción de nuevos
íconos que incluyen la historia de edificios, de lugares, de pueblos, de personajes,
relatos, etc.
Es
justo entonces, por todo lo comentado, felicitar a los hacedores de este
importante compendio digital, que abre hoy a los estudiantes, profesionales y
público en general la posibilidad de disfrutarlo provechosamente sin costo
alguno.
Nada
más, muchas gracias…
GÜEMES
Mariano COLL MÓNICO ·
Contemplas desde
lo alto
A tu pueblo
agradecido
Y al suelo donde
has nacido
Por el que diste
la vida
A esta tu Salta
querida
La de tu último
suspiro.
El grito de
independencia
Que del puerto
había partido
Campeaba medio
escondido
Y en Salta dijo
¡Presente!
Porque sobraban
valientes
En este Norte
argentino.
El gaucho
salteño ha sido
El primero en
ofrecerse
Si es preciso
hasta la muerte
Por la ansiada
Libertad
Y detrás de esa
hermandad
Galopaba hacia
su suerte.
Con Güemes, allá
en Suipacha
Marcaron al
extranjero
Como si fueran
terneros
Aquellos gauchos
valientes
Que como fierro
caliente
Le entraron a
sable y fuego.
De las armas de
fué su primera
victoria
según nos cuenta
la historia
y en ella ya Don
Martín
fue del gaucho
el paladín
que los llevó
hasta la gloria.
Contuvo siete
invasiones
Con sus fuerzas
reducidas
Castigadas,
doloridas
Sin medios y sin
ayuda
Pero que
marchaban mudas
A un mismo
destino unidas.
Hacia Chile y el
Perú
Permitió así Don
Martín
Que marchara San
Martín
Cruzando la
cordillera
Y en su misma
madriguera
Mostrase al godo
su fin.
Dejó su vida
temprano
En los campos
del honor
La independencia
legó
Aunque se olvide
la historia
Que tiene flaca
memoria
Con Güemes y su
valor.
Era necesario
entonces
Darle un
reconocimiento
Y es ese el
fundamento
De la ley que lo
declara
Héroe, y levanta
la llama
Por tanto
merecimiento.
De la gesta
güemesiana
Acá están tus
herederos
Que se jugarán
enteros
Si es preciso
con la vida
Juntando así tu
partida
Y el porvenir de
este suelo.
Hagamos de
nuestra Salta
Aquella tierra
soñada
Que Güemes ya
señalaba
Como un pago
floreciente
La tierra del
sol naciente
De nuestra
Argentina amada.
Con rectitud y
coraje
Trabajando
honestamente
Teniendo siempre
presente
Esa senda güemesiana
Un venturoso
mañana
Plantemos como
simiente.
Valores que son
las armas
Legadas por los
abuelos
Aquellos que
construyeron
Esta Argentina
incipiente
Al oro del
extranjero.
Contemplas desde
lo alto
A tu pueblo
agradecido
Y al suelo donde
has nacido
Por el que diste
la vida
A esta tu Salta
querida
La de tu último
suspiro.
Mayo, 2007
Macaria R.
CHOQUE ··
Patriota
de la guerra de
En 1802, toda
su familia se estableció en Salta donde doña Juana Gabriela comenzó a gozar de
prestigio por su atrayente personalidad. Su patrimonio y su audacia se pusieron
de relieve durante los prolegómenos de
Al invadir el
virrey del Perú, a cargo del ejército del Alto Perú, don Joaquín de
Posteriormente
realizó otras arriesgadas acciones, como la de ir en busca del general don Juan
Antonio Álvarez de Arenales para conocer la posición de su ejército, del que
llegaban noticias contradictorias. Se vistió de colla y así se lanzó por valles
y quebradas. Algunos días después se presento en casa de doña Serafina González
de Hoyos, esposa del general Arenales, para anunciarle que su marido estaría en
Salta al día siguiente, lo cual aconteció, desalojando a las fuerzas españolas.
La población, entusiasmada, paseó a Juana por las calles de Salta. El 9 de
julio de 1853 integró el grupo de damas salteñas que se dirigió al gobierno
“lamentando la postergación a que se relega al sexo femenino al no
permitírseles jurar
Su retrato, ya
anciana, fue publicado por el doctor Bernardo Frías en la primera edición de su
obra Historia del General Güemes (Tomo II, pagina 607). Existe una
iniciativa, la de llevar sus restos al Panteón de las Glorias del Norte, ubicado
en
Doña Juana
Gabriela Moro Díaz de López “...a
diecisiete días del mes de diciembre de 1864, en casa de su propiedad, habiendo
recibido el sacramento de la penitencia, sagrado viático y extremaunción que el
Canónigo Don Pascual Arce administró el día el 15 del presente, murió en la
comunión de nuestra Santa Madre Iglesia de enfermedad al hígado Doña Juana
Morodíaz, vecina de esta ciudad de edad de 90 años viuda del finado Don
Jerónimo López. Su cadáver fue sepultado en el panteón de esta ciudad con
oficio rezado el 18 del mes y para que este conste lo firmo, Napoleón Cairo”,
según consta en el archivo del Arzobispado de Salta.
Pese a dejar de
existir en diciembre de 1874, el nombre de la ilustre patricia aparece en un
documento en el archivo del arzobispado de Salta, el domingo 1º de octubre de
1876, como madrina de bautismo, junto a su hijo el doctor Bernabé López, de la
niña María Petrona Toranzos Torino, después fundadora y presidenta del
Patronato de
En el documento
de su fallecimiento, figura con su apellido de soltera alterado: Morodíaz y no Moro
Díaz, lo cual indujo a equivocaciones de quienes siguieron sus rastros hasta el
final de su existencia.
Mucho es lo que
puede decirse de ésta jujeña-salteña y argentina ejemplar, temeraria sin
límites, la que a través de su ejemplar accionar deja traslucir una personalidad
exquisita, cautivante por sus hazañas, despertando la admiración de mujeres y
hombres por igual. Su ingreso al Panteón de las Glorias del Norte,
junto al de otras mujeres contemporáneas en la lucha por la libertad del país,
sin duda debe materializarse como un justo reconocimiento a ese grupo de
arrojadas damas, o al menos si sus restos no se encuentran, que sus nombres
figuren en una placa que las recuerden permanentemente. Es el justo homenaje
que toda la salteñidad les debe a estas “mujeres de
INAUGURACIÓN DE UN BUSTO
DEL HÉROE DE
ARGENTINA, GENERAL MARTÍN MIGUEL
DE GÜEMES ·
Alberto Ramón BARROS
BLANZARIS ··
Señor
vicegobernador de
Es
hoy una fecha de singular importancia para todos aquellos que pertenecemos a
Cuando
se nos informara, por parte del Consejo Directivo de
En
verdad, que inescrutables son los designios de
Para
nosotros, como comprenderán, todas estas circunstancias nos llenan de una indescriptible
emoción. Por todo esto agradecemos al Consejo de Administración de
Hemos
querido darle a este acontecimiento todo el brillo que se merece, no por el
acto en sí, que conlleva en sí mismo una relevancia fuera de toda duda, sino
porque cualquier actividad que lleve a enaltecer la figura y
Por
otro lado, la fecha elegida para la inauguración de éste Busto no es
antojadiza. El 6 de julio de 1816 se llevó a cabo en Tucumán la última Sesión
Secreta, previa a
Desde
Salta el gobernador Güemes apoyaba incondicionalmente al Libertador y al Congreso
que sesionaba en Tucumán, a pesar de la desconfianza y las murmuraciones que en
su contra levantaban más de un congresal del puerto. Sin embargo, a pesar de
las sospechas, Güemes nunca tuvo, ni en su pensamiento ni en su accionar la más
pequeña intensión de separarse de
De
esta manera desde
También nos congrega en esta
oportunidad el hacer un reconocimiento a una Institución señera en el país como
lo es el Instituto Güemesiano de Salta. El 17 de junio del año 1972, mediante
decreto provincial 5042 el Poder Ejecutivo de
Por último y para cerrar éstas palabras,
sirva como homenaje final al Héroe Gaucho, éstos versos que alguna vez plasmara
en papel el poeta Carlos Hugo Aparicio en su “Cuanto a Güemes”:
Martín
Miguel, un himno de bagualas
rompe
a buscar tu paz y tu tormento
hasta
juntarte huella sobre huella
y
rodear de guitarras tu silencio.
Porque
en el valle sobre el Negro, sigas
midiendo
el grito de la tierra nueva
y a
tus talones crezcan los jinetes
que
nunca dejaran de defenderla
Porque
en su insomnio la ciudad recobre
la
siembra limpia de tu caudillaje
y
sepa que a tu sombra y a tu sueño
galopeó
la libertad todas sus calles.
Que
en el puñal cerril de paz y anhelo
brillen
tu fama y tu ademán de lucha
y
bajo el poncho, brasa y firmamento,
brote
el latido de
Haz
que ocupe el coraje de tus vestiduras
montaraces,
y empuñe lanzas firmes,
y
la sangre que empapa las peleas
sea
de un pueblo que muere por ser libre.
Martín
Miguel un himno de bagualas
busca
el cebil herido sin consuelo
te
has dormido en el fondo de la tierra
y
la tierra te cubre como un cielo.
Muchas
Gracias.
María Luisa
RUSSO de BORELLI
Martín Güemes con sus gauchos valientes Las generaciones cubrió de gloria
Humillaron la arrogante vanidad, con su férrea cultura de
honor,
Fenecer por su patria fue simiente loas al Prócer y a su
victoria
Sellando con su sangre la libertad. Gratuidad inmortal al
blasón de amor.
Autor de la sorpresa en la contienda Roja Bandera de sangre guerrera
Caudillo patriota, amado y brillante, erguida con fragor de guardamontes,
de a caballo con espuelas y riendas flamea el cóndor heraldo de
mi tierra
de gloriosa fatigas batallantes. La noble enseña de
cerros y montes.
Bravos centauros, ardiente milicia Emblema de Salta, de la
libertad
Un solo sentir, la lucha hermanada, milicianos jujeños,
tarijeños,
nombrado por San Martín con justicia congregados en abnegada lealtad
Comandante General de Avanzadas. guerra gaucha con Güemes y salteños.
Gélidos cerros no fueron murallas Grana la enseña cruzada de
duelo
al ejército enemigo replegó, pasado y presente
sus manos se unen,
triunfante en lides y cruentas batallas libres jinetes con lanzas al
vuelo
con pasión Suipacha laureles legó. chirriar de espuelas el
valor reúnen.
Manos traidoras hirieron de muerte Los veintitrés departamentos
velan
al mártir del norte en noche lluviosa, el sueño del general que allí
estará,
la savia escarlata admirable y fuerte con banderas altas, fieles
aguardan
plasmó en el paño, la historia nerviosa. Órdenes del jefe que siempre
vendrá.
Junio, 2006
MARTÍN MIGUEL
DE GÜEMES
Betty
Alicia RUSSO de ECHAZÚ ·
Vago
rumor que llega galopante
Torna
de noche el monte sombrío.
Asombrada
por rápida carrera
Observo
el cielo, en su temblor de estrellas
Y
pienso:
¿No
es acaso la blonda y pálida luna
quién
le regala su luz cual dorado espejo
mostrando
tu pecho herido?
Y
suspirando como un niño,
en
tu plegaria, el dolor alivias?
Así
te veo, valiente héroe de mi tierra
¡Martín
Miguel de Güemes!
en
la región sublime de los sueños
ensayando
en el viento tu pregón de gloria
¡Yo
quisiera ser el tiempo de tu triunfo!
¡Yo
quisiera ser abrigo de tu pena!
Hoy,
acaricio la animada piedra,
Rayo
y trueno se confunden con el bronce.
Te
presiento, domando caprichosos potros
Y
veo tu figura erguida en la excelsa
Cumbre
de los siglos.
COMISIÓN PERMANENTE DE HOMENAJE
GUARDIA BAJO LAS ESTRELLAS
1956-QUEBRADA DE
Narciso
Ángel FABBRONI ··
Hermanos güemesianos:
Mirad el cielo, hermanos güemesianos, verás
tu destino en cada estrella, recostada en la dulce noche, porque sois hoy, como
el verde laurel de la victoria, vernos en el vuelo de su alma llena en esta
noche de inmenso duelo, el escuchar pausado, el último galope, que nos envuelve
en el divino adiós de nuestra historia, tan negra y reluciente de undosa
cabellera.
Estamos en el lugar más sagrado, en el mismo altar de
Es este monolito en nuestras almas, la copa que se
derrama en luto desde aquel débil corazón, aquel 7 de junio cuando la patria
nacía, en los ojos se enmudecen las lágrimas, como en un ¡Viva
Ya podemos decir que después de adquirir la
virtud de la paciencia, estemos aquí, de homenaje en homenaje con respeto y
tradición. La búsqueda de la verdad en aquel agosto de 1958 nuestro Miguel
Ángel Salom, dio sus frutos, un aporte científico para la nueva historia de la
gesta güemesiana, el sagrado aporte final del lugar exacto de la muerte del
insigne general Martín Miguel de Güemes en esta Quebrada de
Se sancionó la ley 26.125 en agosto de 2006, pasaron 185
años, fruto de paciencia en esta lucha sin igual en donde el general Martín
Miguel de Güemes es por antonomasia Héroe Nacional. En este nuevo bicentenario
1810-2010 esperamos que se pueda disfrutar la lectura desde la currícula
escolar y académica de la gesta güemesiana, incorporada y estudiada científicamente,
ya no como una deuda de reconocimiento sino definitivamente integrada a la
verdadera historia de la gesta de la emancipación sudamericana, en la sólida
proyección de identidad y patriotismo.
Esta Comisión Permanente Guardia Bajo las Estrellas, tan
agradecida por esta penitente hostia, que dulcifica el esperado sabor
espiritual de la justicia, nos convoque siempre y podamos decir ¡presente mi
general! descanse en paz en el eterno mas allá.
Ercilia NAVAMUEL
ENERO
Vacaciones.
Coordinación con la imprenta para la edición del Boletín Nº 31. Tarea efectuada
por el director de publicaciones del Instituto Leandro Plaza Navamuel. Se logró
además la edición de una separata del Boletín Nº 29-30 de “Protagonistas de una
Gesta Incomparable” cuya autoría pertenece a Rodolfo Leandro Plaza Navamuel,
todo lo cual fue abonado por el Ministerio de Educación de
FEBRERO
Primera
semana, distribución de tarjetas de invitación para los actos por el
aniversario del natalicio del Gral. Martín Miguel de Güemes. También se invitó por
Internet, página www.institutoguemesiano.gov.ar del Instituto Güemesiano
de Salta, a todos los socios de
Día
8, horas 11.30: Aniversario del natalicio del Gral. Martín Miguel de Güemes.
Asistencia a Misa en
A
horas 19, en
Presentación
del Boletín Nº 31 del Instituto Güemesiano a cargo del miembro del Consejo Directivo
MPN Leandro Plaza Navamuel.
Conferencias:
Presentación de cada conferencista a cargo de
El
Espíritu Güemesiano y
El
Gral. Martín Miguel de Güemes y el Paisaje Salteño, por
El
Gobierno de Güemes por
Visita
a la exposición de Reliquias Güemesianas en
Distribución
a los socios y asistentes al Acto Académico del Boletín Nº 31, del folleto con
Posteriormente
se entregó al Sr. Cte. Gral. Pablo Pérez y Sra. Prof. M. Cristina Fernández
nota de agradecimiento por la colaboración proporcionada con
Día
10:
Día
12: Canal 7 de T. V. de Buenos Aires visitó el Instituto Güemesiano, con motivo
de tener proyectado un documental sobre el Gral. Güemes a ser presentado en el
mes de Junio próximo. Se les proporcionó toda la información necesaria en
publicaciones y se los acompañó a los sitios históricos de la ciudad y campaña
en donde hicieron los reportajes correspondientes a
Día
20: Aniversario de
Día
Día
Día
También
en el marco del Febrero Güemesiano, el día
Día
8 al 28: Distribución de la bibliografía presentada durante el Acto Académico
del Natalicio del Gral Güemes, a socios e instituciones culturales,
estudiantiles y bibliotecas de la ciudad de Salta e interior de
MARZO
Día
Día 22: Participación del
Instituto Güemesiano a los Actos organizados por el Municipio de Cerrillos en
conmemoración al “Pacto de Cerrillos entre el Gral. Güemes y Rondeau”. Asistencia
de
Día 23: Participación del
Instituto Güemesiano en los Actos organizados por el Municipio de Guachipas en
conmemoración del “Combate de Sauce Redondo” producido el 24 de marzo de 1814.
Asistió
ABRIL
Adhesión del Instituto Güemesiano
a los actos por “
Adhesión del Instituto Güemesiano
de Salta a los Actos organizados por Pro Cultura Salta en el XXXI Abril
Cultural Salteño. Asistió
Día 2: Adhesión del Instituto
Güemesiano de Salta a los Actos por los 25 años de
Día
Día
16: Adhesión del Instituto Güemesiano a los actos en conmemoración de un nuevo
aniversario de
Día
Día
Día
Días 27 y 28: II Encuentro Nacional
por
MAYO
Días 22 y 23, de horas
Al
final de las Jornadas se participó en la inauguración de
Día
El
Acto se complementó con la exposición de fotografías de los homenajes
efectuados en Suipacha en conmemoración del primer triunfo patrio contra los realistas.
Al mismo tiempo se hizo entrega de
JUNIO
Primera
semana de junio Canal 7 T.V. difundió un Micro Programa “Güemes Héroe de
Día
Día
Día
También
Radio Aries efectuó difusión de
Día
6: En la “Ciudad Judicial”, el Sr. Narciso Ángel Fabbroni, representó al
Instituto Güemesiano en el Acto de entrega de la donación del cuadro
“Genealogía e Historiografía del Gral. Güemes”.
Día
A
horas 19: Acto Académico en
Fueron
conferencistas el Prof. Darío Wayar con el tema “
El
Acto terminó con el retiro de las Banderas y a continuación un grupo de
folkloristas nos deleitaron con antiguas canciones y coplas de temas patrios,
fueron ellos don Fermín Torres con su violín del Chaco, don Román Guamante el
Violín Mayor de Anta.
Día
A horas 15, Radio Provincia 98.7,
efectuó un reportaje a
Día 14: en
Día 15: Ante el Monumento al
Gral. Güemes se efectuó la obra “Corazón de Libertad” del Sr. Jorge Adrián
Gianella. Asistió en representación del Instituto Güemesiano el Sr. Narciso
Ángel Fabbroni, juntamente con autoridades provinciales.
Día
Día 16: El Instituto Güemesiano
se adhiere a los actos efectuados en
Día
A
horas 11: Desfile ante el Monumento al Gral. Güemes. Representaron al Instituto
Güemesiano
A horas 19: Acto Académico en
Conferencias:
Finalizó
el Acto con un poema recitado por su autora doña Betina García Geraldyn, “A Martín
Miguel Güemes”. Retiro de Banderas.
Día
Día
18: Acto en Capilla El Chamical, lugar en donde fuera sepultado el Gral.
Güemes. Salida desde
Seguidamente
Dominga Chuchuy ofreció un locro y todos almorzamos bajo los árboles del
Chamical. Salida de regreso a las 15 horas, visitando de paso la casa de
Día
Día
JULIO
Durante
los meses de julio a octubre, Leandro Plaza Navamuel se dedicó a la compilación,
corrección, ordenamiento y diseño del Boletín Nº 32 del Instituto Güemesiano.
Día
Al Acto asistieron el Presidente y miembros de
Día
9 de horas
Día
27: Por intermedio del Fortín Héroes de Malvinas Patricio A. Guanca, se envió
material bibliográfico a la escuela Nº 1521 del paraje Alumbre del Departamento
de Molinos.
AGOSTO
Día
Día
17 y 18:
Día
Día
Día
SETIEMBRE
Durante
el mes de setiembre se concluyó el trabajo de Investigación sobre “Patrimonio
Güemesiano” efectuado por el equipo de profesionales Ercilia Navamuel y Mirian
Gutiérrez.
Semana
del 10 al 15: Feriados dispuestos por el Ministerio de Educación por el día del
maestro, novena del Milagro y procesión. A todo lo cual se adhirió el Instituto
Güemesiano, participando en todos los actos
Relevamiento
de peregrinos del interior de la provincia, a
Día
Día
22 de
OCTUBRE
Días
6 al 15: Adhesión del Instituto Güemesiano de Salta a las actividades de
Se recibieron en donación 5.000 ejemplares de
los folletos de
El Instituto Güemesiano participó
con un Stand en el que se mostraron fotografías de los actos en homenaje al
Gral. Güemes, los monumentos históricos y actividades gauchas.
Se contó con la colaboración de socios y socias
que ayudaron con el armado de la muestra y atención permanente al público, todo
bajo la dirección y responsabilidad de
Es de destacar que los Stand
vecinos al del Instituto Güemesiano fueron el de
A
todos los colaboradores como también al personal de FERINOA que hicieron
posible la participación del Instituto Güemesiano se les entregó un diploma en
agradecimiento. También el Instituto recibió de FERINOA un diploma que acredita
su participación como expositor.
Día 12: Adhesión del Instituto
Güemesiano a los actos conmemorativos del Descubrimiento de América.
Día 24: La doctora Andrea Prémoli,
en su carácter de socia activa del Instituto Güemesiano de Salta y cumpliendo
con los objetivos de difusión, habló sobre el general Güemes Héroe Nacional, en
el Instituto de Enseñanza Siglo XXI de la provincia de Neuquén.
NOVIEMBRE
Atención
al público visitante y especialmente a estudiantes que concurren a consultar la
biblioteca.
Coordinación,
diagramación, compaginación y corrección del Boletín Nº
Día
6, horas 20, en el Cabildo Histórico de Salta: Adhesión del Instituto
Güemesiano de Salta a los actos organizados por
Día
Día
Día
Día
27, Adhesión del Instituto Güemesiano a la presentación de Boletín Nº 47 del
Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta, efectuada en
el Cabildo Histórico.
DICIEMBRE
Se
organiza la despedida del año, juntamente con las demás entidades de la
historia y otras vinculadas al Instituto Güemesiano.
BOLETÍN DEL INSTITUTO
GÜEMESIANO DE SALTA
Nº 32
AUTORIDADES DE
CONSEJO DIRECTIVO DEL
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA (2008 – 2012) ------------------------------------------
PRÓLOGO
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel -------------------------------------------------------------------------
LEY 26.125 GÜEMES HÉROE NACIONAL
---------------------------------------------------------
Nº 32
AÑO 2007
(Presidencia Ercilia Navamuel)
HOMENAJES
DE LA
ACADEMIA GÜEMESIANA
I
SESIÓN PÚBLICA DE
EL ESPÍRITU GÜEMESIANO EN
Pablo Pérez
----------------------------------------------------------------------------------------------------
GÜEMES Y EL PAISAJE SALTEÑO
Margarita González
-------------------------------------------------------------------------------------------
II
HOMENAJE AL GENERAL GÜEMES
EN EL LUGAR DONDE FUE HERIDO
GÜEMES HERIDO DE MUERTE
Mirian
Violeta Gutiérrez -------------------------------------------------------------------------------------
SESIÓN PÚBLICA DE
EL ARTE EN
GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
Darío Wayar
Núñez
--------------------------------------------------------------------------------------------
HISTORIA INSTITUCIONAL DE
GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
María Elena Almirón de
Ugarte
------------------------------------------------------------------------------
LAS FAMILIAS DE SALTA
(SEGUNDA MITAD DEL
SIGLO XVIII Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX)
Daniel Medardo
Ontivero
--------------------------------------------------------------------------------------
SESIÓN PÚBLICA DE
DE MANUEL BELGRANO Y MARTÍN
GÜEMES
María Cristina Fernández
--------------------------------------------------------------------------------------
SÍMBOLOS PATRIOS. CEREMONIAL Y PROTOCOLO,
HERÁLDICA Y VEXILOLOGÍA. PLÁSTICA
DE
Raúl Medina Alvarado
------------------------------------------------------------------------------------------
María Inés Garrido de Solá -----------------------------------------------------------------------------------
TARIJEÑOS, ALTOPERUANOS Y SALTEÑOS,
CONSUSTANCIADOS CON
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel ----------------------------------------------------------------------------
¿CUÁNDO NACIÓ NUESTRA PATRIA?
Ignacio G. Tejerina Carreras
---------------------------------------------------------------------------------
Ercilia Navamuel
-----------------------------------------------------------------------------------------------
RECURSOS
ECONÓMICOS Y GUERRA REVOLUCIONARIA
EN
Luis O. Cossio
---------------------------------------------------------------------------------------------------
EL SECRETO MILITAR DEL
GENERAL GÜEMES
Jorge Sáenz
------------------------------------------------------------------------------------------------------
CRÓNICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA
José de Guardia de Ponté --------------------------------------------------------------------------------------
PATRIMONIO GÜEMESIANO
Ercilia Navamuel - Mirian Violeta Gutiérrez ---------------------------------------------------------------
PRESENTACIÓN DEL CD SALTA
Rodolfo Leandro Plaza Navamuel ---------------------------------------------------------------------------
GÜEMES
Mariano Coll Mónico
------------------------------------------------------------------------------------------
LÓPEZ. UNA DAMA PATRICIA
Macaria R. Choque -------------------------------------------------------------------------------------------
INAUGURACIÓN DE UN BUSTO DEL HÉROE DE
ARGENTINA, GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES
Alberto Ramón Barros Blanzaris
----------------------------------------------------------------------------
MIGUEL DE GÜEMES Y
María Luisa Russo de Borelli
--------------------------------------------------------------------------------
Betty Alicia Russo de Echazú ----------------------------------------------------------------------------------
COMISIÓN
PERMANENTE DE HOMENAJE GUARDIA BAJO
LAS
ESTRELLAS 1956-QUEBRADA DE
Narciso Ángel
Fabbroni
--------------------------------------------------------------------------------------
MEMORIA ANUAL
INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA, MEMORIA ANUAL 2007
Ercilia Navamuel
-------------------------------------------------------------------------------------------------
INDICE
BOLETÍN DEL INSTITUTO GÜEMESIANO DE SALTA Nº 32 ------------------------------------
· Decreto Nº 1480, dictado por el Poder Ejecutivo de
· Jefe
de Gendarmería. Socio activo del Instituto Güemesiano de Salta.
· Profesora en geografía, 1980
(Profesorado de Lenguas Vivas de Salta). Socia activa
del Instituto Güemesiano de Salta.
· Profesora en historia. Socia activa del Instituto
Güemesiano de Salta.
· Docente. Socio activo del Instituto
Güemesiano de Salta.
[1] Julio
Cesar Luzzato. Cantares y otros Poemas al Gral. Güemes. Edic. 1960. Pág. 42.
[2]
Martorell - Lotufo. “Vida Plástica Salteña” Pág. 22.
[3] J.
León Pagano. “El Arte de los Argentinos”. Edic. 1944.
[4]
Coronel Luis Alberto Leoni Houssay Boletín Inst. Güemesiano N°
[5] Juana
Manuela Gorriti “Güemes Recuerdo de
[6] Dr.
Bernardo Frías. Historia del Gral. Dn. Martín Miguel y de
[7]
Joaquín Carrillo. Historia de Jujuy. Pág. 216. Jujuy 1877.
[8] Félix
Lajoune “Paginas Americanas”. Las invasiones Inglesas y escenas de
[9]
Coronel Luis Alberto Leoni Houssay Boletín Instituto Güemesiano Nº 6. Pág. 61
1982.
[10]
Coronel Luis Alberto Leoni Houssay Boletín Instituto Güemesiano N° 6. Pág. 71
1982.
[11]
Pagano José León “El Arte de los Argentinos”. Ed. 1944. Pág. 108.
[12] Gori
Barbieri “Patrimonio Artístico Nacional”. Provincia de Salta. Academia Nacional
de Bellas Artes 1988. Pág. 108.
[13] Gori Barbieri.
[14] Pagano Jorge León. “El Arte de los Argentinos”.
Edic. 1944. Pág. 140.
[15] Sáez
Silvia “Historia del Arte de Salta”. Pág. 162.
·
Docente. Socia activa del Instituto Güemesiano de Salta.
[16]
Nicastro, Sandra. “La historia institucional y el director en la escuela”.pág.
27
[17]
Historial (1923- 1972) 1º hoja
[18]
Cadena de Hessling, María Teresa. Año 1984. Pág. 231
[19]
Vitry, Roberto. Año 2000. Pág. 317
[20]
Denkberg, Ariel. Año 2007. Pág. 52
·
Magíster en ciencias sociales con mención en género, profesor y licenciado en
historia. Auxiliar docente en la carrera de antropología (Facultad de
Humanidades, Universidad Nacional de Salta). Socio
activo del Instituto Güemesiano de Salta.
[21] Al
respecto, léase a Marcela Lagarde quien sostiene que la opresión de las mujeres
se define por un conjunto de características determinadas por la subordinación,
dependencia vital y discriminación de sus relaciones con el hombre, con el
conjunto de la sociedad, con el Estado y con ellas mismas. La opresión de las
mujeres, para Lagarde, se sintetiza en su interiorización frente al paradigma
social y cultural de la humanidad. Lagarde, Marcela Cautiverios de las mujeres, Madres esposas, Monjas, Putas, Presas y
Locas, México, Universidad Autónoma de México, 1990, p. 83.
[22] Ontivero, Daniel Medardo “Conservación del
patrimonio: Estrategias, Género y Notabilidad de las Familias de Salta (Primera
mitad del siglo XVIII)”, en: Cuadernos
del Sur, 29-30, Bahía Blanca, Fascículo de Historia, 2003, pp. 206-238.
[23] Barraza, Alfonsina “EL uso de las dotes en
familias de élite salteña en el siglo XVIII”, en: VIII Jornadas Interescuelas/ Departamentos de Historia, Universidad
Nacional de Salta, Facultad de Humanidades (Escuela de Historia), Salta, 2001.
[24]
Entiéndase por Reproducción social:
aquellas prácticas sociales que giran alrededor del dominio de los recursos y
del control del poder, con el objeto de aumentar o conservar el patrimonio y
mantener la posición en la estructura de las relaciones de poder. Sobre éste
tema, léase Bourdieu, Pierre La
distinción. Criterios y bases sociales del gusto, Buenos Aires, Taurus,
pp.122- 128.
[25] En el
caso de Salta en el período colonial léase a: Lloveras de Arce, Graciela y
Ontivero, Daniel “Formación y consolidación de una familia de élite en Salta:
el caso de los Arias Rengel (siglos XVII y XVIII)”, en: Revista de
[26]
Bascary, Familia y vida cotidiana…,
Op. Cit., p. 175.
[27] Las investigaciones en general nos
muestran la existencia de una multiplicidad de prácticas sociales destinadas a
evitar la dispersión de los bienes patrimoniales. En relación a las dotes que
es motivo de la presente investigación, por ejemplo, se adelantaba a las
mujeres ciertos bienes (menajes de uso cotidiano) mediante este mecanismo de
transferencia de bienes con el propósito de inmovilizar las propiedades
inmuebles, principalmente aquellas ubicadas en el ámbito rural dado que estas
permitían el desarrollo de diversas actividades articuladas con el comercio
altoperuano. Por otra parte las estrategias matrimoniales también jugaron un
rol importante en la conservación de los bienes patrimoniales. Las mismas
sirven de referencia respecto al rol que jugaron las mujeres de élite en este
período, dado que a ellas sólo les estaba reservada la función de garantizar un
matrimonio ventajoso. En los hombres, en cambio, residía la responsabilidad de
mantener el núcleo patrimonial consolidado, evitando de esa manera la
fragmentación.
[28]
Lloveras de Arce, Graciela y Ontivero, Daniel "De fletadores e
Invernadores", en: Boleda, Mario y Mercado, Cecilia (Compiladores) Memorias del Seminario sobre Población y
Sociedad en América Latina, Salta, GREDES, 2001.
[29] En la documentación estudiada, es común
encontrar el principio elemental que regía el derecho sucesorio castellano, que
establecía la partición igualitaria de los bienes del difunto entre sus
herederos legítimos, sean hombres o mujeres. Todo capital adquirido durante el
matrimonio –léase bienes que conformaban los gananciales- pertenecía por partes
iguales a los cónyuges, de manera que a la muerte de uno de ellos el supérstite
tenía derecho, únicamente, a la mitad de dichos bienes. La partición
igualitaria de los bienes mediante la herencia podía llegar a acentuar la
disolución de los núcleos patrimoniales en distintas ramas, lo que resultaba
perjudicial para la conservación de los patrimonios familiares. Ello trajo como
consecuencia la adopción de algunas estrategias destinadas al mantenimiento y
la consolidación del patrimonio familiar; de este modo, cada familia aseguraba
la legitimación y reconocimiento de su estatus y de su poder económico frente a
otras familias notables. Al hablar de herencia, la problemática de la
transmisión de bienes es fundamental, en tanto una adecuada política de
sucesión permitió la conservación del patrimonio de las familias notables.
[30] De acuerdo a Isabel Seoane, la dote era
el caudal que las mujeres aportaban al matrimonio, por sí o por terceros para
ayudar a las obligaciones surgidas del nuevo estado y para establecer un
volumen de bienes capaces de sostener a las beneficiarias en caso de disolverse
el matrimonio. Seoane, Isabel Historia de
la dote en el Derecho argentino. Buenos Aires, 1982.
[31] De
[32] Kicza, John “The Great Familias of Mexico: Elite
Maintenance and Business Practices in Lata Colonial Mexico City”, en: Hispanic American Historical Review, 62,
(3), 1982, pp. 429-457; Lavrín, Asunción “Dowry and Wills: A View of Women`s
Socioeconomic Role in Colonial Guadalajara and Puebla. 1640-
[33]
Mannarelli, María Emma “Mujeres, Ilegitimidad y Jerarquías sociales en Lima
colonial”, en: Martha Moscoso (Compiladora) Palabras
del silencio. Las mujeres latinoamericanas y su historia, Quito, ABYA YALA,
1995, p. 120.
[34] Rizo Patrón Boylán, Paul, Linaje, Dote y Poder. La nobleza de Lima de
[35] López
Beltrán, Clara Alianzas Familiares.
Élite, Género y negocios en
[36]
Mannarelli, “Mujeres, Ilegitimidad y Jerarquías…”, Op. Cit., p. 136.
[37] Ontivero, Daniel Medardo “Conservación del
patrimonio: Estrategias, Género y Notabilidad de las Familias de Salta (Primera
mitad del siglo XVIII)”…, Op. Cit., p. 206-238.
[38]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña Lorenza de
[39]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María Ygnacia Torres, Protocolo 149 Carpeta 15,
Año 1779, fjs. 11 vta- 112 vta.
[40]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña Mónica López, Protocolo 205 Carpeta 20, Año
1804, fjs. 40-46., A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María Josepha Texada y
Blanco, Protocolo 209 Carpeta 21, Año 1804, fjs. 48 vta-
[41]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María de las Quintas, Protocolo 135 Carpeta
11A, Año 1771, fjs. 238-245.
[42]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María Josepha de Isasmendi, Protocolo 145,
Carpeta 14, Año 1776, fjs. 2 vta.-7.
[43]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña Antonia de Saravia, Protocolo 121 Carpeta 10,
fjs. vta-32 vta.
[44]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María Francisca de Aguirre, Protocolo 117
Carpeta
[45]
A.B.H.S., Carta de Dote de Doña María del Carmen Costas y Gauna, Protocolo 228
Carpeta 22, Año 1808, fjs. 89-94 vta.
[46]A.B.H.S.,
Carta de Dote de Doña Manuela Polo, Protocolo 130 Carpeta 11, Año 1769, fjs.191
vta.- 212.
[47] Ver: Ontivero, “Conservación del
patrimonio: Estrategias, Género y Notabilidad…”, Op. Cit., pp. 206-238.
[48] Rizo
Patrón, Linaje, Dote y Poder. La nobleza
de Lima…, Op. Cit., p. 282.
[49] Fanchín, Ana T. “Mujeres y vida material
en San Juan del Setecientos”, en: Mujeres
rescatadas del olvido, San Juan, 2001, p. 30.
[50] López
Beltrán, Alianzas Familiares. Élite,
Género y negocios en
[51]
Lloveras de Arce, Graciela y Ontivero, Daniel “Formación y consolidación de una familia de élite en Salta: el caso de
los Arias Rengel (siglos XVII y XVIII)”, Op. Cit.
[52] Los cambios operados en este período son
profundizados con detenimiento a través de diferentes investigaciones, las que
destacan una dinámica en la movilidad social, un mayor grado de
mercantilización, una flexibilidad para introducir mercancías al Alto Perú
desde Buenos Aires, un crecimiento sostenido de la producción minera: Caretta, G.; Marchionni, M.
"Estructura urbana de fines del período colonial", en ANDES, nº 7, U.N.Sa., 1996; Marchionni,
M. "El poder en Salta a fines del período colonial". Tesis de Licenciatura, U.N.Sa., 1997;
Mata, Sara "Estructura urbana y sociedad: Salta a fines del período
colonial", en Cuadernos de
Humanidades, 8, Facultad de Humanidades, U.N.Sa., 1996; Mendoza, Hilda
Liliana "Una cuestión de familia: Dividir o conservar el patrimonio",
en Sara Mata (Compiladora) Persistencias
y cambios. Salta y el Noroeste Argentino 1770- 1840, Prohistoria &
Manuel Suárez Editor, Rosario, 1999; Zacca I., Marchionni M., Caretta G. "La sociedad urbana de Salta a
fines del Período colonial", en Cuadernos
de Humanidades, nº 8, U.N.Sa., 1996, entre otros.
[53] A.B.H.S., Protocolos Notariales, Carta de
dote de Doña Felipa Castellanos, casada con Don Manuel de
·
Profesora en ciencias de la educación. Académica correspondiente del Instituto Güemesiano de Salta en Buenos
Aires.
· Capitán de navío. Socio
activo del Instituto Güemesiano de Salta.
·
Profesora universitaria en historia, actualmente es directora de
[54] Jacob, Ricardo. Los Colores
Nacionales. Rev. Todo es Historia Nº 300. Pág.
[55] Levene, Ricardo (D). Historia de
[56] Güemes, Luis. Güemes Documentado.
T. 5 Pág. 96. Plus Ultra. Bs. As. 1980.
[57] Cornejo, Atilio. Apuntes
Históricos de Salta. Pág. 640. Inst. de San Felipe y Santiago de Estudios
Históricos de Salta. Bs. As. 1937.
Bidondo, Emilio. Contribución al
Estudio de
Bidondo, Emilio.
Bidondo, Emilio. Coronel Juan
Guillermo Marquiegui. Un personaje americano al servicio de España... Pág. 174
y 175. Servicio Histórico Militar. Madrid. España. 1982.
Solá, Ricardo. El General Güemes.
Su actuación en
Rojas, Ricardo. Archivo Capitular
de Jujuy. T. IV (Mapa). Bs. As. 1944.
[58] Ministerio de Acción Social y
Salud Pública. Los Departamentos de Santa Victoria e Iruya. Estudio económico,
social y sanitario de Salta. Pág. 58/59. Rómulo D’ Uva. Salta 1943.
[59] Sociedad de Historia Argentina.
Documentos Relativos a
[60] Yaben, Francisco. Los Capitanes
de Güemes. Coroneles Manuel Eduardo Arias y Luis Burela. Pág. 11 y 22. Litio
Bs. As. 1971.
[61] Colmenares, Luis Oscar Las
relaciones de Salta con Bolivia hasta la dimisión del presidente Santa Cruz
Pág. 93 y 95. Instituto de San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de
Salta. Gofica. Salta. 1999.
[62] De Lellis, Juan. Las Banderas de
Rosas. Rev. Todo es Historia. Nº 19. Pág. 81 y 89. Bs. As. 1968.
[63] Giménez, María de los Ángeles.
Desde el Plata al Condorkanqui. Pág. 159. Gofica. Salta 2001.
[64] Pbro. Vergara, Miguel Ángel.
[65] Ministerio de Acción Social y
Salud Pública. Los Departamentos de Santa Victoria e Iruya. Estudio económico,
social y sanitario de Salta. Pág. 61/62. Rómulo D’ Uva. Salta 1943.
[66] Archivo y Biblioteca Históricos
de Salta. Carpeta Agosto de 1838.
[67] Pbro. Vergara, Miguel Ángel. Ob.
Cit. pág. 22.
[68] Rosa, José María. Historia
Argentina T. IV. Pág. 262 y 264. Juan Granda. Bs. As. 1965.
Best, Félix. Historia de
las guerras argentinas T. II. Pág. 172 y 173. Peuser. Bs. As. 1.960.
[69] Decreto
del Poder ejecutivo de
·
Martillero público nacional (Tucumán-Salta). Actualmente es integrante del
Consejo Directivo y director de publicaciones del Instituto Güemesiano de Salta. Vicepresidente, director y
coordinador general de publicaciones del Centro
de Investigaciones Genealógicas de Salta.
[70] Don Luis de Fuentes y Vargas procedente
de una familia sevillana que ha dado importantes servicios a la corona y a la
iglesia de España, nació aproximadamente en 1530 y sus padres fueron don Pedro
de Fuentes (nacido en
[71] Porcel,
Roberto Edelmiro: “Los Porcel en la conquista del Perú y Alto Perú”, págs. 19 y
20. Segunda edición. Talleres de “Editorial Luis de Fuentes”. Bolivia, Tarija,
1999.
[72]
Porcel, Roberto Edelmiro: “Los Porcel en la conquista…”, págs. 19 y 20, cit.
[73] Porcel,
Roberto Edelmiro: “Los Porcel…”, págs. 20, cit.
[74] Al
respecto, consideramos de sumo interés el Acta
labrada en Tarija el 26 de agosto de 1826, que fue publicada por el Archivo
y Biblioteca Nacionales de Bolivia y que el historiador salteño Luis Oscar Colmenares
inserta en la página 118 del Boletín Nº 23 del Instituto Güemesiano de Salta,
en 1998:
“En esta Sala Capitular de Tarija, en veinte y seis
del mes de agosto de mil ochocientos veinte y seis años. Habiéndonos congregado
los Municipales y vecinos a virtud de haber entrado a esta plaza la gente de
los partidos de la campaña y entre ésta mucha parte de lo mejor del vecindario,
reclamando su libertad, porque ésta era actualmente oprimida, en que esta
provincia a más de estar sujeta y subyugada a la de Salta, también lo estuviese
a
[75]
Wright, Ione S. y Nekhom, Lisa M.: “Diccionario Histórico Argentino”, pág. 766.
Emecé Editores S.A., Buenos Aires, 1990.
[76]
Wright, Ione S. y Nekhom, Lisa M.: “Diccionario Histórico…”, pág. 23, cit.
[77]
Navamuel, Ercilia: “Salta y su Pasado”. Edición de la autora, Salta.
[78]
Urcullo, Manuel María: “Apuntes para la historia de la revolución del Alto
Perú, hoy Bolivia”, citado por Luis Paz en Historia
general del Alto Perú, hoy Bolivia. Sucre, 1919: T. II, p. 330.
[79] Los
hermanos sacerdotes D. José Mariano y D.
Sebastián Ruyloba se destacaron tanto en el sacerdocio como en la política;
nacidos en Tarija, en setiembre de 1771 y en enero de 1777, respectivamente.
Ambos brillaron por su prédica en el púlpito. Generosos y caritativos con los
más necesitados. Patriotas acérrimos, sacrificaron toda su fortuna por la causa
de
[80] El general José María Avilés nació en Tojo
y es uno de los caudillos que más se distinguió en la guerra de
[81] Don Ramón Rojas nació en Tarija en
noviembre de 1753, hijo de don Cipriano Rojas y de doña Bárbara Jirón. En su
tierra chapaca Rojas es considerado el caudillo más notable después de Méndez;
alcanzó durante la guerra de
[82] El comandante José Ignacio Mendieta,
tarijeño nacido en 1782. Patriota aguerrido que con su compañía chapaca de los
“Guerrilleros” dio batalla a los realistas con el fin de evitar el avance de
éstos a
[83]
Navajas Paz, Juan: “El Moto Méndez”, pág. 44 y 45. Ediciones Isla, casilla
4311.
[84]
Echazú Lezica, Mariano de: “Datos biográficos de treinta patriotas que actuaron
en Tarija”, inédito. Gentileza del doctor Eduardo Trigo O´Connor d´Arlach.
[85] A. y B. H. S. Carpeta Fantasma 52.
Tarija: Diversas cartas con datos importantes sobre este territorio y su
Organización. Tarija, 1825.
[86] A. y
B. H. S. Carpeta de Gobierno. “Relación del número de reclutas que corresponde
dar a cada uno de los Escuadrones de Tarija”.
[87] A. y
B. H. S. Carpeta Fantasma 52, cit.
[88] A. y
B. H. S. Carpeta de Gobierno, 1825/26.
[89] El capitán Juan Esteban Arias de Navamuel
fue bautizado en Salta el 21 de setiembre de 1778. Descendía de una distinguida
y antigua familia de esta provincia. Hijo del hacendado don José (o Joseph)
Arias de Navamuel y Diez Gómez, y de doña Tomasa de Fonseca y Fiusa y Diez
Gómez. Don Juan Esteban fue un ilustre guerrero de
[90]
Plaza, Rodolfo Leandro: “Ensayo biográfico genealógico del capitán Don Juan
Esteban Arias de Navamuel. Un abnegado patriota de
[91] Paz,
José María: “Memorias Póstumas”, pág. 35. Tomo I, segunda edición, Campañas de
[92]
Plaza, Rodolfo Leandro: “Los de Lea y Plaza. Señorío y Tradición del Valle del
Calchaquí Salteño”. Talleres Gráficos de Editorial Milor, Salta, 2000.
[93]
Hessling, María Teresa Cadena de: “Historia Ilustrada de Salta”, pág. 86.
Segunda edición actualizada, Salta, 1995.
[94]
Hessling, María Teresa Cadena de: “Historia Ilustrada…”, cit.
[95]
Hessling, María Teresa Cadena de: “Historia Ilustrada…”, pág. 85, cit.
[96] A. y
B. H. S. Carpeta de Gobierno.
[97]
Archivo del Arzobispado de Salta. Matrimonios.
[98] Plaza
Navamuel, Rodolfo Leandro: Recopilación Documental, Genealogías.
[99]
Gantier V., Joaquín: “
[100] El
papel del coronel Ignacio Warnes es
secundario respecto de Arenales. Hijo de Buenos Aires que se había distinguido
en 1807 en la defensa de su ciudad natal combatiendo contra los ingleses (no
obstante de ser descendiente de inglés como su apellido lo indica), Warnes
debía ilustrarse más tarde con hazañas extraordinarias, muriendo como un héroe
al frente de partidarios, en el mismo teatro ilustrado por Arenales, en cuya
escuela se formó (…) El coronel don Ignacio Warnes gobernó y dominó en Santa
Cruz de